Muerte con el semáforo en verde
Un camión de bomberos arrolla a un coche que circulaba correctamente - Fallece una mujer y hay dos heridos
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A. ALFAGEME / E. G. SEVILLANO - Madrid - 25/02/2009 Teodoro V. cumplía el domingo 89 años. Quería celebrarlo con la familia, así que insistió en invitarles a comer en un restaurante de General Pardiñas. Estaba su esposa, Nieves C., de 83 años, sus hijos Eduardo y Fernando, y la mujer y los hijos de éste. Hacia las 16.30, Eduardo les llevaba de vuelta a casa en su Volvo del 94. Cogió Alcalá hasta el puente de Ventas. Y allí, en la raqueta para incorporarse a la M-30 norte, se paró en el semáforo. Al ponerse verde, arrancó y un camión de bomberos que circulaba por Alcalá se los llevó por delante. Desde su habitación del hospital de la Princesa, Eduardo, un abogado de 46 años, es preciso en los detalles. Pero sólo hasta el momento en que arrancó su coche en el semáforo. "No tardó mucho en ponerse en verde. Arranqué, y no me acuerdo de más. Sólo alguna imagen, como de un sueño. Un fotograma de un coche rojo. Noté una presión en el pecho. Respiraba mal. Miré el volante, el salpicadero. Me llamó alguien y me dijo que me iban a sacar. Miré a mis padres. Mi padre iba sentado a mi lado. Mi madre, detrás. Luego, recuerdo la ambulancia y el hospital". La madre de Eduardo murió esa noche en el Ramón y Cajal. El golpe, por el lado del conductor, que también era el suyo, le rompió varias costillas, le fracturó la parte superior de la cadera y le provocó un hematoma en el abdomen. Murió por un shock hipovolémico, que implica una hemorragia interna, según informaron fuentes del hospital, que aclararon que la mujer estaba en tratamiento con anticoagulantes. Eduardo tiene 10 costillas rotas y un golpe muy fuerte en el pecho. El padre, herido leve, pudo salir ayer del hospital. "Sirenas no oí, ni vi luces", asegura Eduardo. Los bomberos dicen que sí llevaban las luces y la sirena activadas. Que el camión, una bomba con ocho bomberos, se dirigía "de urgencia" a un incendio y que, tras el accidente, fue necesario enviar a otra dotación para sustituir al vehículo siniestrado. Una portavoz de la Concejalía de Seguridad no precisó, a preguntas de EL PAÍS, a qué incendio, ni de qué base partió el vehículo, ni en qué dirección circulaba por la calle de Alcalá, ni si pasó el semáforo en rojo, como apuntan dos fuentes municipales, que corroboran que el Volvo arrancó en verde. "Lamentamos lo que ha ocurrido, es una tragedia, pero hay un atestado policial y un juez que tendrán que arrojar luz sobre lo ocurrido", explicó la portavoz. El Ayuntamiento no informó a la prensa de que un camión de bomberos había arrollado a un turismo. Emergencias Madrid envía avisos cuando se registran accidentes con fallecidos o heridos graves. En este caso, según la portavoz de la concejalía, los sanitarios del Samur valoraron como leves a los tres heridos; de ahí que no se informara. Según el parte del Samur, Nieves presentaba una contusión en la rodilla y estaba "consciente y orientada". Sin embargo, fuentes del Ramón y Cajal aseguran que la mujer llegó ya en shock, intubada, y que había entrado en parada dos veces en la ambulancia. Había perdido mucha sangre (tomaba anticoagulantes) y no pudieron hacer nada por ella. Falleció de madrugada. A falta de conocer los resultados del atestado policial, el accidente recuerda a otro siniestro que se produjo en julio de 2006 en Barcelona. Un furgón de los Mossos d'Esquadra que se dirigía a una manifestación arrolló a un motorista en un cruce. El hombre, de 41 años, murió en el acto. El atestado de la Guardia Urbana constató que el furgón se había saltado un semáforo en rojo. Varios testigos señalaron en el juicio que el vehículo policial iba a gran velocidad y que no frenó, pero el conductor siempre mantuvo que aminoró la marcha. La juez condenó al mosso a pagar una multa de 300 euros por una falta de imprudencia leve y a indemnizar a la familia con 67.000 euros. El abogado había intentado que se consideraran los hechos como delito de imprudencia, pero la Audiencia de Barcelona denegó su petición. El Reglamento de Circulación define que tienen carácter de prioritarios los vehículos "que circulen en servicio urgente y cuyos conductores adviertan su presencia mediante la utilización simultánea de la señal luminosa (...) y del aparato emisor de señales acústicas". El reglamento exime a esos vehículos de cumplir las normas de tráfico "a condición de haberse cerciorado de que no ponen en peligro a ningún usuario de la vía". En concreto, la norma explicita que no deben vulnerar la prioridad de paso en intersecciones o señales de semáforos "sin antes adoptar extremadas precauciones" y asegurarse de que los otros vehículos se han detenido o les van a facilitar el paso. La familia de Nieves va a denunciar "la imprudencia" del conductor del camión.