LA PAVOTA NO SE MANCHA EBER LUDUEÑA
Índice LA PAVOTA NO SE MANCHA ............................................................................................ 1 Índice .......................................................................................................................... 1 Contratapa: El 25 será el homenaje a Ever Ludueña en el "Miguel Morales" .......................... 2 Prólogos para una leyenda.............................................................................................. 2 El nacimiento de un mito ................................................................................................ 5 Los amigos del fútbol ....................................................................................................11 Eber y la familia ...........................................................................................................13 Livin' la vida loca ..........................................................................................................14 Eber y los fierros ..........................................................................................................16 Canciones y poemas .....................................................................................................17 Prensa y publicidad.......................................................................................................20 Diccionario Ludueña Básico............................................................................................21 Anécdotas ...................................................................................................................22 En sus propias palabras.................................................................................................27 Estadísticas .................................................................................................................30 Balance final ................................................................................................................31 Imágenes para el recuerdo ............................................................................................33 Índice Completo ...........................................................................................................33 By Eze1311
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Contratapa: El 25 será el homenaje a Ever Ludueña en el "Miguel Morales" El próximo Sábado se hará en nuestra ciudad un homenaje a Ever Ludueña, el personaje creado por el humorista Luis Rubio (integrante del dúo humorístico Rubio y Rotemberg). Es un jugador de fútbol que hace sus participaciones en "Mar de Fondo", programa que conduce Alejandro Fantino de Lunes a Viernes a las 24:00, pot TyC Sports. La historia de este personaje cuenta que eera un jugador de fútbol que jugó en muchos clubes, uno de ellos Douglas Haig. Su puesto era en la defensa, jugaba de 4 y era muy tímido pero seguro, a la hora de robar la pelota y de meter un pase de gol. Era un arma fundamental en el equipo, un jugador diferente, con clase, estilo y talento que no fue muy reconocido pero sí muy querido por sus seguidores. Como la leyenda de este personaje dice que nunca tuvo una despedida, se armará el partido homenaje para el próximo Sábado. Es por eso que Luis Rubio va a venir a Pergamino junto a Alejandro Fantino y Gastón Recondo a grabar imágenes, las cuales van a ser pasadas en un programa especial el Lunes 27, a las 24:00. También se contará con la presencia de los periodistas: M. Souto (El Aguante), A. Rodríguez (El Desafío), C. Garófalo (Fútbol x 2) todos de TyC Sports y Fernando Pacini (Fox Sports). Entre una de las tantas grandes sorpresas de la tarde, estará cantando Soledad Pastorutti. El cotejo será a las 12:00 y se realizará en el estadio "Miguel Morales" de Douglas Haig, con un partido donde se enfrentará el conjunto actual, con un equipo que reúne a grandes figuras del plantel "rojo y negro" de los últimos tiempos, incluyendo a jugadores de primera división (como Adrián Bastía, entre otros). La entrada será un alimento no perecedero, que será donado a una entidad de bien público. A las 17:00 habrá una conferencia de prensa en la disco "El Subte" para los medios locales y todo el público interesado en este evento. Por la noche se hará la despedida en "El Subte", siempre con la presencia de las cámaras de TyC Sports. Todo pergamino está invitado a esta hermosa fiesta que tendrá un reconocimiento en la ciudad, con los medios locales, de los alrededores y a lo largo del país. Prólogos para una leyenda Roberto Fontanarrosa Prólogo de Roberto Fontanarrosa Cierro los ojos y vuelve a mi memoria aquella jugada de Eber Ludueña, en uno de los partidos de su corto, pero cruento paso por Rosario Central. Fue un encuentro amistoso, de pretemporada, contra Independiente de Bigand. Ludueña, a 45 metros del arco rival, lanzó un furibundo derechazo que pasó a escasos centímetros de la pelota. Nunca lo vi pasarle más cerca a un balón. Nunca lo vi más próximo al éxito. Un éxito quien no llegó a conseguir por esas cosas del fútbol: los rivales, el estado del campo, el banderín del corner, la esfericidad de los gajos. Su trayectoria en el equipo canalla fue corta, pero espectacular. Empezó en uno de los vértices del área chica, prosiguió ya en el aire volando en una chilena salvadora, y culminó en el fondo del foso de agua perimetral mientras la hinchada se lamentaba del involuntario gol en contra. Cierro los ojos y lo veo. Rubio, mezcla rara de la "Pepona" Rinaldi, el "Gringo" Van Tuyne y el consagrado payaso rosarino "Piripincho". "El Eber", como le decían algunos hinchas. El Ludueña, como le decían otros, emparentándolo con el arroyo Ludueña, mezquina corriente de agua que discurre, precisamente, a pocas cuadras del Gigante de Arroyito, ya que el Eber, como el arroyo, era también "poco profundo, sucio y bastante traicionero". Los partidarios canallas nunca vieron un jugador igual. Ni volverán a verlo. Espero. Como también espero que la lectura de este libro aclare definitivamente segmentos oscuros de la carrera deportiva de Ludueña. Cómo fue su infancia, cómo se inició en el fútbol y, By Eze1311
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fundamentalmente, que responda la pregunta que se hacen todos los que alguna vez lo vieron actuar: cómo pudo ser que llegara a jugar en Primera. Cierro los ojos, en suma, y vuelve a mi memoria la figura rocosa de Eber Ludueña. Igual. Igual que hace ya algunos años, cerraban los ojos los hinchas de Rosario Central durante sus drásticas intervenciones, cuando no querían ni verlo. David Rotemberg Prólogo para la persona Desagravio a Luis Rubio De un tiempo a esta parte, ha logrado fama nacional e internacional en Uruguay, un personaje muy caro a nuestro deporte nacional por antonomasia. Carísimo a juzgar por la ecuación minutos jugados / litros de sangre rival. Es más, me dicen que el resto de las páginas de este libro son su propia biografía. Eber Ludueña (de él se trata), ha adquirido visos de celebridad. Un tipo que no tiene escrúpulos en partir en dos -literalmente- a alguien por el sólo hecho de vestir otra camiseta que la propia. Un ser que ha hecho un in-culto del fair play y que, a lo largo de su vida, ha lesionado no sólo a gran cantidad de semejantes, a varios seres humanos, sino también a muchos futbolistas. Los correveidile de siempre comenzaron a afirmar que ese ser, apodado "La Motosierra Humana", era en realidad el alter ego -como si se tratara de un Superman con su Clark Kent-, de mi amigo Luis Rubio. ¡Patrañas! Veamos: Según su biografía oficial, Eber Ludueña nació un 4 de Abril de 1954, mientras que Luis Rubio nació un 19 de Noviembre de 1965. El 4 y el 19. En la quiniela, el 4 es "La Cama" mientras que el 19 es "El Pescado". Por ahí Luis duerme muy poco y hasta sé de una vez en que le han hecho la cama, lo acostaron con guita e incluso lo durmieron con algunos guiones. Pero no tienen que ver entre ellos. Aunque sí puedo entrever en los rasgos de Ludueña, cierta cara de "pescau"; cierta semejanza al "Dientudo" (Oligosarcus Paranensis), conocido pez que puede hallarse en las costas del Río Paraná frente a Rosario (lugar de nacimiento de Rubio). Pero ese solo dato no alcanza para suponer que son la misma persona. Ludueña, Eber Carlos, era un gran futbolista. Rubio, Luis Carlos, como solemos llamarlo quienes tenemos el privilegio de conocerlo (al segundo nombre de Luis) no es un gran futbolista. Es más: la única vez que lo vi patear un par de veces, fue cuando se metió en un crédito para la viviendo única y debió vender su Renault 11. Por esa época, Luis debía patear diariamente desde la radio, en Mansilla 2600, hasta su domicilio en Tucumán y Gallo. Después no volvió a patear siempre anduvo en auto. Me detengo precisamente en los automóviles de ambos. Renault 4 Vs. Renault 11... "La Cama" Vs. "El Minero". Desde que lo conozco, Luis no es minero, sino hombre de una sola mujer: Romina. Luis ha llegado a afirmar que, desde que encontró a Romina, no fue necesario conocer a otras mujeres. Ya era demasiado. Eber no. Eber es diferente. Él es exitoso con las mujeres, y sobre todo con aquéllas que se dedican al deporte. Se cuenta de todo un plantel femenino de hockey intentando lanzarse sobre su humanidad mientras él, inmutable e impertérrito, sólo se limitaba a observar los torneados y perfectos muslos de las féminas en busca de un resquicio por donde filtrar sus sanguinarios tapones para provocar la ansiada lesión definitiva. Insisto: Luis no es minero. El Minero es Eber. Luis jamás fue ganador con las minas. A lo sumo algún empate, de visitante y sobre la hora. Sigo leyendo y veo que Eber acumuló varias tarjetas. Ese podría ser un signo. He visto a Luis Rubio sufrir hasta el borde del soponcio y persignarse varias veces, ante la sola llegada del resumen de sus tarjetas de crédito, débito, supermercado y hasta ante su propia tarjeta de presentación: Luis Rubio - Humor AM.
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Hete aquí un dato importante que corrobora que Luis Rubio no es Eber Ludueña: Eber fundió un local de ropa deportiva, un paddle, un video club y un parripollo. Luis jamás habría trabajado tanto. Por eso se dedicó al humor. Después está el dato ridículo de la lesión en el empeine cambiando un neumático. Luis jamás se hubiera arriesgado a herniarse en semejante esfuerzo: se habría sentado a esperar la llegada del auxilio, mientras anotaba ocurrencias sobre pinchaduras con su lapicito de 5 cms. color amarillo- Amarillo, como la ropa de Eber. "Eber se casó con Mabel, el amor de su vida (... ). Después encuentra a su esposa con el preparador físico del club y decide separarse y cambiar de institución". Luis Rubio no sólo no se casó con Mabel, el amor de la vida de Eber, (máxime conociendo sus habilidades para la creación de asta y cuerno), sino que jamás se casó. Incluso su primogénito, Manuel (9), consultado acerca de qué iba a hacer cuando fuese grande, respondió con candidez infantil: "cagarlo a trompadas a mi papá si no se casa con mi mamá". Su hija Juliana (8), mucho más conciliadora, recientemente otorgóle un plazo de 9 años, momento en el que Valentina (6), la benjamina de la familia, festejará sus 15. Prometió que entre los tres le arrancarán los pelos si hasta ese día no formalizó con mamá. ¿Serán estos rasgos de violencia, herencia paterna de Ludueña? ¿Eber es el padre de estos tres angelitos y no Luis? Definitivamente no. En realidad, esta es otra prueba de que no son la misma persona. A Eber jamás lo apretarían así. Y menos tres chicos de las divisiones inferiores. Ludueña comenzó su carrera en Ferrocarril Oeste. Luis Rubio en el Ferrocarril Mitre en Rosario, donde Julio Cesário, alias "Cacho", su padre, se desempeñaba como herrero. Y Cacho era un gran herrero. Allí, en su herrería, Luis dió sus primeros pasos como herrero. ¡Y cómo herró! Eber no. Eber erró -sin H- desde sus primeros 12 pasos, al patear un penal. Pienso: ferro, hierro (ferrum), fundir... Luis también se fundió, pero fue una quiebra económica (bueno, Eber ha quebrado a varios... ). Pero un tipo inteligente como Luis Rubio, de tener que crear un futbolista, le pondría algún apellido relacionado con el fútbol y con su pasado de herrero: Fernando "Hierro", Mariano "Herrón", el "Chapa" Suñé, el "Caño" Ibagaza, Wolfram "Tungsteno" y hasta "El Hacha" Ludueña serían nombres posibles. Pero Eber Ludueña, ¡jamás! Es más: recuerdo aquella vez en que a Rubio lo apodamos "El Mariscal". Fue en Mar del Plata. Luis estaba cocinando un arroz con mariscos y se le quemó. Mariscos... Mariscal... si hasta podría haber sido una de las anécdotas de Eber, pero no. Es sobre Luis. Reconozco que comencé a sospechar algo pues, desde hace poco más de un año, los Viernes por la mañana Luis luce cansado, somnoliento y malhumorado -más que de costumbre-; pero de ahí a creer que los Jueves por la noche sale a hurtadillas de su casa familiar, cargando ropa de entrenar, peluca y bigote para esconderse en una cabina telefónica y transformarse en el futbolista fracasado y retirado que hace las delicias de sus fans en MDF (Mar de Fondo, programa de tv), no creo. Sí debo reconocer que últimamente, Luis también llega tarde a varias reuniones, y esto coincide con la notoriedad adquirida por Ludueña y con sus múltiples curros animando fiestas. Pero Luis jamás animó una fiesta. De hecho, ha desanimado varias. Pero hay una anécdota reciente que quiero compartir con Uds. y que me convenció de que Luis no es Eber. El día de la revelación fue cuando fuimos invitados por una revista a una producción fotográfica con los personajes del año. Luis jamás llegó. Eber sí. En un momento me dije "esta es la mía". Me acerqué desde atrás, tímidamente, temiendo incomodar a la estrella del momento y -sobre todo- temiendo una zancadilla descalificadora acompañada de codazo al pómulo en media vuelta. Ahí le grité: "¡Luis, estás pisando un billete de 100!". Eber no sólo que no levantó ninguno de sus tapones, sino que no se inmutó. Ni siquiera atinó a darse vuelta. Bueno, el Luis Rubio que conozco desde hace años tampoco es un tipo de darse vuelta. Y menos por plata. Luis Rubio es un tipo derecho... tan derecho como el célebre marcador de punta, que sólo maneja la diestra. Pero así y todo, no tienen nada que ver. En definitiva: reitero, afirmo y sostengo que Eber Ludueña es Rubio. Pero Luis Rubio es Canoso. Y, definitivamente, no son la misma persona.
