Jesus Te Pide Sus Manos

  • Uploaded by: Jesus María Pastoral Argentina Uruguay Jesus Maria
  • 0
  • 0
  • October 2019
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Jesus Te Pide Sus Manos as PDF for free.

More details

  • Words: 1,244
  • Pages: 3
EL SERVICIO INTRODUCCIÓN: El principal signo del cristiano es el AMOR. El amor tiene formas diferentes de hacerse presente en nuestra vida y una de ellas es el SERVICIO a los DEMÁS, especialmente a los más necesitados. Cuando amas a otro, al enemigo, al olvidado... surge en ti la necesidad de ayudarle. Es, entonces, cuando ves más lejos de tu ombligo y quieres compartir tu vida con el otro. Ahora, busca un sitio tranquilo y lee atentamente el texto. Realiza de nuevo una lectura subrayando, anotando o señalando todo aquello que más te ha llamado la atención (aunque a veces no sepas por qué te ha gustado esa frase). TEXTO: Oración de Jesús a sus hermanos Como bien sabes, hermano mío, yo pedí muy pocas cosas en mi vida. Pedí una posada, antes de nacer, pensando, sobre todo, en mi madre. Pedí a Zaqueo que me alojara en su casa, y a otro buen amigo -prefirió callar su nombre- el salón para celebrar la Pascua. Pedí un par de veces agua para beber. ¡Ah!, y también pedí un burrito para hacer mi entrada triunfal en Jerusalén, y así no dejar mal al profeta Zacarías. No me interesaban las cosas. Me interesaban las personas. Me interesaba, sobre todo, la amistad. No me cansaba de pedir amigos: amigos que me siguieran, que se unieran a mi causa, que estuvieran conmigo, que continuaran mi tarea. Mi petición de hoy va en la misma línea. No os voy a pedir ayuda material, aunque también la necesito para mis pobres. Tampoco os voy a pedir que dejéis a vuestra familia y vuestros trabajos, aunque a alguno se lo seguiré pidiendo. Mi petición va dirigida a todos y está al alcance de todos. Mirad, me paso unas ganas tremendas de seguir «haciendo el bien», pues veo a tanta gente triste y necesitada. Me muero de pena al ver que muchos niños no sonríen y mueren prematuramente. No puedo soportar la imagen del joven que camina a la deriva, que quema su vida con cualquier tipo de droga y se hunde en el infierno del vacío y de la desesperación. Me entristece la estampa del viejo, al que nadie quiere y que parece estorbar en todas partes. Cada matrimonio que se rompe es una cuchillada a mi corazón. No digamos otro tipo de violencias y de guerras. Me rebela el que unos se aprovechen de los otros, que siga habiendo personas y pueblos sin libertad y sin dignidad. En fin, no voy a repetir aquí lo que bien sabéis vosotros. Lo que sí quiero deciros es que unas veces me dan ganas de llorar y otras de coger el látigo. Préstame tus manos Y lo que os pido, lo que te pido, es que me prestes tus manos para que con ellas yo pueda seguir curando, bendiciendo v acariciando. Te pido que me prestes tus pies para que pueda seguir acudiendo a las llamadas de tantos desvalidos y para correr detrás de los que se descarrían. Te pido tus labios, para besar a tantos niños y a tantos hambrientos de amor. Te pido tu lengua, para seguir dando buenas noticias a los pobres y denunciar a los hipócritas y opresores. Te pido tus ojos, para mirar con ternura y cariño a toda la gente. Te pido tu rostro, para sonreír a cada uno, para sonreír a pesar de todo, para iluminar todas las situaciones con mirada de gracia, de paz y de alegría. Estáis tan nerviosos y preocupados, que lo llenáis todo de angustia. Te pido, en fin, tu corazón, para que yo pueda seguir amando a mi manera. Si me los prestas, no hace falta que te desprendas de ellos. Es muy sencillo: utilízalos tú como si fuesen míos, como si ahora te los prestara yo. Haz tú con ellos lo que estoy deseando hacer yo.

