Lope De Vega_seleccion Para Practicos

  • November 2019
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LOPE DE VEGA

envidia me la quitó,

-SELECCIÓN-

y envidia os quita la vida.

Del Romance pastoril Romance de Filis

Piérdase vuestra amistad,

El tronco de ovas vestido

pues que se perdió la mía

de un álamo verde y blanco,

que no ha de haber compañía

que entre espadañas y juncos

donde está mi soledad.

bañaba el agua de Tajo,

Tan sólo pena me da,

y las puntas de su altura

tórtola, el esposo tuyo,

del ardiente sol los rayos,

que tú presto hallarás cuyo,

y en todo el árbol dos vides

pues Filis le tiene ya-».

entretejían mil lazos;

Esto diciendo el pastor,

y al son del agua y las ramas

desde el tronco está mirando

hería el céfiro manso

adónde irán a parar

en las plateadas hojas,

los amantes desdichados.

tronco, punta, vides, árbol.

Y vio que en un verde pino

Éste con llorosos ojos

otra vez se están besando;

mirando estaba Belardo

admiróse y prosiguió

por qué fue un tiempo su gloria

olvidado de su llanto:

como agora es su cuidado.

«-Voluntades que avasallas,

Vio de dos tórtolas bellas

Amor, con tu fuerza y arte,

tejido un nido en lo alto,

¿quién habrá que las aparte,

y que con arrullo ronco

que apartallas es juntallas?

los picos se están besando.

Pues que del nido os eché

Tomó una piedra el pastor

y ya tenéis compañía,

y esparció en el aire claro

quiero esperar que algún día

ramas, tórtolas y nido,

con Filis me juntaré-».

diciendo alegre y ufano: «-Dejad la dulce acogida, que la que el amor me dio,

Romance de Belisa Hortelano era Belardo

de las huertas de Valencia,

y ajenjos para las feas.

que los trabajos obligan

De los vestidos que un tiempo

a lo que el hombre no piensa.

trujo en la Corte, de seda,

Pasado el hebrero loco,

ha hecho para las aves

flores para mayo siembra,

un espantajo de higuera.

que quiere que su esperanza

Las lechuguillazas grandes,

dé fruto a la primavera.

almidonadas y tiesas

El trébol para las niñas

y el sombrero boleado

pone al lado de la huerta,

que adorna cuello y cabeza,

por que la fruta de amor

y sobre un jubón de raso

de las tres hojas aprenda.

la más guarnecida cuera,

Albahacas amarillas,

sin olvidarse las calzas

a partes verdes y secas,

españolas y tudescas.

trasplanta para casadas

Andando regando un día,

que pasan ya de los treinta

viole en medio de la higuera

y para las viudas pone

y riéndose de velle,

muchos lirios y verbena,

le dice desta manera:

porque lo verde del alma

-¡Oh ricos despojos

encubre la saya negra.

de mi edad primera

Toronjil para muchachas

y trofeos vivos

de aquellas que ya comienzan

de esperanzas muertas!

a deletrear mentiras,

¡Qué bien parecéis

que hay poca verdad en ellas.

de dentro y de fuera,

El apio a las opiladas

sobre que habéis dado

y a las preñadas almendras,

fin a mi tragedia!

para melindrosas cardos

¡Galas y penachos

y ortigas para las viejas.

de mi soldadesca,

Lechugas para briosas

un tiempo colores

que cuando llueve se queman,

y agora tristeza!

mastuerzo para las frías

Un día de Pascua

os llevé a mi aldea por galas costosas,

Pues que le hurtáis el laberinto a Creta,

invenciones nuevas.

A Dédalo los altos pensamientos,

Desde su balcón

La furia al mar, las llamas al abismo,

me vio una doncella con el pecho blanco

Si aquel áspid hermoso no os aceta

y la ceja negra.

Dejad la tierra, entretened los vientos:

Dejose burlar,

Descansaréis en vuestro centro mismo.

caseme con ella, que es bien que se paguen tan honrosas deudas.

