En primera el beneficio más grande de la reforma del issste es que con ello el gobierno reduce su déficit de 400 mil millones de dólares en pasivos con sus trabajadores. Hoy, (este año) para que medio funcione el issste el gobierno tiene que desembolsar 42 mil millones de epsos, si no se hubiera dado la reforma a la ley del issste el gobierno tendría que invertir en 2008, 6 mil millones más, y para fin de sexenio, para el 2012 esa suma aumentaría a 76 mil millones solo para sufragar pensiones, sin mejorar ni un milímetro los servicios médicos que presta. De ese tamaño es el problema, tú que opinas?? ALGUNOS BENEFICIOS....... AHORA LOS TRABAJADORES EN LUGAR DE NO SABER DONDE QUEDAN SUS RECURSOS, TENDRAN UNA CUENTA PERSONAL DONDE PODRAN SABER CUANTO HAN AHORRADO PARA SU RETIRO. APARTIR DE ESTA LEY, LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO, PODRAN LLEVARSE LITERALMENTE ESA CUENTA DE AHORROS, SI PASAN DEL SECTOR PUBLICO AL PRIVADO O VICEVERSA. NINGUNO DE LOS ACTUALES TRABAJADORES PIERDE SUS DERECHOS, SEGUIRAN COBRANDO SI ASI LO DESEAN LA PENSION QUE LES CORRESPONDE DE ACUERDO CON LA ANTIGUA LEY. LOS QUE PREFIERAN ACOGERSE A LA NUEVA, PODRAN HACERLO Y TENDRAN UN BONO ADICIONAL EN SUS CUENTAS DE PENSIONES. ALGUNOS SE MANTENDRAN DE ACUERDO A SU DECISION , EN EL ESQUEMA ACTUAL, OTROS CAMBIARAN AL NUEVO. NADIE LOS OBLIGA Y LO HARAN DE ACUERDO CON SU CONVENIENCIA. LOS NUEVOS TRABAJADORES TENDRAN UN ESQUEMA MUCHO MAS SATISFACTORIO DE PENSIONES, MAS REMUNERATIVAS Y CON MAYORES POSIBILIDADES DE HACER RENDIR ESOS RECURSOS. . Nadie se quedará, salvo que no aporte, sin una pensión digna.
EL FONDO DE PENSIONES, LLAMADO PENSIONISSSTE, SERA ADMINISTRADO POR EL SECTOR PUBLICO DURANTE LOS 3 PRIMEROS AÑOS, INCLUSO CON LA REFORMA APROBADA TAMBIEN A LA LEY DEL SAR, SE ESTABLECEN CANDADOS PARA EL ADMINISTRADOR DE ESOS FONDOS EL FONDO DE PENSIONES, LLAMADO PENSIONISSSTE, SERA ADMINISTRADO POR EL SECTOR . LUEGO DE LOS TRES PRIMEROS AÑOS SERAN LOS TRABAJADORES LOS QUE DECIDIRAN QUIEN QUIERE QUE LES ADMINISTRE SUS FONDOS DE RETIRO, PODRAN QUEDARSE
EN EL PENSIONISSSTE O IRSE A LAS AFORES PRIVADAS. PODER DECIDIR EN DONDE QUIEREN TENER SUS RECURSOS PARA EL RETIRO, EN EL FONDO PUBLICO O EN LOS PRIVADOS.. TENDRAN 3 AÑOS PARA ANALIZAR LA SITUACION Y NINGUN CAMBIO SERA CORPORATIVO, TODOS COMO LAS CUENTAS, VAN A SER INDIVIDUALES. EL SISTEMA DE PENSIONES QUEDA EN UN FONDO PUBLICO NO PRIVADO.. CON RESPECTO A LA SUBROGACION, SE COORDINARAN SERVICIOS DE SALUD EN DONDE EL ISSSTE NO TIENE COBERTURA, SERAN LOS HOSPITALES DEL SECTOR SALUD, YA SE TRATE DE FEDERALES O ESTATALES Y LOS DEL IMSS, LOS QUE PUEDAN ATENDER A LOS DERECHOHABIENTES DEL ISSSTE. SOLO EN AQUELLOS LUGARES DONDE NO EXISTE SERVICIOS DEL SECTOR PUBLICO SE RECURRIRA A PRESTADORES PRIVADOS, QUE NO SERAN NINGUNO DE LOS MAS IMPORTANTES, CONCENTRADOS EN GRANDES CIUDADES Y NO EN LOS LUGARES SIN COBERTURA PUBLICA
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Los trabajadores del gobierno, entre ellos los profesores o maestros, se rigen o están asegurados por la Ley del ISSSTE. En la anterior ley, tu dinero para el retiro (jubilación) era administrado y pagado por el ISSSTE a través del SAR (Sistema de Ahorro para el Retiro). Con la nueva ley, tu dinero para el retiro (jubilación) será administrado por una AFORE dándote interés por tu dinero ahorrado, pero cobrándote una comisión por gestionarlo. Te recomiendo te jubiles por la anterior Ley pues conservas otro tipo de prestaciones y también te sugiero que obtengas tu crédito FOVISSSTE lo más pronto- porque un inmueble es un patrimonio que nunca se devalúa-.
