Mensaje Del Santo Padre Juan Pablo Ii

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UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO CHICLAYO FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES ESCUELA DE ECONOMÍA Fe y Cultura “MENSAJE DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II EN LAS JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD”

ALUMNO : Manuel Antonio Rodríguez Peralta.

PROFESOR

: Wilmer Cordova

Chiclayo, Junio del 2008

Índice Índice ............................................................................................................................................. 2 Dedicatoria .......................................................................................................................... 3 Agradecimiento ............................................................................................................................. 4 Introducción .................................................................................................................................. 5 Capítulo I : “La iglesia, Juan Pablo II y los Jóvenes” ............................................................... 6 1.1 Los Jóvenes y la Iglesia ............................................................................................................ 6 1.1.1 El Papa Benedicto VXI pide a los jóvenes no “quemar” la juventud en modas pasajeras .......................................................................................................................... 6 1.1.2 “Los jóvenes y la universidad: dar testimonio de Cristo en el ambiente universitario” .................................................................................................................... 7 1.2 Juan Pablo II y su relación con los jóvenes .............................................................................. 8 1.2.1 ¿Por qué Juan Pablo II atrae a tantos jóvenes, a pesar de que el mensaje cristiano es exigente, sobre todo en materia de moral sexual ........................................................ 8 1.2.2 Juan Pablo II y los Jóvenes que quieren comprometerse en el mundo .................. 10 1.3 Juan Pablo II y los jóvenes del Tercer Milenio ...................................................................... 10 1.4 Tarea de los Jóvenes en la Iglesia .......................................................................................... 10 Capítulo II : “Mensajes de Juan Pablo II a los jóvenes en las Jornadas Mundiales de la Juventud” .......................................................................................................................... 12 2.1 Inicio de las Jornadas Mundiales de la Juventud .................................................................. 12 2.2 Objetivos de las Jornadas Mundiales de la Juventud ............................................................ 12 2.3 En que consisten las Jornadas Mundiales de la Juventud .................................................... 12  La JMJ es una gran celebración de fe, vivida como fiesta .................................................... 13  La JMJ es un momento de intensa comunción con la iglesia universal ............................... 14  La JMJ es un estímulo precioso para la vida cristiana y para la evangelización .................. 14 2.4 Principales puntos para Juan Pablo II en las Jornadas Mundiales de la Juventud ................ 15 Conclusiones ............................................................................................................................... 21 Bibliografía .................................................................................................................................. 22 Anexos ......................................................................................................................................... 23

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Dedicatoria Este trabajo lo dedico a todas las personas que confiaron y me apoyaron plenamente en la realización de este trabajo monográfico. También a mis padres que diariamente me ayudan a salir adelante, ya que con sus consejos, comprensión y ayuda económica me han brindado la oportunidad de ser estudiante. Esta dirigido también a la memoria del Santo Papa Juan Pablo II quien dejo un gran legado y entre los que

encontramos

las

Mundiales de la Juventud.

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Jornadas

Agradecimiento

A Dios, nuestro Padre, por darnos la fuerza

e

inteligencia

para

lograr

nuestras metas. Y también al padre Wilmer Córdova

por

asesorar el

presente trabajo, por su comprensión y dedicación en cada una de sus clases y asesorías brindadas en el transcurso del ciclo académico.

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INTRODUCCIÓN. Nosotros jóvenes, que vivimos en un mundo en el cual poco ya se habla de fe, en mundo que se destruye entre si, en un mundo con pocas esperanzas, en un mundo lleno de vicios, maldades, guerras, etc., pero al fin y al cabo es nuestro mundo en el cual nos toco vivir y al cual debemos hacerlo mejor cada día con actos que no sean los antes mencionados. En la historia de la iglesia han existido 265 (incluyendo Benedicto VXI) papas lo cuales han dejado huellas para nuestra iglesia, pero nosotros jóvenes aún recordamos con mucho cariño, respeto y admiración, a Juan Pablo II, un papa muy carismático, alegre y bueno, Juan Pablo II, quien como todo papa se preocupaba por la humanidad cada ves menos creyente; pero Juan Pablo II vio un gran problema y una gran solución, para la iglesia, ese problema eramos los jóvenes que cada día discertan más de la iglesia, y nosotros mismo eramos los único que podíamos solucionar este inconveniente, pero se necesitaba una ayuda, y fue Juan Pablo II, quien en 1985 en el encuentro mundial de jóvenes con motivo del Año Internacional de la Juventud, congregó a miles de jóvenes, el Papa dedica una Carta Apostólica a los jóvenes y a las jóvenes del mundo (31 de marzo de 1985) y después anuncia la institución de la Jornada Mundial de la Juventud (20 de diciembre de 1985); y es así que en el año 1986 se realiza la primera Jornada Mundial de la Juventud, y es de esta manera como empezó la era de las Jornadas para jóvenes en las cuales se celebra nuestra fe, por que son consideradas como la gran celebración de fe, en esta celebración millones de jóvenes se congregan para decir estoy presente, formo parte de la iglesia, y le habro las puertas a Cristo. Este año se celebra la XXIII Jornada Mundial de la Juventud en Sydney del 1520 de julio.

