Numero 12

  • November 2019
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´ SENTIDO COMUN, #12, MARZO 2008 Contra el juicio suspendido y el alma dormida http://www.esnips.com/web/adelante

1. EDITORIAL Es notorio c´ omo a las cat´ astrofes humanas visibles preceden cat´ astrofes morales invisibles. Un observador asomado a la ventana puede seguir a los transeuntes con la mirada durante horas, y es dif´ıcil que m´as all´ a de los cambios de indumentaria y de algunos usos sociales pueda percibir la calidad moral que acompa˜ na a cada uno y menos a´ un bajo el uniforme trasiego de personas sobre la acera poder decir ((aqu´ı y ahora algo se ha roto, aqu´ı y ahora algo en lo profundo ha dejado de ser lo que era)). Estas cat´ astrofes secretas se anticipan a˜ nos o d´ecadas a las cat´ astrofes reales, de forma que es muy dif´ıcil seguir el hilo que va de las causas a los efectos. Pero podemos ir un paso m´as all´ a, en direcci´ on al origen, y constatar la operaci´ on de un n´ umero extraordinariamente reducido de personas como agentes contaminantes de la sociedad. Un d´ıa, los kenianos enloquecen y cruzan la delgada l´ınea que separa la barbarie de la civilizaci´ on y cuando vuelven a sus casas sus ropas est´ an llenas de sangre. Un d´ıa se desata un infierno en Yugoslavia, o en Ruanda, o en Iraq, o en Darfur. Cuando llegan las c´ amaras no hay ya nada interesante que ver, salvo la mec´ anica de la muerte reeditada una vez m´as en la interminable serie de reediciones de las matanzas humanas. Sin duda, lo determinante sucedi´ o antes. Un d´ıa, el presidente filoterrorista del gobierno de Espa˜ na sonr´ıe a sus secuaces y Espa˜ na se estremece con el espectro de las persecuciones religiosas de hace casi ochenta a˜ nos. Dejemos moment´ aneamente a un lado el estremecimiento y consideremos anal´ıticamente el mecanismo de la contaminaci´on. ¿C´omo personas hasta hace pocos meses razonables pueden rescatar el lenguaje incendiario seg´ un el cual ((los otros)) son los

((enemigos del pueblo))? ¿C´omo personas que en otras ´areas de la vida pueden pasar por razonables hablan ya de prohibir el culto religioso? ¿C´omo una publicaci´ on panfletaria como es El Pa´ıs se atreve a ir mucho m´as all´ a de lo que incluso es decente para una publicaci´ on panfletaria y desde sus p´ aginas llamar ((hijos de puta)) a los que otros llaman ((enemigos del pueblo)), y pedir ((sedaciones)) para esos ((enemigos del pueblo))? ¿C´omo ciertos ((intelectuales)) pueden no sentir que el fantasma de la sangre se agita y amaga con levantarse? Pues bien: la potencia con que se propaga la insania de un hombre hasta contaminar a una gran parte de la sociedad radica en los mecanismos b´ asicos del lenguaje. No es suficiente que Jos´e Luis Rodriguez Zapatero sea un imb´ecil o un canalla, un tipo sin principios como ´el mismo se ha definido por escrito. No es suficiente para explicar el grado de malestar social que se ha desatado. Ni siquiera son suficientes los actos de gobierno, ya torpes, ya malintencionados, para explicar lo que est´ a pasando en Espa˜ na. Es cierto que es precisa la actuaci´on de individuos amorales, pero no es suficiente. Desgraciadamente, lo que sucede despu´es sucede de forma casi autom´ atica. Ve´ amoslo. Jos´e Luis Rodriguez Zapatero es un hombre amoral que, desafortunadamente, en lugar de vender autom´ oviles en un concesionario de su ciudad natal ha ca´ıdo en un semillero de propaganda y mentira, como es el partido socialista. En ese semillero, las palabras son en primer lugar vaciadas de contenido, transformadas en envoltorios. Este es un proceso que ata˜ ne a la misma materia prima del pensamiento y a la misma estructura con que una persona se muestra a los otros. Por eso, es un proceso que repugna al hombre decente. Por eso, no lo ha rechazado el actual presidente del

