Lost Memories “Look at me There has to be Something more than what they see” cantaba de niña, escondida en un callejón, abrazando mis rodillas, después de una serie de burlas al no poder entrar a robar a una casa. “Wholesome and pure” como me habían dicho “Oh so scared and unsure” incapaz de sobrevivir “A poor man's Little Child” aún era pequeña… “Krea, you must start anew” levantaba la Mirada y me secaba las lágrimas “Don't you know what you must do?” la niña se levanataba “Hold your head high, take a deep breath and smile” Y tomaba aire, recuperada de los golpes que había recibido. “Goodbye to Little child!” Aparecieron rostros frente a mí: Therine, Dea, Lara, Freya, Komui, Lenalee, el abuelo, Sara, Samuel, Ela, Julián... Imágenes de cosas importantes, la cruz de la Black Order, Costa de Conejos... Abrí los ojos, estaba herida en varias partes de mi cuerpo. Era de noche y podía ver las estrellas sobre mí, brillar, como si fueran lo único que podía brillar en el mundo... Intenté moverme, pero me di cuenta que había una rama enorme de un árbol que evitaba me pudiera levantar. Entonces me di cuenta que había mucho fuego y árboles caídos, estaba en las orillas de un bosque. I open my eyes I try to see but I'm blinded by the white light I can't remember how I can't remember why I'm lying here tonight ¿Dónde estaba? No podía recordar qué había pasado, qué hacía allí... quién era yo siquiera, mi nombre. Mi nombre... Me había identificado y me había sentido orgullosa de ese nombre. Lo había dicho con alegría al presentarme, sí... pero ¿cuál era? ¡Maldita sea! Y ¿dónde estaba? ¿Habría alguien cerca? Tenía que salir de ahí. And I can't stand the pain And I can't make it go away No I can't stand the pain Me dolía la pierna, estaba muy herida y sangraba. No podía levantarme.
Comencé a recordar cosas, horribles recuerdos... Robaba para comer, me había visto forzada a robar. Un padre maldito. Peleas, muchas peleas. Y había escapado de la ley... ¿por qué? ¿qué mal había hecho? ¿Qué cosas tan terribles había hecho? Vivir en la calle... How could this happen to me? I've made my mistakes I've got no where to run Apareció otro recuerdo. Cerré los ojos para entenderlo mejor. Me habían abandonado ¿pero quién? Y me habían golpeado, maltratado... Sentí como rasguños en mis antebrazos y entonces noté que usaba guantes negros y unas extensiones que cubrían mis antebrazos. Lo recliné para ver mi piel, no había señal de golpe ahí ¿habían sido reales los rasguños? The night goes on As I'm fading away Tal vez finalmente habían acabado conmigo esas personas... O era mi final. Sí, era una mala persona. Pero tenía que defenderme ¿o no? Estaba desesperándome, no entendía nada y no recordaba nada. I'm sick of this life I just wanna scream How could this happen to me? Regresé el guante a donde lo había usado e intenté quitarme el árbol de nuevo. No pude. Miré alrededor en busca de algo para quitarlo. Vi muchas hojas de papel, como de un cuaderno, tiradas a mi alrededor ¿Qué rayos había pasado? No tenían nada escrito... Comencé a oír voces que gritaban en busca de alguien “¡Krea!” decían. Everybody's screaming I try to make a sound but no one hears me I'm slipping off the edge I'm hanging by a thread I wanna start this over again Tenía una segunda oportunidad, de entender lo que sucedía. De levantarme y regresar. De vengarme de aquellos que quisieron lastimarme. Sí... si había robado era por que esas personas lo merecían, y las peleas... Sólo me defendía. Sí, seguro era eso. So I try to hold On to a time when nothing mattered Intentaba hablarles a esas personas, pero mi garganta parecía no responder. Tenía que llamar su atención, tenía que hacer que me vieran. Si buscaban a esa tal Krea, seguro me pasarían por alto.
“¡Lara!” Escuché a una de las dos chavas decir y luego se fueron acercando. Me habían visto. Comenzaron a hablarme, a preguntarme qué había pasado, si estaba bien. Pero no sabía qué responder, no recordaba nada de lo sucedido... And I can't explain what happened And I can't erase the things that I've done No I can't Entre las dos levantaron el tronco que me atrapaba y pude salir, aunque me costaba levantarme. “Gracias” les dije y luego comencé a caminar, aunque cojeaba un poco. Tenía que encontrar a esas personas que me habían lastimado. Sentí nuevamente como si ardieran levemente rasguños en mis antebrazos. “¿A dónde vas Krea?” escuché decir a una de las dos chavas que me habían ayudado a levantarme. Habían encontrado a la que buscaban, qué bien por ellas. Seguí caminando “¿Krea?” preguntó la otra, como si Krea no reaccionara. “Krea” volvió a decir la misma chava “¿Por qué Costa de Conejos está regada por todos lados?”. No entendí a qué se referían, pero no me incumbía. Seguí avanzando. Escuché una rama crujir detrás de mí, me volteé soltando una patada y la chava que se veía menor a la otra se agachó, reaccionando a tiempo. “¿Qué rayos te pasa?” Me gritó. “¿Por qué me seguís?” Le pregunté, molesta. “¿Por qué te vas?” Me preguntó ella. Se notó la tensión entre las dos. “Eso no te incumbe, tengo asuntos que resolver” le dije y me di media vuelta para seguir avanzando. Y luego todo sucedió muy rápido. Sentí un golpe en mi nuca mientras la otra chava gritaba. Todo se puso negro mientras un solo pensamiento pasó por mi cabeza. How could this happen to me? *
*
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Recuperé la conciencia, pero no abrí los ojos. Escuchaba a las mismas voces hablar junto a mí ¿Me habían raptado acaso? Pero no... ellas no eran parte del recuerdo, ellas no me habían herido. Y al recordarlo volví a tener la misma sensación en mis antebrazos. “Lara ¿Por qué la golpeaste?” decía una, muy molesta “¡Además la noqueaste!” la otra se defendía, excusándose con mi actitud. “Además... La Krea que yo conozco no se hubiera dejado noquear, ella conoce el golpe que le di” dijo la que aparentemente era Lara. “¿Qué insinúas?” preguntó la otra. “No estoy segura, pero ésta no es la Krea que yo conozco. El Gatekeeper ya nos dirá si es una farsante” dijo Lara, como si dudara de que fuera verdad lo que creía que pasaba. Era obvio que yo no era Krea, pero ¿cómo hacérselos notar sin que me mataran? Parecía que eran de una organización secreta y no muy buena. Uniformes negros...
