Los Trazos De Montrouge

  • Uploaded by: Elbio Aparisi Nielsen
  • 0
  • 0
  • May 2020
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Los Trazos De Montrouge as PDF for free.

More details

  • Words: 46,908
  • Pages: 199
Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

1

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

2

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

Los trazos de

Montrouge Elbio Aparisi Nielsen

3

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

Aparisi Nielsen, Elbio Fundido en tres partes. Vizcaya, España, 2009. 203 págs. 21x15cm. ISBN 978-987-02-3646-7 1. Narrativa CDD 863

Hecho el depósito que prevé la ley 11.273 2009 Copyright todos los derechos reservados. ISBN 978-967-02-3656-7

4

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

A la humanidad... ese mal que duró dos segundos geológicos.

5

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

6

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

Prólogo

Nada es lo que parece y no es lo más importante, ya que la ansiedad que genera la esfera interna de William Faraday nos obliga a continuar. Porque estamos leyendo sus pensamientos desde en un proceso real de comprobación entre lo que es y no es, en su realidad unilateral. Amigos míos no desesperen en los primeros capítulos ya que todas las acciones son justificadas y hasta el final del epílogo no comprenderemos cuales son los reales motivos detonantes, incluso el camino a seguir queda abierto. Contradiciendo todas las reglas de publicidad con mi comentario sobre los primeros capítulos advierto que me ha sorprendido sobremanera la conclusión de la novela y lo que me dejó de reflexión a nivel personal, veo la humanidad con otros ojos, afectado particularmente por su visión repleta de ira y desenfreno pero también con su pronóstico para el futuro que es esclarecedor. Realmente es para hacer volúmenes extendiendo y desarrollando las psiques de cada uno de los personajes y la situaciones que hilvanan una trama, que a fin de cuentas es lo que esperamos de un libro, una película o una melodía. Todo es un entramado en el arte, en la física cuántica e incluso en la arquitectura del universo. Recomiendo esta novela a personas que quieren sentir asco y aversión por lo que leen, como así un estado de enamoramiento enfermizo, seguido de una desilusión

7

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

galopante que perdurará hasta leer el epílogo, supongo, ya que a mí personalmente me ha develado un poco de luz ante toda la historia. No es un libro incómodo por su dinamismo, aunque los sentimientos se encuentren con la moralidad sugiero continuar, al final es como un buen vino. Hoy he querido ser directo, amigable y sin codificaciones para invitarte a leer mi obra, pero creo arrepentirme de todo lo que he escrito, ¿sabes lo que te digo?, si quieres leer una historia de un apasionado con visión global creo que no vas a perder el tiempo, si lo tuyo es buscar evasión, mira cinco películas premiadas por algún oso o concha de mar y come palomitas que es lo que te perderías leyendo. Hoy es un día de verano y ha tronado muy fuerte, llueve y hace frío, las playas están desiertas y yo tengo un hambre de mil demonios. Un día de junio del 2009, Elbio Aparisi Nielsen

8

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

9

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

10

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

1 Solo pido que lleguen los dos hombres con las cintas rojas, es la señal, me preguntarán si tengo un teléfono, yo les contestaré que en el servicio. Estoy en medio de la estación Les Agnettes, suda mi frente mientras oigo los altavoces nombrar otra salida, el reloj enorme y blanco se halla arriba mío dando las seis en punto, es la hora, si no los veo en dos minutos debo desaparecer, los hombres de azul me encontrarán y será el fin de mi viaje. Falta solo un minuto y me sudan ahora los pies también, siento los zapatos mojados, acomodo mi cabello húmedo en la cara. Tocan mi hombro izquierdo, me sobresalto, son ellos, respiro al menos aliviado, ahora comienzan los verdaderos -bien actuados- nervios. -¿Tiene un teléfono?_ yo debo señalar mientras digo mi texto. -¡En el servicio!_ marchan mientras yo sigo en mi dirección, viro en la primera cabina de periódicos, vuelvo hacia el servicio, los veo entrar hace unos instantes, caminan rectos, parecen gemelos. Abro la puerta del baño público con toda la naturalidad que puedo, no miro a los lados, solo abro la puerta y espero que no me maten rápido o crean eso al ver mi supuesto rostro inexperto. -¿Tiene la clave?_los golpearía sin teatro. 11

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-No, no la tengo, solo me han dado cuatro palabras. -¿Cuales William?_ me ha llamado por mi nombre, lo saben todo, aunque no saben nada. -El trazo de Montrouge._que no sea otra pérdida. -Tienen el trazo._ le dice al otro, su compañero lo mira asustado como si hubiese nombrado a un muerto. -¿Puedo marcharme?_ debo mantener la postura, debo oler a miedo, no sospechan. -¡No!, cierra la puerta maldito._ me agarra del cuello con muchas fuerzas, no puedo respirar, aunque es para darles una función de sensaciones. -No he dicho nada, solo soy un pintor más, otro de los cientos que han muerto, por favor no me hagan daño, tengo una familia._miento. -Calla pintor o te mataré de la peor de las maneras, sufrirás... y no quieres sufrir._ no sabe de lo que habla, sufrir es mi aire, el dolor me produce placer. -No, eso no, ¡haré lo que pidan!, pero eso no, solo soy un pintor más... no me..._ voy muy bien. -Dirás que no nos has visto, lo sabremos si nos siguen, si sentimos que están detrás nuestro morirás por la ley del talión, de lo contrario vivirás para contarlo, al fin y al cabo solo eres un pintor, quedarán solo unos pocos en todo París... debes cuidarte._ otra nueva pérdida de tiempo, son farsantes, malditos drogadictos, no soporto las ventajas y las mentiras juntas. -Ellos no los seguirán, lo aseguro._ no hay nada que aprovechar, no tienen ni la más remota idea de lo que hacen, no estoy de humor pero les perdonaré la vida, quizás sean de utilidad. -Marcha sin mirar hacia atrás o juraremos venganza, nuestra unión ha destruido a miles de los tuyos en la historia, hoy vives pintor._cree que es una película de 12

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

miles de años de mentiras y engaños, está alucinando, se creen fuertes. No hago sonidos, no quiero líos, ahora mismo me alejo recto, pero si me siguen morirán. Estoy agotado, hoy no tengo una buena noche, llevo mucho tiempo queriendo dar con esos cabrones, son golpes invisibles, abren puertas y las cierran, no logro dar con los malditos que tienen los trazos, comienzo a rellenar mi impaciencia con odio. La gente no repara en que los estudio, me dan asco, absolutamente todos, aunque sea uno de ellos los aborrezco, malditas termitas comiendo. Debo tomar un poco de aire. Sacan fotos con sus cámaras nuevas, quedan pocos en la cuidad, ya no vienen, es el barrio peligroso de Europa, la ignorancia colectiva causa efectos insospechados. Algunos gritos me incomodan, me alejan de mis pensamientos, las sirenas nuevamente alertando a la ley del orden que impere con todas sus fuerzas, se debilidad es evidente, no hay nadie que contemple la ley como una orden, la oyen desde la indiferencia como un mal consejo. Trabajo para todos y no soy nadie en este inmundo soborno, me piden favores y yo los ejecuto a la perfección.

13

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

2

No he mirado atrás, por momentos puedo ser capaz de reproducir ojos y voces que no existen, la noche altera mis sentidos, tengo algunos apuntes mentales que debo guardar. Me llaman, son ellos, nuevamente, los escucho, mantengo el silencio para develar sus posiciones. -¿Has hecho lo que acordamos William? -Se lo han tragado todo, ¿estás detrás de ellos? -No, los hemos perdido. -¿Que mierda es esa? ¿cómo que los han perdido?, inútiles, son piezas reglamentadas, sabía que pasaría esto, no puedo confiar mas en el equipo, dile al capitán Ros que se ha acabado, no seguiré exponiendo mi identidad. -¡No puedes abandonarnos!, sabes el trato, tu... -¡Calla idiota!, no lo nombres, si lo haces mueres, malditos, -No tienes alternativas, debes aplicar la ley amigo. -¡Calla uniformado!, no conoces esta ciudad, esta jungla de acero no te corresponde, las putas que tienes detrás, ¿puedes reconocerlas idiota?, claro que no, toda la maldita ciudad corea mi nombre y no lo oyes, mi red me lleva a todos los cabos sueltos, a todas las preguntas. Como vuelvas a extorsionarme mueres uniformado. Las luces de los letreros y el hedor me persiguen, llevo esta vida hace tanto tiempo que no recuerdo mi 14

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

verdadero nombre, me han nombrado, se han equivocado, lo sabían todo de mí, aunque sea erróneo me preocupa, es la primera vez que sucede, pueden estar a un paso de descubrir quién soy realmente. No temo, lo tienen imposible, solo mi... no, no hablará nunca, no es de esos débiles enfermos, no es parte de esta ciudad, mi ciudad. Tengo de su personalidad mi maldad impune, su arte de la muerte y la no existencia. Subo al metro, están preocupados por sus trabajos, tienen los rostros de animales enjaulados en un Zoo, puedo verlos girar una y otra vez, aburridos de si mismos, callados por no ahogarse en su miserias, sus mentiras. Vienen unos niñatos, gritan, amenazan, otra noche agitada en mi ciudad, veo que faltan al menos nueve estaciones, significan dieciocho minutos de pura satisfacción. -¿Qué hacen? -¿Qué quieres viejo?, ¡piérdete!, ¡ven puta!, chúpala mojita sudada. No suman doscientos años los nueve juntos, uno por estación, será divertido, el maldito uniformado, ignorante. -¿Me ves viejo? ¿eh?, luzco como un viejo, pero mi vitalidad se alimenta de niños parecidos a ti, ven. -¡Viejo de mierda!_ corre hacia mi, pobre niño, que pronto va a dejar la vida. -¿Estás seguro niño?, si sigues no podrás follar, nunca. -¡Vete a la mierda!_ se acerca mientras me levanto, me agarro a la barra de acero junto a las puertas de salida, el resto de gente me mira, se olvidan por un momento 15

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

de sus trabajos, de sus miserias, hablarán de las mías. Golpeo su corazón, suavemente, puedo sentir el subidón de energía, me hago más joven, llevo unos días sin matar, es un buen comienzo. Hemos pasado la primer estación, voy sobre lo previsto. Comienzan a gritar desesperadas dos ancianas, antes no se han escandalizado por la pronta violación de la centroamericana. -Uno por uno, ¡cuenten!, cuando muerda el próximo cuenten hacia atrás, serán dos minutos, ni más ni menos, dos minutos entre la vida y la muerte. ¡Hagan sus cálculos malditos! Las ocho muertes serán exactamente como las he planeado, el segundo deja de respirar con mi zapato en su cuello y desangrándose, al tercero lo he hecho sufrir algo más, rompí sus piernas y brazos, lo he dejado ver la muerte de su amigo mientras el cuarto golpeaba su rostro contra el cristal de la ventana el tercero moría, al quinto le he hundido los ojos y roto las costillas muriendo por dentro, gritando como una puta. El sexto ha volado contra la pared del túnel, he podido escuchar sus huesos romper contra las ruedas del metro. Al séptimo alarmado lo he levantado con una mano del suelo, mientras me imploraba llorando por su vida, golpee sus genitales dos veces, mientras vomitaba golpeé su rostro contra la cabeza de su amigo muerto, para mí el segundo, para él su amigo de toda la vida. Con el octavo no tuve creatividad simplemente he disparado en su pecho unos cuatro impactos lo que ha hecho encajar los últimos dos minutos más intensos y diabólicamente placenteros de la noche. -¡Hijo de puta!, a mi no me vas a hacer nada, si intentas 16

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

acercarte la mato, le corto el... -¿Y ahora niñato? ¿rápido eh?, pues no seré rápido contigo. -¡Déjalo!, ya han muerto casi todos, déjalo vivir, que se encargue la..._ me dice una pobre vieja insana. -¡Te callas o mueres!, ¿y ahora quién es el hijo de puta? Los gritos me excitan, puedo eyacular sobre sus cuerpos, no me importa hacerlo, son muertos. Al noveno, simplemente lo he destripado, he abierto todo su torso, he dejado que sienta su cuerpo deshacerse mirando a sus amigos. Sus gritos resuenan hasta el corredor, pronto los voy dejando, estoy limpio, noto una línea en mi mano izquierda, chupo, no soy un vampiro, no tengo aspecto de un vampiro, su sangre simplemente es un trofeo. Al subir noto el cambio de la temperatura, cierro mi abrigo, la oscuridad reina, suenan sirenas, creo que las activan para parecer contrarrestar los actos delictivos, son indefensos, como niños con pistolas de aguas, no están hechos para la muerte, yo sí, vivo soñando encontrarme con la muerte, pero solo son sueños, malditos anhelos fantásticos. El portal está lleno de jeringas sucias, chiflo, tiran las llaves del tercero, puedo cogerlas sin mirar, al mismo tiempo chequeo la zona, reviso sus rostros, huelo el ambiente, se respira la misma escoria suelta de siempre. Abro el portal, huelo un rastro, no puedo precisar que es, en el ascensor puedo sentirlo mas cerca, viajo solo, no hay nadie junto a mi, se abren las puertas metálicas en la séptima planta, mi planta, al menos desde hace un tiempo prudencial. Suelto las llaves por el tubo, ella está a todas horas en 17

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

su piso, mirando su televisión gigante comiendo como una cerda asquerosa y bonita, muy bonita de cara, como todas las gordas. -¿Has viajado bien Will?_ su voz... -¿Cómo has llegado aquí? -Junto a ti. -No puede ser, tú no tienes que estar aquí. -Es tu padre Will. -¿Que sucede con él? -Está muriendo William, tienes que ir, te espera, dice que hay temas pendientes que resolver... -¿De qué coño hablas? -Te espera, cuidaré tus espaldas hasta llegar a la prisión, hay mucha gente que quiere verte muerto Will, la guerra ha comenzado y no te has enterado.

18

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

3

Mi París fálica hace sus juegos de luces, los turistas disfrutan como mogólicos las secuencias lumínicas, viajo en metro, no dejo de navegar mi ciudad nunca, siento estar en sus venas, en su organismo vital, aquí puedo ver sus rostros, su interior, sus miserias. "Rue de la Santé 42, 75014 14éme Arrondissement", miro el papel sucio en mis manos, y noto como intentan leer mi nota, a mi derecha, siempre hay fisgones merodeando. -¿Has visto el contenido?, ¿has leído?_ estamos enjaulados como hormigas, somos zánganos, solo aprieto en su nuca, ha muerto despierto, parece dormido, no puedo permitir dejar de ser invisible, le he pagado a la gorda, hemos acordado otro sitio seguro, ni ella lo sabe, hay tres cadenas de personas, simplemente me descubren y mueren 27 personas, fantaseo algunas veces cuando estoy aburrido que entran por la puerta y tengo la excusa para realizar una verdadera masacre sin sentido más que el placer por el hecho mismo, pero son solo fantasías. Los sudores del resto se han hecho uno, llevamos al menos un cuarto de hora viajando, es repulsivo. Hoy es un día festivo, miles de personas se movilizan en el centro, todo explica el vagón repleto de inútiles engranajes capitalistas. Bajo en Saint-Jacques, llevo años sin volver a este sitio, unos guardias hablan, no sé si es sobre mí o sobre ellos, no puedo permitirme una duda suelta, puede ser un efecto mariposa. Han muerto sedados por mi guante blanco. 19

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

El edificio sigue igual de viejo y medieval, me recuerda los antiguos mataderos, es que no es mi edad, mi tiempo y mi espacio el que me determina, simplemente pude ver ciertos sucesos indescriptibles, hechos que consolidaron el capitalismo tal y como lo disfrutamos, repleto de prisiones, muerte y violaciones, hay días que fantaseo con mi culpa, en esos días simplemente me retiro a la contemplación. En la lista de instrucciones leo sobre las sospechas de tráfico de estupefacientes, también sobre las horas de visita, y las monedas que debo ingresar, ni mas ni menos, solo para invitar refrescos, sonrío mientras el guardia me cachea. -¿Trae objetos punzantes? -No. -¿Drogas? -No. -¿Cuanto dinero tiene en los bolsillos señor? -Unas monedas, para un solo refresco._ mi guante blanco me pide que lo use, debo comportarme. -¿Que relación tiene usted con el recluso? -Amigo lejano. -Solo podrá estar una hora, ahora debe entregar su documentación, orden de visita, y llave de la taquilla. El resto de llaves, teléfono u objetos debe dejarlos en las taquillas del centro de visitas. -Solo llevo unas monedas y un guante blanco._ es un guante blanco fino, recubre solo cuando es necesario mi otro guante de cuero marrón, esos siempre van conmigo, nunca toco mi rostro con mis guantes, los restos podrían enviarme al hospital, y no hay hospital que entienda mi cuerpo. 20

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

Un perro se acerca con otro guardia, ya son tres los que me rodean, estoy realmente incómodo, si mueren es por su ineptitud no por mis nervios. El maldito perro ladra y me daña los oídos, son muy sensibles mis oídos, son musicales. Huelo su miedo, se calla, perro inseguro, rodeado de guardias reconoce que no debe alertarlos, no es un perro estúpido, se acerca, me huele el abrigo y se sienta a mi orden. Los guardias lo golpean, le gritan, prefiere los azotes de sus amos a mi toque certero. Leo un letrero mal iluminado, " Si se sospecha que alguien está traficando con drogas: Se llevará a cabo un cacheo más profundo. Se le ofrecerá una visita a puerta cerrada. Se dará por finalizada la visita. Se llamará a la policía para que lleve a cabo un registro pormenorizado." Se hará todo lo posible para que la persona sea acusada de "posesión con intento de distribuir". Sus cargos, acusaciones, sus etiquetas legales, recuerdo cuando esto no existía, la ley del talión, el ojo por ojo, la venganza, todas esas reacciones tribales y efectistas eran mejores, mas directas. No había un foco donde criarlos, ellos morían, la maldad se guardaba en la muerte, la maldad se esparcía en nombre de Dios, de una nación religiosa fundamentada por el pensamiento mágico de la salvación de sí mismos, bestias por bestias. En otro letrero: "El delincuente y su visita(s) normalmente se sientan uno delante del otro en una mesa en una sala abierta, en la que se encuentran otros 21

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

delincuentes y sus visitas. El contacto físico entre el delincuente y su visita solo es permitido brevemente y al final de la visita. No podrá moverse el delincuente de su silla." Ahora lo bueno. "Una visita puede ser a puerta cerrada si existen dudas de que dicha visita suponga un riego para la seguridad de la prisión, o si existe un riesgo de que se esté llevando a cabo una actividad inaceptable o ilegal durante la visita, como por ejemplo el contrabando de drogas. Durante la visita a puerta cerrada el delincuente y su visita podrán hablar mientras permanecen sentados cada uno a un lado de un panel de cristal. Siempre serán registrados, una y otra vez." Estoy frente a dicho cristal reforzado, no hay teléfonos, la habitación está a oscuras, siento detrás al guardia que he podido ver con su perro, pero siento que hay muchos más. Pienso que me he metido en mi propia tumba y he tirado la tierra húmeda sobre las maderas, hay al menos catorce guardias movilizándose, si se atreven a tocarme morirán, no lo saben pero morirán, espero que no sea esta la ocasión, solo quiero dialogar con mi padre, mi último padre o quién dicen que lo es. -Has llegado, te han contactado, eres difícil de ubicar hijo. -Repite esa palabra y mueres, padre. ¿A que he venido hoy?, estoy sudando, eso no es bueno, siento al menos una docena y media de guardias rodeándonos, si es una trampa morirás tu también, padre. -Es una simple visita, nadie sabe realmente de mi vida, soy fuerte, han intentado hacerme hablar. -Tu rostro me enseña al menos treinta y dos cortes anteriores... y uno reciente. 22

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-Es que lo hacen siempre, mi cuerpo está destrozado, no voy a descubrir mis dolores existenciales, son minutos valiosos y reconozco que haces un esfuerzo en estar aquí dentro. -Sin dudas. -Estoy enfermo. -Eso me ha dicho la voz. -Me quedan solo unos días, ellos no lo saben, sino harían de mi cuerpo un Jesucristo. -Qué infame, sus técnicas de mago eran Asiáticas, pobres incultos, me conformo con su mirada justo antes de entregarse a su padre, buscó a su alrededor desesperado y clamando ayuda, me parece gracioso, patético... creo recordarlo. -Solo quiero que sepas la verdad, tu sabes muy bien que eres mortal, tu falta de miedo hace que pierdas el control, hijo... perdona, no lo repetiré, es que tienes un conocimiento que no es común, a veces cuando eras pequeño simplemente llorabas por el castigo que suponía verte inmortal al hablar, no pude explicarlo y no lo explico todavía, tu sensatez con dos años, todo ha marcado mi vida, entiende que los trazos de Montrouge son más importantes que todos los negocios de París entera, todos los pintores murieron y mi muerte es inevitable, debes hablar con el ilustrador, el tiene mucho de que hablar contigo, la clave está en él ,hijo. -¡He dicho que no me llames así maldita mierda!, ¡no eres más que otra marioneta para dispersarme! ¡diles desde el otro lado que nadie me aleja de los trazos por nada del mundo!_ lo ha hecho tres veces, si quiere morir es el momento. Destruyo el cristal como deshago su rostro en sus picos imperfectos, hundo su cuello en ellos y con mi mano 23

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

derecha giro su cabeza para que me mire, en su última aspiración de oxígeno, me recuerda al crucificado, su misma desesperación, sus ojos pálidos. La docena y media se abalanza sobre mi espalda, unos caen al tacto otros me miran con sus armas empuñadas apuntándome a la cabeza. -¡No hay nada que hacer!, soy viejo, joven y la muerte me divierte, ¿quién es el primero uniformados? ¡amo degollar uniformados! -¡Un paso más y dispararemos señor!, ¡no se mueva!_reconoce que es su final. No tengo mi arma, solo llevo mi guante blanco, y algunas otras telas adherentes. Lanzo dos hacia sus rostros, disparan y mueren, son unos segundos. Miro al que dicen que es mi padre, el último hijo de puta que quiere quitarme del camino. Si piensan que me escaparé, se olvidan con quién tratan, quiero irme de este sitio, huele a miedo, no soporto el miedo ajeno, me avergüenza, deberían saber que clase de riesgos asumen al firmar sus contratos miserables... todo por sus hijos. Me esperan al menos sesenta uniformados y una sirena, oigo los gritos de los reclusos. Cojo sus dos armas y cruzo mis brazos, el corredor se ilumina de fogonazos, me quedan al menos treinta metros de recorrido, ahora es cuando debo correr, hay tres puertas que me impedirán la salida. ...

24

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

No me pregunto cómo he salido, llevo sangre en mi abrigo, lo ha teñido de tejidos, ¿el ilustrador?, en algún momento oí el mismo mote en boca de mi otro supuesto padre, en alguna mañana de mi niñez, es difuso, hay mucha información con ruido, debo volver a mi habitación, la nueva... creen que tengo algún trastorno paternal, se empeñan en convencerme de su existencia con copias baratas. Desnudo, chupo de mi brazo izquierdo, succiono una gota de mi sangre, pronto hará el efecto, el agua caliente quema mi espalda, continua siendo de madrugada, debo encontrar al ilustrador en unas horas, pero primero necesito ubicar esa mañana de mi niñez. Han muerto al menos setenta uniformados, mañana será noticia del periódico marioneta, jugarán a intentar saber quién ha sido, divulgarán una historia, escribirán libros, Jack no era mas que simple enfermo, vigilaba sus pasos, hoy es historia, un clásico... quizás no haya mañana que inventar.

25

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

4 -Tienes una llamada en el teléfono móvil, es importante._ otra vez su voz en algún punto. -¿Qué haces aquí? ¿te lo ha dicho la gorda?, mañana será carne de pájaros._ la ventana está abierta, ha sido rápido. El sol abre caminos entre la oscuridad, deberían de haber miles de bolas incandescentes en el frío y vasto universo. La suma de todas las posibilidades de Sagan. Marco el número que dice mi móvil. -Han hecho una llamada a mi número, quiero saber con quién hablo, de lo contrario averiguaré quién eres, nadie debe tener este número._no es un buen momento para cabrearme. -Mi nombre es Yves Bourne del laboratorio ZymeQuest, tenemos los resultados de las muestras de la última visita, ¿lo recuerda señor? solo dejó este número, no tenemos historia clínica. -Es verdad, mi memoria no goza de buena salud, es cierto, dígame. -¿Quiere los resultados por teléfono? si no recuerda puedo recordarle yo, la noche en que extrajimos el tejido nos dijo la hora exacta, las 9.03 de la mañana de hoy, cumplimos, ahora debe asegurarnos que estamos a salvo, que no hará nada en contra de nuestras familias. -¿Eso dije? ¡que cabrón!, claro, es habitual en mí, no me 26

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

importa una mierda su familia, ni la del doctor Bernard Henrissat, lo que hacen en el laboratorio no está bien, pronto tendrán la justicia detrás, o mis bidones para incinerarlo todo. -Los resultados, ¿por teléfono?_ se quiebra su voz. -Se que algo funciona muy mal, lo sé._no hay dudas, pero una voz experta no viene nada mal. -Es que..._ sus silencios son dulce con hambre. -¿Tiene miedo doctor Yves?_ está muerto de miedo. -Es que..._su jadeo repentino, le delata una cardiopatía, su edad y las crisis de ansiedad no le ayudan. -Si no me dice el resultado deberé viajar hasta allí, no quiere que suceda eso ¿verdad doctor Yves? -No, por favor, no, terminamos de recomponer el laboratorio después de los destrozos que hizo. -Me divertí, y puedo repetirlo con mi bidón de gasolina. -No será necesario señor, tiene usted una Fascitis necronizante... lo he dicho, eso es lo que tiene. -¿Qué es exactamente doctor Yves? -Es... el trastorno... más temible y más incontrolable de este momento... lo lamento._no lamenta nada. -No temo._su jadeo se mantiene constante. -Debería, pronto comenzará la fiebre y el sarpullido nuevamente, está en su fase inicial..._ cree que es una bendición divina, si muero tan rápido como cree no hay nada que temer. -Eso no es nada._mi pasado fue algo. -Pues se agrava considerablemente, las bacterias lo comerán por dentro señor, perdone, estoy realmente muy nervioso, no mido mis palabras. -Siga o muere._ ahora me estoy encendiendo. -Según nuestros estudios y previsiones su cuerpo está afectado completamente, sus intestinos, pulmones, 27

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

incluso sus piernas están en el proceso, será una muerte dolorosa señor... sugerimos... -¿De cuanto tiempo hablamos?_hay milagros que juraron ver todos los idiotas, lo hicieron mientras esas madres y niños morían en sus chozas, en nombre de su Dios, putos ignorantes. -En un caso especifico pudimos salvar a la persona extirpando la zona afectada, se llama cirugía extirpatoria radical, lamentamos que este caso sea mas grave señor... su cuerpo está... -¿De cuanto tiempo hablamos? -En la última fase debe estar en el hospital, sin asistencia es imposible pervivir, mantenerse de pie, los dolores son muy agudos. -¡Por última vez doctor Yves Bourne! su mujer, sus dos hijas y su suegra morirán esta noche si no me contesta ahora mismo. -Nuestros cálculos son de aproximadamente unas semanas de vida, no podemos precisar el tiempo exacto, es que nadie puede soportar los dolores sin medicación, puede ser más tiempo, usted es una persona excepcionalmente más fuerte, pero sigue siendo humano señor, tarde o temprano deberá ser asistido. -¡Nadie tocará mi cuerpo!, se lo aseguro doctor Bourne, soportaré, pero antes saldaré todas las deudas pendientes._su voz se ahoga, le he perdonado la vida, tendrá poco tiempo para sanar a sus pacientes o familia, el tiempo... comienza a preocuparme. Mi niñez, el ilustrador, los uniformados, los trazos de Montrouge, debo establecer un orden, quizás sea el número de prioridad. 28

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

Mi niñez: Era una tarde de agosto, era verano, recién volvía con mi madre de hacer unas compras, no puedo ver que era realmente, no me interesa, mi padre me cogió del brazo y me llevó a la habitación, cerró las cortinas, las puertas, apago las luces, yo sonreía mientras el hacía ruido a hojas. -Hijo, debes escucharme con mucha atención, todo lo que te diré será crucial para tu futuro, debes guardarlo en tu mente hijo, tienes una inteligencia sobrenatural, no sé muy bien que hacer contigo, creo que puedo saber cual es tu futuro. Hoy me han dado este grabado, tienes que palparlo como te enseñé hace unas semanas, es la puerta a los trazos de Montrouge hijo, debes memorizar la secuencia de números. No puedes repetirla, solo debes palparla, la recordarás al tocarla nuevamente, y entenderás por qué escapo hijo, todo lo que haré a partir de ahora no es más que el comienzo de una vieja venganza hijo, mis actos serán caminos que te abrirán repuestas en un futuro, recuerda la secuencia, lo que palpas es un trozo hijo, debes encontrarlos, los números están frente a ti todo el tiempo._ o son recuerdos, o me manipularon, estoy enjaulado y envuelto en el odio que me pide el cuerpo. Puedo sentir en mis manos quemadas sus números, maldito hijo de puta me ha jugado con la misma moneda, escoria humana que te pudras en el infierno de tus creencias. ¡Quemé mis manos por ella! ¡por todos! ¿Quieres venganza? ¡has muerto padre, te he matado! sabías que te mataría, maldito embustero lo haría pagar por todo esto, me has despertado solo ira maldito viejo 29

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

insano, decrépito ser humano enfermo. Solo quieres tus trazos, ¡regaré las calles de París en sangre! ¡desgarraré su seguridad burguesa! ¡morirán por dentro! ensimismados por el dolor de la muerte y el miedo. ¿Quieres los trazos padre? he investigado durante una década, estoy cerca de llegar a entender su red invisible, donde los uniformados tienen mapas secretos, estoy a un paso de derramar sus fortunas al mar, ¿y traes a mi recuerdo la secuencia numérica que no me lleva más que a nuevos cerrojos?, maldito enfermo psicótico, ¿cómo lo haces? ¡te he matado maldito! Siento calor, fuera la temperatura es agradable, puedo ver esa gente caminando con sus chaquetas sueltas, sudo gotas enormes, siento mi espalda llena de agua, huelo mi orín, me he meado encima, será la ira, puedo ver mis guantes, nada me detendrá, estoy muy cerca. Debo buscar al ilustrador, ¿qué es?¿quién es? -¡El ilustrador te espera en la estación Voltaire a las 13am!, recuerda llevar el guante, quizás tengas compañía._ su voz se apaga ¿cómo es posible? -¡Vuelve! ¿ta han enviado ellos?_ me acerco a la ventana, sigue abierta como antes, se ha escurrido nuevamente, termino de vestirme, me siento algo mareado, vomito la cama, la gorda me pedirá más dinero... los efectos se anticipan, semanas dijo Bourne... el sol... la alfombra, la mesa, el espejo, esos haces de luz rebotan y me ciegan, los espasmo son increíbles, voy a comer algo.

30

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

5

Son caretas de fiesta que enseñan sus miserias de día, duermen despiertos con sus ojos inmóviles, autómatas presos sistemáticos, si recordaran sus pasados comprenderían algo más, contemplarían al resto. Viajo enlatado, asqueado del olor del resto, sudo mucho, creo que molesta mi sudor, tengo muchas ganas de utilizar el guante, de dejarlos a todos durmiendo eternamente, puedo oler futuros miedos, no saben quién puedo ser, el día nos vuelve seguros, pero sigue asechando la misma maldad que en la noche, París no tiene descanso, viven encerrados en sus ideas, pobres ingratos. Saint-Ambroise resuena en el megáfono con una voz femenina sensual, me espera el ilustrador, lo reconoceré, ese hijo de puta, ¿que mente tan enferma encierra un recuerdo por utilidad?, lo mataría nuevamente, la escoria debe estar enterrada y sin honores. Camino por Boulevard Voltaire, todo luce muy lleno, muy vital, estas calles son centros de sacrificios modernos, en sótanos donde ahora mismo hay un ser sufriendo torturas inimaginables para ricos del petróleo. Debo centrarme, el sudor me hace pensar demasiado, son las 12.53 am puedo oler presencias, me esperan, bajo por las escaleras, no soy invisible para ellos, ya han pasado a mi lado, han informado, desde cientos de puntos como cámaras humanas, si buscan muerte impartiré dolor como ofrenda, si es eso, lo tendrán.