gobierno. ((... en una democracia avanzada, no vamos a dar una guerra por las palabras...)), ha dicho. No lo aprecia el lector, pero las palabras ((democracia)), ((avanzada)), ((guerra)) y ((palabras)) ya pasaron por el proceso de vaciamiento. Al igual que ((paz)), ((solidaridad)), ((justicia)), ((igualdad)) y unas pocas m´as que conforman el nicho psicol´ogico del militante de izquierdas. Ahora, como contenedores vac´ıos, a esas palabras puede asign´ arseles el contenido que se desee. Y ese es el problema: a casi nadie se le ocurrir´ a explorar los contenidos de la palabra ((justicia)) incluso cuando es pronunciada por Jos´e Luis Rodriguez Zapatero. Porque la comuni´ on entre la palabra y el contenido es b´ asica para las personas decentes. Incluso para las que son menos que decentes. El oyente percibe esas palabras y pasa para ´el desapercibida la tragedia. Esas palabras han sido como exhalaciones que vienen a su conciencia y adquieren no el contenido que ten´ıan para el que las pronunci´ o, sino el contendio que el oyente les concede habitualmente. Y as´ı tenemos no dos discursos paralelos, sino un u ´ nico discurso, entendido como secuencia de palabras, y dos historias distintas: la que est´ a contando el demagogo y la que est´ a entendiendo el ciudadano. Para el demagogo, se abre un f´ertil campo de posibilidades. Las mismas palabras pueden cambiar su significado a voluntad. Las fronteras sem´anticas entre las palabras pueden transgredirse sin consecuencias y a la inversa pueden levantarse muros sem´anticos de sorprendente eficacia, como sentimos cada vez que transgredimos, consciente o inconscientemente lo que se ha llamado ((lenguaje pol´ıticamente correcto)). El fen´ omeno afecta a todo occidente. Recientemente, Mark Stein ha denunciado c´ omo las autoridades del Reino Unido han dado en llamar ((actividades anti-isl´ amicas))...al terrorismo isl´amico, llevado a cabo por musulmanes contra ciudadanos occidentales no musulmanes. El demagogo comienza as´ı a instilar su insania sobre la sociedad. El demagogo es un hombre sin palabra. Para los hombres sin palabra la traici´on es una posibilidad no desde˜ nable. Para los hombres sin palabra, la Ley deja de tener fuerza normativa. Para el ciudadano inadvertido, dedicado a sus quehaceres, importunado por los mil inconvenientes cotidianos que son la sal de la vida, apresurado en su camino diario, es un esfuerzo sobrehumano el an´ alisis de todos los mensajes que le llegan. Pero lo esencial no es esto. Lo esencial es que no cree que ese an´ alisis sea necesario. ¿Por qu´e? Porque ´el recibe palabras que son como vestidos en cuyo interior coloca sus propios conceptos. La b´ usqueda de las se˜ nales que delatan la violencia que se hizo

en el discurso implica el an´ alisis de la adecuaci´on o no de los conceptos que el hombre se forma con la realidad del mundo en que vive. Es decir, implica la disecci´ on del propio ser. Nadie juzga preciso diseccionarse a s´ı mismo para descubrir la falacia en las palabras del otro. Para cuando la realidad no puede esconderse m´as, se ha hecho tarde. Millones han sido conducidos al gulag con asombrosa docilidad: segu´ıan un discurso que les hablaba de libertad y justicia pero no advirtieron que eran s´ olo envoltorios cuyo contenido ellos mismos suministraban. Cre´ıan en igualdad y democracia pero cuando comprueban qu´e clase de licor hay en el vidrio, la puerta se ha cerrado tras ellos. Un hombre lee que es preciso ((ejercer la ciudadan´ıa activa en una sociedad plural)), que as´ı es c´ omo los ide´ ologos socialistas han querido adornar la nueva asignatura de adoctrinamiento ideol´ ogico escolar, y ese mismo hombre puede verse a s´ı mismo escupiendo a unos padres que en ejercicio de su ciudadan´ıa rechazan esa imposici´ on, a unos padres cuyo rechazo a esa imposici´ on es justamente lo que hace plural a la sociedad. ¿Qu´e podemos hacer? La u ´ nica posibilidad de regeneraci´ on consiste en recuperar los m´etodos y formas de pensamiento de la Filosof´ıa realista, la sana Filosof´ıa que siempre ense˜ no que la realidad est´ a m´as all´ a de nuestra conciencia, que tiene una estructura y esconde una verdad y que el hombre, usando su raz´ on, puede investigarla. De esta forma, se hace patente el v´ınculo entre las palabras y aquello que designan, y se pone a salvo este v´ınculo del aliento insano de los poderosos, los insensatos, los ignorante y los malvados.

