Movimiento de Educación Popular Integral y Promoción Social Departamento de Pastoral
# 7
LA VERDAD
La Verdad Introducción. Realiza este ejercicio en continuidad con la guía anterior. Utiliza al máximo la imaginación y todos tus sentidos. Ve paso por paso, sin prisa. Repítelo. Anímate, al final, a escribir tu oración. Toma un tiempo para calmarte. Cae en cuenta de tu cuerpo, de la postura que has adoptado. Te vas a preparar para hacer un viaje. Te pones en camino, vestido/a con la ropa que habitualmente llevas y cargando en la mano un bolso de viaje. Vas a viajar hacia un lugar desconocido, a explorar algo nuevo. En ese bolso de viaje vas a meter lo que tú eres: tu historia, tu mundo de relaciones, tus valores, roles, trabajos...; todo lo que tú crees ser, lo que experimentas como tuyo, de manera que al abrir la bolsa te identifiques con lo que hay dentro de ella. (Detente acá, piensa, escribe y prepara ese bolso de viaje, revisa lo que has metido. Date el tiempo necesario) Este viaje que has emprendido te lleva al país de la VERDAD. Para entrar en ese país hay que pasar por una frontera. En ella encuentras a un personaje que te dice que para pasar a ese país es imprescindible dejar todo lo que en ti sea mentira; sólo puedes pasar con lo que tengas de verdad. Abre la bolsa y mira las cosas que puedes pasar y las que no. Deja fuera las que no puedes pasar. Sácalas, déjalas, ponlas a un lado. Comprueba si con las cosas que has dejado en la bolsa puedes entrar y si quieres entrar. Estas son las puertas del país de la VERDAD. Al otro lado de la frontera te encuentras con Jesús, que mira tu verdad, lo que llevas en el bolso, y te dice: «LA VERDAD TE HARÁ LIBRE; YO SOY LA VERDAD Y TE QUIERO». Observa qué sentimientos produce esto en ti, cómo te sientes en el país de la verdad, cómo te sientes mirado/a por Jesús con tu verdad. Respira hondo y deja que la verdad te inunde. Anímate a leer Juan 4, 1-42. Jesús y la samaritana. En ese encuentro con Jesús, ella halló su verdad. Entra en la escena, contempla, escucha, mira, “entra” en lo que ella vive, acompáñala, ve sus reacciones. Luego toma tú su lugar y vive ese encuentro. Dedícale su tiempo (García Monge)
ENCUENTRO CON EL TODO Sólo desde el encuentro con el Todo, podemos soltarlo todo, y ser libres y gratis. Dejaremos que se vayan con su ruido y su torpeza los recuerdos heridos pegados a la memoria, y los miedos futuros danzando en la fantasía, las urgencias y desafíos que nos rompen porque nos ignoran, y las pesadumbres como lodo con su calma cenagosa de inercia sin salida. Soltaremos todas las herencias de siglos en el apellido, y los haberes conquistados letra a letra, paso a paso,
dólar a dólar. No intentaremos ser los amos del misterio ni en el yo ni en el otro. Sólo servidores del Señor y de su Reino. Sin tu presencia, todo se vuelve un trueque con regateo de mercado. Cambiamos trabajo de hoy por cosecha de mañana, un poco de tiempo por un instante de cariño, un esfuerzo invertido por un aplauso ganado.
Sin tu Espíritu creador que todo lo llena, la vida entera se convierte en rito de animal domesticado, con mucho recelo repartido por el alma, y con el cuerpo ansioso por el terrón de azúcar al final del trabajo. Sólo dejaremos que todo se vaya libre en la vida cotidiana, si Tú llegas hasta nosotros como la plenitud en todo lo que somos. Benjamín González Buelta