La salud mental La mente es aquella institución encargada de comandar y supervisar casi todos nuestros procesos vitales. Tal es su importancia y expansión que no se limita al aspecto biológico. Siendo así nos define también como personas: inteligencia, personalidad, actitudes, aptitudes, esencias del pensamiento, entre otros. Si bien siendo la mente tan trascendental como hemos dado a entrever antes, es lógico que si algo le pasa, si algo falla, hay muchos procesos que se verán afectados. Un simple y básico ejemplo de lo anteriormente dicho es el cambio de percepción, entre estas la llamada locura. En la época clásica se asociaba este trastorno mental directamente a las enfermedades del cuerpo, Hipócrates señaló como posible origen de los trastornos mentales al cuerpo. El mayor aporte de esta época la realiza Galeno, ya que realizó una nueva clasificación a los trastornos mentales: dijo que las causas de este podían ser orgánicos como: lesiones, exceso de alcohol, cambios menstruales, etc. también podían ser mentales como: miedos, desengaños, angustias, etc. además indicó que la salud anímica depende del equilibrio entre las partes racional, irracional y sensual del alma, si no hay un equilibrio entre estas tres partes el ánimo decae, cae uno en la depresión y físicamente uno pierde energía, esto demuestra en mi opinión los íntimos vínculos entre cada una de las dimensiones de ser humano. Según Arthur Kleiman y Alex Cohen los cambios sociales propios de la urbanización y el desarrollo económico favorecen al crecimiento de las tasas de violencia, el abuso de alcohol y otras drogas y en definitiva la quiebra de la estabilidad emocional del individuo. Considero que hay una relación directa entre los problemas sociales como el abuso de drogas y alcohol y la estabilidad del individuo, ya que estos vicios alejan de la realidad y no permiten vivirla en su plenitud. Las personas afectadas por ese tipo de vicios se ven también lastimadas en su salud física y mental mostrando síntomas como: suciedad, depresión, pensamiento elusivo, impulsividad, etc. Ahora tocaremos un tema frecuente: la discriminación a las personas con enfermedad mental. Muchas personas padecen de estos males pero muy pocas son tratadas de la manera adecuada. Así, sólo un porcentaje de ellos es ingresado a una institución psiquiátrica que les proporciona una buena atención. El grueso porcentaje restante es ignorado y/o discriminado siendo maltratado por su condición subnormal. Un ejemplo claro de lo mencionado anteriormente es nuestra propia reacción cuando estamos pasando por alguna calle y observamos a una persona que obviamente es distinta a nosotros, ya sea en su vestimenta, higiene y conducta, nuestra primera reacción será tomar la mayor distancia posible pues no sabemos cual será su reacción o conducta frente a nosotros, el miedo a ello nos hace ser discriminadores y los marginamos catalogándolo de “loco”; pero
nadie se a puesto a pensar en lo que él siente al vernos a nosotros, quizás también sienta temor y muchas veces por ello se anticipa a una reacción que busca defenderse de aquello que lo atemoriza. El pequeño porcentaje que recibe un tratamiento adecuado en una clínica psiquiátrica tiene la gran oportunidad de recuperarse y pensar nuevamente a ser parte de la sociedad que antes lo excluía. Para lograr esta recuperación es necesario encontrar un ambiente donde ellos no sean alejados de la realidad por su estado, sino se les debe acercar al mundo del cual no pueden ser participes por su mal. Para aclarar un poco más las ideas presentadas quiero hacer mención de una película que muestran las distintas vivencias y reacciones de diversas personas que son pacientes de una clínica psiquiátrica. “Atrapado sin salida” trata de un hombre que comete un delito y para evadir la prisión se hace pasar por loco y es internado en un manicomio, aquí conoce a los enfermos recluidos en esta clínica, algunos por su propia voluntad y otros de manera forzada. En este lugar vemos la manera de cómo son tratados por las enfermeras quienes están a cargo de su tratamiento. En este manicomio Randle McMurphy, quien no está loco percibe la forma poco acertada de cómo son tratados estos enfermos. Las enfermeras hacían que se cumplan rutinas no permitían a los enfermos pensar, es decir, ellos solo hacían las cosas sin darse cuenta de nada ó porque no tenían otra opción, esto simplemente los alejaba cada vez mas de su “individualidad” que es un factor muy importante de cualquier ser humano, cada persona tiene sus propias costumbres y rutinas que lo hacen distinto de cualquier otro ser, así como se siente único, al perder esta libertad pasa a ser parte de una masa de un conjunto que no posee diferencias y que el trato que se les da responden de manera uniforme a las necesidades de todos los enfermos, estos son homogenizados, este trato no los ayuda si no mas bien los embrutece y los vuelve seres incapaces de razonar alejándolos mas de la realidad. Otro factor es la falta de comunicación que existe dentro de este manicomio, no se propicia la comunicación ni entre los enfermos, ni entre ellos y su enfermera, es decir el hombre es privado de un rasgo que lo hace humano el comunicarse, es por ello que estos enfermos empiezan a crear su propio mundo, ya que el real, el que les pertenece les es negado. Otro factor que agrava su estadía en este lugar son castigos a los que muchos de ellos son sometidos ya sea por una mala conducta o por intentar romper con la rutina establecida; frente a todo este panorama la presencia de MacMurphy es muy importante, ya que el al ser la persona “sana” En este lugar intenta dar otro tipo de trato a todos estos enfermos que para él no están tan enfermos como los catalogan. Un primer intento de ofrecerles otro tipo de relación entre ellos es ir rompiendo con la rutina a la que están sometidos, quizás de una manera equivocada, ya que muchas veces acaba cometiendo excesos. En una escena de la película en la que los enfermos iban a ser llevados de paseo rutinario MacMurphy intempestivamente toma control del bus y lleva a todos los enfermos a pescar, es decir hace que tomen contacto con el mundo de una manera tan simple como es el ir de pesca, la reacción de los enfermos es el de mostrar alegría ante esta acción. Esto prueba que el romper con la rutina no era algo negativo en el trato que ellos debían recibir.
Quizás lo tratado en este trabajo nos permita reflexionar sobre como participamos nosotros “los cuerdos” frente a esta problemática de los trastornos mentales que puedan sufrir algunas personas. Para concluir quiero dejar en claro que los problemas mentales que puedan sufrir algunas personas son desequilibrios que los alejan muchas veces de la realidad, pero no los hacen mejor ni peor a nosotros; debemos de darles un trato digno y esto incluye no marginarlos ni maltratarlos, sino simplemente comprender el estado en el que se encuentran. En el Perú lamentablemente no hay muchos lugares donde se pueda dar tratamiento a estas personas, el estado debería invertir en proyectos que permitan albergar a estas personas para que reciban el trato necesario para su cura.