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Oscar López Turitich Prólogo de un colega Es muy meritorio para mí, haber sido elegido para hacer un prólogo de esta obra. Estoy totalmente convencido de que este libro, logrará superar el más difícil de todos los juicios, que es el de los lectores. El autor es un experimentado ex jugador de fútbol que aborda la anécdota como para desarrollar su fresca creatividad, su ingeniosa imaginación y su particular humor. Estos relatos están ligados a su gran pasión por este deporte y por otros temas extra futbolísticos. Yo, como compañero de este baluarte, tuve la gran satisfacción de compartir muchísimos momentos, tanto deportivos como de la vida privada. Y como es uno de los más grandes compinches que tuve a lo largo de mi carrera, voy a cometer la infidencia de narrar una de éstas desopilantes experiencias. Una tarde, después del entrenamiento, los muchachos del club, me pidieron que organizara una "fiestita" como para descontracturarnos después de tanta presión (los sobornos, el descenso, los sueldos adeudados, la barra brava... ). Yo, con mi gran olfato de marcador lateral derecho (Nº 4, como dice siempre un "elegido": "La pelota pasa, pero el jugador, no") salí en rápida búsqueda de una "rápida" y conocida señorita del ambiente artístico, que prefiero mantener en el anonimato por una cuestión de caballerosidad aunque la mayoría sabrá a quién me estoy refiriendo. Mi marca fue tan a presión que ella no se pudo negar a mis extraordinarios "dotes". Finalmente aceptó mi propuesta, previo acuerdo de tarifas y tiempos. Todo se hizo debajo de la tribuna local, un lugar que para los muchachos del club no era para nada desconocido, porque más de uno se había hecho hombre bajo esos tablones. Los detalles los encontrarán en las siguientes páginas. Volviendo a la obra en sí, en este libro van a poder encontrar un estilo simple, un relato ágil, sin dejar de lado la calidad de la prosa, la reflexión sagaz y la constante sorpresa. Puedo afirmar que los acontecimientos que aquí se enumeran atrapan desde el comienzo mismo de la lectura. La obra es de por sí original, y aunque muchos puedan pensar que esta condición no es suficiente para esgrimir la calidad de la misma, tiene por sobradas otras tantas cualidades ya puntualizadas anteriormente, que con seguridad tiene el éxito garantizado desde el momento mismo de su fulgurante aparición en el mercado literario. Y para finalizar llego a ver un autor con gran presente y un futuro prometedor, por lo que puedo afirmar que éste, su primer libro será, el inicio de una sucesión de futuras grandes obras donde este escritor volcará todo su talento y brindará sus mejores enseñanzas. Oscar López Turitich (ex Platense, River, Huracán, Gimnasia y Tiro de Salta, El Porvenir) "El R12 es tentador, pero primero el techo" (Timoteo Griguol) El nacimiento de un mito Su nombre completo es Eber Carlos Ludueña. Como era habitual en su época, el nombre es homenaje a alguien. Y él no es la excepción. Eber era el segundo nombre de su padre. Y Carlos el primero. Así es, él se llamaba Carlos Eber. Su padre fue empleado metalúrgico y su madre peluquera y ama de casa. Cuando era chico quería ser astronauta. Pero también aprendió nociones básicas de soldadura autógena. Cuenta que jugaba al fútbol en el patio trasero de su casa con una pelotita de goma pequeña y varias macetas. Un día pegó un rechazo de derecha a una vecinita en la boca del estómago y quedó sin aire. Fue sublime. Tiene pocas anécdotas de potrero, porque jugaba bastante poco, en realidad le interesaba la pelota-paleta como deporte. By Eze1311
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Terminó dedicándose al fútbol porque pensó que era más rentable que la pelota-paleta. ¿O acaso hay cánticos de hinchadas, transferencias, exclusividades y guerra de medios en la pelota-paleta? ¿Han visto a algún jugador de pelota-paleta con tapado de piel blanco? ¿Algún jugador de esa disciplina promocionó una marca de slips? No, definitivamente. Su primer entrenador, de San Lorencina de Pompeya le dijo: "Ud. va a jugar, pero le va a costar llegar, pibe". Y no se equivocó, en esa fecha eran visitantes y para llegar a la cancha de "Amistad y Unión" tuvo que combinar 3 líneas de colectivos. ... Y le costó llegar... Sus comienzos De niño jugaba con sus hermanos y amiguitos con una pelota de trapo recubierta con una media que casi siempre se mojaba en los cordones de la vereda. Recuerda el día que recibió un pelotazo seco en la cara que lo desmayó por 4 minutos. Ese día le agarró un gran temor a la pelota. Ese trauma o huella mnémica, lo marcó para toda la vida. Es por eso que cuando se le acercaban con la pelota dominada y le amagaban patear, cerraba los ojos y les salía al cruce como cegado. Se puede decir que era un 4 tímido, sin proyección, de pique lento y marca asustadiza. El problema se fue solucionando de a poco, en la medida que dejó de ir a la pelota, y empezó a buscar más las piernas de los contrarios. De entre los muchos recuerdos que guarda de aquella época elige la primera tarjeta amarilla que consiguió. Paradójicamente, no fue por hacer un foul, sino porque al término del partido se le cayó al árbitro Spinetto y se la llevó de recuerdo. Un verdadero perro "Yeso" se llamaba el perro que fue su primer mascota. Se la regalaron a los 11 años y siempre lo acompañaba a jugar en el patio, mientras él le pateaba a un arco improvisado con dos macetas y con un arquero que era un espantapájaros robado a una huerta vecina. Todo transcurría con normalidad. El pateaba al arco. Le erraba. O la sacaba el arquero, o la atrapaba Yeso, o se iba a lo de un vecino. Hasta que de pronto un pique en un zócalo le confirió una extraña aceleración a la pelota de goma. Salió como envenenada. Yeso picó hacia ella, queriendo morderla. Y si algo tenía Yeso era un pique corto demoledor. No le costó mucho ganarle la posición. Llegó primero, la mordió y se la llevó... Pero ya era tarde, Eber ya se había lanzado en velocidad queriendo llegar primero a la pelota para rechazarla. Quería reventarla, despejar, aventar el peligro y enviarla hacia alguna terraza vecina. Pero le dio a Yeso. Fue fatal. Todavía recuerda que ésa fue la primera vez que se quebró. Desde ese día, odia los zócalos... Eber Carlos Ludueña, nació un Viernes 4 de Abril (mes 4) de 1954, de alguna manera predestinado con un número que lo acompañaría durante gran parte de su carrera profesional. Y si decimos gran parte, es porque la anécdota cuenta que una vez que fue expulsado volvió al campo de juego con la casaca 15 de un suplente y el pelo recogido. Hasta que un día fue convocado por el técnico de la escuela industrial para integrar el equipo del curso. "Lo cité porque era un pibe que tenía mucha movilidad", cuenta hoy, a los 94 años, el otrora técnico de San Lorencina de Pompeya. Y era verdad, Eber era el único con movilidad, ya que de chiquito manejaba un enorme Rambler verde que le prestaba su tío, un acaudalado empresario del churro. Así fue como, de casualidad, como todas las grandes cosas en la vida, se presenta su oportunidad en el fútbol. Fue en el casamiento de la hija del entrenador del colegio, donde accidentalmente Eber conoce al entonces técnico de Ferro. Fue accidentalmente, ya que sus autos chocaron en el estacionamiento de la fiesta. De allí, bastaron semanas para que debute profesionalmente con la casaca de Ferro en 1973, cuando entro a los 86 minutos en reemplazo de Gómez Voglino. Ahí jugó 6 partidos, tuvo 5 tarjetas amarillas, 3 rojas. By Eze1311
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Después, con 20 años cumplidos, fue a préstamo a Olimpo de Bahía Blanca, donde estuvo 2 años y fue siempre suplente. Desgastado por esa situación, vuelve a Buenos Aires, y en un Registro de Propiedad del Automotor actualizando una deuda de patentes, conoce a Pascutini, quien le propone llevarlo a jugar a Rosario Central, en agradecimiento a que Eber le cuidó su lugar en la cola. En este periodo de su vida, Eber fue relacionado con varias figuras del espectáculo, como por ejemplo Constanza Maral, Cunni Vera o Elena Sedova. Al año siguiente va a jugar por el 20% a Desamparados de San Juan, donde patenta su jugada emblemática: "la pavota". Jugó unos partidos pero su gran esfuerzo no fue suficiente, ya que descendieron. Dolido por esa trágica situación abandona momentáneamente el fútbol profesional y se dedica al negocio de la ropa deportiva abriendo un local de DiPorto junto a su amigo Marcelo Toscanelli. Al tiempo se funde, y seguidamente hacen lo propio con un paddle, un video club y un parripollo. Pese a los fracasos comerciales, la fama le había llegado, sin embargo él mantenía la humildad y el aprecio que le daba el poco público que lo alentaba. Se dio el gusto de tener cada modelo de auto que iba surgiendo: Torino Comahue, Dodge Polara, Valiant 1 y 2, y hasta un pistero Fiat Iava 128 usado, pero impecable. Con sus autos, empieza a viajar por Olavarría en donde juega hasta fines del '81. Mientras analiza propuestas de ser DT. del Club Kimberley de Mar del Plata, decide no abandonar el fútbol y seguir su carrera en Témperley. Con 28 años de edad se casa con Mabel, el amor de su vida. Aparte del fútbol, filma unas publicidades de Kent y de Thompson y Williams. Pero éstas no salen al aire. En 1984 nace su único hijo "Eber Vicente Ludueña", el segundo nombre en honor a su amigo Vicente Pernía. Meses después encuentra a su esposa con el preparador físico del club, entonces decide separarse y cambiar de institución. Eber, que conoció la fama y el olvido; el amor profundo y el engaño ingrato; llega al club en donde empieza a jugar por el 20% en Douglas Haig de Pergamino. No sólo que logran llegar a la B Nacional, sino que baja su nivel de expulsiones. Nadie puede olvidar la melena rubia que terminaba adonde empezaba el eterno número 4 de su espalda, entraba a la cancha y dirigiéndose al banco de suplentes saludaba a su gente. Y entrando en los momentos oportunos, aplicaba sus tácticas y ganaba el delirio del público. Hasta 1989 vive experiencias increíbles defendiendo la casaca Fogonera. Por las noches salía a caminar con el "Plumero" Gomes, "el Flaco" Nardoni, "el sapo" Cuartas, entre tantos otros compañeros por el peatonal San Nicolás y por discotheques y boites como Spektra, Fedra, etc. De allí al exterior fue un solo paso. El desembarco en fútbol italiano fue casi por casualidad, como las grandes cosas en la vida. Sucedió que el Lecce compró a "Gonzalito", un puntero hábil y escurridizo que jugaba con él en Douglas. Pagaron por él 1'996000 liras. Y había que mandarles el vuelto. En la secretaría del club no había un mango. Mucho menos había liras. Así fue que lo enviaron a modo de "vuelto" de la operación. Costó 4000 liras. Jugó un partido y medio hasta que partió al medio al ídolo del Dinamo de Kiev en un partido amistoso. Entonces no tuvo más remedio que volver a Pergamino. Luego, encuentra la posibilidad de ir a Chaco For Ever en donde quiso jugar por la similitud con su nombre: En su primer y único partido en esta entidad estuvo en el banco de suplentes, y cuando estuvo por ganarse la titularidad le ofrecen ir a jugar a Chacarita. Ya a fines del '90 iba camino a San Martín para la primera práctica con "Chaca" y a pocas cuadras del Champagnat (lugar donde el "funebrero" entrena) pincha una goma del Renault 12. Mientras la cambiaba, se safa el cricket y la carrocería del auto aplasta su empeine. Esa lesión lo alejó del fútbol para siempre. Tuvo oportunidades de volver, pero no llegó al nivel físico que él deseaba estar (ese 35% mínimo, que él mismo defendía). Es por eso que no se puede precisar cuándo termina su carrera. Por lógica pertenecía al plantel de Chaco For Ever y no jugó, o sea que la última vez que Eber vistió una camiseta en un campo de juego fue en Douglas.