2. REELECCION DE ZAPATERO. LO QUE SE PREPARA Grupo de Estudios Estrat´ egicos. GEES http://www.gees.org Deseng´ an ˜ ense las almas tiernas de la derecha: En lo que piensan los socialistas cuando hablan de ((convivencia)) y de ((derecha moderada)) es en un r´egimen de partido u ´ nico en el que se tolere la subsistencia de una oposici´ on de derechas siempre y cuando renuncie a alcanzar el poder. Felipe Gonz´alez casi lo logr´o con Fraga cuando otorg´ andole el campanudo t´ıtulo de ((jefe de la oposici´ on)) consigui´ o su renuncia a desbancar a los socialistas del poder. Para ´estos, la derrota de 1996 se debi´ o a dos cosas: primero, a la actitud de los comunistas, que se aliaron con la derecha para derrotarle; y segundo, a haber permitido que campara a sus anchas la prensa libre, lo que llamaron ((el sindicato del crimen)).

Hoy buscan no volver a cometer los mismos errores que Gonz´alez. Lo primero que hizo Zapatero en 2004 fue atraer al redil a la extrema izquierda, convirtiendo a IU en una excrecencia de s´ı mismo. Luego, intentaron que una parte de la derecha se hiciera c´ omplice de su proyecto apelando a la ((moderaci´ on)), es decir, sumisi´ on a su proyecto pol´ıtico a cambio de unas migajas de poder. El ejemplo m´as claro es el ((caso Gallard´on)). Hasta ahora, el proyecto socialista ha fracasado desde el momento en que el PP est´ a en condiciones de ganar las elecciones. Pero este partido no ha sido el u ´ nico que ha impedido el proyecto de ZP. Junto a ´el, ha habido otros tres caballos que han tirado del carro de la derecha: algunos medios de comunicaci´on, la derecha cat´ olica y las v´ıctimas del terrorismo. Y estos constituyen para el PSOE un error que quiere subsanar. Los socialistas no est´ an dispuestos a cometer el mismo error que en 1996; la incipiente sociedad civil liberal-conservadora, con sus medios de comunicaci´ on, organizaciones, think-tanks, asociaciones y fundaciones, va a estar despu´es de marzo en el punto de mira de Zapatero. Va a ir a por todos ellos de manera poco disimulada, por considerarlos el eslab´ on m´as d´ebil de la derecha. Para esto necesitar´ a dos cosas; por un lado, leyes y, por otro, jueces dispuestos a aplicarlas. Si gana las elecciones, se lanzar´ a a conseguir las unas y los otros. Para ello se har´ an con el control del Consejo General del Poder Judicial, que es algo que el PP ha podido impedir hasta ahora, pero que no podr´a evitar por m´as tiempo si el PSOE gana las elecciones. Ello les permitir´ a controlar a su vez los futuros nombramientos para los tribunales m´as importantes. Ser´ a el primer paso. Lo siguiente ser´ a elaborar una especie de ley de defensa de la democracia que permita dar el tercer paso, que los jueces amigos sancionen y definitivamente silencien aquellas voces que no compartan el pensamiento u ´ nico que se est´ a queriendo imponer a todos los espa˜ noles desde 2004. Con la excusa de estar castigando comportamientos hom´ ofobos, cat´ olicos fundamentalistas, antidem´ ocratas, antislamistas, racistas y fascistas, amordazar´ an, mediante sanciones que ser´ an a veces penales, las voces cr´ıticas que hoy se les oponen. Ser´ a el principio del fin del pluralismo actual, en nombre de la paz, la convivencia y la moderaci´ on. Si a´ un queda alg´ un ingenuo respecto a este proyecto, m´as vale que espabile cuanto antes. Esto es lo que se prepara despu´es del nueve de marzo si Zapatero sigue en La Moncloa: la caza judicial sistem´ atica de quienes se les han opuesto en el pasado. Legislar´ an, denunciar´ an y acabar´ an con toda oposici´ on medi´ atica, social y cultural. Estas

