MAGALLANIANDO III (Mayo Largo)
Y si este mes de mayo se caracterizaba por algo no era por nuestros primeros exámenes, sino por los cumpleaños que aquí íbamos a celebrar.
Con esta foto queda claro que los que cumplimos años fuimos el Cha y Rubén
Llegaron las 00.00 horas del 5 de mayo y se abrió la veda. El cumpleaños de Rubén daba comienzo en su primera edición y teníamos todo lo necesario para celebrarlo.
Todo era perfecto: estábamos los tres, bajamos a la cocina, teníamos parchís y una galleta con una vela se encargó de conmemorar tan insigne fecha
La felicidad se apoderó del cumpleañero… Con ello llegan los enralos y las valentías
Ahí es cuando llegó el momento en el que Adrián se tuvo que enfrentar a sus miedos
Y nos preparamos para lo peor
Pero no pasó nada. A estas alturas, ¿quién duda de la capacidad de este GofioLover?
Y así de felices pasamos los tres la primera edición del vigésimo cuarto cumpleaños de Rubén.
Entonces resulta que vamos la noche siguiente a pagarle a la señora que nos lava la ropa, y la colonia canaria en Punta Arenas se alía a los indígenas de aquí para, a la múa, festejar el cumpleaños sin que el cumpleañero supiera nada
Con tarta canaria (torta, que le llaman aquí)
Con comida
Con regalos
Con amigos canarios
Con amigos chilenos
Con amigas chilenas
AMIGOS
Y nos metimos en el coche a continuar el festejo
De esta peculiar manera entraron los primeros veinticuatros años
Los días posteriores siguieron motivando fiestas y parchises sin tino ni control Manu: puntal majorero estudiante de arquitectura
¡Cállate la boca! Que el que pierde al parchís, paga
¡Cha! Afloja, primo, que la semana pasada casi echo el alma…
Aquí adoran a nuestros mismos ídolos. (Para los despistados, el dibujo es del mítico Don Ramón)
Hay cosas que nos hacen sentir como en casa
Fiestas con bailes
Canto
Amor
Miedo…
Y es que se convirtió en tarea imposible pasar al lado de la “joven” de la blusa estampada sin ser manoseado
Más amor… (con esta pareja estuvimos a punto de contemplar un apareamiento al más puro instinto animal)
Descontrol ¡Chacho, Adri! Si no sabes beber, mijo…
¡Ñoh! ¿Nosotros nos bebimos todo esto?
Y ahora, ¿cómo vamos a pagar la factura?
Ante un problema… una solución (otra vez)
Y siempre solidarios con nuestros compatriotas
Entonces llegó el día en que el Cha cumple su primer cuarto de siglo (cámbate las patas)
Y volvemos a las andadas en celebraciones particulares con los rituales más tradicionales
Pues la noche del 16 el niño se puso guapito y nos fuimos a celebrar con un asadero el cumpleCHaños
Con sus regalitos
La carne que no falte
Algunos aprovecharon para ahogar las penas… ¿qué penas?
También podemos verlo así…
Sofocando la llamada de las masas…
…ante tanta virilidad
Pero si hablamos de comida hay que dejar los demás asuntos atrás. Así que: PREPARADOS…
…LISTOS…
¡¡¡CHAAAA!!!
Después de comer, una vez totalmente satisfechos, cuando el reposo iba a comenzar a cumplir su función vital en una noche de excesos alimenticios… miramos a la calle y…
¡¡Está nevando por el cumpleaños del Cha!!
Y como estamos acostumbrados y nos gustan las temperaturas bajo cero, pasar frío y mojarnos…
…a jugar con la nieve
¡¡Onda vital!!
Son como niños (vídeo; tengan paciencia)
Y al gastar toda la nieve con nuestros jueguitos, entramos de nuevo al quincho a continuar la celebración. Entonces el Cha dice “no hay más hielo” y afuera está todo sopeteado. ¿Dónde podemos buscar más?
¡¡Claro!! En el Glaciar Perito Moreno
Ansina que hicimos las maletas…
…nos preparamos bien…
…y nos fuimos para Argentina
La frontera
Buscamos el objetivo…
…y lo hallamos
El Perito Moreno es un glaciar argentino que nace en el Campo de Hielo Patagónico Sur
Es el más imponente del Parque Nacional Los Glaciares que es prácticamente tan grande como Canarias
El huequito de en medio está provocado por el famoso rompimiento del Perito Moreno debido a la presión del lago y que se viene produciendo últimamente cada dos años
Por si alguien dudó de que estuvimos ahí
Aquí, como en todos lados… Pero en este caso no se trataba de la construcción de ningún Centro Comercial, afortunadamente.
Como siempre, dejamos nuestro sello y nos fuimos
Una vez en El Calafate, observamos que en Argentina también hay peculiaridades
¿…?
¿Minich es una ciudad alemana?
Y al volver… ¡más nieve!
De nuevo a Chile, aunque no sin alguna dificultad. El Cha y Rubén estaban a sólo 2 días de ser ilegales creyendo que era Adrián quien iba a tener problemas. Si no arreglábamos el asunto el viernes… pero se solucionó y ahora estamos esperando por nuestra cédula chilena. El trámite nos ocupó toda la mañana después de haber salido de marcha y dormir menos de tres horas. Para colmo, ¡nos confundieron con israelíes! (aunque al Cha fue sólo por ir con Rubén, porque su pinta es más de Vikingo)
Superado el obstáculo que casi no nos permite entrar en Chile, volvimos al hostal. (Gomería es como se llama a las tiendas de gomas para coches –neumáticos, finamente hablando-. Ahí está Adrián haciendo la gracia
Y dormimos para volver a la casa en una noche que pasará al recuerdo, más que por la nieve, porque Adrián mató sin darse cuenta a un ratón con su pie desnudo –con el calcetín como protección-
Así que pa’casa de nuevo tras una gran experiencia
Y como siempre solemos acabar, decimos que aquí seguimos… festejando cada día que pasamos por estos pagos
Nuestro amigo el Teniente Montoya nos enseña que “Ejército y patriotismo” también puede ser progresismo
Y con la foto con el Teniente Montoya despedimos no sin antes relatar una situación que merece ser destacada.
En la noche del 11 de mayo fuimos a cenar a una pizzería y pedimos cada uno: un equivalente a la hamburguesa súper del Ca’Ramón y una pizza mediana de las del Pizza Royers. Rubén no pudo más cuando terminó con la hamburguesa, así que le sobró toda una pizza. Adrián se comió su hamburguesa súper, se jartó, atacó a la pizza mediana… casi revienta. Como imaginarán, el estómago de plastilina éste se apuntó en el libro Guiness de los récords al jincarse, tras todo eso, la otra pizza. Los camareros nos rodeaban para ver cómo realizaba una proeza que aseguraban no haber visto allí nunca. Tuvimos que pedirle cuatro vasos de zumo y uno de agua, además de la cerveza que ya había bebido. En fin, al pibe le queda poco para marcharse y hay que permitirle esas cosillas. Obviamente, no pagó la cuenta. Lo tuvimos que invitar.
PRUEBAS
¡¡CONSEGUIDO!! No es que haya que admirar estas barbaridades, pero no se puede negar que es algo único
Y desde Punta Arenas despedimos la conexión por esta vez. Disculpas por lo largo pero había cosillas que comentar y no merecían quedar relegadas al olvido.
¡Seguiremos brindando por ustedes!