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I Congreso Nacional de Colonización Agraria

SÁBADO 23 DE MAYO DEL 2009

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Medio siglo de historia ha dado paso al dinamismo vecinal Las iniciativas económicas y de ocio en los municipios anexos a Ejea han permitido relegar el pasado al olvido SERVICIO ESPECIAL

Las asociaciones culturales y de mujeres permiten dinamizar la vida de los municipios

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NURIA ASÍN

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Después de 50 años, los primeros colonos que llegaron a las tierras cincovillesas se muestran satisfecho por su trayectoria vital. Ha pasado medio siglo desde que llegaron con sus pertenencias a una zona que les proporcionaría estabilidad y un modo vida. Fue un gran trabajo, pero, poco a poco, fueron consiguiendo hacer suyo un pueblo, poniendo todos los servicios en marcha. En la actualidad, muchos siguen defendiendo la vida en el medio rural, la tranquilidad que se respira en las calles, la paz y el sosiego que permite desconectar de la rutina diaria, a aquellos que eligen estos espacios para pasar un fin de semana, o llegan para descansar, tras un largo día de trabajo en los municipios cercanos. Son las virtudes de vivir en un pueblo, en el que todos los niños juegan con sus vecinos, en que salen a las calles para montar en bicicleta y jugar al escondite, como hacían sus abuelos. En este aspecto, es como si la vida no hubiera cambiado desde que se fundaron, allá por 1959. Lo que sí ha cambiado es el dinamismo de la gente. Ahora hay asociaciones de mujeres y de vecinos que mueven la vida cultural. Por ejemplo, recientemente en Farasdués se organizó Equiart, un certamen en el que se combinó arte y convivencia en el que participaron más de 1.000 personas. Mientras que en Rivas se consolida su Banda, una de las más antiguas de Aragón, y una de las más reconocidas, musicalmente hablando. Son ejemplos del esfuerzo de los vecinos que, para luchar contra la despoblación que sufren estos núcleos, intentar ofrecer alternativas económicas, como fue crear en Farasdués la Fundación Caballos de Martincho, en la que recuperan su ilusión los niños con discapacidad. Las Cooperativas de Pinsoro o Valareña son otros ejemplos, desde las que se intenta sacar el mayor partido al campo, ese campo que también rodea a Santa Anastasia, Bardena, El Sabinar o El Bayo, que, hace ahora cincuenta años, pusieron en labor trabajadores ajenos, gentes que confiaron en que las Cinco Villas serían su última morada. H

Equiart, un certamen de arte y convivencia, acogió en Farasdués a más de 1.000 personas. Arriba, en la Fuente local. SERVICIO ESPECIAL

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Rivas es un municipio ejeano en el que la música ha unido a todos los vecinos, gracias a su Banda Municipal.