elecciones no son tanto unas elecciones donde se enfrentan el PSOE y el PP, sino unas en las que se elige entre uniformidad y libertad. Por eso son tan importantes, y por eso es tan importante ser conscientes de lo que estar´ a en juego con la reelecci´on de Zapatero. ´ 3. EDUQUE CON TABUES ´ POLITICAMENTE CORRECTOS Y ´ UN ANALFABETO TENDRA Pascual Tamburri http://www.elsemanaldigital.com La vida, a pesar del lugar com´ un, s´ı es justa. Pero no es igual para todos, ni uniforme, ni previsible, y si identificamos justicia con igualdad -como est´ upidamente algunos ense˜ nan a las generaciones m´as j´ovenes- la decepci´on est´ a asegurada. No es, pues, m´as que un problema de educaci´ on. Cada vez m´as, un problema de correcci´on pol´ıtica en la educaci´ on, y concretamente en la ense˜ nanza, que retrata mucho m´as las miserias de los docentes que la supuesta, y para nada demostrada, cortedad de esta generaci´ on de alumnos. No son cortos, pero nosotros, con nuestros complejos docentes, hacemos mucho para que lo parezcan. Quiz´ as los prefiramos as´ı, porque tal vez nos resulte m´as c´ omodo hablar mal de ellos que ense˜ narles a ser hombres y mujeres libres. Con un par de ejemplos me van ustedes a entender enseguida. Les ense˜ namos a leer, entender y producir un texto espa˜ nol -nuestra lengua y literatura- con cualquier recorte de prensa, desde Leonardo Boff a Jon Sobrino, desde Pablo Mu˜ noz a I˜ naki Gabilondo. Personas que van a salir del sistema educativo sin haber le´ıdo a Quevedo, sin saber qui´en fue Graci´an o sin haber o´ıdo mencionar al Arcipreste de Hita dedican a˜ nos a analizar (o algo as´ı) textos progres de El Pa´ıs y conocen la poes´ıa espa˜ nola s´ olo a trav´es de los versos del pobre Luis Cernuda. Los castramos antes de que salgan al mundo y se˜ nalar esa visi´ on alicorta, miope y maniquea es seg´ un algunos un pecado mortal (laico) contra la convivencia docente. Nos quejamos de sus faltas de ortograf´ıa cuando ya est´ an en edad de tallarse, y despu´es de haberlas tolerado durante catorce a˜ nos de pupitre. Pero hablar de esto es tab´ u. Les ense˜ namos a ser solidarios, supuestamente, pero en m´as de un lugar las horas de ense˜ nanza de religi´ on cat´ olica se dedican a todo menos al contenido marcado por los obispos. Mucho buenismo y mucho esc´ andalo cuando alg´ un alumno resulta no ser blandito, pero ¿qu´e pasar´ a cuando un padre, uno s´ olo, pida cuentas de qu´e se les ense˜ na? Conozco m´as de un padre cat´ olico dispuesto a que sus hijos, visto lo visto, cursen cualquier alternativa no confesional o la Educaci´ on para la