Decidí abrir los ojos después de un momento, para hablar con ellas. La que no era Lara miraba a la ventana, seguramente contemplando el paisaje. Lara veía hacia la puerta del compartimiento donde estábamos. Estaban sentadas juntas en el asiento frente a mí, me habían acostado en un lugar sólo para mí. “Despertaste” dijo Dea alegremente mientras me levantaba, algo temerosa de qué sucedería esta vez. ¿Tal vez si guardaba la calma no me atacarían? Miré a la ventana, el paisaje no era nada parecido al del lugar donde Lara me había noqueado. Volteé a verlas de nuevo, y las dos estaban mirándose, como extrañadas por lo que sucedía. “¿A dónde me llevan?” les pregunté, intentando ignorar su conversación no verbal. “¿Perdón?” dijo Lara, en lo que pareció un tono sarcástico. “Mira, no tengo tiempo que perder. No sé qué rayos quieren pero tengo que irme” les dije, pero sabía que estaba en un tren en movimiento y salir del compartimiento no serviría de nada. “¿De qué hablas Krea?” dijo Dea, confundida. Miré alrededor, no había nadie más ahí. ¿Me hablaba entonces a mí? No recordaba mi nombre... ¿acaso era Krea? Krea... Un relámpago con otro recuerdo pasó por mi cabeza. Había un chico ¿pero quién era? Me hablaba... “Krea Zumoku, entonces” decía y me tendía la mano. “¿Krea?” volvieron a llamarme en el presente. Reaccioné y miré a las dos chicas sentadas frente a mí. Entonces Krea Zumoku era mi nombre, sí... ahora tenía que salir de ahí. “Me tengo que ir” les dije “Tengo cosas que hacer que ya no pueden esperar”. Las dos chicas se miraron y luego voltearon a verme. “¿Te sientes bien?” me preguntaron al unísono. No parecían entender, ni querer hacerlo. El tren se detuvo en ese momento, ellas me seguían viendo fijamente. “Gracias por el paseo” les dije y me levanté, salí del compartimiento y me bajé del tren. Las dos chicas iban atrás de mí. ¿Acaso creían que era una broma? Salí de la estación, y mientras intentaba ubicarme, sentí que me agarraban de ambos brazos. Lara y la otra chava me habían agarrado una de cada lado e intentaban subirme a una carroza. “¿Qué os pasa?” les dije, molesta “¡Suéltenme!”. “¿Ves?” escuché a Lara decir “Está rara”. Me solté de un brazo y le di una patada a Lara que no esquivó con tal de seguirme agarrando. “Vuelves a hacer eso y ahora sí te va a doler el golpe que te voy a dar” me dijo en un tono bastante molesto. Giré y antes de que me diera cuenta Lara me tenía en el piso con las manos y los pies agarrados. “Dea, ya la viste ¿me dejarías amarrarla por lo menos en lo que alguien puede ver qué rayos tiene?” dijo la chica. “¿Y si es un Akuma?” preguntó la otra chica, Dea. “No, si lo fuera ya nos habría atacado” contestó Lara y luego noté que en verdad me estaba atando. “Mira, no sé quién te crees que eres o qué está pasando” me dijo y ató con fuerza la cuerda “Pero queremos ayudarte, así que quédate tranquila en lo que llegamos a los cuarteles ¿si?”.
