UNIDAD IX: Oferta de dinero y política monetaria Banco Central y bancos comerciales Una de las principales discusiones en materia de economía monetaria es el papel que deben cumplir las autoridades monetarias en el diseño de la política económica. Por autoridad monetaria entendemos aquella institución encargada del funcionamiento de las variables monetarias, en Argentina es el B.C.R.A. y en EE.UU. el “FED”. Las diferentes opiniones se basan fundamentalmente sobre la variable que esa autoridad debiera controlar, en otras palabras el objetivo que se debe fijar la política económica. • Hay quienes dicen que se debe controlar la tasa de interés, ajustando la cantidad de dinero de tal manera que siempre se llegue o se esté cerca del objetivo fijado en esos términos. El argumento es la necesidad de influir sobre el PBI a través de esa tasa de interés, tratando de moderar los ciclos económicos. • Otras posiciones afirman que el objetivo debe ser la cantidad de dinero, para evitar escaladas inflacionarias, estas hipótesis están ligadas generalmente a la teoría cuantitativa, por la cual la cantidad de dinero influye solo en los niveles de precios. • También se dice que la variable a controlar es el crédito; dado que la autoridad monetaria es la encargada de regular todos los mercados financieros, puede, como veremos, influir en la masa de crédito disponible en la economía a través de los bancos comerciales. • En países chicos, con tipos de cambio flexible, la autoridad monetaria puede regular el tipo de cambio con lo que se denomina “flotación sucia”. Compra y vende divisas en los mercados con el objetivo de influir en su valor. Quienes sostienen esta política generalmente tienen objetivos de balanza de pagos. Hay sin embargo casos, como los modelos de tipo de cambio fijo (Argentina 1991-2001), en los que la autoridad monetaria debe renunciar, al menos parcialmente, al manejo de la oferta monetaria y los tipos de interés, ya que la misma depende casi exclusivamente de los niveles de reservas monetarias internacionales. Además del Banco Central, hay otras instituciones que también juegan un rol importante en la determinación de las variables financieras: los bancos comerciales, lo hacen a través de sus políticas de crédito, de fijación de tipos de interés, de encajes, etc. Estas instituciones están reguladas por la Autoridad Monetaria. Componentes de la oferta monetaria Hasta aquí habíamos considerado que la oferta monetaria estaba absolutamente controlada por el Banco Central, no obstante esto no es del todo realista. Gran parte de la oferta monetaria es bajo cualquiera de las definiciones (M1, M2, M3) la cantidad de depósitos y los mismos no pueden ser controlados directamente por la autoridad monetaria, la oferta monetaria es en realidad un proceso que involucra variables, intentaremos analizar en detalle ese proceso. La oferta monetaria entonces está dada por la cantidad de dinero en efectivo (circulante de billetes y monedas) y los depósitos bancarios:
M=E+D La conducta del público y de los bancos afectará entonces a la oferta monetaria, que será producto de la interacción entre éstos y el Banco Central Hay tres variables fundamentales que describen las relaciones entre público, bancos comerciales y Banco Central: • La relación efectivo/depósitos • El coeficiente de caja o de reservas. • La Base Monetaria o Dinero de Alta Potencia La relación efectivo/depósitos depende básicamente de de los hábitos de pago del público y de las facilidades y costos de obtener efectivo, por ejemplo, si hay un cajero cerca un individuo llevará menos efectivo, porque los costos de quedarse sin dinero son más bajos; generalizando este concepto a toda la sociedad, en economías en las que la bancarización electrónica es mayor (hay más cajeros automáticos) la relación efectivo/depósitos será menor. De la misma manera, mientras crecen las posibilidades de realizar pagos sin uso de efectivo (débitos automáticos, e-commerce, o pago electrónico de facturas) menor será esta relación. De manera que la misma es variable en el largo plazo (a medida que van surgiendo cambios estructurales en las costumbres de la población. Otro factor que afecta a esta relación es el componente estacional, es más alto, por ejemplo, en las fiestas de fin de año, en las que la gente prefiere tener mayor cantidad de efectivo para hacer las compras relacionadas con las navidades. La relación efectivo/depósitos necesariamente asciende a un valor fraccional, es decir entre 0 y 1; si la gente quiere tener solamente depósitos y prescindir totalmente del uso de efectivo el valor de la relación será 0 y en el caso de no existir depósitos o algún sustituto financiero de los depósitos, su valor será 1. Para resumir llamaremos a esta relación e, con lo cual:
