Manifiesto de Miguel Primo de Rivera «Españoles: ha llegado para nosotros el momento, más temido que esperado, (...) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos, amando a la patria, no ven para ella otra salvación que libertarla de los profesionales de la política, de los que, por una u otra razón, nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso. La tupida red de la política de concupiscencia ha cogido en sus mallas, secuestrándola, hasta la voluntad real. Con frecuencia parecen pedir que gobiernen los que ellos dicen que no dejan gobernar, aludiendo a los que han sido su único, aunque débil, freno, y llevaron a las leyes y costumbres, la poca ética sana, el tenue tinte de moral y equidad que aún tienen; pero en la realidad se avienen fáciles y contentos al turno y al reparto, y entre ellos mismos designan la sucesión. Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar nosotros u hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina (...) Este movimiento es de hombres: el que no sienta la masculinidad completamente caracterizada, que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la patria esperamos. ¡Españoles!: ¡Viva España y viva el Rey!”. 13 de septiembre de 1923. 1.- Localice y sitúe el texto, su naturaleza, fecha y comente las ideas principales del mismo.
El texto que nos ha tocado comentar es una fuente histórica primaria de naturaleza política. En concreto se trata de un manifiesto presentado en 1923 por el general Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, a la opinión pública española, titulado Al país y al ejército españoles, donde, con tono regeneracionista, prometía acabar con el terrorismo, la agitación separatista, el desorden y la utilización política de la guerra Marruecos, todos problemas vividos con intensidad en los últimos años de crisis de la Restauración. Del texto en concreto se extraen dos ideas principales: –La primera el rechazo por parte de importantes sectores de la sociedad española, que representaría el general golpista, de la “vieja política” de la Restauración, a cuyos principales protagonistas, los políticos, Primo de Rivera desprecia, culpándoles de llevar a España a la ruina y al colapso, como quedó patente en el desastre del 98 (pérdidas de las últimas colonias) y en los más recientes reveses de la Guerra de Marruecos (desastre de Annual 1921) Para el general el mismísimo rey habría sido contaminado por la ineptitud de los que llama políticos profesionales: “secuestrando hasta la voluntad real”. El sistema político de la Restauración, diseñado por ellos, es corrupto y se basa en la trampa política de la alternacia pactada: “pero en la realidad se avienen fáciles y contentos al turno y al reparto, y entre ellos mismos designan la sucesión”. –La segunda idea que podemos destacar aparece reflejada en el segundo párrafo, donde queda constancia de la ideología “cuartelaria” que inspiraría al nuevo régimen: “Patria, Dios y Rey” Primo de Rivera apela a la masculinidad de los españoles para restaurar la fuerza de la nación. Sin un cuerpo ideológico elaborado Primo de Rivera ofrecía
estabilidad a través del orden y la eficacia. Este manifiesto aparece en el contexto del golpe militar pacífico dado por Primo de Rivera en 1923, el cual encontró escasa oposición en una opinión pública nacional cansada de la inestabilidad de las últimas décadas. El mismo rey accedió al golpe y nombró a Primo de Rivera presidente de un gobierno militar. El general instauraría, a partir de entonces, una dictadura que se extendió hasta 1930 y que tuvo como principales éxitos la paz social y el desarrollo económico, aunque fue incapaz de institucionalizarse políticamente y acabó por derrumbarse cuando la coyuntura socioeconómica empeoró a partir de 1929.