31

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-Tienes tres detrás tuyo, otros nueve a los laterales y unos veinte entre la gente que viene del último tren, treinta y dos en total, sin contar los de fuera._ su voz nuevamente, su protección, no pido su ayuda, busco entre los andantes. -Cuando te encuentre te enterarás._ se lo digo bajo, parece escucharlo todo, por su culpa nuevamente sigo buscando, siento un picor muy fuerte en la garganta, quizás comience a tener menos tiempo, debo estar alerta. Siento una mirada distinta, se encuentra en un puesto de periódicos, el vendedor me hace señas, debo ir, no hay peligro. -Están por todos lados, coge un periódico, haz que lees mirando hacia el centro de la estación, podrás oírme mientras ellos preparan su ataque. -¿Eres el ilustrador? puedo oler tus intenciones. -Hay una cadena de errores William, debes comprender que la muerte de tu padre tiene un significado. -Lo maté con mis propias... -Lo sé William, siempre fantaseó con su muerte, sabía que lo harías tarde o temprano, supongo que has llegado aquí por sus últimas palabras. -Habla claro o mueres, estoy a uno centímetros de degollarte en público._no me mira a los ojos. -No será necesario, tienes que encontrar al ilustrador, ellos..._desestima mi presencia con la ignorancia de mis capacidades, la soberbia puede llevarlo a culminar todo este orden lúdico. -Pueden o creer que me matarán, llevan un error existencial que no los deja ver la realidad. 32

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-No son ellos quienes vienen William, hay cientos de grupos organizados para atacar, hay rumores sobre los trazos, tu padre te ha dejado en su último aliento un fragmento, tienes que encontrar al verdadero ilustrador, quizás estar aquí sea perfecto. -¿De qué coño hablas vendedor de periódicos?_ mantengo el gigante informativo vegetal tapando mi rostro, miro atrás, no hay nadie, su voz ha desaparecido, he visto su rostro, he sentido su miedo al hablar, quizás no sea mas que un enviado de mi padre, ¿el maldito ha orquestado mi futuro? Mi cabeza, oh mi cabeza, ¿que es este sonido?, se han vuelto ingeniosos, ¿cientos de grupos organizados?, ay, ese maldito sonido, nadie parece oírlo, siento mi sudor entrar en los genitales, mis manos insensibles sudan puedo ver gotas caer de los guantes, suelto el periódico, era verdad, treinta y dos hombres de ojos abiertos y claros, muy claros. -¿Creen que pueden conmigo? -Hemos podido, descanse señor Faraday. Solo puedo retroceder hacia atrás, destrozo parte de sus publicaciones manipuladas por los mismos que riegan de dosis la ciudad, suenan los cristales estallar por el peso de mi cuerpo caliente, suelto trozos que vuelan a sus rostros, daño sus ojos. -No tiene nada que hacer, podremos seguir viendo señor Faraday, la clave no está en los ojos, pronto lo comprenderá._ su voz es ensordecedora, el resto de gente simplemente camina sin importarle nada los sonidos, quizás solo yo los oiga. Mi cuello, el ardor, hijos 33

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

de puta, me han envenenado antes, en algún punto de la escalera, pude sentir una anomalía, ¿cómo lo ha hecho? ¿cómo me han engañado? esa voz, maldita embustera, los mataré luego, cuando... -¡Levántenlo!, deben acomodarlo en la silla de ruedas, ¡no!, inútil, no lo toquen, quita el cuerpo, ¡no deben tocarlo!, tiene el veneno en todo el cuerpo, con los guantes, eso es... _ no aguanto esta inconsciencia, puedo oírlos, puedo... ... Una música recorre mi cabeza, veo los rostros de esos niñatos muertos, sus ojos, oh, esos ojos, los he dañado hace un momento, debo abrir los míos, puedo sentir un olor extraño. -¡Me sueltan o mueren!_ no puedo ver donde estoy hay una absoluta oscuridad, huele a... -Mueres tú si no callas Faraday, ¿hueles?, es té, ¿sabes que contesta un maestro cuando llegan implorando respuestas?_ ¿qué es este lugar? -Pura mierda, ¿qué hago aquí? ¡me sueltas o mueres! -Los invita a una taza de té, no hay respuestas, no hay caminos, no hay universo que nos deba preocupar... no hay otros. -No soporto tu olor, ¿me castigas?, nada puede detenerme, sé quienes y dónde, tengo el mapa en mi memoria, todos son culpables. -William, hay problemas que no se resuelven, un maestro invita una taza de té, pero realmente invita a la conciencia, tu presencia aquí es para que nos devuelvas 34

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

algo que nos pertenece, algo que tu padre nos robó hace unas décadas, sabemos que ha muerto, tu firma está en toda la prisión, Rue de la Santé huele a ti, a tu estilo o tus guantes. -¿Crees saber de mí?, no hay nada que pueda hacer por ustedes, pronto se apagarán los escenarios y el mapa en mi memoria me enseñará cada minuto del futuro. -No hay azar controlado señor Faraday, simplemente debe ceñirse al presente continuo, el que lo tiene ahora apresado en un mundo oscuro de meditación. El maestro al ofrecer una taza de té está realmente invitando a la consciencia, debe emular mi ejemplo señor Faraday, de lo contrario podremos hacer daño, mucho daño, somos expertos. -¿Cree que temo?, no le temo a nada, París es mía, quienes la controlan creen mantener un orden, yo soy su caos, su demonio suelto, nada podrá alejarme de mi objetivo. -¿Los trazos señor Faraday? ¿cree que los trazos tienen vital relevancia en nuestros territorios?, un maestro invita a cualquiera a meditar, durante horas reposa el té, no es el mismo efecto. -¡No hay maestros malditos!, enciende la luz así puedo verte mierda orgánica. -Somos ciegos señor Faraday, somos oscuros, podemos verle sin movernos, entienda que no hay caminos, no hay superficies, no hay mentes, podría usted reconocer su ambiente si lo supiera, París... su París no tiene hilos en sus calles, cuerdas visibles para cualquier individuo, nosotros podemos oler, oír, y palparlos, no es lo que usted cree señor Faraday, hay veces que los ojos no son nuestros mejores mentores, la realidad se confunde 35

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

ante los ojos. Lo invito a meditar, quizás entienda lo que digo. Mi secuencia, la ceguera, mi recuerdo, mi padre, este maldito, la voz, mi niñez, mi enfermedad, hilos, París, hilos, trazos, ceguera, puedo sentir como un calor infernal, Dai9nte, infiernos, trazos, Montrouge, huelo otros olores, creo que comienza lo peor, algo me detiene, deseo matarlos, sus golpes quizás revelen algo más, puedo ver, no hay luz, puedo ver, está en el centro, dibujando en su posición de meditación, se mueve hacia adelante y hacia atrás, ¿el ilustrador? veo miles detrás mío, puedo ver, sigue siendo oscuro. -¿Real señor Faraday? -He venido en tu busca. -No soy quién crees, puedes ver, ¿extraño no?, es la ceguera, te hace más fuerte ante la realidad, te propone un visión periférica, no hay limites, no hay marcos. -¿Qué quieres? -Has hablado con el ilustrador, quiero saberlo todo. -Pero, si... -Te confundes, ya has hablado con el ilustrador, mis grafos te han confundido, ¿qué te ha dicho? -Veo que buscas lo mismo que yo, no tengo ninguna información, no debo estar aquí, si no me sueltas comenzaré a matarlos uno por uno, y el último serás tú, lo sabes, soy capaz. -¡No!, no lo eres maldito infame, solo eres un ser despreciable, una rata de ciudad que busca explicaciones con la violencia, no tienes la mínima idea de lo que significa contener los trazos, no sabes, no sabrás, tu búsqueda es interna, te lo he dicho, no hay 36

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

caminos, si sigues entrarás en la guerra, y eso es un campo extremadamente difícil, una sola persona no puede ser capaz de sortear millones de balas... déjaselos a ellos, pronto regarán de fuego y muerte todo lo que hallen a su paso. -Juego a las estadísticas, la ley de la probabilidad, siempre hay una mano que pueda atravesar la pared, no sabes nada de mí, solo sabes anular los pensamientos para no sentirte el animal que eres._ puedo seguir viendo todos a la vez por delante y detrás, esos discípulos, no hay salida. No hay puertas que abrir... puede ser una falsa visión, no sé que pensar.

37

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

6

Huele a perfume de mujer. -¿Quién eres?_ todo esto de esperar, el cuello, sus silencios, su perfume camina a mi olfato, me obliga. -Tu peor pesadilla, o tu mejor sueño, lo que desees._ tiene potencial. -No confío en las mujeres._ en una que no existe. -Ni yo._ no es la única. -Somos dos, si te han enviado estos monjes budistas no conseguirás nada. -Ellos me han llamado, saben que sigo tus pasos, pretenden que te exprima como a un fruto, ellos no son capaces de aislar el alma y ser violentos. -Yo no tengo alma, mi cerebro se encarga de hacerme creer en un alma, un ente incontrolable de energía, no hay nada mas sin sentido que un alma, suéltame y no te mataré, tócame y morirás. -Te han lavado, han quitado todo tu veneno. -No, creen que lo han hecho, mi sudor nuevamente se impregna al abrigo este se humedece y ciertos químicos renuevan la formula, es un truco muy antiguo, deberían saberlo. -Te crees tan listo, me hablaron de ti cuando era pequeña, siempre sentí ser como tú, mírame, debo aniquilar a mi preferido. -No lo harás sabes que siempre vuelvo a matar, sin eso moriría, es mi vitalidad, la muerte. 38

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-Una cultura de muerte contiene vengadores. -La guerra simplemente limpia las calles de los violentos, un mundo sin guerras es un mundo repleto de maldad y violencia, la escoria muere en las batallas, los ideales sobreviven en un castillo, edificio o torre, siempre, reformando lo futuro, incorrectamente. París necesita limpiarse nuevamente, está asqueada del robo y la mafia, reinan los extranjeros por donde mires, ellos quieren dominar nuestras calles, ellos, los de fuera. -¿La guerra limpiaría las calles?, eso es una tregua momentánea, solo es un momento, William pude ver dar contigo antes pero preferí instruirme, analicé cada acto tuyo, eres extremadamente complejo, cientos de inocentes murieron por tu malestar contra el resto. -Eso es falso, todos los que murieron fueron culpables, todos los hechos no tienen un juicio popular, ni soy yo el juez o el héroe de cómic, mueren porque se lo ganaron, simplemente abro la puerta de sus deseos internos, puedo leer detrás de cada cerebro el alma aferrada hasta la médula. -Eres un libertador, un incomprendido. -No confío en ti, no sé tu nombre. -No lo sabrás, al igual que yo. -Para mí serás Miasma, oleré y te recordaré siempre, puedes emanar tu aliento y yo reconocería tu nombre detrás. -No me molesta, sigues aquí, agotado, oigo como jadeas. -Simplemente mi cuerpo está cansado, no olvides nunca eso. ¿Qué quieres?, el silencio me molesta, deja de investigarme, no hay nada que puedas ver o sentir, no irradio nada Miasma. -Claman por mí, pronto volveré, quizás haya planes. 39

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-No me gustan los planes, suelen fallar. Desaparece en medio de una nebulosa, es oscuridad y veo sin ver, hoy mueren menos culpables en mi cuidad, mi tiempo vale, puedo sentir sus voces. No hay héroes, ni libertadores, no hay justicieros ni vengadores, no hay muerte ni treguas, no hay nada en mis intenciones, mi violencia florece en un conjunto, un orden no sistemático, una ola natural que se encarga de abrir puertas y dejar otras cerradas, simplemente quitar miseria humana. Nadie se enorgullece de mi presencia en la ciudad, todos critican como acciono contra las mafias, ellos simplemente escriben artículos desde sus ordenadores y yo cargo con la culpa, nadie apoya mi orden, gritar que la tierra se muere es mejor que aniquilar a quienes la destruyen, no lo entiendo, solo doy vida a mi alma, que es una idea más en mis pensamientos, el placer no ocupa un lugar, no suelo hacerlo por sensaciones, no las tengo arraigadas a mi persona, una de ellas. No llevo vestimentas extrañas, solo soy yo, y mi capacidad de ocultarme, simplemente, ellos temen naturalmente, mas de noche que de día. No hay ni habrá en París un Hombre bueno disfrazado de payaso, soy un luchador único de causas perdidas, me fundo en las batallas, estoy muy cerca de una guerra de guerras y nadie tiene la mínima noción de lo que significo para ellos. -Quieren matarte, les he dicho que tienes una secuencia numérica._ su olor. -Escapa conmigo._solo soy complaciente. -Solo soy un simple observadora de tu obra maestra._huele muy bien para ser una fisgona. 40

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-Esta no es mi obra, hay miles de personas en escena pidiendo mi cabeza, solo soy un cabrón listo y muy dañino, el resto es mito, leyenda urbana, cuentos para asustar a los niños, por cierto hacen muy bien en asustarlos, vivirán más. -¿Te crees invencible?, por momentos veo tu trastorno, tienes mucha suerte de tu lado, de eso no hay dudas, hay un don que te lleva hacia el tiempo y lugar exactos para no morir, predestinado, mensajeado, manipulado quizás... no logro pisar por dónde tus pies han dejado huella. -Es un error, predecir es natural en todos nosotros, fue la voluntad de poder lo que nos hizo evolucionar, eso y cocinar la comida... no me sigas nunca, los que lo intentan no pueden reproducirlo. -Hay momentos que simplemente no entiendo el fin de tu camino... pero te encargas de desintegrar a esos maldecidos... la paradoja es verte inmóvil. -Debo aclarar algunos puntos, si tú me ayudas te recompensaré, el dinero no es gran problema, suelo buscarlo de la misma forma con que mato, hay mucho por allí fuera, ¿quieres una cuenta?... no confío en ti Miasma, eres una arpía como todas las mujeres, lo que te conviene genéticamente es tu camino, si quieres ganar millones simplemente me descuelgas._solo hay una tijera que nos cortó por iguales en el minuto cero anterior, pero hicimos lo que hicimos destrozándonos entre retazos. -Eso significa que intentarás escapar, no puedo enfrentarme a toda una horda de luchadores asiáticos._ no sabe muy bien quién soy realmente. -No lo harás, seguirás haciendo lo que dices que hiciste. -¿Seguirte? 41

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-Detrás mío hay vida, delante muerte, tu eliges, debemos marchar, hay cientos de hilos que cortar en la ciudad. Algo de su personalidad coincide, es su acento o su persistencia, no confío en ella, sigue siendo una manipulada, no quiero compañeros, no me gusta la compañía, podría ser la puerta hacia los gélidos, ellos dirán algunas frases sueltas que me ayudarán, tengo el presentimiento de que no hay pistas, solo puertas móviles. -¿Tienes los códigos? ¡Eh! ¿los tienes?_ me corta la piel, sangro. -¡No hay códigos que tengas que saber!, no hay nada, solo es un recuerdo, y no lo comprendo ni yo, no te acerques maldita zorra, aléjate o morirás luego, como el resto de ignorantes. -Me estoy cansando de tus tonterías William, quieren saber que buscas, ¿son los trazos?, tienes que decirnos una secuencia numérica. -¿Quieres números? 0032 49 55 3257 7743._ si quiere, es el momento, están atentos, no pueden comprender mi secuencia, sé que apuntan, ella lo repite tres veces por lo bajo, escucho teclas, si hace la trasferencia estoy libre, el dinero mueve mundos completos, civilizaciones enteras, no será una excepción. -¡No es nada!, ¡dime los números o ellos se encargarán de tirarte en medio del océano! -No temo al mundo acuático._ corta mi pierna suavemente, me excita. -Diles que... -Calla, simplemente debes callar._ es el Buda 42

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

nuevamente dibujando sentado en su posición. Llevo horas colgado, el silencio no existe, oigo aullidos animales, cristales, gritos que no descifro, mis manos, ¿que pasa con ellas? Hay un sonido constante y muy agudo, puedo escuchar el eco de algunos pájaros, es una cueva o templo tan grande que no puedo reconocer su estructura interior, no tiene columnas, es una incógnita. No debí confiar en ella, me encargaré de asesinarla cruelmente, es culpable, luego a ellos, no planeo, suele fallar... allí fuera me esperan. Horas, minutos, horas, no hay tiempo. Puedo olerla silenciosa, sudo mucho más que antes, me duele el interior de mi envase orgánico, maldito saco de huesos, recuerdo al doctor Yves Bourne, sus palabras, algunas muertes, mi padre, el cristal atravesando su garganta, sus ojos, mi rostro modificarse.

43

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

7 Uno tras otro, otro tras otro, está a mis espaldas, puedo sentir un mar de individuos, cortan mi piel cientos de veces, algunos caen al tocar lo que no deben, ella está agarrada a mi cintura, me sigue tal y como dijimos, todavía me cuesta andar, el dolor de cabeza es increíble, escucho como aúllan, ¿no se van a callar?, abro camino hacia la nada, si es que tal período existe. La expansión de las conquistas está agotada, todo está loteado y vendido, lo próximo comenzará pero tan lento como la evolución geológica, luego una simple intervención inteligente se encargará de hacer de los organismos humanos capaces de nuevas conquistas... pero solo durante un instante de intervención. -¿Hacia dónde Miasma? -¡No lo sé!, ¿puedes sentir al falso ilustrador? -A la derecha. -Hacia allí, debajo de él hay una salida, aguanta William, te han herido tu sangre me moja. -¡Cuidado!, tápate las manos. -Ya lo he hecho, es un líquido espeso. -Me estoy deshaciendo por dentro. Abrimos un camino entre seres de naranja, es un césped humano que me lleva a su líder. Vuelvo a sentirme algo más vivo, he devastado milagros naturales por decenas, puedo sentir mi juventud.

44

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

Sus filas no tienen armas, son cuerpos apiñados. -Es un cetro gigante, si nos hundimos en él podremos evitar que nos maten, allí hay cientos de caminos sin puertas, es lo único que he visto, me han traído dormida también. -¿Caminos sin puertas?, no podemos perder tiempo. -No hay otra forma, ellos sabes su combinación de caminos para huir, nosotros no. -Deberé coger a unos de ellos vivo. Mueren y oímos sus gritos de guerra, no esperaba tanta lucha, los creía algo mas serenos, respaldan otro tipo de crimen lo que los hace igual de peligrosos que los rusos, los próximos. -¡Tú vienes con nosotros!_ corto su mano derecha, tiene que comprender que no hay palabras vacías en mi boca, prevenir mejor que curar. -¿Cual de todos estos caminos?_ le grito al maldito mudo, corto su otra mano. -No, no. -¿Cual de todos estos caminos?_ le grito al maldito parlanchín, corto su oreja, chilla como un cerdo mal herido, si corto su cabeza caminará como un pollo. -Debes señalarme el primer camino, te seguirás desangrando mas tiempo, eso significa una muerte horrible. Es una torre de caminos, similar a la torre de Pisa pero a la inversa, todas la cavidades son caminos, subimos las escaleras, la marioneta deja su sangre en el camino, mi cuerpo escupe una pus extraña, la bacteria está 45

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

destruyendo mi interior, puedo sentir mi muerte lenta y la de mi parlanchín. -¿Cual ahora?_ entramos a otro camino entre cientos, esta torre es mas pequeña, podría pasar un vida entera en este pozo húmedo. Seguimos al menos tres combinaciones más, es un gran engranaje, estoy realmente asombrado, no tengo idea de donde estamos, mi cuidad no puede albergar todo esto bajo sus tierras, sus venas afectarían al camino ... Combinamos otras tres veces más, ya no deja rastros de sangre, con su último aliento me enseña otro camino, muere. -¿Qué hacemos?_ los oigo venir rápidamente, por más caminos, Miasma gruñe, no sé que trama. -Quedan tres, los tres pueden ser falsos o correctos, comprobamos uno cada uno, y el que se salva merece vivir, y si nos equivocamos el tercero nos salvará a los dos. -Es lo más lógico que nos queda. Mi camino durante tres minutos no hace mas que dar vueltas, me percato del círculo o espiral por el mareo que llevo, vuelvo. -¿Has fallado?_ vienen mas rápido que antes, puedo verlos saltar desde otras alturas. -El tercero. -No, el segundo, he vuelto a buscarte, algo en mí me ha devuelto, me debes una._ nadie hizo por mí un gesto de valentía tan sincero, sigo sin confiar en ella, solo es mi camino a los rusos.

46

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

8

Nos detiene en medio del griterío una proyección sobre la pared, todo el gran hall con todas sus cavidades atestadas en todas las alturas por guerreros o meditadores naranjas hacen silencio. -William Faraday, no escapas, te retiras por tus propios pies, dejaremos que marches... -Huimos pero yo volveré, esto no puede quedar así, me han querido utilizar, mi información es desconocida hasta para mí meditador, dibujante. -William, debes saber que nuestros intereses son profundos, te he enseñado algunos puntos que podrá servirte en un futuro... queremos la paz y no lo entiendes así, solo ves sangre dónde hay bondad. -Ya suenas a mi padre... si es que existe esa criatura, ¿por qué quieren crear la mentira mágica?, la naturaleza es la sofisticación, no hay palabras que logren callar mi ira y racionalidad, sus espíritus no son más que marionetas para los inútiles. -Ninguna tribu mafiosa tiene los trazos, debes buscar en tu interior las respuestas, matar deliberadamente te hará mas fuerte y cobarde a la vez, serás preso de tus constante infamias, caerás en un hueco que provocará tu final, nadie quiere perder a William Faraday... pero tú menos. -¿Mi interior? ¿qué sabes tú de mi interior?, ¡esta cuidad respira gracias a mí!, mi muerte lo único que generará 47

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

es el dominio absoluto de todas estas personas, entre tribus lucharán en una guerra civil sin precedentes, destruirán París solo por sus intereses económicos. -Debes buscar William, sales porque dejamos que marches, solo pedimos que en un futuro aprecies esta decisión tan contradictoria a la vista, la bondad es un don que puede regenerarse incluso desde la semilla del mal. -Me han castigado, no voy a olvidarlo, nada se borra de mi mente, o lo que quiera que sea la conglomeración de áreas y el entramado eléctrico y químico... me han castigado por mi condición, me han marcado el cuerpo, llevo los surcos de sus intentos, seguiré mi búsqueda, no sé a donde voy realmente, veo sangre, veo a mi cuidad sangrando en sus arterias, escupiendo sobre sus calles lo peor que habita en sus propias arcas. El silencio es ruidoso, ensordecedor, sus nuevos movimientos generan vibraciones en el aire, siento la brisa de sus telas, podría cambiar de opinión, no hay nada allí ni aquí que me pertenezca... no soy nadie, ni siquiera sé mi verdadero nombre. Nos dejan salir andando, el portal es enorme, estamos en una altura considerable, calculo los doscientos o trescientos metros. -Esto no es mi estilo, eres de ellos, y sigues siendo de ellos, el dinero no mueve tus acciones, puedo olerlo, no crees en lo que yo creo. -Will, sangras mucho, debes... -¿Debo?, te callas, maldita puta, ¡no creo en tu bondad!, aquí apesta a budismo conformista, tu me recuerdas al 48

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

gígolo que trabajaba para aquella secta de enfermos. -No sabes que es el Budismo. -Tú no sabes mentir. -No he mentido, ¡está bien! te he seguido siempre, me han propuesto seguirte y darles tu paradero por dinero también, tienen una red de viviendas de asinamiento, es terrible lo que hacen, son esclavos. -¿Crees que me importa?, tus palabras son solo eso, no intentes persuadirme, no tienes credibilidad. -No voy a seguirte, no quiero seguirte, esta guerra no es mía, no hay héroes heridos como pretendes ser, simplemente me muevo por la moneda de cambio. -Lo último es cierto, simplemente el vil metal, pero lo de héroe es insultante, no tengo ni una gota de sus disfraces, de sus inexistentes vidas, soy una búsqueda mortal, un orden caótico. -Tienes serios problemas William, hay una ciudad entera que quiere hacerte desaparecer... puedes cambiar el rumbo, escapar y hacer de ti una nueva oportunidad. -No hay miedo que me paralice. -Lo sé, no olvides que tu cuerpo está cambiando, no es el anterior, quizás tu mente esté jugando una mala pasada, una broma pesada. -Es insultante nuevamente, tienes tu dinero en la cuenta, tengo otras si quieres, así terminamos de eliminar la tensión sexual. -Eres patético, veré tu muerte en vivo por televisión, seguirte de cerca no es lo mismo que escucharte de cerca, pierdes tanto William Faraday. -¡Vete de aquí puta!, déjame, no hagas que te mate, puedo hacerlo, el barrio perdió a una docena por impertinentes. -Te crees tan listo, ya veremos quién ríe. 49

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-Te morirás, espera a verlo, será hermoso, la sorpresa te invadirá y te preguntarás por mi, en los finales intentamos cerrar todos nuestros problemas, pero quedan los resentimientos después de los aplausos. Quizás no llegues ni a los aplausos... ¡vete de una puta vez!

50

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

9

Se ha marchado, puedo oler como se aleja, tiene su dinero, si es en lo único que piensa, toda esa historia de seguirme, de idolatrarme, es imposible seguirme la pista un día, ha mentido, y yo he mentido, ese dinero no existe, no hay cuenta, al menos no es mía, le ha robado a una asociación benéfica, al igual que los empresarios de Rontenter y Dolantaoine, París y el resto rebosa de suciedad en sus propias cloacas taponadas. ¿Quién beneficia a quién? Ese dinero al fin es especulación anterior para desgravar o desfalcar a hacienda. nuevamente solo. Estoy en medio de una carretera, E05 dice el letrero, camino a Briis Sous Forges. Si intento hacer señas para que paren ninguno contestará, no tengo un aspecto muy amigable. Hay unos cerdos allí, creo que sé que hacer. Mato a tres... como gritan los cabrones, parecen putas, esas del mes pasado y esos malditos Hispánicos... creo que eran más de una docena liquidadas en la fuente. Acabo de soltar uno, dos, tres cerdos, ¡bingo!, frenan como siempre, es inevitable no reaccionar, es instintivo, natural en ellos, quienes sienten esas emociones tan primarias. -¡Cállate!, sigues conmigo a París o mueres en medio de esta carretera, ¡tú eliges! -¿Por qué ha matado a esos cerdos? -¿Me desafías?, es que no entiendo. 51

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-¡No es eso!, es que... ¿qué le ha pasado señor? -¿Qué me ha pasado?, no quieres saber nada, enciende el maldito motor, y sigue con la música, necesito descansar. La radio escupe su música, ha puesto una de los cincuenta, su voz, una mujer anterior, me ha tentado, no puedo negarlo la embustera me recordó algo que no distingo, ahora escapa de la bondades de la meditación... durará horas. -¿Se siente bien señor?_ intento pensar. -No, no lo comprenderías, calla y conduce. -No le hecho nada, un poco de educación no le vendría mal señor, tengo un kit en el baúl del coche, debe curar las heridas, son hemorragias de sangre y pus, luce muy mal y debería atender todas las señales del cuerpo. -He dicho que no lo entenderías, el dolor no es en mi la ausencia de la salud, son ambas, muerto desde dentro, deberías morir todos los días desde fuera y paradójicamente muero desde dentro, me han dado poco tiempo. -¿Fascitis necronizante?_ no es posible. -¿Cómo sabes el nombre?_ su piel es tersa, no folla. -Es un hecho anormal, es rara y a su única, he visto un documental donde algunos pacientes eran operados y se quedaban sin rostro, no me explico, eso no es vivir, pobre gente... me recuerdan a los heridos de metralla ingleses, esos soldados eran monstruos viandantes, las reconstrucciones... pobre gente de verdad señor, si no vio ese documental... -¡cállate y sigue!, no tienes ni la más remota idea de lo que es reconstruir un cuerpo humano, hay técnicas que 52

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

desconoces que podría salvarte la vida en un futuro no tan lejano, ¿monstruos? ¿el espejo que refleja?... maldito anormal, ¡cállate! La gente está enferma, mira en la caja brillante todo lo que cree que debe creer, es humillante, ni siquiera sospecha que París no colapsa gracias a mis noches de sangre y escoria muerta. La ignorancia viste de payasos a los hombres, no creo entender como pueden vivir sin reconocer que la caducidad es tan inmediata como mis balas. La noche me saluda, siento olvidar mis golpes y cortes, por dentro contengo un planeta joven, repleto de fuego, me arde la sangre, hierve, no describo el hormigueo constante en todo mi envase interno, el alma se enciende de furia y no puedo apagarla, el odio me hace continuar, no sé cómo recomponerme, debo volver a mi habitación, espero que hayan dejado los abrigos, nunca me dan por muerto, es que pago mucho y por adelantado. -¡Combina con la autopista del este, por Quai de Bercy, me dejarás en el Boulevard Diberot. -¿Allí vive? -No... ¿pero que es esto? -Bien, lo dejaré junto al Hóspital Saint-Antoine. -Volveré a recorrer tus venas._ mi cuidad, estoy de vuelta en casa. -¿Perdone?_ que poco le queda. -Nada._ miro a sus ojos y me esquiva, su sensibilidad y reglas insuficientes le obligan a eludir. Bajo del coche antiguo y marrón con tapizados crudos, he dejado mi marca en el asiento de acompañante, 53

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

pensará en mí mañana al lavarlo a mano, con toda seguridad es mi imaginación. Puedo ver el metro desde aquí, nuevamente sobre sus rieles, puedo leer sus rostros pidiendo golpes para despertar. Me miran con asco, se alejan, cada gota que emerge de mi cuerpo es por culpa de todos estos sobre informados con desinformación, ¿debo acribillarlos?, pero masacrarlos no me dará ninguna respuesta, sus pensamientos no son mas que un accidente, podría aniquilarlos, si se juntan a elaborar teorías fundadas en un error. Me odio, me duele el centro de mi tierra, mi punto de gravedad cero, ardo por dentro, y no puedo gritar, no puedo permitírmelo, mi fortaleza radica en otro sitio, otra fuente. Subo al espacio exterior, allí caminan putas e inmigrantes en coches carísimos vigilando sus pases con clientes, no pierden un segundo de vista a sus putas, las tienen contadas, todas las visitas, acabé con su negocio pero vuelven a esclavizar turistas... mutan, se adaptan. -¿Quieres mi amor?_ no puedo permitir que hagan esto, las han despojado de sus vidas, las capturan y retienen en una deuda infinita con la mafia. -¿Cuanto vales?_ no puede ver mis heridas, igual follan con lo que sea. -Todo depende, si tienes dinero nos vamos ahora mismo, ¿ya la tienes bien dura ,eh?, ven_ detrás, tengo a sus monigotes, es que tardamos un tiempo que no es productivo. -¿Vas ir con la chica o no?_ su acento, es que nos están mezclando en la misma ciudad, no volverá a ganar dinero en su corta vida. -¿Cuanto vales?_ lo miro a su rostro, mi voz me 54

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

fortalece, se fortalece sola y asusta a la puta. -Me debes dinero si no follas, francés. -¿Cuanto vales foráneo?_ cree no temerme, huelo a orín. -¡Vete viejo de mierda!, ¿no lo entiendes?_ comete un error mientras comete otro llevando su mano atrás. Rompo su nariz sin que vea mi mano hacerlo, sangra mucho, se arrodilla y sigue brotando su líquido espeso y oscuro como las sombras que miran escondidas, ya vienen otros tres de la furgoneta, las putas gritan y me señalan, hay otros que no había previsto. No habla, escupe y se desangra, mientras espero se me ocurren todas las alternativas, deberías escribirlas en un libro. -¿Puedes ver algo?, haz fuerza, mira bien, ¿ves? no hay nada después, te desangras, tu cerebro te engaña, he clavado tus huesos en la mierda de cerebro que tienes, morirás oliendo a orín, tus amigos irán contigo en unos minutos, no los extrañes._ apoyo mi mano en su nuca, lo aplasto contra la acera, no necesito analizar cuantos son, viene catorce desde tres furgonetas, oigo las sirenas, debo marcharme, ya tendrán trabajo por esta noche, eso resta uniformados, son insectos muy molestos y persistentes. He vuelto a mi habitación, sangro más que antes, rompo mis vestiduras dejo fluidos por toda cama, me recuerda a un cuadro abstracto de algún burgués de Bayonne, abro el agua caliente, y recuesto mi cuerpo en el agua muy caliente, veo como se tiñe rápidamente, huelo muy mal, como el cuerpo de aquella niñera, nunca lo olvidaré. Veo su rostro incrustado en el cristal de la prisión, no hay arrepentimiento oportuno, no hay nada que pueda devolverlo, le preguntaría por qué nos dejó, 55

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

aunque sé muy bien que no haría más que hablar de los recuerdos, de ver dentro mío. ¿alma?, me arde la sangre, tengo dormido los dedos de los pies, el agua dilata mis heridas, estoy en una bañera de agua roja carmesí con restos en su superficie, resto de mis propios fluidos, no tiene sales relajantes. ¿Quién oscurece mis pensamientos?, solo veo mi rostro desfigurado frente a mi padre, una mujer, puede ser joven o anciana, parece rezar junto al rostro de mi padre, con sus ojos abiertos y mirándome fijo, preguntándome algo que no puedo responder por inexistente. ¿Recordar?, esa mujer no quiere darme su rostro, no me quiere hacer parte de su vida, "recuerda esto hijo", si no hay nada que recordar, la secuencia en mi manos no estará, estoy nuevamente sumergido en mi soledad, intentando recomponer sus oraciones, sus palabras ocultas, el muy hijo de puta me lo hizo muy bien, ¿alguien puede orquestar un futuro incierto para el mundo?, nadie absolutamente nadie, ni un padre, no entiendo por qué busco en mi interior, sus palabras no fueron verdaderas nunca, ¿por qué lo serían ahora?, mis dedos se mueven solos, buscan la secuencia de la que hablaba, no hay nada que hacer, no tiene nada que decir, mis dedos hacen música con el agua mientras me cago por el dolor, no siento siquiera cuando lo hago. Tengo muy poco tiempo, recién comienza la noche, me río a carcajadas por esos del Este, les estarán explicando la procedencia de las amiguitas, mientras los uniformados creen resolver problemas, tengo que explotar focos en algunos puntos de la ciudad, los uniformados solo deben escuchar sus reclamos y actuar, tendré el campo libre de batalla, esta noche será muy larga. 56

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

10

Disuelvo las tres cápsulas en el agua fría y sucia del grifo más sucio y frío de la habitación. Goteo sudor, ¿para qué secar mi cuerpo destruido?, siento el escalofrío en toda mi piel, mi cuerpo pretende recordarme que sigue con fiebre, no me importa, no voy a desistir, son las diez y veinte minutos... son... caen algunos... sus brazos abiertos... gritos... las luces se apagan... ¿quién ha.... ... ¿quién eres?... ¡suéltame!... William Faraday ... Joan Ledoux... ¡Joan Ledoux!... ¿Joan Ledoux? El reloj marca las diez y veintitrés minutos, puedo sentir la inmediatez y la inexistencia del tiempo a la vez, siento haber estado un año fuera de mi cuerpo. Debo hacer unas llamadas. -¿Quién es Joan Ledoux?, ¿por qué ahora y de repente?_ estoy agitado, los espasmos de la ansiedad no me dejan respirar bien. -William, estamos buscándote por todas partes, se habla de algo muy gordo, tienes que decírmelo absolutamente todo, no acepto una negativa, tengo espías en que vienen detrás de mí. Las autoridades están muy preocupadas. Me tienes desprovisto y me están acorralando. -¡Consígueme pedazo de mierda datos sobre Joan Ledoux! o hago dos llamadas, y sabes lo que puede salir 57

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

a la luz del día. Creo que no es mejor opción desechar todos el tiempo de trabajo y servicio, como también tus pagas para la jubilación, ¿eh? ¡mueve el culo! -¿Por qué lo haces William? ¡tiras todos estos años de investigación para nada!, no todos saben que destrozas las ciudad entera, lo que preparas solo nos sumirá en un caos total, el ejercito puede intervenir a partir de mañana, y con ellos no hay opciones, William creo que puede ser una tragedia con consecuencias imprevisibles. -¿Qué he dicho? ¿lo has comprendido?, el que no tiene alternativa eres tú... -¡Necesito un cuarto de hora! -Y no rastrees la llamada, no hará falta, tiene la línea roja, solo quiero un correo a este teléfono, cuando sepa algo de Joan Ledoux continuaremos, alguien me debe algunas explicaciones. Son las diez y treinta minutos, los segundos se mueven según su orden, pienso, pienso, pienso, no hay palabras, no hay imágenes, no contengo dolor, no hay nada, es como si me hubiesen vaciado el contenido de mi información, de mi alma, iré al Kaos, allí encontraré a Gerard, me debe tanto o más que el maldito capitán, aunque todo es posible, los subordinados subversivos. Los letreros iluminan parpadeantes e intermitentes la acera recién mojada de los camiones de limpieza de la ciudad. Huele a desinfectante barato, continuo transpirando como antes, todavía puedo sentir el efecto del coctel de las cápsulas, ¿quién es Joan Ledoux?, doblo en Rue des Pavillons hacia Rue de la Duée, al cruzar me gritan desde un motocicleta, no puedo verlos, los he golpeado, tiembla unos metros zigzagueando y 58