Rima 70 Quiero escribir y el llanto no me deja;

Supo mi delito

Pruebo a llorar y no descanso tanto;

aquella morena

Vuelvo a tomar la pluma y vuelve el llanto:

que reinaba en Troya

Todo me impide el bien, todo me aqueja;

cuando fue mi reina. Hizo de mis cosas

Si el llanto dura, el alma se me queja;

una grande hoguera,

Si el escribir, mis ojos, y si en tanto

tomando venganzas

Por muerte o por consuelo me levanto,

en plumas y letras.

De entrambos la esperanza se me aleja.

Rima 1

Ve, blanco, al fin, papel, y a quien penetra

Versos de amor, conceptos esparcidos,

El centro de este pecho que me enciende

Engendrados del alma en mis cuidados,

Le di (si en tanto bien pudieres verte),

Partos de mis sentidos abrasados, Con más dolor que libertad nacidos;

Que haga de mis lágrimas la letra, Pues ya que no lo siente, bien entiende:

Expósitos al mundo en que perdidos,

Que cuanto escribo y lloro todo es muerte.

Tan rotos anduvisteis y trocados Que sólo donde fuisteis engendrados, Fuérades por la sangre conocidos;

De Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos Propone lo que ha de cantar en fe

los méritos del sujeto Celebró de Amarilis la hermosura Virgilio en su bucólica divina.

De Garcilaso es este verso, Juana; Todos hurtan, paciencia, yo os le ofrezco; Mas volviendo a mi amor, dulce tirana,

Propercio de su Cintia, y de Corina Ovidio en oro, en rosa, en nieve pura;

Tanto en morir y en esperar merezco, Que siento más el verme sin sotana

Catulo de su Lesbia la escultura

Que cuanto fiero mal por vos padesco.

A la inmortalidad pórfido inclina; Petrarca por el mundo, peregrina, Constituyó de Laura la figura;

Discúlpase con Lope de Vega de su estilo Lope, yo quiero hablar con vos de veras,

Yo, pues Amor me manda que presuma

Y escribiros en verso numeroso,

De la humilde prisión de tus cabellos,

Que me dícen que estáis de mí quejoso,

Poeta montañés, con ruda pluma,

Porque doy en seguir Musas rateras.

Juana, celebraré tus ojos bellos,

Agora invocaré las verdaderas,

Que vale más de tu jabón la espuma

Aunque os sea (que sois escrupuloso)

Que todas ellas, y que todos ellos.

Con tanta Metafísica enfadoso, Y tantas categóricas quimeras.

Encarece su amor para obligar a su dama a que lo premie Juana, mi amor me tiene en tal estado Que no os puedo mirar cuando no os veo;

Comienzo pues: “¡Oh tú, que en la risueña

Aurora imprimes la celeste llama, Que la soberbia de Faetón despeña!”;

Ni escribo ni manduco ni paseo, Entre tanto que duermo sin cuidado.

Mas, perdonadme, Lope, que me llama Desgreñada una musa de estameña,

Por no tener dineros no he comprado

Celosa del tabí de vuestra fama.

(¡Oh Amor cruel!) ni manta ni manteo; Tan vivo me derrienga mi deseo En la concha de Venus amarrado.

Conjura un culto y hablan los dos De medio soneto abajo

-Conjúrote, demonio culterano, Que salgas de este mozo miserable, Que apenas sabe hablar (¡caso notable!), Y ya presume de Anfión tebano.

Mal afecto de mí, con tedio y murrio, Cáligas diré ya, que no griguiescos, Como en el tiempo del pastor Bandurrio.

Por la lira de Apolo soberano Te conjuro, cultero inexorable,

Estos versos, ¿son turcos o tudescos?

Que le des libertad para que hable

Tú, letor Garibay, si eres bamburrio,

En su nativo idioma castellano.

Apláudelos, que son cultidiablescos.

-¿Por qué me torques bárbara tan mente?;

¿Qué cultiborra y brindalín tabaco Caractiquizan toda intonsa frente?

-Habla cristiano, perro. –Soy polaco. -Tenedle, que se va. –No me ates, tente. Suéltame. -¡Aquí de Apolo! -¡Aquí de Baco!

De La Doratea Pululando de culto, Claudio amigo, Minotaurista soy desde mañana; Derelinquo la frasi castellana, Vayan las Solitúdines conmigo.

Por precursora, desde hoy más me obligo Al aurora llamar Bautista o Juana, Chamelote la mar, la ronca rana Mosca del agua, y sarna de oro al trigo.

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