Interculturalidad Ir a la navegaciónIr a la búsqueda La interculturalidad puede definirse como el proceso de comunicación e interacción entre personas y grupos con identidades culturales específicas, donde no se permite que las ideas y acciones de una persona o grupo cultural esté por encima del otro, favoreciendo en todo momento el diálogo, la concertación y, con ello, la integración y convivencia enriquecida entre culturas. Las relaciones interculturales se basan en el respeto a la diversidad y el enriquecimiento mutuo; sin embargo, no es un proceso exento de conflictos. Estos pueden resolverse mediante el respeto, la generación de contextos de horizontalidad para la comunicación, el diálogo, la escucha mutua, el acceso equitativo y oportuno a la información pertinente, la búsqueda de la concertación y la sinergia. La interculturalidad no se refiere tan solo a la interacción que ocurre a nivel geográfico sino más bien, en cada una de las situaciones en las que se presentan diferencias. Hay que tener en cuenta que la interculturalidad depende de múltiples factores, como las distintas concepciones de cultura, los obstáculos comunicativos, la carencia de políticas estatales, las jerarquías sociales y las diferencias económicas. Además de acuerdo a la perspectiva con la que sea observada puede entenderse de una u otra forma. Por ejemplo, si se analiza el concepto desde la ética podemos descubrir que la forma en la que se involucra en el enraizamiento de los valores sociales es a través de la promoción del respeto de la diversidad, donde cada persona tiene derecho a ser como desea y el mismo paradigma vale para los colectivos. La ética intenta inculcar valores afines para construir sociedades democráticas, integradas y donde la armonía sea protagonista de la interacción social.
CUEVA DE CHICOY, BAJA VERAPAZ Se encuentran en el extremo norte del corredor biológico del bosque nuboso. En el municipio Purulhá, departamento Baja Verapaz. Es un sitio sagrado para los Q'eqchies y Poq'omchies, ya que desde tiempos antiguos lo utilizan como un centro ceremonial.... Se encuentran en el extremo norte del corredor biológico del bosque nuboso. En el municipio Purulhá, departamento Baja Verapaz. Es un sitio sagrado para los Q'eqchies y Poq'omchies, ya que desde tiempos antiguos lo utilizan como un centro ceremonial. La cueva es un inmenso salón de unos 75 metros de altura, con formaciones geológicas, donde se pueden encontrar algunas estalactitas y estalagmitas de unos 15 metros de altura, es interesante como algunas forman una catedral natural, que da la impresión que fueron puestas así por alguien. En la actualidad es utilizado para hacer rituales y ceremonias mayas, por lo que se puede ver una variedad de velas encendidas. Puede provocar temor a algunas personas, pues al entrar en su inmensa boca es totalmente oscura, conforme se va descendiendo el miedo desaparece, puesto que en su interior hay suficiente iluminación natural que ingresa desde la entrada y se ve sorprendente el juego que causa la luz del sol con la entrada a la cueva. Dentro de la cueva se puede sentir un aroma a copal y póm, es un tipo de incienso utilizado por sacerdotes mayas, allí llegan a pedir por buenas cosechas y bendiciones para la familia. Dentro de la cueva se puede sentir un aroma a copal y póm, es un tipo de incienso utilizado por sacerdotes mayas, allí llegan a pedir por buenas cosechas y bendiciones para la familia. No se necesita de equipo especial ni de guías para entrar a la cueva, pues es muy segura. Dato curioso Las estalagmitas para crecer 1 milímetro necesitan entre 1 año y medio o 2, y las que están dentro de la cueva tienen alrededor de 5 metros o más, eso te pone a pensar en el tiempo que tienen dentro de la cueva. ¿Cómo llegar?
Para llegar tomar la CA-14 (carretera que conduce las Verapaces), en el Km 168.5 hay un rótulo, donde se tiene que cruzar. El cruce queda del lado derecho de la carretera si vas en dirección norte. Son aproximadamente 2 km de terracería, llegando a la Finca Chicoy. Antes de llegar a la entrada hay que subir un cerro, luego bajar hasta los lugares de interés. 3.Rigoberta Menchú Rigoberta Menchú Tum (Uspantán, 9 de enero de 1959) es una líder indígena guatemalteca, miembro del grupo maya quiché, defensora de los derechos humanos, embajadora de buena voluntad de la UNESCO y ganadora del Premio Nobel de la Paz (1992) y el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional (1998). Se ha destacado por su liderazgo al frente de las luchas sociales en el ámbito nacional e internacional. El 12 de febrero de 2007, anunció que se postularía en las elecciones presidenciales de Guatemala del 2007, por la coalición de partidos WINAQ y Encuentro por Guatemala; quedó en quinto lugar con un 3,09 %. El 7 de mayo de 2011 el partido indígena WINAQ junto a otros partidos la proclamó como candidata presidencial para las elecciones presidenciales del 11 de septiembre de 2011 en el Frente Amplio de Guatemala,1 en la ciudad de Uspantán, departamento de El Quiché. Es hija de Vicente Menchú Pérez y Juana Tum Kótoja, su madre era una indígena partera (tradición pasada de generación en generación, realizada en zonas rurales donde no llegan los servicios médicos). Desde pequeña conoció las injusticias, discriminación y la explotación a la que son sometidos los indígenas de Guatemala, en la pobreza extrema. A los 5 años comenzó a trabajar en una finca de café, en condiciones tan pésimas que fueron la causa de la muerte de hermanos y amigos, así como de la represión de la que fue víctima su comunidad por parte de terratenientes y miembros del Ejército de Guatemala. Desde joven se involucró en las luchas reivindicativas de los pueblos indígenas y campesinos lo que le valió persecución política y el exilio. En 1978, fue miembro fundadora del CUC (Comité de Unidad Campesina) y de la RUOG (Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca), de la que formó parte de su dirección hasta 1992.
La Guerra civil de Guatemala tuvo lugar entre 1962 y 1996, aunque la violencia estalló años antes. Menchú percibió que «en el intento de sofocar la rebelión, las dictaduras cometieron las más grandes atrocidades. Se arrasaron aldeas, se asesinaron decenas de miles de campesinos, principalmente indígenas, centenas de sindicalistas y estudiantes, numerosos periodistas por dar a conocer la información, connotados intelectuales y políticos, religiosos y religiosas».2 Miembros de su familia, incluida su madre, fueron torturados y asesinados por los militares o por la policía paralela de los «escuadrones de la muerte». El 31 de enero de 1980, su padre Vicente fue una de las 37 personas ―entre las que se contaba el cónsul español Jaime Ruiz del Árbol― que la Policía Nacional de Guatemala quemó vivas con fósforo blanco en la Masacre de la embajada española en la ciudad de Guatemala.