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/revlads/cont/5/pr/pr16.pdf
Está en proceso la reforma al sistema de pensiones del ISSSTE. La ha aprobado la Cámara de Diputados y se espera que muy pronto ocurra lo mismo en la de Senadores. Se trata de la primera reforma de fondo a la estructura económica del país desde que estamos en la época del "gobierno dividido", es decir, desde que no hay partido que tenga mayoría en el Congreso. La primera en diez años, pues.
La importancia de esta reforma no se puede minimizar. Con ella se logra que más de dos millones de trabajadores al servicio del Estado aseguren su futuro. Sin ella, las promesas no podrían cumplirse en unos cuantos años. Se trata de corregir un sistema aparentemente solidario, pero sólidamente deficitario. El absurdo Los sistemas solidarios de pensión, en los que los trabajadores en activo financian las pensiones delos ya retirados, han probado ser una mala idea. Cuando se propusieron, nadie consideraba posible lo que ha ocurrido: la población vive más, pero se reproduce menos. Así, la pirámide poblacional ha cambiado de manera muy importante, y ya no hay suficientes jóvenes en edad de trabajar para poder cubrir el costo de las pensiones de una gran cantidad de jubilados que, además, viven ahora más tiempo. Por si esto fuera poco, hace ya 30 años que las economías generan menos empleos tradicionales, en México y en todo el mundo. Para imaginar el tamaño del problema, consideremos que la aportación de los trabajadores al servicio del Estado, para financiar su pensión, es de 7% de su salario (de lo cual la mitad la paga el gobierno y la mitad el trabajador). En promedio, para financiar a un pensionado se requerirían 14 trabajadores en activo. Puesto que hoy tenemos 600 mil pensionados del ISSSTE, sería necesario que hubiese 8.4 millones de trabajadores, en lugar de los 2.4 millones que tenemos. Y no se necesita mucho cálculo para ver que eso significaría tener, rápidamente, muchos más pensionados, que requerirían muchos más trabajadores en activo, y así hasta acabar con toda la economía. Si le suena absurdo, es que así es. Los sistemas solidarios de pensión son absurdos, a menos que la pirámide poblacional sea estable, los pensionados vivan poco, y siempre haya empleo. Pero el mundo no es así, aunque así lo hayan imaginado muchos a mediados del siglo pasado. Los sistemas individualizados de pensión no dependen de estas condiciones, sino sólo de la cantidad que aporte el trabajador mientras está en activo, de las tasas de ganancia que pueda obtener el ahorro, y del tiempo que transcurra hasta la jubilación, y de ahí al fallecimiento. Con la aportación de 7% que actualmente existe, un trabajador que empiece a cotizar a los 20 años, y se jubile a los 65, podrá mantener sus ingresos después de la jubilación, al mismo nivel de su sueldo, por 20 años más. Así funciona un sistema individualizado de pensiones, que tiene menos riesgo para los trabajadores, porque no están sujetos a los cambios demográficos y económicos, pero que, a cambio, hacen responsable a cada trabajador de su futuro. El cambio En el caso de la reforma del ISSSTE, de lo que se trata es de llevar a cabo una transición entre el sistema actual, impagable, y el nuevo, en donde el gobierno se hace responsable de cubrir todos los derechos acumulados hasta el momento, y de aquí en adelante, cada trabajador estará financiando su propio retiro. Es un proceso similar al aplicado a los asegurados del IMSS hace diez años, aunque con un costo para el gobierno tres veces mayor. Para evitar que un trabajador con un salario bajo y poco tiempo de cotización pudiera quedar en situación grave al jubilarse, hay una pensión mínima garantizada, del doble de la que se garantiza en el IMSS. Para administrar estas pensiones, se crea