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"Yo me retiré porque, debo admitirlo, la vida profesional fue muy ingrata conmigo. Tuve más sinsabores que alegrías. Pero ahora, en la TV, encontré, como dice Alterio, mi lugar en el mundo. Soy un icono televisivo... " dijo en el estudio de "Mar de Fondo". Desde el '92 hasta el momento sigue desde otro ámbito. Estudió periodismo deportivo en clases particulares y ejerció esa carrera en una FM de Choele-Choel; hizo una publicidad gráfica de autos Valiant y una televisada de la populosa y ya desaparecida gaseosa TEEM en la que rezaba "Teem, tu gaseosa macanuda". También dió clases de mini fútbol en Floresta y ejerció como locutor en dos festivales a lo largo del país. Después hizo comentarios en "Código F" haciendo un micro que se llamaba "El rinconcito de los veteranos". Allí daba información útil para ex futbolistas. Por ejemplo, tuvo la exclusiva del lanzamiento de la Asociación Ayuda a Víctimas de Vicente Pernía, "Mostaza" Merlo, Américo Gallego y Eber Ludueña. Allí se daba ayuda psicológica y médica para soportar las secuelas del juego brusco que practicaban estos jugadores. Allí conoció a Alejandro Fantino que luego lo invitó a visitarlo a Mar de Fondo. Todo esto sin abandonar sus pequeñas Pymes promoviendo juguetes y productos innovadores en lo comercial. Sin dudas tiene mucho tiempo por delante en esta carrera. Si bien ha estado un tiempo alejado de la práctica activa, está empezando a movilizarse. Firmó un contrato muy breve con la gente de Gimnasia y Esgrima de Entre Ríos, así que todavía hay esperanzas de que pueda ir a jugar a Patronato, porque el contrato es de un mes. Igualmente, no le hicieron la prueba física a fondeo, en la cual tiene que demostrar que está en ese 35% de rendimiento que considera mínimo para entrar en un campo de juego. Esa merma en su rendimiento tiene que ver con la reacción hepática que tuvo en casa de Brailowsky, en una pollada que hicieron. Esa casatta en mal estado... nunca supieron bien lo que pasó. Eso lo afectó físicamente, y así estuvo en un 22&, por lo que no quiso probar esa semana. Así que en los próximos días estará haciendo una prueba a fondo con piques cortos y largos; salto a cabecear; remate... Tiene que quebrar un par de rodillas para ver si está en condiciones, porque no quiere defraudar al público. Le van a hacer una prueba física a full, y si no está en ese porcentaje que pretende para volver al campo de juego, no va a hacer uso de la opción. Ahí sí, tal vez pueda entrar a Gimnasia, cumplir el mes y ver qué hace con su futuro deportivo. Igualmente está analizando propuestas. Hace poco recibió una para asumir en Flandria. Pero también tiene una propuesta de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) para trabajar en la biblioteca de dicha entidad. Ese sería un trabajo muy tranquilo: los jugadores no son de consultar muchos libros. Pero la idea que más le atrae es la de Ferro, para la concesión del buffet del club, por seis meses. Sería como volver a la casita de los viejos... Hoy en día, con sus cuarenta y pico de años y su espectacular vitalidad y apariencia nos brinda todas sus experiencias en lo futbolístico; y también comparte sus fotos, videos y anécdotas, que son una parte importante de la historia del fútbol argentino. Es por eso que Eber C. Ludueña dejó y dejará grandes marcas que ya nada ni nadie podrán borrar. El estilo Ludueña Mi estilo de juego era muy típico de la posición. Era un jugador pesado, difícil de pasar, en definitiva un 4 tímido, con poca proyección. Pocas veces cruzaba mitad de cancha. Sacaba bastante bien los laterales y no pateaba los tiros libres. Ah, una vez casi tiro un corner, pero no quise insistir mucho porque no estaba seguro de poder volver rápido en caso de contraataque. Lo mío no era salir jugando a los costados. Yo decía: "Salimoooooossss jugandooooo", cuando la pelota venía por mi sector. Y le daba con todo el empeine, le pegaba para arriba. Para mí lo importante era que la pelota esté del otro lado del campo. No me importaba quien la tuviera, yo la reventaba. Nunca me gustó salir jugando. Esas son ideas que le hacen mal al juego. No soy un seguidor de la línea de Menotti, ni la de Bilardo. A mí me gusta el fútbol del Griguol. Yo soy Timoteísta. Por eso seguí su consejo: "El R12 es tentador, pero primero el techo". A tal punto que cuando tuve plata me compré el techo. El techo solo.
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El técnico que más me marcó fue el primero que tuve: Don Tomás Bacigalupo, porque nos golpeaba, porque éramos muy jóvenes. Y él me marcó toda la espalda. Mi preparación era muy simple. Afilaba los tapones, comía de todo ya que siempre fui un jugador de buen porte, bastante lento y pesado, pero que no necesitaba correr, los esperaba en mi área y ahí los ponía. De todas maneras evitaba los embutidos como butifarra y cantimpalo, y nunca fumaba en los entretiempos. Casi siempre concentraba. Era bastante aplicado. no me gustaba contrariar a los técnicos (no quería darles motivos para no ponerme). Pero debo confesar que a veces me escapaba. Una excusa que no fallaba era inventar el velorio de una tía. (A una la maté 4 veces). Es más, cuando murió, para que me dejaran ir al velorio, pedí permiso para ir a bailar. Para mí, ver una tarjeta roja es una ofensa, quiere decir que pegué, pero no cumplí con el requisito fundamental que es que el árbitro no lo note. Lo que sí me emociona es el sonido de una lesión. Aún hoy sigue siendo música para mis oídos. Lo mismo que el olor a yeso... Yo estaba cómodo en el banco. Me gustaba no tener que bañarme y llegar más temprano a casa. En esos momentos pensaba en que arreglos iba a hacer en casa, comparaba precios de los materiales, practicaba trabalenguas, leía Nípur de Lagash. La jugada más exótica que protagonicé dentro de un campo de juego fue en cancha de Vélez, jugando para Ferro, quise darle una murra a Carlitos Bianchi, se corrió y lastimé a Britapaja. Jamás me pegaron dentro de una cancha. Sería un contrasentido. Como diría mi amigo Fantino, es como si un pato le dispara a una escopeta... Enseño muchas cosas, sobre todo en el plano teórico. Por ejemplo palabras con las que organizar a la defensa para salir en el offside. Hay que usar palabras creativas, que desorienten al delantero. Por ejemplo "fotosíntesis", "hidrocarburo", "citoplasma", "hipoalergénico", "crapodina", "etcétera", entre otras. Detrás de mi aspecto duro y áspero de jugador aguerrido se esconde un tierno, un tipo sacrificado al que todo le costó mucho esfuerzo, que lesionó a muchos colegas, pero siempre jugó sin mala intención. Que todo lo que hizo fue por el bien de su familia y que siempre soñó con estar en el hall de la fama junto a los grandes. Y el tiempo me dio la razón, al estilo de Diego Díaz, logré cobrar notoriedad como futbolista, una vez retirado. Y fue una de las pocas cosas que logré cobrar... El número 4 me acompañó toda mi carrera. Pocas proyecciones, mucha marca. Sólo un par de veces crucé el medio campo. Soy rústico, duro y con garra, pero sé hacer jueguitos. Tengo un récord: una vez hice 17. Mi look se debe a que luego de probar varios cortes y tonos, creo haber encontrado el que más me favorece. El bigote me confiere una imagen más viril (según las mujeres) y las chapas largas me permiten moverlas al viento como hacen los habilidosos cuando juego algún picadito. Mis referentes siempre fueron Laxel Ludueña, un primo lejano de mi padre, el look de la Pepona Rinaldi, los bigotes de Van Tuyne. Pero si hay un jugador con cosas mías, es Moner. Por su despliegue, su garra, o su torpeza, si se quiere. Yo soy Moner con pelo. Así podría definirme la tribuna. Me gusta también el carácter de Potente, el tranco y las medias de Carlos Olarán, el pelo ensortijado de la Araña Amuchástegui y, por supuesto, el glamour del más grande de todos, Carrascosa. El premio La Asociación Argentina de Árbitros tuvo su fiesta y quien se podía llevar el mayor reconocimiento sino el Eber de la gente. Horacio Elizondo tuvo el honor de entregar el galardón al jugador más expulsado de la historia. Durante el emotivo acto, el referí agradeció el aporte de Eber al fútbol argentino: "Gracias a él muchos aprendimos lo que no se debe hacer", declaró enfático. Se supo por fuentes confiables que al bajar del escenario, Eber le tiró una patada de atrás. Bien merecido lo tenía.
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Eber creador de "La pavota" La pavota consiste en pisar la pelota y hacerle describir una "v" cuyo vértice pasa por un eje vertical imaginario. Sirve para mostrarle la pelota al adversario y provocarlo. Cuando alguno de ellos se acerca a menos de 5 metros, la reventamos... La línea Eber Ludueña El merchandising de Eber Ludueña es ofrecido por internet (http://www.promomercado.com/boutique/index.htm). Allí se encuentran todos los productos sobre el astro futbolero. Con cada producto, se entregan además patadones, divisa oficial del ex jugador. 1 - Remera "La magia" Algodón cepillado 24/1 que evita el sudor intenso. Ideal para sentirse fresco en la media tarde de domingo. Con la leyenda "El tiempo pasa, la magia no se termina... " impresa en el pecho y mi emblemática imagen que ya es una leyenda en la espalda... 2 - Remera Eber (4) Esta prenda lleva por nombre "Eber Ludueña" en un claro homenaje a quien escribe estas líneas. Para quienes viven el orgullo de ser un "ludueñista" de ley. Sobria y elegante, combina con cualquier jersey y hará capote en todo tipo de ágapes y tertulias. Aprobado su uso en comuniones y eventos religiosos de todo tipo. 3 - Encendedor Este es el bencinero original de Eber Ludueña. El mismo modelo con el que supe conquistar mujeres de la talla de Silvia Peyrou y Elvia Andreoli, entre otras. Con una autonomía de encendido de 444 cigarrillos. Lo recomiendo con Colorado y 43/70. 4 - Llavero oficial Esta pieza de joyería fue elaborada con una aleación resultado de la mezcla de níquel cadmio, plomo austriaco y aluminio reciclado delatas de Tab y Teem. Su diseño armónico y su peso facilitan el cierre al mejor estilo "Eber". 5 - Muñeco "Eber" ¡Tiemblan Ken y el Temerario! Ni Barbie ni ninguna otra muñeca pueden resistirse a una figura de la estirpe de Eber Ludueña. Como todas las grandes luminarias del fútbol mundial, Eber no podía dejar de tener su réplica miniatura. Para el esculpido de esta obra debí posar desnudo frente a un modelista, también desnudo. Nunca entendí por qué él se había quitado la ropa. 6 - Set ebermaníaco (medalla milagrosa colgante) Yo sé muy bien lo que es estar colgado, porque más de un técnico me mandó al banco. Por eso junto a mi equiopo de marketing logramos plasmar mi profundo sentimiento en esta pieza que todos los fanáticos querrán colgarse. 7 - Reloj cuero hombre / mujer
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Para la muñeca de dama y el muñón del caballero. Una pieza del más fino cuero legítimo que viste y combina con cualquier mocasín. Infaltable en la muñeca de todos los que nos entregamos al frenesí y a los excesos de aperitivos en las noches de Mau Mau. 8- Reloj multicolor Eber Diseñado pensando en las inferiores. Esta línea juvenil realza la muñeca tanto de los chicos como de las chicas, ya que se trata de in modelo unisex. Un reloj que resiste los golpes, se los digo yo que soy un especialista. No en relojes, sino en golpes... 9 - Reloj de pared Y como yo que defendiendo era un relojito... y para mis seguidores que siempre tienen el 4 en la cabeza, este adorno de pared, para que te acompañe minuto a minuto y segundo a segundo en tus horas de ocio esperando la hora del clásico Atlanta vs. Flandria. ¡Pedilo ya! Que el tiempo pasa... la magia continúa... 10 - Moneda conmemorativa Cuando los amigos de Promomercado.com me dijeron: "con vos vamos a hacer una moneda", yo lo tomé literalmente. Por eso hoy presento mi moneda conmemorativa. Una moneda que no se devalúa matrizada con restos de la carrocería de un chevy cupé serie 2 que perteneció a Araña Amuchástegui y que por destrucción total debí reciclar. 11 - Estatuilla Eber Así como la gente de Racing inmortalizó en el bronce a Mostaza Merlo, a pedido del club de fans "Los amantes de la Pavota", hemos desarrollado una réplica en escala 44/4 de mí mismo. A quienes la adquieran en mi boutique puedo autografiarles la caja con mi 303 al final del evento. 12 - Cristal 3d personalizado Alejandro "Jorge" Fantino ya lo tiene en sus vitrinas junto a sus tres Martín Fierro, sus copas de tenis y aquel recordado sábalo de 3,8 Kg. Mi imagen soberbia marcada a fuego en esta pieza única por su transparencia, delicada por lo puro de sus materiales. A lo largo de mi carrera he dejado muchas marcas en rodillas y canillas y hoy me llena de orgullo dejar mi marca en este cristal. Muy pronto Se vienen las fragancias Eber Ludueña, una exclusiva línea de perfumería que incluirá aromas tales como "Yeso Húmedo", "Átomo desinflamante" y muchos más! Paciencia, que ya llegan y vos tenés que tenerlas para conquistar cientos de mujeres y espantar a todos los delanteros rivales. ¡¡¡Hidrocarburos!!! Los amigos del fútbol El fútbol me dejó muchos amigos, entre ellos podríamos citar a: Bujedo, Larraquy, López Turitich, Craiyacich, Toscanelli, Agoglia, Tempesta, Jeanoteguy, Cornaglia, Bidevich, Rotondi, Becerica, Bocanelli, Astegiano, Attadia, Prisaniuc, Chabay, Lacava Shell, Artico o Landaburu. Tuve un negocio de ropa deportiva (un local de DiPorto) junto a mi amigo Marcelo Toscanelli. Al tiempo lo fundimos, y seguidamente hicimos lo propio con un paddle, un video club y un parripollo. By Eze1311
