¿Antiguas? ¿Modernas? ¿Latinas? ¿Germanas? No se advierte en ellas ni patria ni edad. Son únicamente dos manos humanas que ruegan por la humanidad. Ruegan. ¿En qué templo y ante que sagrario? No se ve la imagen ni se ve el altar, no se ve que tengan biblia, ni rosario, más se ve que piden porque saben dar. Cuando el aire atruene bombas y cañones al silencio guardan, tibio, entre las dos, y en vez de oraciones por cuantas ya callan lo ofrecen a Dios. Mientras se destosen países hermanos y el dolor impere sin patria ni edad, a la cabecera tened estas manos y pedid con ellas por la humanidad.