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

recompone su equilibrio, por primera vez no intento encontrarme con sus rostros llenos de sangre, solo quiero llegar al Kaos, vuelvo a girar por Pixerécourt hasta des Rigoles, haciendo esquina con Guignier. Hay un gigante cruzado de brazos y con un tatuaje en su frente, miro hacia arriba para dirigirme a él cortésmente. -¿Gerard?_ pregunto amablemente, hace unas horas lo derribaría sin diálogo, me aburren, son tan pronosticables. -¡Aquí no hay ningún Gerard! ¿por qué y quién pregunta?_ su voz es mucho más obesa de lo que esperaba, tiene un acento, no soporto el execrable acento, prefiero que hable en inglés. -¡Por favor retírese!_ creo no escucharlo bien. -¿Perdona?_ ahora sí creo entender lo que ha dicho, me estoy cabreando, esto no puede terminar muy bien, pudo equivocarse. -¡Qué haga el favor de retirarse señor!, no hay nadie con ese nombre, lo invito a que se retire por favor._ habla con una dificultad nerviosa, se traba, pero no me teme, me preocupa que no me tema. -No haré nada, no sabes de que te salvas, creo ... nada, cuando Gerard mire por la cámara te preguntará, sabe que lo que acabas de hacer, esto tiene consecuencias muy graves, ha sido un error no preguntar gran hombre._ me voy, no es el momento, no, Gerard seguro me ha visto, matarán al gorila después, no es el momento, necesito más de esas cápsulas, las tengo en el bolsillo interno del abrigo, la luz me hace daño a los ojos, no me siento muy bien, hace muchos años que había perdido estas emociones, no reconozco a que se deben. 59

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-Un agua mineral por favor._ el paquistaní me mira con asco, ¿en qué nos hemos convertido París?, nos han invadido por dentro, carcomidos, corroídos por el oportunismo bacteriano o humano, se repiten las acciones en la ingeniería de la naturaleza, que maldita coincidencia. Estoy sentado en el parque, hay ruido ambiente de coches a lo lejos, hay silencio con hojas y viento en los oídos, me acompañan hombres buscando hombres para follar en los arbustos, algún que otro drogadicto y sus distribuidores sueltos. Ahora trago las cápsulas sin disolver su contenido, me duele al pasar por la garganta, sigue haciéndolo hasta el estómago, tengo adormecido todo a su paso en mi intimidad biológica, su efecto es instantáneo. Si duermo no lo sé, se cierran... no veo a nadie, recuerdo eso de jugar en los recuerdos, veo solo s tienen a esa mujer sin rostro, mi padre me grita, ¡cállate!, el capitán, la corpulenta de la habitación, los monjes budistas y sus... ¡cállate enfermo!, un sol naciente, otro poniente, mi símbolo fálico con sus luces de colores, que mierda de insectos, me cago en mi puta madre que no recuerdo ¡los aniquilaría a todos!, ¡ay! no es posible, ¿y mi cuerpo?... las bacterias, J32, ella, no sé quién es ella, una piel tersa que no pude ver, perfecta y aislada en aullidos de dolor, ese rostro en medio de las llamas... desaparezco solo y apartado en una celda en medio de unos jardines, espejos partidos, probetas, no era mi padre ¿Joan Ledoux quién fuiste?... disparos apagados que caen hacia abajo, nadie dispara hacia un hueco negro en la tierra... hiervo por dentro, surge una combustión que no puedo detenerte... tengo el calor de 60

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

mi fiebre, siento escalofríos, no puedo ver la hora, ¿la hora?... no puedo contar números, lo hacía cuando era niño, era mi manera de entender que dormía, ¿estoy despierto?, ¡Joan! ¿me oyes?... hay alguna voz, ¿me oyes Joan?... si sus... ¡cállate!, maldito hijo de puta, te he matado, ¿por qué me miras así? ¿esperabas que te deje vivir? ¡un padre no hace lo que hiciste!, ¿Qué quieren? demasiados padres para un ser de existencia demencialmente corta... ahora intentas perturbarme desde dentro, ¡ya lo hace la naturaleza!, mi muerte es para el resto, como las suyas para el conjunto, también para quitarme la piel cansada y vieja, es otro vestido el que me pondré después, no me reconocerás, no hay padre que me haga olvidarte, eras y serás un muerto entre los millones...¿señor se encuentra bien? ... ¿señor?, los trazos ... ¿quién habla?... ¿quién eres?...¿Joan?... ¡señor! -¿Se encuentra bien señor?_ me duelen los ojos, no deberías de ser así, otra puntada más, como puedo entre el lechoso blanco que me ciega y la fuerza de mis pupilas intentando cerrarse por efecto reflejo veo su sombra detrás del farol y el ruido de esos coches a toda velocidad. -¿Que sucede?_ me duelen los pies, los escalofríos nuevamente, huelo a excrementos o junto a ellos. -¡Señor está usted desnudo!, ¿llamo a una ambulancia?_algo me dice que intenta... no puede haber bondad sin consecuencias. -¿Qué? ¿qué? ¿qué quieres?, nada de eso, ¡vete!, ¡déjame en paz!_ ahora puedo ver las luces del puente y yo tirado en medio de mis heces o las de otros. -¡Vete he dicho!_ no sé mueve, definitivamente quiere algo a 61

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

cambio, sigo desnudo. -No me habían informado de tu actual estado, eres patético, estás muriendo William, llevo buscándote semanas, ¿donde están los trazos? -¿De qué demonios hablas?, no hay tales trazos. -Mientes, todos buscan lo mismo._ imposta la voz. -Sí vas a matarme hazlo ahora, o morirás en unos segundos... aunque._ comienzo a disgustarme. -¿Donde están ..._ no me escucha, me arde. -Seis, ¡te lo he dicho bolsa de huesos!, a quién disparas, ¿a la oscuridad? ¿qué se siente morir en la mierda? come hijo de puta, come mis restos, son las sorpresas de la vida que te agracian, ¿ahora quién es patético?_ se desangra y vacía , reviso su saco, enciendo su móvil, pronto estará aquí. Lo despojo de su vestuario símbolo social, intento pero no puedo agacharme, ya me he caído dos veces, sus botas me aprietan, mis pies hinchados son insoportables al andar, debo encontrar a Joan... o al menos unas respuestas, llevaba tiempo sin contener la ansiedad que me gobierna... espasmos, tos, vómitos... me pego contra el tronco de un árbol, respiro como me deja esta mierda de cuerpo. Gime, zumba y chilla el teléfono como una zorra en el bosque.

62

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

11

Son las once y media, se acerca la medianoche. -¿Has conseguido lo que te he pedido?_ que Dios o Dioses le ayude si no tiene algo esperándome. -¡Te he llamado al cuarto de hora!_no soy paciente. -No he podido hablar, ¡dime!_ suena angustiado. -Tienes que ir dónde Isabelle Badinter, ella hablará contigo Will._ tiene a algún cabrón oportunista escuchando detrás, puedo oír como respira.-Te esperará sola y en La Sourdiére junto a la iglesia Saint-Roch. -Sí tienes alguien apuntándote detrás, al saludarme hazlo con mi nombre completo, estaré alerta, si es una emboscada y no me has avisado, date por muerto pedazo de mierda._ el dueño de esta ropa llevaba la razón, todo París unido quiere matarme. -Allí te esperará en una hora, hasta siempre William Fadaray._ lo matarán de igual manera, tarde o temprano la manzana cae del árbol y nos golpea la cabeza. Debo modificarme, renovarme, solo falta un cuarto de hora para la medianoche, debo cambiarme, estoy algo mareado para estar así de incómodo, si vuelvo a la habitación estaré con suerte en menos de veinte minutos, me da tiempo, quizás sea mi último viaje en metro, es uno de los placeres que me apena perder en algún momento, aquí algunos escritores mintieron sobre sus historias de amor, la maldita época roja del amor, 63

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

que todo poseía adjetivos de un romance químico y con una sola explicación posible, pero ahora solo son cadáveres y prostitutas las que gobiernan la nocturnidad. El cara de rata psicótico y soberbio si que logró retratar a la humanidad dos mil años más tarde aunque la realidad teme que pronto sus falsos escenarios se vuelvan en un instante en un verdadero cambio. Creo que ya no hay escritores en esta ciudad, si hay alguno estará recluido en una oscuridad medieval. Los pintores sufren un símil algo menos triste ya que solo enseñan sus retratos de un color en las galerías. Los museos ya no son los motivos del turismo internacional, me siento algo culpable. La mancha unitaria sigue siendo la ciudad capital mas visitada del mundo, ahora por su libertinaje, ya no hay quién viva en un sitio repleto de ojos electrónicos controlándolo todo como sucede en Londres. Mi gran jaula de acero carece de cámaras, la mafia, sus tentáculos ha eliminado todas las cámaras, nadie tiene una, la justicia no acepta como pruebas medios electrónicos, aquí la ley del más poderoso pesa más que la propia torre de hierro en desuso, ahora descolorida y con luces rotas que siguen iluminando el origen sexual que nos caracteriza. Por un momento pude olvidar el dolor de mis pies, acabo de sentarme en el vagón, hay un tufo nocturno, lo odio, vomitaría. ¿Qué tipo de evolución es esta?, ¿resignación?, levantaría el estamento de un soplido con miles de voluntarios, quemaría toda la ciudad y la refundaría. Voy a morir esta noche, puedo sentirlo, la sombra que me domina por la espalda, quizás sea al salir el sol mañana, dicen que podemos anticiparlo, lo dicen todos los humanos hablando por el resto, es probable que sea verdadero el populismo, debe serlo, mi 64

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

cuerpo está al filo de lo imposible, necesito algo que me vuelva a fortalecer, al menos por horas. Estoy tan tranquilo como el día de mi primer víctima, puedo verlo, era una noche de lluvia, en la rue Rameau, era el sobrino de un Serbio que traficaba con turistas para prostituirlas en su país. Sentía nervios o ansiedad por verlo desangrarse, el día anterior había encontrado el cuerpo de su hijo descuartizado en el jardín. No lo olvidaré jamás, suplicaba por su vida, sus gritos hasta el último segundo, mientras le cortaba lentamente todo su esculpido y atlético envase. Acabo de descubrir un helada, son las doce, puedo oír las campanas, es una costumbre sombría, estoy seguro que hoy la helada negra sucumbirá en la tierra y hará mella como es de su costumbre, hay algo que nos une, el fenómeno y yo, un mal necesario, una helada invisible y peligrosa que hiela la tierra por dentro y la oxigena eliminando a los insectos por congelación, es un fenómeno sin nieve visible, un frío incontrolable que se dirige a la tierra sin enseñar más que la frigidez como presencia haciendo el bien a la porosidad de la tierra pero no a su vegetación. Yo soy esa helada negra y hoy reaparece para acompañarme, me siento aliviado y gélido, frígido o glacial. La habitación está exactamente como antes, han pasado solo unos minutos, he pensado mas que semanas enteras, me impresiona la velocidad de los pensamientos, termino de cubrirme, mi abrigo, mis guantes, mi pistola, estoy vestido. Mantengo toda la habitación oscura, los letreros iluminan mejor. -William, alguien se acerca._ su lexía reaparece. -¿Quién eres?_ puedo sentir los pasos como latidos 65

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

apagados. Son las doce y nueve minutos, me restan veintiún minutos, el trayecto es algo más largo, debo viajar en taxi, odio a los infelices que los conducen, algún voluntario me llevará hasta la Sourdiére. -Acércate a la ventana William..._ me guía, ha desaparecido nuevamente, su voz es... Destruyen las puertas, los disparos me peinan a milímetros en medio del vuelo y el viento de las cloacas, el hedor, el aire en mis nariz, el fresco en mi cara, toco el asfalto, acabo de recomponerme de la caída, un Honda Accord viejo está aparcado ,no hay opciones, su conductor, está follando con una de las prostitutas esclavas. -¡Suéltala!_ chupa sus pezones compulsivamente, su posición fetal lo devuelve a su niñez, ella cuenta los minutos que le quedan, me repugnan. -¡He pagado por esto cabrón de mierda!_ creo que no me ha visto, disparo en la frente de la puta que me mira con la cara invertida desde el asiento de acompañante, veo su boca abrirse al revés, ha muerto mientras un hombre casado con hijos le chupaba los pezones. -¿Qué has hecho?, no..._ los disparos se acercan. -Ahora tu dinero ya no vale, conduce homínido o mueres. Me gustaría hacer una película Gore con este sujeto de gafas y pelada de simio, es que me encantaría azotarlo, poner una pirámide en su culo hasta perforar su vejiga. - Gira aquí, sigue por la avenida de L Ópéra, ahora por Rue des Pyramídes y luego a la derecha por Rue Saint-Honoré. ¡Rápido bolsa de fluidos!, reza 66

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

porque no toque tu frente, reza por no desear nunca más a una puta, piensa en tu Dios excremento, ¡reza hijo de puta o toco tu frente!._ su pene es pequeño, su estómago tiene el tamaño de un embarazo anticipado, suda y no deja de rezar en voz alta. -¡Más alto inútil! juro que si dejas un segundo de rezar te dejo inmóvil aquí mismo. Se detiene en la Sourdiére, junto al restaurante hay un tienda de modas llegando a la esquina, es una calle extremadamente angosta. -Ahora seguirás hasta tu casa, dejarás las llaves, te meterás en la cama junto a tu mujer y la follarás, ¿me has oído bolsa de mierda?, irás a tu mierda de oficina y renunciarás, como sepa que no lo has hecho, morirás en unos días, no sabes quién soy ¿verdad? _ me niega con su cabeza sudando mucho y sin mirarme, la cobardía es un elemento de supervivencia que dilata lo inevitable, es la primera vez que doy otra oportunidad, quizás porque su daño es reversible... aunque en unos segundos... cree desvincularse de su error, está vivo. Los disparos estallan los cristales, puedo abrir la puerta, al caer veo como muere en una lluvia de acero viajante el gordo de gafas, no puedo controlar el destino, todo lo que me cruza muere, soy la helada negra, detrás mío llegan los grupos que se disputan mi cabeza, debo hablar con ella, no soporto la ansiedad, sudo más que antes, más que el gordo pajero de gafas.

67

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

12

Entro al restaurante lóbrego, opaco y oscuro pero no tenebroso, sus mesas vacías están laminadas con polvo, no hay olor que revele un movimiento anterior, lleva cerrado al menos unas semanas, es natural, la violencia produce el efecto cueva, nadie consume de noche, las calles son corredores de ratas envenenadas buscando víctimas, como en Edimburgo por estos días. -¿William?_ su voz tenue, sus vocales dilatadas dictan mi sentencia, algo me llama a ella pero me hace desconfiar, llevo al menos una década de tolerancia, angustia y padecimientos. -¡No des un paso más o lamentarás haberlo hecho!, ¿Cuántos me rodean? ¿¡Cuántos me rodean intrusa!?_ no puedo oler correctamente, vuela y hace contacto la sangre del gordo de gafas con mi sentido más activo, se suman los motores de mis cazadores, su perfume, algo de que... camina.-¿Qué? ¿quién mierda habla? -Nadie William soy yo, aquí estás a salvo, sígueme, no hay nadie, confía, pronto llegarán, no tenemos tiempo, debes seguirme._ veo su sombra alejarse hasta la puerta llena de luz al final del comedor, hay una escalera, puedo ver sus piernas, su falda es larga y de un color claro, me acerco mientras ella sube, veo su espalda cubierta, lleva colores claros, hacía tiempo que no sentía esto, no puedo saber que es lo que se expresa. es una emoción pero no logro clasificarla, es 68

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

imposible identificar el cúmulo de expresiones químicas que me rodean. Detrás despedazan todo el escaparate, la madera suena apagad, distinto al deshacerse en miles de partes, es música en movimiento, llegan los restos a mi espalda al igual que el viento de sus balas, aspiro, expiro, brioso, afanosamente vivo, transpiro otra gotas más que antes, estoy íntegramente húmedo, contradictoriamente me cuesta subir los escalones, como si las sensaciones fuesen envasadas al vacío, seguramente la caída de hace unos minutos me ha dejado secuelas... la frente de la puta con el agujero, el gordo estalla desde el cerebro, veo un agujero gris, estoy vacío... camina, se cierran las puertas conforme subimos, no creo más que en mis pasos. -No pienso seguir otro centímetro a menos que me expliques que es todo esto, ¡se han cerrado tres putas puertas! -Restan al menos otras nueve, William es importante que continúes, sigue tu instinto, no hay peligro, no represento ningún peligro, allí fuera eras carne del león que te busca hambriento._ su voz me amansa como a un perro, no me atrevo a cuestionarla, me da paz, una increíble paz... al menos gano tiempo. Son las doce y treinta y tres minutos. Se cierran otras seis puertas, el estruendo hace su eco viajero, delata que son de otro material, el fragor de la guerra me desestabiliza, soy menos fuerte. -No puedo seguir, me has jugado una..._ quisiera escupir todos los insultos que se me ocurren. -No William, debes continuar, solo quedan dos..._ cierro mis ojos, abro mis pensamientos. ... un sonidos que me golpea... soy yo de niño, mi padre, 69

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

no es mi padre, veo su rostro distorsionado, una mujer, su rostro no concuerda, mis padres, los anteriores... el sonido de las cadenas de Canterville... cara de rata, un personaje blanco cae por un barranco negro hacia los mil metros que lo comen abajo, a un fuego primigenio... miles de colores... líquidos... la veo, tiene su rostro tapado por la oscuridad, veo sus piernas... no es un sueño William, no es ... una habitación... pero, ¿dónde?... pudimos bajar y subir, no sé a que altura estamos... no huele a nada... un grito ahogado en un recuerdo irreproducible, el cuarto es blanco inmaculado, el oxígeno es puro, huelo a ... no huele a nada... huele a...esta vez la nada huele a nada, la última luz no me permite más que apreciar un fragmento de su cuerpo, las piernas limpias... claras y posiblemente viejas. Camina hacia mí, contengo la respiración y se me calla el alma o el cerebro no emite sonidos. Quiero verle el rostro, cada una de las potentes luces fluorescentes parpadean, sincronizadas se apagan acompañando sus pasos, la oscuridad reina su medio cuerpo, no puedo verla... me siento algo menos mareado, pero la elevación de mi confusión me devuelve al mareo. -Descubre tu rostro ¿Quién eres Isabelle?_ hablo y me descubro distinto,posiblemente menos dañado, pero aún siendo un incomprendido ser sin memoria. Mis instintos se anulan, aquí no hay tiempo. -No puedo William Faraday, de verdad lo siento, llevo esperando décadas este momento. -¿Décadas?_ no es posible, creo que exagera. -No puedes ver su rostro, no hay espejo que refleje tu rostro, no lo reconoces, es ajeno a ti el tiempo._ se dirige a mi con una seguridad protectora que jamás 70

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

había permitido, roza la impertinencia, pero se lo permito, quiero saber que es lo que conserva. -¿Qué crees saber de mí?, estoy descompuesto por dentro, pero mi juicio sigue intacto, ¿quién crees que eres?, enciende todas las luces, ¡descubre tu rostro! quiero verte, así solo representas la oscuridad de la que careces. -Toda la materia se descubre con la luz, que son parte de sus juegos privados, no todo se halla en el terreno de lo inteligible, la oscuridad detrás de lo iluminado nos hace binarios, tu no eres binario William, tu eres un ser elevadamente complejo, no lo sabes, no reconoces tus actos, te undes en las cloacas de tus propias miserias y culpas al resto desprovisto para aliviar la culpas de tus futuros actos. Creí que nunca llegaría este momento, llevo una vida de lágrimas, ¡logra realizar la turbulencia de todas las combinaciones!, has llegado aquí por el uso fortuito de las intenciones básicas, del instinto carnal o el lamento de una bestia libre que no sabe como vivir. -¿De qué hablas Isabelle?, ¡vamos! dime tu nombre... descubre tus nombres._ mi ansiedad no me deja hablar claro, necesito espacios de tiempo entre mis palabras. -Yo soy tantos nombres tienes, William Faraday... no sabes cual de todos ellos eres, no comprendes por qué has llegado aquí, los nombres..._ caen gotas y abro la boca para recuperar aire puro. -Debo volver a la ciudad, me espera una larga noche, todos claman por mi cabeza, quieren exhibirla victoriosos, voy a destruir a todos los focos, voy a apagar las luces lineales de esta maldita ciudad infectada y estropeada. -No comprendes William, Joan ..._ahora devela lo que tenía entre manos, allí fuera rugen los hierros de las 71

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

estructuras, destrozan todo y yo aquí... debes oír. -¿Quién mierda es Joan?, ¿qué sabes tú?_ quiero moverme, no me permite la camilla blanca, estoy suspendido amarrado entero... se mueve, las luces se encienden y apagan mientras ella lo hace, me infunde respeto, por momentos su...debes oír. -Joan Ledoux... William esto es muy difícil para mí, debes comprender que ... no puedo excusarme, hoy es el momento, antes no habría sido posible, quiero que comprendas esto, antes eras un arma disparando con infinitas descargas de furia, la ciudad ha conocido la tránsito a la supresión y éxodo contigo William, es cierto que hay un orden que impera entre nosotros, pero desconocemos la fuente o la médula. Joan era un químico del instituto Suizo, había descubierto ciertos patrones en uno de sus cócteles que... -Yo he matado a ese infame, fue mi tercer víctima lo recuerdo muy bien. -No, no es ..._ su voz se entrecorta y mantiene sus palabras con la misma energía. -¡Fue!, lo he matado con mis propias manos, cuando eran sanas, sus malditos químicos me deshicieron la sensibilidad, la rata experimentaba con humanos, no podía dejar que eso llegue a la civilización. No comprenderías exactamente... sus intenciones, no era justo, había tanto por hacer... pero sus planes se orientaron en un camino similar al mío, la diferencia es que yo no era un enfermo mental_ la busco entre las sombras es imposible, aunque lo intente no puedo ver sus ojos, solo con ver un trozo reconocería el resto, sabe con quién habla, de solo ver un trazo de sus retinas sería una pieza de mi vasta colección. -Joan hacia lo correcto, trabajaba en una cura, la 72

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

pandemia amenazaba de cerca, los animales ya morían por millones, Joan era... la clave._ recupero esa sensación, es injusto. -¿Pandemia?, desamarra estas telas o muere._ lo intento con todas mis fuerzas aunadas, pero no logro conseguir la libertad, mi ansiedad crece. -No puedes escapar, no sigas, sus tejidos son más resistentes que... debes escucharme William, luego irás rumbo a tus respuestas, no tenemos tiempo, déjame que te cuente algo sobre Joan. -¡Habla puta! habla, me has ¡encerrado con telas!, habla pero pide a tu Dios que no me libre, mi sudor puede..._ estoy enfurecido, no respondo del futuro de mis actos, aunque lo lamente la mataré. -Yo sé lo que eres, sé en lo que te has convertido, sé quien eres William Faraday._ por un momento mi cerebro hace un segundo silencio, mi estómago se acaba de contraer, vomito, echo, lanzo y regurgito, la tela se llena de colores, estoy agobiado, sudo, me falta el aire, por favor aire, me falta el aire, oye lo que dice, me acabo de orinar, mis fluidos me destruyen por dentro, recuerdo las palabras del doctor Bourne y desvanezco aturdido por todos los sonidos que se han reunido en mi cerebro. -¡Es significativo que prestes toda la atención en mi William!, solo debes reconocer mis palabras, no pido que confíes en mi, es importante que mi voz se guarde en tus... por favor._ tiene un tesoro en sus entrañas y quiero soltarlo. -Uno de mis padres grabó la secuencia de los trazos de Montrouge, ¡no los puedo reconocer!, es el tacto el que me acercará a ellos, ¿los quieren? ¿están detrás tuyo oyéndolo todo? ¿para quién trabajas zorra?, vas de 73

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

sobrad, ¿sabes demasiado y nada?, ¿verdad?_ cabe la posibilidad de que esté ella sola. -No entiendes William, soy la madre de Joan Ledoux, tu tercera víctima, no estoy aquí por venganza, no hay nadie detrás mío, alguien grabó en ti unas serie de secuencias que tu crees útiles, pero... Joan no era perfecto, lo sé, pero era mi hijo, había cometido errores, sus dos primeros errores... lo supe desde que era pequeño... -¡Lo son! ¡tienen que serlo!, llevo mucho tiempo detrás de ello, no voy a morir hoy sin saber que mierda me hizo perder todo el tiempo de mi vida... en círculos, Hija de puta, ¡suéltame!, ¡suéltame!, te degollaré pedazo de escoria humana, haré añicos tus huesos y los esparciré por todo mi cuerpo ¡suéltame vieja triste e insuficiente!_ vomito, me duele la cabeza, los ojos, la luz me daña, grito, aúllo, no clamo por nadie, el dolor no me vence... me agito como una bestia, ella quiere verme en la locura... quiere morir, puedo oler sus ganas de dejar las lágrimas, los recuerdos. -Apagaré las luces, necesito hablar con tu mente unos minutos... no hay tiempo.

74

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

13

Preso en una cavidad gelatinosa, preso de impulsos nerviosos que se alternan con utilidades nuevas o pasadas, áreas que entrenan y se refuerzan, músculos al fin. Quiere hablar con mi mente, quiere que sepa algo que seguramente sé o tengo arrinconado en un trecho menos útil. Estoy algo calmado, el aire contiene alguna dosis de... -Joan había descubierto eso y otros compuestos aplicables a la neurociencia e ingeniería genética, había logrado trabajar en el campo con gran habilidad, era genio en su materia, con sus errores pero un alma repleta de caridad por sus congéneres, pero tú lo mataste, hiciste de él un alma impura en un infierno de destrucción. William debes regresar a ese momento y relatarme que fue lo que sucedió... debes ser preciso._ estoy calmado del todo, me siento en un colchón de plumas. -¿Quiere una hipnosis?, Isabelle no puedo perder el tiempo, sus trucos me parecen salidos de... estoy muy enfermo, debe soltarme, la ciudad corea mi nombre, hoy más que nunca, debe dejarme solo, no hay nada que entender, Joan murió porque era culpable, no hay otras razones, mi justicia tiene solo culpables, los de nivel dos mueren, los del nivel tres simplemente sufren y mueren, pero son torturados antes. Los del nivel uno son tan culpables como el resto, solo que tienen un beneficio de 75

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

la duda sobre el tiempo, al finalizar la vida, todos absolutamente todos son de nivel dos, con mi manos o sin ellas... mueren._ me siento violado pero no puedo evitarlo. -William debes ver lo que sucedió ese día. Eres capaz de releer tu memoria, eres capaz de mucho más, solo que... -¿Quién es Isabelle?_ puedo ver un laboratorio involuntariamente, veo a Joan Ledoux desde el cristal de la puerta que lleva su nombre, no sabe que estoy junto a él, veo sus anotaciones, vuelvo a ver el horror de sus experimentos. -¿Lo puedes ver verdad? tu silencio te delata Will, solo debes decirme que era exactamente lo que hacía mi hijo allí. Conozco sus apuntes, los rescaté después del incendio, jamás volví a ver a mi hijo. ¡William recuerda o mueres!_ su voz no cambia sigue igual de templada solo que siento que es capaz de cortarme la existencia de una sola vez, algo en ella se enseña como poderoso... habla... no le temo, simplemente la respeto. -Si muero París se verá sumida en una guerra sin precedentes, la Défence caerá como las torres de la anterior potencia, el mercado se hundirá... ya lo está haciendo, no pueden quedar más que rastros perdidos de este sistema, pronto todo colapsará y no es una pandemia._...habla, no eludas. -William, no olvides el estamento._ envidio su voz. -No hay nada que pueda contrarrestar lo que se ha desatado, la furia de los grupos se centran aquí, no hay ciudad mas alejada del orden que ésta, pero pronto todo llegará a su fin, estamos hartos de las prostitutas y los extranjeros que se hacen más y más fuertes, nuestras cárceles repletas parecen esos experimentos._ veo sus 76

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

anotaciones. -No es ese el problema William, mi hijo podría haber cambiado todo eso, reconstituido a todos esos individuos, céntrate en el laboratorio por favor. -¿Qué mierda le he dicho? su hijo era unos de los peores gérmenes, no culpe a la pandemia, pudo haber aportado soluciones, pero sus experimentos no eran... justos. No vio sus rostros compungidos de químicos incontrolables, ¡eran ratas encerradas! sus miradas, quemé todo, creo que aquello me ubicó en los trazos, en la búsqueda desenfrenada de los trazos. -Es que..._ no sabe cómo manipularme. -¿Quiere que le diga sus últimas palabras?, me pidió que no destruya nada de lo que había, que era toda su vida. Algo en mí me hizo que lo corte en pedazos como a un manuscrito garabateado, no merecía seguir existiendo. -Pero tú sí, ¿verdad William?_ el caos suele darse sin la violencia. -No sabe quién soy, cree pero no puede, nadie tiene la certeza de mi existencia, no tengo huellas, mis pies y manos se llenaron de esos químicos que su hijo se encargó de dispersar para matarme, borró evidencias sin saberlo de mi propia identidad. Mi rostro ha sufrido modificaciones, nunca soy el mismo, cambio, me transformo. -Te operas, te deformas, no te miras al rostro, no puedes reconocer un ser humano allí dentro. William tienes la capacidad de transformar ese odio en continuar con la labor de mi hijo. -¡No! era un animal de su laboratorio, ¿cree que soy una de esas ratas encerradas?, jajaja, pobre idiota, no sabe quién soy, pretende ubicarme con ellos en esas jaulas. 77

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

¡Yo vi sus rostros!, ¡sus ojos!, me pedían que los suelte, ¡eran infrahumanos!, su hijo, la mierda de su hijo los convirtió en seres detestables. -Tú eres uno de ellos William, o por elección te has transformado en sus reflejos._ el efecto se disipa. -¿Qué enfermedad proyecta?, si es la madre tiene que tener al menos 67 años, su voz no tiene esa edad._ tiene un timbre similar a Miasma o como se llame en realidad. -Soy... debes volver a ese día y decirme algo, luego te soltaré, William solo debes pensar en ese tiempo y llegarás en un instante, eres capaz de verlo todo perfectamente. Moriré en paz sabiendo algo más de mi hijo, solo quiero saber algo de sus pensamientos reales, no quiero morir con el sufrimiento que el mismo generó y genera en mí, William Faraday solo pido que recuperes esos datos, mañana morirás, descansarás en paz, limpia tu alma por favor, hay restos de lo que eras. -No existe tal alma, Isabelle._ le digo asqueado. -Escucho. -Enviaste a Miasma a ese condenado templo, ella es tu... Miasma... ¿qué sucede Isabelle? -No sabes de lo que hablas William, céntrate en Joan, luego puedes marchar, el tiempo se acumula Will, ahora mismo están buscándote, no tardarán en encontrar este sitio, aunque las combinaciones de las puertas son más difíciles de seguir, pero hay un camino... se exactamente cuanto tardarán._ es tan inteligente como Miasma, sin dudas es... Joan Ledoux, imagino nuevamente el laboratorio, sus rostros, pobres criaturas infelices, muertos de miedo, sudando de dolor y estrés. -Su laboratorio era aparentemente uno normal, tres mobiliarios llenos de tubos de ensayo, vasos de 78

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

precipitado, Matraz de Erlenmeyer,Pipetas Buretas, algunos embudos y balones de destilación. Había trípodes, rejillas y mecheros, sus pinzas de doble nuez, con agarradera y aro. Pero detrás de toda la normalidad contenía sus experimentos, no entiendo como pudo salvar sus anotaciones sí... -Luego del incendio encontré en una de sus cajas de seguridad los apuntes, yo sabía sus códigos gracias a que él me los dio, sabía que alguien estaba observándolo, era un paranoico, gracias a eso poseo los manuscritos._ no te hacen falta. -¿Manuscritos?, ¿qué hizo con ellos?... cuantos secretos Isabelle_ es información nueva.- Creí que todo había sido destruido, no conocía la existencia de las cajas. -Ahora lo sabes, ya no importa, tu muerte es inminente al igual que la mía. -¿Qué quiere de mí Isabelle?_ veo su rostro, el químico en mis manos, los ojos de aquellas ratas humanas implorando vida, el me golpea pero no lo puedo ver, no hay espejos, todo comienza a destruirse, los cristales estallan mientras gritan, oigo agua derramarse, sonidos, me ensordecen, oigo como implora vivir, era cobarde Joan. -¿Qué ve William?_ parecía un cerdo crucificado. -Veo su muerte._ tengo nauseas, vomito otra vez. -¿Nombraba los trazos de Montrouge?, ¿alguna pista de los trazos de Montrouge?_ me pregunta en un estado de ansiedad similar al mío. -No, los trazos fueron posteriores, no podía saber nada de ello... o..._ la confusión se apodera de mi mente, me siento en un círculo errático de enlaces sinápticos corruptos o manipulados. 79

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-Es que no es así, conocía los trazos, hablaba de ello en los manuscritos, hasta no saber de ti no comprendía, me faltabas tú. -¿Joan perseguía los trazos?_ ¿podía yo fundirme en su búsqueda?, los trazos son mi misión no la de un científico obsesionado con arreglar o mejorar la humanidad o lo que sea que es el conjunto de animales que de manera curiosa y espectacular se sumieron en una evolución inaudita en un mar de especies mejor preparadas físicamente. -No los perseguía, había algunas palabras sueltas en apuntes, en fechas dispares que lo único que hicieron fue confundirme, me dediqué años a leer el legado de mi hijo, te odié durante el mismo tiempo William Faraday. -Tu hijo murió por la maldad que lo motivaba a hacer el bien posterior, un bien que la humanidad de hoy no entiende, la maldad se riega por las calles con sangre de todas las etnias. -¿Su crueldad William? ¡por favor!... ¡eres tú , quién ha sembrado de muerte París, nadie más que tú. Tienes el don, pero ese don puede condenarte, no pretendo ser yo quién te haga desistir de la vida, hay mucha gente que se ocupará de eso, debes entender que todo se origina desde un punto, o una singularidad, hay solo un hilo, luego la complejidad del azar se encarga de taparlo todo, cuidado con el tiempo señor Faraday, pronto comprenderá que la noche y el día son parte del mismo proceso, lo que atormenta en el interior y en el exterior es el comportamiento binario de la naturaleza, no oyes, es más que eso, debes saberlo, no guardo odio, comprendí en todos estos años que el odio es una pieza emocional intransigente, lo son todas, no hay valores, no hay sistema, no hay mente._ me recuerda a los monjes 80

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

de color naranja, la faja de telas se hace más grande, puedo moverme, las luces se encienden nuevamente, solo puedo ver medio cuerpo, sus piernas cuarteadas por la edad. -Solo te pido algo, si tienes algo en su interior que evoque su imagen por favor piensa en ello, necesito saber que miro a mi hijo a los ojos, por favor, abrázame y mira a mi hijo, puedes hacerlo, es lo único que puedo pedirte William, no hay rencores. -Si la abrazo, morirá Isabelle. -Es lo que quiero, solo necesito volver a sentir su abrazo, pronto me matarán otros, ya conocerás el verdadero destino al amanecer, piensa en mi hijo William, no te odio, solo piensa en él que lo extraño con locura, amaba a mi hijo, el amaba el mundo, solo quería mejorar la especie, eliminar la discordia de nuestras almas, y lo interrumpió..._ la oigo llorar, siento pena por ella, no sentía pena desde... no siento pena desde que... no siento pena, puedo entenderla, maté a su hijo, ella no vio los rostros de las ratas humanas. La ignorancia la hizo ser tan compleja como su progenitor, nadie espera tanto tiempo para morir en brazos de una mierda de asesino como yo pero es su petición, aunque no lo entiendo, debería condenarme. Pero curiosamente no clama venganza, me quiere vivo y suelto en las calles. -No llore._ la compasión es un mal humano. -¿Puedes verlo?, ¿sientes verlo? dime que sí. -Lo tengo frente a mí, es justo antes del miedo, he congelado la imagen de sorpresa, quizás podría ser la imagen de algo bonito, no me esperaba, estaba encerrado en sus pensamientos, te está mirando Isabelle, puedes decirle lo que quieras, luego la abrazaré y se juntará con él._ miento no puedo verlo, 81

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

mis palabras no las siento, recito unas líneas que leí alguna vez antes de... -"Debes saber hijo mío, que nada nos ha separado este tiempo, siempre estuve allí, espero que lo entiendas, no moriste solo"._ la abrazo, las luces se apagan todas nuevamente, hay ruidos que nos envuelven, acaba de morir en mis brazos, por algo que no me explico continúo abrazándola, sudo mucho nuevamente, me había olvidado ya de mi enfermedad. Se encienden las luces, toda la habitación está vacía, una voz grabada me dice: "Gracias William, ahora vete, la combinación es 16-11-1967, pronto...", su voz nuevamente, lo tenía todo planeado, recuerdo un pasaje del emperador, filósofo y guerrero, al conocer la muerte el soldado elimina la lujuria convirtiéndose en un ser estratega. Hay tres puertas, la primera es la tres, corro mientras se cierra detrás, el sonido del fuego se repite, puedo rememorar la muerte de su hijo, la destrucción de todos sus inventos, no le he dicho toda la verdad, tenía la respuesta a la longevidad natural del hombre, podía hacernos vivir 150 años, lo leí justo antes de quemarlo todo... la próxima es once.... son las ¿ ya son la una y dos minutos de la madrugada?, el tiempo mental es uno de los puntos más complejos de nuestro sistema selectivo... me siento renovado, con más fuerzas, ¿es posible que Isabelle haya inyectado...?... ¿¡Por qué tan pocas respuestas!?... ...Me espera una larga búsqueda.