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Con Craiyacich éramos grandes amigos, yo le compré un auto usado, el Opel K 180, nos unían muchas cosas. También con Ghielmetti, que jugaba en la otra punta, en mi paso por Central, donde estuve en el banco de suplentes pero en los entrenamientos nos hacíamos amigos. Son grandes momentos que me ha dejado el fútbol. Estos son algunos de los amigos que hice en el fútbol: Chicago: Turco Abdala, Franchesquini, Larramendi, Roque Erba. Independiente: Acevey, Alvez, Guri, Barberon, Bufarini, Rogelio Delgado, Cartaman. Ferro: Oscar Acosta, Apariente, Arregui, Carlos Barisio, Cristofanelli, Turdó. Español: Agoglia, Charly Batista, Pedro Catalano (Arquero), Caviglia, Luongo, Clide Díaz. Newell's: Aguerópolis, Almiron, Ciraolo, Civarelli (Arquero), Macat, Viglione. Gimnasia: Airez, Carrió, Tempesta, Kuzemka, Ingrao, Moriconi (Arquero). Boca: Mario Alberto, el Tucumano Apud, Bachino, Bordet, Cabañas, Carlitos Cenci, Pimpinela Tessone. San Lorenzo: Arbarello, Barrera, Rolando, Bernuncio, Biain, Collavini, Coudannes. Estudiantes: el Tucumano Aredes, Jeanoteguy, Iribarren, Balugano, Gurrieri, Chivo Peinado. Central: Argota, Balbis, Cantatore (DT), Celiz, Pepe Colusso, Cornaglia. Vélez: Armentano, Bartero (Arquero), Bidevich, Chacho Cabrera, Compagnucci, Lucca. Banfield: Fabián Alegre, Ciancaglini, Wensel, Delfino, Montecello, Radaelli. Argentinos: Alles (Arquero), Carabeli, Cardinal, Pepe Castro, Renato Corsi, Rotondi. Unión: Altamirano, Bottaniz, Brandt, Capocetti, Alfredo Lattuada Llane. Mandiyú: Alvarenga, Pablo Sixto Suarez, Félix Torres, Obregon, Oddine, Perdomo. Huracán: Amoedo, Borzi, Britez, Cheves, Conti, Converti. Quilmes: Andreuchi, Freddiani, Vanemerak, Grelak, Kalujerovich, Batalla. Talleres: Arzubialde, Becerica, Berta, Pastor Bevilacqua, Bocanelli, Ocaño. Racing: Astegiano, Attadia, Avallay, Balerio, Chacoma Cordero. Atlanta: Azzolini, Erramuspe, Porte, Villagra, Plumero Gomez. Platense: Bellini, Felipe, Chiquito Benitez, Bóveda, Baby Carracedo Cortez, Chango Cravero. Instituto: Beltrán, Callipo, Cariaga, Ramiro Castillo, Raúl De La Cruz Chaparro, Cozzoni. Belgrano: Abel Darío Blazon, Bonetto, Caffarena, Cancelarich (Arquero), Pampa Rosane, Martelotto. By Eze1311
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All Boys: Britapaja, Czornomaz, Barroso. Gimnasia de Jujuy: Bullentini, Campi (Arquero), Cuffaro Russo, Prisainiuc, Gorostidi, Petete Trimarchi. Colón: Bustingorria, Chabay, Buche (DT), Cuberas, Mainardi, Chiva Di Meola, Erni (Arquero). Chacarita: Cánova, Yalve, Polo, Fonseca Gómez. Temperley: Mudo Casse (Arquero), Sivisky, Aldape, Guaita, Finarolli, Lacava Shell. River: Centurión, Comelles, Sperandío, Artico, Villazan, Gordon. Lanús: Closet, Simionatto, Tapita García, Cuchillo González, Chavo Lema, Cesar Loza. Árbitros: Calabria, Comesaña, Teodoro Nitti. Eber y la familia Mi familia vivió muy bien mi salto a la fama. Esto se debió sin duda a que mi familia era muy equilibrada, a que yo jamás quise involucrarla demasiado en esto, y a que mi fama fue muy pero muy módica. Recién ahora que me he convertido en un icono televisivo ellos han empezado a preocuparse. Temen por ejemplo que alguien quiera robar mi Dodge 1500 para afanarme el equipo de GNC. El casamiento El gran amor de mi vida fue y será Mabel. La conocí mientras filmaba una publicidad de Jabón Polyana, la cual nunca salió al aire. Desde el momento en que nos vimos quedamos enamorados. Después la invité a tomar algo fresco y así empezó la relación. Me casé con Mabel. La quería, coincidió con un momento en que casi me nombraban titular y ella creyó ver en mí un buen partido. Pero en realidad me casé de apuro. Ella quedó embarazada, sus primos y hermanos me apuraron, y me tuve que casar... A los 28 años me casé y los padrinos de la ceremonia fueron Pascutini (amigo con el que jugué en Central) y Cunni Vera (amiga de Mabel, con la que me habían vincuñado amorosamente años atrás). La boda no fue por iglesia ya que se respetó mi religión (yo era protestante, ya que protestaba siempre los foules). Hubo gran cantidad de invitados y familiares, los cuales debieron pagar $4 de entrada (un valor simbólico). El dato curioso de la velada es que el que me casó fue el único juez que no insulté, por lo menos en ese momento. La luna de miel de en San Antonio de Areco, ya que no queríamos hacer grandes gastos. El divorcio En esa época yo viajaba mucho. Olavarría, Pergamino, Santa Fe, Rosario, Salta, casi voy a Córdoba. Ese fin de semana viajé a Santa Fe, pero finalmente no me pusieron. No entré ni siquiera entre los 16. Pero Mabel y su amante se confiaron en la posibilidad de que yo juegue y armaron su encuentro. Realmente fueron unos inconscientes. En pensar que yo iba a jugar... Pero no me pusieron y me mandaron de vuelta antes. Volví rapidísimo porque al Opel K 180 "tabla" rumbo a mi casa.
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Cuando llegué, presagié algo raro. En el living había dos platos. El menú de la cena me dió más indicios: Arroz con menudos. "¿Por qué una mujer sola habría de preparar una cena tan romántica... ?", pensé. Fui a la habitación. Y ahí los vi. Estaba ella con el preparador físico del club. Con razón había insistido tanto para que me pusieran en ese partido. ¡Qué hijo de puta! Lo primero que atiné a hacer fue a ir al ropero. Fui a ver si estaba mi Adilet. No hubiese tolerado que me las haya usado. Porque sino, creo que hubiese perdido la cabeza. Lo perdoné porque no osó usarme las Adilet. Pero no le guardo rencor (al preparador físico). Entonces, me separé. La prensa amarillista dijo que Mabel se llegó a bañar con agua mineral todos los días. Es otra mentira. Aunque es cierto que Mabel tenía sus caprichos. Por ejemplo, a veces me pedía que le llene la bañera con soda. Usábamos marcas reconocidas y le agregábamos agua de la canilla, haciendo un burbujeante "agua-soda" como la que promocionaba Sofovich en esa época. Fueron años de derroche, de vida loca. Llegué a usar 12 cajones de soda por semana... Mi hijo Eber Vicente Ludueña nació un 7 de Diciembre de 1984, en Mar del Plata, mientras nos encontrábamos de paso por esa ciudad, porque podía arreglar como DT del club Kimberley, contratación que finalmente no se dio. Sus padrinos Marcelo Toscanelli (amigo, ex socio, ex futbolista, "ex expulsado" varias veces) y Rita Terranova, prima de Mabel. Su segundo nombre, Vicente, se lo debe a Vicente Pernía, quien fue vecino y gran amigo de la familia. Cuando nos separamos, la tenencia quedó para Mabel y yo lo iba a visitar los fines de semana en que no jugaba. En 1988, mientras estaba en plena actividad en Douglas Haig; extrañaba mucho a mi hijo y me lo llevé a vivir conmigo a Pergamino. Ahí, Eber Vicente empieza a mamar de cerca la actividad de su padre. Traté de dedicarle algún gol pero nunca pude concretarlo; llevaba orgulloso ese nº 4 en la espalda, ya que coincidía con la edad de mi hijo. Eber Vicente iba todos los días al jardín de la mano de su padre y cuando yo no podía, lo acompañaba el “flaco” Nardoni. Las primeras palabras que dijo fueron: “desgarro” y “pavota”, las que me emocionaron hasta las lágrimas. Recuerdo las concentraciones en el club con todos los jugadores del plantel de Douglas mirando “los Halcones Galácticos”, “Tito y Pelusa” y “Thundercats” para satisfacer al pequeño Eber. En busca de una nueva vida, puse a mi hijo en un colegio. Cuando termine la secundaria lo voy a llevar a Buenos Aires para que pruebe suerte en el fútbol, en el periodismo y otras tantas cosas que yo no pude cumplir satisfactoriamente. En mis días libres, o en vacaciones, solía pasarlo a buscar en mi Dodge 1500 para ir a pasear. También recuerdo todas las veces que lo reté, como cuando me perdió aquel cenicero de piedras que traje de mi viaje a Los Cocos, o cuando me rompió juguetes como la Gallinita po po, el Gasolino, la valijita de Julián doctor, para que vaya aprendiendo sobre las lesiones y fracturas. Hasta cuando me usaba las vendas para jugar a la momia; después yo me tenía que vendar con papel higiénico. Sé que algún día me voy a reconciliar con él. Livin' la vida loca Perdí mi virginidad siendo muy joven. Sucedió en Pergamino y fue a cambio de dinero. De más está decir que pagué yo. Ella se llamaba Martha. Yo elegí ir abajo para cuidar mis piernas, ya By Eze1311
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que al otro día jugábamos en cancha de Flandria y había posibilidades de entrar los últimos 15 del segundo tiempo. Quería mantener ese 35% de estado físico que había conseguido entrenando durísimo. No fue una experiencia feliz. Ella no era muy agraciada. Tenía la cara de Larrosa, los bigotes de Luque y la voz de Coco Basile. Hoy no lo volvería a hacer, pero era muy joven y era mi debut. Tenía apenas 26 años. Creo que a las mujeres les calentaba mi rudeza. A ellas no les importaba mi escaso volumen de juego, ya que por entonces no sabían tanto de fútbol, y eso me benefició. Creo que también deliraban con mis chapas al viento y mi bigote ítalo-bonaerense. Aparte fui un jugador al que siempre le quedó bien el banco de suplentes. Lo sabía lucir, lo llevaba con elegancia. Otra cosa fueron los mitos que se tejieron a mi alrededor, acerca de mis habilidades para hacer el cuatro y todo eso... Mis boliches eran Mau Mau, Club 74, Spektra (Pergamino), Kalahorra (Pérez), Ponciano (Rosario), pero el mejor sin duda era Sambae (en San Lorenzo). La noche me sentaba bien . No tengo más que hermosos recuerdos. Fui relacionado con varias figuras del espectáculo, como por ejemplo Constanza Maral, Cunni Vera o Elena Sedova. Pero mi gran amor fue Silvia Peyrou. Mi mejor jugada en la cama guarda coherencia con lo que he sido dentro de un campo de juego: me gustaba ir bien fuerte, mucho temperamento y sobre todo, ponerlas en 4 (cuatro). En mi época de jugador solía tener poco sexo. No porque me cuidara especialmente, sino porque me costaba encontrar compañera para hacerlo. De todas maneras, si se daba, yo exigía ir abajo para no consumir piernas (Y siempre boca arriba, guarda... ). Hubo varios rumores de gente malintencionada que dijeron que tuve relaciones homosexuales en los vestuarios, pero lo desmiento categóricamente. No es cierto, aunque es verdad que fui acosado. Recuerdo que mientras jugaba en Loma Negra de Olavaria. Me llamó mucho la atención porque empecé a recibir flores en el vestuario. Eran gladiolos. Horribles. Un día, se apersonó un señor preguntando por mí. Era un tipo del ambiente artístico, de la farándula. Pero no quiero hacer nombres. Me dijo: “yo te pondría a vos”. (Pensé que era un DT que me quería de titular). Yo era muy ingenuo en esa época. Y agregó: “quiero que me muestres la pavota”. Haceme un hombre a hombre... Yo te marco, etc. Me llevó a un apart hotel en Capital, Pidió champaña (yo no bebo salvo Asti (Gancia) y me dijo, “pensá que soy un delantero y salime fuerte... ”. Triple fractura expuesta, diagnosticó el traumatólogo que lo atendió en una conocida clínica del Microcentro. La época de los excesos La gente quedó muy shoqueada cuando conté mi experiencia sexual en aquella noche con López Turitich y compañía, detrás de la tribuna de Platense. Esa locura de los años jóvenes, el abuso de la astigancia, de la mezcla con Cynar, las sales digestivas, el Alikal... toda una época de los excesos que todos hemos conocido, era otra Argentina, otro momento. Esas imágenes que le quedan a uno, de López Turutich destapando astigancias, de Olarán con los pantalones a media asta y el momento en que lo vi al profesor Gabinete, que era gente del ambiente que iba a las fiestas que hacíamos nosotros, persiguiendo a la Señorita Lee, diciéndole groserías, cosas impropias para una dama de un caballero. Entonces la cabeza me hizo clic y dije: “Yo me voy a salir de todo esto”, a tal punto que la próxima vez, uno de nuestros amigos del dijo: “Vamos a hacer una orgía, si sale bien invitamos a las minas”, a lo que dije: “no, yo me bajo, yo ya viví todo esto”. Y ahí yo quise apartarme. Estuve casi un año sin jugar después de ver esa escena. Y por la flebitis. La flebitis me dejó afuera de la Selección. En realidad nunca me gustó mucho bailar. Y en esto he sido coherente, ya que no me gustó bailar ni dentro ni fuera de la cancha. De todas maneras, por esos años nos juntábamos a tomar unos porrones o jugar un poco a las cartas (escoba, tute, chinchón o culo sucio). Otras veces, salíamos a tirar unos rebajes por Rivadavia o Pavón (en Avellaneda). Pero era una locura lo que gastábamos en nafta, cinta de frenos y discos de embrague. Creo que hasta la aparición del GNC me fue muy difícil seducir minas. Lo cierto es que de todas maneras boliches como Mau Mau, Club 74, Spektra en Pergamino, o Ponciano y Sayonara en Rosario, me han By Eze1311
