29-11-2018
“Las Maldiciones”
Elegí la novela “Las Maldiciones” debido a su relación que tiene con la política. Asimismo, el título de esta me pareció llamativo a primera vista y me hizo pensar, ¿Qué relación tiene la política con las maldiciones? Esta duda fue clave para su elección. Además, por otro parte, los libros restantes no eran de mi interés.
Leí hasta el capítulo 1, es decir, hasta la página 16. Con tan solo este capítulo tengo miles de teorías, mucha información para ser tan pocas páginas, será una estrategia de la autora para captar al lector a la primera, no sé, pero con tan poco, me atrajo. En primer lugar, aparece el personaje de Román, un hombre joven, acompañado, a mi aparecer, de su hijo, Joaquín, quienes van a “Dar un paseo”, pero en mi opinión, quieren huir a un lugar seguro por motivos desconocidos, aunque debe tener relación con los papeles que posee en su mochila, ya que en una parte de la historia, este no sabe si destruirlos antes de partir o consérvalos por un tiempo. Por otra parte, aparece Carolina, novia de Román, esta se hace presente en el relato a través de las pesadillas que tiene el protagonista, donde la ve corriendo con una panza de unos 9 meses; podemos analizar que, esta murió por una causa desconocida y dejando como único sobreviviente su hijo, Joaquín. Y para concluir, se hace presente, de forma indirecta, el personaje de Fernando Rovira, un político qué, a entender por un personaje secundario de la historia (Mozo), es un mentiroso y, por Román, utiliza cada minuto al aire para promocionar su campaña. También se puede agregar qué, su mujer fue asesinada, aun por causas desconocidas, pero a mi entender, puede tener relación con algún ajuste de cuentas con su esposo, Rovira.
Leí hasta el capítulo 3, es decir, hasta la página 45. Sobre todo, tenemos una teoría del porqué de sus pesadillas con su ex novia, Carolina, quién quedó embarazada de Román, pero este no estaba preparado para ser padre, a lo que llevo que la mujer lo deje. En estos dos capítulos aparecen varios personajes, por un lado, su compañero de cuanto en Buenos Aires, Sebastián Petit, un joven que estudio Ciencias Políticas y, con una gran obsesión con la palabra “Excelencia”; los padres de Román, son nombrados, pero no son muy relevantes por ahora; su tío, Adolfo, quien anteriormente era político y, se nota a lo lejos, su obsesión o admiración con Raúl Alfonsín; y el último personaje, “La China”, apodada así por sus ojos rasgados, pero en realidad se llama Valentina. Esta figura, por una recomendación de su ex novio, Iván, va a una editorial llamada “Salvatierra”, donde escribe un libro sobre el político del momento y su ideología de dividir la Provincia de Buenos Aires en dos, Fernando Rovira. Por otro lado, La China, es amiga de Román, y, a menudo, fantasea con él. Por otro lado, tenemos detalles sobre el asesinato de Lucrecia Bonara, donde un hombre en motocicleta le disparo en el ojo derecho, provocando así su muerte. Esta estaba en su camioneta, dirigiéndose a una fundación. Todavía no se sabe el móvil del asesinato.
Y por último, sabemos la relación de Román y Rovira, quien, el personaje principal trabaja para él en su partido político conocido como “Pragma”.
Leí hasta el capítulo 6, es decir, hasta la página 69. Al principio aparece los apuntes de “La China” acerca del libro es está escribiendo, nombrado “La Maldición de Alsina”, tiene datos interesantes que desconocía, pero no son relevantes para anotarlos por el momento. Actualmente, confirmamos que Román y el niño están escapando de Buenos Aires, más bien de la corporación Pragma. Mientras tanto, obtenemos el móvil del asesinato de Lucrecia Bonara, se dice que fue un sicario mandado por la oposición, a causa de la división de la Provincia de Buenos Aires, pero en mi opinión, hay algo más detrás de esta historia, debido a qué, su esposo, Rovira, mando a borrar su historial de llamadas antes y después del asesinato (Caso parecido con el asesinato del ex presidente de la Nación), por ese motivo, Rovira tiene algo que ver con el asesinato de su esposa y, el anteriormente nombrado ex presidente. Para terminar, y esto me genera tanta duda que escribí varias teorías de este caso, Joaquín, ¿Quién es su verdadero padre?, ya que Román asegura que es su hijo, pero por otro lado, lleva el apellido de Fernando Rovira. He aquí mis hipótesis: a. Román tuvo un romance, o cosa de solo una noche, no se sabe, con Lucrecia Bonara y, por consiguiente, quedo embarazada de él. (Y si este fuese el caso, sería un motivo muy impórtate para asesinarla, una venganza por parte de Rovira, ya que si esto se hacía público su imagen se mancharía); b. Román le tiene tanto cariño al niño a tal punto que lo considera propio; c. Rovira es incapaz de tener hijos, pero, para mejorar su imagen pública, necesita tener un hijo/a, por lo cual lleva a que Lucrecia realice una inseminación artificial, con ayuda de Román o, lo tienen de forma natural. Por ahora esas son mis teorías.
