La Comunidad

  • May 2020
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La Comunidad REVISIÓN DEL TEMA Como una introducción podemos darle un vistazo dentro de nuestra Iglesia y nos encontramos que hay una fuerza grande que parte de los laicos y que las comunidades son una rama que en estos tiempos está manifestándose como un modo de vida a la luz del Señor, por ejemplo tenemos a: Comunidad de Empresarios "Es justo que deis gracias a Dios por la fertilidad de vuestros campos, por la abundancia de vuestros ganados y de tantas otras riquezas naturales, o fruto de las manos del hombre y, sobre todo, por el espíritu emprendedor y la capacidad de trabajo con que El os ha dotado, para que, junto a tantos hombres y mujeres que contribuyen a sacar adelante vuestras empresas y proyectos, sirváis al bien común en el vasto y complejo campo de la producción de bienes y servicios. Si no vivieseis esta primera obligación de justicia con el Padre común, Dios, tampoco seríais justos con vuestros hermanos los hombres, ni podríais llevar a cabo con espíritu humano y cristiano, las grandes tareas en que diariamente estáis empeñados.” (Juan Pablo II, Discurso al Empresariado Argentino, 11 de abril de 1987) Comunidad de Comunicadores Hoy, los medios de comunicación tienen en sus manos la posibilidad de formar actitudes, ideas y creencias. Han llegado, incluso, a sustituir las funciones formativas de la familia, la escuela y la Iglesia. Los medios son ahora omnipresentes e inevitables. Sin lugar a dudas, se han convertido de modo directo o indirecto, en la ventana por la que damos cuenta de lo que ocurre en el mundo. Están en el centro de la experiencia vital, en el corazón de nuestra capacidad o incapacidad para encontrarle un sentido al mundo en que vivimos. Comunidad Héctor de Cárdenas Somos un grupo de laicos cristianos, intensamente identificados con el carisma y la espiritualidad de la Congregación de los Sagrados Corazones, que buscamos vivir nuestra fe en comunidad. Compartimos nuestras vivencias a la luz de la fe y de los signos de los tiempos, oramos juntos y celebramos la Eucaristía en familia, y buscamos proyectarnos al mundo llevando el amor de Dios, tanto desde el apostolado pastoral como desde el principal campo de acción del laico: el actuar en el mundo a través de la familia, los estudios, el trabajo y la política. A continuación revisaremos una lectura referente al tema del día de hoy: MODELO DE COMUNIDAD Cuando se intenta definir una experiencia como las comunidades, involuntariamente se le asocia con ejemplos más generales, pero no menos pertinentes. Para mí reconocer a una comunidad y su modelo se parece mucho a la experiencia de entrar a una casa ajena: la primera idea que se me atraviesa es la añoranza de la casa propia; estas apariencias, aquellas costumbres, tales maneras de hacer, cuales personas.