Ciudadan´ıa: mejor ninguna idea de la fe que una visi´ on progre, cuando no her´etica. Pero decirlo es un tab´ u. Les ense˜ namos a ser pacifistas hasta el v´omito, y a ver la guerra como un mal absoluto. No les explicamos que esta idea, en todo caso, es una opini´on, y que adem´as no ha sido compartida por nuestros antepasados a lo largo de los siglos. Nos quejamos despu´es de que no entienden la historia, pero pretendemos que se les explique desde los prejuicios progres de 1968, como si los hombres de 1618 o los de 1914 los hubiesen compartido. Naturalmente, carecen en un porcentaje escandaloso de sentido cronol´ ogico del pasado, pero cerramos los ojos a nuestras propias culpas. Educar con tab´ ues no confesados es mucho peor que una ense˜ nanza abiertamente orientada. Una instrucci´on expl´ıcita admite al menos la libertad interior de los docentes, los alumnos y los padres con ideas propias discrepantes (y as´ı fue en el franquismo, por ejemplo). Un adoctrinamiento vertebrado en torno a tab´ ues y basado no en el rechazo de otras opiniones sino en su absoluta ignorancia cuando no manipulaci´ on puede ser muy eficaz para crear esclavos sumisos, pero no hombres y mujeres de cultura. Mientras les ense˜ nemos a adorar al u ´ ltimo juntaletras premiado y ni mencionemos a Tolkien, mientras repartamos premios y culpas en el pasado a gusto de los creadores de tab´ ues, estaremos adoctrinando, pero no educando. Y s´ı, lo s´e, es pecado decirlo, uno gana m´as amigos suponiendo que la culpa es de unos malvados estudiantes o de unos p´esimos gobernantes, pero realmente la culpa es nuestra cada vez que damos una clase o escribimos un libro rindi´endonos a la comodidad obtusa de esta minor´ıa dictatorial. Una buena noticia: no est´ an acostumbrados a que se les plante cara, as´ı que cuando j´ ovenes o mayores se muestran insumisos los progres se quedan sin respuesta. Qu´e escenas, qu´e jolgorio. Y es que no tienen raz´ on, porque somos descendientes de los hombres del Somme (donde estuvo Tolkien, por cierto), de Balaklava y de los Arapiles, aunque se empe˜ nen en ocultarlo a los chavales.

4. REEDIFICAR LA TIERRA Jos´ e Luis Rest´ an http://libertaddigital.com El Papa ha retomado la cuesti´ on del Juicio de Dios, uno de los puntos centrales de la enc´ıclica Spe Salvi, en su di´alogo sin papeles con los p´ arrocos de Roma. De esta forma combate el eclipse de uno de los n´ ucleos del Credo en la predicaci´on y la catequesis, y lo hace poni´endolo en relaci´ on con la responsabilidad hist´orica de construir el mundo.