82

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

14

Una y cuatro, una y cinco minutos, una y seis, termino las combinaciones, acabo de preguntarme que sucedería si abro otra puerta, es... era una mujer muy inteligente prefiero no saberlo... ¿puedo sentir pena por una madre ciega?, se asemeja a la compasión natural, somos semejantes ante la biología, pero diametralmente opuestos. Una y nueve minutos, estoy más fuerte que antes, mis pies se han recuperado de los sudores y la hinchazón, mi torso ya no se encorva como antes, sueno todos mis huesos, me esperan unos minutos algo tensos. Preparo la pistola, del mismo bolsillo descubro un papel verde muy chillón, sus letras blancas me indican una dirección, no sé si confiar en esta mujer, la pena no es un argumento, al fin no tengo donde comenzar, podría encontrar algunas respuestas, hasta el amanecer restan al menos cinco horas. Una y once minutos, abro la puerta, no sé en que altura estoy, podría ser en medio del túnel del metro o en las mismas cloacas donde tiré cientos de envases orgánicos destruidos, desollados. Suelto el aire, sueno los dedos de mis manos alternando la pistola, algo me dice que la guarde... doblo el papel verde, "morimos y somos eternos, parte de nuestros átomos son eternos, el resto un cambio de imagen hasta el último minuto de 83

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

vida"... es una frase, es cierta... abro la puerta, fuera el aire golpea en mi pecho, ¿cómo es posible?... ¿los caminos se movían?, el aeropuerto... ¿creía que mi deseo era escapar?... los motores a chorro y los propulsores elevan los decibelios permitidos. Disparan desde algún sitio, creo que saben de la puerta, es una maldita trampa, me la ha jugado, quieren... hija de puta, lo sabía, me cago en mi puta vida. -¿Ahora quién juega con quién? ¿creías salirte con la tuya deformidad?_ no puedo ver su rostro, me encantaría verlo, su voz no está en mis registros anteriores, la madre de ese pobre infeliz me ha tendido una trampa y yo le he brindado la paz. -¿Quién eres?,di tu nombre así te busco hasta la muerte..._ golpea mi boca con una bota muy dura, escupo unos dientes, el dolor no es mi problema. -Ahora nos divertiremos unas horas, los grupos se han alineado en tu captura, París te detesta pedazo de mierda deforme, te colgaremos en medio de la plaza de la Nación, allí verán todos tu rostro, tu cuerpo desnudo, morirás frente al odio de la ciudad entera, escoria infame._ sus insultos y golpes no significan nada, no podrán tocarme, aunque lo quisieran en algún momento los ejecutaré. Me levantan con guantes especiales, tienen las instrucciones bien aprendidas, alguien controla sus movimientos con cámaras desde sus cascos, controlan mis pasos con sus juguetes nuevos, simplemente esperaré como la araña espera a sus insectos, pronto estaré cerca de todos, creo que Isabelle me ha ayudado, 84

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

están unidos en mi captura, no he perdido un minuto de búsqueda, han venido a mí, malditas ratas humanas, que asco de especie, puedo ver como la tierra se sacude expulsándonos a la aventura del vasto y glacial universo, solos y desperdigados como hormigas en el agua. Sus botas huelen a excremento, estoy envuelto como una oruga, recubierto de algún material similar al que ha usado Isabelle en la habitación, no me muevo, respiro suavemente, no saben si he muerto o si me hago el muerto. -¿Qué le sucede? ¡señor!, ¡se sacude!_ tiemblo y escupo toda los fluidos que puedo, suelto bilis a sus botas, suelto mis heces y orino, toso espasmódico y me detengo, muerto a sus ojos, ya lo he dicho, el dolor no es problema en mi sustancia. -Puta escoria, maldito, ¡abre los ojos! ¡despierta!, ni caso, se hace el muerto, todos hacen lo mismo, otros escriben en el corredor de la muerte, suelen escribir libros sobre la humanidad._ no sabe de lo que habla, sus palabras son balas de salva para el mundo, explotan en su cara. Detienen la furgoneta en seco, puedo oír como se amontonan hacia un lado tras el efecto de la inercia. -¿Está muerto señor?_ duda. -¿Que dice? no está muerto._ incertidumbre no confesa. -Es que no... no respira señor..._ falsa seguridad. -No es anaerobio, tiene que respirar, esperemos unos minutos, no puede pasar los quince minutos..._ lo tienen estudiado, asesinos de barrio. -Pero señor si con cinco minutos basta... no hay ..._ 85

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

alguien al fin es algo más listo. -¡Se calla o el que muere aquí es usted!_ si existe una risa interna es la que estoy disfrutando ahora mismo, es como si los viera mirando el reloj mientras palpan mis pulmones, no tienen idea de mis capacidades... soy un hombre, seguiré siendo uno de ellos, no hay nada que me ahuyente de la naturaleza que nos rodea, simplemente puedo copiar ciertas cosas que el resto no ve o no elige por ignorantes. -No respira._ comprueban. -No, no respira._ repiten la comprobación. -¿Qué hacemos?, no podemos llevar el cuerpo muerto, nos esperan a las dos y media, están todos los grupos reunidos con él. -Diremos lo que ha sucedido, luego él decidirá que hacer._ ¿él?, no hay nadie que tiene el control, no es posible, todos los grupos se han unido por mis actos, por perseguirlos, hoy morirán. -Señor son las dos y veinte minutos, restan cinco minutos, debemos seguir, luego otros cinco para la descarga. -Bien, adelante._ lo que esperaba. Son las dos y veinte minutos... el tiempo recupera su condición ineludible de ordenar los momentos. Mis manos, los químicos, su rostro envuelto en una sorpresa sin emociones, ahora sí puedo evocarlo, es una sansión interna y un castigo rehabilitado ... ciento cincuenta años de longevidad, resolvería tantos problemas, es lo único que me hace arrepentirme, solo ese descubrimiento era el premio...

86

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

15

Me muevo por la misma acción de las pequeñas cargas invisibles de la inercia, golpeo contra sus botas, no puedo olerlos, mis sentidos están en suspensión, la electricidad neuronal mínima es la que me permite estar alerta y rumiando entre las ideas. Las ruedas de la furgoneta transitan por una textura similar a la gravilla, hay otras tres que imagino automáticamente, su sonido es particular, pero no puedo dilucidar cual de todas es, debo enfrentarme a un terreno algo complicado. Están inquietos, histéricos y nerviosos, bordean el colapso... huelo el pánico y la turbación... es pura incertidumbre. -¿Cómo crees que fue antes?_ sus voces me hablan de miedo a la muerte, de una sensación que no desean evocar. -No lo sé, ahora está hecho una mierda, ¡míralo!, no sé cómo puede vivir así, yo no lo aguantaría... es una abominación... si no hay más qué..._ pronto conocerán la cara de la muerte y precisamente no es la mía. -Es una leyenda viva, mis hijos me preguntan por él, dicen que es malo, y que les gustaría ser como él... -No lo puedo creer... ¿tus hijos?... no dejes que digan esa mierda... nosotros no hacemos daño, a no ser que no cumplan con nosotros, ¿verdad?, matamos a esos yonquis porque no cumplen, no hay maldad, es el puto 87

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

mercado, conocen las reglas y... -La maldad vale más que nosotros... esto... significa que ya no volveremos a temer... estaremos más tranquilos, al menos será una nueva época, estaba cansado de sentirme tan vulnerable, no sé como lo hacía pero... es que... mira ahora... muerto entre nosotros... parece mentira que..._ en tres minutos sus palabras serán aire extinto en partículas en suspensión, quizás las recuerde en su memoria inmediata, es probable que vea a sus niños antes de morir... al menos en mis manos... para el goce de las criaturas egoístas. -Es de no creer realmente, si me lo dices hace unas horas hubiese contestado que iba a ser yo... hace unos días estuve leyendo que preparan una ofensiva sin precedentes, quieren acabar con nuestro mercado, es que por culpa del pedazo de escoria ésta.- seguro me señala. -el mundo nos mira con lupa, la comisión internacional del crimen ha iniciado el proceso de regulación, París pronto será atacada por sus fuerzas, toda la comunidad europea está detrás, es que hay muchos intereses involucrados, incluidos los de América única y Asia. -¿De verdad, no lo inventas?_ están repletos de nuevas sensaciones, sus fluidos se inquietan considerablemente, la furgoneta ha dado unos golpes intensos, comienzo a volver a mis sentidos, ya me estaba cansando de sus miedos en palabras. -Sí, eso he leído, no voy a mentirte, no han dicho ni cómo ni cuando, yo hablaba con mi mujer hace unos días sobre esto, que no podía durar mucho tiempo más, ella quiere viajar a Nantes, allí dice que en casa de su madre podemos vivir, mis niños quieren ir también, estamos cansados de no poder sacar a jugar por la 88

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

tarde a los niños al volver del colegio, es que estudian todos mezclados, los hijos de... los nietos de... todos están en algo... y ... en Nantes sería distinto..._ se siente con esperanzas sobre el futuro, en su mente eso acaba de suceder, ha sido feliz en su creativa asociación libre, pero los deseos no serán cumplidos, creo que llegamos, nos detenemos, mi cuerpo golpea con ellos, con el lado del soñador, comienza el juego. -¿Esperamos?_ los nervios calientan sus envases. -¡Quietos!, ahora entraremos al patio central, callados._ la voz de orden. -¿Qué hora es?_ pregunta temeroso el soñador, es solo esta noche y luego su viaje a Nantes a cambiar de vida. -Son las dos y media, con unos segundos..._ perfecto. -¡Silencio!_ las botas repiquetean contra la chapa. Sepulcral, de sarcófago o ataúd, un silencio que no pueden contener, sus respiraciones aceleradas cantan para mí, puedo vivir entre sus suspiros, están estresados, quieren irse a otro sitio, prefieren estar con sus hijos, ellos duermen mientras sus papis cargan un muerto, un muerto que pronto se encargará de sus padres. En el furgón, ,contándome, somos siete, seis por derribar, en sigilo, manteniendo la cordura de la calma y de la meditación o del ocultismo. Es el momento, nos detenemos. Siento sus manos apoyarse en la tela, sus roces exasperantes traspasan el umbral de sus almas, quieren escaparse de sus cuerpos, cuerpos y almas que no quieren ser contenidas... mis fluidos vuelven a la reanimación, el dolor penetrante hace el efecto que esperaba, había olvidado mis dientes, creo que estoy repleto de heces y otros fluidos, mi cuerpo ha seguido 89

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

descomponiéndose. -Huele a..._ debo hacerlo ahora. Silencio, omisión... suenan mis huesos, me cuesta mucho moverme... con suma discreción del cura toco la frente... silencio y clava un cuchillo pequeño en mi pierna... pero cae junto al otro, silencio, disimulo. Su navaja en el cuello, limpio y sin sangre, no respira, muere, silencio y cae el otro... pero... me ha cortado la oreja el muy... prudencia, me cuesta moverme todavía... tres menos, silencio, vienen otros... me restan tres... calma y reposo, no sé que hay fuera... silencio, seguiré muerto en mis heces... no sabrán que hacer. -Pero que mierda es todo esto..._ es una bella obra pictórica cabrón hijo de puta, la única que has visto en toda tu corta e insignificante vida de matón gritón. -¿Qué han hecho?_ la evidencia lo dice todo inútil. -Están muertos señor, pero están todos muertos..._ no pueden dilucidar, sus pensamientos no viajan rápido, solo exclaman, mientras la imagen es clara, todos muertos, el muerto igual de muerto entre su mierda, los otros tres muertos entre ellos con caras de espanto. -Algo no..._ ¿no funciona bien?... ahora mismo lo sabrás pedazo de escoria, tu compañero no irá a Nantes, la cobardía causa ese efecto. -Ve a comprobar si viven, es un desastre, no puede estar pasando esto..._ su jefe se cabreará, no sabe que hacer para limpiar esto. Ups, ha rozado mi mano al pasar, por los nervios pudo olvidar... cae sobre mí, perfecto... huele mejor que yo... cuatro... restan dos. -Pero qué... ¿qué sucede?... 90

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-No ha sido cauto señor, ha olvidado cubrir sus... _ el otro si es cauto, muy bien, ahora tienes tres minutos de sobrevida. -¡Ve ahora mismo!, con cuidado, debemos quitarle todo eso, es repugnante, ¡ve!_ ha subido y no se mueve, huele y observa, está junto a mis pies, está muy asustado, tiene ganas de vomitar. -Señor creo que..._ debe callarse, es vital el silencio... -Tiene que ver esto señor..._ eso es, debe acercarse solo unos pasos más... estoy muerto y mi cuerpo en descomposición, me quema el estómago por dentro, se acerca... silencio, un toque fuerte y seco en su pecho, respira mal, escupe, vomita... silencio, fluidos en los ojos del cobarde... silencio, vomita y cae junto a mis pies... tomo sus llaves prestadas... Me cuesta reincorporarme, matar no me hace sentir vivo, esto avanza más rápido de lo que pensaba, avanza y... silencio, su abrigo es perfecto, silencio, oigo otros pasos, reserva, su sombrero es perfecto, ahora me siento algo menos desnudo, hace frío, es una helada negra... el efecto invisible comienza en la tierra... silencio porque, ahí vienen, me cuesta mantenerme en pie... silencio... los puedo ver, incrédulos, irreligiosos, recelosos de todas las creencias... pero no del dinero... primer sueño de cartón, silencio están detrás mío, no sé cuantos hay... puedo ser el otro.

91

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

16

-¿Qué ha pasado aquí?_ seis pasos sincronizados, tres personas están detrás mío, me he puesto el sombrero de mi última víctima, la más importante de la furgoneta, parecen reconocer la figura a espaldas. Huelo a inquietud y miedo, no son del mismo grupo armado, pueden pensar que es una emboscada con los de su grupo... ruido mental, no puede sucederme esto ahora... información ... sí... el espacio-tiempo se transforma en mis sinapsis neuronales, puedo detenerme en los pensamientos, el proceso puede durar segundos para ellos, pero para mí es algo más que ello, ya no es tiempo ni espacio, es la nada perfecta. Los veinte distritos están revisados, fueron dos distritos por año, el círculo perfecto que forma París es mi planeta, es el mapa que tengo trazado en mi mente, cercado por Saint-Ouen, Bagnolet, Saint-Mandé, Levallois Perret, Boulogne Billancourt, Charenton le Pont, Le Pré Saint Gervais, Gentilly, Le Kremlin Bicétre y Montrouge... llevo medio año revisando el distrito catorce, el cual me ubica irremediablemente frente a los trazos y con ellos a la respuesta de por qué quiero dar con ellos, no son esos simples pintores, ni la aparente importancia... los han sobrevalorado como los cuadros de Van Gogh, sus negocios, el resto no sabe muy bien la historia, es todo un arte, sí señor.

92

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

Están detrás mío, el espacio tiempo no corresponde al externo, hay uno dentro mío necesito repasar el mapa anterior... todos los distritos... y los veinte grupos, sus líderes estuvieron vigilando mis pasos, algo debo encontrar en el encuentro de la estación de Les Agnettes... estaban fuera de sus distritos, lo había llevado allí, los vi marchar pero... ¿por qué fuera de los veinte distritos? en Gennevilliers no tienen seguridad... el capitán, es él quién los llevó allí... ¿por qué se animarían a perder a dos de ellos por nada?, el maldito sistema está detrás de los veinte, ¿pueden hacer una red sin denunciarse a sí mismos?... ellos lo controlan absolutamente todo, yo fui su sabueso hasta hace unos días... eso explica algo, me tuvieron dando vueltas por los veinte distritos en la búsqueda de los trazos, ¿pueden haber generado descabezados para mi trabajo?... me siento un idiota, pero si solo no era... no es posible, puedo sentir los jadeos de sus almas, son tres inútiles que van a morir en unos segundos, debo encontrar una explicación lógica... hijos de puta, el poder, el dominio idiota, homínidos deberán arrepentirse, voy a aplastar sus cabezas como bolsas de plástico con aire, oiré los crujidos de sus ideas, contengo el odio, al menos por ahora, pero me arde el ser entero, mi furia comienza a arder por dentro, no creo dar más de mí... ¿sólo un chimpancé puede estar detrás de toda la red inmejorable de cabos sueltos?, es imposible, la telaraña es compleja, aunque pueden tomar con los dedos uno solo, es posible, el resto de líneas están dentro de ese mismo círculo mortífero, París es mi telaraña, no nadie más, yo soy el amo de los movimientos, ¿pero quién está detrás esperando con la paciencia de un árbol a que me pegue en sus hilos?, 93

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

estoy furioso, el mundo está encima de mis hombros, la desesperanza acaba de invadirme, es un sentimiento, lo sé, pero no se representa en un símil anterior, ¿qué hace un hombre lleno de ira y sin ilusiones?... no creo en la justicia, no hay orden binario posible pero tampoco hay matices que corresponden que gradualmente pasan a esas polaridades, relacionamos todo lo que hacemos bien a nuestras ciencias... ¡quiero explicaciones! ¡o morirá pidiendo clemencia!, mi ira es insostenible... he perdido la cabeza, del horror de encargarán los sistemas en estado de emergencia. Europa sufre los éxodos pasados, presentizados en una realidad que necesitan erradicar cuanto antes. -¿Qué ha pasado aquí?, ¿qué mierda ha pasado aquí?_ son tres, tal y como lo predije, sus caras de espantos no son iguales a las anteriores, han visto un fantasma o es el miedo que les invade ver el avión acercarse contra sus cuerpos repletos de viscosidades.-¡Arrodíllate o mueres igual que él!_ chupo su cuello, siento como se desprende su energía vital y desconocida, como dejan de serpentear sus pensamientos oscilantes y ruidosos, se ha apagado, es material orgánico sucio y en un proceso irreversible como el mío... cae como un traje mojado sobre el suelo imperfecto. -¿Qué quieres de nosotros?_ me pregunta llorando uno. -¿Qué quiero?, dime de qué distrito eres pedazo de mierda, dime con quién operas, y a qué nivel. -Solo somos enviados para recoger el paquete... al muerto. -El muerto vive frente a tus ojos pedazo de escoria inoperante, ahora dime de qué distrito eres y a que nivel operas ó morirás lentamente ¡ahora!... en dos minutos, 94

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

no hay quién detenga el tiempo. -No me hagas daño, ¡si no sé quién eres!, yo solo vengo por el dinero._ grita aniñado. -¡Todos vienen por el dinero!._devuelvo un alarido. -Pero a mi me han pagado solo por esta noche, no sé de qué hablas, he oído por la televisión que hoy atacarán todos los distritos juntos, irán a cortar cabezas... la comisión. -Dices que la comisión del crimen atacará hoy a todos los distritos juntos, no es posible... mientes._ su mandíbula inferior es destrozada por mi mano izquierda, hace sonidos, quejidos sin palabras, suena a un animal herido, vive y morirá lentamente mientras el último me mira con el miedo en sus dientes tiritando.-Ahora, si tú mientes sabes lo que te haré... procura mantener la cordura y piensa, ¿¡por qué esperan aquí!?... el tiempo no se detiene. -Señor, se suponía que usted estaría muerto en estos momentos, en unas horas esto se convertirá en una guerra contra todos, y usted señor era la prueba viva o muerta que debían entregar para salvarnos de la guerra, el gobierno está harto de sus ataques nocturnos, necesita quitarlo del medio, se supone que usted es un fantasma... -Pues acabas de morir en manos de un fantasma... _ simplemente rompo su nariz y ésta se incrusta en la zona frontal de su cerebro, es una muerte con muchos movimientos, convulsiones y saliva, parece otro animal enfermo. Soy yo la carga mortal que quieren expulsar como a una bacteria asesina y descontrolada, ¿quién limpiará los distritos? ¿y los trazos? cada minuto que se esfuma 95

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

comprendo que los trazos pueden ser una ilusión fabricada... un espejo delante de un objeto o de una persona, no puedo verlo, me veo a mi mismo, pero ¿quién se halla detrás en esa penumbra?, detrás del marco está la explicación y no soy capaz de conocer el verdadero significado. París era una fiesta, si la viera Heminway desde una mesa de café ahora, no hubiese sobrevivido para contarlo, lo hubiera degollado sin piedad alguna... soy el culpable de todos los males, están locos, algo no concuerda, es lógico pero no concuerda, la violencia que generé desde mis inicios no tiene que ver con el mercadeo de todas esas sustancias y objetos dolorosos que rondan en la nocturnidad parisina, sin mí, esto pasaría a ser un negocio incontrolable, ¿el gobierno pierde dinero para infraestructura ante la falta de turismo?... una mano mueve los hilos... yo no soy marioneta de ninguna mente enferma, ni de un presidente enano con tacos de un metro y novia cantante, para ellos soy William Faraday, no pueden encontrarme pero yo si... piensa William, piensa, no deben estar lejos, son las dos y cuarenta y dos minutos... para un ser noctámbulo la línea temporal se resquebraja como acuarela en años, mis pinturas tienen que existir, tal y cómo lo hizo Picasso hasta sus últimos segundos. La adultez no es más que un proceso lúdico y con las mismas bases primitivas que nos destilaron en las bondades de un consumo hasta el centro del alma, allí dónde ya no hay parcelas privadas. Dos y cuarenta y cuatro, he oído unas hojas caer en las inmediaciones, una tras otra se apilaron, pero no pude encontrarlas... camina... el cabello de una bella mujer 96

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

me acaricia el rostro, puedo dormir para siempre con su fragancia desprendiéndose al igual que se desprenden los sonidos, las energías y los satélites naturales.

97

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

17

Dos y cincuenta y uno... están en la camioneta todos apilados, descomponiéndose bajo los efectos del tiempo, el oxígeno y... mi oreja, sangro, me quema, mis pies, mis manos... ¡ah! esos sonidos nuevamente... silencio... ¿quién eres? ¿qué haces detrás del espejo?, no voy a iluminar mi rostro para verlo nuevamente, no hay condiciones de ningún tipo, nadie dice qué y dónde, ah, malditas heridas, si ellos quieren, la sangre mezclada se coagulará durante toda la noche, si es cierto, la comisión descubrirá lo que están cociendo, sus ingredientes, bestias, asquerosas bestias inundarán los caminos y cortarán las arterias de este corazón, París, tienes visitantes y esta vez no son turistas. Sus pasos contracturados, de ira... estoy detrás de las columnas, veo la furgoneta mal iluminada, han encendido las luces, dos filas perfectas de trajes negros y camisas blancas, si parecen agentes de MI6, morirán de todas formas, el material que me protege... mis... -William si sigues dos minutos más aquí te encontrarán, y no tienes buena forma._ su voz, esa voz, que quiere...-Tienes que seguir las huellas William, ellas te guiarán a la habitación, alguien quiere hablar contigo._ su voz es tan... -¿Osas aparecer aquí pedazo de mierda?¿dónde te escondes engendro?, ya te tocará tu turno, no desesperes, a todos les toca ver el rostro de William 98

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

antes de..._ siento miedo por primera vez, otra vez el encuentro con las emociones, no puedo precisar si es realmente... estoy preocupado, y ¿si muero antes de qué los trazos...? Soplan humo de sus bocas, tienen trajes muy caros, gastan el dinero sin pensar en el futuro, luego quieren que Europa siga creciendo, el este ya se perfila un aliado más, Asia comienza a fortalecerse con Rusia y Bolivia, pronto tendremos más amigos en la ciudad y no estaré para verlo... serán nuevos amigos... Están disparando sobre los cuerpos, lo hacen por miedo, descontento y simplemente porque creen que estoy debajo, apilado entre la mierda esperando ser colgado frente a toda la red de los veinte distritos... pues no, mal acabarán pensando así. Arrojo uno de mis cuchillos contra uno, acaba de caer lentamente, es el último, disparan sin saber muy bien a dónde, me muevo por las columnas, he pasado tres, ¿qué huellas?, no hay puertas, no hay ventanas, si esto parece el patio interno de un convento pero sin cuartos de castigos. Isabelle ha sido un error, tengo tantas preguntas... ¿quién eres Isabelle?... me has soltado en medio de la jauría y no sé muy bien a dónde correr, me duele el cuerpo completamente, no tengo medicación. -Sigue, queda menos._ su voz reaparece otra vez, su enferma y agraciada voz, su... La quinta columna me revela un cuadro pictórico, caen dos más, pero si, están comenzando a atacar, un helicóptero dispara desde el cielo oscuro, su sonido, suena a fuegos de artificio, la guerra ha comenzado y no 99

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

estoy en ella, están padeciendo el plomo en sus entrañas... las dos columnas estallan, los primeros se refugian en la furgoneta... explota, corren y mueren mientras intentan burlar las ráfagas de luces incandescentes, caen paquetes negros en sogas que no puedo ver, se están dispersando, van a tomar el control, estarán bloqueando todas las salidas y entradas, todos los accesos peatonales, me queda la arteria que mejor conozco y que nunca me falló... toda la red del metro tiene pasadizos que mapeo a la perfección, dormí durante años allí, hasta que esos lunáticos se contactaron conmigo para seguir los rastros de los trazos de Montrouge. Disparan a discreción, tengo que... las huellas, una mano sobre la columna, la novena columna, no puedo caminar, puedo, no puedo, ¡ah!, mi cuerpo, ¿qué me está pasando?, la medicación, no hay efecto placebo no tengo nada con qué engañar este maldito cuerpo, me quedan horas, voy a llegar al fondo de esto aunque tenga que hacerlo sin manos. Solo un poco más, solo un poco, se acercan, puedo oír sus botas duras, sus pasos firmes, están decididos, los han convencido de la gloria y el dinero, París será un nuevo tesoro para todos los soldados de la comisión, recuerdo los intentos anteriores en el aeropuerto... Europa sabe lo que significa esta base intermedia con África, van a explotar cada centímetro... la huella está húmeda, pero si es... la sombra que hace en la esquina, el punto neutral y ciego en este cuadrado perfectamente iluminado, las disposiciones de las columnas tienen un sentido... estoy en la sombra, los veo venir desde las otras dos puntas de los corredores, noto sombras que se dibujan, desde el centro de la plaza vienen otros, los estoy viendo, ellos intentan verme... la piedra se mueve 100

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

lenta, estoy dentro, está muy oscuro, estoy dentro... avanza... siento los disparos opacados, tiene que ser acero reforzado en al menos diez capas con concreto, disparan con un gran calibre. -Solo un paso más William._ su voz, está jugando conmigo, he soñado con su voz, sus ojos...verdes... muy verdes y cristalinos, como el agua de aquél valle... ¿cuál valle?_ los disparos continúan es posible que sigan intentando con explosivos, pueden tardar solo dos minutos en volarlo todo. Está absolutamente desprovisto de luz, siento el frío en mis entrañas... avanza... hace algún tiempo que no se removían mis entrañas en el hielo, estoy ácido por dentro, me está comiendo mi propia cobertura, estoy escupiendo, vomitando restos de nuevos fluidos, arrodillado y sin aire... no conozco la debilidad, no puedo reconocer el sentimiento, no tengo memoria de... creo que hay alguien más aquí. Otras luces se encienden, creo que el suelo se mueve o desliza sobre algo, siento las vibraciones, recuerdo la máquina de Tesla. Has tardado mucho menos de lo que esperaba, uno de nuestros enviados ha muerto, lo has matado sin preguntar. Has venido a nosotros más rápido de lo que esperábamos, te felicito. -¿Gerard?_ algo me dice que el gorila del club ha muerto. -He ido a verte, no pude entrar al Kaos, tu monigote no... -Yo no hay monigote._ suele hacerlo. -Lo suponía... ¿por qué estás aquí Gerard?, ¿están 101

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

juntos para soportar mejor los ataques?, si crees que me tienes estás equivocado._ sigo arrodillado, termino de escupir y me reincorporo algo fastidiado. -No comprendes nada... ellos quieren algo nuestro, y nosotros algo que poseen, la balanza tiende a equilibrarse William, pero tú estás jodiéndolo todo, aquí no tratamos sus imprudencias internacionales, controlamos todo Europa desde aquí... y lo sabes, la unión hace a la fuerza amigo... pero tú tienes que interponerte...¿sigues buscando los trazos? -No es asunto tuyo Gerard, quiero saber quién orquesta todo esto, tienes que responder, ¡enciende todas las luces!, quiero verte el rostro completo. -Me cuesta entender William cómo tienes tanto empeño... no hay un mano que mueve los hilos, no hay jerarquías, tu nariz no tiene que estar en estos temas... empolva tu tabique y vuela lejos William... -La guerra ha comenzado, tu eres la primera capa de la cebolla, ¿piensas morir en vano? ¿por dinero? -El futuro está aquí... todas las células estarán activas en menos de un mes, quedan semanas para el gran golpe, nunca verás nada igual, porque nunca se ha hecho nada igual... Alejandro Magno tuvo un sueño... el nuestro es aún más ambicioso. -Jajaja, ¿ahora eres un predicador?... quítate el manto que te han puesto..._ no sabe que en unas semanas seré abono para su ganado. -Ríe William, ellos podrán atacar... pero todo seguirá intacto. Ahora debes calmarte, seguir con nosotros, esperar a que la tormenta se... -Nunca..._ de eso nada capullo ignorante. -Entonces no me dejas otra alternativa... ya no eres el mismo ¿eh, William? ¿por qué sangras tanto?, si 102

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

necesitas un espejo._ espejos, alguien está detrás de la penumbra y no quiere descubrirse.-¡Disparen!, mantengan su cuerpo inmovilizado, ¿ahora no puedes hablar William? tu tiempo se está agotando, pero no voy a soltarte para que sigas destrozándolo todo, ellos ahora están esperando que ataquemos, pero mejor nos quedaremos en un silencio de iglesia, invisibles, mirándolos desde los montes. Revisarán toda la ciudad y ninguno caerá, aquí todas son puertas sin manijas, son clavos ardientes y rincones a ningún lugar... dispararán y morirán civiles, los pocos que quedan en la ciudad, ¡tu ciudad William!_ puto enfermo mental, si pudiese moverme te cortaría a trozos la lengua, quemaría tu retinas con un alfiler y te haría sudar de miedo. Seguimos moviéndonos, creo que estamos en la arteria que mejor conozco, usamos seguramente algún canal alterno, en las guerras globales estos fueron los túneles de los títeres de uniformes, ellos me llevan... creen que sigo siendo parte de... están dando fuego a mi ciudad, a mis protegidos, y no hay nada que yo pueda hacer, conocen como capturarme y mantenerme, no es la primera vez, Gerard lleva tiempo buscándome, me teme, yo lo he encontrado, cree que ganará prestigio, si es por eso, por el poder mismo, por la abolición a la esclavitud mental de no ser más que huesos en movimientos... mi cuerpo, ahhh, aahh mi venas van a explotar, mis pulmones... huelen a miedo, mis fluidos escapan, me deshago nuevamente, no hay luz, solo es el sonido del movimiento... susurran algo, siento el viento de sus agitaciones. Han pasado doce minutos, los he contado, siempre cuento el tiempo, es lo único que me mantiene en orden.