La segunda idea que aparece, como separándose el agua del aceite, es el nivel profundo de la experiencia sensible, si hemos llegado hasta allí en nuestra curiosidad, aparecen ahora las claves que definen nuestro modelo familiar. La evaluación es ahora sobre lo común, sea positivo o negativo, con lo que intentamos entender nuestra primera impresión, profundizándola críticamente. Es cuando nos encontramos con la familia como ese océano de experiencia humana en donde todos entramos, y donde es posible volver a entender lo que vivimos cada día. De este nivel brotan las motivaciones para animarse a adaptar, a asumir, a integrar prácticas y costumbres nuevas, nuevas maneras de ver, etc. Pensando en clave comunitaria uno entiende que cada comunidad es distinta de hecho, puesto que el estar integrada por personas distintas ya le otorga un sello característico, pero, ¿habrá también como en el caso familiar una manera de profundizar en estos filtros para analizar nuestra experiencia comunitaria? En nuestra experiencia como Rama Secular constatamos esta necesaria diversidad, puesto que esto es como uno de los pretextos para buscar la unidad. Pero también es cierto que nuestras comunidades necesitan identificarse sobre bases comunes. Estas claves nos permiten, como lo estamos intentando tímidamente, reproducir nuestra experiencia y anunciar una manera de vivir nuestra vocación. Desde esta preocupación esbozo algunas condiciones para elaborar un modelo comunitario laical dentro de la Rama Secular. Nuestras comunidades están llamadas a vivir integrando sus pertenencias de manera creativa y sencilla. Tenemos la suerte de tener muchas riquezas, que llenan y hasta en muchos casos rebozan nuestras más exigentes necesidades. Vivir en comunidad, en nuestras comunidades laicales ss.cc. supone construir un modelo que integre varias dimensiones: La vivencia del presente comunitario, que es el fuego prendido donde la comunidad cocina su reflexión. Una comunidad sin presente se desvincula, se deshace, se despersonaliza. Este presente no es sino una mezcla profundamente elaborada, en donde están presentes todas nuestras personas, y sus más variados aportes y sinsabores. Una comunidad se consolida con la incorporación de la vinculación con el presente Congregacional y Eclesial, en donde encontramos la sintonía con el caminar de la Iglesia y de la Congregación en este momento. La gran solidez del presente comunitario lo determina finalmente la sintonía con la coyuntura social, cultural y económica, y algo más indispensable y más sustancial: saber a conciencia plena cómo la están luchando los pobres hoy. Este importante presente lo nutren la comunicación interpersonal, la adoración, la vida comunitaria en clave de proyecto, las revisiones de cada vida y de cada hecho que visite la comunidad en sus reuniones. También el interés por compartir dentro de nuestra familia ss.cc. y por supuesto nuestra a veces compulsiva necesidad de estar informados. La profunda sintonía entre la Palabra y la Vida, que es principal ingrediente que permite la amalgama de todos nuestros multifacéticos lugares de vivencia de nuestros compromisos personales y comunitarios. Una espiritualidad del trabajo, de la familia, del liderazgo, de la vivencia de lo social y lo cultural deberían ser nuestras preocupaciones y motivarían una dinámica de la acción que nos llevaría a preguntarnos por nuestra vivencia de los espacios extraparroquiales que a veces desperdiciamos. El apostolado laical todavía es un territorio inexperto, lleno de preguntas sin resolver, con varios caminos sin andar, donde Jesús necesita manos para pintar, clavar y desclavar su palabra hecha comida, ingenio, alegría y canto. Nutren la unidad la Eucaristía, la Reconciliación, la Oración Comunitaria y la corrección fraterna, el someterse a ser lo que la comunidad siente como el poderoso soplo del sutil Espíritu.

El terco afán por construir la Vida comenzando por lo más cercano. La voluntad por abrir caminos para otros , arriesgar la Vida cada amanecer, desde lo más sencillo, allí donde el barrio se desune, donde nadie conversa, donde se necesitan ideas que resuelvan problemas, donde nadie arriesga ni un sol, o donde hay tantos soles que nadie se preocupa de los centavos que ganan los más. Una voluntad por enfrentar con sencillez que estamos donde debemos estar, y somos enviados por la mano de Dios a anunciar sobre todo un Amor que construye personas, humanidad, mundo, Vida. Nutren esta dimensión el perdón, la ofrenda gratuita, el saber que nuestro corazón no es más que una piedra que fue, y que el corazón de carne que llevamos prestado nos lleva con alegría hacia nuestros hermanos, que lo podemos dar completo, porque el amor que mueve su latido es el latido de la Liberación del viviente Jesucristo. Sin duda que en nuestras comunidades necesitamos y estamos buscando modelos, pero creo que no debe nunca olvidársenos que los modelos no sirven de mucho si no nos resuelven nuestra principal preocupación: cómo hacer sentido con nuestra misión.

Proyecto de fundación de comunidades cristianas. El proceso de formación de una comunidad laical ss.cc. Dentro del marco del proceso grupal, es importante considerar que en desarrollo hacia la formación de una comunidad laical ss.cc. existen varios indicadores que nos permiten ubicarnos en función a la vida de nuestros grupos, para ser consecuente con el esquema del diagnóstico grupal presentamos este proceso en las tres dimensiones mencionadas ya: vida, fe y acción. A continuación, una pequeña tabla de características del proceso grupal. ETAPA VIDA

GRUPO • • • • •

FE

• • •

COMUNIDAD

Se sienten convocados por Cristo. Relaciones humanas poco profundas. Vida dependiente. Necesidades vitales incipientes. Dependen del coordinador.



