Modestia y diferencia La enseñanza sobre la manera de vestir Por: Fabio Carballo Preguntas van y vienen entre el pueblo cristiano sobre la manera de vestir, casi se puede decir que cada iglesia o grupo tiene su propia visión de esto. Algunas comunidades dan reglas claras, otras no mencionan en absoluto el asunto. Mientras tanto la confusión continua y miles de personas se ven en la necesidad de asumir una posición personal al respecto. La norma de fe y práctica de un cristiano bíblico es la Biblia y como tal, asumo que la Biblia es suficiente para explicar cualquier tema relacionado con la forma de vivir, y además, ella indica los requisitos as seguir de un creyente en su vida de piedad. Este estudio pretende varias cosas: en primer lugar dar a conocer con claridad, sin rodeos y sin forzar versículos lo que dice la Escritura en cuanto a la manera de vestir, tanto en el hombre como en la mujer; segundo, resolver preguntas que surgen con respecto al tema y por último, afianzar a los hermanos en la fe que una vez ha sido dada. Trataré de lograr mis objetivos siguiendo normas de interpretación bíblicas, utilizaré el método histórico gramatical, que es el que uso en todos mis análisis, y el principio hermenéutico de la primera mención, que enseña que Dios no cambia respecto a la primera referencia de un tema, aunque, generalmente, existe un progreso en el tema1[1]. Por último intentaré, con todo el asunto expuesto, dar las respuestas a algunas preguntas básicas.
Delantales y túnicas La visión humana Génesis 3: 7, “Y fueron abiertos los ojos de ellos ambos, y conocieron que estaban desnudos: entonces cosieron hojas de higuera, e hiciéronse delantales”. Después del pecado de desobediencia, Adán y Eva se dan cuenta de su desnudez, y la primera cosa que hacen es tratar de cubrirse. Adán no pensó: “¡Qué linda está Eva!”, él pensó “¡Qué pena, Eva me está viendo!”, a Eva le pasó lo mismo. Así que lo primero que hacen no es esconderse de Dios, sino tapar ciertta parte de sus cuerpos con hojas de higuera, pero, ¿Por qué digo, ciertas partes? La Biblia dice que se hicieron “delantales”, o sea, su cubrieron su parte delantera, la palabra utilizada aquí es chagowr, esta palabra indica que ellos se taparon la parte delantera. La misma palabra la podemos encontrar en: 2 Samuel 18: 11, “Y Joab respondió al hombre que le daba la nueva: ¿Y viéndome tú? ¿Por qué no le heriste luego allí a tierra? Y sobre mí, que yo te diera diez siclos de plata, y un talabarte (chagowr); también en 1 Reyes 2: 5, 2 Reyes 3: 21, Isaías 3:24 e Isaías 32: 11. En 2 Samuel y Reyes, la Biblia Valera 1865 traduce talabarte, en Isaías 3: 24, faja y en Isaías 32: 11 ceñid (rodead). Un talabarte era un cinturón donde se metía la espada, como el cinturón donde los campesinos antioqueños ponen el machete. Es concordante tambie´n la traducción en los versos de Isaías, en las que se habla de las mujeres. En Isaías 3; 24, se traduce faja y en Isaías 32: 11, ceñir los lomos2[2], esto es como ponerse una faja. Así que, todo parece indicar que Adán y Eva, en su pena, lo que hicieron fue taparse con unas hojas las partes delanteras genitales. Esto, claro está, no incluye el pecho y las piernas, ni tampoco las nalgas. Mejor dicho, tenían un poquito más de pudor que los desnudistas barceloneses y un poquito menos que las modelos colombianas. Aunque esta es la primera mención de algún tipo de vestido en la Biblia, esta es la visión humana del vestido, no la visión divina. Y note que esa es la misma idea que se vende en el día de hoy3[3].
1[1] Para una mejor comprensión de este principio, véase: Hartill, J. Edwin, Manual de interpretación bíblica, Ediciones Las Américas, Puebla, México, 2003, pp. 101-105.