e = E/D siendo 0 < e < 1 Está claro que los avances de los últimos años en materia tecnológica y financiera ha hecho que e presente una tendencia de largo plazo a la baja, el efectivo es cada vez menos necesario. No
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obstante, debemos descartar un valor de 0 para e, ya que en general se sigue prefiriendo el efectivo para las transacciones pequeñas, y los cheques para las transacciones de mayor monto. Los bancos comerciales y las reservas fraccionadas
Los bancos comerciales son los intermediarios financieros más importantes; su función es la de mediar entre los agentes económicos tomando dinero, que dichos agentes no piensan gastar, y otorgando préstamos a otros para financiar transacciones. En general las reglamentaciones financieras de casi todos los países, contemplan un sistema de encajes; el mismo obliga a estos bancos comerciales a guardar en efectivo (como reserva) una determinada fracción de los depósitos que reciba. De esta manera un banco no puede bajo ningún punto de vista, otorgar créditos por la totalidad de los depósitos que ha recibido. El coeficiente de reservas/depósitos o tasa de encaje son impuestas por la autoridad monetaria (en el caso argentino el Banco Central), aunque los bancos pueden mantener una cantidad mayor que la fijada por el reglamento, lo que esta autoridad en realidad fija es el mínimo de reservas/depósitos que un banco debe mantener. La justificación de esta regulación es simple: un día cualquiera, algunos clientes del banco retiran dinero de sus cuentas, mientras que otros lo depositan; no existe razón alguna para que las entradas y retiros de efectivo sean iguales, por lo que el banco debe tener efectivo a mano para prever el hecho de que los retiros sean mayores que los depósitos. También suele pasar que cada día los bancos se reúnan a compensar los cheques girados por sus clientes al resto del sistema (esto genera un conjunto de deudas y excedentes entre los bancos, que se resuelve en el denominado “clearing bancario”) y puede pasar que la cantidad que se le debe a un banco particular sea menor de lo que éste le debe al resto del sistema, el banco deberá compensar esa diferencia con sus reservas. Estas simples causas bastan para que un banco decida tener reservas (sistema de encaje), aunque no lo obligue a ello la regulación vigente en el país en el que opera. En resumen la justificación de los encajes bancarios está dada por: a) Satisfacer las demandas de dinero de sus clientes. b) Hacer frente a los pagos que éstos realizan mediante cheques que se depositan en otros bancos. Estas reservas mantenidas por los bancos comerciales están dadas por el efectivo en poder de estas entidades y los depósitos que éstas tienen en sus cuentas del banco central (el banco central actúa como un “banco de los bancos”, recibe depósitos de éstos, les otorga créditos, etc.). Generalmente utilizan el efectivo para hacer frente a las obligaciones con sus clientes y los depósitos en el banco central para realizar pagos entre ellos. Como cualquier empresa o persona, cada banco tiene un activo y un pasivo
BALANCE DE UN BANCO Activo Reservas Préstamos Bonos
Pasivo Depósito s
Como vemos, los pasivos totales de los bancos son sus depósitos y los activos son los créditos otorgados, las inversiones financieras que posea y la cantidad de reservas que conserva (en efectivo o depositadas en el banco central). En consecuencia, la cantidad de reservas de un banco es una parte, una fracción de los depósitos totales, esta fracción o coeficiente será representado como r en adelante y, al igual que el coeficiente e, está entre 0 y 1. Si el coeficiente toma el valor 0, quiere decir que el banco no mantiene reservas, lo cual, como vimos, es algo muy riesgoso por que siempre puede pasar que se requiera a un banco más efectivo del que le depositan, y además ilegal porque el banco central obliga a mantener un mínimo de reservas; en otro extremo si el coeficiente r toma el valor 1 estaríamos ante un sistema bancario que no da créditos, solamente se dedica a tomar, guardar y administrar los depósitos de sus clientes. Ninguna de los dos extremos es realista, por lo que necesariamente el coeficiente reservas/depósitos tomará un valor comprendido entre 0 y 1. El análisis de estos extremos servirá para analizar más adelante algunas consecuencias económicas de este sistema. En resumen, si llamamos a la cantidad total de depósitos bancarios D, a la cantidad total de reservas R y, como dijimos, al coeficiente entre estas dos magnitudes r, tenemos:
