Texto: 2ª. Corintios 11:2-4 INTRODUCCIÓN: Hablar de serpientes produce cierta reacción negativa debido al peligro que estos animales representan. CARACTERISTICAS: (1) Tienen el cuerpo muy alargado y habitualmente cilíndrico, si bien las serpientes marinas y muchas serpientes arborícolas presentan el cuerpo aplanado lateralmente. Las serpientes carecen de extremidades externas, aunque algunas conservan vestigios de las patas traseras, visibles en la base de la cola de las grandes boas y pitones. Están cubiertas de escamas, compuestas de un material epidérmico, dispuestas en hileras regulares y, por lo general, solapadas como las tejas de un tejado. Por lo general habitan los lugares desiertos, las orillas de los caminos, las peñas y en los muros. Son extremadamente sutiles y prudentes. (2) Cambian la piel y la cubierta exterior de las escamas de forma periódica, por lo general en una sola pieza, incluyendo la cubierta dura y transparente que les protege los ojos, puesto que las serpientes carecen de párpados móviles y los ojos permanecen constantemente abiertos. (3) Una característica sorprendente de las serpientes es su capacidad para desplazarse rápidamente sin tener patas. SUS EFECTOS AL MORDER: El veneno es una mezcla compleja de proteínas que destruyen diversos tejidos del cuerpo, inmovilizando o matando a la presa. Ciertas serpientes al morder a su víctima, le inyectan en la herida un veneno mortal que mata en varios casos. Algunas veces lenta pero seguramente, otras instantáneamente. Las personas mordidas, suelen asumir algunos movimientos, la mirada, alargamiento de las extremidades, etc. hasta que muere. A veces el paciente se siente mareado y con náuseas y puede desarrollar un shock. La mordedura de las serpientes del género Micrurus no causa dolor inmediato, pero su veneno ataca el sistema nervioso central paralizando órganos vitales como los pulmones. SERPIENTES EN LA BIBLIA:
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Las serpientes ardientes (feroces) Números 21:6. Pablo fue mordido por una víbora (Hechos 28:3-5)
Metafóricamente, la Escritura llama a Satanás “La serpiente antigua”, pues este ha venido actuando desde tiempos inmemorables, mordiendo grandes personajes, derribando a muchos, inyectando su veneno mortal y procurando destruir la obra de Dios y así como la serpiente es astuta y sutil, este ha venido actuando para destruir y matar. MORDEDURA DE LA SERPIENTE: los primeros seres humanos mordidos por la serpiente fueron Adán y Eva quienes fueron inyectados del veneno mortal que produjo el pecado, la desventura y la desgracia humana.
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Caín: fue mordido produciendo la envidia, la falta de fe y el homicidio. Sansón: al ser mordido se produjo desobediencia, codicia y fornicación. Elí y sus hijos Saúl
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David
Sus caras: Esta serpiente, muda su piel igualmente. Se presenta de diversas maneras.
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La Biblia dice que se disfraza como Ángel de luz (2. Cor. 11:14). Se presenta como profeta o ministro para destruir la grey ( 2. Cor. 11:15) En forma de amigo para morderlo entregándolo con un beso (Jn 13:26-27) En forma de descontento con el Siervo de Dios haciendo que se murmure sin temor (Moisés frente a María y Aarón) (Números 12:1-2) En forma de avaricia y mentira (Ananías y mujer, trataron de engañar mostrando lo que no eran) Hechos 5:4.
ESTRATEGIA DE LA SERPIENTE: es tan sutil, que se desliza suavemente procurando no llamar la atención, pero escondida entre los montes muerde o pica a sus víctimas; inclusive, a veces los persigue. UNA EXPLICACIÓN: Números 21, presenta un cuadro desolador, pero allí se puede ver claramente un tipo. Una multitud mordida por serpientes y muriendo sin remedio; luego vemos un arrepentimiento y súplica a Dios y finalmente se eleva una serpiente de bronce para que la miren y así se salven, señalando a Cristo quien fue levantado para salvar a los mordidos por el pecado (Jn. 3:14-15) EL TEMOR DE PABLO: El Apóstol tenía cierto temor de que la serpiente astuta desviara a los hermanos en Corinto y por ello les escribió esta carta; de la misma manera yo como Pastor, a veces siento el temor de que alguno sea engañado de alguna manera, que se deje vislumbrar por alguna de las formas en que se disfraza, o que le haya inyectado el veneno de su marrullería y llevando a alguien a las sectas, al vivir descontento, a no tener temor de Dios, a vivir con el pecado en el corazón, etc. LA MUERTE DE LA SERPIENTE: Para matar una culebra hay que aplastarle la cabeza y la promesa divina era (Génesis 3:15) Cristo apareció para aplastarle la cabeza con su resurrección y dar liberación y victoria a todos los mordidos. En el transito por el desierto de este mundo, se ve que está infectado de serpientes, pero cubiertos con la sangre de Cristo, podremos librarnos de que nos vuelva a morder y producir su veneno mortal llevándonos a la muerte espiritual.