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visto mover un poco el esqueleto, despuntar el arte de la danza, dibujar una finta en una baldosa, haciéndole una media tijera a mi ocasional compañera de baile o, por qué no, metiendo una pavota para coronar alguna pieza musical de moda. El estilo que escuché siempre fue el melódico, la balada. Roberto Carlos (aún tengo algunos magazines), Franco Simone, Sergio Denis, Guillermo Guido, Mijares, Dyango, Perales, y los dos Manolos (Galván y Otero). Dentro de la música divertida, para fiestas, me gustaba mucho Rafaela Carrá. Fui amigo de uno de los integrantes de Trocha Angosta (el batero suplente). Del ámbito internacional me gustaban Abba, Demis Roussos y Richard Clayderman, de quien copié el corte taza y tono de la tintura. Aunque en mis años de mayor locura me gustó mucho la música progresiva. Solíamos salir de joda, a reventar un poco la noche con el Flaco Rigante, Bujedo, Larraquy, López Turitich, Craiyacich, Marcelo Toscanelli, Agoglia, Tempesta, Kuzemka, Ingrao, Jeanoteguy, Cornaglia, Bidevich, Rotondi, Becerica, Bocanelli, Astegiano, Attadia, Prisainiuc, Bustingorria, Chabay, Lacava Shell, Comelles y Artico. Mis artilugios para el levante fueron varios: Caminaba hacia ellas con mirada indiferente, solía llevar un atado de cigarrillos metido en la camisa arremangada. Y siempre un trago en la mano. Preferentemente un amargo sin alcohol, un Asti Gancia, o un Cazalis Legger. Un toque de granadina, con unos Rolito. Fundamental: llevar las llaves del auto y el stéreo en la mano. Eso da nivel, habla de alguien con poder adquisitivo. Siempre un buen llavero, colorido, llamativo. Y tratar de usufructuar de la fama: siempre me las arreglaba para entrar al boliche acompañado de un famoso, algún jugador consagrado ( o al menos titular). O alguien del ambiente artístico: Boris Rubaja, Prof. Gabinete, etc. Creo que por esos años no causaba tanta sensación cuando entraba a una disco como cuando salía. Solían llevarme alzado entre el Plumero Gomez y el Sapo Nardoni debido a las cantidades industriales de Cazalis Legger doble en las rocas que ingería. Me descomponía y me bajaba la presión. Fueron años muy duros para mí y para mis compañeros que tenían que cargarme. Eber y los fierros Cada jugador tiene una característica que lo ayuda a llegar y mantenerse en el panorama tan competitivo del fútbol súper profesionalizado de hoy en día. Mi valor agregado, mi característica fundamental, mi plus, era la movilidad. O al menos, gracias a ella, tuve mi primera oportunidad en esta profesión. Y la descubrí casi por casualidad. Me la marcó un DT que tuve a finales de 1971. Todavía recuerdo aquella tarde calurosa en la cancha auxiliar de Ferro, cuando ese viejo ducho y conocedor me miró a los ojos y me dijo: “A Ud. Pienso ponerlo en el equipo el próximo fin de semana. Por la movilidad, sabe?”. Y no estaba mintiendo, ya que, efectivamente, ese fin de semana jugué. El tema es que yo era el único que sabía manejar y disponía de un Rambler verde, que me prestaba mi tío, un acaudalado empresario del churro, como dije anteriormente. Parece que el técnico me puso en el equipo para que en mi auto viajáramos el 8, el arquero, el 5 y el 9 suplente de mi equipo, que no tenían como llegar a la cancha de Cambaceres. Así fue que empecé en esto del fútbol, gracias a mi movilidad. El primer auto que manejé fue entonces aquel enorme Rambler verde que me prestaba mi tío, el churrero. Gracias a él, empecé a jugar al fútbol, ya que por tener movilidad llevaba a los jugadores a las prácticas en ese auto. También me di el gusto de tener un Torino Comahue que me vendió Milonguita Heredia cuando fue transferido al Barcelona. Tuve un Dodge Polara, al que le faltaba el asiento trasero y le había puesto un sofá cama que entraba perfecto. El sofá lo había robado de la utilería de Douglas ya que no me habían devuelto un calzado deportivo, por el cual años más tarde le inicié un juicio. Renault 12. Viví grandes experiencias con ese auto, como conocerlo a Badi en Mar del Plata hasta llegar a lesionarme y abandonar el fútbol para siempre cambiándole una goma. Está impecable, aunque la radio no sintoniza bien. By Eze1311
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El Dodge 1500, color naranja, que hace poco casi tengo que entregar en parte de pago para el colegio donde está pupilo mi hijo. Aparte es muy tallerista y los arreglos me salían muy caros para mi sueldo en Mar de Fondo. Fue el auto que más cuidé, no me gustaba pisarlo tanto. No llevaba “tabla”. De Buenos Aires a Pergamino donde hay 220 Km. Llegué a ponerle 7 horas. Sigo teniendo el Dodge porque es un auto noble, fiel, que me ha acompañado siempre, y sobre todo ahora que le he puesto GNC, por lo que aumentó el gasoil, nocierto. Yo tuve un Rastrojero diesel con el que hacía fletes. Y hasta una Desoto que me prestó una vez un verdulero amigo para buscar unos cajones que me faltaron en el parripollo. Canciones y poemas “4 Eber – Motosierra Humana” Canción homenaje compuesta e interpretada por el grupo de rock Parte del Asunto Cuatro de nivel Internacional El único gol que hizo en mi corazón Para siempre... Cuatro de verdad Profesional de honor Y salió campeón en mi corazón Para siempre... Dorada águila de fuego Manda en el área Trueno garra y corazón Te grita la hinchada No te vayas por favor Motosierra humana Nunca de mi corazón... Dale Eber, dale, dale Eber... “Quisiera verlo a Eber para siempre” (Cántese sin pudor con la música de “Para siempre” de los Ratones Paranoicos) Quisiera verlo a Eber para siempre con la 4 clausurando el lateral es verdad que nunca jugó de titular entró en pocos partidos dejó el tendal que vuelva al fútbol y entrene que si no se resiente una pelota una pavota su estampa no va a entrar en la memoria y en la historia y en el fondo con su juego a su hinchada le dio miedo y a su arquero sí que hizo sufrir para Eber matador era un 4 golpeador para Eber matador By Eze1311
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a unos cuantos lesionó lesionó matador matador matador matador con la 4 matador Eber a la selección selección selección Cánticos de Hinchadas Que chupe, chupe, chupe; no deje de chupar... Ludueña lo más grande del Fútbol Nacional. Borom bom bom, borom bom bom: es de las áreas, emperador. Leña, lñeña, leña; patadas de Ludueña. Ay ay ay ay, ay ay ay ay, que vuelva Eber a Douglas Haig. Y pegue, y pegue, y pegue, Eber, pegue... Eber, uno más Eber Carlos Ludueña ex Douglas de Pergamino lateral derecho rudo feo como Luisa Delfino. Para quien no lo conoce tiene cara de infeliz es alto, mide 1,80 y es Rubio, Luis (cua!) Nunca jugó muy bien era bruto y medio lento casi siempre iba al banco y jugaba por el 20% Alguna vez fue famoso las mujeres morían por él y el muy pelotudo fue a buscarse a Mabel. La muy guacha lo engañó con el profe de su equipo y cuando Eber se enteró... ¡le agarró un tremendo hipo! Ya enterado de su desgracia hondo tuvo que caer By Eze1311
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y para matar sus penas abusó del Cazalis Legger. De repente así nomás pasó de la fama al olvido si hasta llegó a preguntarse “¿para qué m... habré nacido?” Pero la vida no cierra puertas sin abrir una ventana y así volvió el Eber a estar en primera plana. Eber Carlos Ludueña hoy sale en Mar de Fondo con Fantino, Anita, Toti y el gilún de Redondo. ForEber Ludueña (Oda) Por fin se homenajea A ese grande del fútbol nuestro A ese que con la pelota Era todo un maestro. Si a Pelé en Brasil Lo llamaron “O’ Rei” Fue porque no lo vieron A Eber en Douglas Haig. Su talento y carisma Dejó a todos asombrados Sin embargo era tímido Jugaba con los ojos cerrados Habilidoso para el ataque Implacable en la defensa Pero a fin de mes no llegaba Para pagar las expensas Su elegante figura Siempre atrajo a las mujeres Por eso no ahorraba En darse lujos y placeres Los autos deportivos Eran para él un sentimiento ¿quién podrá olvidarlo con su Dodge 1500? Pero un día las lesiones Le cortaron la carrera Y su vida en el jet set Fue una flor de primavera By Eze1311
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Ya sea en las canchas O en la noche porteña Siempre dejó su sello ¡El Gran EBER LUDUEÑA! Prensa y publicidad Dentro de mi archivo de “Crónicas periodísticas de mi carrera” atesoro estas: El día de mi debut, la revista Goles dijo: “No se notó” Mi primer partido como titular, y uno de los últimos, la “Sólo fútbol” dijo: “Poco protagonismo”. Una vez Tito Biondi dijo en Radio Rivadavia sobre mí: “Poca proyección, pero es lento”. El día de una final de Ferro versus River, la prensa dijo: “No jugó”. Después tengo un montón de recortes de diarios donde figuran los nombres de los que integraban el banco de suplentes y tengo 16 que dicen: Banco de suplentes: Chazarreta, Olarán, Ludueña... ”. Y el último partido que jugué, allá por 1989, el Diario La tribuna publicó en el recuadro de los puntajes a los jugadores: “Ludueña 4” Una carta desde Montevideo: Estimado Eber: Escribo desde Montevideo y soy uno de los pocos que te pudieron ver en Centenario dando cátedra del más puro fútbol aguerrido, al menos en los tres minutos y medio de partido que estuviste en la cancha hasta que te sacaron esa roja infame por una fractura expuesta que hasta el día de hoy me quedó grabada en la memoria... ¡qué jugador! Parecías tener la mítica garra charrúa... Te cuento además que con mi mujer queremos que Eber Mario (nuestro hijo) sea un fiel retrato tuyo, dentro y fuera de la cancha... por eso no sólo le teñimos el pelo de rubio, le compramos también tus libros: “Entre tu tibia y yo, mis tapones”, “Esternón hundido, gol marrado”, “El fútbol visto desde el banco de suplentes” y la segunda parte de éste: “El eterno suplente”... y por supuesto, también le compramos tu video “Quince lesiones que cortan la carrera de cualquier atacante”. Un abrazo desde Montevideo, ¡¡¡Y que la magia no muera!!! Publicidades Mi primer sponsor fue una fábrica de galletitas. También una marca de membranas para impermeabilizar techos. Una de boquillas de cigarrillos. Y en la actualidad la Sociedad Argentina de Traumatología. Cigarrillos Kent: aparecía fumando de perfil, pero no salió al aire ya que ésa era la primera vez que fumaba y me ahogué. Ahí empecé con el vicio que no pude dejar. Sin embargo, siempre aconsejo no fumar, por lo menos en los entretiempos y mucho menos jugando. Calzados Touson: fue la primera publicidad que hice y la mejor, porque salió. Muestra mis pies solamente con unos mocasines negros y más arriba solamente mi cara sonriendo por
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estar usando esos zapatos. En realidad me reía de un chiste de Cacho de la Cruz que me habían contado. Jugo Mandisoví: fue para una gráfica donde solamente se me veía la mano. Aunque nadie me cree por no poder comprobarlo. Liso Fresco: Se emitió sólo en la Provincia de Santa Fe, capital de la cerveza y del liso. Aparecía diciendo a la cámara con una voz muy sensual... “Tome liso fresco”. No tuvo éxito, aunque años después Fantino me imitó con una de vino tinto. Jabones Polyana: fue filmada mientras me bañaba en las duchas de Cambaceres, pero como no andaba bien la caldera se filmó con agua fría y me agarró angina. Como la agencia (Propaganda & Compañía) no quiso brindar esa triste imagen, decidió no emitirla. Diccionario Ludueña Básico Lesión: Efecto secundario habitual en el cuerpo del adversario producto del denominado estilo de juego “Ludueña”. Fractura expuesta: Señal de que el defensa se ha excedido en el uso de la fuerza para defender una posición o la pelota. Caño: Afrenta u ofensa del jugador contrario que será desagraviada con una fuerte murra ejemplificadora que sirva de escarmiento a él y sus compañeros de equipo. Pavota, la: Jugada creada y patentada por Eber Ludueña que consiste en amasar la pelota bajo la suela, describiendo una V corta con vértice en el eje del cuerpo de quien la práctica y que logra la algarabía de la hinchada local y el enfurecimiento del jugador contrario. Gol: Son muchos los jugadores que cuentan con extensas carreras y nunca pudieron marcar un gol. Yo creo tener autoridad moral para opinar sobre este tema ya que jugué en 11 clubes, 131 partidos en primera, 20 amarillas, 37 rojas; 5 pases gol, un tiro a 20 cm. del travesaño y jamás convertí un gol, hasta el día de mi partido homenaje (gracias a un penal que me cometió Fantino). el gol es relativo a la posición que ocupe uno dentro de la cancha. En ese sentido, grave fue lo de un ex compañero mío, nacido en Serodino, provincia de Santa Fe, de quien prefiero reservar su identidad. Él, ostentaba la friolera de 139 partidos en primera sin un gol. Algo verdaderamente terrible si consideramos que jugaba de nueve en un esquema donde los dos punteros y los dos enganches se encargaban de abastecerle juego. Sin duda una mala racha, que en su caso, duró más de 14 años. Por lo demás, es cierto aquello de lo bello del sonido del gol, aunque para mí, el ruido del golpe de una buena patada pegada en el momento oportuno, siempre ha sido “música para mis oídos”. Plancha: Elemento que en la antigüedad se utilizaba para desarrugar lo ropa y que sirve para defender y amedrentar. Debe aplicarse con la pierna firmemente extendida y apuntando a la anatomía del jugador que desea romperse. Taponazo: Tatoo que suele quedar en el físico de los delanteros adversarios toda vez que intentan incursionar por el lateral de una defensa en la que un defensor con el espíritu “Ludueña”. Zapallazo: Despeje totalmente antideportivo que sirve para aventar el peligro del área local, al grito estentóreo de “salimos jugando”. Gracias a vo’: saludo característico de todo jugador que se precie de tal al finalizar cualquier entrevista periodística. Compañero: Dícese de todos y cada uno de los que tienen una camiseta igual a la nuestra (que no somos nosotros) y a los que hay que tratar de no lesionar. Arco contrario: Es ese rectángulo que está allá lejos durante el primer tiempo y al que tendremos cerca, para defender, cuando cambiemos de arco en el segundo tiempo. Consejos útiles para futbolistas
Tapar siempre el desodorante rolón a bolilla. Llevar toalla. Y lavarla por lo menos una vez por semana. Nunca permitan que le abran una gaseosa (pueden ponerle algo). By Eze1311
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Nunca fumen en un entretiempo. Nunca lastimar al entrenador en los picaditos de entrenamiento... .
