JOE PILATO
Lo que pudo haber sido
E
Por Lorenzo AYUSO
n la actualidad, son pocos quienes sabrían responder a la preguntar: "¿Quién es Joe Pilato?" Es un nombre que para el público habitual de los grandes multicines no les dirá nada. Sin embargo, para todos aquellos freaks y cinéfilos aguerridos habituados a crear generaciones y generaciones de actores y actrices de culto, Joe Pilato es un nombre clave. No es un actor cualquiera. Es el recordado Capitán Rhodes de la tercera parte de la cuadralogía antropófaga de George Romero, "El día de los muertos" ("Day of the Dead", George A. Romero, 1985).
Detrás del nombre artístico de Joe Pilato se esconde el mucho menos comercial Josef Francis Anthony Pilato Junior. Nacido el 16 de marzo de 1949 en Boston, Massachussets (EE UU), este hijo de artista (su padre era músico profesional) con sangre italiana recorriendo sus venas ya sintió desde su más tierna infancia como el gusanillo de la interpretación recorría su cuerpo. Esta sensación se agudizó cuando ingresó en un colegio católico; allí fue durante un tiempo monaguillo, lo que le permitía, a su manera, estar subido encima de un escenario y representar su papel delante de un público atento. Sin embargo, hasta sus años adultos, Joe Pilato no llegó a considerar seriamente la posibilidad de con-
vertirse en un intérprete profesional. De hecho, sus miras para el futuro se centraban en estudiar Derecho en la universidad. "Cuando me metí en la universidad mi vida entera cambió por completo, y pensé: ¿por qué querría ser abogado? Mis únicas referencias sobre la Ley eran E. G. Marshall y Perry Mason; Entonces me di cuenta de que no quería ser abogado, quería ser el tío que inter1 preta a un abogado".
Pero, de nuevo, su vida se cruzó con el mundo de los escenarios a los que tanto se había aficionado cuando era un crío. Durante su etapa estudiantil en la universidad, participó en montajes teatrales; eso sí, en tareas técnicas, o lo que es lo mismo, detrás de la escena. Esta experiencia fue el acicate que necesitaba el joven Pilato para decidirse a retomar el sueño de su infancia. Tras tomar clases de Arte Dramático y aparecer en alguna obra teatral, dejó sus aspiraciones en el mundo de la abogacía y se zambulló de llenó en la actuación: junto con la Stage One Theatre Company giró por Europa montando obras, aprendiendo la técnica actoral y divirtiéndose. Ya de vuelta a su país natal, se mudó a Pittsburg (de donde es oriundo George Romero), en cuya universidad siguió formándose como intérprete.
Los duros comienzos
No tuvo demasiada fortuna con sus primeras apariciones en el cine. Si nos ceñimos a la realidad, de hecho, no llegaron ciertamente a producirse. Su primera película se titulaba "Effects" ("Effects", Dusty Nelson, 1978), y en ella también estaban tanto Tom Savini como John Harrison, con los que coincidiría en más de una ocasión. La cinta no encontró distribución comercial alguna, ni siquiera en vídeo, hasta pasados veintisiete años de su rodaje. Fue la compañía independiente Synapse Video la que se encargó en 2005 de editar una copia de esta maldita cinta en DVD. A pesar de los pesares, la experiencia en el rodaje fue satisfactoria para Joe: era un primer paso en su carrera.
Y lo más importante, le regaló el protagonista de la tercera entrega de "La noche de los muertos vivientes".