Me enfureció que me dijera eso. Pero ya no estaba en posición de decirle nada. “Krea” escuché a Dea decir y luego vi que se agachaba para hablarme “Por favor, no queremos hacerte daño. Luego te ayudaremos a hacer lo que sea que tengas que hacer” la miré... tal vez, si cedía un poco y esperaba podría recordar por lo menos donde estaban aquellas personas. Me llevaron en el carruaje, pero Lara no quiso desatarme en caso de que la volviera a golpear probablemente. Mantenía los dientes apretados, nerviosa tal vez de lo que sucedería después. Subimos por un elevador enorme que hacía un ruido que asustaba, como si en cualquier momento se pudiera caer. Dea sonrió al ver mi reacción, no entendía por qué. Cuando finalmente llegamos, una gran puerta con lo que parecía una cara nos recibió. Dudé en acercarme, había algo extraño en esa puerta. Entonces, cuando menos me lo esperaba, lo que parecía un rostro, saltó de ese plano y se acercó a las otras dos chicas y a mí. “Komui me informó” les dijo “Ya les diré si es humaaaaaaaano o Akuma” y después de ese extraño comentario que no tuve idea de qué significaba, una luz extraña salió de los ojos de la puerta y me iluminó. La puerta hablaba, la puerta me iluminaba, y aparentemente me inspeccionaba ¿Qué rayos pasaba? “Es la misma Krea de siempre” dijo finalmente la puerta y luego procedió a abrirse. ¿Qué había querido decir eso? “¿Dónde estamos?” les pregunté mientras avanzábamos. “En los cuarteles de la Black Order... ¿no lo recuerdas?” Me dijo Dea. La miré, ¿cómo se suponía que debía recordar algo que nunca había escuchado? “¡Ya vooooooooooooy!” se escuchó decir y luego por reacción me agaché. Un chico alto y unos años mayor que yo se había acercado a gran velocidad, usaba un uniforme parecido al de Lara y Dea, pero en blanco, junto con una boina. Me quedé inclinada mientras la puerta se cerraba ¿A dónde había aceptado llegar? El chico que acababa de llegar me observó y yo me puse derecha, lo miré fijamente. “Ya entiendo lo que decían...” dijo mientras me miraba “Krea ¿sabes quién soy?” Me preguntó. Yo negué con la cabeza, incapaz de ver el punto de tan rara pregunta. “Mi nombre es Komui Lee” me dijo, luego volteó a ver a las otras dos “¿Se golpeó la cabeza mientras caía?” les preguntó. Las miré de reojo, no sabían qué contestar. Luego otra chica apareció. Iba cargada de papeles y parecía buscar a Komui. “Supervisor” le comenzó a decir cuando notó la presencia de las chicas y de mí. “¡Oh, Krea!” me dijo y luego se acercó. Se acercó mucho, se acercaba demasiado. Me hice hacia atrás, la chica iba a besarme. La reacción hizo que intentara soltarme de la cuerda que aún me ataba las manos por detrás. Se hizo el silencio y se formó una tensión en el ambiente. “¿Qué rayos os pasa?” le dije, asustada, a la chica que se me había acercado. “Krea” me dijo Komui en el oído “No quería ser yo quien te dijera esto, pero perdiste la memoria, trabajas aquí, y ésta chica, Katherine, es tu novia”. Volteé a ver a Komui. Era verdad que no recordaba muchas cosas, en realidad casi nada. Pero... ¿trabajar ahí?
¿novia? Todos iban uniformados, y luego recordé que usaba guantes negros como los de Dea y Lara. Miré al resto de mi ropa, también iba uniformada. ¿Qué rayos estaba pasando? *
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“Tal vez necesites descansar” sí claro... como si cualquiera de ellas supiera lo que ocurría. Metiéndome en una habitación extraña. Me miré en el espejo, me quité el estorboso gorro que usaba y los guantes ¿por qué los usaba? ¿Quiénes eran esas personas que aparentemente se preocupaban por mí? Y aquella... Katherine, había intentado besarme ¿Qué le ocurría? ¿Qué rayos pasaba? “Memories consume like opening the wound I'm picking me apart again You all assume, I'm safe here in my room Unless I try to start again” canté por lo bajo, aunque no estaba segura de por qué lo hacía ¿acaso siempre me había gustado cantar? ¿por qué no podía recordar nada? “I don't want to be the one the battles always choose 'Cause inside I realize that I'm the one confused” sí, yo… y las demás sabían más de mí que yo. “I don't know what's worth fighting for Or why I have to scream I don't know why I instigate And say what I don't mean” ¿Qué les había dicho? Tonterías aparentemente. Las había lastimado. Pero parecían quererme, todas ellas, y parecía que estaban en una guerra, y yo también lo estaba. Pero, si era tan importante ¿Por qué no podía recordarlo? “I don't know how I got this way I know it's not alright So I'm breaking the habit I'm breaking the habit Tonight...” Sí, debía irme y ya. Yo no pertenecía ahí, tenía que regresar a casa. Donde fuera que eso estuviera. Salí de la habitación, sin hacer ruido. “Clutching my cure, I tightly lock the door I try to catch my breath again” no debía hacer ruido, ¿habrían puesto a alguien en el pasillo para asegurarse que no me iba? No... parecían confiar mucho en mí. “I hurt much more, than any time before I have no options left again” no... ya sabía qué debía hacer. “I don't want to be the one the battles always choose 'Cause inside I realize that I'm the one confused” canté, muy bajo. Pero sí había alguien en el pasillo, que me escuchó. “¿Krea?” me llamó, era Katherine. Me miraba atentamente, y se le veía muy triste y preocupada.
“I don't know what's worth fighting for Or why I have to scream I don't know why I instigate And say what I don't mean I don't know how I got this way I'll never be alright So I'm breaking the habit I'm breaking the habit Tonight…” canté, mirándola fijamente. Dea y Lara llegaron por detrás de mí, estaba atrapada en el pasillo. Parecieron entender la situación, y parecía que no me dejarían marchar. “I'll paint it on the walls 'Cause I'm the one at fault” les grité, cantando. Si es que eso era posible ¿por qué seguía cantando? No lo sabía. Me subí al barandal. “I'll never fight again And this is how it ends” terminé, y me lance hacia el precipicio. Era infinita la caída. Ahora sólo debía pararla antes de que acelerara demasiado. Pero una visita más loca que yo me recibió. Katherine se había lanzado por el precipicio detrás de mí. Inconsciente ¿qué le ocurría? “I don't know what's worth fighting for Or why I have to scream” le grité, mientras yo caía de espaldas al precipicio y ella me miraba “But now I have some clarity To show you what I mean” ella pareció emocionarse con lo que dije. “I don't know how I got this way I'll never be alright So I'm breaking the habit” seguí cantando, y Lara apareció de la nada entre las dos. Nos agarró y luego aparecimos en el piso de donde me había lanzado. “¡Idiota!” me gritó. “I'm breaking the habit” grité todavía y me avalancé sobre ella ¿Quién se creía que era? Comencé a golpearla, ella me contestó los golpes. “I'm breaking the habit” gritaba mientras sentía la sangre en mis puños. “Then break it, damn it!” me decía ella “Tonight...” y Dea me jaló, agarrándome de los brazos para evitar que siguiera peleando. Kathrine estaba llorando. “¡Suéltame!” le grité a Dea, intentando liberarme. “¡No hasta que te calmes!” me gritó ella “No te atrevas Lara” le gritó a la chica frente a mí, cuando dudó un momento en seguir la pelea. “¿Quiénes se creen ustedes que son?” les grité “¿Y a ti qué te pasa?” le grité a Katherine “Saltando así nada más ¿Qué creías? ¿Qué me iba a suicidar?” Todas se quedaron en silencio, en verdad lo creyeron. “Bakas” les dije “suéltame”.