Hace falta leer con atenci´ on la respuesta de Benedicto XVI para ver hasta qu´e punto son est´ upidas las cr´onicas que hablan de contradicciones con su predecesor, o de un irrefrenable gusto del Papa por desempolvar cuestiones inc´ omodas, como la del infierno. En su respuesta a uno de los p´ arrocos romanos, Benedicto XVI explica que los cristianos estamos todav´ıa bajo el influjo de la acusaci´on marxista seg´ un la cual nos hemos dedicado a hablar del m´as all´ a, olvidando nuestra responsabilidad terrena. Ciertamente estamos llamados a trabajar para que esta tierra sea realmente la ciudad de Dios, pero si no tenemos en cuenta las realidades eternas -advierte el Papa- no trabajaremos bien por la tierra. Por eso el primer trabajo para reedificar una tierra que sangra por tantas heridas, consiste en reencontrar la conciencia verdaderamente humana, iluminada de la presencia de Dios. ((Debemos hablar de estas cosas, precisamente por responsabilidad hacia la tierra y hacia los hombres que viven en ella)). Con una pedagog´ıa conmovedora, Benedicto XVI retoma algunos pasos de la enc´ıclica Spe Salvi, que cada vez m´as se revela como una piedra miliar en el camino de la Iglesia en el siglo XXI. All´ı describe c´ omo todas las grandes ideolog´ıas han pretendido tomar en sus manos la tarea de crear un mundo nuevo en el que el mal fuese definitivamente extirpado, pero en lugar de eso, han destruido al mundo. Y en este di´alogo el Papa aporta el testimonio de los obispos de pa´ıses ex comunistas, que manifiestan c´ omo la ideolog´ıa no s´ olo ha destrozado la econom´ıa y los recursos naturales sino sobre todo ha da˜ nado las almas. Sanar este da˜ no s´ olo ser´ a posible con una nueva apertura hacia Dios. S´ olo Dios puede crear verdadera justicia. El Juicio de Dios, como subraya el u ´ ltimo tramo de la Spe Salvi, no s´ olo no es una adenda esot´erica a la fe cristiana, ni un motivo para alimentar la pasividad, el miedo o la irresponsabilidad de los creyentes. Por el contrario, el Juicio de Dios es garant´ıa de una justicia u ´ ltima que ning´ un poder humano puede ofrecer, y es condici´on para la libertad del hombre. Todos deseamos que se haga justicia: a nosotros mismos, a quienes amamos y tambi´en a quienes nos han precedido y ya han muerto. Y sin embargo no est´ a en nuestras manos reparar todas las destrucciones del pasado y del presente, las que padecemos y las que provocamos: ((S´ olo Dios -dice el Papa- puede crear verdadera justicia, una justicia que debe alcanzar a todos, tambi´en a quienes han muerto)). Y en este paso (¡golpe maestro!) Benedicto XVI invoca la afirmaci´ on de Adorno, un gran marxista para quien s´ olo la resurrecci´on de la carne podr´ıa hacer justicia. Para ´el, sin embargo,

esto era imposible... sin embargo est´ a en el centro del anuncio cristiano.

la tapadera de la olla en la que se cocinan el odio y el fanatismo en Galicia.

Cuando se desconoce el Juicio de Dios, y con ´el la posibilidad del infierno, esto es, del fracaso radical y definitivo de la vida, entonces se ignora tambi´en la necesidad de que todos los intentos del hombre sean purificados. Entonces no se trabaja realmente por la tierra y los mejores proyectos terminan por corromperse. La seriedad de esta explicaci´ on de una verdad esencial y perenne de la fe cristiana, se abre al final con una preciosa perspectiva de esperanza. Ciertamente un d´ıa nos presentaremos ante Dios con numerosas heridas y ´ nos ofrece la posibilidad mucha suciedad, pero El de lavar todo eso con la bondad que mana de la Cruz. Y si el purgatorio es esa necesaria purificaci´on que comprendemos tan bien, el para´ıso es la esperanza, la justicia finalmente realizada.

Ese destape result´o sumamente inc´ omodo para los due˜ nos del oasis. Pol´ıticos del Gobierno socialistanacionalista y comentaristas diversos se escandalizaron menos por el ataque que por la proyecci´on que ´este hab´ıa alcanzado. As´ı, tras las rituales condenas con los correspondientes peros, lo que lamentaron profundamente en la ´orbita gubernamental fue que, a ra´ız del incidente, se diera de Galicia una imagen que conectaba con episodios habituales en el Pa´ıs Vasco y Catalu˜ na.