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1.1.-Los Jóvenes y la Iglesia Los jóvenes actuales, en muchos casos, han carecido de referencias espirituales quedándose desamparados1. Los jóvenes son incapaces de entender períodos enteros de la Historia de nuestra civilización, como también del arte, de la literatura, de la música. No son alérgicos a los dogmas, o sea a las verdades de la fe cristiana, y menos a la Iglesia; ¡la cosa es que no saben nada de ella! Por ello, en las encuestas más serias, sus respuestas revelan ignorancia, indiferencia y falta de educación religiosa. Están condicionados por todos los clichés y por todos los conformismos que circulan sobre la fe cristiana. En pocas palabras, están lejos de la Iglesia, porque al no haber sido educados en ella no se ha integrado en la tradición religiosa. 1.1.1 El Papa Benedicto XVI pide a los jóvenes no 'quemar' la juventud en modas pasajeras En la actualidad el papa Benedicto XVI, durante un masivo y festivo encuentro con los jóvenes genoveses, recordó que Jesús es el único amigo que nunca defrauda, e invitó nuevamente a la participación masiva en la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Sídney. “La bondad y la generosidad mantienen la verdadera juventud en los corazones, a pesar de los años que pasan velozmente”, dijo el Santo Padre a una multitud de jóvenes entusiastas reunidos en una lluviosa mañana en la Plaza Matteotti. “Si un joven descubre los verdaderos y grandes valores nunca envejece”; pero para ello es necesario “no seguir las modas que se queman en un instante, en una carrera frenética y aturdidora”.

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“Los Jóvenes y la iglesia” (P. Tony Anatrella) http://es.catholic.net/jovenes/148/2535/articulo.php?id=13865

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(Fecha : 20/05/200 Hora: 10:35 am)

“Unidos, pero no encerrados. Sed humildes, pero no pávidos. Sed sencillos, pero no ingenuos. Sed reflexivos, pero no complicados. Dialogad con todos, pero seguid siendo vosotros mismos” “Cada uno de vosotros, queridos jóvenes, si permanece unido a Cristo y a la Iglesia puede cumplir grandes cosas. Éste es el deseo que os dejo como consigna. ¡Nos vemos en Sidney!”, dijo el Pontífice.2 1.1.2 Los jóvenes y la Universidad: dar testimonio de Cristo en el ambiente universitario En nuestra época es importante volver a descubrir el vínculo que une la Iglesia y la Universidad. La Iglesia, de hecho, no sólo ha tenido un papel decisivo en la institución de las primeras universidades, sino que ha sido a lo largo de los siglos taller de cultura, y aun hoy se ocupa activamente en este sentido mediante las Universidades Católicas y las diversas formas de presencia en le vasto mundo universitario. La Iglesia aprecia la Universidad como uno de esos "bancos de trabajo, en los que la vocación del hombre al conocimiento, de la misma manera que el lazo constitutivo de la humanidad con la verdad, como objetivo del conocimiento, se convierte en una realidad cotidiana" para tantos profesores, jóvenes investigadores y multitud de estudiantes (Discurso a la UNESCO, nº 19, Ecclesia Nº 1986, 14.06.1980, pg. 21). Juan Pablo II dice a los jóvenes universitarios: ¡Jóvenes amigos! Vosotros sois los discípulos y los testigos de Cristo en la Universidad. Sea para todos vosotros el tiempo universitario un tiempo de gran maduración espiritual e intelectual, que os haga profundizar vuestra relación personal con Cristo. Pero si vuestra fe está unida simplemente a fragmentos de tradición, a buenos sentimientos o a una ideología genérica religiosa, entonces no estaréis en condiciones de resistir al impacto ambiental. Por lo tanto, intentad permanecer fieles a vuestra identidad cristiana y enraizada en la comunión eclesial. Para ello alimentaos de una constante oración. Elegid, cuando sea posible, buenos maestros universitarios. No basta "hablar" de Jesús a los jóvenes universitarios: también hay que hacerles "ver" a Cristo a través del testimonio elocuente de la vida (cfr. Novo millenio ineunte, 16)

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http://actualidad.terra.es/internacional/articulo/papa_jovenes_no_quemar_juventud_2482356.htm (Fecha: 21/05/200 Hora: 11:15 am), Papa Benedicto XVI, en Génova (Italia).

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Al invocar en vuestro camino la protección de la Virgen María, Sede de la Sabiduría, imparto de corazón una especial Bendición Apostólica a vosotros y a todos los que junto a vosotros, quienes componen la gran "comunidad universitaria"3 1.2.- Juan Pablo II y su relación con Los jóvenes Los jóvenes están muy cerca del corazón del Papa Juan Pablo II, como estuvo el joven discípulo amado durante la última cena muy cerca del corazón de Jesús. Cada vez que Juan Pablo II se reúne con los jóvenes se repite aquella escena del evangelio en la que el Maestro respondió a la inquieta pregunta de un joven rico, después de mirarlo fijamente a los ojos, y le dijo que para conseguir la vida eterna debía vender cuanto tenía, dárselo a los pobres y seguirle. Pero como nos cuentan los Evangelios, el joven rico se marchó triste. Juan Pablo II no quiere que ningún joven del mundo se marche triste a la vida diaria, después de haber cruzado su mirada con el Cristo. Muestra de ello es la carta a los jóvenes que el Papa firmó el 31 de marzo de 1985. En ella decía: “La Iglesia mira a los jóvenes; es más, la Iglesia de manera especial se mira a sí misma en los jóvenes, en todos vosotros y a la vez en cada una y en cada uno de vosotros. Así ha sido desde el principio, desde los tiempos apostólicos. Las palabras de san Juan en su Primera Carta pueden ser un singular testimonio: decía san Juan- Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno. Os he escrito a vosotros, hijos míos, porque conocéis al Padre… Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes y la Palabra de Dios permanece en vosotros”

