a la ¿Cómo encuentr jula? ú r b la n ió c c e ir d r la brújula a r o b la e a r a p s o Pas
1
Dibuja en una cartulina un rombo como el de la izquierda y recórtalo. Pinta una mitad de rombo roja y la otra azul. Será la agüja de tu brújula.
2
3
Sujeta las agüjas no magnetizadas en la parte in ferior del rombo por medio de Frota con un imán unas una cinta adhesiva. La mitad 30 veces una agüja de roja de la cartulina deberá qu coser, desde el ojo hasta edar sobre la punta. De está manera las puntas de las ag üjas. Al magnetizarás la agüja. acabar este proceso habreRealiza la misma operación mos com pletado la agüja de con la otra agüja., nuestra brújula.
5
4
Recorta un círculo de cartulina del mismo tamaño que la tapa de la caja de plástico transparente. Dibuja los cuatro cuadrantes y marca los cuatro puntos cardinales.
6
8
Una brújula es un instrumento que indica el norte y sitúa las otras direcciones
Dibuja las líneas que unen los vértices opuestos, de esta manera hallarás el centro del rombo. Introduce el clavo como se indica en la ilustración, haciendo un agujero circular.
Coloca la base de plástico transparente sobre la tapa, de esta manera podrás utilizar tu brújula de manera cómoda. La parte roja marcará el Norte. Gira la caja hasta que la letra “N” del fondo coincida con la punta roja del rombo.
La agüja magnética de la brújula se alinea con el campo magnético de la Tierra. Cuando la agüja deja de girar, apunta hacia el polo Norte magnético. Una vez que ya sabes dónde se encuentra el Norte puedes situar el Sur, el Este y el Oeste
perimento es sencilla, ex te es de a ul uj br la s, to Hola amigui vez en cuando. de a rl ta an im a er lv vo e qu funciona bien, pero hay
Pega la cabeza de plástico del chinche en el centro del círculo. Coloca la agüja de tu brújula sobre la parte metálica, introduciendo la agüja por el agujero que has realizado con el clavo. Si es necesario ajusta las agüjas que has magnetizado para equilibrar la guja de la brújula y conseguir que se desplace
H istoria de la Brujula
En el siglo VI A.C., se descubrió (por un pastor según cuenta la leyenda) que cierta clase de mineral atraía al hierro. Como fue hallado cerca de la ciudad de Magnesia, en Asia Menor, se llamó piedra de Magnesia, y el fenómeno se denominó magnetismo. Éste fue estudiado por primera vez por Tales de Mileto. Más adelante se descubrió que si un fragmento de hierro o acero se frotaba con el mineral magnético (imán), quedaba magnetizado (imantado). El término español de imán procede de una palabra latina que significa “piedra dura”. También se descubrió que si se permitía a una agüja magnética girar libremente, siempre señalaría la dirección norte sur. Se ignora cómo se produjo el descubrimiento, pero los chinos fueron los primeros en percatarse de esa propiedad. Así se refiere en libros chinos que datan del siglo II.
Los chinos nunca se sirvieron del imán para establecer el rumbo en la navegación. Los Árabes pudieron aprender de ellos aquel fenómeno, y tal vez algunos cruzados lo aprendieron a su vez de los Árabes llegando así a Europa. En 1180, el sabio ingles Alexander Neckam (1157-1217) fue el primer europeo que hizo referencia a esa capacidad del magnetismo para señalar la dirección. Con el tiempo la agüja magnética se colocó sobre una tarjeta marcada con varias direcciones, la agüja agüja se podía mover libremente en torno de la tarjeta. Al dispositivo se le dio el nombre de Brújula, palabra que deriva de otra latina que significa caja. En la terminología marinera a la brújula se la llama compás (que proviene de una palabra francesa que significa girar).
9