Leí hasta el capítulo 11, es decir, hasta la página 109. Se sabe que el día que escapa Román con Joaquín, tenía una cita con “La China”, por ese motivo, al principio de la historia, este se quería comunicar con ella, además de pedirle ayuda debido a la situación que está pasando. Por otro lado, tenemos un indicio del motivo que escapa este personaje de Pragma, debido a que, por una suerte del azar, encontró unos papeles relacionados con su familia, por eso, ante esta motivo, sumándole el miedo, decidió huir del lugar, llevándose al niño.
Un dato importante aparece en la historia, ya que, según Román, Rovira sabe que él no es el padre de Joaquín, sino el anteriormente mencionado. (Se descarta la teoría B) Finalmente, Rovira empieza a sospechar de una posible huida de Román, ya que este no contesta las llamadas y no da señales de vida.
Leí hasta el capítulo 13, es decir, hasta la página 129. Aparece otro personaje, Irene, la madre de Rovira, la menciono por dos motivos, primero, como lo anteriormente mencionado, quien es su hijo; segundo y, muy importante, tiene “poderes” con respecto al aura y energía de las personas. Este último punto lo encuentro interesante ya que, en las hipótesis que realiza La China con “La maldición de Alsina”, siempre aparece un personaje con algún tipo de relación con la brujería o magia, por eso me parece importante este personaje en la historia. Por otra parte, aparece una persona anónima quien le manda información acerca de la fundación de La Plata a Valentina. Este le envía una litografía que posee cierto relieve, solo capaz de sentirlo con el tacto; la función que cumple es marcar ciertas personas que supuestamente estuvieron presentes el día de la fundación, cosa que no fue cierta, es decir, esta alterado. Pero ella no fue la única que recibió este correo, sino también Román, pero con la diferencia que marcaba a otra persona, Rocha. En mi opinión, el responsable de estos mensajes anónimos es Sebastián, el amigo de Román. Esto puede ser por, tener más información que le ayudaría con la teoría de la división de la Provincia de Buenos Aires (Teoría poco probable) o, sabe la situación que está metido su amigo y, de manera indirecta, quiere ayudarlo.
Leí hasta el capítulo 16, es decir, hasta la página 168. La teoría anteriormente mencionada acerca de Sebastián es cierta, él es el encargado de los correos con el fin de ayudar a su amigo. A medida que avanza la historia, sabemos el origen de Joaquín, la teoría c (Día tres) es la correcta, este fue concedido de manera natural a pedido de Rovira, ya que si se realizaba de la otra manera mencionada, correrían el riesgo que se divulgue y, por consiguiente, perjudique su carrera política. Por último, y para mi opinión no es muy relevante, habla sobre las maldiciones en otros países y los métodos utilizados para anularlos.
Leí hasta el capítulo 25, es decir, hasta la página 243. En estos capítulos aparecen sucesos relevantes como no. Por una parte, descartamos la teoría de que Rovira mando a asesinar a su mujer, sino, a través de un mal entendido, su madre, Irene, la mando a matar, es decir, “A ajustar los zapatos” por parte de Vargas; otro suceso es, que Román logra contactarse con La Chica (Con palabras claves), donde se encuentran en San Nicoles, pero además, su amigo, Sebastián, comprendes esas coordenadas y va en búsqueda de su amigo con una grabación comprometedora de Rovira, Irene y Vargas. Finalmente, surge una nueva teoría, esta tiene relación con la aceptación por parte de Román a tener un hijo con Lucrecia. La madre de Román tiene un accidente por un mensaje anónimo de que secuestraron a su único hijo (Esto ya es muy extraño), en fin, está por recomendación de un “Medico”, que por casualidad pasaba por ese lugar, fue llevada de “urgencia” a Buenos Aires, donde Rovira se encargó del traslado y los gastos. Por ese motivo, Román accedió a la petición de un bebe con Lucrecia. En mi opinión, esto fue una maniobra del político para lograr su objetivo.
