Joseph Alois Schumpeter (Triesch, Moravia, Imperio Austrohúngaro, 8 de febrero de 1883 – Tacona, Connecticut, EE.UU., 8 de enero de 1950). Este economista fue, por su brillantez intelectual, su poder de análisis y su excentricidad, uno de los más grandes de la historia. Fue una especie de profeta de la economía. De ningún modo podríamos encuadrarlo dentro de la clásica Escuela Austriaca (lo que es mas bien un elogio hacia don Joseph). Su obra es una de las más vastas que se han producido en el siglo XX, con gran influencia en el pensamiento económico y las ciencias sociales en su conjunto. No deja de sorprender por su vigencia y actualidad, a pesar de los años. Se destacó por sus investigaciones sobre el ciclo económico. Dentro de este tema, dos de sus obras son fundamentales: Teoría de la evolución económica (1912) y Ciclos económicos (1939). Se le reconoce como el creador de la “teoría de la innovación”. Establece su teoría de los ciclos con base en las innovaciones y al papel del empresario emprendedor (entrepreneur). Por primera vez, introduce el ciclo largo llamándole ondas Kondratiev. Schumpeter sugiere un modelo con 4 ciclos principales: Kondratiev (54 años), Kuznets (18 años), Juglar (9 años) y Kitchin (alrededor de 4 años), que se superponen conformando una ola compuesta. Popularizó el concepto de destrucción creativa como forma de describir el proceso de transformación que acompaña a las innovaciones. Dos palabras resumen el pensamiento “schumpeteriano”: evolución e innovación. Predijo la desintegración sociopolítica del capitalismo: “Can Capitalism survive? No, I do not think it can”. Por esto muchos tildaron a Schumpeter de marxista, aunque su análisis con respecto a la muerte del capitalismo difiere radicalmente al de Karl Marx. Atribuye la extinción del capitalismo a ser víctima de su propio éxito, de la clase intelectual y de la excesiva intervención estatal. “If a doctor predicts that his patient will die presently,” escribió, “this does not mean that he desires it.” En su obra Capitalismo, socialismo y democracia (1942) plantea un brillante análisis sobre la relación entre los sistemas económicos y los sistemas políticos. Realiza una revisión crítica de la idea de democracia entendida de manera clásica como gobierno del pueblo y para el pueblo.¿Qué era para él la democracia? “Democracia significa que el pueblo tiene la oportunidad de aceptar o rechazar a las personas que pueden gobernarle”. Completaba esa idea: “Democracia no significa y no puede significar que el pueblo gobierne realmente… la democracia es el gobierno del político”. Cualquier parecido con la realidad… no es mera casualidad. Schumpeter también es un gigante de la Historia del Pensamiento Económico. Fue un erudito en la materia, plasmando su conocimiento en una obra magna en el área: History of Economic Analysis, editada por su tercera esposa, Elizabeth Boody, en 1954, tras su muerte. Allí Schumpeter realiza controversiales comentarios acerca de famosos economistas: asegura que Adam Smith era poco original, Alfred Marshall era desconcertante, y que Leon Walras fue el economista mas influyente de todos los tiempos. La realidad política y familiar que le tocó vivir en su niñez, unida a la gran admiración que le tenía su madre, influyó en su personalidad, marcada por un insaciable deseo de éxito desde su juventud. La gran autoestima fue una característica que lo acompañó a lo largo de toda su existencia. De hecho, al final de su vida él mismo contaba que había tenido tres metas: ser el mejor amante de Austria, ser el mejor jinete de Europa y, finalmente, ser el más grande economista del mundo. Según Schumpeter, sólo había fallado en la segunda.