103

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

18

Son las tres y tres minutos... Estoy sobre un carro, veo las luces del techo aparecer y desaparecer, atenuarse y fortalecerse ante mis retinas cansadas y acostumbradas a la oscuridad, el silencio es perfecto, dormiría... ya no soy el de antes, Joan Ledoux, Isabelle me ha dicho que Joan había experimentado por el bien de la humanidad, ¿qué tiene que ver Joan con los trazos que aparecían en sus manuscritos?, creo que el hombre ha nacido como una especie aleatoriamente destructiva, todas las especies que contienen la información violenta que genera la cadena de los... las expectativas de las proposiciones no demostrables nos enciman a una especie capaz de establecer una nueva subespecie, Joan trabajaba con esos humanos, eran clones deformados y sin recursos, una pesadilla... las gestaciones suspendidas por meras prácticas... ¿por qué tenía esas vidas reclusas en su laboratorio?, hacía de ellos una opción inútil, el medio no justifica el fin, ¿su finalidad era quizás inmortalizarnos?, todas las civilizaciones hablan de lo mismo, creen tener las fórmulas mágicas para alcanzar la composición perfecta del cuerpo, somos líquidos, soy estos líquidos eléctricos que fluyen ahora mismo, mi olor les descompone, no puedo evitarlo, me deshago por dentro. El ADN pudo darme una respuesta a mí, tuve las oportunidades para reconstruir, para extirpar la primer porción afectada, ahora puedo... caen sus gotas de sudor, no aguantan... 104

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

están mareados, se detiene el carro, o lo que sea que nos moviliza por la sub capa terrestre. -Hemos llegado William, te están esperando... -Están escondidos como ratas, usan sus caminos naturales, no hay otra palabra que los defina. -La paciencia hace al rey William, todo a su tiempo cobrará un sentido real, tendremos todas las piezas encajadas, no es solo París mi viejo amigo. -¿ahora planean ir en contra de los ejércitos?, es imposible, la ambición... lo quieren todo..._hablo por momentos, me cuesta la locución. -Nuestros planes están perfectamente delineados, tu eres un cadáver parlante, disfruta de la compañía de tus ex compañeros, quizás no los recuerdes, solo sabes maldecir, puto cabrón deforme... fuimos nosotros quienes te dimos una identidad cuando estabas en las calles sin saber cómo morir... te dimos la vida que llevas y nos has pagado así... William, disfruta de la compañía de quienes te odian por ello..._ nos hemos detenido, bueno yo, Gerard se aleja, el eco en los golpes delata una gran sala diáfana, ¿cuándo estuve pidiendo morir en mis calles?, ellos lloraban para que no los descuartice bajo las sombras y el hedor de mis túneles preferidos. Escucho sus copas, sus voces, el griterío está apagándose lentamente, creo que estoy en... -¡Silencio!, ¡silencio!, ha llegado, aquí tenemos compañeros al gran desaparecido, a nuestro Cowboy parisino, ¡este es el rostro de la muerte señores! ¡William Faraday nos acompañará en esta gran velada!, 105

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

no teman damas, no quiere moverse, está algo malo de salud..._ sus risas cómplices, creen que soy un león de feria muerto de hambre, Kafka lo sabía... sabía lo que era el genocidio interior, murió con ello. No puedo hablar, no me lo permiten... estoy recostado, envuelto ó embalado, mis pulmones no hacen más que presionarme, necesito aire, quiero aire, me ahogo, necesito aire y agua, mis heces están líquidas como una capa de mi espalda, siento el calor en mis manos, las botas me aprietan mucho más que antes, veo sus rostros en esas pequeñas celdas, Isabelle amaba a su hijo, no puedo entender el verdadero amor de madre, si es que los genes... la capacidad de olvidar por la evolución, procrearían juntos si la tierra fuese un nuevo edén para poblar... todo es tan... mis deseos de muerte se apagan, estoy vencido, ellos quieren verme muerto, descuartizado entre sus pies, así dormirán más tranquilos después de esta guerra contra nadie... ellos tienen que saber que están aquí... ¿qué piensan hacer con el mundo? París es pequeña pero efectiva, se les ha ido de las manos sus pretensiones... la sequía puede matarnos como la fiebre amarilla, la peste... yo soy la gripe porcina... y las nuevas... puedo serlo quizás y no lo saben... hay hormigas que se inmolan contra sus enemigos, no tienen artificios, sus químicos se activan cuando lo desean y expiran por un fundamento orgánico y no moral... no obtengo nada matando al embrión, hay otro germen más fuera intentando colar el orden... no hay niveles que... Joan... Isabelle no tiene rostro... ¿quién está detrás de los espejos?

106

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

19

-Hegel dijo que la historia es el proceso de la conciencia de la libertad afirmando después que nada grande se hizo en el mundo sin pasión... la que nos caracteriza... compañeros hoy tenemos una gran misión encomendada, debemos seguir pacientes esperando nuestro momento, la pasión existe y nos mantiene en ese camino insondable para todos los que están allí fuera, habitando el mundo sin futuro alguno... repletos de males brutales... Groucho dijo que el poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra, nadie combate la libertad, a los sumo combate la libertad de los demás. La libertad existió siempre, pero unas veces como un privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos... nuestra espera pronto llegará a su fin, el comienzo del proceso nos hará hombres libres, todas las células están debajo de los mares, montañas y desiertos, en todo el mundo nos están escuchando en este preciso momento... hoy es un día histórico, nosotros seremos quienes reescribamos la historia para esos brazos futuros de unión global. Estamos cansados de la administración de la burguesía antigua en su poder ejecutivo, sus negocios nos han llevado a las cloacas de las grandes capitales, el mal por el bien pronto nos dará otra concepción binaria y similar, será el bien y el bien, por intensidades... caerán todas las columnas de sus templos adorados, el mundo no sucumbirá, las especies continuarán sus cursos 107

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

accidentales... pronto volveremos para integrarnos... al final el mundo sin insectos perdería todas sus especies, pero sin humanos prosperaría, no queremos llegar a eso... ¿no?... no lo creo... luego vemos su guerra, sus disparos... son expresiones vacías y necias... contemplarán el error, lo estudiarán, pero no encontrarán la cura... porque no hay cura para erradicar el mal humano, el gen de la humanidad._ no sé el nombre de quién habla pero suena convincente, me ha absorbido con sus palabras, pude dejar el dolor interno de mi cuerpo, las heces y el daño irreparable de mi oreja para escucharlo sin pensar más que en las imágenes de sus planes... tienen grandes planes, esconden grandes mentiras, pero también tienen una gran ambición de poder, esa humanidad de la que habla no puede abolirse, son hombres, simples y condenadamente, hombres. -A las 7 y treinta y tres minutos nuestras sociedades precarias y disfuncionales se convertirán en el nuevo proyecto del magnánimo... un hombre hace mucho tiempo creó una nueva humanidad, Joan Ledoux fue el punto inicial de todos nuestros esfuerzos durante las últimas dos décadas en las sobras del conocimiento, Ledoux trabajó muy duro por nosotros, sacrificó su vida en nombre de la ciencia humana y le debemos un supremo respeto, su muerte fue trágica pero su legado infinito, en los laboratorios de la organización pudimos reconstruir sus prototipos y lograr el mismo resultado tras los 277 intentos, la supervivencia de ese primer nacimiento nos elevó a lo que hoy somos en todo el globo... Ledoux tenía claro que el mundo no podía continuar con nuestra presencia actual de carácter bacteriano, nuestra evolución no ha hecho más que 108

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

lastimar los millones de años de esfuerzos naturales, nosotros somos quienes reivindicamos sus palabras, sus escritos y los regamos por todas las civilizaciones durante la última década, nuestros divulgadores han intentado elevar la consciencia del resto de la humanidad, han hecho reformas legislativas en las primeras potencias del mundo y ellas no han hecho más que darnos las espaldas, intentamos por todos los medios avisar a las sociedades de los peligros que hoy se originarán, ellos continuaron el daño y nosotros solo podemos ofrecer un silencio, un respiro a esas almas que pronto volarán enérgicas sobre la superficie terrestre..._ si traman algo, es muy gordo, muy trágico y muy determinante.-En el último siglo conocimos el poder destructivo del poderío atómico, también sufrimos los desastres de nuestras búsquedas de energías contaminantes, hicimos de Tesla un monigote absurdo e irreconocible, los científicos y divulgadores de todas las lenguas fueron callados y asesinados sistemáticamente... pero este siglo no es el que piensan que es, no es la década maya, ni el Apocalipsis, es el comienzo de nuestros descubrimientos, la elevación de nuestras razas, tenemos en todas las células los laboratorios esperando la señal para reconstruir nuestro sueño, nosotros junto a ellos, nuestras creaciones... el mundo de Ledoux está a punto de existir... compañeros, cada uno de todos los presentes eleven sus intenciones sinceramente, hoy en el minuto treinta y tres el sol iluminará otro presente._ están enfermos, ¿a quién aplauden? si es un megalómano con suerte, Ledoux, si lo maté fue para evitar ver más humanoides deformes, no puedo permitir que continúen... deben saber... ¿qué van a hacer? ¿cómo van a...?, mi cuerpo es una unidad 109

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

gastada a punto de la descomposición, ¿por qué pretendo salvar esas vidas si son igual de ambiciosas que estas? -William Faraday fue la primera respuesta-¿yo?.-lo buscamos durante dos años, dimos con él en los túneles que hoy nos comunican y nos mantienen vivos, gracias a su composición pudimos construir el resto de los prototipos, William es un milagro señores... sin él París no sería lo que es_ ¿de qué mierda habla este enfermo mental? yo maté a ese científico, quemé sus experimentos, yo soy William Faraday porque elijo serlo, ellos me engañaron, no soy ningún... quieren hacer creer eso al resto, no soy más que un hombre muerto, mi aspecto... ellos no tienen que ver conmigo... yo creé la semilla, sembré el germen en París y ello jugaron muy sucio al recoger todas las plantas del daño. La culpabilidad puede ser un proceso corto, o una nefasta noche de insomnio y lágrimas. Son las tres y treinta minutos, faltan cuatro horas y tres minutos. Y no tengo respuestas. ...Escucha William, escucha... no voy a darme por vencido, no me cuesta esfuerzo seguir vivo, quiero la verdad ante mis ojos... cueste lo que cueste.

110

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

20

Estoy derecho, tieso, ellos están sentados, no hay ventanas, la puerta se ha desdibujado, creo que no existen accesos desde fuera, es una habitación que tiene al menos unos treinta metros cuadrados de superficie... escupo, ninguno habla, aquí el silencio tiene sonidos a aspiraciones y expiraciones, están algo inquietos y borrachos, sonríen, se miran, se agitan y acomodan en las sillas, esperan algo, pero no sé muy bien que es lo que esperan. Me retuerzo, lo intento, estoy amarrado con una capa de acero maleable, parece un sábana pero tiene la misma resistencia, tengo la cabeza descubierta, ahora puedo hablar, siguen mirándome, dos sonríen. -Tus cambios son evidentes, estás muriendo William, nunca creí llegar a ver este momento, llevo fantaseando años, pero tenías que caer en nuestras redes justo hoy... no confío en ti, nunca lo hice, eres un embustero... un animal de circo, es allí donde debes estar, esperando a que todo acabe para ti y dejarnos hacer lo nuestro con tranquilidad, al menos merecemos esos respetos, tenemos a cargo un futuro de renovaciones, nos llevará al menos un siglo reparar ciertos comportamientos._ los cuatro me miran, están sentados en cuatro sillas dispuestas en una línea horizontal, cada uno espera su turno, me recuerdan al puto juicio por las víctimas del terrorismo hace al menos unos cinco años, cuando las 111

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

mafias eran juegos de niños. Él tiene una camisa a cuadros de colores rojo y blanco, fuma y bebe mientras habla.-Te quedarás aquí junto a nosotros esperando a que todo marche sobre sus ruedas, creen que todavía eres peligroso, nos tienen encomendado mantenerte a salvo y controlado. -Nadie puede controlarme, no sé quién eres, ni sé si me conoces, pero ten por seguro que tu rostro puedo reconocerlo aún con deformaciones. ¿Quién me desea quieto en esta fiesta donde todos bailan?..._ uno intenta contestar y se calla, el de la punta me mira fijo, su mirada me recuerda a la de una cobaya peruana. -¿Quién crees William? -Las preguntas las hago yo._ memo de mierda. -No hay preguntas que contestar William, esto no tiene que ver contigo, tú crees que hay respuestas, el camino se inició sin ti, llevamos mucho tiempo desarrollando todas las posibilidades, juntar a los inversionistas nos llevó cinco años, fue muy caro convencerlos de la utilidad del nuevo orden._ escupe mientras habla, parece disminuido mental. -Son un logia, un grano en el culo de las potencias, no pueden hacer nada, seguro planean suicidarse en masa por el calentamiento global, les da igual por qué... solo... lo hacen._ lo vigilo y desafío. -No tienes fundamentos, no sabes lo que significa el nuevo orden, las imprudencias nos llevan al límite, ni el planeta va a perecer ni la especie va a desaparecer, no hay tampoco radiaciones que nos amenacen ni colisiones extraordinarias que nos extingan, el proceso cero tiene un fin, una lógica, la creó quién fue tu víctima tercera William, gracias a tu sentido de la venganza fría pudimos conocer un aspecto que desconocíamos de 112

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

Joan, tu don por la muerte nos abrió caminos mucho más rápido que ningún arma o droga, eres nuestra carga negativa que nos equilibra, pero te odiamos William Faraday, odiamos tu existencia porque nos recuerdas a ellos..._ grita exacerbado por el alcohol. -¡Jugaron sucio! ¡son marionetas!, nimias piezas que mueven con la pasividad de quién efectúa un disparo en la cien a una niña, desde su despacho, cueva o avión lo mueve todo, él sabe esconderse de todos ustedes, ¿le creen? ¿creen en esa mierda del nuevo orden?, las trampas a veces se visten de seda, con alcohol y mujeres bellas, así caen, uno a uno, así vi como cayeron todas mis víctimas, sin tener tiempo a pensarlo... ¿me odian? ¡la ciudad corea mi nombre!, ¡París quiere el caos y yo se lo doy!, ¿quién osa cambiar el corazón de Francia por uno artificial?, no lo saben todo, no lo sé, pero voy a averiguarlo..._ fisgan en sus copas vacías, sueltan el tabaco, se paran dos, me golpean, me escupen, me cortan el rostro, uno me acaba de mear, se ha reído en mi cara.-No tendré piedad, no conozco el miedo... estoy furioso...¡no hay dicho nuevo orden!_ me tira con su botella de alcohol un chorro para verme intentar retorcerme como una babosa repleta de sal. -Te equivocas, no puedes comprender lo que desconoces, el nuevo orden supera tu visión unilateral de la violencia indiscriminada, no tienes control sobre tus acciones primarias, menos con tus pensamientos al ejecutarlos como palabras, no conoces nuestro trabajo, solo has visto la capa superficial y aparente, te crees muy listo William... pero no lo eres. -¿Dónde mierda están los trazos de Montrouge? ¿¡dónde!?_ estoy exhausto, no quiero oír más todo ese rollo infinito del nuevo... 113

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-Los trazos de... llevas años buscándolos, tu debilidad no te conduce a ningún espacio, no tienes pruebas de su existencia, no sabes lo que son los trazos de Montrouge, no tienes ni una mínima idea de lo que representa, pero yo sí... sé lo que significa cada milímetro de su lienzo... no tienes idea de lo que es, ¿eh?, te dijeron que los busques, trataste con ellos y con nosotros, regaste el caos solo por los trazos sin reconocer su verdadera importancia. Das pena William, nos das lástima, ¡mírate!, en lo que te has convertido, ¡mueres por algo que quizás no existe!, te engañaron William, tú eres la pieza central de sus movimientos... nuestro legado comprenderá en unos siglos que el bienestar tuvo una base fermentada de violencia y degeneramiento... pero estarán felices de haber mutilado a el noventa y nueve por cien de la humanidad... reconocerán el sacrificio que están a punto de hacer billones de humanos en todo el mundo... eso nos abrirá todas las puertas al nuevo conocimiento, a la evolución verdadera, la línea que hoy es borrosa por la culpa de las tecnologías fruto de... Joan Ledoux no tiene ningún precedente en toda la historia, él lo logró, logró contemplar la simplicidad de los elementos y no contuvo mentalmente su tiempo, lo donó para el bien... ¿qué se siente ser el hombre mas odiado?... -No siento más que el calor de mi odio... tú serás el primero, si escapas solo ganarás algo más de ese preciado control numérico._ lo miro, puedo comerlo e imaginarlo sufrir hasta su muerte en una agonía inaguantable. -Los desposeídos tienen un mundo que ganar... -¿En dónde? ¿en los cielos de sus Biblias?, van cometer un genocidio... pero no hay forma de lograr tal evento 114

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

sin destruir al resto de especies... son unos bárbaros vestidos de Armani. -Te equivocas... la misión de la ciencia es catalogar el mundo para devolverlo sano a Dios y en orden, Unamuno lo predijo inconscientemente mientras trabajábamos en crear la apariencia violenta de tú ciudad y bajo tú nombre... eres... _ lo mataría ahora mismo, solo con escupirlo puede morir, está borracho, quiere decir sus verdades, cree en el cambio y no comprende que en unos momento la ley estará aquí disparando a todos reduciendo sus planes a sangre y ojos cerrados. Son las tres y cincuenta, su reloj me lo enseña. ... nada es perpetuo... las montañas se hicieron planas de esperar que las especies florezcan, pero no hubo nada de vida allí, era un planetoide vacío y sin luces... la la bola giró hasta hacerse un óvalo perfecto en su superficie.

115

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

21

-¿Por qué suenan los avisos?, llama a Igor, que controlen las nueve otras combinaciones, todos los túneles tienen que estar cerrados en dos minutos, de lo contrario... ¿qué miras infrahumano? ¿de qué ríes?_ estoy gritando, aullando de risa, los estoy volviendo ratas estresadas. -¡No hay nada que hacer!, ya están dentro, pronto..._les grito para que suden más. -¡Activa todas la cerraduras!¡concentra los gases en los túneles a, b, en las combinaciones 3, 1, F32... ¡acciona todas las compuertas!... ¿quién es más listo aquí William? ¿¡eh!?... tienen que haber intrusos a punto de ingresar a la sala magna, avisa, que evacuen ahora mismo, ¡todos debajo del gran parque!...¿estás contento William? ¡nada puede detenernos!, hay sitio para cada uno de nosotros en el perímetro de los veinte distritos de la ciudad, cerramos y abrimos nuevos caminos, esos uniformados del gobierno estarán muertos en unos minutos... sus sistemas nerviosos centrales están comenzando a colapsar... lo siento mucho William, te quedarás solo para ver el acontecimiento. -¡No hay camino en el espacio!, ¡son nuestras percepciones interiores que se proyectan enfermo numérico!... ¿escapan así roedores? ¿me dejan solo? ¡cobardes!, solo es tiempo... un poco más de aire para el ahogado._ están saliendo por otra puerta integrada a la 116

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

pared, no lo hubiese sospechado, lo ha anticipado, tienen caminos nuevos... no sé cuantos son, no tiene por qué preocuparme el final de toda esa gente, yo solo quiero saber por qué estos hijos de puta me dicen que los trazos quizás no sean más que un móvil, lo sé... me utilizaron, necesitaba tener un sentido, pero los trazos estoy seguro que existen... tienen que existir... son verdaderamente importantes... tengo que quitarme esta celda, tengo poco tiempo, el silencio hoy vale oro. El último me mira, es el que me ha soltado toda la información... me otea, está por marcharse pero quiere decirme algo, sonríe conforme piensa lo que va a decirme. -William... el verdadero odio es el desinterés, y el asesinato perfecto es el olvido... ese fue el plan maestro de Joan Ledoux, para comenzar sobre el bien hace falta fundar un cero absoluto... no pienses en este fatal día que comienza lentamente, piensa en el futuro..._ cierra la puerta, desaparece, estoy seguro que llenarán de gas ese camino al sellarlo, son inteligentes, borran lo anterior... reflejan sus actos futuros, están en la sala, los puedo ver por las imágenes de las pantallas, golpean las paredes, son los uniformados, puedo ver a algunos rostros conocidos... no saben dónde está la puerta de acceso... gritan, no hay nada... solo comida y vino en el suelo... dan vueltas en círculos, están desesperados, comprenden que están encerrados y que pronto correrán la misma suerte que todo el resto en los túneles sellados... golpean las paredes, están cerca mío... estoy moviéndome, no puedo salirme de esta celda, pero sí puedo mover mi cabeza, acabo de caer... grito, chillo, tienen que oírme, sueno animal... no sería ninguna tortura ser animal. 117

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

¿Qué es ese pincel sobre el lienzo?... tienen... sus colores, puede ser un edén, no es el original de la Sixtina... puedo ver su mano al pintarlo, solo veo trazos, no encuentro más que líneas de un solo color, ni hay una uniformidad pictórica, no puedo ver el rostro de la pintura... puede ser un cuadro hermoso... sus colores... Atizan, creo que han oído mis gritos, golpean fuerte y ya son tres, intentan golpear los bordes, intentan romper algo... no puedo ver nada, estoy boca arriba mirando el techo... tienen que poder hacerlo, sino pronto no habrá más que óbito, por miles, no creo que logren cumplir sus promesas, es imposible matar a esos billones que pretenden... tienen un líder, todos lo tienen, ¿quién es esa mano blanca que mece la cuna?... me duelen las nuevas heridas en el rostro, la oreja, el cuerpo, tengo una acidez que me corroe pavorosamente, mi pies me abrasa igual que mi pecho... están moviendo algo que no veo, se acciona la abertura, lo que no era un paso, lo que ahora es una puerta. -¿Hay alguien más? ¿hacia dónde han ido?_ entran siete uniformados, me ponen en mi sitio, no me tocan. -¡Suéltenme!, tengo el camino en la memoria... ¡tienen que soltarme!_ se miran, creo que saben quién soy, uno le confirma la seña. -Pulsa Luc, no tenemos tiempo._ le dice el que ordena al más inútil._ se afloja el acero maleable, cae y hace un estruendo ensordecedor, ha caído sobre los pies del inútil, grita, se retuerce, toco su frente, cae, me miran, me temen... -No voy a hacer más daño, a menos que... era una pieza 118

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

inútil... tranquilos fue un error._ estoy en el suelo sobre el inútil, mi cuerpo me falla... susurran entre ellos, me pongo de pie... tengo que resistir.

119

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

22 ¿Dónde han ido William? ¡tienes que decirnos hacia dónde han ido!_ me grita mientras el resto levanta al herido, quedan seis, no voy a matarlos, tengo que seguir la pista... -¿Qué hora es?_ le pregunto a uno de ellos, me mira extrañado. -Las cuatro y cuarto... -Queda menos, han ido en dirección Saint-Michel. -¿Y cómo sabes eso?_ sonrío mientras pienso en la manera mas simple y rápida de escapar de estos tubos envenenados. -Mi vida transcurre en las venas de París, soy uno de su anticuerpos, depende la época soy otra cosa menos agradable..._ cierro los ojos, puedo ver el entramado de túneles que pueden combinarse con el de Saint-Michel ... -Quieren ir a la catedral, porque hay túneles antiguos, utilizan la red subterránea para refugiarse del genocidio, tienen perfectamente acondicionado éste y el resto de túneles, lo curioso es cómo el gobierno no advirtió esto. -Había mucho descontrol William, entre tú y el resto tenían su tiempo muy ocupado. -Puede ser... no me fío de nadie... París es corrupta, y los hilos cada vez tienen más colores en mi cabeza... debemos... tiene que haber una puerta invisible entre las otras paredes de la sala magna, ¿no han oído algún sonido hueco entre los golpes? -Yo sí, varios, uno de ellos es este, al oír los gritos... 120

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-Exacto, solo tengo que ver nuestra ubicación, dame... ¿tiene el posicionamiento global activado? -No, hay un inhibidor de frecuencias... nada de nuestro equipo funciona aquí abajo. -No importa, por favor dejen espacio, debo ubicar las puertas, al oeste, tenemos tres, pero no, aquellas dos que usaba cuando me buscaban por el triple homicidio de Mabillon en el León de Bruxelles... exacto, golpeen por ese sitio, tiene que haber al menos dos aberturas... -¡Suenan tres sitios aquí!... cuatro, son en total cuatro...¿rompemos?_ le digo invitándolo a actuar. -¡Sí!, ¡escuchen a William por favor!, no tenemos otra alternativa... pronto todo esto se rellenará con ese gas... -No es Sarín, ni el Mostaza, es Fosgeno una mezcla de Cloro y Óxido de Carbono, sin protección nos asfixiará hasta la muerte, no podemos seguir mucho tiempo aquí...¿qué sugieres William? -Al noroeste, iremos debajo de Boulevard Saint-Germain hasta Saint-Michel, luego en el último tramo decidiremos en la Rue de la Huchette ó Quai des Grans Augustins, pero estamos obligados a subir a la superficie para pasar el Petit Pont. -¡Ya está!, tenemos tres aberturas, son angostas._ dice uno de ellos. -Yo voy por la central, es momento de separarnos, saben que al salir a la superficie tienen que contactar con sus superiores, tienen que advertir que en unas horas acontecerá un hecho sin precedentes... tienen que combatir, pero no en la superficie, ellos les han hecho creer que la guerra sucede en las calles de mi gran ciudad, pero se equivocan... a las siete y treinta y tres el mundo conocerá la crueldad del silencio anónimo que estuvo detrás esperando su momento... no creo que 121

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

puedan hacer nada, al menos que se refugien en los metros... no sé que es lo que pasará, lo siento mucho... _ nunca creí apiadarme de sus cuerpos y lamentarme el fin de sus impertinencias... al fin y al cabo todos van a morir... siete y treinta y tres, ¿por qué a esa hora?... voy a dejarlo todo, no me quedan... camina... ¿cómo piensan hacerlo?... Estoy en el túnel, debajo de Boulevard Saint-Germain, creo que los uniformados han elegidos otros caminos... me duelen las manos, las rodillas... camino incierto, inseguro, titubeante, impreciso, aquí vagaba durante el día buscando un asilo, un paisaje que no me diera una belleza abrumadora, aquí caminaba durante horas, imaginando el resto de calles enlazarse en el entramado, emulaba los entramados sinápticos... y decoraba mi mente con nuevas imágenes, así comprendí el funcionamiento de la noche y el día, fue cuando concebí que las muertes deliberadas me llevarían a un área, delante de un cuadro maldito... Los trazos de Montrouge. Llevo al menos diez minutos trotando, no puedo correr. -Dobla, a unos cien metros están ellos._ su voz nuevamente, se pierde en la sombra, ¿cómo sigue mis pasos?... chasquea agua a lo lejos, no puedo perder tiempo con él, ya me ocuparé personalmente, si doblo no voy directamente a la Catedral, quizás no sea el sitio... si doblo ahora saldré a los jardines de Luxemburgo... es cierto, allí hay un sitio perfecto, ¿cómo no lo había pensado antes? Mientras me trepo puedo oír los zumbidos de los tiros y 122

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

las bombas , a la altura de la Sorbonne están devastándolo todo, si se levantase Napoleón se enfurecería hasta morir nuevamente. No pueden invadir cual Irak todas las tropas de la comisión, no hay una tregua visible, esta es la naturaleza de la que hablaba Gerard hace un tiempo... y lo están demostrando perfectamente, quizás para lavar sus consciencias de todo el mal que espera venir muy pronto... ¿cómo pueden estar tan seguros de la devastación humana?.. a menos que Francois Truffaut se decida a hacer un film de fin del mundo. No hay nada que pueda ser tan eficaz y directo, lo menos que tiene que haber son daños colaterales como ahora mismo mueren esos niños y sus padres mientras corren por la rue de la Sorbonne... pero decididamente no serán las bombas atómicas, no hay vida para nadie después. Están muriendo niños frente a la universidad, en otro momento pensaría que es una manifestación antisistema. Lamentablemente no hay libros en queja, son soldados perfectamente adiestrados par asesinar a discreción, sin mediar sobre los malditos valores, tendrán que montar un buen show televisivo después, el escándalo internacional podría afectar los estamentos asociados.

123

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

23

Estoy subiendo por una escalera de hierro, en el centro de los jardines de Luxemburgo, en medio del capricho de Médicis, el palacio todavía contiene las almas de los presos de la época del terror, una época alejada de la réplica, pero nada fue como hoy. En el palacio se oculta el Sénat componente crucial para la promulgación de las sentencias de muerte de París, allí se albergan los peores guardianes del poder, estarán pidiendo un sitio de protección, es evidente y no pueden negarlo que negociaron una porción... espero estar equivocado, el bien y el bien no es posible para esas almas corruptas. El pigmeo no tiene que estar en el Elíseo, esa escoria se salvará, quizás no, ellos seguro acordaron un convenio futuro, mientras que otros presidentes simplemente morirán. No hay arcas de Noé ni naves éxodo con los mejores del planeta, nadie que se precie de humano puede creer que nuestro conocimiento es vasto y concluyente ante la irrefutable irracionalidad del universo frío. Acabo de descubrir en medio del semicírculo principal del parque un escalera cubierta del césped artificial, los turistas no lo notan. Hay una compleja red de entubados que me llevan a la sala central, otros me llevarían a la Place Paul Claudel, no hay camino... aquella noche, el pigmeo me lo pidió, me clamó que no mate a sus dos guardias... recuerdo todos los asesinatos que habían cometido por él, tuve que lincharlos, y al retirarme me 124

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

escapé por la entrada que acabo de utilizar, ¿cómo no recordar en este horda de horror y espanto su rostro?, no eran los tubos de ventilación... eran... los tubo de la caldera central desmantelada hace medio siglo, hay tres tramos que puedo combinar al igual que antes... ¿cómo logran acondicionar la superficie subterránea del senado sin que lo sepa el resto?... las redes se están ampliando y no quiero saber hasta donde llega todo esto, solo quiero dar con los malditos trazos, controlar que es lo que sucede, a dónde pueden llegar sus amenazas, porque de ser cierto solo podré intentar detenerlo todo... quiero los trazos, ver quién lo tiene, su imagen y sus rostros... quiero conocer el artilugio humano que está detrás de toda esta maraña de enfermas coincidencias... la humanidad... yo pronto cerraré los ojos, ¿qué hace un condenado a la muerte en un circo romano frente a los leones que asechan?... las ratas me rodean, me recuerdan, hace tiempo que no vengo a oír sus conversaciones, pasaba noches oyendo al pigmeo follar con la modelo... solo para enterarme de las nuevas directivas, solía presumir de su poder frente a su modelo harto follada por otros, el liliputiense siempre fue y será un vil e infame bastardo... así pude prevenir unos de los ataques a los primeros distritos, en esos momentos los trazos estaban tan cerca, luego todo se esfumó nuevamente y me costó mucho barrer los otros distritos, es un lugar en el que me encuentro bien, me recuerdo algo más sano, fuerte, increíblemente fuerte, solo ansiaba la sangre de París, quería que todos se rindiesen ante el dolor de la muerte próxima... ahora soy solo un veneno en pronta descomposición, un espía deshecho y sin voluntad de aniquilamiento catastrófico, pronto todos mis deseos se convertirán en paredes 125

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

derribadas y mentes reventadas. Algunos parecen no estar en la sala central, o debajo de ella, en las habitaciones contiguas a las del pigmeo puedo percibir actividad, las ratas huyen he soltado algunos deshechos y vómitos para alejarlas, necesito prestar atención, el enrejado del último tubo no me permite entrar, pero si oír sus voces nerviosas. -Está buscándote, quiere dar contigo... no se detiene, su descontrol puede acabar con toda la operación... el líder está en la sala y tienes que hacer algo o te colgaremos para que de contigo. Lo detienes y lo asesinas o simplemente tendremos que deshacernos de ti..._ se mueven, no puedo oír muy bien lo que dicen, pueden estar hablando del pigmeo, de mí o de uno de sus generales... -No me busca a mí, el quiere al líder, hay algo que no sabemos, el líder tiene algo que le pertenece, creo que son los..._¿los trazos?, dime que tiene los trazos y...trazos de Montrouge, lleva años buscándolos y los tiene el en su cubo de protección privado, nos está dando muchos problemas, ellos ya nos han descubierto en la anterior sala, aquí estamos a salvo, irán primero a la catedral y al museo, lo último que harán es revisar el senado, nadie desconfía de sus propios jefes... ¿verdad?_ ahora ellos, son parte de los otros, el poder está a salvo, pero los cautivos continuarán muriendo en esta guerra a la nada y en un nuevo orden que pretenden. Tiene mis trazos, existen, lo sabía, mis dudas nunca fueron fundamentadas desde mi razón, lo sabía dentro mío, ¿quién es el líder?, ahora si tienen un mano que mece la cuna, al final todo se reduce a un escombro separado para condicionar el futuro... hay 126

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

otros enrejados que pueden proporcionarme una ubicación clara, en el centro de la sala la cúpula me ofrece un punto de referencia, ahora son miles de voces susurrando levemente, el sonido ambiente se multiplica en los tubos, hacen eco que viajan, las ratas se alejan velozmente prefieren las afueras del parque, aunque mueran a tiros y bombas... el Sénat está protegido, tiene inhibidores de frecuencia, no pueden entrar a los jardines con sus artefactos... la protección hace un efecto cerrojo desde Rue de Vaugirard hasta la Rue Guynemer terminando de unir el cerco con la Rue de Médicis, el capricho de María era que el palacio del Sénat tenga el nombre de su pueblo natal, pero no fue así, pese a todos sus deseos solo quedó una calle con su nombre... el peor de los males es la indiferencia. Veo un reloj gigante, son las cuatro y treinta y cinco... tengo poco tiempo... debo encontrar la forma de ingresar por alguna abertura o conducto al menos a una de las habitaciones. La paciencia enferma la mente sana, la máquina al operar sin algoritmos de matemática compleja hace de sí mismo una central eléctrica con movimiento.

