vendredi 22 mai 2009
MAYO 2009 : MES DE HUGO MAYO
HUGO MAYO (Manta, 1897-Guayaquil, 1988) o la permanente reconstrucción de la imagen poética Segunda parte
Por Fredy Ayala Plazarte
“Esta nueva poesía echa al traste todo lo arcaico. La poesía vanguardista nos hace pisar en tierra firme, tierra firme” Hugo Mayo Miguel Augusto Egas (Hugo Mayo) como el primer vanguardista ecuatoriano, desde su seudónimo condensa aquel carácter antioficialista, rebelde, solitario que siempre lo caracterizó. Lo sabemos: Hugo en admiración al escritor francés Víctor Hugo (Los miserables) y Mayo, como él mismo decía, por ser un mes luminoso de cambios profundos, para encontrar nuevas formas figurativas. Este manabita cambiaría el sentido poético de nuestra literatura en la primera mitad del siglo XX, mientras que para 1920-30 los poetas modernistas de la generación decapitada (Medardo Ángel Silva, Humberto Fierro, Arturo Borja, Ernesto Noboa y Caamaño) se extinguían por muertes
prematuras, el poeta desechaba la posibilidad de desvelar más obra en base al universo romántico-melancólico en el que venían manifestándose nuestra poética desde fin de siglo XIX, tan apegada a un canon simbolista por la expresividad y persistencia del ideal Belleza burguesa, sugestión por la muerte, sentimiento de soledad, afán decadentista, lo cual abrió caminos para que la vanguardia replantee y reconstruya la imagen poética, y ya que el simbolismo usaba metáforas, la imagen vanguardista mataba al símbolo y valoraba el lenguaje: en otras palabras el significante. De Hugo Mayo, “sus primeros poemas se publicaron en revistas modernistas como Renacimiento editada en 1916 en Guayaquil y de la que Medardo Ángel Silva era su secretario”[1]. A quien, por su muerte temprana, dedicó el siguiente poema:
El poeta modernista ecuatoriano Medardo Angel Silva
Oración por la muerte de Medardo Ángel Silva
En 1919, con su poesía Oración por la muerte de Medardo Ángel Silva, comenzó sus empeños vanguardistas. Veamos parte de sus versos: Ahora el romboide de tu vida en el lago de la muerte Las paralelas de tu camino fueron curvas cerradas [1]. A quien, por su muerte temprana, dedicó el siguiente poema:
Tu único ángulo se ahogó en el triángulo de amor Ya tu palabra rimada en un cuaderno de poesía Dormías circunferencia azabache en el poliedro del absurdo Y tu pirámide cayó en 21 pedazos en 21 después para siempre.