R = r D siendo 0 < r < 1 Así como la relación e depende de los hábitos y del costo del dinero, el coeficiente r depende también de ciertos factores. Por un lado, como dijimos, hay un piso de reservas que el banco central obliga a los bancos a mantener, esto es el nivel mínimo de reservas, los bancos no pueden modificarlo, viene dado por disposiciones de la autoridad monetaria. Por otro lado los bancos pueden tener (generalmente es así) una cantidad de reservas que excede este mínimo, esto se denomina reservas excedentes. El problema de decidir la cantidad de reservas excedentes de un banco es exactamente igual al problema de definir la cantidad de dinero que mantendrá un individuo, es decir que el banco tiene
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que comparar el costo de mantener dinero en reservas excedentes y los beneficios. Al igual que para el individuo, para un banco mantener reservas excedentes implica un costo, que viene dado por los intereses que pierde al no otorgar créditos y también tiene aparejado un beneficio que es minimizar las probabilidades de quedarse sin dinero para hacer frente al retiro de depósitos, esta probabilidad depende de la incertidumbre (σ ). Si un banco se queda sin dinero puede pedir un préstamo al banco central o a otros bancos que tengan reservas excedentes, el costo de pedir un préstamo al central es lo que se denomina como tasa de descuento, que no es otra cosa que el interés que les cobra el banco central a los bancos comerciales por este tipo de préstamos, el costo de pedir dinero a otros bancos se denomina tasa interbancaria, y es también una tasa de interés para préstamos entre bancos. Todos estos factores intervienen en la determinación del coeficiente reservas/depósitos, para resumir esto:
r = F(rR, σ , i, id, ii) rR = Nivel mínimo de reservas exigido (fijado por el banco central) σ = Incertidumbre i = Tasa de interés id = tasa de descuento (fijada por el banco central) ii = tasa de interés interbancario La base monetaria, factores de creación y contracción de la base monetaria La base monetaria, también llamada dinero de alta potencia, está formada por el efectivo circulante (billetes y monedas) y los depósitos de los bancos en sus cuentas del banco central. Una parte del efectivo está en poder del público, mientras que otra fracción del mismo (de 10 a 20 por ciento) está en los bancos formando parte de sus reservas. El control de la base monetaria es una potestad exclusiva del banco central y es la vía principal con la que éste controla la oferta de dinero total de la economía, es decir que es la principal herramienta de política económica. La base monetaria es además el principal pasivo del banco central. BALANCE DEL BANCO CENTRAL Activo Reservas internacionales (Oro, divisas) Préstamos a bancos comerciales (redescuentos) Títulos Públicos
Pasivo Reservas de bancos comerciales Efectivo en poder del público
Si llamamos a la base monetaria B, R a las reservas de los bancos comerciales y E al efectivo total de la economía tenemos que:
B=R+E El banco central ejerce, para la consecución de la política monetaria, su poder sobre la base monetaria incrementando o disminuyendo la misma. Los medios con que cuenta el banco central para estas modificaciones son: • Compra de divisas y oro. • Créditos al sector privado (redescuentos). • Créditos al sector público. • Compra de títulos públicos (operaciones de mercado abierto) En el caso de modelos de cambio fijo, como la convertibilidad por ejemplo, el banco central emite billetes en la cantidad equivalente a las divisas que le ingresan, incrementa de esta manera su activo (aumento de reservas internacionales) en la misma proporción que su pasivo (aumento de efectivo). Los créditos al sector privado pueden aumentarse fijando en un nivel más bajo las tasas de redescuento (iD), de esta manera el banco central influye en la base monetaria a través de la modificación de r. Pero quizás la forma más utilizada por las autoridades monetarias para la modificación del dinero de alta potencia es lo que se denomina “operación de mercado abierto”. Las mismas consisten generalmente en la compra de activos financieros o bonos (generalmente títulos públicos) a cambio de efectivo o de depósitos en los bancos. Para ejemplificar este tipo de operaciones, supongamos una emisión por parte del Estado de títulos públicos por valor de mil (1.000) millones de pesos. El banco central compra esos bonos y le da al estado 500 millones en efectivo y el resto en un cheque girado contra si mismo. De esta manera el Estado deposita ese cheque en su banco comercial (en Argentina el banco comercial con el que opera el estado es el Banco Nación), y el banco comercial a su vez, deposita ese cheque en su propia cuenta en el banco central, aumentando así sus reservas. De esta menra el Banco central ha aumentado su activo en 1.000 millones y en forma análoga ha adementado su pasivo en la misma proporción: 500 millones de efectivo y 500 millones de reservas del sistema financiero en sus cuentas. La base monetaria ha aumentado en 1.000 millones. Se dice en estos casos que existe “creación primaria de dinero”.