1.2.1¿Por qué Juan Pablo II atrae a tantos jóvenes, a pesar de que el mensaje cristiano es exigente, sobre todo en materia de moral sexual? A menudo hacen esta pregunta y la respuesta viene por sí sola: es el mensaje de Cristo transmitido por la Iglesia, y siempre ha sido exigente; pero también es fuente de alegría. Es difícil vivir no sólo en el campo sexual sino en todas las realidades de la vida. Nada auténtico, coherente y duradero se construye sin dificultad. Juan Pablo II presenta el camino a seguir para vivir como cristianos en nombre del amor de Dios, y este amor es un modo de buscar el bien y la vida para sí mismo y para los demás. Siempre seremos capaces de este amor que no es un sentimiento, ni tampoco un bienestar afectivo, pero corresponde al deseo de buscar en Dios aquello que nos hace vivir. Los jóvenes son sensibles a este lenguaje y a la persona de Juan Pablo II que lo

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Desde el Vaticano, 25 de marzo 2004 JUAN PABLO II

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afirma tranquilamente, a pesar de las críticas y el sarcasmo. Les habla de la vida allí donde no escuchan otra cosa que muerte, droga y suicidio, de fracasos en el campo afectivo con el divorcio, de desempleo, por no citar una sociedad que los descuida. Juan Pablo II tiene fe en ellos y les da fe en la vida. Les dice que es posible vivir y triunfar en la vida, y les explica incluso cómo se hace. La generación precedente no siempre les ha transmitido convicciones firmes, ni les ha enseñado a vivir con un cierto número de valores, limitándose a repetir hasta la saciedad los valores de la sociedad de consumo. ¿Qué cosa hacen los jóvenes? Se dirigen a los ancianos para obtener aquello que no han tenido: son los ancianos los que, como lo hace el Papa, los enlazan con la Historia y la memoria cultural y religiosa, desbancando así a sus padres. No hay divisiones entre el Papa y los jóvenes. Cuando los jóvenes perciben palabras auténticas, se sienten respetados y valorizados: "Por fin hemos sido tomados en serio, él tiene fe en nosotros". A la Iglesia se le atribuye una obsesión en cuanto a la moral sexual. Aunque este tema no represente ni el 9% de los discursos y de los escritos del Papa, los medios de comunicación se detienen sólo en este aspecto, silenciando todo el resto. La historia del preservativo es característica de esta desinformación y de la manipulación de la que son objeto sus discursos. Juan Pablo II en cambio dice una cosa diferente: se apoya en el Evangelio y no depende de las ideas ligadas a una moda pasajera. Apela al sentido del amor y de la responsabilidad. Como Cristo, prefiere dirigirse a la conciencia humana, para que cada uno se interrogue sobre el propio comportamiento para saber si se ha vivido en el sentido de un amor auténtico, leal y honesto hacia uno mismo y hacia el otro.

Persigue su misión. La reflexión sobre la sexualidad no puede reducirse a un discurso sobre la salud, sobre todo cuando ésta descuida la responsabilidad moral de las personas. La valoración moral concierne también a la sexualidad y no sólo a la vida social, a no ser que se quiera crear una escisión aberrante. Los cristianos son invitados a inspirarse en este modelo y así su propio comportamiento nazca de una conciencia evangélica iluminada. (Roma, 10-13 de abril 20034)

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Extraído del artículo “Los Jóvenes y la Iglesia”; de : P. Tony Anatrella (Psicoanalista, Especialista en Psiquiatría Social); de la pagina web: http://es.catholic.net/jovenes/148/2535/articulo.php?id=13865 (Fecha : 20/05/200 Hora: 10:40 am)

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1.2.2

Juan Pablo II y los jóvenes que quieren comprometerse en el mundo

En el discurso que el Papa dirige a los jóvenes en su alocución de bienvenida en el Exhibition Place de Toronto, dirigiéndose entusiasmado a los miles de jóvenes congregados les dice: “...Queridos jóvenes, cuando, sabéis ser dignamente sencillos en un mundo que paga cualquier precio al poder; cuando sois limpios de corazón entre quien juzga sólo en términos de sexo, de apariencia o hipocresía; cuando construís la paz en un mundo de violencia y de guerra; cuando lucháis por la justicia ante la explotación del hombre por el hombre o de una nación por la otra; cuando con la misericordia generosa no buscáis la venganza; sino que llegáis a amar al enemigo; cuando en medio del dolor y las dificultades no perdéis la esperanza y la constancia en el bien, apoyados en el consuelo y ejemplo de Cristo y en el amor al hombre hermano. Entonces os convertís en transformadores eficaces y radicales del mundo y en constructores de la nueva civilización del amor, de la verdad, de la justicia, que Cristo trae como mensaje...no tengáis miedo, Cristo está con vosotros...” 1.3.- Juan Pablo II y los Jóvenes del Tercer Milenio En el discurso del Papa a los jóvenes en el Monte del Gozo en Santiago de Compostela, les dijo expresamente: “No tengáis miedo a ser santos...” El Papa invita a los jóvenes a ser heraldos del Evangelio, mensajeros del amor, testigos valientes de Cristo que no tengan miedo a proclamar con su vida que hoy Cristo, sigue viviendo en medio de nosotros. Les invita a que sean mensajeros de verdad, para ser testigos en el mundo, sobre todo ante sus compañeros de viaje, los jóvenes, que buscan el camino, la verdad, y la vida... “Ha llegado la hora de la nueva evangelización”, y a ello invita con fuerza el Papa... porque hoy más que nunca el mundo necesita de ti, de mí, de todos, para proclamar con fuerza el mensaje del Evangelio: que sólo el amor podrá hacer arder al mundo. 1.4.-Tarea de los jóvenes en la Iglesia Juan Pablo II dice: "¿Qué debemos hacer en la Iglesia, sobre todo nosotros los jóvenes?" tengo que responderos: aprender a conocer a Cristo. Constantemente. Aprender de Cristo. En Él se encuentran verdaderamente los tesoros insondables de la sabiduría y de la ciencia. En el, el hombre, sobre quien pesan sus limitaciones, sus vicios, sus debilidades y sus pecados, se convierte realmente el "hombre nuevo", se convierte en el hombre "para los demás" y se convierte también en la gloria de Dios, porque la gloria de Dios, como dijo en el siglo II San Ireneo de Lyon, obispo y mártir, 10