“No me conocen, y no pretendan que lo hacen. Yo no soy de aquí, quiero irme a mi casa” les dije, terriblemente enojada “me voy a ir, aún si la infante no quiere” dije mirando a Lara. Ésta se levantó, dispuesta a seguir la pelea. “No Lara, no después de lo de tu casa” escuché a Dea decir mientras se interponía en su camino. “No terminamos esa pelea” le contestó mirándome. “Pues, yo no lo recuerdo, así que me viene valiendo un comino. Así que te quitas, coño, del camino, o te dejo de tapete decorador” Lara se encaminó y Dea volvió a detenerla. Katherine sollozaba, recargada en la pared del pasillo. “Estás loca” me dijo Lara “No eres la Krea que yo conozco”. “¡No sé cuál Krea crees conocer!” le dije, levantando la voz. Mis antebrazos comenzaron a arder. Me hice hacia atrás, para relajar mis brazos, Dea me soltó. Mis brazos ardían, pero no estaban rojos y no se veía señal de algún golpe. Los miré, con los ojos bien abiertos ¿Qué significaba aquél dolor? Las tres chicas me miraban. El dolor parecía calmar la ira que había brotado de mí, pero me hacía sentirme peor de cierta forma. Entonces, como un relámpago apareció en mi cabeza y otro recuerdo regreso a mí. Estaba, de pequeña, con un grupo de personas. Estaban sangrando ¿Les había ocurrido algo? Pero no... estaba asustada. “Te sentirás mejor, créeme” me decía una chica morena, de pelo negro. Tenía vendas en sus muñecas. “Pero no quiero” le contestaba, casi tartamudeaba “¿Estás triste no? Esto ayuda, míranos, si a todos aquí nos ayuda...” Y entonces volteaba a ver a los demás. Había varios con un cuchillo en sus manos, cortándose. “Termina tu dolor con nosotros, Krea” “¿Krea?” Escuché a Dea decir, tenía los ojos abiertos... así que eso significaba aquel dolor, ¿mi depresión había sido tal que había llegado a ese punto? Pero ¿qué había causado esa depresión? Miré mis antebrazos y contemplé mis muñecas, no había rastro de que alguna vez hubieran estado heridas ¿me había negado acaso? “¿Qué sucede?” Me preguntó Katherine, se había acercado aunque sus ojos seguían llorosos. Su perfume llegó a mí y me envolvió... era como un campo de flores. Y otro recuerdo regresó. Pero no era una imagen, era sólo sonido “Te amo, Ther, y mucho” y luego la sensación de un beso. Abrí los ojos y la miré ¿Había sido verdad lo que me había dicho Komui? “¿Qué sucede?” volvió a preguntar. “¿Ther?” le dije, confundida. Ella abrió los ojos, sorprendida con lo que le decía. Dea la miró sin entender lo que pasaba. “Krea sólo me dice así cuando estamos a solas” dijo Katherine “Con los demás me llama Therine” me miraba atentamente “¿Qué recordaste?” Me preguntó.