Leí hasta el capítulo 36, es decir, hasta la página 316. Con sola una foto comprobamos la teoría anteriormente nombrada, Rovira planeo el accidente de la madre de Román. Lucrecia, entre los papeles de salud de su hijo Joaquín, escondió en un sobre blanco, donde se encontraba una foto de la boda de ella con el político, pero, ¿Por qué es tan importante?, sencillo, se podía apreciar, entre los invitados, el medico que “ayudo” a su madre en aquel accidente, aquel hombre que pedía de urgencia su traslado ya que era de vida o muerte (Cosa que no es cierta), con este dato, podemos deducir qué, todo estuvo planeado por el líder de Pragma. Y ya para concluir esta historia, Román solo pedía una cosa, tener la custodia de su hijo, Joaquín; a través de sus amigos y familiares, logran, agregando un video que grabo La China, donde este relataba toda la verdad sobre su llegada a Pragma, y agregando qué no temía de hacerlo público, con el fin de conseguir vivir con su hijo. Por este motivo, Rovira, al ver que esto puede perjudicar su cantidad de votos y carrera política, decide renunciar a Joaquín. Un final esperado, con respecto a que Román se quedaría con Joaquín, y, además, muchas cosas sin concluir, debido si se concretó un posible romance de La China con Román, si Sebastián crea su partido político, si Irene le confiesa la verdad sobre la verdad del asesinato de Lucrecia a su hijo, si, al final, Rovira logra su cometido de dividir la Provincia de Buenos Aires para luego llegar a la presidencia, entre otras.
“Las maldiciones” de Claudia Piñeiro, es una novela narrativa – realista, con una temática política, donde encontramos a Sabaté, nuestro personaje principal; actúa a veces como narrador en primera persona y otras veces, lo reemplaza un narrador omnisciente. Esta novela se basa en la suerte del azar de Román, qué, por cosas de la vida, se encuentra en las puertas de Pragma, un partido político comandado por su líder, Rovira. Esta historia se relaciona con las maldiciones, mayormente la de Alsina, y el afán de los políticos de evitar dicha situación, pero ¿Cómo lograrlo?, Rovira, a través de una idea disparatada, propuso la división de la Provincia de Buenos Aires en dos, con el objetivo de lograr su cometido, ser gobernador, para luego llegar al cargo de presidente. Y en esta situación aparece Román, un joven santafesino llegado hace poco a la gran ciudad, en búsqueda de trabajo con su amigo, Sebastián Petit. Este no posee un curriculum de ensueño, como su amigo o los demás presentes a esa convocatoria, pero poseía algo especial a los ojos de Rovira, que lo podría ayudar a obtener más votos y, a las vez, complacer a su esposa, su parecido físico con él. Por esta razón, a lo largo de la historia, surge un conflicto entre ambos, donde la única alternativa de salir de este circuito es, exponer al otro. Con respecto al contexto de “Las Maldiciones”, en una parte se pude deducir qué, al ser nombrados los antiguos gobernadores de la Provincia de Buenos Aires que aspiraban a ser presidente de la Nación, y, por consiguiente, no lo lograron, podemos concluir que estamos en 2017, debido al proyecto de Pragma que tardaría en consolidarse en un año o más, y que las próximas elecciones serian en 2019, donde esperan que la provincia ya se halla dividido, con el objetivo de poder, a futuro, llegar a la presidencia. Otros personajes que aparecen son:
“La China”, o mejor dicho Valentina, una joven periodística que trabaja en un libro con relación a las maldiciones y la política;
Sebastián Petit, amigo y compañero de cuarto de Román, un joven sociopolítico, que va a hacer de gran ayuda para idear el plan de división de la Provincia;
Lucrecia Bonara, esposa del político Rovira;
Adolfo Sabaté, tío del protagonista, anteriormente poseía una vida política radical, pero, por cosas personales, tuvo que aislarse del cargo que aspiraba;
Irene, madre del líder de Pragma, posee “poderes” con relación al control de energía de las personas;
Vargas, persona de confianza de Rovira e Irene, encargado del asesinato de Lucrecia, podemos decir que su rol era más bien de “sicario”;
Sylvestre, asesor de Rovira.
Claudia Piñeiro nació en 1960 en Buenos Aires. Se licenció como contadora pública nacional en la Universidad de Buenos Aires y ejerció esta profesión hasta 1992. En 1991 fue finalista del concurso La sonrisa Vertical de Tusquets, aunque la novela no llegó a ser publicada, en el 2000 apareció Serafín, el escritor y la bruja, y en 2003 quedó finalista al Premio Planeta con la novela policial Tuya. Pero la obra de Piñeiro también ha estado estrechamente vinculada al teatro. En 2004 se estrenó “Cuánto vale una heladera” y fue editada por el Ministerio Educación, Ciencia y Tecnología. Al año siguiente ganó el premio Fundalectura, “Un ladrón entre nosotros”, Premio Iberoamericano Fundalectura-Norma 2005 de Colombia. Y más tarde el Premio Clarín con su novela “La viuda de los jueves”, este libro se está rodando una película, a partir de aquí su obra resultará más conocida por los medios, de modo que su novela “Elena sabe”, publicada en 2007, ya se situó entre los libros más vendidos en Argentina en 2007. La escritora y guionista de cine, posee una gran habilidad para contar historias y es sobre todo, versatilidad de su estilo, que la libera de los constantes clichés en los que pueden caer los escritores cuando se encasillan en un género.