es el "hombre viviente". La experiencia de dos milenios nos enseña que, en esta obra fundamental, la misión de todo el Pueblo de Dios no existe ninguna diferencia esencial entre el hombre y la mujer. Cada uno en su genero según las característica específicas de la feminidad y la masculinidad, llega a ser ese "hombre nuevo", es decir, ese hombre "para los demás" y, como hombre viviente, llega hacer la gloria de Dios, en el sentido jerárquico, está dirigida por los sucesores de los apóstoles, y, por lo tanto, por hombres, es todavía más verdad que, en el sentido carismático, las mujeres la "conducen" igualmente, e incluso mejor todavía: os invito pensar frecuentemente en María, la Madre de Cristo. La tarea de los Jóvenes es también evangelizar a las generaciones próximas anunciando la palabra de Dios.

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2.1.- Inicio de las Jornadas mundiales de la Juventud Su génesis recuerda el Santo Padre Juan Pablo II , fue el Año Jubilar de la Redención y el Año Internacional de la Juventud, convocado por la Organización de las Naciones Unidas en aquel mismo año: «Los jóvenes fueron invitados a Roma. Y éste fue el comienzo. El día de la inauguración del pontificado, el 22 de octubre de 1978, después de la conclusión de la liturgia, dije a los jóvenes en la plaza de San Pedro: "Vosotros sois la esperanza de la Iglesia y del mundo. Vosotros sois mi esperanza"». Papa dedica una Carta Apostólica a los jóvenes y a las jóvenes del mundo (31 de marzo de 1985) y después anuncia la institución de la Jornada Mundial de la Juventud (20 de diciembre de 1985), Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1986 las Jornadas Mundiales de la Juventud. En las 19 ediciones de la JMJ celebradas a lo largo de su pontificado5 se reunieron millones de jóvenes de todo el mundo. 2.2.- Objetivos de la Jornadas mundiales de la juventud  Llegar a los Jóvenes tocar sus corazones para un cambio, para que entiendan cual es su misión en el Mundo.  Lo que quiere Dios anunciarles.  El camino hacia el reino de Dios.  Amar a Dios.  Su misión en la Iglesia. 2.3.-En que Consisten Las Jornadas Mundiales de la Juventud La pedagogía adoptada por la Jornada Mundial de la Juventud: identificar los elementos clave, permite comprender mejor por qué los jóvenes responden en modo tan positivo a la invitación del Santo Padre, aunque no siempre sean conscientes de la 5

A partir de la XX JMJ, fue celebrada por el actual papa Benedicto XVI, quien continua con el legado de Juan Pablo II

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motivación que los empuja a participar en ella. Esta pedagogía se podría resumir diciendo que la JMJ está concebida, preparada y vivida como una celebración festiva de la fe, con liturgias animadas y enseñanzas compactas. Además es un intenso momento de comunión y de descubrimiento de la Iglesia universal, con numerosos encuentros enriquecedores y una apertura al mundo. Finalmente la JMJ aparece como un estímulo para la vida cristiana ordinaria y para la evangelización.  La JMJ es una grande celebración de fe, vivida como una fiesta Cuando se les pregunta a los jóvenes sobre lo que más les ha impactado durante la JMJ, dos son las expresiones que retornan con más frecuencia: “la experiencia de la fe” y “la alegría de creer”. El programa de la Jornada está concebido como una peregrinación, con las catequesis como etapa fundamental, a las que los jóvenes acuden cada vez con mayor número. El trascurso de los tres días pretende proponer los fundamentos de la fe a los jóvenes, ayudándoles a hacer un encuentro personal con Cristo como también un camino de conversión y de reconciliación, en particular mediante el sacramento de la penitencia. Las catequesis son ocasión para un diálogo fecundo entre los jóvenes y los obispos. El sacramento de la reconciliación y de la penitencia, celebrado individualmente en el encuentro con el sacerdote, es, como ya se ha subrayado, un elemento fundamental del itinerario espiritual propuesto a los jóvenes durante la JMJ. En Roma y Toronto era impresionante ver las largas filas de jóvenes esperando para confesarse en el Circo Massimo y en el 'Duc in Altum-Park', mientras otros permanecían allí al lado en silencio para adorar el Santísimo ahí expuesto, o venerando la Cruz de la JMJ6. Las celebraciones eucarísticas son igualmente uno de los momentos fuertes de la JMJ, que los jóvenes aprecian mucho. Hablando en términos más generales, el conjunto de las liturgias constituye un elemento esencial de esta “pedagogía de la fe” cuando son gozosas y recogidas, vivas y orantes. La joven generación no quiere contentarse con una religión vivida por obligación, porque ha hecho, o quiere hacer, la experiencia de la alegría de creer, alegría que proviene del encuentro personal con Cristo. Es la alegría de la salvación que se profundiza con la oración y los

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Es conocida como la “Cruz del Año Santo”, la “Cruz del Jubileo”, la “Cruz de la JMJ”, la “Cruz peregrina”; muchos la llaman la “Cruz de los jóvenes”, porque ha sido entregada a los jóvenes para que la llevasen por todo el mundo, a todos los lugares y en todo tiempo, esta Cruz en el año 1986 estuvo presente en la primera jornada mundial de la juventud.

