Formación Ética y Cívica en la Escuela Primaria I. Olga Cecilia Blanco Ortiz. H. Matamoros, Tamaulipas a 4 de septiembre del 2008.
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Libertad que condena.
Introducción. Hoy en día es muy raro escuchar sobre la ética y la libertad, pero aunque ya casi no se hable de esto, siempre tengo presente la manera en que me educaron y además, constantemente trato de cumplir cada una de mis metas de cierta forma que no dañe a otras personas pero con el firme propósito de obtener lo que quiero. Pero para poder continuar con este tema, primero que nada debo de saber ¿Qué es la ética?, ¿Qué es la libertad?, ¿Para que me sirve ser libre? y ¿Por qué me siento privada de mi libertad si aun la poseo?
Desarrollo. La ética es la que trata la moral y las obligaciones de mi comportamiento con la sociedad, es el compromiso que tengo diariamente para lograr poseer un perfeccionamiento personal."Es el compromiso que se adquiere con uno mismo de ser siempre mejor persona". Se refiere a una decisión interna y libre que no representa una simple aceptación de lo que otros piensan, dicen y hacen. Libertad es la capacidad que tengo de realización personal junto al medio que me rodea y sin dañar a los demás pero haciendo lo que quiero. Al preocuparme por pertenecer a la sociedad corro el riesgo de ser rechazada de antisocial. “Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad”. Benjamin Franklin. Ser libre me es útil de muchas formas ya que al poseer mi libertad puedo tomar las decisiones que para mi sean las más adecuadas y con las cuales pueda obtener algún beneficio o lograr algún deseo anhelado. Como dijo Martín Buber “Hombre libre es el que quiere sin la arrogancia de lo arbitrario. Cree en la realidad, es decir en el lazo real que une la dualidad real del yo y del tu. Cree en el destino y cree que el destino lo necesita….pues lo que ha de acontecer no acontecerá si no esta resuelto a querer lo que es capaz de querer.” Al mismo tiempo que poseo mi libertad también me siento privada de la misma ya que en algunas ocasiones no puedo realizar lo que deseo porque dependo de la opinión de otras personas y es ahí cuando siento que en realidad no siempre puedo realizar lo que
quisiera. Como por ejemplo si me dicen “Haz lo que quieras” tal parece que estoy recibiendo una orden y si la cumplo, la desobedezco y si la desobedezco, la cumplo. Según Jean-Paul Sartre, “estamos condenados a la libertad” Final.
Conclusión. Por medio de este trabajo me doy cuenta de que quiera o no, siempre seré libre de realizar lo que me proponga, pero al mismo tiempo estaré condenada a ser libre o a las opiniones que surjan de otras personas. Este derecho no se puede eliminar de ninguna manera y para poder ejercerlo no hay más que comenzar a elegir lo que quiero hacer para beneficiarme en un futuro próximo pero sin daños a quienes me rodean.
Bibliografía. Savater, Fernando (1998) “Date la buena vida”, en Ética para amador, México, SEP (Biblioteca para la actualización del maestro), pp. 67-81.