Los Mártires Modernos -Simón Apablaza Misionero
Pocas personas en el mundo occidental saben que el índice de persecución sube cada vez más. Persecución a los cristianos no es cosa de la historia, sino que es una realidad actual. Se estima que alrededor de 200 millones de cristianos sufren por su fe, enfrentando muerte y violencia. Algunos expertos van incluso más lejos, agregando 350 millones adicionales que sufren otras formas menos agresivas de persecución como discriminación y restricciones de culto. En la ciudad de Kanjamindi, India, el padre Tomas, director del centro pastoral, estaba impedido de ayudar a la hermana Mina Barua. La hermana estaba siendo victima de una violación en grupo. Al padre Tomas mientras tanto lo golpearon, desnudaron y exhibieron públicamente. Lo bañaron en gasolina, pero la lluvia impidió que el padre Tomas fuese convertido en una antorcha humana… Este evento es solo uno de los tantos que enfrenta la India, producto del fundamentalismo religioso hindú. En Orissa, a mediados de Octubre en un arranque de violencia anticristiana (por segunda ves en 12 meses), más de cien personas fueron muertas o desaparecidas, mientras 25.000 personas viven en campos de refugio. Se estima el mismo número de gente escondiéndose en la jungla. Estos hechos escaparon casi del todo a los medios de comunicación. Hace 60 años que la Declaración Universal a los Derechos Humanos fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Pero poco se dice acerca de las continuas violaciones al derecho de libertad religiosa. La institución de caridad Aid of the Church in Need (Ayuda a la Iglesia Necesitada), ha publicado sus investigaciones en un informe llamado Persecuted and forgoten? (Perseguidos y Olvidados?). Este documento provee de información aterradora acerca de la realidad de la iglesia en 30 países distintos, información que escapa a los medios de comunicación.1 Existen dos fuentes de persecución: El comunismo junto con otros regímenes ateos, y el Islam. Este último es lejos el peor, dedo al alza del fundamentalismo en países islámicos. La persecución a religiones no-musulmanas, especialmente cristianas, es tan severa que la supervivencia de la Iglesia esta amenazada. Tres ejemplos: En Argelia, durante el primer semestre de 2008, la mitad de las Iglesias protestantes fueron cerradas (casi 30), algunas con congregaciones de mil personas. Muchos fueron arrestados por “proselitismo”. Hasta el presente, 19 sacerdotes y religiosas católicos han sido asesinados, incluyendo el obispo de Argelia Pierre Caviere OP. En Eritrea, el gobierno destituyó y puso bajo arresto domiciliario al Patriarca Ortodoxo Antonios, llamó a todos los sacerdotes menores de 50 años, a alistarse al servicio militar y amenazo con confiscar todas las escuelas, clínicas y otros. Muchos han sido arrestados sin motivo, torturados y muertos. 1
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En Irak, el padre Ragheed Ganni y sus tres subdiáconos, fueron asesinados en Junio 2007. Nueve Meses después el obispo Paulos Faraj Rahho fue secuestrado y murió a causa de ello. Hay una violenta campaña para expulsar cristianos de Bagdad y Mosul. Hay muchas más cifras, muertes, tortura, discriminación, todo escapa a los medios. Cristianismo no vende. Y es más, hay en el mundo una especie de “pudor religioso” que impide que se hable de estos temas, aunque cuando se hablan, muchos no creen a los hechos.