División fe vida. Poca vida sacramental. Poca formación teológico bíblica.



• •

Preocupación por cada uno. Necesidades vitales definidas. Dependencia mutua.

COMUNIDAD SS.CC. • • • •

• • •

Proyecto personal como respuesta al proyecto de Dios. Acercamiento y vivencia de sacramentos. Formación teológica bíblica. Oración.

• • • • •

LAICAL

Responsabilidad por la Congregación e Iglesia. Ejercicio de un liderazgo comunitario Propuestas de solución de necesidades vitales. Promoción de la persona dentro y fuera de la comunidad.

Proyecto Comunitario. Proyecto personal involucrado con la espiritualidad, una manera de ser Iglesia. Promoción y testimonio de los sacramentos (Eucaristía). Formación para la Espiritualidad y la misión. Oración, Adoración.

ACCIÓN

• • •

Temporal, ligada a trabajos específicos. El grupo sabe del a acción pero no la apoya. Es una búsqueda de mi propio apostolado.

• •

• •

Específica ( programas, proyectos). La comunidad envía al integrante, se hace más responsable de su testimonio. Se revisa la vida integralmente. Se madura un proyecto comunitario.

• • •

En función dela misión dela Congregación. La comunidad establece una sintonía con la Congregación (familia ss.cc.) Ejercicio del proyecto personal revisado a partir del proyecto comunitario y de la misión Congregacional, como respuesta a la realidad

Lo importante en una comunidad es el Proyecto de Vida de cada uno de los integrantes y el desarrollo espiritual de cada uno de sus integrantes. Además la actitud básica en la comunidad es SERVIR. TEXTOS BIBLICOS En Mt 20, 20-28: Le seguían a Jesús para mandar, para ser autoridad, para poder gobernar, Jesús les cambia el proyecto. La autoridad es algo que se gana sirviendo. En el grupo cristiano tiene que reinar la más absoluta igualdad, siguiendo el ejemplo de Jesús, que no se comporta ni como señor (Jn 13, 13). Entre los que siguen a Jesús no puede haber dominantes, ambiciosos y autoritarios. Jesús no tolera que nadie se imponga a nadie en la comunidad. COMPROMISO: Finalmente debemos plantearnos las siguientes preguntas para finalmente establecer nuestro compromiso ¿Crees que tu comunidad vive un modelo rígido, que impide algunas dimensiones de la vida comunitaria? Si es así , ¿Qué tiene de rígido y por qué? Cada comunidad tiene sus características principales, ¿Cuál crees que es la de la tuya? ¿Favorece o no el proyecto comunitario? ¿Cómo enriquecer desde la comunidad el espacio común de la Rama Secular y de la vivencia Congregacional? ¿Qué haremos, cómo comunidad, para que el “servicio” sea valor fundamental ennuestra sociedad y entre nuestras autoridades? HACEMOS PETICIONES, Y DAMOS GRACIAS ORACIÓN FINAL ORACIÓN PARA HACER COMUNIDAD Señor, Jesús, Tú nos enseñaste el único camino para construir la comunidad, pagando por todos, muriendo por todos, resucitando para poderte comunicar a todos los hombres. Pues ninguno ama más que aquel que da la vida por los demás, y si el grano de trigo no cae a tierra y no muere, queda solo...

Tú quisiste morir en la cruz para reunir a los hijos de Dios dispersos en una comunidad de hermanos. Así nos enseñas que sólo dando la vida podrá nacer la vida, que sólo muriendo a nosotros mismos podremos lograr la comunión con los demás, de la cual nace la comunidad de Jesús. Haznos comprender vitalmente que la comunidad es el don y el lugar del Espíritu, en el amor. Suscita en nosotros el compromiso de construir comunidades nuevas para hombres nuevos: testigos del amor del Padre, signo de esperanza y alegría en el corazón del mundo, para la salvación de los hombres, hermanos nuestros. Amén

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