Informe Ohiggins 1 -1

  • December 2019
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Recuperando la

Historia Local de Nuestros Barrios

“Ajedrecistas, Brisca, Feria de Antigüedades: Experiencias Contemporáneas de la Plaza O’Higgins, Valparaíso”.

Valparaíso, diciembre de 2008.-

1. Introducción.

Una característica especial del Grupo INJUV del Programa “Valparaíso, Nuestro Barrio” – señalábamos en su bitácora – es su interés por el desarrollo cultural y patrimonial. Los temas del primer módulo colaboraron a fortalecer esta visión y permitieron un diálogo abierto y comprometido con la realidad local. De ahí que este primer trabajo en terreno se propuso ir en búsqueda del testimonio de la actividad cultural en algún espacio público de la ciudad. En ese marco, sin duda las plazas constituyen un legado arquitectónico e histórico que le atribuyen importancia cultural especial a Valparaíso, Capital Institucional de la Cultura. Los antecedentes de la Plaza O’Higgins señalan que su construcción comenzó después del terremoto de 1906 y se extendió hasta 1912, colaborando en el trazado del esquema urbanístico del barrio El Almendral. La Plaza O’Higgins – cuya referencia central es la Avenida Pedro Montt - es una de las más grandes y nuevas de Valparaíso. Fue inaugurada el 12 de febrero de 1966 y remodelada en su parte central donde encontramos un monumento en recuerdo a Bernardo O'Higgins. Hacia el sector de calle Uruguay se encuentra el Teatro Municipal de Valparaíso. Desde su construcción, cada fin de semana la Plaza O’Higgins es visitada por los porteños y porteñas, además de turistas, ansiosos de un espacio público donde se conjugan pasado y presente, y una diversidad de actividades típicas. Algunas de ellas, más recientes o más contemporáneas, pero de igual manera indispensables a la hora de describir las características especiales de este espacio abierto de encuentro y recreación. En ella podemos encontrar antigüedades, filatelia y numerosos artículos de colección. Asimismo, juegos recreativos que le dan una atracción aún más especial. Y por cierto, personas, verdaderos testimonios de la historia porteña y de la vida de la Plaza O’Higgins en las últimas décadas, nuestras principales fuentes en esta oportunidad. Este breve documento pretende ser un primer testimonio vivo de la historia de los sujetos e iniciativas culturales. Es un primer intento por recuperar y evidenciar, desde la propia palabra, los esfuerzos que en la actualidad protagonizan nuestros ciudadanos y ciudadanas. Y a la vez, como una manera de incentivar e intervenir en esa realidad, en sus dificultades, y en la colaboración que podemos generar para seguir fomentando el patrimonio cultural porteño.

2. La Experiencia.

Comenzamos la tarea un día sábado en la mañana (29 de noviembre). Nuestra recopilación de información sería de manera directa, qué mejor que las entrevistas en terreno a las mismas personas que hacen la cultura de aquella plaza, y nuestras fotografías para complementar el testimonio. Con el sólo hecho de estar paradas ahí, viendo gente pasar, algunos de los personajes que le dan vida a la plaza O’Higgins son los primeros que despiertan nuestra atención: comerciantes, cantantes, artistas del dibujo. Hay algunos que ofrecen sus serenatas y otros sus disfraces, a cambio de un poco de atención. La plaza, su forma y su tamaño, no dejan dudas sobre los sectores que corresponden a cada quién, y además la característica zona de ajedrecistas y jugadores de brisca da la impresión de llevar años ubicada de la misma manera. Realizamos algunas entrevistas al son del tango y la música tradicional. Todos fueron muy amables, y tranquilos contestaron nuestras preguntas. La mañana daba paso al calor del mediodía, y un deslumbrante sol favorecía el registro fotográfico. Momentos después recorrimos el sector de La Feria de Antigüedades, preguntando por el Señor Murúa – el “contacto” que nos aconsejaron para que nos concediera una entrevista. Se escuchaban bromas sobre él respecto de una reciente aparición en televisión: definitivamente era un personaje característico del lugar, con varios libros publicados y con una increíble disposición para responder la entrevista más larga que hicimos para este informe... Pero en definitiva, son muchos los porteños que dan el carácter a la plaza O’Higgins, y es lógico que existan muchas historias más que merecen ser contadas, y pasar a ser archivadas a la memoria cultural de Valparaíso.