Ahora bien, all´ı donde los hombres viven seg´ un el criterio de Dios, aparece ya algo del Para´ıso en este mundo, y esto es visible aqu´ı y ahora. ((Me parece -a˜ nade el Papa- que ´esta es tambi´en una demostraci´ on de la verdad de la fe, de la necesidad de seguir el camino de los mandamientos)). Y as´ı se cierra el c´ırculo, porque hablar del m´as all´ a, para los cristianos, no puede separarse del af´ an de labrar la tierra y de construir la ciudad. 5. EL HUEVO DE LA SERPIENTE SALE DE LA INCUBADORA Cristina Losada http://www.libertaddigital.com La agresi´on que sufri´ o Mar´ıa San Gil el pasado martes en el campus compostelano dej´ o al descubierto la existencia en Galicia de un nacionalismo antiespa˜ nol violento con los mismos rasgos nazifascistas que presentan sus hermanos del Pa´ıs Vasco y Catalu˜ na. Pese a ser bien conocido y sufrido en el interior, ese nacionalismo no hab´ıa merecido apenas atenci´ on m´as all´ a del Padornelo en los u ´ ltimos a˜ nos, que es justo cuando ha emergido de sus guetos tradicionales para actuar con mayor frecuencia y virulencia. Un fen´ omeno ´este directamente relacionado con la aparici´ on de una contestaci´on social a la presi´ on creciente del Gobierno socialista-nacionalista en materia de imposiciones ling¨ u´ısticas: en cuanto ha surgido oposici´ on a esa pol´ıtica en la sociedad civil, una serie de pandillas matoniles han comenzado a acosar, amenazar y, en definitiva, intentar amedrentar a los discrepantes. La ley del silencio es una de las normas no escritas de los oasis pol´ıticos. Tal vez la principal. Por eso se cuidan de financiarla. En el oasis, como bajo las dictaduras, reina la paz. No hay conflictos. Es decir, los hay, pero se los mantiene bajo la superficie de las aguas. Con la agresi´ on a San Gil, sin embargo, se levant´ o por unos instantes

Esa reacci´on, que incluy´o tambi´en la minusvaloraci´on de la agresi´on (combin´andose el ((ha habido otras antes)) con el ((es un hecho aislado))), denotaba una ansiedad por que las aguas volvieran a cerrarse, la inc´ omoda realidad se precipitase al fondo y se reinstaurase el reino del silencio, que aqu´ı no pasa nada. Naturalmente, s´ı pasa, y mucho. Sucede que bajo el Gobierno PSdG-BNG, instalado en 2005, se avanza aceleradamente hacia la erradicaci´ on del idioma espa˜ nol de las aulas gallegas, as´ı como de otros sectores en los que a´ un no se ha obligado a la gente a renunciar a su libertad y a su derecho de elecci´on. El comercio, por ejemplo, es el pr´oximo objetivo, pero desde luego no el u ´ nico. Pues las leyes, normas y planes de normalizaci´ on aprobados por unanimidad en el Parlamento gallego, junto a recientes decretos como ´ese que se ha presentado falsamente como la plasmaci´on de un reparto equitativo entre el espa˜ nol y el gallego en la ense˜ nanza, abarcan todas y cada una de las facetas de la vida social, incluso la muerte (galleguizar las l´ apidas), con el objetivo apenas velado de forzar la transformaci´ on de una sociedad biling¨e en una monoling¨e. La larga marcha que hab´ıa comenzado el PP de Fraga, siguiendo la senda del nacionalismo catal´ an, se proponen rematarla un Partido Socialista infectado de nacionalismo y los nacionalistas propiamente dichos. Los instrumentos ya estaban ah´ı. Ahora s´ olo se trata de utilizarlos a tope. De apretar las tuercas. Sucede tambi´en que ese incremento de la presi´ on ha hecho que se levanten voces y movimientos de protesta, surgidos de la sociedad civil. Esos grupos no s´ olo han sido v´ıctimas de la violencia nacionalista, sino de la ley del silencio imperante y de la manipulaci´ on: se los presenta como ((enemigos)) del gallego o como ((ultras)). Tras el ataque a San Gil, tanto el PSdG como el BNG se negaron a condenar, en una resoluci´on parlamentaria propuesta por el PP, las amenazas y agresiones que acababan de sufrir asociaciones (Mesa por la Libertad Ling¨ u´ıstica y Galicia Biling¨ ue) que defienden la libertad de idioma o el derecho de los