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Operación de Mercado Abierta Activo Reservas internacionales (Oro, divisas) +0 Redescuentos +0 Títulos Públicos +1.000
Pasivo Reservas de bancos comerciales + 500 Efectivo en poder del público +500
Esta es una de las maneras de aumentar la base monetaria, en forma análoga, el Banco Central podría salir a vender títulos público, de esta manera reduciría su activo, pero a cambio podría obtener de esa venta efectivo y cheques de los bancos comerciales contra las cuentas mantenidas como reservas, es decir, cancelación de pasivos, con lo cual la base monetaria disminuiría proporcionalmente. En estos casos se habla de absorción primaria o destrucción de base monetaria. Las compras de divisas, las compras de títulos públicos (operaciones de mercado abierto) y las bajas de redescuentos implican una creación primaria de dinero, es decir un aumento de base monetaria, que se da por medio de un aumento en el activo del banco central y un aumento proporcional en su pasivo. Estas son llamadas políticas monetarias expansivas. Las ventas de divisas, de títulos públicos o el aumento de redescuentos son herramientas que permiten absorción de base monetaria, e implican una contracción del activo y del pasivo del banco central. Son políticas monetarias restrictivas. En Argentina y en otros países, durante la década del 80’ se habló de la monetización de los déficits públicos, esto consistía generalmente en la emisión de títulos públicos por parte del estado, que eran comprados por el banco central con dinero emitido, de esta manera el Estado obtenía dinero para financiar los excesos de gastos sobre los ingresos públicos. En realidad lo ue se hacía en forma indirecta era emitir para financiar los déficits públicos. Gran parte de los analistas de la época coincidía en señalar este comportamiento como la causa principal de la inflación. Esta clase de arbitrariedades es posible al no existir una independencia real de la autoridad monetaria. El multiplicador de la base monetaria
De los análisis precedentes, es fácil llegar a la conclusión de que existe una diferencia entre la cantidad de dinero total de la economía (u oferta monetaria) y la llamada Base Monetaria o Dinero de alta potencia, no son la misma medida, es decir que queda invalidado el supuesto de que el Banco Central controla totalmente la cantidad de dinero, lo que controla el Banco Central es en realidad la base monetaria, la oferta de dinero se determina en el mercado. Los ajustes de la base monetaria realizadas por el banco central son, sin embargo, detonantes de movimientos en la oferta monetaria. Vamos a analizar las diferencias y las relaciones entre base monetaria y oferta monetaria. M=E+D B=E+R E = eD R = rD B = eD + rD = D (e+r) (1) M = eD + D = D (1+e) (2)
B (3) (e + r ) M De (2) D = (4) (1 + e) De (1) D =
Igualando (3) y (4) que son ambas identidades para D
M B = y despejando (1 + e) (e + r )
M =
(1 + e) B (e + r )
Si llamamos al multiplicador monetario (o multiplicador del dinero) m, podemos escribir:
m=
(1 + e) (e + r )
es decir
M = mB
Podemos demostrar que, si e y r presentan valores inferiores a 1 (como es en la realidad), el multiplicador tendrá un valor mayor que 1, con lo cual la oferta monetaria o la cantidad total de dinero de la economía M, será mayor que la base monetaria, la proporción en que será mayor dependerá precisamente del multiplicador monetario, es decir de los coeficientes r y e. Los fundamentos de que la cantidad de dinero sea mayor que la base monetaria y el fundamento mismo del multiplicador se encuentra en la existencia de reservas fraccionales (r menor que 1), al existir esta variable los bancos crean dinero a través del otorgamiento de créditos, por cada dólar que ingresa como depósito el banco comercial sólo guarda una fracción r y el resto lo presta, este préstamo a su vez es depositado en un banco comercial, ese segundo banco reserva una porción r