Palabras para ordenar la defensa: Fratacho Palangana Hidrocarburo Chimichurri Escupidera
Naftalina Matambre Citoplasma Papanatas Mamotreto
Ugarteche Hipoalergénico Endocrinólogo Macrocéfalo Oligoelementos
Puloil Fotosíntesis Crapodina Termotanque
Anécdotas Habitualmente me piden que cuente mis anécdotas, algo que, lejos de producirme acostumbramiento, no deja de sorprenderme cada vez, ya que por lo general son historias poco excitantes y carentes por completo de emotividad. Esto demuestra sólo una cosa: la gente con la que me junto habitualmente es mucho más aburrida que yo y no tiene nada mejor que hacer. El pedido de que yo comience con mis repetidas narraciones por lo general se produce después de varias botellas, cuando ya hemos hablado de temas tales como precios de repuestos de autos, enfermedades circulatorias y cortes ideales de carne para la parrilla. Muchas veces me he visto tentado a publicar mi anecdotario, pero indefectiblemente me ha disuadido el mismo temor: el día que puedan leerlas, ya no tendré temas de conversación en las reuniones sociales. Esto me ha llevado a renunciar anteriormente a las pingües ganancias que seguramente un hecho literario de estas características hubiese producido antes de mi salto a la fama. El primer autógrafo Una de las cosas más ingratas de mi carrera no ha sido la poca repercusión que alcancé como deportista, sino que esta intrascendencia haya sido el comentario obligado por parte de hinchas y periodistas a la hora de tener que hacer una referencia hacia mi persona. Sin embargo, ese fantasma se evaporó el día que apareció un autógrafo de Eber en las instalaciones de Don Braulio Casenave, el almacenero de mi barrio. La noticia generó estupor. Fue motivo de discusión en programas prestigiosos como “Polémica en el fútbol” conducido por el otrora periodista Néstor Ibarra. El tema, incluso llegó a merecer un comentario radial de mi entonces amigo Tito Biondi. Lo cierto es que el mito que empezó a edificarse en torno al hecho, decía que Don Braulio, interrumpió el despacho de agua de jane fraccionada para Doña Irma para solicitarle una firma a un sorprendido Ludueña que, lata en mano, se debatía entre el picadillo o el jamón del diablo... ” Sin embargo, toda esa teoría se derrumbó definitivamente el día que el comerciante habló, y como que jamás me había pedido fiado. Además aclaró, que el número 4 que acompañaba mi firma era el monto que le había quedado debiendo... 4 australes. Mi encuentro con Maradona Fue una fría tarde de invierno, en Paternal. Yo venía de Warnes, de comprar un cable de embrague para mi Opel K 180. De repente, la luz roja del tablero empezó a marcar problemas en la presión de aceite. Considerando que había cobrado un juicio de Douglas Haig decidí hacerle un cambio de aceite al motor que ya llevaba unos 7800 Kilómetros. Así, de casualidad, como las grandes cosas de la vida, fui a dar al lubricentro que cambiaría mi vida. Mientras regateaba precios d filtro de aceite y aire, pasó a mi lado, a menos de 80 cm., un auto deportivo, con vidrios polarizados, manejado por un flacucho de rulos que conversaba By Eze1311
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animadamente con un grandote también de pelo ensortijado. Miré la hora: 17:32. Lo miré a Britez, el especialista en lubricación. El me miró desde la fosa, esquivando el carter que estaba atendiendo. Acababa de conocer al más grande de todos los tiempos. Había estado, por primera vez y última vez, con Diego Armando Maradona. Cuando jugué gracias al 225 Estaba en Loma Negra de Olavaria, por el 20%. El 4 titular pasaba por un buen momento y era inamovible. Era un petiso despierto y con buen manejo que vivía en Azul y viajaba todos los días hasta el club. Entonces, el día del partido contra Independiente, bajó del colectivo que lo trasladaba habitualmente y tan concentrado estaba que se distrajo y no escuchó que venía otro bondi atrás. Era el 225, un interurbano que unía Azul con Olavaria. Lo puso al medio. lo rompió todo. Entonces el técnico, me llama de urgencia y yo juego frente al Independiente de Bertoni gracias al 225. Perdimos 4 a 1. Yo no jugué del todo mal. Una vez jugué quebrado Corría el año 1992, yo estaba jugando por el 20% en Central y me había hecho muy amigo del griego De Magistris y de Agonil. Ellos fueron quienes me proponen un microemprendimiento: comprar una máquina saladora de semillas de girasol. Íbamos bien, pero faltando dos (2) cuotas para terminar de pagar el crédito, nos atrasamos. El presidente del banco (BID) nos inhibió y nos trabó embargo. Así fue que un mediodía, que a la tarde jugábamos un partido chivo con Vélez de visitante, nos decretaron la quiebra. Y justo el día que podía ser titular. Jugué de entrada. Lo hice tan mal, que me sacaron en el entretiempo. Pero llegué a jugar un tiempo entero quebrado. La tarde que tiré una bicicleta Una vez le tiré una bicicleta en cancha de Argentinos Juniors al Flaco Caraveli. Sucedió una fría tarde de 1984. Yo entré a los 38 del segundo tiempo. Jugué bastante bien. A la salida veo que mi bicicleta, con la que me movilizaba porque había soplado la junta de tapa de cilindro de mi R12, estaba rayada. El culpable había sido Caraveli, quien la rayó al sacar su 128 IAVA del estacionamiento Me puse furioso y le tiré la bicicleta. Le pegué en el capot y destrocé totalmente... la bicicleta. El tiempo que jugué con Roberto Carlos Alguna vez también estuve en el fútbol de Brasil, en el fútbol playero, fui a Camboriú de vacaciones y en la playa participé de un picado y conocí a Roberto Carlos, el cantante, obviamente... al futbolista no lo vi nunca. Ese día Roberto Carlos andaba cantando “chi propongo”. Jugamos un tiempo juntos. 45 minutos para ser más exactos, después me sacaron... Un caso de soborno Yo casi fui cómplice de un caso de soborno. Y es el día de hoy que, pensar en ese hecho, me llena de vergüenza. Yo estaba jugando en Chaco For Ever. Venía de un año de haber estado libre. Tenía 27 años y bastante experiencia. Ya conocía mucho el paño. Por eso cuando vi entrar a ese dirigente de River al vestuario cuidando celosamente el maletín que cargaba, enseguida supe de que iba la cosa. Nosotros luchábamos contra el descenso y ellos necesitaban ganar para asegurarse el campeonato. Faltaban unos minutos para que empiece el partido. El tipo entró, os encerró en el vestuario y tiró una frase que aún hoy me sigue impresionando: “Muchachos, hay guita para ir para atrás”. Un frío me recorrió la médula. Miré a mis compañeros. Todos luchaban contra la By Eze1311
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tentación de esos billetes. Eran como 3000 dólares. Yo sentía la lucha interna que se daba en mí entre el honor de salvar a Chaco del descenso y el deseo de manotear ese dinero que me hubiese asegurado cambiar el Opel, o al menos repintarlo bicapa. Todos negaban con la cabeza. Eso me enorgulleció. Pero en ese momento, el 7 nuestro, un petiso que nunca me había gustado, muy calladito y de mirada esquiva, se paró en el banco del vestuario y dijo: “Meta”. Ahí se vino todo abajo. Empezaron a flaquear todos. Se justificaban con lo bien que les venía la guita, con que Chaco hacía un montón que no pagaba, que venían las fiestas y había que afrontar los gastos, los regalos, etc. Y empezaron a prenderse. El 8, se sumó el arquero, el 6, el técnico, todos terminaron agarrando viaje. Sólo faltaba yo. Lo pensé. Vi a mis compañeros. Y la verdad es que no quise quedarme solo. Afuera. Entonces me paré y me lancé ávido hacia ese fajo de billetes. Fue entonces que el dirigente millonario que traía la plata me dijo: “No Ludueña, ponemos guita para que jueguen mal y vayan para atrás. Ud. juega mal sin plata. no nos haga gastar al pedo... ”. Perdimos 4 a 1. Ese año descendimos. Fue la única vez que casi fui sobornado. Y cada vez que lo recuerdo, no puedo evitar avergonzarme... Cuando partí a Villaverde Todos le temían a Villaverde. Por su fama, por su nombre, por su potencia. Sin embargo, hace algunos años yo, Eber Ludueña, partí a Villaverde. Jugamos de visitante y habíamos perdido por goleada. Salí furioso de la cancha de Independiente. Estaba muy nervioso. Salí del estacionamiento con las pulsaciones a mil por segundo. Y empecé a dar manija, a hacerme la cabeza. En un momento, tomé la loca decisión de ir a buscar a Villaverde. Quería partir a Villaverde. Me fui derecho a su casa. Le toqué el timbre. Villaverde me abrió la puerta. Lo primero que hice fue invitar a tomar unos tragos. Venía con plata dulce porque acababa de cobrar unos premios del Metropolitano del ’86. Empezamos a beber. Bebimos un montón. Después, me invitó a subir. Y así que, esa tarde-noche de Domingo, tal vez por efecto del alcohol, yo Eber Ludueña, partí a una de las mujeres más codiciadas del ambiente, partía María Fernanda Villaverde. El día que jugué infiltrado Por lo general, cuando un técnico decide que un jugador juegue infiltrado, es porque éste es irremplazable. Se opta por arriesgar el físico del deportista, que juegue con el pié dormido, en una sola pierna, porque no se puede prescindir de él. Este no fue mi caso, precisamente. Pero de todas maneras, yo también jugué infiltrado. Por esa época yo tenía un pistero IAVA 128 usado, pero impecable. Llegué temprano a la cancha de Ferro donde recibíamos a River. Al término del primer tiempo íbamos perdiendo 4 a 0 y necesitábamos descontar por lo menos 1, para no descender por diferencia de gol. Entonces, como no podíamos entrarle a la defensa millonaria, se nos ocurrió que nos cobraran un penal. Y para eso me infiltraron. Aprovechando mi parecido con Saporiti, el cuatro de ellos, lo dormimos con cloroformo. Me tiñeron el pelo y entré a jugar por él. Mi misión era cometerle un penal a Adolfino Cañete (de Ferro). Pero se me fue de la mano y lo puse de tal forma que lo lesioné feo. Sancionaron el penal, pero nos habíamos quedado sin pateador. El técnico designó a Claudio Crocco para patear el penal. Le pegó con el alma, bien abajo a la pelota, la cuchareó y la tiró a la tercera bandeja. Perdimos 4 a 1, y zafamos del descenso porque metí un gol en contra con la 4 de River.