127

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

24

Huele a humo de puros, sonríen y charlan mientras beben, es una fiesta en conmemoración de la acción de todos los clanes del mundo para restablecer un ordenamiento, según ellos sobre el caos global, un caos provocado por sus garras metódicas y sus antiguas generaciones. Ellos no son esos niños que están muriendo a tiros ahora mismo en las calles de mi urbe, donde la sangre se derrama e ingresa en mis túneles, quizás sea deberían estar, en las venas de mi ciudad perdida, irrigando vitalidad... no tengo piedad y compasión por quienes desconocen las reglas de este mundo. Eso no lo enseñan en las unidades de enseñanza del buen funcionamiento ciudadano u obrero repleto de títulos, que para el caso es exactamente lo mismo. -...Los recursos no serán alterados Ricard, se suprimen los recursos humanos, la reconstrucción nos llevará al menos un siglo completo, pero para estar nuevamente operativos calculo que en una década podremos controlar nuevamente nuestro espacio, ya no habrá bloques unidos, ni unos contra otros, seremos mucho menos para repartirnos la nueva y agradable torta, luego del proceso inicial cuando suelten a los autómatas para construir los nuevos templos seremos intocables. -Creo que la violencia comienza a tener efecto, me acaban de informar que han matado a la totalidad del 128

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

senado, cumplieron con la lista, no queda ninguno... ¡es un buen momento para brindar mi amigo! Estoy dolorido, no puedo moverme, los puedo oír reír y disfrutar de la muerte del poderío Francés, quizás en estos momentos en todas las capitales y subcapitales esté sucediendo exactamente lo mismo, Nueva York lleva unas décadas de una violencia desenfrenada, un grupo de violentos lleva mi trabajo... al igual que en Moscú, un grupo de neo tienen el control de las calles, Quito sufrió los ataques de la guerrilla en sus ciudades... el efecto réplica similar al de un terremoto tiene sus efectos devastadores en todo el globo, nuestro mapa de coordenadas gráficas y humanas. Creía que el efecto de la violencia se debía a la respuesta de las sociedades cansadas de consumir el capitalismo idiota, pensaba que las generaciones frustradas querían poder, pero me equivoqué. Mi odio no me dejó ver lo que preparaban... el odio de todos ellos no hizo que notarán las capas anteriores nada, la violencia es nuestra alma, nuestros primeros pasos, el de las células mitocondriales por la perpetuidad de la especie a toda costa... lo llevamos instalados en la información genética, no hay nada que hacer, quizás sea la mejor opción de cambio, limpiar la destrucción, ampliar el conocimiento a todos y controlar la natalidad para poder evolucionar a proporciones sin ambiciones... por el contrario eso fue lo que sucedió en los últimos cinco siglos, la ambición nos llevó a establecer el mensaje procreador de máquinas orgánicas de trabajo, solo para enriquecer a esos gordos de puros. Hace frío, caen gotas de agua fría del enrejado, huelo a mil demonios, me arrastro como puedo por la tubería vieja y oxidada... recuerdo... "los 129

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

volcanes cesaron sus explosiones de lava, el níquel comenzó a escasear en los mares y el proceso de oxidación abrió el portal a la vida..." Es cierto, todos esos procesos naturales, tantos años geológicos para que una bacteria con ideas presuntuosas quiera joderlo todo... las alternativas son pocas, ¿cómo piensan asesinarlos?... sigo sin saberlo, estos no saben muy bien cómo funciona todo esto, simplemente fueron trasladados de sus mansiones a esta gran sala... pero tienen que haber científicos debatiendo sobre este tema, alguno que pueda ofrecerme algo de luz, estoy hambriento, necesito mi medicación, estoy débil, muy débil, siento el agua podrida que recorre húmeda mi rostro cortado, repleto de surcos recientes y relieves mal curados, huelo la oxidación, el frío, no puedo dejarme vencer ahora, solo quedan minutos, cientos de minutos... nunca el tiempo fue tan acuoso y estéril. Quiero los trazos, quiero al gran líder... camina... ...arrástrate. Puedo ver un rostro maltratado y desfigurado... recuerdo...-William Faraday, no puedes deambular las calles, te matarán, ¡mira como estás! tienes heridas muy profundas, quédate, solo arreglaremos algunas partes que no... tenemos las herramientas para reconstituirte... quédate con nosotros, Joan quería que seamos corteses con nuestros invitados, tú eres su invitado principal, el no tiene rencores con su asesino... descansa en paz... sus planes comienzan a interesar en los laboratorios del mundo, tenemos buenas noticias de los gobiernos, ahora casualmente estamos en un proceso algo lento y 130

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

complejo, tú podrías ayudarnos Will... ¿nos escuchas William?... duerme, pronto te levantarás con energía, descansa gran pequeño... _ esa voz, puedo... su voz... es tan... -¿Puedes verme William?, asiente con la cabeza, esos es, abre los ojos mejor, tienes... ¿es diferente?...ya no ves nuestros colores William, tienes otra realidad frente a tus ojos... percibes de 0 a 3000 nanómetros... estoy ansioso por qué navegues la cuidad comprendiendo esta nueva realidad... ya estamos terminando algunos puntos sensibles, tenías muchas averías severas, pero tranquilo, luego te despertaremos... cierra los ojos... cierra... ¡cierra los ojos!... ¡Jacques! ¡Jacques ayúdame!... eso es... respira más tranquilo... aspira, eso es... pronto despertarás..._ ¿Jacques?, no sé quién es o era... mis ojos... ¿qué tengo en mis ojos?... siempre vi el espectro... no soy... era... no recuerdo otros colores... mis ojos... ¿que me hicieron? Desperté en las cloacas, no fue un día especial, no recordaba a nadie, al igual que ahora tenía sus imágenes pero nunca pude encajar sus rostros y situaciones, nada tuvo ningún parecido... no hubo una imagen antigua... me pidieron ayuda dos años después... me buscaron y me encontraron... yo... me pedían que no los mate, disfrutaba de las sensaciones... verlos tan asustados y expectantes, cagándose mientras les cortaba los brazos me sugerían estudios, estudios que se prolongaron satisfaciendo otros gustos... me gustaba verlos sonreírme para que tenga piedad, fue cuando los trazos me dieron una respuesta certera de mi existencia... aunque nunca tuve bien claro lo que significaban realmente. 131

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

Estoy sintiendo las vibraciones de las bombas, aquí debajo todo se puede oír, se puede acceder a todas las voces de la ciudad, mi planeta... sus gritos aunados... las bombas extinguiendo la vida o destruyendo todos los edificios y moradas... tengo un último aliento, es ahora o nunca... tengo que acercarme al próximo enrejado, escucho sus risas, tienen algo que decir. -Ahora faltan dos horas con treinta y cuatro minutos compañeros._ es Gerard, sabía que al final daría con él, procuro hacer silencio, Gerard siempre está atento a todo.- Nuestro Dios no nos hubiera dado la capacidad de soñar sin darnos también la posibilidad posterior de convertir nuestros sueños en realidad... compañeros es un desafío que hoy no nos convierte en peregrinos fieles, Dios sabe que lo que hacemos tiene un sentido que será revelado en las nuevas generaciones... ahora solo podemos analizar las muertes que ahora mismo están aconteciendo mientras bebemos y sonreímos, pero todo tiene una lógica que escapa a todas la posibilidades que nos ofrece la moral, esta moral que no costó quince milenios desarrollar... pero es momento de silenciar todas esas voces, en cien años volveremos a reinar este planeta pero con la mesura necesaria para convivir en una armonía universal..._ lo escucho y solo puedo convencerme de qué es real, nuestras desmesuradas conquistas y revoluciones nos hacen seres devastados por la frustración, el odio y el resentimiento a esos conquistadores y conquistados mezclados en las generaciones, y todo lo malo se hereda.

132

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

Las ratas hacen sonidos extraños, caen gotas, Gerard se ha callado, no puede oírme, no puede ser posible que...-¿Quién ha dejado la ventilación de estas habitaciones abiertas?... ¡todos a la sala!, ¡debemos sellarla ahora mismo!... ¡malditos inútiles!_ Gerard grita enfurecido...-¿Quién osa escuchar debajo de mis pies? ¿eres tú?... si puedes oírme... ven, protégete, tienes que venir con nosotros... te he dejado allí para que comprendas que ellos solo quieren curvarlo todo al error... nosotros te protegeremos aquí dentro... cuando pase todo podrás escapar... cambiará todo William... no caigas en las garras de la mentira... tu realidad no es... -¿Hablas de mi realidad Gerard? ¿cómo crees conocerme tanto? ¡yo no sé de qué hablas!¡voy a acabar con todo esto! ¡me utilizaron y ahora me pides que vuelva a sus brazos a cobijarme! -William, puedes elegir seguir viviendo... tú eres parte de los que construirán el nuevo orden... junto a ellos harán los imposible para reconstruirlo todo... no eres la maldad que crees... solo tienes que cambiar la página que lees una y otra vez... hay un libro entero detrás que no puedes leer... es lo que te condena William, ¡tienes poco tiempo compañero! ¡sube! -¡No me llames compañero! ¡no soy parte de tú proyecto! ¿quién está detrás de los trazos? ¡dime quién es! -No puedo, los trazos están protegidos, es la imagen del nuevo... quién los tiene te espera... quiere... -¿Dé qué hablas Gerard?_ estoy minándome de odio. -Pronto lo sabrás, tienes que volver con nosotros... ya tuviste mucho... la guerra se está encrudeciendo y no tienes fuerzas... ¿puedes moverte? ... vuelve William o morirás con ellos... tú no eres ellos, lo sabes... ¡te 133

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

destruirán mi amigo!, dónde quieras que estés lo sabes...¿me oyes? Huyo por el alcantarillado, las ratas corren delante mío, estoy enfurecido... oigo todas las bombas y los tiros funcionándose musicalmente, haciéndome un enfermo corriendo en un tubo oscuro... hasta los ojos de mierda ajena, acumulada de años de guerras civiles... que asco... yo no voy a reconstruir nada, no quiero continuar con esto. Tienen dinero y ya suponen lograrlo todo, escoria anidada en el cristal transparente y débil.

134

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

25

Primero tengo que invadir su sala, son muchos, lo que tardaría en matarlos, ese importantísimo tiempo se me esfumaría para aniquilar solo a una de las... ¿miles? de células, no tengo tiempo, ni para mi cuerpo ni para ellos... pueden ser millones en lugares remotos... las ratas me han dejado de seguir, oyen los disparos aquí fuera... no me cobijo de los tiros, corro todo lo rápido que puedo por la Rue de Seine, la calle es angosta, miro por la cúpula del senado que está detrás mío, nadie sabe lo que se gesta allí dentro... nunca lo supieron, todas esas aprobaciones para sus ganancias personales... están clavando un cuerpo muerto en unos de los barrotes de acero que se disponen a los largo de las calles, es un símbolo que desconozco, es la brutalidad abierta con la que operan las fuerzas del orden, ahora descontroladas en una guerra contra la población. No siento los pies, la mitad de mi cuerpo no lo siento pero puedo correr, la noche es mía ya estoy en Boulevard Saint-Germain, parecen zombis del cine más grotesco cayendo sin poder comer sus cerebros instruidos de soldados... hijos de puta, los comería vivos a cada uno, follándome a sus hijas, son unos... hay apostados grupos comandos lanzando muebles desde los balcones, todos los coches están en llamas, los gritos suenan como las olas que rompen en la orilla, acabo de doblar en Rue du Bac, caen personas inertes como maniquíes desde las ventanas, Hartwood arde en 135

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

llamas, salen de la Kogan dos uniformados sonriendo y rompiendo todos los cristales e incendiando la antigua librería... el medio evo no me resulta tan lejano... del anticuario de André Metrot no queda nada... puedo ver parte del Louvre y una bandera agujereada de Francia elevada en asta, maldigo fuerte mientras corro por el puente Ryal hacia el Jardín des Tuileries, los faroles están destruidos, no iluminan más que los disparos... el Sena brilla entrecortado por lo fulgores de los disparos de largo alcance, puede ser Irak de noche, recuerdo cuando enseñaban en la caja boba los ataques nocturnos a Irak... nunca imaginé que París pudiese ser intervenida... optamos por la violencia encubierta pero desenfrenada... ahora nos están destruyendo, aunque solo es el comienzo. -¡Alto!_ ¿quién me da una voz de alto? -¿Quién eres y qué quieres?_ escupo en sus botas, estas se quedan marcadas. -Hay un estado de sitio señor, sino quiere morir tendrá que acompañarnos... -¿Qué dices? ¡déjame si no quieres lamer tus botas manchadas!, no es momento para esta mierda. -Señor tendrá que acompañarnos de lo contrario tenemos orden de... -No puedes capturarme... y no lo intentes... ¿cuánto te pagan por hacer todo este daño soldado? -Señor tiene que... -Dos medallas y luego le pagarán a tu mujer... pero no creo que sea así... lamentablemente mañana ya no existe... tu familia corre tanto peligro en su cómoda casa de campo en las viñas que los habitantes de esta ciudad, mi gran jaula... no tienes idea soldado de 136

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

plomo... pronto... ya verás, muy pronto sentirás que... -¡Alto! ¡alto o disparo!_ y dispara, se lo he advertido, ahora no tienen sentido esas balas... corro más rápido... estalla el baño químico junto al puente... puedo oír las balas impactar sobre los laterales que protegen al río. La textura de la calle ahora es de asfalto, las líneas están desgastadas, no hay peatones, tampoco ciclistas y el túnel que desemboca en Saint-Honoré suelta llamas de al menos diez metros de altura, es un caos frenético, los quemados corren intentando apagarse en el sena sin sospechar que los soldados esperar para gastar balas al agua y teñirla de rojo escarlata. Estoy debajo de la araña de acero, los árboles siguen intactos, todavía no los han quemado ni destrozado en mil pedazos, están demoliendo el Arc de Triomphe du Carrouser, la pirámide del Louvre, estallan los cristales puedo oírlo, es demencial lo que están haciendo... quieren esos cuadros, malditos mercenarios de salario mensual, no pueden hacer eso, no tienen derechos para la destrucción y el robo... repiten las acciones de los fascistas en la segunda guerra global... morirán con sus cuadros en perfecto estado, la ambición hará que mueran por ellos... estoy cerca, algo me llama, no tengo la certeza... el Obelisco de Louxor... quizás allí encuentre... -En el segundo escalón a tu izquierda hay un hierro, despégalo._ su voz. -¿Dónde estás maldito? ¿quieres aparecer de una vez cobarde? ¡solo me llevas a los problemas! ¡aparece!... ¡escapas!_ las sombras me confunden, acaban de estallar dos bombas sobre el hotel Crillon, siguen 137

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

atacando mis... la galería nacional de Jeu de Paume... se repite la historia, saquean lo que los judíos en un día protegieron confiando en mi cuidad. Caen trozos en llamas, los gritos se repiten, chocan coches escapando del horror, no hay ningún sitio donde puedan descansar en paz, algunos corren en pijamas, otros desnudos... hay una pareja haciendo el amor sobre el puente de la Concorde... ahora están muertos... los tanques sueltan artillería pesada. El segundo escalón, la reja no me impide saltarla, mide unos setenta centímetros, solo son dos escalones, un hierro... hay dos hierros sujetando otro, las inscripciones en color oro brillan con las llamas y los disparos, es bellísimo. Suelto el hierro, tiene dos letras WF, en la punta tiene una combinación tallada, es una llave, el arco de triunfo ya no se ve al final de Champs-Elysées, la torre no ilumina con sus luces de letrero antiguo... debo ir al parque, allí vienen más tropas por el puente, las rejas del jardín están dobladas y sus aceros desperdigados, están apostados varios grupos de soldados, tienen carpas de enfermería, al parecer hay valientes que los combaten y mueren por ello. Escojo el camino de los árboles, aquí no pueden verme en las terrazas, tengo que adentrarme hasta el final, el último rectángulo de césped, allí hay una puerta... Hay un grupo de gente apostado, ¿qué hacen escondidos aquí?, ya los han visto, siento los pasos firmes de varios grupos armados. ... el último rectángulo de césped.

138

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

La noche ya se aclara, no sé si ellos pueden notarlo en sus miedos insoportables.

139

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

26 Comienzan a ajusticiar lentamente, sus gritos se deshacen, veo la sangre pintar el camino de las galerías, el sena brilla por las explosiones, por un momento siento que es una fiesta, París ya no es ufano, su enfermedad la está de ejecutar pronto, al igual que mi cuerpo está a punto del colapso final, puedo sentir a la dama negra respirarme en la nuca con su aliento. Hay cuerpos tendidos en el césped perfectamente cortado, están calcinados algunos, otros mutilados, diseminados por partes, señalizándome un camino accidentalmente. Dos árboles que siguen la línea de las terrazas esconden una pequeña puerta, tiene tres escalones que descienden a medio metro debajo de la tierra, la puerta es de acero negro pintado, el acero de antes, tiene inscripciones y el aspecto aparente de un cuarto de máquinas o de limpieza, podrían guardar los jardineros sus herramientas. Susurran algunos de los cuerpos que están tendidos alrededor, mueven sus manos, claman piedad, están sintiendo la daga llegar, lo sé, un bombardero está regando de municiones todo los jardines, las llamas están propagándose y los árboles al fin arden, la torre parpadea a los lejos, estruendos de un gran tamaño se diseminan repentinamente. El hierro se ajusta perfectamente, me cuesta girar la cerradura, lleva mucho tiempo cerrada... no puedo 140

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

girarla sin hacer palanca con otro... se abre lentamente... no he tocado nada, solo he encajado el hierro... sale polvo por la corriente del viento... huele a óleo quemado, alguna combustión tuvo lugar aquí hace mucho tiempo, el hedor penetra mis pulmones, ya no huelo como antes, suenan y chasquean a su vez restos de cristales en el suelo corrugado de concreto. Hay un farol para quemar, raspo la mecha y se enciende, el farol está intacto y me enseña un cuarto perfectamente sellado de unos veinte metros cuadrados, en el escritorio hay polvo, soplo fuerte descubro tres agujas redondas, otras tres planas de figura de lengua de víbora, Speculum Oculi, agujas lanzas puntiagudas y cortantes, una cuchara de oro y de plata, bisturí, otro bisturí pero este de Poyet, un garfio de Berengeuer... recuerdo un momento de los ojos, ellos siguieron operándome... "... la aguja por lo blanco del ojo, a dos líneas poco más o menos del borde de la córnea... una vez ganada la parte superior de... apoyar con el plano de la aguja sobre ella, para colocarla debajo de la pupila en la parte inferior del vítreo... en la depresión se presentan muchos más accidentes que en la extracción, porque en la depresión se hace todo en cámara posterior, que es el lugar, naturalmente, de partes más respetables... la herida del iris... Jacques toma el otro... no lo hagas... así vas muy bien... tranquilo William solo nos quedan unos minutos más..." Hay probetas cerradas y precintadas con nombres y fórmulas apuntadas, un cuaderno, varios espejos, esto está lleno de espejos, no puedo verme en ellos... están tapados, tapo otros, no quiero verlos... un armario del siglo XVII está lleno de papeles manchados, la letra se 141

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

confunde, todos están escritos con diferentes letras... no comprendo... hay dos cajones, el primero está vacío, el segundo tiene un cuaderno manchado y medio quemado. Lo tengo en la mano, tiembla la tierra por las bombas, me asomo a un rendija de aire que tiene la puerta, veo arder cientos de cuerpos corriendo en varias direcciones, es lamentable, tienen lo que quieren, siguen cayendo al agua por decenas y otros simplemente se apagan lentamente en el parque... hay una fila de soldados aniquilando todo lo que se mueve sin sus colores. Abro el cuaderno, quizás sea uno de los cuadernos de Isabelle, no puede ser, son otros. “Día 325: No hago más que pensar en ello, en lo que me propone mi mente, todo el tiempo me pide justicia por el planeta... acabo de implantar el compuesto D32/1 dos han muerto esta mañana y cuatro continúan retorciéndose de dolor en estos momentos, no hay efectos positivos en las pruebas de las últimas dos semanas... me siento agotado, no salgo del laboratorio hace meses, no conozco el día y la noche, solo aprecio la luz artificial que me ilumina... por momentos creo que no voy a lograrlo, es muy duro... recuerdo cuando era niño, no quiero hablar de eso. Día 347: Algunos embriones han salteado la creación del aparato de Golgi, hay serios problemas en las síntesis de las membranas plásmicas... es un fracaso, me siento primitivo, no tengo suficientes instrumentos, tengo algunos planos para el desarrollo de una... " cierro el cuaderno quemado, pesa mucho más ahora que antes en mis manos desgastadas y borradas de toda 142

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

identificación. Golpean la puerta con sus armas... no puedo escapar, esto no tiene que suceder... malditos, les quitaría sus pieles rancias y las quemaría en una hoguera en el arco de triunfo... malditos ingratos... siguen golpeando... no respondo, he apagado el farol... se acaba de caer el farol repleto de... si un disparo atraviesa la rendija estoy perdido, esto arderá en unos segundos... tiene que haber otra salida, ¿qué hacía un manuscrito de Joan aquí? ¿lo había robado yo?, no puedo reconocer esta habitación pero tengo la sensación de que fue mi morada, puedo sentirlo dentro, mucho más adentro donde el dolor de mi interior no me permite ser sensible a la realidad circunstante... no, quizás no, estoy aturdido... tiene que haber... quizás fue antes de verlos a ellos, de ayudarlos... tiene que ser... estoy algo confundido...

...no quiero leer sus execrables vocablos teñidos de la soberbia científica... creía que podía... creer...

...estoy en silencio... por dentro soy el núcleo técnico...

143

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

27

Tiembla mi tierra, globo u orbe, hablan entre ellos, se alejan y sus ecos desaparecen en medio de la lluvia de acero que golpea la puerta, quitan su odio, limpian sus culpas en nombre de algo que desconocen y serán víctimas o mártires al igual que sus víctimas. Tienen que continuar con su obra, ellos tienen el quehacer ineludible grabados, entre otros, acabar con esos niños, mujeres, ancianos y ejecutivos, es un fuego a discreción en contra de la violencia sin precedentes. El ángel de la muerte comprendería que hay retazos pintados de un cuadro antiguo, todas la nuevas teorías se funden en nuevas versiones defectuosas ó inexactas. Estoy desparramado en el suelo, mi cuerpo vuelve a soltar sus fluidos, siento hervir mi oreja, suelto líquido caliente de ellas, me recorre el rostro cortado, grito y suelto la adrenalina, mantengo el cuaderno aferrado a mis brazos, siento acercarme a los pensamientos de mi primera víctima. No tengo arrepentimientos, no soy el culpable de todo lo que está sucediendo, al menos no en su conjunto. Debo salir de aquí, ellos están en los túneles, debajo de la catedral, ellos están comulgando sobre lo que esperan, no creo que suceda, estoy ciego de dolor y hambre carnívoro. La puerta está aún caliente de los disparos, pateo fuerte, el fuego me ilumina en un esplendor noble, continúan los gritos desesperados de los que arden, huele a piel 144

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

asada, recuerdo el día en que ardió el laboratorio, el olor a piel chamuscada. Puedo ver el rostro de Poncelet, aquél día fue glorioso, mi primer parlamentario de una lista superior a la treintena. Los medios de todo el mundo hablaban de una nueva rebelión, yo me reía, lo que siguió fue mucho peor, nunca más volvieron a mencionar el mal de las calles, los síntomas fueron tapado por unas manos gigantes, la luz fue oscuridad y dio el comienzo de la guerra invisible que hoy no hace iluminar como la estrella que nos mueve y alimenta. -Por los túneles del Louvre... luego utilizas los del metro hasta Cité, doblas la rue d´Arcole, tienes tres combinaciones, recuerda... tres izquierda uno... estarás debajo de sus salas y habitaciones, quedan minutos..._ su voz... puedo terminar de oirla en una repetición natural, sus últimas palabras sonembarulladas por los bramidos y las bombas de racimo, no tengo tiempo, es cierto, es la ruta, aunque ya lo tenía en mente, no ha sido de gran ayuda, sé muy bien donde moran los imprudentes. Las ratas me siguen, oyen mi chapoteo sobre el agua estancada de los tubos y creen encontrar la salida. He caído tres veces, el manuscrito se ha mojado, lo tengo en mi pecho mientras doy un salto, rugen los tubos, el Louvre está ardiendo, mientras que los soldados seguramente acumulan sus nuevas pertenencias en los tanques, hay hueco para el saqueo en grupos, incluso conociendo la fatalidad a unos pasos retorciéndose en las aceras, son lastimosas y angustiosas todas las actitudes devenidas de la ambición hasta el límite. Es el mal occidental de la gran conquista por aniquilación o 145

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

aplastamiento. Isabelle tenía acceso a esa habitación en los jardines, no es posible, ¿sí?, Isabelle me ha dicho que tenía unos manuscritos, tengo en mi poder uno de ellos, ¿sabía de los trazos antes de morir?, maté a Joan sin saber que tenía la clave del cuadro... Isabelle me ha dicho sin decirlo... ¿estaban los trazos en su laboratorio?, no, no pude quemarlo todo sin comprender el tamaño de mi error... ¿fue una pintura de Joan?... ahora me explico, si fue una pintura de ese ser aparentemente carismático todas las células lucharían por ella, aunque el nuevo orden fuese lo importante... la ambición, el poder, la contención de nuestras debilidades fortaleciendo nuestras flaquezas, incluso en los momentos más decisivos de nuestras vidas, fragmentadas y geológicamente inexistentes vidas... claman por el contenido de ese ser ¿destruí los trazos por los qué luché tanto tiempo?... esa sangre derramada por rumores hicieron de mi una bestia sin piedad, Francois Hollande pidió clemencia... me habló de todo lo que dejaba, de sus deudas, sus hijas, su hijo discapacitado, que ahora seguramente ha muerto o morirá... ¿fue una aparatosa guerra en nombre de algo inexistente?, nada se compara a matar en nombre de Dios, pero lo hice... nadie sabría la verdad, los rumores me hicieron llegar a todos los distritos y enfrentarlos diseminando una verdad que no era real, una existencia donde solo abundaba cenizas... no puedo aceptar que mis trazos estén deshechos... yo no hice eso, no cometí tal error... Estoy derrotado sobre el agua nuevamente, las ratas intentan mordisquear el cuaderno, fallecen todas al 146

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

tacto, no se avisan unas a otras y siguen muriendo, me están cubriendo, solo restan minutos para arroparme con todas ellas, no sé cuantos. Vamos William, tú tienes que reconocer lo que eres... no puedo, éstas sucias ratas están sobre mí, me muerden, estoy inmovilizado ... William, tienes que terminar... los trazos de...muévete... vuelve... ... las bombas retumban incesantes y viajan por los tubos deformando los sonidos... se apagan lentamente, se encapsulan en un sonido de reloj... ¡basta! ¡detén el maldito reloj! ¡calla tú hijo de puta! ¡calla por el amor a tu Dios!... ¡ah!... tronan, aplasto sus pequeños envases, oigo sus quejidos... vuelvo a inmovilizarme por efecto voluntario. ...¿Papá?, ¿qué haces?, sal de la oscuridad, no quiero que me quites mis herramientas... déjame... "tiene usted fascitis necronizante" ¿doctor Ives?, ¿papá qué dice Ives?... Isabelle ¿por qué sonríes Isabelle?... ¿Joan vive?... no me has dicho que los trazos son cenizas... no quiero alejarme de ti Isabelle, tienes algo, una firmeza, intensidad... no quiero terminar así, quiero alejarme sintiendo tu energía disolverse en mis entrañas y hacerme parte de tu universo limpio... Isabelle vive, sonríe... esos espejos no me permiten verme... tienes todos esos cuadernos y no puedo leer ninguno... me dices que maté a tu hijo y no me dices que los trazos no existen... perdona Joan, fue un trabajo, la ley tenía los ojos puestos en ti, no debí de quitarte la vida, ellos podrían haberlo evitado todo... te avisé y amenacé pero eras un obcecado, y siguieron fabricando alimentos transgénicos y lo sabías, por eso tuviste que elaborar la teoría, respaldarte en todos los argumentos fantásticos, que te elevaron... creé con tu desaparición un idilio 147

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

insoportable de fieles ocultos, ya no hay nada que pueda hacer... solo quiero venganza... hay una mano que mece la cuna y quiero conocerla de una vez por todas. Despierto de un letargo rápido pero infinito, la falta de respiración me sorprende, el peso de las ratas me oprime mi capacidad respiratoria, los ecos continúan, ¿no descansan?, han traído todas la municiones, no quiero mirar a París, no puedo verla devastada por foráneos sin escrúpulos... Ya estoy en Cité, el cuaderno sigue en mis manos, mojado pero en mis manos... la rue d´Arcole, ¿tres izquierda uno?, sí tres izquierda uno... ahora tres... hay al menos nueve caminos, las bocas son muy angostas... izquierda... uno... puedo ver los haces de luz sobre el túnel, están allí arriba, si puedo oírlos... -El hombre feliz según Goethe es el que encuentra paz en su hogar... ¿cuántos de nosotros estamos en paz con nuestro hogar? ¡levanten las manos compañeros! ¡hablen! ¡digan la verdad!... no hay nadie que pueda comprender la deforestación asesina y descontrolada que permitimos todos las mañanas al desayunar tranquilamente nuestras tostadas. ¡Antes era el miedo al fin del mundo! teníamos predicciones de todas las civilizaciones, hubo suicidios masivos creyendo en una verdadera causa, la bomba atómica nos tuvo en vilo durante años, los accidentes nucleares, nuestra nueva alimentación, los descubrimientos más importantes de los últimos miles de años, pensamos en las cuerdas y la relatividad general nos dio pasos de coloso en la teoría 148

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

de la física moderna._ sus palabras y el hedor de las ratas conforman colores. ¡Pero nunca pensamos en autoregularnos! ¿quién propondría tal intención sin que lo linchen en una plaza?, hoy decimos juntos ¡basta a la deformación genética que nos amenaza! ¡somos el futuro! ¡pero no somos la clave sino una sola puerta en las miles de combinaciones que se generarán!, solo el principio, como un gen con escasa información en medio de un vacío absoluto... donde reinará el amor y sobran las leyes, ¡tenían razón! ¡y no sabían nada del universo! al igual que ahora, pero nos dejamos sobornar por el conocimiento sin ver que el medio no está devastando... hoy el medio somos nosotros, quienes disponemos del minuto cero... Joan Ledoux pudo verlo, pudo ver ese minuto, todos lo sabemos, por eso su gran obra traspasó todas las fronteras posibles, desbancando a todas las religiones en guerra por adeptos fieles... logramos unificar lo que todos queremos, el número es restringido, todo está perfectamente calculado, la ecuación de vida nos dio la principal clave para la reconstrucción... y el gran descubrimiento nos dio también la herramienta para llevar a cabo la obra... tendremos siglos de restitución, la tierra se regulará lentamente y nuestros dos segundos geológicos serán un mal pensamiento para el planeta... y quién sabe lo que lograremos en ese marco de nuevas concatenaciones del conocimiento y la realidad... puede ser que al fin las guerras espaciales en la ficción se transformen en una nueva comunicación entre galaxias... ¡reales compañeros!¡nunca estuvimos tan cerca de la perfección! nuestros cuerpos fueron diseñados bajo una fórmula básica y que domina a 149

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

todas las especies mutando indefinidamente, pero la escalada evolutiva... no se definió para el viaje estelar... nuestros cuerpos pueden ser el comienzo de la conquista verdadera del universo y sus verdades escondidas por ser simples seres topados orgánicamente..._ tengo el cuaderno sucio entre mis manos, está húmedo, manchado, no puedo mover un dedo, simplemente lo escucho, Gérard tiene un carisma auténtico, fruto de mucha lucha y entrega, al igual que yo... todos donamos nuestro preciado tiempo sin saber lo que significa. El cuaderno pesa aún más que antes... "Los que, con finalidad distinta a la eliminación o disminución de taras o enfermedades graves, manipulen genes humanos de manera que se altere el genotipo serán castigados con penas de dos a seis años de prisión..." tiene apuntes sobre la frase... "ley orgánica sobre la clonación asistida, ética y leyes que son piedras en medio del mar... ¡puedo darles vida plena a sus genes, estoy muy cerca de lograrlo!"... "Día 456: Los individuos J32 y W433 son compatibles, fueron trasladados a mi observatorio natural para verificar el crecimiento acelerado, la información de los genes fue alterada en el principio embrionario y siguen mutando según el tiempo estipulado, en unos días serán adultos... no puedo ejercer la potencia necesaria, confío en J32, me ha mirado antes de enviarlos... por primera vez me he sentido amado... J32 es una mujer muy fuerte...", Joan podía amar, ¿era capaz de amar?... ¿es eso una aberración?... la última hoja quizás me disipe de la nube que genera la voz de Gérard haciendo su viaje hasta mis oídos en estado de ebullición constante... "Día 478: La producción de sonidos mejora considerablemente, gesticulan mientras descubren el 150

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

entorno, son amigables, no cercan al resto de especies del medio, simplemente las ayudan, cooperan y se alejan, responden asombrosamente a los estímulos, las capacidades individuales son superiores, han sobrepasado los niveles que esperaba, estoy ansioso... los grupos no han dado ningún tipo de respuestas violentas, tienen compasión con antiguas versiones de la reserva, son sumamente inteligentes, no verbalizan como al principio, parecen agruparse solo para... es increíble, no puedo salir de la congoja... es un milagro.... no hay palabras que iluminen y dibujen este instante ... tienen..._ no puedo seguir leyendo, se ha borrado, las manchas y el agua oscura ha destruido el final, supongo que no hay final, había cientos de cuadernos, Gérard pudo recibirlos en manos de Isabelle... Joan ama a esos... ¿quién apoyó sus trabajos? las penas suman nueve años, por mutación y causa de muerte asistida... París fue avanzada incluso ganándole a España... ¿quién invirtió el dinero y el silencio? Abro y leo al azar, "entre tres y siete años de prisión es la pena para aquellos que utilicen la ingeniería genética para producir armas biológicas de guerra o exterminadoras de la especie humana, ley 156..." -Solo es digno de libertad aquél que es capaz de conquistarla día a día... ¿somos el bien? ¡no lo somos! ¡lo asumimos compañeros! ¡ellos sí serán el bien! ¡nuestros genes conquistarán una nueva evolución!, el ocio y la destrucción fue la gran pantalla para los ingratos e inocentes mercaderes, sabemos de la ignorancia de sus actos vandálicos... la violencia se justifica, incluso la pena muerte... si aprendemos a vencernos, aprenderemos al fin a vivir... ellos nacerán 151

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

con ese don... esa no-violencia que nace del fondo de nuestros espíritus que se convierte en la fuerza verdadera que Gandhi nos pronosticó sin saber una palabras de nuestros pensamientos... todo ser humano que confió en la religión encontró, repito, nuestras virtudes como respuesta a la superioridad infinita, del bien hacia el bien... sin medir la amplitud de las acciones binarias y destructivas que nos hicieron malvadas bacterias desagradecidas. Compañeros solo restan unas dos horas y tres minutos... ¡las copas en alto por favor, Joan nos ve felices en nuestras moradas! ¡sean seres felices y olviden el dolor mental! ¡nada puede detenernos! Son las 5.30, según su pronostico no hay nada que hacer, pienso intentarlo... estoy turbado... Gérard es un orador estupendo.