Negué con la cabeza y me hice hacia atrás. Tenía tantos recuerdos aislados, eran imposibles de unir. Estaba confundida, y quería llorar. Therine me abrazó, no dijo nada. “No entiendo” dije mientras las lágrimas bajaban por mis mejillas “No entiendo. ¿Qué rayos está pasando?”. *
*
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“Se ve... triste” comentaba, detrás de una puerta y como si no pudiera escucharla, una chava que acababan de presentarme, Lenalee era su nombre. “Lo cual es muy raro” contestaba otra, Freya, si mi memoria no me fallaba. “¿Qué vamos a hacer?” Preguntaba Dea. Yo estaba sentada en un banco, en un cuarto un tanto pequeño, Therine estaba a mi lado, no había querido apartarse de mí desde que le había llamado “Ther” como una hora antes. Me mantenía callada, no estaba segura de qué hacer. “Krea” me llamó, como si esperara distraerme del hecho de que estuvieran hablando de mí afuera de la habitación “¿Qué recordaste?”. Volteé a verla, ¿acaso esos ojos oscuros me habían envuelto, antes de olvidarlos? ¿Realmente... la amaba? Pero no podía recordarlo, de cierta forma me dolía. “No mucho” le dije, mirando al suelo de nuevo “Solamente que te decía que te amaba, y mucho, pero sólo recuerdo el sonido... y luego...” hice una pausa, recordando la sensación ¿realmente había sido ella la del beso, la chica sentada junto a mí? La miré nuevamente, ella esperaba a que continuara, no me presionaba para contestar “Un beso” dije. Se hizo el silencio, nos mirábamos. Incluso dejé de escuchar a las chicas afuera del cuarto que dialogaban el problema. Entonces una de ellas entró. “Krea ¿Sabes cómo fue que recordaste lo de Therine?” Preguntó, volteé a ver quién me hablaba, era Dea. “Ehm, yo” dudé un momento, no estaba del todo segura, simplemente el recuerdo había regreso de la nada “Pues, Therine se me acercó, y me llegó su perfume...” pero no me dejaron terminar cuando Freya y Dea gritaron “¡Eso es!” y se miraban con euforia. ¿Qué rayos pasaba? Pensé, con los ojos bien abiertos. Y así pasé las siguientes horas. Dea, Lara, Freya, Lenalee y por supuesto Therine se dedicaron a llevarme cosas con diferentes olores, para ver si recordaba algo con eso. Pero a pesar de seguir con contacto con el perfume de Therine no podía recordar nada más acerca de ella. “No sirve de nada” le dije, harta de oler cosas. “Vamos, Krea” me decían “Es para ayudarte a recordar”. Pero no había recordado nada en horas, ¿acaso ellas no lo veían? Me levanté mientras seguían hablando, me sentía triste de repente, pero no estaba segura de por qué. Ellas me llamaban, me seguían hablando, pero me hartaba y me desesperaba. No las recordaba, y estaba confiando en ellas por nada. Y aquél recuerdo, esas personas... ¿Eran acaso esas personas de las que me quería vengar? ¿O ya estarían muertas? Querían morir ¿O no?
“Mejor sigamos por la mañana” dije en voz baja, cuando menos para no preocupar las chicas que estaban ahí conmigo, y salí despacio de la habitación. El pasillo era largo y oscuro, no sabía a dónde ir, aún así comencé a caminar. Me enfoqué en le recuerdo de esa chica morena ¿Cuál era su nombre? No lo recordaba, pero me parecía que había sido importante para mí, sí, lo más probable es que lo había sido. “Suicida” dije en voz baja, como para mí misma. ¿Acaso yo lo había sido también? Pero no había marcas en mis brazos, y aún así, me sentía más segura con los guantes puestos, como si así mis brazos no estuvieran en peligro de ser cortados, como sus muñecas. Me detuve y me recargué en una pared. ¿Qué le había ocurrido a esa chica? ¿Habría logrado su cometido? ¿Por qué yo estaba con ella? ¿Por qué quería vengarme de ella? ¿Por qué había un pasado tan oscuro en mí? y las chicas de la Orden parecían muy seguras en que yo era una chica alegre ¿cómo podría serlo? Si todo lo que recordaba me deprimía a puntos increíbles. No entendía nada. Seguí avanzando, taciturna e intentando recordar algo más, lo que fuera. Llegué a la parte de los dormitorios, el lugar donde me había lanzado para escaparme de Lara y de Dea unas horas antes. Había sido un tanto impulsiva con ese movimiento. Bueno, demasiado impulsiva. Una lírica apareció en mi cabeza, mientras veía la infinidad de ese precipicio. Canté por lo bajo. “At the end of the world” sí, ese precipicio parecía ser lo ultimo del mundo, el final de tanta carrera. “Or the last thing I see” Lo ultimo, sí… ese momento antes de morir, lo último que verás y recordarás antes de desaparecer. Otro recuerdo, aparentemente, regresaba a mí. La chica morena, ella.... estaba muy mal ¿qué tenía? Estaba herida. “You are never coming home, never coming home” Parecía que no sobreviviría, pero no, yo aún podía hacer algo, lo había sentido. “Could I, should I” ¿Por qué había dudado en ayudarla? Me importaba su bienestar ¿no? “And all the things that you never ever told me” me había dicho ella, como si supiera alguna mentira, alguna falsa afirmación mía. “And all the smiles that are ever, ever, ever…” me había dicho ¿Había maldecido mi sonrisa? No… no parecía eso. La canción me ayudaba a recordar. “Get the feeling that you’re never” No, nunca, nunca vas a sobrevivir Suelo. ¿Qué? ¿Así se llamaba? “All alone and I remember now” Sí, apareció en mi cabeza el recuerdo. Ella seguá en el piso, desangrándose. No le gustaba que la llamara así “Suelo” aunque claro ¿A quién le gustaría? Pero ella se lo merecía en ciertas ocasiones, cuando estaba en ese plan, de morir, de quedarse en el suelo. “At the top of my lungs, in my arms she dies” Sí, había muerto, había muerto en mis brazos. Desangrada. “She dies” Sí, muerta, y yo envuelta en sus sangre. Roja, ese color que me atrapaba y me envolvía, no me dejaba moverme. Me ataba... Me deprimía.