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sacramentos, pero también con una experiencia de Iglesia, descubierta en su unidad (en torno al Santo Padre) y en su diversidad (con los jóvenes del mundo entero).  La JMJ es un momento de intensa comunión con la Iglesia universal Un factor determinante de la JMJ es el encuentro entre el Papa y los jóvenes. Los jóvenes y el Papa. Juntos. Éste es el eslogan ya conocido de la JMJ. Juan Pablo II es el “coagulante” y el “encolador” de las diferentes y variadas multitudes de jóvenes. Es el signo visible de la unidad y de la comunión de la Iglesia, su presencia refuerza la conciencia y la alegría de los jóvenes de pertenecer a una Iglesia ferviente y viva. La comunión, vivida más allá de las diferencias de la cultura, lengua o nacionalidad, es un camino privilegiado para descubrir la “catolicidad” de la Iglesia, de su universalidad. La JMJ representa para los jóvenes una verdadera y propia “pedagogía de comunión” y una parábola concreta de paz y de reconciliación más allá de las fronteras. Las nuevas generaciones, como bien sabemos, se han sensibilizado mucho hoy en cuanto al fenómeno de la globalización y no dudan en manifestar su desacuerdo con un cierto modo de entenderla, basado en la primacía de criterios económicos y financieros. En el gran debate que actualmente está en curso, la JMJ permite a los jóvenes descubrir y experimentar la dimensión cultural y religiosa de la “globalización”, dimensión demasiadas veces olvidada e ignorada, ¡aunque la Iglesia ya la vive y la promueve desde el día de Pentecostés! Desde este punto de vista la JMJ es fuente de esperanza porque revela una visión de la globalización fundada en los valores inestimables de la persona humana, mostrando así los aspectos positivos de este fenómeno que hay que humanizar y “cristianizar” para ponerlo al servicio de la dignidad de todo ser humano, de la solidaridad y del bien común.  La JMJ es un estímulo precioso para la vida cristiana y para la evangelización La JMJ es “reconstituyente” para los jóvenes que participan en ella, ya que en estos grandes encuentros ellos se dan cuenta de que no están solos en el ser cristianos y que no pertenecen a "una especie en extinción”. En el mundo de hoy los jóvenes cristianos a menudo son una minoría. En algunos países africanos o asiáticos a menudo son agredidos o perseguidos a causa de su fe; en otros continentes, como en Europa occidental o en América del Norte, viven en un ambiente secularizado en el que la Iglesia carece de “visibilidad”. Fortalecidos en la fe y en la esperanza, parten 14

renovados en su deseo de testimoniar. Gracias a esta experiencia revitalizadora, se sienten más protegidos para poder resistir a la tentación de “tirar la toalla” cuando se sienten aislados en la oficina o en la universidad, y tienen una mayor capacidad para resistir al virus del desánimo y de la desesperación que en algunas zonas del mundo ampliamente ha contagiado a la Iglesia y a la sociedad. Muchos jóvenes vuelven a encontrar así la alegría y el valor de ser cristianos. La Jornada Mundial les hace entender que es posible afirmar la propia fe con simplicidad, sin arrogancia ni complejos. Permitiendo a los jóvenes de vivir la dimensión comunitaria y eclesial de la fe, la JMJ desvela un nuevo estado de ánimo de las jóvenes generaciones. En los países de “antigua cristiandad”, la Iglesia era vista como una especie “preliminar” de la fe; hoy, por el contrario, es la experiencia de la fe la que, por regla general, lleva a la Iglesia. Los jóvenes de hoy quieren creer, pero son más reticentes a “pertenecer” a una institución. Ciertamente, se asiste a un retorno del sentimiento religioso, pero tampoco se está libre del riesgo de un cierto exotismo y sincretismo. La JMJ ha puesto en evidencia el hecho de que la nueva generación acepta ser evangelizada sin prejuicios: de hecho manifiesta una sed del absoluto que exige respuestas claras y tiene en cuenta la dimensión religiosa de la vida, sin ocultar la especificidad cristiana. Al contrario de sus padres, que por lo general eran católicos por tradición, si no por convención, los jóvenes de esta generación deben realizar un acto de libertad para ser cristianos en un mundo que ya no es cristiano. Para un joven de hoy, el acto de creer no coincide con un conformismo social pero con la voluntad de ser diferente en nuestra sociedad post-cristiana. Aunque los frutos de la JMJ no siempre son visibles, y aún menos valorables, a corto plazo podemos obtener el nuevo impulso transmitido por la Jornada a las Iglesias locales. No es sólo la pastoral juvenil la que es vivificada, sino toda la Iglesia la que consigue una mayor seguridad en un ambiente a menudo indiferente u hostil. En un contexto de secularización, la JMJ juega el rol de “servicio público” desempeñado por la Iglesia en numerosos sectores de la vida social, en la medida en que contribuye a construir una sociedad más tolerante y más abierta a los jóvenes, participando así en la educación de los valores comunes. En un contexto de disminución y envejecimiento de los sacerdotes la JMJ ha dejado experimentar a muchos pastores y fieles una nueva confianza. La JMJ ha dado por lo tanto una “bocanada de oxígeno” a la Iglesia, permitiéndole crear una dinámica “sobre el terreno”. Ha mejorado netamente la

