MELISA, EL ELIXIR DE LA VIDA (Melissa officinalis) Paracelso, el gran Maestro de la Medicina denominaba de ésta forma a la melisa, y es que el que la haya probado puede dar testimonio de ello, se usa para reanimar a los desmayados, en los problemas cardiacos con palpitaciones, para calmar los nervios y las angustias desmedidas, en los vómitos del embarazo, en las crisis histéricas, los zumbidos de oídos, los dolores de cabeza, en las digestiones difíciles, los dolores abdominales, ayuda a expulsar los gases y es reguladora intestinal, en la acidez del estómago, gastritis, en el mal aliento, cuando el hígado está cansado y tiene escasa producción biliar, en la faringitis, estados gripales, en los problemas para conciliar el sueño, en la depresión porque sube el ánimo y disipa la melancolía, en todos los malestares que puedan acompañar a la menopausia, en los dolores de la menstruación. Debido a que no tiene efectos secundarios nocivos, puede usarse tantas veces como se quiera, en general se puede tomar una taza hecha con una cucharada sopera de la hierba añadiéndola al agua hirviendo, habiendo apagado antes el fuego, dejarla reposar, colar y tomar tres veces por día. También, para más comodidad se puede preparar el jarabe de melisa y tenerlo siempre en el frigorífico para cualquier necesidad, la receta está explicada en el artículo de la web sobre el tratamiento natural de la depresión, el insomnio y la ansiedad. La melisa también se le conoce por el nombre de toronjil. ¡Pruebala! Y será para siempre tu planta medicinal favorita.