El recuerdo me dio náuseas, era muy real. Demasiado real. ¿Qué más esperar? Había sucedido, ella había muerto en mis brazos. “At the end of the world Or the last thing I see” seguí cantando, a pesar de las nauseas. El recuerdo no se detenía ahí. Los demás chicos suicidas habían llegado y me habían encontrado con Suelo. “You are never coming home Never coming home” me habían dicho, no me dejarían ir. Creían que la había matado ¿No era obvio que había logrado su cometido? “Could I, should I” me agarré del barandal, estaba mareada. “And all the things that you never ever told me” canté, Suelo no me había sido sincera del todo… Ella había sido la que había mentido ¿Pero en qué me había mentido? “And all the smiles that are ever gonna haunt me” Y una sonrisa, de esas que dan miedo, se dibujó en el recuerdo de ella. Su sonrisa malvada, como si pudiera matar con ella. “Never coming home” Ella nunca regresaría a casa “Never coming home” Y había dudado que pudiera regresar a la mía. “Could I, should I” La palabra “orfanato” apareció en mi cabeza ¿Había terminado ahí después de todo? “And all the wounds that are ever gonna scar me” Heridas como esas no se podrían curar… “For all the ghosts that are never gonna catch me” Que esos fantasmas suicidas no me encontraran. Sí, seguro de ellos era de los que me quería vengar. Pero la sangre... cuánta sangre... ¿Cómo podía ser la chica alegre que decían que era? ¿Cómo, con un recuerdo así? *
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La mañana siguiente encontré por accidente una sala de estar. Era un lugar acogedor, y bastante cómodo cómo para sentarte y pensar. A pesar de ser un lugar grande, daba la privacidad necesaria si querías estar sola, al estar dividida entre tantos sillones. Me recosté, a pesar de que temía dormir. Había tenido pesadillas durante la noche, con el mismo recuerdo que ya no quería recordar, me había sorprendido poder dormir después de estar horas llorando en la habitación. Si así había sido mi vida, no quería recordar más cosas, sería mejor empezar de cero. Therine llegó a la sala y se sentó en un sillón junto al mío, donde estaba recostada, mirando fijamente al techo. “Buenos días” me dijo, sus antebrazos estaban recargado en sus piernas. “Buenos” le contesté. Lo más probable es que intentaría ser comprensiva con mi situación y querría ayudarme a sobreponerme, hacerme reír tal vez. Pero ella no tenía idea de cómo me sentía, del shock en el que estaba. “Estuve pensando” dijo, escuchaba más por inercia que por otra cosa “Y se me ocurrió algo para hacerte recordar”.
“No me interesa recordar” le contesté, nuevamente, por inercia. Seguramente le extrañó mi respuesta. “¿Recordaste algo más?” Me preguntó, negué con la cabeza. “¿Recordaste lo de Consuelo?” Me preguntó, a pesar de la respuesta que le había dado. Sentí que mis ojos se abrían unos milímetros debido a la sorpresa. Consuelo, Suelo... Ella lo sabía ¿Se lo habría contado? “Según sé, no hay peor recuerdo que guardes que ese” me dijo “Lamento que ese sea uno de tus primeros recuerdos en traer de vuelta” realmente lo lamentaba. En verdad debía quererla, para decirle algo así. La miré, ¿una chica? Bueno, pero parecía quererla, amarla; aunque no lo recordaba. No le podía responder a eso. “Mi idea” continuó, al ver que ya le prestaba atención “Tiene que ver con lo que me dijiste: que te llegó mi perfume y recordaste la primera vez que me dijiste que me amabas” ¿Había sido esa la primera vez? Bueno... Al menos recordé un momento importante “Y luego” continuó “Tuviste la sensación de un beso”. Ya veía a donde llegaba. Honestamente, no tenía ganas de besarla, todavía tenía náuseas del recuerdo de la noche anterior y la sola idea... Me sentía muy confundida, no estaba segura de lo que quería. “Piénsalo, no quiero presionarte” me dijo después de un momento “Tú nunca lo has hecho”. La miré, incrédula “¿Qué cosa?” le pregunté. “Presionarme, excepto al principio, pero necesitaba ese empujón” dijo y sonrió, era sincera “Ahora ven” continuó y se levantó, me tendió la mano para que yo también me levantara “Te conozco, cuando estás deprimida dejas de comer, y necesitas alimentarte”. Pero no tenía idea de la sorpresa que me esperaba en la cocina. Aunque no tenía hambre, ni ganas de comer, fui bienvenida con un harto de platillos, unos ya los conocía otros no. Todos esperaban que con comer algo de eso, recordara algo más. Tortilla Española, Espagueti a la Bolognesa, Pollo empanizado, papas a la francesa y hechas puré entre otras cosas fue lo que me recibió. Probé un poco de todo, a contra de mi voluntad, pero nada regresó a mí. Finalmente, Dea apareció, parecía muy complacida consigo misma. “¿Ya están?” le preguntó Freya cuando Dea se sentó a mi lado “Ya casi” le contestó. Las miré ¿De qué hablaban? Dea notó mi perplejidad y contestó mi pregunta antes de que yo la formulara “Conchas de chocolate, te encantan, a ver si con eso sí puedes recordar algo”. Pero no alcancé a entender el resto de la oración debido a que comencé a atragantarme con el jugo de naranja que me habían dado. “¿QUÉ?” Grité y me volteé a verla, con los ojos bien abiertos y sintiéndome ofendida “¿Quién se atreve a hacer... eso de chocolate?” la sola idea era repugnante. Dea se tapó la boca y luego intentó calmarme “¡Perdona Krea-chan!” me dijo “¡Lo había olvidado! Se llaman así por los caparazones del mar, los que encuentras en la playa, por tener una forma similar. No es lo que tú crees” No dejé de mirarla a pesar de la explicación. Dea comenzó a reír. “¿De qué te ríes?” Le pregunté.