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de ese depósito y el resto lo da en crédito, y de esta manera se va produciendo un fenómeno multiplicador que llamamos “creación secundaria de dinero”. Un ejemplo ilustrativo puede ayudarnos a comprender: Supongamos que el Banco Central, realiza un aumento de la base monetaria B, por medio de lo que antes denominamos como operación de mercado abierta, es decir compra de títulos públicos al estado, por un valor de 100 millones, de esta manera se hace entrega un cheque por cuenta y orden del Banco Central al Estado por esa suma. El Estado deposita ese cheque en su cuenta principal del Banco Nación para poder girar cheques (para pagar por ejemplo una autopista) a las empresas contratistas del gobierno. El Banco Nación mantiene de ese cheque el 10% (r=0,1) como reservas y el resto decide darlo en crédito (recordemos que a cambio de ese cheque el Nación puede pedir que el Central le gire efectivo, o bien decirle que lo acredite en su cuenta a cambio de la entrega del cheque que depositó el Estado), de esta manera el Banco Nación da 90 millones de crédito a particulares, esos particulares depositan los cheques del Banco Nación en otros bancos comerciales para poder girar cheques, es decir que los depósitos en Bancos Comerciales aumentan en 90 millones, de los cuales 81 millones (el 90% de esos 90) son dados como créditos, los receptores de esos créditos de 81 millones lo depositan, provocando otro aumento en los depósitos de 81 millones, y así sucesivamente; los depósitos aumentan progresivamente en cantidades cada vez menores, haciendo aumentar la oferta monetaria. En la siguiente tabla vemos el efecto multiplicador para 10 operaciones:
Central 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Cheque 100 100 90.00 81.00 72.90 65.61 59.05 53.14 47.83 43.05 38.74 Total
Reserva 0 10 9.00 8.10 7.29 6.56 5.90 5.31 4.78 4.30 3.87
Crédito 100 90 81.00 72.90 65.61 59.05 53.14 47.83 43.05 38.74 34.87 686.19
Para esas 10 operaciones la oferta monetaria ha aumentado en 686,19 millones, mientras que el aumento de la base monetaria ha sido sólo de 100 millones. Si las operaciones de depósito y crédito siguiesen tendríamos lo que se denomina una progresión geométrica que sería (1+0,9+0,92+0.93+……) que matemáticamente se puede escribir como
1 1 1 = = = 10 (1 − 0,9) r 0,1 Recordemos que r=0,1. Con lo cual tendríamos que el aumento final de la oferta monetaria sería 1.000 a partir de un aumento en la base monetaria de 100. El multiplicador aquí sería 10 = 1/r. En el ejemplo anterior se ha supuesto que toda la economía está bancarizada, es decir, que el efectivo está sólo en los bancos y el público no mantiene efectivo (e=0). Evidentemente esto no es real, del total de créditos los agentes económicos prefieren mantener una parte en efectivo y depositan la otra. Supongamos siguiendo el mismo ejemplo que existe una relación efectivo/depósitos que los usuarios prefieren mantener de 20$ (e=0,2), en este caso, el primer agente (el Estado) depositará solamente 80 de los 100 que recibe, de esos 80 el banco guardará 8 como reservas y otorgará créditos por 72, de los cuales volverán en forma de depósito solo 57,60 (es decir el 80% de esos 72) y así sucesivamente:
Central 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Cheque 100 80.00 57.60 41.47 29.86 21.50 15.48 11.15 8.02 5.78 4.16 Total
Reserva 0 8 5.76 4.15 2.99 2.15 1.55 1.11 0.80 0.58 0.42
Crédito 100 72 51.84 37.32 26.87 19.35 13.93 10.03 7.22 5.20 3.74 347.52
Vemos que para 10 operaciones la cantidad de dinero se multiplica, aunque menos que en el caso anterior. La progresión geométrica resultante será ahora:
1 + 0.2 1 + e 1.2 = = =4 (0.2 + 0.1) r + e 0,3
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Es decir que el multiplicador del dinero es igual a 4, mucho menor que el valor de 10 que obteníamos si considerábamos e=0; con lo cual una primera conclusión es que el aumento del coeficiente efectivo/depósitos disminuye el valor del multiplicador. El efecto multiplicador y la relación entre la base monetaria y la cantidad de dinero pueden verse gráficamente de la siguiente manera:
El Banco Central controla la base monetaria (B), lo cual le proporciona una herramienta para controlar la cantidad de dinero u oferta monetaria (M), sin embargo el control sobre M no es absoluto, una variación del parámetro e puede hacer variar la cantidad de dinero sin que haya intervenido el Banco Central (como en la crisis del 2001 en la Argentina), además la variable r depende de las tasas de interés interbancarias y de la incertidumbre, el banco central puede influir en r solamente fijando su piso y moviendo la tasa de descuento, pero es una variable que también puede cambiar sin intervención de la autoridad monetaria. En resumen, el Banco Central controla B y solo parcialmente el multiplicador, por lo tanto la cantidad de dinero no puede ser controlada en forma exclusiva por la política monetaria, aunque si puede influirse en ella. El Banco Central como prestador de última instancia