"George está haciendo otra película y te dices: <>. Y entonces George me llamó para el papel de Rhodes. Fui al cásting con los dedos cruzados y... me dieron el papel"2. Pilato no se puede referir a nadie más sino al colérico Capitán Rhodes, el que le condujo a la popularidad, al menos en los sectores más freaks de los amantes del cine. Se trataba de un personaje malencarado, ruin, depravado y constantemente fuera de sus casillas; en definitiva, un personaje muy divertido de interpretar. Muchos vieron en este Capitán Rhodes a una representaPoco después vino ción cercana al extremo George Romero a de la sobreactuación del reclutarle para por entonces presidente encarnar un pequeño de los Estados Unidos, papel de reparto de Ronald Reagan. Lo cual "Zombi" ("Dawn of no es nada extraño the Dead", 1978). viniendo de la mente de Curiosamente, pudo su director y situando la optar al papel protapelícula en su contexto gonista de la pelícuhistórico: unos Estados la, aunque finalmenUnidos en la recta final de te otro actor, David la Guerra Fría, con la Emge, acabó consipolítica belicista auspiciaguiéndolo (y no será da por un presidente que la primera vez que se antes de serlo era conociquede a las puertas do como un mediocre de un personaje actor de reparto de wesimportante). terns y series B. El persoDespués de lograr naje al que Joe Pilato hacerse con un rol de reparto en el film, tuvo El peligroso Capitán Rhodes de “El día de los muertos” presta su rostro es un buen representante de ese que ver como de nuevo los problemas con la distribución de la película crítico lema de "El día de los muertos". El mayor aguaban su aparición en el cine. La causa, las dife- peligro del ser humano es el ser humano en sí rentes versiones montadas y distribuidas en todo el mismo, podríamos decir. mundo de "Zombi": en Estados Unidos, la cinta fue estrenada con un minutado bastante inferior al de Los vámpiros que(casi) secruzanensucamino. buena parte de Europa, por razones puramente Una vez fue alejándose en el tiempo su atemporal comerciales (la versión completa rondaba las 2 Capitán Rhodes, su carrera comenzó a nutrirse de horas y 20 minutos). En el viejo continente, Dario intervenciones de reparto y películas independienArgento, colaborador de Romero, se encargó de lan- tes, de calidad más bien pobre, por norma general. zar la película, con un montaje que alargaba la suso- Esto podría haber cambiado si "Urgencias" no dicha versión americana y en la que el personaje de hubiera dado a conocer a George Clooney. A saber: en 1991, Robert Kurtzman, el 33,3% de KNB FX Pilato veía respetado el grueso de sus escenas. Group, empezó a preparar un ansiado proyecto cinematográfico que planeaba dirigir. Para conseguirlo, A pesar de este ligero infortunio, la experiencia no antes debía convencer a los inversores de las granpudo ser más positiva, tanto profesional como per- des compañías de Hollywood, así que pidió ayuda a sonalmente, para Joe Pilato. Entabló una buena Joe Pilato para que este actuara en un teaser trailer amistad con George Romero, quien le proporcionó de presentación de su película. ¿Cómo se llamaba un nuevo papel secundario en su siguiente film, esa película? "From Dusk Till Dawn", o, trasladado "Los caballeros de la moto" ("Knightriders", 1980). al idioma cervantino, "Abierto hasta el amanecer".
De esta forma, Pilato fue durante el periodo de preparación de la película el elegido para interpretar a Seth Gecko, (anti)héroe de la película. Sin embargo, la suerte tampoco acompañó al actor. Años después de que se coaligara con Kurtzman para rodar ese curioso adelanto de "Abierto hasta el amanecer", Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, colegas de Kurtzman, decidieron hacerse cargo del proyecto: el director de "Pulp Fiction" escribió el guión basándose en la idea original de Robert Kurtzman, y Rodríguez se puso tras las cámaras. Y aquí viene la peor noticia posible que podía esperarse Joe Pilato: tras meses sin conocer absolutamente nada de la producción, acabó enterándose de que el personaje que años ha habían escrito para él iba a parar al emergente George Clooney, sin que él hubiera tenido la oportunidad de presentarse a ninguna audición.