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visibilidad y la “imagen de la Iglesia”, vista ahora por muchos como más accesible y cercana a la gente, en particular a los jóvenes. La Jornada Mundial de la Juventud constituye por lo tanto un medio extraordinario de evangelización del planeta joven, porque aparece como una respuesta adecuada a sus expectativas, sobre todo a la pedagogía adoptada. De hecho procura que el mayor número posible de jóvenes pueda vivir una experiencia espiritual y eclesial, según una propuesta kerigmática, sacramental y catequética de la fe. La JMJ tiene también una dimensión “vocacional” y misionera. Ayuda de hecho a los jóvenes a tomar conciencia de su identidad cristiana y de las exigencias que implica la vocación del bautizado, haciéndoles descubrir que son llamados a ser santos, viviendo y anunciando el Evangelio en el corazón de su vida cotidiana. 2.4.- Principales puntos para Juan Pablo II en las Jornadas Mundiales a la Juventud Amor a Dios: Puesto que el hombre no puede vivir sin ser comprendido sin amor, quiero invitarlos a todos a crecer en humanidad a poner como prioridad absoluta los valores del espíritu a transformarlos en “hombres nuevo” reconociendo y aceptando cada vez mas la presencia de Dios en nuestras vidas, la presencia de un Dios que es Amor , un padre que nos ama a cada uno desde toda la eternidad que nos ha creado por amor y que tanto nos ha amando hasta entregar a su hijo unigénito para perdonar nuestros pecados para reconciliarnos con él para vivir con el una comunión de amor que no terminará jamás . Los jóvenes tienen pues que disponer a acoger ese don del amor de Dios que nos configura que nos salva .el mundo espera con ansia nuestro testimonio de amor. María Madre de Jesucristo : Podemos constatar que el mundo en el que vivimos atraviesa momentos de crisis .Una de las mas peligrosas es la perdida de la vida. Muchos de nuestros contemporáneos han perdido el verdadero sentido de la vida; buscan sucedáneos en una consumismo desenfrenadazo, en la droga, el alcohol, y el erotismo. Buscan la felicidad pero el resultado de esta búsqueda profunda tristeza, un vació y muy a menudo la desesperación. Todos los jóvenes quieren establecer en sus vidas sobre fundamentos sólidos, capaces de existir las adversidades que no pueden faltar, quieren fundarlas sobre la roca, entonces de frente a nosotros esta Maria, la madre de Jesucristo, la humilde sierva del señor que nos muestra a su hijo diciendo “ Haced lo que él os Diga”; es decir escuchara Jesús, obedeced a Jesús a sus mandamientos confiad en él .este es el único programa de vida para realizarse 16

auténticamente y ser feliz. Esta es la sola fuente que le da un sentido profundo a nuestras vidas Cristo es la Verdad y el Camino: La juventud por si misma es una riqueza singular, esta consiste en otras cosas en que se hacen descubrimientos muy importantes .Cada cual se descubre a si mismo, su propio personalidad, el sentido de la propia existencia, la realidad del bien y del mal. Jesús es un camino que nos conduce hacia el padre es el único camino, el que quiera lograr la salvación deberá tomar ese camino. En los momentos difíciles Cristo con su evangelio, su ejemplo y sus mandamientos es siempre y solo el camino mas seguro que desemboca en una felicidad plena y duradera. La verdad es la exigencia mas profunda del espíritu humano, Cristo es la palabra de verdad pronunciada por Dios mismo como respuesta a todos los interrogantes del corazón humano. La verdadera plenitud de la vida se encuentra solo en Cristo, muerte y resucitado por nosotros. Solo Cristo puede llenar, hasta el fondo, el espacio del corazón humano. Solo el da el valor y la alegría de vivir y eso a pesar de los limites u obstáculos externo A los jóvenes incumbe de especial manera dar testimonio de la fe, hoy y comprometernos a llevar a los demás el evangelio de Cristo camino, verdad y vida en el tercer testimonio cristiano; como también construir una nueva civilización que sea la civilización del amor de la justicia y de la paz. Iglesia: Entre Cristo y su iglesia existe un vínculo orgánico muy estrecho y profundo. Cristo vive en la iglesia, la iglesia es el misterio de Cristo que vive y actúa entre nosotros. La iglesia es una comunión orgánica, en la que cada uno tiene su propio puesto y su propia tarea. La Iglesia es una comunión orgánica, en la que cada uno tiene su propio puesto y su propia tarea. Jóvenes descubran su lugar en la Iglesia y su misión como jóvenes. A la intercesión particular de María. Que Ella, a quien veneramos como Madre de la Iglesia, sea Maestra y Guía en este renovado compromiso eclesial. Espíritu Santo: Es el verdadero protagonista de nuestra filiación divina, nos ha regenerado a una vida nueva en las aguas del bautismo. Desde ese momento él "se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios.

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Habéis recibido un espíritu de hijos...". Los hijos de Dios, es decir, los hombres renacidos en el bautismo y fortalecidos en la confirmación, son los primeros constructores de una nueva civilización, la civilización de la verdad y del amor: son la luz del mundo y la sal de la tierra. La gran tarea de los jóvenes es de construir una sociedad más justa y solidaria guiada por el espíritu santo. El misterio de Jesús nos llega y nos transforma. El Espíritu Santo es quien, a través de los signos visibles, audibles y tangibles de los sacramentos, nos permite ver, escuchar y tocar la humanidad glorificada del Resucitado. El don del Espíritu hace actual y posible para todos el antiguo mandato de Dios a su pueblo: «Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo». Llegar a ser santos parece una meta ardua, reservada a personas totalmente excepcionales, o destinada a quien quiera permanecer ajeno a la vida y a la cultura de su tiempo. Sin embargo, llegar a ser santos es don y tarea arraigados en el bautismo y en la confirmación, encomendados a todos en la Iglesia, en todo tiempo. Es don y tarea de los laicos, de los religiosos y de los ministros sagrados, en el ámbito privado y en el público, en la vida de cada uno y en la de las familias y comunidades. Proclamar el Evangelio: Cristo, a través de su Iglesia, nos

confía la misión

fundamental de comunicar a los demás el don de la salvación y nos invita a participar en la construcción de su Reino. Os elige a pesar de los límites que cada uno tiene, porque nos ama y cree en vosotros. Ser discípulos de Cristo no es algo privado. Al contrario, el don de la fe hay que compartirlo con los demás. Por eso, el mismo Apóstol escribe: "Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!". No olvidemos además, que la fe se fortalece y crece cuando se comunica a los demás El mismo mundo de los jóvenes, constituye para la Iglesia contemporánea una tierra de misión. Son por todos conocidos los problemas que atormentan los ambientes juveniles: la caída de los valores, la duda, el consumismo, la droga, la delincuencia, el erotismo, etc. Anunciar a Cristo significa, sobre todo, ser sus testigos con la vida. Se trata de la forma de evangelización más simple y, al mismo tiempo, más eficaz para vosotros. 18