Como vimos, además de una responsabilidad primaria (aunque no absoluta), sobre el control de la oferta monetaria, el Banco Central tiene además las funciones de regular el mercado financiero mediante reglamentaciones y fijación de algunas tasas claves. Además de estas funciones, el Banco Central tiene la responsabilidad de ser la última red de contención ante pánicos y corridas bancarias, esto es lo que se llama ser Prestamista de Ultima Instancia. El mecanismo entra en funcionamiento cuando alguna institución financiera quiebra o se entra en riesgo de gran inestabilidad. Supongamos que un gran banco comienza a encontrar grandes dificultades para hacer frente a las obligaciones con sus acreedores (que son sus clientes, depositantes), la información de estas dificultades empieza a expandirse y se acelera la retirada de fondos. Bien sabemos que el hecho de que la tasa de reservas sea fraccional, hace que sea imposible que el banco tenga los fondos suficientes en activos líquidos para hacer frente a esa demanda de efectivo, con lo cual la situación presenta un alto grado de vulnerabilidad, no sólo para el banco, si no también para los depositantes. Pero, la existencia de créditos entre instituciones financieras, hace que otros bancos se vean imposibilitados también de cobrar el dinero que le debe el banco que entra en crisis, esta imposibilidad hace que también esta segunda institución en poco tiempo enfrente los mismos problemas de falta de liquidez, que se va transmitiendo al resto del sistema financiero. Si estos efectos laterales son los suficientemente fuertes, el sistema financiero todo no tardará en entrar en crisis, surge un clima general de incertidumbre en el cual hay deudas cruzadas que se reclaman y retiros masivos de depósitos. Se congela el crédito, crece la incertidumbre y todos empiezan a correr riesgo de insolvencia. Si nadie quiere prestar a nadie, todos los bancos se empiezan a verificar declaraciones de insolvencia por parte de todas las instituciones financieras hasta que se llega al colapso financiero. El Banco Central lo que hace en ejercicio de función de Prestamista de Ultima Instancia es intervenir “aislando” al primer banco que entra en dificultades para evitar la propagación, lo aísla garantizando sus pasivos, es decir dando la seguridad que reclaman sus acreedores, promete hacerse cargo de las deudas de un Banco (o bien darle crédito a corto plazo para devolver ese dinero), en el caso en que éste no pueda hacerlo. El Banco Central es Prestamista de Ultima Instancia de todo el sistema financiero, esto evita que cualquier crisis particular de una institución se traslade al resto del sistema.
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La fábula de los orfebres Esta fábula dice que en los siglos XV y XVI los orfebres, artesanos que trabajaban el oro, poseían cajas de seguridad y sistemas para proteger el metal precioso. En esos tiempos el oro también era utilizado como dinero (en monedas o lingotes). Los comerciantes confiaron su dinero ocioso a los orfebres para que se lo cuidaran y retiraban todo o una parte según sus necesidades. Cuando los orfebres repararon que una parte importante del oro nunca era retirada, decidieron empezar a prestarlas para obtener algún beneficio. Había nacido el préstamo y el interés. Luego se produjo otra variante: los comerciantes vieron que era peligroso portar el metal (por el riesgo de ser asaltados por bandidos) y que estaría más seguro bajo custodia de los orfebresbanqueros quienes tenían la tecnología adecuada (bóvedas, guardias, etc). Entonces, al hacer una compra los comerciantes entregaban al vendedor una autorización para que retiraran el oro que el orfebre guardaba. Había nacido el cheque. Con posterioridad estas órdenes de retiro de oro fueron emitidas por los mismos orfebres ya devenidos definitivamente en banqueros. Y por una cuestión de practicidad la gente dejó de ir a cambiarlas por el oro y comenzaron a circular: apareció el dinero fiduciario. Como toda fábula, ésta también tiene su moraleja: 1) No cualquier orfebre podía transformarse en banquero. Era indispensable despertar confianza. 2) No todo el oro depositado era requerido imprevistamente. Los orfebres se dieron cuenta de que sólo con una parte del oro en custodia podían atender los pedidos de dinero. 3) Nadie ganaba con el oro ocioso. Prestarlo permitía un doble beneficio: para el orfebre, generar un ingreso; para el prestatario, satisfacer una necesidad. 4) Si todos los que tenían un derecho sobre el orfebre (comerciantes y prestatarios) iban a buscar su dinero, el oro del orfebre no alcanzaba para todos. ¿Y ahora cómo es? En esencia el sistema funciona así, en todo el mundo. Si hoy todos los norteamericanos van a buscar sus fondos a los bancos estadounidenses, no está la plata para todos.
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