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Pero lo más importante de esa tarde es que gracias a la rapidez de mi auto, el IAVA, llevé al kinesiólogo a Cañete, con tiempo para salvarle la pierna. Cuando firmé una transferencia en Barcelona A principios de la décad del 80, Milonguita Heredia fue vendido al Barcelona. Antes de irse me vendió su Torino Comahue. Era un autazo que estaba joya. Impecable. Se ve que lo había cuidado mucho. Arreglamos todo, me financió la deuda en cómodas cuotas y firmamos la Responsabilidad Civil. Él se fue y yo empecé a usar el auto. Era una verdadera nave. Pero un día iba rumbo a una práctica y me paró la cana. “Los papeles del rodado”, dijo el agente. Y créanme amigos que una vez más la fama me salvó, ya que cuando le di la tarjeta verde, el oficial leyó “Milonguita Heredia” y me dejó seguir. Pero el episodio fue como un alerta que me llevó a querer regularizar la situación. Como él había viajado a Europa, no me quedó otra que ir para allá para hacer los papeles. Y así fue cómo, en la ciudad de Barcelona, entre Heredia y Ludueña, firme la transferencia... del Torino. El día que jugué con una gamba Todo el mundo se admira de la capacidad del Diego que siempre cuenta que el Mundial que salimos subcampeones (una manera elegante de decir que perdimos la final o que salimos segundos), él jugó en una pierna, con el tobillo infiltrado, hinchado como una sandía. Pero Diego, no ha sido el único en la historia del fútbol que lo ha hecho. En 1981 estaba yo en Sportivo Desamparados de San Juan y había ganado esa semana un premio de un año muy duro. Y encima coronamos con un empate importante con Platense de visitante en un partido muy chivo. Cobré de premio, nunca me voy a olvidar, 226 Pesos moneda nacional. Encima el auto me funcionaba bien, acababa de retapizarlo y de hacerle una media afinación así que decidí usar el dinero para otras cosas. “Lo voy a reventar”, dije. Y fui directo a la pensión en la que vivía a pagar meses atrasados. Me esperaban con los brazos abiertos, imagínense. Debía casi un semestre. Le cancelé por ciento veintipico y me guardé el resto. Pero mi carrera continuaba. Y esa semana teníamos un partido de entresemana en el estadio Guaraní Antonio Franco contra un combinado de Misiones para festejar el campeonato que habían ganado ellos. Nosotros íbamos por la guita. Y porque River no había aceptado la suma que ofrecían. A mí me pusieron en el segundo tiempo. A los 38 minutos del segundo tiempo. Entré de refresco. Además como era un amistoso y de exhibición de idea era que juguemos todos. Enseguida entré en juego porque se produjo un lateral. Me acomodé para sacarlo yo. Me acercaron la pelota, y cuando quise secarme las manos contra el pantalón porque estaba muy húmedo y no quería que se me patine la pelota, noté que tenía un bulto en el pantalón. Hice rápido el lateral, pero de todas maneras se la entregué a un compañero y me puse a revisar qué era eso que tenía en el bolsillo de mis cortos. Metí la mano y lo saqué. Era dinero. Era el vuelto de lo que había pagado en la pensión. Lo conté y eran justo 100 pesos moneda nacional. Y me di cuenta enseguida de lo que había hecho. Había jugado 7 minutos con 100 pesos en el bolsillo... ¡Había jugado con una gamba... ! El día que tiré una media chilena A lo largo de mi larga trayectoria no todos fueron partidos por los puntos, o reñidas finales en la lucha por escaparle al descenso. También participé en algunos partidos a beneficio o partidos de exhibición. Por ejemplo uno que se hizo entre jugadores profesionales versus galancitos. Jugadores éramos Kuzemka, Abdeneve, Kuyumchoglu (no sé si se escribe así, pero
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siempre me costó), Perotti, atajaba Biasutto (de Platense y Central), el Plumero Gómez (que alternaba la suplencia de Ferro), el Colorado Vieta y otros grandes del momento. Para los galancitos revistaban: Taibo, Fanego, José Ángel Trelles (que no tenía nada que ver con el Trelles que jugó después en Boca), y vino “Marcos”, un personaje que la rompía por esos años en Mesa de Noticias. Y para darle un colorcito “Internacional” habían invitado a Patricio Contreras (el actor chileno que siempre encuentran a mano cada vez que buscan un chileno para este tipo de eventos). Y Willy Ruano, que no era muy galán que digamos pero vivía a 4 cuadras de la cancha donde se desarrolló el partido. Terminó el partido. Hubo cambio de camisetas. Yo quería cambiar con Contreras pero no llegué porque me ganó en el pique corto el 7 de nuestro equipo que era rapidísimo. Entonces, al ver mi desazón, Patricio me ofreció hacer un cambio de medias. Yo acepté. Pero pudo darme una sola ya que la otra se la había prometido a Olarán. Y allí pareció quedar la cosa. Hasta que años más tarde, en el tradicional local de ropa deportiva Sport 78 de Rosario, tuve que ir a comprarme medias porque las que tenía ya no daban más. Entonces en ese momento, cuando el joven que atendía me acercó las nuevas al probador, yo tiré una media que me había regalado Patricio Contreras, yo tiré... ¡una media chilena... ! El día que jugué con la rodilla cagada Goyco inauguró una nueva etapa en lo que a cábalas se refiere el día que orinó en mitad de cancha antes de la ejecución de un tiro penal. Algo que comenzó por casualidad quedó instaurado como un rito que aseguraba el éxito deportivo. A mí me pasaba algo similar. Pasó que un día un pequeño flato en el banco de suplentes, significó que cobraban penal, algo tenía que sonar en el banco. Para ello nos preparábamos. El Profe nos preparaba para los días del partido, buseca, legumbres, bebidas gaseosas, etc. Pero yo cometí un error fatal. Por esos años era fanático de los jugos preparados sabor naranja y abusé de ellos. Como me gustaban demasiado los preparaba con mucho jarabe y poca soda. Esa mezcla operó un efecto terrible en mi intestino. Y en el momento en el que quise cumplir con la cábala me desgracié en pleno banco de suplentes. Se me escapó. Y me manché toda la muslera de mi pierna derecha. Patearon el penal y fue gol. Para colmo, cuando aún no había salido de mi asombro, el técnico me manda a la cancha. No pude explicarle, me acomodé la muslera, me quedó a la altura de la rodilla y entré a la cancha. Así fue que esa tarde en cancha de Aldosivi yo, Eber C. Ludueña, jugué más de 25 minutos con la rodilla cagada. Cuando tiré 10 caños en una jornada Ese año había quedado postergado del equipo por una lesión, una flebitis aguda, que me había marginado también de la selección nacional. Encima estábamos a punto de descender, el presidente del club había renunciado y se había rajado con la guita del club y el técnico estaba jodido del corazón, por lo que no se le podían dar disgustos. No tenía a quien pedirle porque estaba lejos de mis amigos. Y, créanme, necesitaba plata. Entonces, a pesar del dolor que me ocasionaba mi lesión, decidí hacer un esfuerzo y facturar unos australes tirando algunos caños. Pensarán que fui a jugar por plata a algún torneo de esos que se juegan en el campo, pero no. Nada que ver. Aprovechando que se estaba construyendo un gasoducto que unía Bahía Blanca con General Pico decidí anotarme, y soportando 32 grados Celsius a la sombra, con un fuerte dolor en los gemelos, y debido a mi necesidad económica me anoté como soldador autógeno y tiré... ¡10 caños en una sola jornada... ¡ Lo que constituyó todo un récord para la industria metalúrgica... El día que partí un travesaño La historia dice que nadie le pegaba a la pelota con la potencia con que lo hacía Menotti en otros tiempos. O Scotta en mi época. Sin embargo yo, Eber C. Ludueña, una mañana partí un By Eze1311
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travesaño. La cosa sucedió en el frío invierno de 1983. Yo estaba jugando en Chaco For Ever por el 20%, porque ese año no habían querido renovarme el contrato. Venía bastante mal en lo deportivo, por eso unos amigos decidieron armarme una fiesta para levantarme el ánimo. Vinieron: el Profesor Gabinete, la Señorita Lee, Bárbara y Dick, Marcelo Dos Santos, Gustavito Rey, Carlitos Olivieri (que era de los galancitos) y mi amigo personal Marcelo Toscanelli, a quien por esos años ya todos le decían “Tosca”, y que estaba allí por futbolista y no por galancito. Sucedió entonces que, en medio del ágape, comienzo a notar que una morocha me miraba insistentemente. Observaba mi cuerpo, mi anatomía. Pensé que le gustaban mis músculos, porque si era por famoso, había otros en esa fiesta. Fue entonces que hice un rodeo (como un puntero esquivando la marca) y me le acerqué por atrás. Le pedí fuego. Y así empezamos. Una palabra trajo la otra. Y terminamos, merced a la amabilidad del dueño de casa, el flaco Riganti, en una de las habitaciones del semipiso que se había comprado en Wilde (partido de Avellaneda), en la calle Cadorna antes de llegar a Camino. Para qué contarles que en ese espacio de 10 metros cuadrados se vivieron momentos de lujuria y desenfreno en medio de un derroche de Cazalis y Asti Gancia. A la mañana siguiente, me acerqué a ella para despertarla. Toqué suavemente su hombro. Entonces ella giró, me miró tratando de hacer foco, y me dijo: “Hola, loco” con una voz aguardentosa que me impresionó por lo grave. Fue en ese momento que comprendí que yo, Eber C. Ludueña, la noche anterior... ¡había partido un travesaño... !!! Los problemas con la policía Una vez tuve problemas con la policía en una cancha. Fue en cancha de Gimnasia, en La Plata. Yo iba temprano porque jugábamos de visitante y no había lugar en el micro. Entonces fui con mi auto (en esa época montaba un R4). Cuando estaba llegando me paran, no me reconocen y me piden los papeles del rodado. Tenía todo, tarjeta verde, seguro, registro de conductor, etc. Pero me faltaba el extinguidor, que estaba sin carga. Y tuve serios problemas con la policía. Al punto que llegue a la cancha a los 27 del primer tiempo. Cuando estuve cerca de la selección de Menotti Estaba en Rosario y ellos estaban a punto de jugar contra Polonia, partido clave. Una tía mía vivía cerca del estadio, en la calle Córdoba al 5000, actualmente Eva Perón (No mi tía sino la calle), y pasaba por ahí el colectivo que llevaba a los jugadores. Yo justo estaba parando allí y pasaba por ese lugar el micro que llevaba a Menotti y todos los muchachos. Recuerdo a Valencia, Killer, Bauza, Van Tuyne... , nombro más la parte de los suplentes. Yo empecé, en el borde del cordón de la vereda, a agitar ferozmente mi pequeña banderita en forma de saludo y Villa y Valencia que estaban sentados juntos, me miraron. Fue un contacto visual con la Selección que jamás olvidaré. Menotti no me miró, nunca se fijó en mí, siempre prefirió a Olguín, porque era de ojos claros. Los errores los cometió el técnico, pero seguramente en algún momento reparará en la historia, como Maradona reparó en mí y dijo que yo era uno de los grandes. En sus propias palabras Citas famosas y frases célebres de Eber Carlos Ludueña “No tuve nunca una época de oro. Si tuve épocas de bronce, otras de algo de plata y otras de andar sin un cobre. Mi momento culminante fue cuando hice un gol de penal (no sin antes haber marrado otro) por una falta en el área que me cometió Alejandro “Jorge” Fantino.”
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“A Pelé le envidio el color de su piel, que puede estar al sol sin mancharse como la mía que se enrojece y me pica. También haber salido con Xuxa y haber podido conocer de cerca de las paquitas. Pero también es cierto que ambos tenemos muchas cosas en común: el hizo 1000 y yo 0001 (en el partido de mi despedida del fútbol activo); ninguno pudo llegar a ser amigo del Diego, y además a ambos, no se nos entiende nada cuando hablamos en español.” “No deja de ser llamativo que después del menemismo, después de un tiempo en que sólo se exaltó a los ganadores, tenga tanto éxito yo, un futbolista del montón, alguien que no llegó, como la mayoría”. “El dinero abrió muchas puertas en mi vida. Me abrió la puerta de mi primer Opel K 180 naranja, de mi R12, de mi Dodge 1500 con GNC. Una vez me abrió la puerta de mi casita de soltero en Tapiales, ya que debí pagarle $25 a un cerrajero para que me abra la puerta ya que había quebrado la llave adentro del tambor. El dinero me abrió la puerta para conocer a Franco Simone en el recital en cancha de Ferro, más precisamente la puerta 08 de la popu visitante. También el dinero me abrió la puerta de la casa de la Oveja Telch el día que le fui a devolver unos pesos que él me había prestado... ” “Siempre voté al Justicialismo. Fui camporista de la primera hora. Hoy por hoy, con todo el lío que hay en mi partido, estoy por la fractura del PJ. Como siempre, si tengo que elegir, prefiero la fractura... ” “Es cierto, tuve algunos problemas con la iglesia. Por ejemplo cuando, jugando en San Lorencina de Pompeya, en un interparroquial, destrocé los ligamentos cruzados de la pierna derecha de un seminarista. Fue sin querer, salí a destiempo y le arrastré la pierna de apoyo. También una vez tuve problemas con la curia por insultar en los partidos. Fue en un amistoso en la escuela a la que asiste mi hijo como pupilo. Yo no recuerdo qué palabras usé porque estaba en un estado casi inconsciente de calentura a 95 pulsaciones por minuto, pero el calibre de los insultos que proferí debe haber sido tal que me valió una suspensión en el club de 6 meses, 200 australes de multa, inhabilitación de participar en los torneos juveniles por 2 años y 6 padre nuestros y 12 ave marías. Y eso que ese partido no entré porque estuve en el banco.” “Carlos Tevez y Andrés D’Alessandro no hacen magia. Eso es otra cosa. La magia es saber pegar. Y lastimar. Pero que no se note. Un buen golpe, un crack, es música para mis oídos”. “Mi acción más violenta no la protagonicé dentro de un campo de juego sino en una escena familiar. Fue cuando mi tía me regaló una pipita que había que soplar para mantener en el aire una pelotita y un pañuelo, siendo que yo esperaba una Excalectric. Fui a la pieza a buscar mis botines con los intercambiables de aluminio, la corrí y la puse. Le rompí tibia y peroné.” “Todos creen que los pantalones ajustados en el vestuario de los equipos de fútbol de antaño respondían a una política de Estado de la dictadura militar, pero nada que ver. Definitivamente. Era la moda de entonces, que por cierto era mucho más seductora que la de hoy en día. Marcaba más nuestros atributos varoniles, nuestras piernas, he visto a más de un compañero suplementar sus partes usando vendas enrolladas o casas por el estilo. Algo que, a todas luces, iba en contra del recato que proponían las autoridades del momento.” “Una vez salí en la tapa de El Gráfico. Fue en 1981, en el número 12784. A simple vista no se ve, pero si prestan atención verán mi oreja y parte de mi melena asomando atrás de la cara de Víctor Marchetti, que aparece festejando un gol.”