2[2] Hasta donde tengo conocimiento, ésta es la única parte de la Biblia en la que se habla de mujeres ciñéndose los lomos. 3[3] Esto lo sabe muy bien Daniel Samper Ospina, el director de la revista SoHo.
La visión de Dios Génesis 3: 21, “Y Jehová hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y vistiolos”. En Génesis 2: 7, el hombre se tapo, en 3: 21, Dios lo vistió. Jehová apenas si pudo hablar con ellos para enseñarles lo que seguía (comienza la dispensación de la conciencia) e inmediatamente después los vistió. Él quitó los delantales o taparrabos y les puso túnicas. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española una túnica es una vestidura larga y ancha ¡Esto es una verdad! La palabra túnica (Kathoneth) está unas veintiséis veces en el Antiguo Testamento y siempre habla de una vestidura larga y ancha tanto en hombres como en mujeres, por ejemplo, el vestido de Josué (Génesis 37: 3. 23), las túnicas sacerdotales de Aarón y sus hijos (Éxodo 28: 4, 39-Éxodo 28: 4, 39-40), el vestido de Tamar (2 Samuel 13: 19). Definitivamente la forma como Dios mira el vestido es muy diferente a la forma como lo mira el hombre. Téngase en cuanta que, tanto las túnicas de Adán y Eva como las sacerdotales son diseños exclusivos de Jehová Dios, no de Hernán Zájar. Surge la pregunta del por qué Dios pone este tipo de vestidura. La razón la da la misma Biblia, para ocultar las partes del cuerpo que no se deben mostrar, pues son vergonzosas. Éxodo 28: 42, “Y les harás pañetes de lino para cubrir la carne vergonzosa; serán desde los lomos hasta los muslos”, Éxodo 20: 26, “Y no subirás por gradas a mi altar, porque tu desnudez no sea junto a él descubierta”. Evidentemente estos dos versos revelan el carácter santo de Dios, la razón principal para este tipo de vestidura es que Dios quiere cubrir las partes vergonzosas del hombre y la mujer, que no son sólo sus órganos genitales delanteros. En Éxodo 28: 42, el pañete era como ropa interior y debería ir desde los lomos (parte inferior de la espalda) hasta los muslos, seguro este “hasta” es un hasta incluyente (cp. Mateo 5: 26), o sea, que tapa los muslos, lo que indica que el pañete llegaba al límite de la rodilla con los muslos. Así que, la rodilla no hace parte de la vergüenza pero los muslos sí. Es una noticia triste para algunos fotógrafos de desnudos que intentan tapar las rodillas pero mostrar los muslos de sus modelos. El concepto de vergüenza es muy personal, lo que para algunos es vergonzoso para otros es lo más normal. Pasa lo mismo con el concepto de inmoral. Lo que para algunos es inmoral para otros es lo más normal del mundo. Tenía un buen amigo, hace años, con una preciosa cabellera larga y abundante. Mi amigo admiraba el cabello de las chicas y el de él era bien bonito. Mi amigo resultó cristiano evangélico, baterista de una iglesia. Un buen día y de la manera más cortes y honesta compartí mis convicciones con él. Le mostré 1 Corintios 11: 13-16, que habla de que los hombres debemos tener el cabello corto. Él me dijo también de la manera más honesta. “Fabio, este versículo no me habla al corazón y si no me habla no lo cumplo, si para Pablo era deshonroso, para mí, no lo es”. Yo no le dije nada más, pero aquí va mi punto, no importa lo que a mí me parezca deshonroso, deshonesto o inmoral, importa lo que Dios dice en la Biblia, lo que para Él es inmoral. Dios es el juez moral no el ser humano. Eso pasó y pasa con el vestido. Por último, con respecto al principio de la primera mención, es importante recordar que esto de la vestidura se cumplió en toda la Biblia con los personajes de Dios. Ellos siempre tuvieron túnicas, tanto hombres como mujeres, incluso Pedro, después que el Señor murió, fue a pescar en ropa interior y cuando vio a Jesús, se avergonzó (Juan 21:7).
