Memoria Por Ellos

ASAMBLEA PERMANENTE POR LOS DERECHOS HUMANOS FILIAL SAN LUIS

Por ellos … marchemos al juicio ! 20 de Octubre de 2008 – 9 Hs. Avda. Illía y San Martín

Ellos aquí trajeron los fusiles repletos de pólvora, ellos mandaron el acerbo exterminio, ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba, un pueblo por deber y por amor reunido, y la delgada niña cayó con su bandera, y el joven sonriente rodó a su lado herido, y el estupor del pueblo vio caer a los muertos con furia y con dolor. Entonces, en el sitio donde cayeron los asesinados, bajaron las banderas a empaparse de sangre para alzarse de nuevo frente a los asesinos

PEDRO VALENTIN LEDESMA 21 AÑOS. Estudiante de Pedagogía en la Universidad Nacional de San Luis. Secuestrado por policías de San Luis al mando del capitán Esteban Plá el 22 de septiembre de 1976 a tres cuadras de la comisaría 2º de donde había sido liberado. Desaparecido.

Por esos muertos, nuestros muertos, pido castigo.

Para los que de sangre salpicaron la patria, pido castigo.

SANDRO SANTANA ALCARAZ Nacido en La Toma, tenía 21 años. Estudiante de farmacia en la Universidad Nacional de San Luis. Detenido por dos personas de civil durante una clase en la facultad el 22 de septiembre de 1976. Desaparecido. “…y siempre luchaste, por los que como tú o yo u otros que poco o nada tenían.” tu hermana Reina

Para el verdugo que mandó esta muerte, pido castigo.

Para el traidor que ascendió sobre el crimen, pido castigo.

GRACIELA FIOCHETTI

Nació el 9 de marzo de 1954 Hija de Laura Álvarez y José Fiochetti. Quería ser doctora para curar y ayudar a los “negritos” del África, luego se dio cuenta que en su país también había negritos. Abrazó los ideales de su madre peronista en pos de la justicia social. Militó en la JP convencida absolutamente de sus ideales. La madrugada del 21 de septiembre de 1976 fuerzas militares y policiales la arrancaron de su casa. Fue torturada y asesinada. Su cadáver fue encontrado en las Salinas del Bebedero, quemado y con las manos amputadas.

Para el que dio la orden de agonía, pido castigo. Para los que defendieron este crimen, pido castigo. No quiero que me den la mano empapada con nuestra sangre. Pido castigo. No los quiero de embajadores, tampoco en sus casas, tranquilos, los quiero ver aquí juzgados en esta plaza, en este sitio.

Quiero castigo.

32 años de IMPUNIDAD. . . HOY. . . ¡Exigimos JUSTICIA Y CARCEL COMÚN A LOS GENOCIDAS

LOS ENEMIGOS de Pablo Neruda