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“Varios clubes me declararon intransferible. Todos los años me ofrecían a otras instituciones pero nunca me querían comprar. Entonces los dirigentes venían y me decían: “Ud. es intransferible Ludueña... no se lo podemos embocar a nadie... ”” “Gané bastante plata con el fútbol. Este es el detalle. En Ferro cobré $12000 Moneda Nacional. En Desamparados de San Juan jugué por el 20%. De mi paso por Central me quedaron '600000 Australes. En Loma Negra me compré “el techo”. Con Chaco For Ever logré hacerme la prótesis dental en baquelita porcelanada. Y de Altos Hornos Zapla banqué el accidente automovilístico que casi me costó mi pie derecho. En Douglas Haig, gané bastante pero la patinamos toda saliendo de joda a Spektra y otros boliches de onda.” “Tuve un representante. Octavio Aloissio (hermano mayor de Setimio) que me manejaba todo desde Italia vía fax. Pero no funcionó.” “Una vez cambié una camiseta con Larraquy. Éramos vecinos y me acompañó en el auto a cambiar unas de frisa que había comprado pero me quedaban chicas. Fue la única vez que cambié una camiseta.” “Yo, como todos, tuve un punto máximo como jugador. A mí me aplaudieron una vez en cancha de Platense jugando para Douglas Haig. Fue cuando saqué un lateral. Lo hice muy bien, la pelota justo cayó en os pies de un atacante y eso predispuso bien a la hinchada. Después le pegué una buena patada al 10 de ellos, que lo saqué del campo, y ese día no ate diría que me llevaron en andas, pero... al menos no me putearon. Ese fue un partidazo, en el Metropolitano del 81, jornada inolvidable en mi vida y por ese momento mi época más cercana a la Selección.” “A veces pienso en que podría dedicarme a la dirección técnica, pero soy consciente de que todavía puedo dar más dentro de un campo de juego. Físicamente puedo mejorar, pero eso es para un futuro. A esta hora a la mañana estoy orillando el 30 por ciento. Igualmente nunca jugué al 100%, pero en la época que fui a Brasil, tuve un alto rendimiento. Estaba muy bien físicamente, era joven y estaba en un 41, 42 por ciento.” “Lo mejor de Fantino es su espontaneidad, su frescura, su carisma. Lo peor que tiene es que es muy curioso y me pregunta muchas cosas por programa... ” “He viajado mucho gracias al fútbol. Conocí Pergamino, Olavaria, Resistencia (Chaco), Rosario, Santa Fe y una vez, casi viajo a Córdoba. Cada vez que viajaba, no me olvidaba: repelente, sol de noche, mi colonia Crandall, las Adilet, polvo pédico, bombitas, sol de noche, camisitas de repuesto para el sol de noche, Corega para mi prótesis de baquelita, platinos para el auto (y algunos repuestos para el equipo de GNC) y fotos de mi hijo Eber Vicente.” “Todavía no pude cumplir ese sueño de jugar con Moner. Yo siempre soñé con formar una defensa con Pablito Erbín, Moner de 3, yo de 4 y Musladini en el medio. Otro que me gusta mucho es Sebastián Morquio, me encanta. Lástima que es uruguayo.” “Estoy reivindicando una posición en la cancha en la que muy poca gente trascendió, que es el número 4. Casualmente escuché alguna vez que le preguntaban a Hernán Díaz, que jugaba de 4: “¿Cuándo eras chico, qué camiseta te gustaba?” Y todos siempre compraron la 10, la 9, una 7 o una 8 en todo caso, o arquero, pero... ¿qué pasa con la 4? Entonces, en algún punto la estamos reivindicando, porque me he enterado que ahora, con todo esto, se están vendiendo camisetas con ese número por primera vez. Estamos reparando un error histórico, porque esta posición es importante, aunque por lo general al patadura lo ponen de 4, total no molesta. Yo nunca fui dotado técnicamente y tenía poca proyección.”
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“Tuve un grave golpe en mi cabeza por haber recibido una zancadilla de Juan Domingo Roque, con quien fuimos al choque. Ahí me pusieron el implante en los dientes y estuve con pérdida de conocimiento como tres días y parte de mi carrera futbolística se ve borrada. Por eso a veces me contradigo cuando doy datos puntuales.” “Quiero aclarar ciertas leyendas que circulan sobre mí. Yo no tengo hijos en Europa, sólo uno en Argentina, Eber Vicente, que está pupilo. Mi paso por Europa fue breve y casi no tuve sexo, por falta de dinero. Me aterra la idea de un hijo no reconocido. Para falta de reconocimiento ya estaba yo que en esa época, no me conocían en ningún lado... ” “En realidad, nunca me gustó el fútbol. Sí el ski acuático, pero no había un río cerca de casa, no tenía lancha y los ski eran muy caros, era más barato una pelota Pulpo, que fue la primera que tuve. Así que todo fue por una cuestión económica y ahí descubrí esta pasión. Una vez que el fútbol me empezó a dar plata, no volví a pensar en comprarme los ski. Ya estaba viejo, tenía muchos golpes y me di cuenta que ya no estaba para empezar una nueva etapa. Si bien no me había consagrado en el fútbol, no quería volver a empezar de nuevo. Tenía un cierto nombre que me había hecho a través del tiempo y de los partidos, y quise aprovechar eso, capitalizar.” “En una época hice terapia. Pero no me sirvió de mucho, ya que jamás pude hacer transferencia con mi analista. Y es lógico, yo nunca pude hacer una buena transferencia... Lo que salió de esa época de análisis eran algunos traumas, por ejemplo el que guardo por haber sacudido a mi perro cuando jugábamos en el patio de mi casa paterna, él me hizo un pique corto, me ganó la posición y se quedó con la pelotita de goma. Yo, que venía en velocidad para rechazar lo emboqué en medio del tórax... Fue fatal... ” “Que Diego te haya reconocido como figura fue una enmienda histórica, una reparación histórica a una injusticia que se estaba cometiendo. Yo siempre debí estar, ése es mi lugar. El me puso en el lugar que merezco, en el del hall de la fama, de los grandes. Si nombras un número 5 histórico, bueno, sabemos que podemos hacer referencia a un Merlo. Nombramos a un 10, Maradona. Un 9, tal vez el Ratón Ayala, Batistuta. Y nombramos un 4, cuál: Olguín, no, Pernía, un poco, en Boca. ¿Qué figura emerge? Eber Ludueña.” “Quiero hacer teatro, un libro y una película; quiero ser una especie de Austin Powers autóctono”. Estadísticas Sus estadísticas Pasó por varios clubes como: San Lorencina de Pompeya Ferro Olimpo Rosario Central Desamparados de San Juan Loma Negra de Olavaria Douglas Haig de Pergamino (1982-1985) Chaco For Ever Chacarita Altos Hornos Zapla Jugadas realizadas:
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19 pavotas, 3 más o menos bien. Total: 111 partidos en primera 20 amarillas 37 rojas 70 foules que le cobraron en contra 1 a favor 2 tiros en el palo 1 a 20 cm. del travesaño 23 lesionados 7 quebrados Ningún gol Qué ganó con el fútbol
2 apuestas Varios Enemigos Cariño de la gente Algo de plata La posibilidad de entrar a la televisión
Gustos personales: Un número: el 4 Un auto: el Taunus Un combustible: el GNC Un elemento: el yeso Una mujer: Silvia Peyrou Una bebida: Cazalis Legger Una lesión: fractura intrarticular Un apodo: motosierra humana Una frase: misil tierra-peroné Un latiguillo: chau pinela Un repuesto automotor: el platino Un papa: Pío XXIII Un tubérculo: el camote Un accesorio para el auto: la colita rutera Un personaje: Petete Una colonia: Colonia Dora Un perfume: Crandall Un libro: “Mecánica del automotor”, de Merli. En especial el capítulo destinado a “Encendido y carburación”. Aprendí muchísimo de él. Una película: “Cómo viene la mano”, de Adrianno Celentano. Disco: “Melina” de Camilo Sesto o cualquiera de Abba o Demis Roussos. Balance final Grandes momentos de mi carrera El partido de 1982 contra Atlanta en el que jugué para “Resto de Chascomús”. La publicidad que filmé en 1984 con otras luminarias de la época para el lanzamiento de la futurista línea de calzado deportivo “Atomic Jogger”. By Eze1311
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Un hijo no reconocido que me endilgan fruto de una gira que hice con los Venado Tuerto Glober Trotters por las afueras del Bell Ville. La vez que integré un grupo de artistas y deportistas que fuimos a animar a las tropas de Malvinas pero no logramos pasar de la General Paz porque se rompió el colectivo. El proyecto de la película “El día que Ludueña conoció a Chico Novarro” con Pachi Armas en el rol de Novarro y Raúl Filippi como Eber. Y mi gran deuda pendiente en el deporte que espero, algún día pueda cumplir: jugar el Mundial 82. Qué extraño de la práctica activa: A Olarán, los chistes por mi parecido con Van Tuyne, el aceite verde, que el utilero me lave las vendas, las puteadas de los hinchas que mermaban cuando jugábamos de visitante, los continuos viajes para ir a jugar de visitante (Pergamino, San Martín, Vicente López, Santa Fe, Rosario, y Bahía... Blanca). Un amigo: Agonil, a quien conocí impermeabilizando los techos del local de fútbol 5 de un amigo en común: Ghielmetti. Mi jugador ideal: El pelo de Valencia, la barba de Villa, el auto de Craiyacich... Cosas pendientes: Si bien siempre supe que mi performance no iba a alcanzar para comprarles una casa a mis viejos, siempre guardaré la espina de no haber podido ponerles al día aquella deuda de Alumbrado, Barrido y Limpieza de aquel 2 ambientes de Colegiales. Admiraba: La aspereza del Hacha Ludueña, los bigotes de Van Tuyne, la melena de la Pepona Reinaldi, el hermetismo de Carrascosa con la prensa, apellido de Killer (“asesino”, en idioma anglosajón), el tapado blanco del Diego y la cama solar de Cóppola. Sin duda que me encantaría que me recuerde la historia: Como lo que fui, un 4 tímido, con poca proyecció, áspero, pero sin mala intención. Que la gente recuerde el premio que recibí: “La Gran Tarjeta Roja”, que me entregó la Asociación Argentina de Árbitros. “Y créanme que staría satisfecho si algún día tu hijo te pregunta: Papá, quien fue Eber Ludueña”. Bibliografía Revista Libre Revista Status Sólo Fútbol Piturro El libro: “La vida de Moltoni” Suplemento deportivo de La Tribuna El libro: “Las clases de fútbol de Pelé” Micros televisivos de fútbol de Menotti del 78 By Eze1311
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Imágenes para el recuerdo (en archivos aparte) Índice Completo LA PAVOTA NO SE MANCHA ............................................................................................ 1 Índice .......................................................................................................................... 1 Contratapa: El 25 será el homenaje a Ever Ludueña en el "Miguel Morales" .......................... 2 Prólogos para una leyenda.............................................................................................. 2 Roberto Fontanarrosa........................................................................................................................................................ 2 David Rotemberg..............................................................................................................................................................3 Oscar López Turitich ........................................................................................................................................................ 5 El nacimiento de un mito ................................................................................................ 5 Sus comienzos .................................................................................................................................................................. 6 Un verdadero perro ...........................................................................................................................................................6 El estilo Ludueña ..............................................................................................................................................................8 El premio .......................................................................................................................................................................... 9 Eber creador de "La pavota" ........................................................................................................................................... 10 La línea Eber Ludueña .................................................................................................................................................... 10 Muy pronto ..................................................................................................................................................................... 11 Los amigos del fútbol ....................................................................................................11 Eber y la familia ...........................................................................................................13 El casamiento.................................................................................................................................................................. 13 El divorcio ...................................................................................................................................................................... 13 Mi hijo ............................................................................................................................................................................ 14 Livin' la vida loca ..........................................................................................................14 La época de los excesos .................................................................................................................................................. 15 Eber y los fierros ..........................................................................................................16 Canciones y poemas .....................................................................................................17 “4 Eber – Motosierra Humana” ...................................................................................................................................... 17 “Quisiera verlo a Eber para siempre” .............................................................................................................................17 Cánticos de Hinchadas.................................................................................................................................................... 18 Eber, uno más ................................................................................................................................................................. 18 ForEber Ludueña (Oda) .................................................................................................................................................. 19 Prensa y publicidad.......................................................................................................20 Dentro de mi archivo de “Crónicas periodísticas de mi carrera” atesoro estas: .............................................................20 Una carta desde Montevideo: ......................................................................................................................................... 20 Publicidades.................................................................................................................................................................... 20 Diccionario Ludueña Básico............................................................................................21 Consejos útiles para futbolistas ...................................................................................................................................... 21 Palabras para ordenar la defensa:.................................................................................................................................... 22 Anécdotas ...................................................................................................................22 El primer autógrafo......................................................................................................................................................... 22 Mi encuentro con Maradona ........................................................................................................................................... 22 Cuando jugué gracias al 225........................................................................................................................................... 23 Una vez jugué quebrado ................................................................................................................................................. 23 La tarde que tiré una bicicleta......................................................................................................................................... 23 El tiempo que jugué con Roberto Carlos ........................................................................................................................ 23 Cuando partí a Villaverde ............................................................................................................................................... 24 El día que jugué infiltrado .............................................................................................................................................. 24 Cuando firmé una transferencia en Barcelona ................................................................................................................ 25 El día que jugué con una gamba ..................................................................................................................................... 25 By Eze1311
El día que tiré una media chilena.................................................................................................................................... 25 El día que jugué con la rodilla cagada ............................................................................................................................26 Cuando tiré 10 caños en una jornada ..............................................................................................................................26 El día que partí un travesaño........................................................................................................................................... 26 Los problemas con la policía .......................................................................................................................................... 27 Cuando estuve cerca de la selección de Menotti ............................................................................................................ 27 En sus propias palabras.................................................................................................27 Citas famosas y frases célebres de Eber Carlos Ludueña ...............................................................................................27 Estadísticas .................................................................................................................30 Sus estadísticas ...............................................................................................................................................................30 Pasó por varios clubes como:.......................................................................................................................................................................... 30 Jugadas realizadas:.......................................................................................................................................................................................... 30 Total:............................................................................................................................................................................................................... 31 Qué ganó con el fútbol .................................................................................................................................................................................... 31
Balance final ................................................................................................................31 Grandes momentos de mi carrera ................................................................................................................................... 31 Qué extraño de la práctica activa: ................................................................................................................................................................... 32 Un amigo:........................................................................................................................................................................................................ 32 Mi jugador ideal:............................................................................................................................................................................................. 32 Cosas pendientes:............................................................................................................................................................................................ 32 Admiraba: ....................................................................................................................................................................................................... 32 Sin duda que me encantaría que me recuerde la historia:................................................................................................................................ 32
Bibliografía ..................................................................................................................................................................... 32 Imágenes para el recuerdo ............................................................................................33 Índice Completo ...........................................................................................................33
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