Milagros Los López
En otoño la terraza del hotel se llena de hojas como la plaza está enfrente llegan benteveos y palomas. A este hotel llegan desde Rosario a vivir los López: papá franco y su hija carolina. Están aturdidos de tantos bocinazos y luces en las calles, para supervivir carolina hace empanadas y pancitos ricos con olor a torta de chocolate y los vende a sus vecinos. Carolina grita: _ ¡Vendo empanadas y ricos pancitos! Franco le pide: _ ¿Me das un pancito? _Si papá y uno de regalo.
Cuando llegó el momento de inscribir a Carolina a primer año en la escuela Franco comenzó a protestar. _ ¡Yo iré a la escuela! _ ¡No, no te llevaré!¡es peligroso!
A Carolina se le caían las lágrimas y mojaban su cuaderno trató de convencerlo
_ ¿Puedo ir? Porfié ¿puedo ir? _Está bien, vamos a probar