un organismo llamado Pensionissste, que es similar a las Afores, pero en este caso bajo el control de la institución y, seguramente, la vigilancia de las organizaciones sindicales. Usted recordará que en el caso del IMSS, también se creó una Afore pública, Afore XXI, con el mismo objetivo. Quienes hoy se encuentran ya laborando podrán optar por mantenerse en el sistema actual, que ampliará la edad de retiro y el monto de las aportaciones mensuales, o pasar a las cuentas individualizadas. En este segundo caso, el trabajador recibirá un bono que reconoce sus derechos acumulados, pero también recibe un beneficio adicional: si decide tener un ahorro
voluntario para su retiro, por cada peso que aporte, el gobierno pondrá 3.25 pesos, hasta un 2% del salario. Finalmente, aunque la reforma no va dirigida a resolver el problema de salud, sino el de seguridad social, hay una aportación del gobierno federal de 8 mil millones de pesos para infraestructura médica (hospitales y clínicas), y de 2 mil millones para vivienda de los trabajadores. Las críticas La reforma enfrenta opiniones en contra, como es normal. Desafortunadamente, las más populares no tienen mucho fondo. Por un lado, se insiste en que hay prisa para sacar la reforma, pero las primeras versiones se discutieron hace cinco años, y la más reciente fue presentada por el líder de la FSTSE, Joel Ayala, hace 15 meses. De hecho, en marzo pasado la reforma estaba lista, y debió posponerse por el proceso electoral, que llevó la tensión entre el PRI (incluyendo la FSTSE) y el SNTE a niveles que hubieran dañado la negociación. Por cierto, existe un buen texto redactado por Miguel Alonso Raya y Odilia Ulloa, del PRD, analizando la propuesta de Ayala. Varias de las críticas ahí expresadas han sido subsanadas en la reforma actual, pero llama la atención que ese partido no recuerde la existencia de este trabajo, que hoy les sería de utilidad. Un segundo reclamo sostiene que es un acuerdo cupular, entre cinco partidos, el gobierno, y los líderes de la inmensa mayoría de los trabajadores al servicio del Estado. Bueno, todas las negociaciones exitosas se hacen entre pocas personas, y ésta, en particular, incluye a todos los interesados. En tercer lugar, se sostiene que esto implica dejar en manos de Elba Esther Gordillo el control del sistema. Sin embargo, la reforma no hace nada que el sistema actual no haga. No debemos olvidar que 1.3 de los 2.4 millones de trabajadores al servicio del Estado forman parte del SNTE, del cual es líder la maestra. Tal vez la crítica parta de que no se considera adecuado el liderazgo de Gordillo, pero ése no es un problema de pensiones. Una cuarta crítica es la manida privatización, aunque nada queda fuera del ámbito público de acuerdo con la reforma. Finalmente, se reclama que se abandone el sistema solidario. Pero, ya lo veíamos, los sistemas solidarios no funcionan, por su mismo diseño. La única manera de mantener este sistema sería exigir, a los trabajadores en activo, que aportaran 20% de su sueldo para sostener a sus colegas ya retirados, con la esperanza de que, dentro de unos años, otros burócratas acepten hacer lo mismo para mantenerlos a ellos. Yo tengo una sola crítica frente a esta reforma: perpetúa la diferencia entre trabajadores al servicio del Estado y quienes laboran en empresas privadas y cotizan en el IMSS: mantiene privilegios. Pero entiendo que no todo puede resolverse al mismo tiempo. Si hubiera una izquierda organizada en México, no sólo estaría a favor de esta reforma, sino que la hubiera propuesto. Como estaría bregando por una reforma fiscal recaudatoria, para beneficio de todos. Eso hace la izquierda en el mundo, y si existiera en México, tal vez haría lo mismo
http://www.jornada.unam.mx/2007/03/28/index.php?section=politica&article=007n1pol