Ministro, aunque sea de Marina … Hará cuestión de unos diez años la Sociedad Civil americana impuso la moda de la corrección política, entendiéndose por ésta la limpieza del lenguaje de aquellos modismos hirientes o incómodos a los oídos de las minorías de la Unión Americana. Tal empeño se basa en el supuesto de que ciertas expresiones fomentan la discriminación o la extensión de actitudes molestas, ofensivas o perjudiciales a la Sociedad. Sea ello cierto o no, es probable que sí, lo que está claro es que la expresión libre del pensamiento es lo que permite aflorar el ser de los pueblos y el sano debate de sus expresiones, así como su corrección si fuera necesario. La expresión (dicha por Rajoy) Ministro, aunque sea de Marina … usada (¡aún hoy cuando dicho ministerio ya no existe!) en el contexto del político sin escrúpulos que desea un cargo, el que sea, con tal de “chupar”, lo de menos es el servicio público, no solo deja en mal lugar a aquel de quien se habla, sino también a quien la dice. Veamos por que: Primero: la Grandeza o Grandeur, que tanto agrada a los franceses, le ha venido a España de su dimensión Marítima, si hoy contamos algo, y no es poco, en el contexto de las Naciones, se lo debemos a los hombres de mar que a lo largo de la Historia se hicieron a la mar y expandieron por el mundo nuestra Cultura y nuestro Ser. Segundo: Nuestra Marina, o mas correctamente, La Armada, que es como la conocen las marinas de todo el Mundo, ni ha sido ni es, y esperemos que nunca lo sea, algo insignificante. Si buscamos dicho vocablo en internet, encontraríamos en www.geocities.com/Pentagon/armamund.htm una rigurosa clasificación de Las Armadas del mundo, donde quedamos séptimos por detrás de USA, Rusia, R.U, Francia, Japón e Italia a quien pasaremos en un par de años, y por delante de India, Brasil, China y Alemania entre otras importantes. También somos quintos en portaaviones, sextos en naves de escolta antiaérea y con las F-100 seremos ¡los terceros! por unos años, y también dentro de poco seremos quintos en el Mundo en fuerzas anfibias. Tercero: la incorrección política de la expresión del título viene del peligro de que nos tomemos a broma y a cachondeo la mayor fuente de Oportunidades y Amenazas, por lo demás muy serias, que afrontará irremediablemente en el futuro próximo nuestro país. Nuestra posición geográfica, separada de las Américas, donde tenemos tantos intereses, con una ruta marítima con Asia que transita aguas con sistemas políticos impresentables y con pretensiones geopolíticas que dan pavor y con deseos y decisión de alcanzarlas, nuestro territorio insular, nuestras ciudades africanas y por supuesto nuestra condición peninsular. Entre las oportunidades, solo por citar algunas, diremos: la necesidad de proyectar nuestras fuerzas más allá de Europa en misiones de Paz, Asistencia a Catástrofes Naturales y Ayuda Humanitaria, La Necesidad real de un Control Marítimo Internacional pues aunque no lo crean a resurgido la Piratería aunque con formas y tecnología del siglo XXI y, finalmente, y no menos importante, la posibilidad única que nos da nuestra Marina de cooperar con otras del mundo reforzando nuestra presencia internacional y nuestra credibilidad política y diplomática.
Cuarto: con solo repasar un poco la Historia, de inmediato nos daremos cuenta de que quienes ocupan un puesto destacado por sus aportaciones al Progreso de la Humanidad, quienes han luchado por la Libertad del Ser Humano, quienes mayores cotas de Igualdad entre Las Personas han logrado y transmitido, y quienes más han luchado por la Fraternidad de los pueblos de la Tierra, han sido y seguirán siendo por mucho tiempo países con Cultura Marítima. Por otro lado, ha correspondido a las Potencias de Cultura Continental como el Tercer Reich o la URSS, los mayores crímenes contra todo lo bueno que El Ser Humano representa. Nosotros los españoles somos de los pocos países que han estado en distintas épocas en los dos bandos y sin duda, de cara a futuro, la elección, que la tomaremos queramos o no, está clara. ¿Siendo la elección tan evidente, que intereses extraños nos han llevado a optar, con pequeñas y gloriosas excepciones, por la Cultura Continental en los últimos cinco siglos? Cierto es que cualquiera no puede mandar un barco, que exige estudio, rigor científico, que no se puede afrontar un temporal con posturas dogmáticas, que se es más libre al conocer otras culturas, que la mar marca el carácter y que su muerte cuando se ve de cerca es terrible, que entre sus hombres es común encontrar librepensadores … También es cierto que la obtención del poder exige otras habilidades, por no llamarlas virtudes, que es fácil ser fugazmente popular entre incultos y hacerse el graciosillo diciendo memeces como ¿Ese?, Ministro aunque sea … ¿Que pasa, es que tenemos miedo ha hacer las cosas bien? ¿Preferimos la Gloria de terceros? ¿Que manden y nos manden otros, en este caso extranjeros? ¿No nos duelen las Catástrofes Humanitarias ni las Persecuciones Genocidas?, por que si es así tal vez no nos merezcamos nuestro nivel de vida. ¿Es que pensamos que España es un Continente?, por que de ser cierto se nos ha quedado grande y si eso es así, vendrá la inexorable división, … oye tú, cada uno gobierna lo que puede… diría el tonto del pueblo si lo eligiéramos para gobernarnos. Espero que el lector reflexione sobre el particular y comprenda que La Armada y el fomento de la Cultura Marítima necesitan nuestro apoyo por el bien de todos. Sé que en un ambiente político dominado por un voraz deseo de reducciones de impuestos, aunque la gente se muera en las listas de espera de los hospitales, es difícil pedir mayores dotaciones para nuestra marina, pero sus astilleros y empresas, gracias al tímido apoyo a nuestra Armada, hoy son admirados y respetados en todo el Mundo como unidades punteras en el cooperación industrial multinacional y en el diseño y producción de unidades de vanguardia, convirtiéndose en una importante fuente de empleos, impuestos y divisas. ¡Viva La Armada!
Luis Riestra Delgado 20/07/2000