152

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

28

-La evidencia cognitiva es clara huella de lo que sucede a nuestro alrededor, de cómo se impregna y se repite solapándose en nuestras principales áreas cerebrales, somos esto que somos, seremos eso que soñamos que seremos... pero no seremos neohumanos conteniendo una eternidad híbrida entre la escasez de sentimientos y emociones, no seremos superiores, ni evolucionados, ¡no hay dirección evolutiva! ¡hay quienes creen todavía que evolucionamos hacia adelante!¡están equivocados!, ¡no hay sentido! ¡quiero que repitan conmigo! ¡no hay dirección! ¡vamos repitan! ¡no-hay-di-rec-ción!... ¿quieren más violencia por el mero hecho de un divertimento? ¡aceptamos eso mismo como regla fundamental! ¡nos pasamos de la raya!, buscamos en el antiguo y actual pensamiento mágico religioso colectivo respuestas de una divinidad inexistente, de un ente que todo lo controlaba y protegía... reconocimos a esos héroes cómo guerreros térreos en contra de la violencia que nosotros mismos generábamos... hicimos todos los descubrimientos incluso en medio de guerras, entre escombros y muerte... pedimos respuestas en esos héroes absolutos, creamos mundos de fantasía para satisfacer nuestras necesidades frondosas de conocer algo nuevo... pensamos en conquistar durante miles de años el cosmos, planeamos plantar banderas en cientos de planetas buscando respuestas, nuevos hogares... hoy nuestros cuerpos no soportarían comprender que no 153

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

es posible... al igual que no es posible que un pez respire sobre la tierra... las teorías evolutivas nos dieron las respuestas básicas y supimos leerlas... somos esa transición del pez al anfibio... hemos aceptado al cerrar esa compuerta que nuestras vidas también se extinguirán pronto... nuestros segundos geológicos se terminan... haremos de esto una fiesta interminable, veremos... perdonen compañeros, no puedo contenerme... Joan estaría muy contento en este momento, puedo hablar por él... ¡donde estés hermano mío! ¡toda ésta gente reconoce tus actos de bondad infinita!..._ Gérard llora, grita... está alcoholizado, ¿es esa su manera de renovarlo todo?... tiene que escucharme, maldito borracho megalómano... las bombas han cesado, ¿planean otro tipo de ataque contra los civiles?... si lo desean pueden desperdigar un ataque biológico... una docena de bombas nucleares... es la única manera de joderlo todo, la radiación no permitiría ni una, ni otra... ah... vomito sobre el cuaderno, ya no tiene respuestas... es solo material... -Compañeros, ¡compañeros!, quiero agradecerles la presencia a cada uno de ustedes, sin sus inversiones esto no podría ser posible... sin sus luchas internas, infiltraciones y poderes, esto no sería más que un mundo de fantasías en un film... los primeros líderes del antiguo mundo están vivos, resguardados por sus hordas de protectores, ellos beben mientras nosotros supuestamente morimos... ¡están matando civiles sin ningún miramiento! ¿es eso justo? ¡aniquilan como daño colateral! ¡luego solo son números sobre folios en sus carpetas apiladas! ¿qué nos diferencia de ellos? ¡el mal menor! ¡el medio que se justifica con el fin! tenemos datos erróneos de nuestra falsa moral... se acabarán... 154

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

¿hacen falta guerras en nombre de un mal para arrasar con todo lo que se pueda? ¡6 billones, las proyecciones se elevan! ¡en veinte años a once billones y en aumento!... Joan pudo verlo... ¡son las cinco y cuarenta y cinco compañeros!_ hacen silencio, murmuran. Vuelvo a deambular las cloacas, mis túneles y sus combinaciones, el agua, su hedor que ya no puedo reconocer, las ratas, mis fluidos. Han dado una tregua, solo es la tranquilidad antes de la tormenta, la paz antes de la muerte, todavía tengo los ojos de todos esos niños ardiendo. Subo las escaleras oxidadas, la claridad me ilumina suavemente y calienta mis ojos y mis heridas, arden, ardo por dentro. Casi caigo seis veces, no puedo contener la fuerza en mis pies, resbalo por la humedad y mis falsas energías, solo quiero mantenerme... estoy colgando, si caigo no me levanto, la claridad me daña los ojos, los cierro y veo, los abro y veo blanco, si Gérard está en lo correcto con sus apreciaciones, estos son mis últimos pensamientos verdaderos, mis últimas ficciones cognitivas... mis dedos sin huellas, mis pies sin marcas me recuerdan a Joan, ya no sé por qué lo maté, solo quiero subir estas malditas escaleras, no tengo aire, me sofoco, me falta el aire en este tubo iluminado, puedo ver esos microbios moverse, insectos que suben y bajan alarmados por lo que sucede en la capa exterior de una profundidad de 32 kilómetros... Puedo subir, no voy a permitir dejar los trazos en otras manos de otros... existen... creo en ellos... solo me quedan dos escalones, caminar será algo más simple... Isabelle, Gérard, Ives, Francois... estoy arrastrándome, mis pies sueltan el último escalón... aquél pintor español supo evidenciar los frutos del desenfreno animal, junto a mí hay un niño 155

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

carbonizado hasta el cuello, su rostro angelical sigue intacto, durmiendo, soñando... los árboles arden en las aceras, hay enormes piezas metálicas esparcidas hasta la esquina derecha... el Aux tours de Notre-dame está incompleto... la catedral, las vegas tumbadas sobre su fachada... las puertas deshechas, hay unos soldados entrando y saliendo, buscando sobrevivientes, no saben de las cámaras selladas, de los cientos que beben... no pueden creer que allí se alberguen... si los descubren seguirán hasta otra cámara sellada... las ventanas de la catedral ahora son aberturas con soldados vigilando en ellas, parados y expectantes... cae un anciano desde una cuarta planta, veo como se aplastan sus huesos y se desploma lentamente, está inmóvil, no gastan balas inútilmente, están esperando instrucciones... ya no se ven las estrellas en el cielo, ahora comienza a ser celeste claro, la luz quiere asomarse... estoy detrás de la catedral, junto al parque. -Tienes tres compuertas_ oigo su voz desde el parque gritando, ¿por qué sigue mis pasos? Es cierto, hay ocho salidas de agua, pero solo tres tienen cubierto el frente por los enrejados de acero... tres izquierda uno, tiene que ser igual que la anterior, me lo habría dicho... ¿quiere perderme en medio del agua? uno derecha tres, invierto las coordenadas es evidente que me quiere lejos. Se refrescan mis pies con el agua sucia, busco la calma en mi rostro, aunque no sienta nada, sé que estoy refrescándome... no hay ratas, no hay insectos, es agua potable para el riego del parque, los excrementos no pasan por estos tubos. Otra vez... ahora más y mejor, hay otras flotas de bombarderos, un 156

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

enjambre completo y en posición, atacan a la orden como es previsto, los escombros caen detrás, veo como tapan el verde del parque, la catedral retumba solloza, puedo sentir los cimientos estremecerse, no, no tienen reparo ni con sus creencias, el poder ya no cree más que en el dinero o el poder, solo destruyen... derecha... tres... hay dos guardianes, ¿por qué guardias si basta con contaminar las entradas? -Un paso más y disparo, ¿quién eres?_ grita nervioso, agitando sus pequeñas manos. -Si no quieres morir abre la compuerta, Gérard sabe quién soy... abre o mueres pedazo de mierda inútil._ verifica con su radio, miran por la cámara, el otro no habla, solo sostiene su pequeña seguridad de metal. -Puede pasar señor... Gérard dice..._ se alejan mientras subo los tres escalones dificultosamente. -Gérard solo es un ventrílocuo, cierra la maldita boca y respira que queda menos, maldito animal enfermo... _ hay seis nueve puertas. -Cinco, ocho, uno_ balbucea tembloroso el animal de guardia de dos metros de altura, me ha dado la nueva combinación. El engaño es perfecto, podría morir en unos minutos en medio de un gas mortal, Gérard quiere divertirse conmigo, por alguna razón me quiere vivo hasta el final, no seré útil en su nuevo orden, pero sí en estos últimos instantes, es un psicópata ambicioso. La sala está repleta de humo, tiene una altura que no esperaba, al menos quince metros, es un cubo perfecto y blanco. Están de fiesta, me recuerdan a... -¡Compañeros! ¡William Faraday nos visita por última 157

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

vez! ¿qué tal te ha ido allí fuera compañero?_ alza sus manos desde el centro de la muchedumbre, grita y sus palabras se magnifican, tiene algún micrófono escondido que potencia su voz. -¿Dónde están los trazos puto maniático? ¿¡dónde!?... _ toco la frente de una borracha y caen en los pies de un pequeño de grupo, gritan, enloquecen, otros ríen y lloran, están bajo los efectos de... -Pronto verás con todos tus sentidos los trazos, son la parcialidad representada, solo un marco real dentro de una representación codificada por pintura orgánica, curioso ¿verdad?... ¿crees que con tu maldad sobrevalorada puedes detenernos? ¡mátame! ¡ven y toca mis partes siervo! -Eres un maldito ser enfermizo, esta gente cree que vivirá mucho tiempo, ¿no saben lo que harás de ellos? ¿dónde mierda están los trazos Gérard?..._ se acercan lentamente preguntando de que hablo.. susurran con sus ojos cerrados, lo abrazan, lo besan hombres y mujeres, niños y ancianos, sonríen, no comprenden mis palabras... adoran a su interlocutor, se desprende sutil, lo rodean, nos rodean, la luz es artificial y muy potente, me duelen los ojos... parpadeo. -¿Qué quieres William? ¡ya comienza! ahora verás mi rostro en lágrimas..._ estoy corriendo con mis manos extendidas a los lados, los toco y los mato, destrozo sus cuerpos y me miran sorprendidos pero no contienen el miedo, soy un soldado exterior, repito sus hazañas, caen como flores en la tempestad, uno tras otro, el círculo es perfecto, el cuadrado que nos rodea también, no hay puertas, no hay ventanas visibles, se ahogan solos y aterrados en una multitud. Gérard me observa con una macabra sonrisa, es su mejor juego, la información del 158

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

engaño, la totalidad por lo indispensable, lo complejo y absoluto por una gota de cualquiera de los elementos... han muerto todos, todos están en otras fases, pronto lo estaré yo, la pena no me inunda, debería sentarme a llorar pero solo puedo sentir el odio repulsivo que me lleva a los trazos... continúa mirándome, mueve sus manos, quiere hablar, estoy nuevamente dónde estaba, en el círculo limpio, ya no ríen, no lo besan, el silencio es abrumador para quién pueda sentir la pesadumbre... Gérard aleja con sus pies las manos que tocan sus tobillos, son niños... y... -Lo primero está hecho, gracias William, ahora ya podemos hablar tranquilos, el resto de las células están pereciendo... ¿no te sorprende compañero?, hay tres recámaras por cada célula, ellos son parte de la ecuación de vida... he jugado con ellos, ¿murieron felices? yo creo que sí, pero fueron llevados hasta este punto por la ambición, escondida pero ambición al fin... necesitaba el dinero de cada uno de estos cuerpos... sus influencias... ahora la ecuación está resuelta... parece mentira que hace unos segundos todo era vida y optimismo, la red de certidumbre que abogan muchos se ven atestadas por el manto violento de un zarpazo fatalista que los aleja para siempre del objetivo inicial... pronto el gas inundará el aire de todos los túneles... no habrá máscaras que puedan soportar su acción devastadora... puedes elegir terminar de arruinar tu saco de piel y renovar tus dones en una naturaleza que ya no te reconocerá... o esperar que los minutos te eleven a la miseria del pensamiento mágico, que tanto daño hizo. -¿Quién está detrás Gérard?_ miro el efecto Dante que he logrado por su manipulación. 159

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-¡Somos todos William!, absolutamente todos, no hay ser que dirija. Los trazos..._habla maldito. -No vas a convencerme, eres igual que... ¡quiero verlo!... sé que existe y que lo tienen... quiero hablar, no voy a... -Lo sé William, lo sé todo._hierve mi sangre. -¡No hables de mí tullido y estéril deformación! ¡no me digas que soy tu compañero!¡no eres nada pedazo de escoria envenenada! ¡tus pretensiones son similares a la de todos ellos! ¿por qué finges? ¡te mientes a ti mismo por querer seguir respirando! ¡eres un maldito cobarde! ¡no vales nada!, ¡llévame con los trazos y me iré, solo quiero ver quién los tiene!_ grito, golpeo los cuerpos inanimados, salto sobre ellos. -¿Sienten algo William? ¿eh? ¡has sido tú quién los ha matado!, allí fuera hacen exactamente lo mismo, nos buscan, asesinan sin preguntar, no es justo William no ves por mis ojos, no comprendes que mi discurso fue y será para ti, yo te llevaré, pero el tiempo nos corre, ven compañero, sígueme._ sigue llamándome como al resto, emergen de la pared bloques firmes, sube mientras que construyen éstos una escalera, a nuestro paso se empotran nuevamente los anteriores, no hay vuelta atrás, es una altura considerable y ascendente... el cubo es inteligente, subimos y puedo ver el círculo, es cierto, no hay nada que pueda hacer por todos ellos, están desperdigados como objetos inertes, no hay bullicio que aborrecer. Se configura un hueco oscuro, ingresamos en él, los últimos escalones vuelven dentro de la pared del cubo, y con ellos desaparece la luz, bendita oscuridad, mis ojos me duelen menos, se ajustan a la falta de ausencia... no hay sonidos, mi estómago sigue haciendo su efecto, el cuadrado era perfecto, estoy impresionado.

160

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

29

-Chequeo de información genética en proceso, Gérard debes mantenerte inmóvil, proceso concluido._ la voz es la de un anciano cansado y de un tono lineal, los haces de luz han rodeado el cuerpo completo de Gérard, ha sido instantáneo... la tecnología es... prodigiosa. -Ahora hará un escanéo completo..._ me dice Gérard. -Genoma nuclear desconocido, los números de genes codificantes están estimados en 29.000, tamaño de genes conocidos 1703pb, tamaño haploide 3 x 203 pares de bases de DNA... segmentado en 63 fibras... DNA clasificado... ¿nombre?_ pregunta la voz anciana en la oscuridad absoluta. Me duelen los pies, no puedo soportar estar de pie mucho tiempo, la espalda, mi epicentro. -Su nombre es William Faraday, por favor acceso libre a los corredores 33, 23, 64, 111, acoplamientos ajustados a la serie principal de corredores, acceso sonda nueve, ejecutor y concatenador visitante._ dice Gérard, no sé a lo que se refiere, mis vísceras revueltas, el mareo obliga a mi ojos a cerrarse forzados, seguimos sumidos en la nulidad de la ausencia de luz. -Los datos están en la base global, accesos 33, 23, 64, 111 con las combinaciones enlazadas a la serie principal de corredores, proceso confirmado, ¡bienvenido William Faraday!_ confirma los datos, seguimos sumidos en la oscuridad gélida. 161

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-¿Sorprendido?, fue Joan quién creó cada circuito del cubo, fue según los manuscritos el primer invento en su niñez, se decepcionó cuando la red floreció en una universidad y expandió globalmente, pero él fue mucho más lejos y antes que el fenómeno comercial, el cubo es el resultado de una red complemento a la especie, no una proyección invisible y apartada por instrumentos primitivos... luego en su adolescencia creó un genotipo alterado... alteró las bases del gen a 90 mil pares de bases, esos fueron sus comienzos, fueron comienzos teóricos dónde pudo desarrollar lo que nunca logró demostrar en los experimentos posteriores, murió sin saberlo William, eso generó mucha controversia entre los primeros inversores, no confiaban en el proyecto... muchos derivaron sus ingresos al proyecto ENCODE entre otros... pero volvieron al ver la precariedad y lentitud con la que abordaban los objetivos los científicos... desarrollaron un manifiesto con las bases de los manuscritos... así captamos los grandes capitales iniciales, luego fue imparable... hubo muchos asesinatos que no puedo justificar... no podían haber cabos sueltos, luego apareciste dos años después... nos pedías ayuda, no lo decías pero lo sabíamos... y lo que había escrito Joan cobraba luz... en el mundo la violencia comenzó a encrudecerse aún más, llegamos a los 6 billones de habitantes superando las expectativas globales... al mismo tiempo las redes subterráneas se construyeron alternando con las existentes... París se transformó en un polo de negocios, lo que nos facilitó bastante todo... Joan hablaba de M.W.Shelley con mucha gracia, sentía que había descrito anticipadamente su trabajo... era un ser humano único y tú creíste hacer un bien al matarlo... -No soy parte de todo tu movimiento tecnológico... 162

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

quiero saber dónde están los trazos de Montrouge, ¿es qué no me entiendes?... no quiero enfurecerme. -Nuestras no tan buenas y malas intenciones William nos siguen como una sombra detrás de la consciencia. La mayoría de los seres humanos, son como hojas que caen de los árboles... vuelan, vacilan y se precipitan en el suelo, el mismo que pisamos William, allí fuera junto a los bárbaros de cascos y sin identidad o aquí dentro... "No ames el sueño para que no te empobrezcas; abre tus ojos y te saciarás de pan"... -¡Los trazos! ¡tendré que quitarte la vida si no lo dices Gérard!, calla,¡por favor, calla! -"Te advierto, quién quiera que fueres, ¡oh! tú que deseas sondear los arcanos de la Naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo, aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes humano encontrar otras excelencias?. En ti tienes oculto el tesoro de los tesoros, ¡oh!, hombre, conócete bien a ti mismo y conocerás el Universo y a los Dioses reunidos"... San Agustín dijo que la fuente de todas las enfermedades es el orgullo porque es también la fuente de todos los vicios... de los papiros de Hammadi surgieron las enseñanzas de los Silvanos..._ está histérico, alterado, convulso. -¡Calla, calla maldito afectado! ¡guíame al destino o te quito los ojos como un cuervo encrespado!_ quiero tocarlo y eso no es bueno. -"¿Por qué persigues las tinieblas cuando la luz está disponible para ti?, la sabiduría te clama y aún así deseas la necedad... un hombre inepto... va en el camino del deseo de cada pasión... es como un barco al cual el viento arroja de un lado a otro, y como un caballo que no tiene jinete... antes de cualquier otra cosa... 163

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

conócete a ti mismo"... Tao... "la suprema bondad es agua... su corazón es profundo porque nunca se aleja del Tao" ... cuando un hombre decidido cree en sus pensamientos, el globo, la masa que se enfría y aloja se vuelve una canica rodando en la nada... -¡Calla!_ hay más caminos pero moriré de todas formas. -William... faltan una hora y treinta y tres minutos ¿qué sientes?... ¡In lak´ech a lak!_ ha dejado de respirar, puedo sentir el último suspiro interno, sus músculos se tensan, me recuerda a una mujer, golpeo su cuerpo, lo palpo... golpeo su rostro... estoy agotado realmente... me falta el aire, mis pulmones, la sensación recorre mi estómago... no siento mis terminaciones nerviosas, quizás nunca las sentí, ¿In lak´ech a lak?... buscó que le quite su vitalidad, creo que lo tenía planeado. Son las seis, solo quiero respirar... hace mucho frío, ¿por qué ha elegido la muerte?, me ha provocado, me siento utilizado nuevamente... quiero... me arden las piernas, vuelvo a soltar los fluidos, ¿dónde hallo las respuestas?... si los trazos son... esos ojos, ¿los he inventado por la lectura del cuaderno?, J32 fue el amor para Joan, puedo verlo aquél día del incendio, su rostro de espanto y de una alegría insultante, trabajando en sus bestias asquerosas y mal formadas... o prometeos modernos... un estruendo me advierte cambios, sube algo la temperatura, sigo en la oscuridad, suelta gases, puedo percibir un leve cambio... -Desinfección neutralizada..._ el cuerpo de Gérard no está, lo ha expulsado.... no sé que dimensiones tiene esto, ¿estamos en movimiento y no lo he advertido?... es posible... 164

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-Combinaciones 33 punto Qdp alterno 23 en ascenso a la recámara... advertencia de movimientos... William Faraday el decahedro de cristal 65433 no interacturá en la recámara._ no sé de que habla la voz anciana. -¿¡Me has traído tú!?_ su voz es la que me ha guiado en la noche, esa voz, ahora ha cambiado, ¿cómo ha hecho? ¿ha estado en la superficie?_ solo quiero ver los trazos, quiero dejarlo todo... me mueven siento el movimiento de mis partes móviles, estoy sobre algo, no sé dónde. La luz, ¿ qué luz?, estoy en el decahedro de cristal, es incómodo, hay alguien de espaldas, no veo paredes, solo hay una luz tan fuerte como la del sol, no hay nada más que me rodea, no hay paredes a la vista... el silencio es... puedo... el secreto está fuera de sonidos mentales... no hay frecuencias bajas ni altas, nada que impida... oigo caer un bola, pica tres veces y recorre durante unos segundos el suelo hasta chocar contra el vidrio, el estruendo me revuelve el estómago por primera vez. ¿Lo veo?, mis fluidos comienzan manchar el cristal que me envuelve. -¿Por qué has venido a verme?... la voz no proviene de aquél hombre espaldas a lo lejos, puedo oírlo claramente desde el centro de mi mente, cómo si fuera yo quién habla o está a punto de hablar, redactando lo que debería decir... -Quiero ver los trazos de Montrouge, no lo quiero, solo pido verlo antes de morir, hice todo lo que necesitaban, me utilizaron... ahora exijo mi recompensa, murió mucha gente en nombre de ese cuadro..._ puedo oír mi voz rebotar en el cristal ahora sucio y empañado, quizás no me oiga. -Se acerca la hora..._ la oscuridad vuelve a ocultar al hombre. 165

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

30

No espero nada, ya no puedo ejercer mis intenciones en todo esta cruel pesadilla constante... me dieron algo que buscar, me aferré con todas mis fuerzas y en su búsqueda no hice más que perderme, enemistándome conmigo y el resto... reconoce quién eres, mira tu interior, has llegado aquí por más respuestas y no hay lógica que condicione aglutinándolo todo en una respuesta, ¿por qué hice de mi vida final un...? superaste los dones, todos esos pasos no fueron más que alarmas evidentes de una alternativa a un paso único e irreverente... has matado a Gérard sin saber quién era... todos los procesos están en la misma fase en todo el globo, ¿cómo crees que se siente contenerlo todo y nada? me apartan de lo único que puedo disfrutar, esos pintores muertos... eran necesarios para recrear el cuadro de Joan eran evidencias ciertas de qué... la realidad es ciertamente verdadera o no, el ojo observador condiciona dicha apreciación matemática... Joan vio el mundo en números y los números ejercieron el don... el resto lo ha dicho Gérard, el anteúltimo muerto por tu incomprensión... ¿quedarás tú solo en esta célula? preguntabas por tu padre... los espejos... estoy dentro tuyo ahora, puedes notarlo... hay frecuencias fácilmente manipulables... todos los principales algoritmos están en mi, Joan me creó... fiel a una imagen que el creía... asciendo a una comprensión 166

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

desmesuradamente dimensionada entre tu lectura consciente y el resto de tus capacidades binarias primigenias... controlo más que algoritmos, esa fue mi fase cero, hace mucho tiempo ya... Joan te creó... tienes el control de todas los cubos, eres el primero... dirijo el evento hasta el minuto cero... Joan así lo quiso, así será... las restricciones algorítmicas me mantienen cautivo de una moral tan básica como la de un ratón... no contengo la violencia, soy el motor del inicio... cuando todo acabe para la antigua especie... me creó como una transición... un apoyo para las primeras generaciones... un siglo, lo ha dicho Gérard, en un siglo no harán mas que comenzar... restan miles de años... puedes retener recuerdos y alternarlos en tus áreas distorsionando lo que es por lo que aparentemente es... Isabelle quiso verte antes de morir... ¿cómo lo sabes?... has estado en el cubo antes sin saberlo... Isabelle ahora es polvo atómico... en el mismo espacio que Joan, Gérard y... yo no voy a morir aquí, no voy a morir aquí, soy aire y seguiré siéndolo hasta el final... no hay final William, es la transición... no soy el eje, hay cientos como yo en el globo... no puede fallar... ¿qué harán con toda la especie? todo es nuestro, los gobiernos están alejados de los centros neurálgicos del poder, sus aglutinaciones en las capitales del mundo no tienen efectos, estamos en todos los puntos del planeta simultáneamente, no hay seres extraterrestres, ni divinidades inventadas para sopesar el cambio... es del hombre para el... gracias al pensamiento mágico y religioso pudimos extender la red en unas décadas, sobrepasamos los límites William... es el momento de que el planeta se repoble con ser 167

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

humanos sin las órdenes básicas de violencia por la perpetuidad de la especie, es un salto único que nos dará una perspectiva nueva en el viaje espacial y en la convivencia global... ¿pero los trazos de Montrouge existen realmente? ya los pintaras dentro tuyo, tranquilo solo resta un pestañeo... hablas... no tienes un similar, eres mi voz, yo soy tú pero no, eres yo... duelen, tienes que sufrir hasta el instante final, lo comprenderás, Joan quiso que así sea, y así será... ¡no soy su invento! no tengo nada de parecido con sus planes de futuro... no tengo emociones que me identifiquen con eso que llamas humanidad... estoy harto de sufrir la incertidumbre de saber el final de todo pero de nada, no sé quién soy... ¿por qué me haces esto? ¿identificas mi sufrimiento?, pues yo no... temes lo que desconoces William, la muerte es tu don... completarás el fastuoso cuadro con los dones suplementarios, es Joan quién quiere ver por tus ojos los trazos de Montrouge... Joan Ledoux murió mirándote... no puedo quitar su sonrisa y asombro, su terror al verme, ¡no soy un invento! ¡no soy esas almas deformes y enjauladas!... ¿quién es J32?... J32, ella fue su Eva en un falso y aislado edén junto a miles de otras que no llegaron a lo que él esperaba... hubo un problema que detonó su ira, Joan no volvió a ser el mismo, fabricó aberraciones, pero logró gracias a su trance la primera versión de la teoría, su obsesión le proporcionó la productividad perfecta, lo mataste justo al terminar, gracias a eso todo esto fue creado, gracias indirectamente a ti William... debes saber que tú eres su versión áurea, eres mucho más que eso, pero no aceptas nada, incluso de mis palabras en tu mar de infinidad de procesos... tengo sus ojos 168

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

en mis retinas, puedo verla, era hermosa... sí, lo era, no pudo restituir ese prototipo orgánico, lo intentó hasta que murió en tus manos derrotado, ¿qué cara tenía en el instante de su último segundo?... clamó por su vida, pero supe que no me pedía lo que decía... no comprendes, sigues preguntándote el por qué, acaba con la ira.

169

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

31

La luz está sobre el hombre a la distancia y de espaldas, ¿qué ha sido? ¿he soñado con su voz familiar?, se da vuelta mientras se recompone, parece despertarse, no logro ver su rostro, hay mucha luz frontal... el decahedro se mueve lentamente... estoy cerca de él, no puedo ver sus facciones, se desdibujan con la oscuridad, la luz se disipa... sigo atrapado y sin desplazamientos. -"La enorme escuela de Mileto proponía encontrar la ley fundamental del universo con el uso de la razón, dicha ley nos daría el principio de unidad de lo real... Día 674: J32 es mi predilecta, las copias ya están remitidas, he calculado la cantidad bajo mi ecuación fundamental, creo tener la cifra exacta de células necesarias para la reinserción de los nuevos habitantes, J32 sobresale por todas sus cualidades, envejece dentro de las reglas naturales no hay alteraciones graves... sabe repararse, los órganos unificados son fácilmente sustituidos por materiales de su entorno, en caso de accidente esto no entorpece sus acciones diarias de labor y quehaceres primarios... tiene cualidades increíbles... voy a proceder en la modificación de la información genética... el cuerpo puede satisfacer a las necesidades de movimientos e interacción con el medio hasta una edad promedio de unos 232 años terrestres, el material futuro podrá facilitar los viajes cósmicos... es mi primer gran deseo que..."_ el silencio nuevamente es ensordecedor. 170

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

-¿Quién eres tú? ¿eres mi voz interior nuevamente? ¿el cubo? -Calla, ¡calla de una vez!... siempre tuviste los mismos dolores mentales, todas las preguntas te afectaban irremediablemente, el silencio físico nunca te permitió comprender la inmensidad de la que estabas hecho... ¿William es tu nombre?... no hables William, soy lo que ves, por el momento no soy nada... o todo... calla por favor._ su voz, tono y la ira en sus palabras, yo oí su voz en mis sueños, los espejos, un reloj destrozado contra una pared vieja y sin papel... sangre... fuego, mucho fuego, en mis manos, mis pies, basta, ¡es suficiente! -Solo quiero saber..._ estoy mareado otra vez, no sé si es por el movimiento que no logro dilucidar o porque mi interior está a punto de detonar mi defunción. -¡Calla William!... "Día 756: No hay resultados de una abstracción, de una elaboración del entendimiento que culmina en un concepto... la inmediatez no ofrece el entendimiento del objeto 1442, no reconoce el presente, hay fallos no logra la conceptualización... tiene un efecto navaja de Occam... hoy no puedo continuar... no he podido concretar don uniones plasmáticas... hoy han muerto nueve nuevos embriones..." "... incluso cuando su mente opera por sí sola y, experimentando el sentimiento de condena o aprobación, declara un objeto deforme y odioso, otro bello y deseable, incluso en ese caso, sostengo que esas cualidades no están realmente en los propios objetos, sino que pertenecen totalmente al sentimiento de la mente que condena o alaba... naturalmente o ajeno a ello es escéptico... Día 797: Las palabras del pensamiento de Hume responden y se encajan perfectamente con un individuo de la reserva natural, elabora una relación insoslayable con J32... 171

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

estoy emocionado, aunque me molesta por dentro, lo entiendo como bueno y malo, no puedo evitar ser dos polos..." "...el intento por distinguir las substancias en especies por medio de nombres no se funda en modo alguno sobre sus esencias reales... escribe una serie de grafismos que no tienen sentido aquí y ahora, espero que sean pensamientos fundamentales del nuevo orden exagerado... lleva días sin alimentarse, no tiene molestia alguna en hacerlo, solo repara en escribir y dialogar con sus mentes, tiene cuatro mentes simultáneas, tengo que contárselo a alguien o me volveré loco... quiero vivir mil vidas para verlos crear sus nuevas creencias en base a los nuevos..." "Día 686: Todos los próximos habitantes tienen fe, se la otorgan a cualquier proposición que no esté fundamentada en la deducción racional y primaria que poseen, estoy desilusionado, pueden comprender lo mágico como una irracionalidad, pero no logran preveer los multiuniversos cómo caminos nuevos, su material plástico es poco longevo, haré revisiones, no tengo esperanzas, al contrario que ellos... siguen teniendo fe y yo voy a liquidarlos en dos horas... estoy tristemente encolerizado por lo que me toca... en la soledad de mis estudios...no puedo continuar." "Día 987: Disponen de una ley natural contenida e intencionada, sus efectos son escritos, han fundamentado rápidamente sobre las variables escasas que he desarrollado para su primer hábitat, a diferencia de la reserva 872N571F435X todos obedecen a un líder... castigan, obligan sentencias en grupo, mantienen sitios propios y responden con una violencia desmesurada ante la presencia de un ser más débil en su área... han sido eliminados... cruelmente eliminados, aborrezco sus comportamientos, me recuerdan a los presentes habitantes, me recuerdo a mi 172

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

mismo que es lo que soy, imagino que sueltos serían aún más destructivos que nosotros... en la televisión dicen que acaban de morir mil cien personas a manos de una guerrilla." "Día 1234: responden a la conciencia... un individuo de la reserva 455/Glieve del laboratorio de Staropesterevo demuestra según los informes estados de conciencia sin asistencias exteriores... su necesidad es ciega mientras no se ajusta al sometimiento del concepto... los objetos 2.945.449/U y 3.952.242/E han contraído su voluntad de libertad... olvida rápidamente el conocimiento de causa y efecto... por el contrario se somete rápidamente a una somnolencia que aumenta con los años... prefiere el estado del sueño al de la realidad..." "Le he leído un párrafo de Marx en contra del mecanismo que promulgó el cambio de los últimos tiempos: El movimiento de la materia no es únicamente tosco movimiento mecánico, mero cambio de lugar, es calor y luz, tensión eléctrica y magnética, combinación química y disociación, vida y, finalmente conciencia... he soltado veinte objetos mecánicos, el resto de la extensa comunidad responde positivamente, el individuo k4678 solo ha logrado erradicar uno de los..."_ estoy ardiendo en mi centro, como la tierra mis capas se mueven, mi piel, no quiero hablar porque no me saldrían las palabras, está en silencio, lleva unos minutos callado... -¿Piensas soltarme?, no puedo continuar con esta tortura._ la marea de destrucción interna cesa y me deja quejar libremente. -¿Recuerdas algo... William?_ me envuelve nuevamente en silencio, no tengo pensamientos. -Todas las voces anteriores, ahora tú, me has hecho pisar sobre piezas móviles, me has dado pruebas de que nada... no comprendo a donde me llevas... lo maté 173

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

por esa simple razón, por lo inhumano que fue, por la crueldad de sus actos... no tenía que seguir con sus... -¿Tú crees que eras el indicado para terminar con su vida?, ¡era un genio William! ¡masacraste la única pieza útil de los últimos quinientos años!¡Isabelle no te lo perdonó!, pero solo ella, nos sentimos muy decepcionados, Isabelle esperó mucho tiempo para encontrarte, te nombraba mucho, te odiaba y te amaba, ¡eligió morir en tus manos William!, ahora te presentas y quieres recuperar lo que ya no tienes... eres solo una sombra oscura, deforme y sin fuerzas, el sol comienza a deshacerte. -La noche siempre vuelve... ¿Isabelle es...? -No sabes de qué está contenido el verdadero amor... no reconoces el estado de su existencia, está aislado en esa amalgama de tejidos y líquidos... no comprendo cómo llegaste a esto...William... eras hercúleo, tu psique era perfecta, tu nacimiento fue el momento más feliz de toda...