Sonríe. pues, aunque no tengas ganas de hacerlo, pero sabiendo que yo lo quiero. Comparte, aunque te cueste, pero piensa que yo lo haría. A multiplicar los servicios, aunque te canses, pero consciente de que yo vine para eso. Ama siempre de la manera que yo lo haría. Te infundiré mi espíritu, para actuar yo desde ti mismo. Te enseñaré el modo y la manera, te daré la fuerza y la capacidad. Yo me prolongaré en ti. Tú serás mi instrumento y mi sacramento. Tú y yo seremos, te lo aseguro, un Dios para el hermano. Te lo pido por el Amor del Padre, por el dolor de los inocentes, por todo lo que más quieras. En espera de tu respuesta positiva, te mando un beso de amistad. Jesús. TIEMPO PERSONAL. REFLEXIÓN: Una vez leído todo el texto las veces necesarias, nos centramos en nuestra vida, en los pequeños detalles y no en los grandes propósitos. Para ayudarte a la hora de reflexionar te proponemos unas preguntas: 1) Recuerda momentos o situaciones en donde hayas dejado de hacer algo importante en tu vida para dedicar ese tiempo a otra persona. 2) ¿Qué sentimientos, actitudes surgen en ti ante una llamada de ayuda del otro? 3) En el día a día, ¿dedicas una parte de tu tiempo a los demás? como, por ejemplo, explicar los deberes a tu hermano, ayudar con la Física a un compañero, ayudar en casa... 4) ¿Esperas a que el que te necesita te requiera o estás pendiente de los que ocurre a tu alrededor? 5) ¿Te ilusionan más tus estudios, amigos y momentos felices que la vida, los problemas y las alegrías de los otros? 6) Cuando el que te pide ayuda es alguien que no te cae bien ¿eres capaz de actuar igual que si fuera un amigo? 7) ¿Que sentido tiene para ti el lavatorio de los pies? DINÁMICA : Los participantes se sientan formando un círculo. Cada uno de ellos recibe varios corazones de papel (la cantidad que ellos quieran). En cada corazón deben escribir alguna de sus cualidades o virtudes personales. Una vez escritas, se les invita a que entreguen sus corazones a los miembros del grupo que deseen. Pueden no repartirse todos los corazones, así como pueden entregar a algún miembro más de uno o ninguno. A continuación, cambiaremos impresiones : ¿A quién habéis dado algo ? ¿Por qué ? ¿Cómo os habéis sentido mientras dabais ? ¿Y mientras recibíais ? Posteriormente, cada uno vuelve a recoger sus corazones. Ahora son los demás los que elegirán qué corazones quieren del resto, cogiéndolos en silencio. Volvemos a dialogar : ¿A quién habéis cogido algo ? ¿Por qué ? ¿Cómo os habéis sentido mientras lo cogíais ? ¿Y mientras os cogían algo ? EXPLICACIÓN DE LA RELACIÓN CON EL SENTIDO DE LA CELEBRACIÓN :

Durante la Celebración, tendrá lugar el símbolo del lavatorio de los pies, que nos sirve para recordar aquello que Jesús hizo con los que más cerca tenía, en representación de toda la humanidad : Un gesto de amor y de servicio sin distinciones ni clasismos, sin esperar nada a cambio, poniendo el acento en lo pequeño y en lo sencillo. Vamos a intentar vivir hoy de una manera más especial el gesto de la consagración del pan y el vino. Tenemos que darnos cuenta de que, tras este gesto que nos parece ya rutinario, Jesús nos ofrece sus “corazones”. Comer su cuerpo es aceptar el reto que supone llevar dentro su corazón, sus propósitos, sus ideales. Además, se nos ofrece personalmente, quiere que recibamos su cuerpo para que pueda darnos fuerzas e ilusión.

Related Documents

Jesus Te Pide Sus Manos
October 2019 23
Pide Se Te Dara
November 2019 18
Pide Y Se Te Dara
November 2019 15
Manos
August 2019 54
Libro Pide Y Se Te Dara
November 2019 25
Manos
October 2019 54

More Documents from ""

Enrique Dussel
October 2019 64
Curso_tv_chinas
May 2020 22
Cartas Del Tarot.
June 2020 27
Rec 4
November 2019 57