Mithos en Protágoras De acuerdo a las palabras de Thomas Selezak: “por un lado, Platón presenta el mito en una clara oposición al lógos; por otro […] difumina conscientemente en algunos casos la frontera entre el mito y el lógos”.1 Al efectuar una rápida y primeriza mirada al núcleo central del diálogo Protágoras, diríamos abruptamente que nos adherimos a la primera situación planteada. Sin embargo, cuando comenzamos a notar pequeños detalles que hacen a la composición del texto, dudamos ante semejante encasillamiento. El sofista, cuyo nombre brinda el título del diálogo, propone ante el interrogante de si la virtud es enseñable, un relato mitológico y luego un razonamiento argumentativo. El mythos muestra la virtud como algo innato en los hombres, pero no todos saben aplicarla. El discurso argumentativo
que
continúa
pretende
ampliar
este
concepto,
basándose en la experiencia social cotidiana. No obstante, a pesar de que Protágoras indica que lo expresado es un lógos, sus argumentos se apoyan sobre el mythos para obtener un mayor sentido. Mientras que con una forma de lenguaje explica ciertos aspectos, con otra aborda otros elementos de la misma temática. Geneviève Droz, un escritor focalizado en estos estudios, establece las características principales del mythos platónico: es un relato ficticio, narrativo, sugestivo, verosímil, repleto de imágenes que aspira al sentido y posee una función tanto pedagógica como moral.2 Giovanni Reale, a su vez, puntualiza que el mito es un “pensar por imágenes […] un método para expresar algunos aspectos de la realidad que no pueden captarse ni expresarse mediante el puro lógos”.3 Aquí tenemos todo lo que precisamos para continuar con nuestro análisis. Ya sea que los personajes principales son figuras míticas, que la manera en que Platón escribe nos recuerda a los pasajes de Homero y Hesíodo, o que el relato finalice con una sentencia moral
por parte de Zeus, Dios Supremo, nos indica claramente que el mito en
este
diálogo
no
es
sino
una
expresión
integradora
complementaria del eje temático desarrollado en
y
el posterior
razonamiento. Estas apreciaciones tienen el objetivo de reafirmar la posición del mito en el diálogo, la cual fue sumamente desdeñada en numerosas investigaciones sobre Platón. Tanto mythos como lógos son esenciales en la exposición de su doctrina. Dice Protágoras: “De este modo, Sócrates, yo te he contado un mito y te he expuesto un razonamiento acerca de cómo la virtud es enseñable”.4 Podríamos proseguir con nuestras consideraciones respecto al tema, pero
tal
vez
anteriormente
sería
aún
citadas
mejor
parecen
desistir.
Si
adecuarse
bien a
las
nuestra
posturas visión,
deberíamos dejar que Platón nos otorgue sus razones: “Me parece, dijo, que es más agradable contaros un mito”.
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Selezak, Thomas. LEER A PLATÓN. Capítulo 22. Editorial Alianza. Madrid. 1991 Droz Geneviève. LOS MITOS PLATÓNICOS. Introducción. Editorial Labor. Barcelona. 1993 Reale, Giovanni. PLATÓN, EN BUSCA DE LA SABIDURÍA SECRETA. Capítulo 13. Editorial Herder. Barcelona. 2001 Platón. DIÁLOGOS Vol. I. PROTÁGORAS. 328 d. Editorial Gredos. Madrid. 1988
Por María Victoria Gomez Vila Parcial domicialiario “Historia de la Filosofia Antigua” Universidad Nacional del Sur Noviembre de 2007