padres a elegir la lengua vehicular de la ense˜ nanza de sus hijos. Dos personas hab´ıan sido agredidas en La Coru˜ na. Sin embargo, para los partidos gubernamentales esas v´ıctimas no merec´ıan respaldo, sino todo lo contrario. Eran culpables. Culpables de desatar una ((guerra de las lenguas)). Tales eran los t´erminos que empleaba el presidente de la Xunta, Emilio P´erez Touri˜ no, en unas declaraciones dirigidas contra el PP. Pues otra de las intoxicaciones en curso consiste en atribuir al PP la contestaci´ on social, cuando lo cierto es que las citadas asociaciones y otras surg´ıan ante la evidencia de que los tres partidos comparten los ejes b´ asicos del proyecto de normalizaci´ on, el cual es asimismo de anormalizaci´on del uso del espa˜ nol en Galicia. Bajo ese consenso se ha preparado el caldo de cultivo. Ya en la era de Fraga pudieron los mitos nacionalistas, as´ı como la desafecci´ on y el odio a Espa˜ na y al espa˜ nol, propagarse y conquistar espacios de poder en sectores clave como el mundo acad´emico, la universidad, la ense˜ nanza y los medios de comunicaci´on. Aunque el partido nacionalista mayoritario, el BNG, no obtiene m´as de la quinta parte de los votos, el nacionalismo y su versi´ on descafeinada, el galleguismo, conforman el imaginario pol´ıtico dominante, por no decir u ´ nico. La pedagog´ıa del odio, como era previsible, ha dado sus frutos, y los m´as agresivos se concentran en una mir´ıada de grup´ usculos y asociaciones que, en muchos casos, son subvencionadas con dinero p´ ublico. As´ı, por ejemplo, el grupo que organiz´o el ataque a Mar´ıa San Gil cotinuaba formando parte de la comunidad universitaria pese a su historial de agresiones contra profesores y alumnos. Hasta ahora, sus actos de violencia hab´ıan quedado impunes. Como han quedado impunes las coacciones y acosos que han sufrido en los u ´ ltimos tiempos quienes apoyan a las v´ıctimas del terrorismo (Vigueses por la Libertad) o reclaman la verdad sobre el 11-M (Peones Negros). La impunidad de la que han disfrutado los camisas pardas galaicos s´ olo ha podido envalentonarlos. Y aqu´ı caben dos hip´ otesis: o ha habido negligencia e incompetencia por parte de quienes deben proteger a los ciudadanos que ejercen sus leg´ıtimos derechos de reuni´ on, manifestaci´on y expresi´ on, o aqu´ellos han mirado para otro lado deliberadamente mientras las pandillas de matones amedrentaban a oponentes del Gobierno, esto es, han permitido de facto que los grupos radicales hicieran el trabajo sucio. Por decirlo con una expresi´ on de la tierra: responsables pol´ıticos et altri se han acogido al ((dalle que non miran)). Y el caso es que nadie miraba hasta que los fan´ aticos la emprendieron, delante de las c´ amaras, con Mar´ıa San Gil.

Pero no s´ olo han cerrado los ojos ante los desmanes de grupos que mantienen relaciones con el entramado de ETA. Tambi´en han minimizado todo lo posible los atentados de una banda terrorista Resistencia Galega- que ya ha colocado siete bombas en constructoras y promotoras inmobiliarias. Bombas que en el idioma del oasis son ((peque˜ nos artefactos)). Tenemos, pues, los principales ingredientes para diagnosticar que el nacionalismo violento crecido a las orillas del BNG est´ a alterando ya significativamente la convivencia democr´atica en Galicia. Las asociaciones que se oponen a la pol´ıtica ling¨ u´ıstica de la Xunta son los principales objetivos de ese n´ ucleo batasunizado, y ya es un hecho que no pueden expresarse y actuar sin tener que hacer frente a intentos de amedrentamiento. El huevo de la serpiente ha salido de la incubadora. Lo ha hecho tras varias d´ecadas de alimentaci´on en el odio, bajo la protecci´ on del silencio, la pasividad o la complicidad del establishment. Pero estos u ´ ltimos a˜ nos recib´ıa el empuj´ on definitivo gracias al calor del agit-prop en torno al Prestige y la guerra de Irak; la aprobaci´ on de la violencia f´ısica contra el PP y, en general, la no izquierda; y el plus de legitimidad que los socialistas, desde posiciones de gobierno, han dado al nacionalismo, que multiplica el que ya se le hab´ıa otorgado en la Transici´ on, y le ha conducido a elevar al m´aximo el list´ on de sus exigencias.

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