Luces de ciudad Charlot, el personaje creado por Charles Chaplin (Londres 1889-Suiza 1977), es tal vez el más famoso (y el mas imitado) en la historia del cine: pobre caballero inglés con sombrero de copa, modales refinados, romántico, idealista, con un gran corazón y ternura, que por motivos azarosos se ve envuelto en situaciones dificiles o ridículas de las que logra salir en una forma ingeniosa y divertida. En la obra de Chaplin, la comedia sirve como contrapunto a los dramas que plantea en sus historias, dotadas siempre de un gran sentido humanista y social. En luces de ciudad, Charlot se ve nuevamente sometido a los zigzagueantes azares de la vida. Primero, en la forma de un millonario excéntrico al que ha salvado del suicidio en plena borrachera y que cuando se halla en estado de embriaguez, se convierte en su amigo y protector, pero le repudia y desconoce cuando se halla sobrio y sereno. Luego, en la forma de una bella y humilde florista que es invidente y confunde a Charlot con un millonario. Su gran amor y compasión por la florista harán que haga cualquier cosa (como ser barrendero o boxeador) para obtener el dinero necesario para la operación que le hará recobrar la vista. Este melodrama tan sencillo en apariencia logra convertirse en una película realmente conmovedora y disfrutable, gracias al talento de Chaplin. Hay otro aspecto interesante en esta película. El título completo con que se dió a conocer la cinta es "Luces de ciudad: una comedia romántica en pantomima", que es una referencia al recién surgido cine sonoro (en 1927 se había estrenado "The Jazz Singer", la primera película sonora del cine), del cual Chaplin fue un aferrado crítico y escéptico. Para la fecha en que se realizó esta película, el cine sonoro había dominado la producción de películas en Estados Unidos, y por lo mismo los productores se negaban a financiar cintas mudas, incluso, varias de ellas fueron canceladas o vueltas a realizar en formato sonoro. Aún con todo eso, Chaplin rodó Luces de ciudad en formato mudo, sus motivos, expresados por el mismo Chaplin fueron los siguientes: "...[las películas sonoras] han venido a estropear el arte más antiguo del mundo, el arte de la pantomima: aniquilan la gran belleza del silencio. Echan abajo el edificio actual del cine, destruyen la corriente que lleva a los actores a la popularidad, y a los amigos del cine hacia la llamada de la belleza. La belleza plástica sigue siendo lo que más importa en la pantalla. El cine es un arte pictórico". El gran escepticismo de Chaplin (compartido por Sergei Eseinstein), que lo llevó a
decir "los días del cine sonoro están contados" tuvo mucha razón al menos en los primeros años del sonoro, aunque obviamente, ahora sabemos que sus predicciones fueron erróneas. El día del estreno de la película (en el que estuvo Albert Einstein, por cierto), resultó un éxito total, algo impensable en esos tiempos. El motivo de este éxito es notable al contemplar la cinta, por la gracia natural y el talento de Chaplin. Luces de ciudad es también una de las últimas películas donde puede apreciarse al personaje creado por Chaplin, una experiencia realmente disfrutable.
Luces de ciudad (City lights, 1931) Escrita y dirigida por Charles Chaplin. Con: Charlie Chaplin (el vagabundo), Virginia Cherrill (chica ciega), Harry Myers (millonario), Hank Mann (boxeador).