“Dijiste lo mismo la noche que nos conocimos” me contestó, sonriendo, con una mirada de nostalgia. Una campana sonó y Dea se levantó, la comida debía de estar lista. Llegó con el pan recién horneado, me lo puso enfrente. En verdad el pan tenía forma de las conchas de mar. Eso me tranquilizó por fin. Tomé una de las conchas y le di una mordida. Sabía deliciosa, y el chocolate le daba un sabor aún mejor que si estuviera solo el pan. Pero ningún recuerdo regresó. Qué frustrante, pero qué alivio a la vez. “¿Y bien?” Me preguntó Dea después de que terminé la concha. “Estuvo deliciosa” le dije, el chocolate me había subido momentáneamente el ánimo que había traído por los suelos desde el día anterior. “¿No recordaste nada?” Preguntó, ya decepcionada, yo negué con la cabeza y mi ánimo se fue hasta el suelo de nuevo. “Sé que es frustrante que no recuerdes nada, pero no pongas esa cara” me dijo Lara, no me había dado cuenta de cuándo había llegado. Pero no era eso lo que me tenía así, simplemente me sentía triste. “Está bien, dejala” escuché a Therine decir, a mi lado. Ella sabía por qué estaba así. “Quiero estar sola un rato” dije y me levanté de la mesa. Todos me miraron atónitos, pero nadie me detuvo cuando salí del comedor. Esa terrible tristeza que me invadía me estaba matando. No la soportaba, me ahogaba y me ayudaba a alejarme de los demás, de estar sola. Todos ellos parecían buenas personas, querían ayudar. Pero temía en seguir recordando cosas ¿Debía de confiar en Therine en que no recordaría nada así de cruel de nuevo? Pero... daba miedo, mucho miedo. Me estremecí debido al mismo recuerdo, y a la posibilidad de encontrarme con algo parecido. A pesar de todo, seguí caminando, siempre lo había hecho, o al menos tenía esa sensación, de que cada vez que las cosas se ponían mal, salí a caminar o a correr ¿Para huir? Quién sabe, pero me sentía en paz por unos momentos, como en este, al caminar por los pasillos desolados de la Orden. Ya no tenía nada más que pensar, el shock del último recuerdo había pasado y había dejado únicamente la tristeza de lo sucedido. No sabía hacia donde avanzar, esa era la incógnita que debía resolver. Me asomé a una ventaba, estaba lloviendo afuera, no muy fuerte, como una llovizna leve. No se oían las gotas caer siquiera. “I'm standing on the bridge I'm waiting in the dark I thought that you'd be here by now” ¿Pero quién? Algún amigo, alguien… A quien sea que esperaba, que me quitara la soledad y la tristeza. “There's nothing but the rain No footsteps on the ground I'm listening, but there's no sound” Era casi abominable, como si estuviera encerrada en ese lugar. “Isn't anyone trying to find me?
Won't somebody come take me home?” A casa, donde fuera que eso estuviera. Si era verdad que trabajaba ahí ¿dónde estaba la gente que conocía de antes? ¿serían únicamente esos chicos suicidas? “It's a damn cold night Trying to figure out this life” Alguna forma de… ¿terminarlo? ¿continuar? “Won't you, take me by the hand, take me somewhere new” Sí, persona imaginaria… Que nunca iba a llegar. “I don't know who you are but I, I'm with you” Sí, contigo, sintiendo tu abrazo. Persona imaginaria. “I'm looking for a place” Donde descansar, donde sentirme a salvo entre tanto dolor. “I'm searching for a face” Cualquiera que pudiera reconocer “Is anybody here I know Cause nothing's going right and Everythings a mess And no one likes to be alone” Excepto yo, en ese momento ¿O tal vez no? “Isn't anyone trying to find me? Won't somebody come take me home?” Quien fuera… “Why is everything so confusing?” Comencé a correr, como si pudiera dejarlo todo atrás corriendo. “Maybe I'm just out of my mind” Tropecé, caí, y me raspé el antebrazo con una piedra de las tantas que construían la torre de la Orden. Entonces los vi, el recuerdo fue devuelto debido al dolor del rasguño que tenía en el antebrazo. El cual agarraba con fuerza, no por el dolor físico, sino por lo que veía en mi mente. Los otros chicos suicidas me habían encontrado. Entre dos me agarraban de los brazos y los otros se turnaban para golpearme. Intentaba soltarme, mi ropa estaba rota y me habían quitado mis guantes. Finalmente le di una patada al chico que se preparaba para golpearme y con la sorpresa sentí que aflojaban por un instante mis brazos. Me intenté soltar para salir corriendo y me arañaron los brazos, lograron sacarme un poco de sangre. Ya tenía sus mismas marcas, aunque yo no me las hubiera provocado. Corría, para escapar de tal masacre cuando un chico apuesto de pelo castaño oscuro apareció frente a mí, usaba una bandana en la cabeza y le gritaba “¡Sam!” ¿Quién era Sam? Parecía que iba a ayudarme. Me di cuenta de que estaba mirando al suelo, mientras seguía sosteniendo mi brazo. Lo miré, no había sangre, y las heridas que me habían hecho no habían dejado marca alguna. “It's a damn cold night