3. Experiencias contemporáneas de la Plaza O’Higgins, Valparaíso i) Feria de Antigüedades La Merced

A un costado de la sede del Congreso Nacional, en la intersección de las calles Uruguay y Victoria, se encuentra ubicada La Feria de Antigüedades la Merced, nombre que de acuerdo a los entrevistados conmemora a la Iglesia de La Merced, que años atrás se ubicaba frente a esta feria. Esta funciona domingos y festivos.

los

sábados,

Un comerciante de la feria, Don Carlos Ramírez nos cuenta que la Feria de Antigüedades se originó en la Avenida Argentina, por el año 74’. Empezó como una feria persa, pero esta no alcanza a permanecer más de un año en el sector, pues se traslada al sector de Barón. Pese al traslado un grupo de comerciantes decide establecerse en el sector que hoy ocupan. Una vez instalados, según el testimonio de la actual tesorera Carmina Plaza, deciden formar La Asociación Gremial, un 26 de Agosto de 1978. Hoy en día la asociación cuenta con 84 socios. Nos añade además que el tramo perteneciente a La Feria de Antigüedades es actualmente concesionado por la asociación, lo que implica un gasto en seguros y patentes pagados a la Municipalidad de Valparaíso. Y ya hace aproximadamente 13 años, decidieron implementar por iniciativa propia lo que hoy es esa gran armazón de metal y toldos, que le da un toque característico a La Feria, un techo que además los distingue dentro de una ya heterogénea plaza. Hace algún tiempo, cuentan nuestros entrevistados, muchos de los comerciantes se vieron afectados con importantes pérdidas a causa de un incendio en la casona donde guardaban sus productos. Un hecho lamentable y que tuvo como consecuencia directa la reducción del material puesto a la venta.

El problema implícito dentro de todo esto es que los Feriantes no cuentan con algún tipo de Previsión Social, lo que dificulta enormemente sus condiciones de vida. Tomando en cuenta esto es que La Asociación ya contempla una cuota en dinero que va destinada a un fondo común de ayuda social. Con el paso de los años, la principal diferencia que se percibe hoy en La Feria de Antigüedades es el aumento de las personas que trabajan en el sector...

Uno de los comerciantes más característicos de esta feria de antigüedades y libros es el señor Mario Manríquez, conocido popularmente en este lugar como “viejo zorro”. Lleva más de 50 años vendiendo libros en Valparaíso, motivado por su gusto desde pequeño por la lectura: “Yo a los 12 años leí Los Miserables de Víctor Hugo, 1000 páginas tenía entonces ese libro, los niños se mueren hoy leyendo eso, no leen nada…” Su participación en está feria se remonta a unos 15 años atrás, momento en que se hizo parte de esta asociación, y es así, como desde su experiencia nos relata los problemas educacionales y culturales que puede apreciar en los jóvenes y la población en general tras la pérdida del hábito de la lectura entre la población, lo cual se ve reflejado en la baja sustancial que ha tenido la venta de libros con los años: “Diez años atrás yo me vendía cincuenta, sesenta mil pesos en libros entre sábado y domingo, ahora no me vendo veinte. Bajó la venta, porque se lee menos, no se incentiva a la juventud…”

En cuanto a la relación que mantiene la Municipalidad con el trabajo desarrollado por la feria y su asociación, le atribuye a esta sólo un papel menor ya que tiene una mínima injerencia en temas referentes al orden y la limpieza.

ii) Club de Jugadores de Brisca y Ajedrecistas.

En esta plaza es posible apreciar además el desarrollo de otros tipos de actividades que caracterizan y le dan identidad a este espacio público, como lo son el club de jugadores de Brisca y la agrupación de ajedrecistas. El señor Héctor Chacana, es el Director del club de Brisca Amigos y Amistad Tercera Edad, y nos relata que dicha agrupación se inauguró tan solo hace cuatro años, contando con 40 socios.

Este grupo de personas de la tercera edad se reúne en la plaza O’Higgins con la sencilla intención de entretenerse, jugando brisca y escuchando música. Se organizan de acuerdo a una directiva y tienen establecida una cuota para financiar campeonatos y eventos del club.

Con respecto a los jugadores de Ajedrez, pudimos conversar con Hugo Suárez, quien lleva alrededor de 15 años jugando en esta plaza. El ver jugar a otras personas le interesó, y decidió integrarse al pequeño grupo de ese entonces. La Municipalidad actualmente coloca las

mesas de ajedrez en las cuales se reúnen a jugar. Durante el tiempo que ha participado de esta Agrupación de Ajedrecistas, ha presenciado cambios beneficiosos en la plaza en cuanto a la limpieza que se realiza permanentemente de ella y en la iluminación, lo cual se lo atribuye a la Municipalidad. Pero al mismo tiempo señala el problema de la delincuencia, ya que esta ha aumentado enormemente en el sector: “falta que la policía se ponga las pilas con esto…” Si bien aún no existe un club de ajedrecistas debidamente organizado, se está tratando de crear uno, ya que hoy existe un mayor interés en la gente por participar en él, ya se crean torneos, etc. Lo que si advierte, falta para ello más organización y unión de grupo.

4. Registro fotográfico

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