C.E.I.A.
1-2
Centro de Espiritualidad Ignaciana de Argentina
Mi presente Puntos sobre mi presente Nos predisponemos para un nuevo encuentro con Jesús al modo de Ignacio. Debemos tener presente entonces que los ejercicios espirituales son un modo de examinar la conciencia, de meditar, de contemplar, de rezar [anotación 1ª]. Que nuestro objetivo ha de ser preparar y disponer el alma para quitar todas las afecciones desordenadas, y, luego, buscar y hallar la voluntad divina para la salud de mi alma. Preparamos el lugar en que vamos a rezar… Buscamos una posición cómoda (que nos facilite concentrarnos sin relajarnos como para dormirnos)… Fijamos el tiempo que disponemos para encontrarnos con Jesús… Ordenamos el material que guiará nuestra oración… Definimos cuál será la petición que nos acompañe: ________________________________. Rezamos la oración preparatoria que el mismo Ignacio sugería para comenzar en el libro de los ejercicios [E.E. 46] Así, pedimos a Dios nuestro Señor, que en este rato de oración todas mis intenciones, acciones y operaciones estén ordenadas para su servicio y alabanza. El domingo que pasó escuchamos a Jesús que nos dice… “Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tenga los unos a los otros. En estó todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros”.(Jn. 13, 34-35) La propuesta para hoy será leer nuestro presente desde esta perspectiva, tener una mirada desde el mandamiento nuevo… Pero ¡atención! no una mirada de exigencia sino, justamente una mirada de amor cristiano, mirar nuestro presente con la mirada de Jesús. Intentar llevar a nuestra atención a las distintas actividades, tareas, momentos de mi día una mirada Cristiana. Miro las personas de las que me rodeo, los temas de los que charlo, a qué/quién dedico mis recreos, mis descansos.
C.E.I.A.
2-2
Centro de Espiritualidad Ignaciana de Argentina
EL OBJETIVO NO ES JUZGARME sino CONOCERME: hacer consciente mi presente. No debemos tener miedo. Vamos con Jesús, nada puede atemorizarnos si nos entregamos y confiamos en ÉL.
…. Nos detenemos en aquellas cosas que más no llaman la atención.
Luego de un rato evaluamos: 1. Distracciones:
es importante identificar qué fue lo que me distrajo
en la postura, el lugar, el ruido (externas)… en mí una cosa me llevó a otra y me sacó de la oración (internas)
2. Consolaciones y desolaciones: Tratamos de identificar momentos de gozo y/o de inquietud (y qué los produjeron) 3. Intentamos extraer (sin juzgarnos) aquellas cosas que vemos que nos sentimos llamados a modificar. El objetivo no es proponernos metas “incumplibles” debemos ser realistas.
Por último coloquio… Pequeña charla de agradecimiento, pedido, etc. con Jesús dándole Gracias por su presencia y compañía y pidiendo luz y fuerza para ser constantes en su seguimiento.