Al pensar en el termino de entrevista nos vemos remitidos a pensar en algún tipo de encuentro, en el caso de las entrevistas en psicoanálisis, son estas las que permiten al analista de marcar sobre que terreno va a caminar y con que herramientas debe contar para poder hacer frente a lo que el paciente le trae y si es el caso, dejar a un lado lo que el paciente le presenta bien sea por que no posee lo que se necesita para lidiar con elo o simplemente por que lo que le presentan no le es agradable para trabajarlo. En el psicoanálisis encontramos, varios tipos de entrevistas, en especial si nos centramos en lo que han propuesto los posfreudianos ingleses y americanos, por que aquellos analistas que trabajan bajo un paradigma mas lacaniano, prefieren tener solo un tipo de entrevista (las preliminares), la cual se ve seguida por el inicio del análisis; en cambio los posfreudianos sí han implementado varios tipos de entrevistas como: entrevistas iniciales, de evaluación y de devolución; en cada una de esta entrevistas se realizan una actividades que pretender brindar al terapeuta un mayor conocimiento del paciente y su situación. Para los analistas lacanianos, las entrevistas preliminares representan un umbral que el paciente debe alcanzar para generar así un cambio estructural en él, o sea, un cambio de actitud con respecto a su síntoma y poder comenzar de esta manera con el análisis propiamente dicho, en este tipo de técnica, el paso de una instancia a otra (de entrevistas preliminares a tratamiento propiamente dicho), no conlleva a un cambio en el proceder del analista, sino, como ya se dijo anteriormente, es el cambio de actitud del paciente con respecto al material con el que llega donde el analista, material que en un principio es una queja sobre algo, pero que debe desembocar en la transformación de queja a síntoma analítico, y es este viraje el que marca la diferencia entre estar en entrevistas preliminares y entrar en un análisis propiamente dicho. Una vez el paciente haya alcanzado el umbral, lo que se puede decir que cambia es la posición del analista, pero no en términos del propio analista como tal, sino de lo que el analista representa para el paciente, o sea, en las entrevistas, el analista es visto como el poseedor de la verdad y el conocimiento, en cambio en el proceso de análisis, el paciente logra poner el conocimiento, ya no en el analista de carne y hueso, sino en su interior, en su inconciente. A diferencia de los analistas lacanianos, los postfreudianos ingleses y americanos, dividen su tratamiento en lo que se podría llamar tres fases, que se anteponen al inicio del análisis o comienzo de terapia; estas fases son: ♦ Proceso de diagnostico: en esta etapa, el analista se toma el trabajo de realizar un sondeo de lo que es la estructura dinámica del paciente, tratando de ubicarlo entre las clasificaciones de psicotico, borde line o neurótico, por medio del análisis de las vivencias traumáticas que este halla tenido en su infancia, así como de los mecanismos de defensa presentes en el sujeto y el grado de diferenciación entre el yo y el no yo. Este diagnostico dinámico tiene como fin útil, el permitir saber que tipo de intervención es la mas indicada para el sujeto, bien sea una terapia de apoyo, una psicoterapia psicoanaliticamente orientada o un análisis propiamente dicho. Dentro de este proceso, también se realiza una evaluación sobre las condiciones de analizabilidad que debe cumplir un sujeto para poder someterse a un proceso de análisis, las cuales son: capacidad de introspección (poder observar sus
problemas desde una perspectiva neutra y distante), edad (personas mayores de 50 poseen demasiada memoria para realizar un rastreo de esta), capacidad intelectual, fuerza del yo (debido a que el proceso de análisis producirá en el sujeto movimientos bruscos con respecto a su ser y es la fuerza del yo la que le permitirá hacer frente a las frustraciones), las posibles resistencias que se levantarían durante el proceso de análisis y la capacidad para establecer una alianza terapéutica (este aspecto involucra tanto al paciente como al analista). ♦ Devolución: aquí, se comparte de manera panorámica con el paciente los datos hallados por medio del proceso de diagnostico, esto con el fin de fomentar una alianza terapéutica; la devolución es una construcción realizada por el terapeuta de lo que es el mundo interno del paciente. ♦ Encuadre: una vez que el paciente ha recibido lo que el terapeuta ha logrado extraer de su ser, en el proceso de diagnostico, este decide si desea continuar o mejor, comenzar con el proceso terapéutico; si el paciente accede, entonces se comienza con una estandarización que regirá el proceso de terapia, estandarización que busca crear un ambiente fijo en el cual se deben desplegar las experiencias inconcientes; entre los aspectos que se tratan aquí están: el tipo de terapia que se seguirá, basados en las características del paciente y las de su problemática; la frecuencia con que se realizaran las sesiones y la longitud de estas, por lo regular se le programan sesiones todos los días a la misma hora, esto buscando la menor cantidad de objetos que pueden interferir en el análisis y el pago, el