Trying to figure out this life” Miraba como al infinito, pero sentí la presencia de alguien más y vi a Therine parada frente a mí, se le veía preocupada. No decía nada mientras yo cantaba. “Won't you, take me by the hand, take me somewhere new” Prácticamente se lo estaba pidiendo, no más pasado, quería algo nuevo. “I don't know who you are” Todavía no la recordaba del todo. No la había visto en el recuerdo del beso, ni siquiera había hablado. Noté un ligero cambio de expresión en su rostro, le dolía eso. “But I, I'm with you” Si había confiado en ella antes, tenía que hacerlo en ese momento “I'm with you” Ella me tendió la mano para levantarme. Por primera vez, la tomé. ¿Qué era esa sensación? Había algo raro, no era como cuando saludaba a alguien más, o chocaba con alguien en el pasillo. Estaba de pie frente a ella, pero no solté su mano ¿Qué significaba eso? Me había abrasado antes, pero no recordaba haber sentido algo así, aunque pudo haber sido por el hecho de que estaba llorando y totalmente confundida. Aunque lo confundida aún lo tenía, cuando menos no estaba llorando. “Quiero probar” le dije, sin dejar de mirarla a los ojos. Si lo sentía... tenía que ser verdad, entonces su idea funcionaría. Y, si ella estaba ahí, nada pasaría. Ella giró la cabeza, en señal de que no entendía de qué hablaba. Ya no me importaba lo que sucedería, ni quien lo iniciaría, no estaba segura de por qué. ¿Sería una consecuencia sobre esa sensación que tenía por tomar su mano? Me le acerqué, ella no se movió, ¿tal vez por que ya estaba acostumbrada a momentos así? No soltaba su mano, por temor de perder la inspiración si lo hacía. Me acercaba más... Antes de que yo llegara, ella ya me había besado. Un choque eléctrico, seguido por una sensación de fuego en todo mi pecho fue lo que sentí. Y entonces lo vi, cuando le había cantado la canción de la Reina de Corazones. Fue sólo un momento el beso, pero recordé todo lo que había hecho, a Lara y a Dea ayudándome para convencer a Therine de llegar a la sala para cantarle. Todavía tenía los ojos cerrados, y los abrí un momento para ubicarla. Oh Ther... ¿Cómo pude olvidar ese sentimiento tan fuerte que te tenía? Yo volví a besarla, y esta vez hice que perdurara más de un momento. El fuego regresó, como era costumbre y ya lo recordaba, pero también tenía esa sensación de un choque eléctrico ¿sería eso lo que me hacía recordar? Therine dio un paso atrás, mientras yo daba uno hacia delante para alcanzarla. Los recuerdos del abuelo comenzaron a regresar uno a uno ¿Qué poder tenía Therine para poder hacerme recordar así todo? Incluso cosas de antes de conocerla. Imágenes de cientos de hojas volando en una biblioteca... Costa de Conejos, cuando lo había encontrado. Casi instantáneamente sentí que me hacía falta mis guantes y mi gorro. Me separé un momento de Ther, debido a la sensación un tanto de inseguridad que me provocaba la falta de aquellas prendas. “¿Me recordaste acaso?” Me preguntó, su respiración estaba algo acelerada, probablemente por la sorpresa de besarla así tan repentinamente. Asentí “También recordé cuánto te amo” le dije y noté sus ojos brillar.
“Mis guantes” dije, resintiendo la falta que sentía. Therine me los tendió, los había dejado en el comedor. Me los puse “El beso me hizo recordar” le dije “Pero todavía tengo momentos en blanco”. Dudé en volverla a besar, no quería abusar de ella de esa forma. Ther me abrazó por el cuello, como solía hacerlo. Me parecía que había sido siglos la última vez que lo había hecho. Ella me besó a mí y poco a poco comencé a ver como relámpagos en mi cabeza con lo que pudieron ser fotografías de diversos momentos. ¿Acaso la reacción química que causaba el beso en mi cerebro estaba afectando de alguna forma mi capacidad de recordar? Samuel, Hernán, el resto del grupo en España apareció en fotos individuales en mi cabeza. Era muy raro pensar en ellos en pleno beso. Y así con otras tantas cosas más, mi llegada a la Orden, cómo había conocido a todos ahí y cómo era mi relación con cada uno. Dejé de recordar cosas ¿había sido todo tan fácil en verdad? Ni me había dado cuenta de que Therine ya había chocado con la pared del pasillo cuando intenté abrazarla y me encontré con la fría piedra en lugar de aire. Escuché como se cayeron papeles y tal vez plumas. Había alguien en el pasillo ¿Por qué justo en ese momento? Therine también lo había notado y había volteado a ver junto conmigo a ver de quién se trataba. Lenalee había llegado junto con Komui, y debido a la sorpresa había tirado los papeles que traía. Milagrosamente, o tal vez era que Komui adoraba la tasa, o era demasiado adicto al café, no soltó la tasa de Yoshi que traía en la mano. Cerré los ojos en señal de frustración y me aparté de Therine. Ella se acomodó el cabello detrás de la oreja y yo comencé a reírme. Entre tantas personas que nos pudieron haber visto, terminaron siendo mi jefe y su asistente. De cierta forma, esperaba un regaño. “¡Krea-chan!” Gritó Komui, y agitó su taza, que ya estaba vacía “¿Ya recuperaste tus recuerdos?” Me preguntó. Yo asentí, dudando en si debía sonreír o no. Lenalee nos miraba a Therine y a mí, reprimiendo una carcajada. “Está bien” dijo Komui cambiando de tono de voz, a uno serio “Mañana temprano te diré sobre tu nueva misión” dijo y siguió caminando por el pasillo. Lenalee comenzó a recoger los papeles, Therine y yo nos acercamos a ayudarla. Cuando su hermano estuvo lo bastante lejos, Lenalee comenzó a reír. Therine le preguntó por qué. “Es que” comenzó entre risas “Es algo muy típico de Krea lo que acaba de pasar”. Yo la miré, extrañada ¿Cómo era típico de mí algo así si nunca antes había perdido la memoria? No que yo recordara, al menos. “No creo que hayan pasado 5 minutos de que hayas recuperado tus recuerdos cuando ya estaban así” dijo Lenalee, terminando de recoger los papeles. Reí por lo bajo, de cierta forma tenía razón.