LA VERDADERA AMISTAD Un día dijo un soldado a su capitán: -"Mi amigo no ha regresado del campo de batalla... ¡Señor, solicito permiso para ir a buscarlo”. -“¡Permiso denegado! -contestó el oficial- No quiero que arriesgue su vida por un hombre que probablemente ha muerto”. El soldado no haciendo caso de la prohibición, salió, y unas horas más tarde regresó mortalmente herido y transportando el cadáver de su amigo. El oficial estaba furioso: -“¡¡¡Ya le dije que había muerto!!! ¿Merecía la pena ir hasta allí y ponerse en peligro para traer un cadáver?....” El joven soldado malherido respondió: - “¡Claro que sí mi capitán!!; cuando lo encontré todavía estaba vivo, y le dio tiempo a decirme... ¡amigo... estaba seguro que vendrías!!!!” Esta historia dice lo grande que es una amistad verdadera.