cual esta estandarizado por la IPA, según la experiencia de cada analista. Entonces, como podemos observar el modo de proceder de los psicoanalistas lacanianos a diferencia de el de los ingleses y americanos, es un proceder mas abierto, sin tantas rigurosidades ni medidas estrictas, sin esto querer decir que en los lacanianos no exista un control de lo que se va desarrollando en las diferentes sesiones, sino que los lacanianos por ejemplo, le dan un uso al tiempo de modo tal que se genere el “efecto de prisa”, que se logra al no permitir al paciente tener conocimiento de cuando terminara la sesión, para que así este realice un proceso de decantación de lo que va a exponer, de igual manera la relación con el factor dinero tampoco es estandarizada, sino que se matiza según las características propias de la capacidad de pago del paciente, ya que lo que se busca es que lo pagado en cada sesión, tenga un valor significativo para el sujeto, sin importar cuanto sea. Otro factor en el que difieren en su proceder estas dos ramas del psicoanálisis es en la frecuencia con que se realiza la intervención, (hablando de los casos en los cuales se realiza un análisis claro esta), ya que para los lacanianos no es necesario que se realice análisis todos los días a la misma hora, situación que se presenta de modo contrario en los ingleses y americanos. Es necesario aclara que si importar las diferencias que se pueden palpar entre los posfreudianos ingleses y americanos con los lacanianos, existe un punto en común, el cual es el manejo de una cierta distancia con respecto al paciente, en el momento que se están realizando las entrevistas preliminares o el proceso de diagnostico, esto con el fin de no involucrarse demasiado con el paciente sin antes tener claro lo que este presenta y si es algo que le competa a las habilidades de el analista o terapeuta, ya que si no es así, si el paciente necesita un tipo de terapia que el analista no ofrece o si el caso que presenta es algo con lo cual el analista por x o y razón no puede manejar, se vera en la
obligación de realizar una remisión, y si no se ha manejado una distancia prudencial, este rompimiento abrupto de lo que seria una relación entre paciente y terapeuta o analista, seria vivenciado de forma trágica por el sujeto (paciente), esto es ejemplificado en el texto de Malan, cuando habla de un caso en el cual durante el desarrollo de la entrevista inicial, se logra vislumbrar lo que podría ser un foco de atención o un núcleo de conflicto en la paciente que consulta, situación a la cual el terapeuta presta atención pero sin llegar a hondar en el asunto, debido a que todavía no sabia si lo que la paciente traía podría ser tratado por los medios que él manejaba, situación que termino en la remisión de la consultante; si el terapeuta no hubiera manejado la distancia durante el desarrollo de dicho proceso, hubiera removido y provocado en la paciente, mociones que el no iba a trabajar, lo cual muy seguramente generaría un alto grado de malestar en la paciente y hubiera hecho del proceso de remisión, que es vivido como una separación, algo difícil y poco fructífero tanto para el paciente como para el terapeuta o analista. Entonces, para concluir, podemos decir que los posfreudianos ingleses y americanos, realiza el proceso de entrevistas iniciales de manera sistemática, tratando de encasillar al sujeto en unos parámetros establecidos para de ahí comenzar a realizar una intervención, bien sea breve, análisis o psicoterapia psicoanaliticamente orientada, las cuales varias según los datos que se extraen del proceso de diagnostico, en cambio en los lacanianos, se realiza es un proceso de entrevista preliminar en el cual no se busca que el analista construya un saber sobre el paciente como en lo hacen los ingleses y americanos, si no que lo que se busca es que el paciente logre un avance con respecto a lo que seria el entendimiento de su malestar, para así entrar en el análisis propiamente dicho; también es importante resaltar las distintas concepción y usos que le dan estos dos modos de intervención a diferentes aspectos, como por ejemplo el significado que tiene el pago en los lacanianos es visto desde un modo simbólico de “don”, en cambio en los ingleses el dinero no tiene un valor que trascienda lo que es la relación con un pago que se efectúa en cualquier lugar (o sea, si puede pagar por lo que le cobro bien, sino busque otra parte), de igual manera el tiempo es totalmente rígido e inflexible en los posfreudianos americanos, situación que no se presenta en los lacanianos, los cuales hacen que el factor tiempo al no estar estandarizado juegue un papel activo en cada sesión. En otros termino, el proceder de lo posfreudianos americanos e ingleses es un proceder regido por normas establecidas por un agente externo a lo que es la relación paciente analista, en cambio las sesiones y el tipo de relación entre un analista lacaniano y el paciente se ve teñida por lo que es la subjetividad de cada paciente y las características que lo componen, las cuales varían de sujeto a sujeto, razón por la cual cada análisis se realiza de un modo distinto, acorde alo que el analista considere mas pertinente según la ocasión.