En cualquier caso, sigue resultando curioso imaginarse lo que la película pudo ser con la presencia de Pilato en el reparto (sin desmerecer en cualquier caso la actuación de Clooney, a la postre, un divertido Seth Gecko). Aún más lo es ver a ese personaje principal con un look más cercano al de Harvey Keitel en "Reservoir Dogs" ("Reservoir Dogs",
Quentin Tarantino, 1992) que al que acabó teniendo en la gran pantalla, con el pelo engominado, traje negro y corbata, con música de AC/DC de fondo. Desde "El día de los muertos" hasta los primeros compases del nuevo milenio, la carrera de Joe Pilato ha ido cayendo un tanto en el olvido. Doblajes para videojuegos o series como "Digimon" (en la que daba su voz a Metalgreymon), pequeñas apariciones en algunos largometrajes de renombre (en "Pulp Fiction" tuvo un breve cameo haciendo las veces de Dean Martin en el Jackrabbit Slim's), y paseos por diversos festivales y convenciones de cine fantástico y de terror han concentrado su actividad profesional de un actor que todavía está a tiempo de alcanzar una nueva gran oportunidad, un nuevo Rhodes, que de lustre a su filmografía. Hasta entonces, habrá que conformarse con disfrutar de lo que ya conocemos de Joe Pilato. Un actor a quien las grandes películas, los buenos personajes no han acompañado a lo largo y ancho de su irregular filmografía, pero que, al menos, se ha atribuido por méritos propios con un espacio reservado en la larga lista de grandes personajes del cine fantástico y de terror.
Recordando viejos (y sanguinolentos) tiempos: la muerte de Rhodes “Al llegar esa mañana al rodaje, la secretaria de producción me dijo: <<Es un buen día para morir>>. Por supuesto, yo no sabía que morir sería tan asqueroso”2 Así comienza a relatar Joe Pilato la desagradable experiencia que vivió durante el rodaje de “El día de los muertos”, cuando rodó la escena en la que su personaje, el Capitán Rhodes es descuartizado por las hordas de muertos vivientes.
Para tan desasosegante secuencia, Tom Savini, el responsable de los efectos de la película, tenía preparados un total de 20 litros de intestinos de cerdo. Dichas tripas eran reutilizadas cada vez que eran necesarias para el filme, por lo cual eran guardadas en un cubo en una nevera en el taller de Savini, de tal manera que pudieran seguir usándose sin que se pudrieran. Sin embargo, alguien desenchufó la nevera mientras el equipo rodaba otras escenas fuera del set principal. Permaneció desconectada dos semanas: “Puedes imaginarte cómo olía el taller. Era peor que una autopsia, peor que cualquier cosa que pudieras imaginar. Pero teníamos que usarlas porque había que hacer el efecto”2, recuerda Savini.
La situación era estomagante (nunca mejor dicho) para todo el equipo de rodaje, aunque el mayor damnificado fue sin duda Joe Pilato; desde el hueco que habían hecho los asistentes de los efectos en el suelo, el actor asomaba su cabeza, ante la que tenía un cuerpo falso relleno de intestinos y recubierto con su ropa, preparado para desgarrarse en cuanto gritarán “acción”. Mientras el resto del personal aguantaba el olor colocándose tapones y mascarillas, Pilato no tuvo más remedio que aguantar estoicamente hasta que alguien acabara la escena: “En cuanto gritaron “¡corten!”, empecé a tener arcadas”2, rememora el protagonista de la escena, cuya única protección contra el hedor fue un ventilador encendido hasta el momento de rodar y la colonia que el equipo pulverizaba a su alrededor. Por suerte, no todo fue tan desagradable para Joe Pilato. De hecho, tiene el honor de haber ideado la frase final de su personaje, una de las más recordadas por los fans: “Choke on ‘em!” (así reventéis): “No me parecía la clase de tío que se queda sin hacer nada”3. A pesar de lo arriesgado de su propuesta (el presupuesto de la película no permitía más que una única toma), al final, funcionó. Aunque la experiencia hubiera sido espantosa, al menos Joe Pilato pudo acabar con su personaje más recordado de con la satisfacción del trabajo bien hecho.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: 1. http://www.geocities.com/zodiaczombie/joeinterviews.html 2. MARTIN, Perry: “THE MANY DAYS OF DAY OF THE DEAD”, EE UU, 2004 3. http://www.homepageofthedead.com/films/day/interviews_1.html