Consiste en manifestar la presencia visible de Cristo en la propia existencia a través del compromiso cotidiano y la coherencia con el Evangelio en cada elección concreta. Además, anunciar significa también proclamar, llevar la Palabra de salvación a todos. Como el Padre me envió también yo los envió: El Hijo de Dios sale a nuestro encuentro, nos acoge, se nos manifiesta y nos repite lo mismo que dijo a sus discípulos la tarde de Pascua: "Como el Padre me envió, también yo los envío" Una vez más, quien convoca a los jóvenes de todo el mundo es Jesucristo, centro de nuestra vida, raíz de nuestra fe, razón de nuestra esperanza y manantial de nuestra caridad. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” Cristo no vuelve a los suyos, a los que había amado más intensamente y con los que había pasado su vida terrena. Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único". Jesús, enviado por el Padre a la humanidad, da a todo creyente la plenitud de la vida. El Padre nos Ama: Junto con toda la Iglesia, a dirigiros hacia Dios Padre y a escuchar con gratitud y admiración la sorprendente revelación de Jesús: «El Padre nos ama», Dios nos ha amado primero, acoged su amor. Permaneced firmes en esta certeza, la única capaz de dar sentido, fuerza y alegría a la vida: su amor nunca se apartará de vosotros y su alianza de paz nunca fallará. Ha tatuado vuestro nombre en las palmas de sus manos. Jesús dice a todos: «Convertíos y creed en la buena nueva». En el origen de toda conversión auténtica está la mirada de Dios al pecador. Es una mirada que se traduce en búsqueda plena de amor, en pasión hasta la cruz, en voluntad de perdón que, manifestando al culpable la estima y el amor de que sigue siendo objeto, le revela por contraste el desorden en que está sumergido, invitándolo a cambiar de vida. «El hombre no puede vivir sin amor. Permanece para sí mismo un ser incomprensible; su vida carece de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente» «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los profetas». Jesús no dice que el segundo mandamiento es idéntico al primero, sino que es «semejante». Por consiguiente, los dos mandamientos no son intercambiables, 19

como si se pudiera cumplir automáticamente el mandamiento del amor a Dios guardando el del amor al prójimo, o viceversa. Tienen consistencia propia, y ambos deben cumplirse. Pero Jesús los une para mostrar a todos que están íntimamente relacionados: es imposible cumplir uno sin poner en práctica el otro. Tome Su cruz y Sígame: Jesús, que vino para cumplir la voluntad del Padre, permanece fiel a ella hasta sus últimas consecuencias, y así realiza la misión de salvación para cuantos creen en él y lo aman, no con palabras, sino de forma concreta. Si el amor es la condición para seguirlo, el sacrificio verifica la autenticidad de ese amor. Dios no puede pedir que dejemos todo tipo de riqueza que nos impida entrar en el reino de los cielos. Tome su cruz y sígame". De la misma manera que la cruz puede reducirse a mero objeto ornamental, así también "tomar la cruz" puede llegar a ser un modo de decir. Pero en la enseñanza de Jesús esta expresión no pone en primer plano la mortificación y la renuncia. No se refiere ante todo al deber de soportar con paciencia las pequeñas o grandes tribulaciones diarias; ni mucho menos quiere ser una exaltación del dolor como medio de agradar a Dios. El cristiano no busca el sufrimiento por sí mismo, sino el amor. Y la cruz acogida se transforma en el signo del amor y del don total. Llevarla en pos de Cristo quiere decir unirse a él en el ofrecimiento de la prueba máxima del amor. Sal y Tierra: Como es bien sabido, una de las funciones principales de la sal es sazonar, dar gusto y sabor a los alimentos. Esta imagen nos recuerda que, por el bautismo, todo nuestro ser ha sido profundamente transformado, porque ha sido "sazonado" con la vida nueva que viene de Cristo La sal por la que no se desvirtúa la identidad cristiana, incluso en un ambiente hondamente secularizado, es la gracia bautismal que nos ha regenerado, haciéndonos vivir en Cristo y concediendo la capacidad de responder a su llamada para "que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva, santa, agradable a Dios" La luz de la cual Jesús nos habla en el Evangelio es la de la fe, don gratuito de Dios, que viene a iluminar el corazón y a dar claridad a la inteligencia: "Pues el mismo Dios que dijo: „De las tinieblas brille la luz‟, ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo". Por eso adquieren un relieve especial las palabras de Jesús cuando explica su identidad y su misión: "Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida”.