El dilema de la diferencia Ya he compartido el mensaje de la modestia, quiero aclarar algo, nada de lo que he escrito en este estudio está relacionado con la salvación del alma, en ningún momento en alma es salva porque vista así o asá, lo único que salva es la sangre de Cristo y nosotros, como seres imperfectos, aunque tratemos de hacer lo mejor, siempre tendremos algún error, es por eso que Dios algún día nos volverá a vestir. Deuteronomio 22: 5, “No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá vestido de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”. El mensaje es claro, debía existir una diferencia entre el traje del hombre y el de la mujer, en la versión Antigua de la Reina Valera es clara la diferencia porque dice, hábito (kaliy) de hombre y vestido (labash) de la mujer.
¿Cuáles era estas diferencias entre los trajes del hombre y la mujer? Mencionaré algunas: • Los trajes de las mujeres eran mejor acabados. • Túnicas más largas para las mujeres. • Las mujeres usaban velo. • Las mujeres usaban ornamentos y se adornaban con alcoholes (cosméticos) • El hombre usaba un pantalón debajo de la túnica. Los hombres usaban una especie de sudadera para ir a trabajar debajo de sus túnicas, el fin de este pantalón era el de no quemar sus piernas en la labor agraria o pastoril. De ahí viene la mención bíblica de ceñirse los lomos, o sea, subirse la túnica y amarrársela a los lomos o parte trasera de la espalda, como una faja de fuerza, para poder correr o hacer mejor sus trabajos. Por el contrario, las mujeres que trabajaban generalmente lo hacían en casa (Proverbios 31: 10ss). El vestido de los hombres actuales de oriente medio es parecido a este que acabo de describir. Es claro entonces que los trajes de ambos sexos debían mostrar diferencia. No existía un tipo de vestido unixeso. Este principio tampoco cambia en el Nuevo Testamento, por el contrario es afianzado, mire 1 Pedro 3: 16. Allí, el apóstol, inspirado por el Espíritu Santo, invita a la hermanas a vestirse como Sara pues esto es de grande estima delante de Dios. Aquí hay un punto de fuerte discusión. Si el problema es la modestia creo que todos o casi todos estamos de acuerdo con la solución, vestirse sin mostrar las partes vergonzosas, pero si el problema es la diferencia, allí, no hay acuerdo. La iglesia Evangélica Israelita habla de que todos deben usar túnicas, los menonitas instan a los hombres a dejarse la barba (como parte de la diferencia), las feministas convocan a las mujeres a ponerse los pantalones, los metrosexuales llaman a los hombres a usar aretes y maquillaje, los pentecostales dicen que ni las mujeres se pueden aplicar maquillaje y ni que hablar del pensamiento homosexual. Entonces le voy a decir mi convicción, espero que la entienda. No creo que yo sea un legalista, pues creo en la salvación sólo por fe, sin ninguna obra, no vivo mirando cómo se visten los hombres y las mujeres que vienen a la iglesia, ni siquiera me creo homofóbico, realmente los invertidos no me dan miedo, sólo un poco de mareo. Yo creo que la mejor manera, en el día de hoy, en que el hombre y la mujer creyentes pueden dar testimonio de su fe es con vestidos decentes, que no muestren sus muslos ni sus pechos, ni su ombligo, ni que estén apretados al cuerpo y que tengan una clara diferencia de sexo. Lo mejor, a mi manera razonar por la Biblia, es que los hombres usen pantalones amplios y las mujeres faldas o vestidos amplios. Creo que, si alguien se rige por estas convicciones nunca tendrá duda de si está correctamente vestido como Dios quiere. Esta idea, como lo he demostrado, se basa en los dos principios bíblicos de modestia y diferencia. Finalmente le hago un llamado a que no se ofenda conmigo, sólo tengo el deber de ser lo más honesto y decirle lo que creo está en la Palabra de Dios. La forma de vestir tiene que ver con el testimonio cristiano, no creo que tenga que ver con ser salvo o con ser miembro de la iglesia o con si se puede bautizar o no, sólo tiene que ver con su testimonio, pero su testimonio es importante, al fin y al cabo, usted es un embajador de Cristo (2 Corintios 5: 20) y un embajador piensa bien como vestirse ¿o no?