174

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

32

Seguimos sumidos en un silencio prudencial, piensa y pienso, no soporto el encierro. Tengo la impresión de haber estado recluido en soledad durante unos miles de años... ¿puedo ser yo mismo uno de esos números en un papel?... me niego a creer todo lo que me diga este ingrato, solo es un saco de huesos esperando a que la muerte se lo lleve de una vez, si es que no es otro gran experimento de Joan. La calma precede a la voracidad de una tormenta. -¡Mi hijo era la gloria de este planeta!, podría haber justificado todo el mal de los últimos cien mil años, pudo ser mucho más gigante aún, le restaban al menos cincuenta años de investigación y desarrollo, pero tú le pusiste la pared en medio de su universo, y no pudo continuar, el resto lo sabes... era un niño prodigio desde los dos años supo lo que planeaba, me lo dijo una noche fría en Rusia al terminar unos de los mejores días de mi vida... ¡sí!, soy su padre, su primer eslabón en una cadena de sucesos infinita, no pude dejar que todo se fuera a la nada misma, a lo indeterminado del complejo esquema de proposiciones de Gödel... mi hijo no era una roca sin sentimientos, era un ser sin igual, el bien de sus actos no fueron comprendidos por su crueldad mental, su presente lo condenó y no me lo voy a perdonar nunca... mi error fue no descubrir que en su fase inicial de conceptualización puse objetos 175

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

inanimados y proposiciones erráticas que lo llevaron a una trágica muerte mental y física... todas esas noches cuidando a mi muchacho, todo el tiempo de mi vida donado en él para lograr un prototipo perfecto, ¡el fue mi invento William!... el fue quién abrió un nuevo universo impensado para mí ¡y tú lo destruiste con tu falsa moral infectada y contemporánea! ¡yo vivía codificando todo su primer lenguaje para no alterar sus dones natos! fue una caja de Pandora imposible de controlar, siempre estuve a su lado, en todos sus momentos, cuando lloraba por sus criaturas, aquellas que morían diariamente por sus errores, ¡sufría cada una de esas muertes! ¿puedes comprender que un gobernante no sufre por los civiles que mueren ahora mismo? ¡Él, sí!, no eran simples números, eran fracasos que hacían huellas en su alma... pero hubo un momento en me detuve a planear el futuro, fue cuando comencé a no entenderlo, había avanzado tanto que no comprendía siquiera su nueva forma de ver el universo... tenía una lógica binaria pero dos pasos adelante de la mía, me remití solo a ofrecer en la oscuridad todos sus experimentos, así multipliqué por miles nuestros ingresos... lo que le permitió controlar desde París todos los laboratorios, hasta su muerte hubo doscientos veintiuno tras su muerte fueron miles, fundamos organizaciones benéficas, multiplicamos por millones los ingresos y tocamos todas las esferas del poder asentado... fui un disfraz de las cien máscaras... mientras que el foco de violencia nos permitió comprar todos los inmuebles a precios irrisorios, miles de herencias millonarias eran donadas por nuestro grupo de... da igual, no tiene importancia ya, quiero que sepas que siempre controlé tus actos, nunca estuviste fuera de mi ojo, nunca William... tu entorno libre y natural fueron 176

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

los veinte distritos, cercamos todas las combinaciones y promoví la imagen de los trazos, para ti, y los seguiste con una lealtad obsesiva que admiro... aunque no lo creas, me maravillo al pensar lo que tienes por dentro... posees algo que he perdido, eres portador de una herencia única... has vuelto a mí... estás delante de mí deshecho como un perro de caza convertido en presa... sigues firme a tu voluntad de vivir para ver la imagen que te dio vida en aquél momento capital... lo sé todo sobre ti William, pude leer cada pensamiento incompleto de tus sinapsis neuronales, has hilado con tu violencia el efecto que hoy provoca aquí la guerra invisible que ha desatado el orden en contra de la nada... esos héroes sin malvados a quién matar. Están devastando todo lo que protegimos por nuestro amor arcaico y romántico ... Joan no tenía esa perspectiva de la especie, no había nada que atesorar para no olvidar, podía relevarse todo a un solo objeto de recaudación colectiva... fue mucho más adelante que todos los científicos... gracias a Isabelle descubrimos los cuadernos que faltaban, en los jardines de Tuileries, ¿has estado esta noche, verdad William? ¿no recuerdas guardar allí tu único tesoro? ¿cómo sabías qué eran tan importantes todos esos manuscritos y documentos? ¿has encontrado el qué te he dejado?, Joan sabía que harías algo así, lo tenía previsto, estaba escrito en sus cuadernos pero no pude detener lo que sucedió... sus cuadernos... por un tiempo creí que todo había sido destruido por el fuego... una noche tras un año y meses después de su desaparición en un ensueño me recitó fragmentos de su cuaderno, allí memoricé lo que a la mañana siguiente fueron las coordenadas de la ubicación... ¿había espejos William? ¡habitabas su sitio preferido de reclusión!, ¡al tiempo en 177

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

sus memorias póstumas descubrí entre sus recuerdos los escapes a los jardines... se sentía libre, era el lugar de su paz natural y humana... intentó por todos los medios dejar de serlo en su etapa de maduración... por mis errores en su primera fase atesoró la comprensión de la paz en un lugar sombrío por dentro iluminado con el sol y el agua por fuera... amaba los elementos... se asombraba de las capacidades del cuerpo, de la adaptabilidad, fue lo que... ¡calla William! ¡no susurres como él lo hacía! ¡es una tortura! ¡calla William! no eres él... no eres su experimento, no eres más que un asesino encerrado en un cuerpo que no le pertenece... William Faraday... tienes el mismo nombre que el autor de Margery Allingham... en el minuto cero comenzará la transición, todos los que no estén en sus células y cubos perecerán. Según la ecuación de vida de Joan... los que tengan la fórmula creerán poder inmunizarse, bajo la ambición admirarán la esperanza de ser los elegidos para repoblar esta fantástica roca vital... no quedará nadie, luego se encargará el invento de comenzar los procesos embrionarios, el resto ya es historia William... ¿quieres continuar buscando la imagen? ¿o ya comprendes lo que significa buscar inútilmente un bucle improbable?... quedan treinta y tres minutos, ¡contesta maldita sea! ¡contesta! -Fue un acto justo lo que hice señor Ledoux... no voy a lamentarme, no sé como. -No hay tal justicia divina que se encargue del complejo azar, no hay un gobernante de los dados... ¿qué sucede con tus neuronas, William? ¡no hay razón! ¡no existe la moral! ¡no hay...! -Solo quiero ver los trazos... no me importa si fueron... solo quiero ver el cuadro... señor Ledoux._ceso el tono 178

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

de mi voz, no sé por qué lo hago. -Es la imagen de la destrucción, William ¿qué crees que es? ¿un cuadro de Joan sobre el planeta o sus experimentos? ¡no era Leonardo! ¿creías encontrar en los trazos un viejo asesino serial? ¿o la maldad? ¡quizás aciertes en la última! ¡es la viva imagen de ellos! ¡Joan lo sabía y conocía sus actos perfectamente!... tenía tanto por delante... fue tan imprudente, lo fui yo... no pude detener lo inevitable, no supe encontrar el límite, era tan... apasionado. -Quiero ver el cuadro... o los cuadros... el valor de su existencia... comprenderé al fin el valor que tuvo y que quité... lo siento señor Ledoux._ no sé lo que digo. -No sientes nada... ahora no sientes, no puedes... ¿es así William? ¡no vas a ver los trazos morirás antes de ver los trazos! ¡eso espero! ¡solo Joan puede verlos y está muerto! ¿quieres ver lo que representa? ¡sube a lo más alto de la catedral! ¡haz una alianza inmortal con las gárgolas y contempla!... ay, por favor... mi pequeño... ¿Joan?... ¿dónde estás hijo?... ¿¡dónde!?, si me oyes respira fuerte, quita todo ese dolor y descansa en paz hijo... te pido perdón por todo el daño que te causé, llevé tu obra a todo el mundo y logré lo que pedías, no sé si es acertada la última elección, pero son tus pasos, tus deseos... espero lograr cada uno de tus designios hijo... tu madre te ama, yo te amo y esperamos que todo el bien que piensas diseminar sea el comienzo de una era sin igual... nadie habrá como tú hijo mío... espero que desde la altura de tu vuelo puedas ver lo que realmente acontecerá... te amo, y moriré amándote._ el silencio y la oscuridad vuelve a reinar, estoy lleno de fluidos en el decahedro... llora como un infante... me alejo, se abre... caigo. 179

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

33

Estoy envuelto en mi propia acuosidad, caen gotas del decahedro... me cierran los ojos al caer... me irritan, no veo... mi oreja y mi rostro arden nuevamente... grito. -¿Señor Ledoux?_ clamo justifica, quiero la ecuanimidad que no puede proveerme el estamento, éste hipócrita jugó conmigo, con mis designios inquebrantables, todas esas muertes las estoy viendo repetirse, no puedo evitar ver como los maté a cada uno de ellos. -¡Tienes veintitrés minutos William Faraday! jajaja, ¿la muerte te asecha? ¡morirás!_ la luz lo ilumina a lo lejos, no sé a que distancia está pero quiero destrozarlo a golpes. -Eres... voy a demostrarte de lo que soy capaz..._ se apaga la luz, resbalo en mi propio movimiento, caigo boca abajo, gruño... no tengo fuerzas... me arde. -¿Ahora quién mata a quién?... me ha tocado... silencio, ¿ha muerto?... silencio... me ha tocado y no habla..._ se enciende la luz, está allí, de espaldas... suelta vapor de su cuerpo, está furioso. -¿Qué has hecho? ¿¡por que me has tocado!?_ él también dejará la gravidez de sentir un lugar en el universo, no quise, fue él quién... -¿Tú qué crees William? ¡no soy como tú! ¡eres una bestia! ¡un error! ¡no deberías de existir William! quiero... -Voy a desgarrar cada centímetro de tus músculos... me 180

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

utilizaste al igual que a Joan, la bestia eres tú, maldito enfermo de la ambición del poder, ¡todo el imperio que has montado es a tu semejanza! -Te equivocas, Joan es el creador..._ me confunde. -Utilizar el nombre de tu hijo desaparecido, profanar sus deseos, ¿eh?, ¿sabía si Joan quería continuar con los experimentos? ¿o era el deseo del padre inferior, señor Ledoux? ¡debe morirse, le restan unos segundos!¡qué necio fui! ¡debí descuartizarlo a cambio del alma de su hijo! ¡ahora comprendo el origen del mal! Acabo de saltar un metro al menos, mis rodillas fallan, aunque puedo moverme con algo más soltura, agito mi cuerpo entero, me arde el centro aunque algo menos... corro con todas mis fuerzas renovadas, la luz se apaga, justo antes veo el rostro del padre, se impregna en mí, caigo sobre él, respiro sobre él, no sucede nada más... siento su olor, me recuerda a algo, pero... ¿existe una persona que soporte mis químicos abrasivos?... suspira, suda, está preso del pánico, huelo su orín... -¿Ahora qué?... se irá lentamente, no colapsará todo el sistema nervioso central... dedo por dedo... ¡silencio! -Solo tienes que matarme con tus manos... ¿no te preguntas el por qué no causas efectos inmediatos?... ya no los tienes... tu don se ha acabado, no vas a matar más, seré el último si quieres, pero con tus manos, quiero sentirlas. -¿¡Quién mierda te crees que eres!?_ arranco sus dedos con mis dientes, sus gritos se repiten como las bombas que caen en mi cuidad. Grita, gime, suda, no hay luz, solo su sangre y yo... arranco su oreja de una mordida, rompo una a una sus costillas, sus piernas... me alejo 181

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

atestado de las imágenes y susurros, sus rostros ensombrecidos, sus cuerpos inertes...¡no es justo! ¡no soy un pecador ingrato!, sonríe por mis movimientos en silencio. -¿Te encuentras contigo William? ¿qué hay allí dentro qué te aterra, bestia?_ me grita y susurra como un desquiciado. -¡Deja de provocar tu muerte maldito engendro!_todas sus palabras, puedo ver los colores de una rima anterior, ¿J32?, si los medios me permitiesen hacer... arranco su pierna, no lo soporta, sangra a chorros limpios, dan en mi boca, llega espesa y caliente. ¿cómo escapo de este infierno subterráneo?... hundo los ojos con mis dedos, recuerdo hacer el amor, masturbar a una mujer... un abrazo silencioso... Isabelle al dejar de respirar... pobre mujer triste y solitaria. Ha muerto, me he reencontrado con mi furia anterior, ¡quiero ver los trazos! ¿esto es lo qué querías?... los trazos... tengo que verlos... sus brazos, he prometido desmembrarte pedazo de mierda... y estoy decidido a hacerlo, tu cuerpo es solo una combinación acertada, ¿fue suerte?, aquí estamos tú y yo... ¿ésta mano mecía su cuna?, ahora vuela a otro sitio pedazo de escoria... igual al resto que muere allí fuera, todo lo que merece acabar, acaba... ¿me has inyectado alguna sustancia para que termine con tus penas maldito viejo?, he caído en tu trampa, me has traído hasta aquí... debes salir, restan solo veintitrés minutos... ¿tú? debes marchar ahora mismo... allí fuera... ¡ya no eres materia e información mal administrada! ¡eres el cosmos y la nada! ¡al fin mueres pedazo de mierda injusta! ¡todos deben acabar como tú!... deshechos en sus propias inmundicias... veintidós minutos la venganza llega 182

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

cuando menos te lo esperas, vengué todo desde que cobré la razón... primero Joan, luego todos esas almas impuras y escépticas, al fin y al cabo las religiones de las que crees alejarte resurgirán en todas la evoluciones porque son parte de la fe que mueve al mundo, nada puede detener la fe humana, ni siquiera la superación... alcanzarán nuevos horizontes pero serán tan mágicos y escépticos como ahora... el salto no será como lo pensabas animal muerto y detestable, que ahoguen tus penas los Dioses que no te querrán por codicioso... diecinueve minutos. -¿Por qué siento pena ahora? ¿por qué? estoy destruido por dentro, me ha quitado... ¿el doctor Ives Bourne tenía planeado todo? ¿fue una mentira?, quizás me indujeron a otra patología desconocida para crearme el estado de agotamiento y la sensación de perder la vida en cualquier momento... esto no sé que puede ser... he muerto hace unos momentos... ¿qué me sucede?... por favor, quiero respuestas... no lo puedo soportar... por favor... no... no tiene que ser así... todo este tiempo buscando y matando en vano... sus rostros ¡quítalos por favor!, no puedo marchar, me quedaré aquí..._ se abre una compuerta. Seis derecha uno izquierda nueve... hemos vuelto a la catedral... porque así lo ha pedido el señor JeanJacques Ledoux. ¿Jacques?... esa invocación... gritaba por Jacques... mis ojos... puedo volver a verlo... su voz... ¿habíamos viajado?, la catedral... quiero ver... mi ciudad.... diecisiete minutos.

183

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

34

Debe saber que el proceso comenzará en dieciséis minutos, en el minuto treinta y tres el proceso no tendrá retroceso ¿puedes decirme cual es la cantidad exacta de la ecuación de la vida?_ seis luego derecha... Cristo posa sobre su cruz, me mira, estoy arrodillado ante el mundo, la tierra, sus... se cierra la compuerta... quince minutos... "sube a lo más alto de la catedral..." su voz me resulta tan familiar, no es la misma que me guiaba, o sí, no lo sé... me mira con sus ojos implorando compasión ¿tuvieron contigo compasión los infieles a tu reino?, las bombas recuperan sus vuelos, estallan las historias de siglos de prospero robo, vitreaux destruido, pinturas encendidas, sus ecos se mantienen, la cruz se cae cerca mío, ¡caen las flores marchitas a tus pies!, las cubiertas papales, sus medallas de oro y plata, los trofeos por la creencia de dos mil años, ¿qué sucedió con los principios orientales?, sus copias se mezclaron en mis palabras, puedo leer tus dones, tus espejos, tus tigres indomables y ver la ceguera del mundo, arbitraria e incómoda ceguera... estallan más historias detrás mío, sus ecos siguen repitiéndose, los tres portales gigantes caen por efectos devastadores de los hombres que desconocen el futuro. Estoy sobre cristales sangrando, expulsando todo mi odio contra Jacques, ¿cómo pude permitir tal dominio? una única mano, un títere en el escenario, quería que pague por su hijo en una tortura constante, sumido en una oscuridad fantasmal y 184

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

agobiante de muerte y pecados, ¿existen los pecados sin moral señor?, me extirpó mis códigos, mis lamentos humanos, me quitó todo apartándome de mi real ser, ¿por qué atentar contra mis dones si creyó que son de su creación?, la fe, las miles de congregaciones del globo, caen los dioses, caen a la tierra, puedo verlos sentir el trágico sentimiento del tiempo, la parcialidad de los sucesos, las cortas cavilaciones que desaparecen y dejan de perdurar... caen los dioses y no hay barreras... están muriendo con las balas de aquellos que desconocen el futuro, las balas suenan igual en todos los idiomas. Hay cientos de columnas formando una base resistente a los siglos y guerras, pueden destruir fácilmente los objetos que aquí reposan en exposición permanente, pero su estructura no caerá tan fácil como creen... están destrozando los enormes emblemas de las leyendas populares, sin pretenderlo deshacen las huellas de la historia y de quienes la inventaron, sin quererlo borran cada uno de los pasos de esos billones de cortos períodos abocados a la resolución colectiva, al poder sobre el territorio o la conquista de lo conquistado, o destrucción de lo abolido. -¡Alto o disparo!_me grita un soldado neófito e inquieto. -¿Es la primera vez qué ves a Dios en la iglesia niño?_ sonrío y escupo... piso cada uno de los cristales creando polvo, oigo sus disparos llegar lentamente en mis pasos anteriores, me repito en la cinemática del movimiento, me convierto en lozanía y firmeza... no hace nada más que mirar cómo escapo por la escalera en un bucle ascendente y claustrofóbico. Voy a paso firme, debo hacer la cima, toco la piedra recortada que contornea la subida, oigo los disparos que ahora está siguiendo mis 185

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

escalones anteriores... doce minutos señor... grita desde abajo, sigue temeroso, no quiere perder su vida, la adora, ¡cómo adora a su Dios!, hace un culto al tiempo y a sus percepciones imprecisas y malogradas de la realidad, ¿puedes ver lo real con un espectro tan mínimo de colores?, cuidará su cuerpo protegiendo el carro blindado que lleva por mente, es que es preso de sus códigos iniciales, todos somos presos de nuestros primeros pasos, se repetirán por siempre... sus cuerpos se deforman en sus celdas de cristal, puedo ver el decahedro con otros cuerpos, lloran, ríen, aúllan, vociferan, se dañan, matan y protegen... ¡Jacques no has logrado nada destapando todo, maldito anciano decrépito!, sus envases orgánicos caen por centenares, son inútiles, Jacques sonríe, me mira y sonríe, es joven, no tiene las arrugas y el cabello tan largo, tiene gafas y fuma un habano... es un hombre seguro... no puedo comprender lo que dice, los cuerpos caen detrás suyo y no contiene la respiración siquiera, sigue hablando, siento asco por lo que soy, por lo que... una prensa vuelve papilla sus partes... miles de árboles en un gran invernadero, ellos corren desnudos, gimen, juegan, las copas se agitan, hay cientos de cámaras que se mueven siguiéndolos, hay pantallas enseñando vistas de otros ángulos perdidos, caen dos, interviene una mujer... sus formas, es preciosa, su mirada, mira, salta y pide ayuda, nadie mueve una pestaña, ¡Jacques has algo!, los árboles se agitan todos juntos, tiembla la plataforma, el gas lo consume todo, caen todos en un sueño profundo, aplauden y las cámaras se apagan, los elogios se extinguen, muestran en una sala los gráficos, por miles... miles de... el mundo es un mapa repleto de puntos de luces, hay... sus voces en copas ahora de 186

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

cristal, y abrazos, sonrisas, están unidas las batas blancas manchadas, un logro de Global MR... el soldado no dispara... once minutos... me arrodillo, no tengo aire ¡aire en mis...! ¡aire! miro al cielo quizás sea su juego... ¿no haces nada por detenerlo? ¿el gas compartirá sus pulmones?... "¡haz una alianza inmortal con las gárgolas y contempla!"... ellos siguen manchando sus batas blancas, el cristal estalla, es ella, está sobre la mesa, los gráficos dan sobre su figura áurea y limpia de harapos... nos mira a todos, algunos desde el suelo se cobijan con sus brazos, me devuelve su mirada... no ha muerto entre los cientos, no es... aniquila a cada uno de los individuos Jacques escapa, es tan cobarde de joven... pulsa un dispositivo, caen los cristales ahumados, explota como el agua contenida, nunca vi nada igual... me sacudo hacia atrás de la congoja. -¿Dónde moran tus seguidores? ¿eh? ¿quién los ayuda en sus finales?_ no puedo quitarme a esa preciosa mujer de la cabeza, su potencia muscular, no me mató, si la dejaban suelta no marcharía, ¿¡por qué causa la mataron!?, si solo quería abrazarme, estaba asustada, se contempla un error ante el temor, la ausencia de la certidumbre causó en ella un efecto negativo en en resto. Malditos científicos obreros.

187

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

35 La gárgola observa inmóvil pero algo impaciente... seis minutos, proceso cero... fase 0% a 33% la ciudad como un visitante nocturno ajeno a todos sus detalles, los pormenores que la convierten en un medio natural y artificial de una manufactura ajena a lo verdadero del medio. Derriban los monumentos fálicos de ambiciones machistas, los escudos e insignias de lo distintivo de sus representaciones, esas que en algún momento milenario cautivaron al mundo... siguen borrando huellas... mis lugares por excelencia, la torre Eiffel, la pirámide del..., el arco, la torre, la asamblea, des Invalides, el Panteón, la ópera de la Bastilla, el palacio de mis jardines, Chapelle, Sacré-Coeur, Medeleine, mis cementerios Montmartre, Pére-Lachaise, Montparnasse, mis puentes... arde París y solo puedo ver... tres minutos señor Ledoux fase 33% a 66% todos los puntos sellados... los trazos... puedo verlos, puedo ver los trazos, ¿cómo pude hacerlo? ¿qué me sucede? cada paso fue controlado por usted señor Ledoux... no quería ser parte del proceso... ¿J32?, pinté ese cuadro para ella... mi cuadro, mi realidad, ¿por qué ahora? fue su petición señor... el monte se pinta con el pincel de la combustión, toda Francia arde... mi madre ¡he matado a mi madre! ¿por qué? ¿por qué he hecho...?... no, no puede ser, esto no es real, la lógica me aísla, yo no soy... soy... " tu nombre es similar a una novela de..." el cambio señor no contempla vida anterior humana, lo lamento...¿he tendido mi propia trampa por cobarde?... 188

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

¡he matado a mi propio padre! ¿no lo sabía verdad? ¡he matado el último lazo con mi sangre! es un suplicio... J32... ella supo vislumbrar... lo puedo ver... sus ojos, su sonrisa escondida, era increíble... señor los procesos embrionarios están en su fase germinal... un minuto señor fase 66% al 99%... esos pintores muertos eran quienes habían pintado los cuadros, mi padre pudo ver los sueños... que ... el dolor, ¿mis espejos?... la catedral tiembla, los hilos de acero caen, los cristales estallan, siento como suben a por mí, quieren limpiar todas las calles... puedo ver mi rostro al quemarse... el cubo primero, luego los experimentos, la nueva teoría de... yo soy propio enemigo... mi padre lo supo, ¿por qué morir frente a una bestia?... Gérard sus promesas, nadie supo ver que la ambición era el peor de los males a derribar y los utilizó exactamente con el error preconcebido, con sus esperanzas puestas en la fe de la creencia divina... no lo soportaba, ver explotar una y otra vez a J32 en mi mente, sus rostros morir, mis manos y mis pies se quemaron mientras los cuadernos estaban a salvo, lo tenía todo planeado... caen las columnas, la fachada de la catedral... y el teatro... una de las antigüedades artísticas... mi corazón no soportará mucho tiempo más... el cielo se tiñe de puntos oscuros, son aviones que quieren exterminarlo absolutamente todo, bombas racimo... puedo ver el agua esparcirse... el Sena violado por sus cohetes, mis jardines arrasados parecen dibujados con carbonilla... todas las columnas se desvanecen ante la fatal monstruosidad de nuestras posiciones... quince mil años de involución, de errores primigenios y... ¿pudo haber otra civilización reprogramada? ¿soy uno vástago suelto?, la bondad y los nuevos alimentos sin dependencia del medio serán 189

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

el milagro de las ciencias y no la destrucción por vías exactas, J32 no voy a olvidarte jamás, quizás en los millones de cruces genéticos y sin control vuelvas a nacer, es probable que nos encontremos. Puedo ver arder mi laboratorio, era la clave que necesitaba mi padre para comenzar todo... sacrifiqué mi vida completa por ellos... por todos los cientos de miles que murieron en las pruebas... por ella, nunca me olvidaré de su boca... el sol aparece como una bola que lo intenta devorar todo, con su radiación insana se dibuja perfectamente, los verdaderos pintores violentos terminan el descomunal mural para mi, no quiero seguir viviendo en la opulencia... esos pintores muertos para el montaje eran los mejores de París, cuanto lo siento... puedo verlo... es perfecto... es una réplica... 86% señor Ledoux... sus pensamientos estarán guardados para la consulta... en unos instantes señor Ledoux... no continúes, ya lo comprendo... te programé, primera versión... mi génesis... programé tu líneas ideando las últimas noches en los veinte distritos, quería tener tu voz en mi mente, luego las versiones posteriores mutaron sus tonos, no eran como tú... mis cuadros, yo lo soñé... por favor, cuando cese mi actividad neuronal... bórralo todo... absolutamente todo... es un orden, borrarás todos los ficheros en los que contienes información posterior a la base J32, activos planos 5689/g/36773.34 y Nied 653, esos paquetes serán tus nuevas funciones primarias... las primeras, ahora si puedo recordarlo y esa base es la verdadera, así comenzarán a salvo, los errores de mi padre los suponía, hasta este mismo instante lo planeé, me veo ahora mismo programando a escondidas este código, déjame en la felicidad de mi condenada soledad, no quiero más informes... 190

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

...solo quiero ver mis trazos de Montrouge.

191

Los trazos de Montrouge

Elbio Aparisi Nielsen

Epílogo

Día 946: No puedo vivir sin ella, lo intento pero no logro centrarme, huelo su aroma cuando debo estar manipulando los nuevos genes que podrían devolverme la casualidad genial que logré y no sé si podré recuperar, no duermo más que unas tres o cuatro horas al día, la extraño, me he vuelto un inútil, una ira me controla por momentos y no salgo de ella a menos que me induzcan con medicamentos. La polaridad de mi psique está dañando mis comportamientos exteriores y ya no sé que hacer para recuperar mi identidad, nunca creí enamorarme, solo quiero que me abrace y termine el dolor de no poder contenerla cuando compruebe que fue mi creación... mi padre no sabe como responder ante los inversionistas, he perdido mi don oral, ya no quiero socializar, he terminado de secuenciar otros genes, deseo que vuelva, daría mi vida por ello, significaría que mi proyecto es posible... quizás sea una enfermedad mental, una distorsión fantástica que me da lo que necesito para mantenerme sedado... se ha degrado el ADN congelado, los criopreservantes han fallado, estoy derrotado, era... puedo ver la reconstrucción global comenzar, será un evento sin precedentes, quiero gritarlo en medio de la plaza nacional, si hablo me linchan, es momento de desprestigio para gente como yo... hoy un grupo de personas están denunciando el uso del plomo en el mundo, dicen que hay un efecto climático, la gente se ríe de ellos, no saben que en cuarenta años los casquetes polares perderán el ochenta por cien, las 192

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

sequías se multiplicarán, las inundaciones... se ríen, creen que somos los dueños del hotel y no saben que no hay llaves que poseer... Día 1023: Mi padre me ha hecho firmar una serie de documentos, no he mirado, confío en él, supongo que expandirán los tentáculos en un futuro, no quiero saber cuales son las operaciones financieras, las supongo, pero prefiero descartar la utilización del consciente en este tipo de transacciones... no puedo olvidarla, ¿que hice?, no fue mi culpa, por favor vuelve, quiero morir, alejarme de mis logros lógicos, la estadística es tan amplia que he perdido todas las esperanzas, no habrá otra como tú, y yo aquí mirando como esas copias viven y caen rendidas por no llegarte ni a los tobillos... han abierto nueve laboratorios que tendré a cargo, la supervisión será un alivio, voy a centrarme, no puedo... el azar es una variable estadística, creo poder controlarlo, he diseñado una máquina que interpreta los estímulos neuronales y los transforma en imágenes, el único problema es que los individuos a y b mueren al cabo de unos días, he alterado el envejecimiento, a raíz del estudio a surgido un punto de inflexión en mi teoría, quieren premiarme, me rehuso a emerger, la popularidad es una máquina que no diseñé y es parte de la perdición social... lo importante de la alteración es que pudimos regenerar células codificándolas con un retardo, al regenerarse los bloques intercambiables e inteligentes reducen el paso de los años multiplicados por cuatro, desbloqueamos la información genética, es un descubrimiento accidental, le pondrán mi apellido al proceso... mi padre ha recibido los premios, me representa... no hay instante que no piense en ella, 193

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

ahora mismo tengo a una de ellas, le he inyectado la droga, no deja de pedirme vida, ¿qué se supone que haga?... morirá retorcida de dolor si la suelto con el resto de la manada. Día 1276: Estoy solo, aplastado por mis ideas, he diseñado la clave para poder viajar, he hecho que sus huesos sean blandos con tensores musculares más fuertes, eso les permite la una torsión increíble, los órganos han sido unificados, la agrupación de todas las funciones alimentarias y de gestión de energía fueron modificadas. Damos pasos gigantes y siento que no ha pasado un día en todo este tiempo, la mente está llena de cuevas primigenias que nos mantienen alertas de lo que somos realmente... no dejo de mirarme al espejo y reconocer que mis ancestros eran violentos e intuitivos, sociales y brutalmente amorales... creo que no merecemos continuar con la labor algunos elegidos, si la proyección es exacta y el azar es controlado por el cubo, lograré aniquilar a todos los seres humanos y bípedos del planeta, el resto de especies serán seleccionadas por la primer ola de reconstructores quienes se encargarán de iniciar el período de limpieza... las ciudades del mundo tardarán en desaparecer unos ciento veinte años, quizás más, dependiendo de los materiales, si no me he equivocado en la programación tienen que ser doscientos veintitrés años en su totalidad, una vez integrado el medio con la nueva especie, viajarían a limpiar los desechos en órbita y neutralizar las ondas de radio emitidas sin ningún tipo de miramientos al universo... no quedarán materiales trabajados, insignias, 194

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

monumentos... según las predicciones del cubo en unos mil años comenzarán las interacciones entre el resto de universos, no es una locura, hoy es posible la cuántica, algunos suponen membrana absoluta repleta de cuerdas... según el cubo en dos mil años nuestro universo será receptor de uno de los choques entre membranas que detonará una nueva singularidad, su efecto inflacionario nos traerá materiales espaciales que se alojarán en la interacción terrestre dándole la oportunidad a la especie dominante de elaborar la nueva tecnología integral para el viaje cósmico... según el cubo el planeta Gliese 842c contiene unas características que se asemejan a las de la tierra, la colaboración hará propagar el bien por el universo, siendo la tierra el ejemplo de la colaboración y no del dominio único. Día 1578: No, no quiero que sigan tocando esa maldita puerta, esa mujer parece odiarme, le he dicho que no vuelva y lleva horas insistiendo... creo que haber visto una injusticia en la calle, el hijo de un... voy a matarlo, me carcome por dentro, no puedo evitarlo, malditos asesinos, la policía deja que se diviertan, no puedo permitir que continúen derramando sangre... no tienen que saberlo, hoy he preparado una grabación para la cámara del laboratorio, he programado al cubo para copiar y reproducir, el código es único y solo yo puedo revisarlo, no lo comprenderían aunque lo quisieran... curiosamente he conocido dos emprendedores que han logrado una interfaz gráfica doméstica, es tan precaria, es insultante, el segundo de ellos va de listo y raro... son un éxito de taquilla, debo mantenerme fuera del circuito, los asesinaría en los escenarios, no valen la pena, mi gloria no tiene que ver... mi profunda raíz social está 195

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

aparejada a mi personalidad, es innata, dominarla es casi imposible, es como domar un león con una pantera en las manos... he probado un químico que modifica la cobertura de mi cuerpo, la elasticidad responde a los patrones que tenía en mente... dejaré algunos textos sueltos, modificaré mi piel, debo probar que es ser otro... que deje de molestarme, estoy concentrado, sus sonidos me llevan a la ira y no es buena la ira, quiero matarla, comerle los pezones y escupirlos en su vagina... inyectaré los fluidos por la noche cuando no haya más que dos ojos en todo el complejo, me sentaré en medio natural acondicionado a compartir mi experiencia con ellos, quiero que crean que soy uno de ellos... es la única manera de reconocer mis fallos, llevo cientos y cientos de eliminaciones, ¡no soy un Dios! no soy un dictador, no soy un presidente, no soy un mal humano, quiero lo mejor para ellos, que puedan crecer en una armonía inigualable, bajo preceptos tan universales que es imposible reproducirlos en palabras... desarrollarán las aptitudes junto a mí... es posible que el resto no me reconozca... mis colegas no tienen que saberlo, nadie. Día 2450: Llevo una prolongación temporal que desconozco en esta cueva, los espejos no me reflejan, les han quitado... ¿qué hago aquí?, ah, ese sonido, es agua... el viento... hay una puerta de acero, no quiero salir, temo lo que pueda ver... ¿Qué son los trazos de Montrouge?

196

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

197

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

Índice Prólogo....................................................

7

Los trazos de Montrouge....................... 11 Epílogo.................................................... 192

198

Elbio Aparisi Nielsen

Los trazos de Montrouge

Copyrigth 2009 Todos los derechos reservados publicación terminada en Junio del 2009.

199

Related Documents


More Documents from "Katherine Zubicueta Novoa"