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Hemos venido a Adorarle : Es un tema que permite a los jóvenes de cada continente recorrer idealmente el itinerario de los Reyes Magos, cuyas reliquias se veneran según una pía tradición precisamente en aquella ciudad, y encontrar, como ellos, al Mesías de todas las naciones . Y la estrella... iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño" Los Reyes Magos llegaron a Belén porque se dejaron guiar dócilmente por la estrella. Más aún, "al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría”. Es importante, aprender a escrutar los signos con los que Dios nos llama y nos guía. Cuando se es consciente de ser guiado por Él, el corazón experimenta una auténtica y profunda alegría acompañada de un vivo deseo de encontrarlo y de un esfuerzo perseverante de seguirlo dócilmente. Los reyes magos encontraron Jesús; Y postrándose le adoraron" Si en el Niño que María estrecha entre sus brazos los Reyes Magos reconocen y adoran al esperado de las gentes anunciado por los profetas, nosotros podemos adorarlo hoy en la Eucaristía y reconocerlo como nuestro Creador, único Señor y Salvador. Abrieron sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra" (Mt 2,11). Los dones que los Reyes Magos ofrecen al Mesías simbolizan la verdadera adoración. Por medio del oro subrayan la divinidad real; con el incienso lo reconocen como sacerdote de la nueva Alianza; al ofrecerle la mirra celebran al profeta que derramará la propia sangre para reconciliar la humanidad con el Padre. Queridos jóvenes, ofreced también vosotros al Señor el oro de vuestra existencia, o sea la libertad de seguirlo por amor respondiendo fielmente a su llamada; elevad hacia Él el incienso de vuestra oración ardiente, para alabanza de su gloria; ofrecedle la mirra, es decir el afecto lleno de gratitud hacia Él, verdadero Hombre, que nos ha amado hasta morir como un malhechor en el Gólgota.

CONCLUSIONES: Luego de realizar esta interesante monografía sobre “El Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II en las Jornadas Mundiales de la Juventud” llegue a las siguientes conclusiones:  Las JMJ son muy estimuladoras para lo jóvenes, y se demuestra que están aptos para creer, porque las JMJ se les considera con una gran celebración de fe.  Juan Pablo II, al crear las JMJ incentiva a los jóvenes a acercarse más a Cristo y a que seamos Santos, porque la iglesia pide Santos, y nosotros los jóvenes estamos aptos a serlo. 21

 Juan Pablo II nos pide a los jóvenes universitarios que este tiempo es de maduración espiritual e intelectual, que os haga profundizar vuestra relación personal con Cristo.  Las JMJ son la prueba más clara de que los jóvenes tienen fe, ya que millones de ellos se reunen por días con un solo sentido que es demostrar que Cristo vive en nosotros y estamos llamados a continuar con su obra.

BIBLIOGRAFÍA: 

Paola Durán, Mercedes Galan e Ilva – Myriam Hoyos (1986); “Juan Pablo II a los Jóvenes”; Ediciones Universidad de Navarra, S.A. (EUNSA); Pamplona – España.



http://www.vatican.va



http://www.aciprensa.com



http://es.catholic.net



http://www.terra.com.pe.



http://sersantosjovenes.arcangelgabriel.com/jornada_mundial_de_la_juventud. htm

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EL CAMINO DE LAS JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD Presento la historia de cómo empezaron las JMJ con Juan Pablo II y que las continúa el actual Papa Benedicto VXI, presento también el tema de cada Jornada, el año y la ciudad en las que se realizaron 1984 Roma: Plaza de San Pedro, Domingo de Ramos (15 abril) Clausura del Jubileo de los jóvenes en Roma con motivo del Año santo de la Redención El Papa entrega la Cruz a los jóvenes (22 abril) 1985 Roma: Plaza de San Pedro, Domingo de Ramos (31 abril) Encuentro mundial de jóvenes con motivo del Año Internacional de la Juventud. El Papa dedica una Carta Apostólica a los jóvenes y a las jóvenes del mundo (31 de marzo de 1985) y después anuncia la institución de la Jornada Mundial de la Juventud (20 de diciembre de 1985) 1986 I Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza» (1Pt 3,15) 1987 II Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Hemos conocido y hemos creído en el amor que Dios nos tiene» (1Jn 4,16) 1988 III Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Haced lo que Él os diga» (Jn 2,5) 1989 IV Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn 14,6) 1990 V Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Yo soy la vid, vosotros los sarmientos» (Jn 15,5) 1991 VI Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Habéis recibido un espíritu de hijos» (Rm 8,15) 1992 VII Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio» (Mc 16,15)

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1993 VIII Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia» (Jn 10,10) 1994-1995

IX-X Jornada Mundial de la Juventud.

Tema: «Como el Padre me envió, también yo os envío»(Jn 20,21) 1996 XI Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68) 1997 XII Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Maestro ¿dónde vives? Venid y veréis» (Jn 1,38-39) 1998 XIII Jornada Mundial de la Juventud Tema: «El Espíritu Santo os lo enseñará todo» (Jn 14,26) 1999 XIV Jornada Mundial de la Juventud Tema: «El Padre os ama» (Jn 16,27) 2000 XV Jornada Mundial de la Juventud - Jubileo de los Jóvenes Tema: «La Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros» (Jn 1,14) 2001 XVI Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame» (Lc 9,23) 2002 XVII Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Vosotros sois la sal de la tierra...Vosotros sois la luz del mundo» (Mt 5, 13-14) 2003 XVIII Jornada Mundial de la Juventud Tema: "Ahí tienes a tu madre" (Jn 19,27) 2004 XIX Jornada Mundial de la Juventud Tema: "Queremos ver a Jesús" (Jn 12,21) 2005 XX Jornada Mundial de la Juventud Tema: "Hemos venido a adorarle" (Mt 2,2) 2006 XXI Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi sendero» (Sal 119, 105) 25

2007 XXII Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Como yo os he amado, así amaos también vosotros los unos a los otros» (Jn 13,34) 2008 XXIII Jornada Mundial de la Juventud Tema: «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos» (Hch 1,8)

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