Info Seleccionada Sfc - Fm.docx

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Diferencias entre Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica El síndrome de la fibromialgia y síndrome de fatiga crónica tienen semejanza en sus síntomas, pero no son iguales, lo que sí podemos decir que son enfermedades limitantes y quien las padece sufre muchísimo en varios aspectos, tanto física como psicológicamente, y todo unido nos dará un cuadro limitante de difícil solución, pero no imposible. Hoy ya podemos hablar de fibromialgia y fatiga crónica sin colgarles la etiqueta de pacientes hipocondríacas o «vagas», y hablo en femenino porque la predominancia de estas patologías, a menudo confundidas, es de 10 a 1 y de 3 a 1 en relación al hombre, respectivamente. Pero para abordarlas hay que saber distinguirlas. Aunque comparten síntomas, a menudo se entremezclan.

Qué es el síndrome de fatiga crónica También conocido como SFC, Síndrome de fatiga crónica y disfunción inmune, SFCDI, Encefalomielitis Miálgica, EM.

El síndrome de fatiga crónica (SFC) es una afección que produce cansancio excesivo y prolongado. Actualmente se desconoce la causa específica de la enfermedad, aunque se sospecha que puede ser causado por un virus. Hay dos clases de virus que podrían estar implicados en el síndrome de fatiga crónica. El primero es el virus Epstein-Barr (VEB), este virus es muy común en los humanos, la infección afecta a mucosas como los ojos, boca, vía respiratoria, genitales y ano. El segundo es el virus herpes tipo 6, (HHV-6), la infección de este virus en la infancia suele ser asintomática, es una enfermedad muy común en niños, en adultos la infección suele ser más complicada causando en algunos casos hepatitis o encefalitis. En cualquier caso estos dos virus son los relacionados con el síndrome de fatiga crónica, pero sin ser determinantes en la enfermedad ya que no se ha demostrado que sean la causa. Están en estudio, sin determinar, varias causas también relacionadas con el síndrome de fatiga crónica como pueden ser: – Respuesta autoinmune ante el virus. – Edad. – Estrés. – Genética. El síndrome de fatiga crónica se presenta porque la persona sufre un cansancio general y una falta de energía que no mejoran con el reposo; no se produce como consecuencia de una enfermedad determinada. Sucede cuando duermes entre 7-8 horas diarias y te encuentras fatigado durante 6 meses con una fatiga muy intensa que te impide participar en ciertas actividades. Es necesario diferenciarla de la fatiga secundaria a otras enfermedades tales como cardiopatías, anemias, cáncer, diabetes, fibromialgia, infecciones corporales, falta de inmunidad, hipotiroidismo, problemas de los riñones, enfermedades del hígado, ansiedad, estrés, depresión e intoxicaciones medicamentosas. Sus síntomas son fatiga de aparición momentánea sin causa aparente y que se prolonga durante 6 meses o más. El cuerpo se cansa con la mitad del esfuerzo del que se realizaba anteriormente y no mejora con el reposo en la cama

Hay personas que aunque duermen correctamente y llevan unos horarios adecuados para descansar le faltan las fuerzas para poder afrontar las rutinas elementales. Muchos investigadores son de la opinión de que el SFC se manifiesta por distintos factores desencadenantes, entre los que se incluyen:  Una infección vírica, como por ejemplo por el virus de Epstein Barr, si bien no se ha conseguido aislar ningún microorganismo instigador del proceso  Disfunciones inmunes provocadas por traumatismos, estados de estrés o de alergia que a su vez desencadenan el SFC  Deficiencias nutricionales  Presión arterial anómalamente baja (hipotensión mediada neuralmente) que puede ocasionar desmayos 1



Situaciones de estrés que pueden activar el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal, en el que interactúan estas glándulas

Las personas con SFC recuerdan la fecha en la que empezaron a manifestar síntomas; anteriormente a ella se encontraban perfectamente y con energía para cumplir con las tareas y obligaciones diarias. En aproximadamente un 75% de los casos, el SFC va precedido de lo que puede calificarse como un cuadro gripal. En otras ocasiones, el SFC debuta después de un periodo de estrés intenso de tipo físico o emocional; ocasionalmente, los individuos refieren un inicio lento, con una pérdida gradual de su energía y de su calidad de vida.

Los síntomas del síndrome de fatiga crónica – Fatiga o cansancio (después del reposo). – Fatiga que limita las actividades comunes de cada día. – Fatiga que dura más de 24 horas después de hacer ejercicio. – Fatiga que empeora con actividad intelectual y física. – Sensación de pesadez en brazos y piernas. – Dolor de cabeza. – Febrícula. – Dolor de garganta. – Hipotensión. – Dificultad para pensar con claridad. – Falta de memoria. – Falta de concentración y de atención. – Insomnio. – Irritabilidad. – Depresión. – Adenopatías (inflamación ganglios linfáticos).

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Se clasifica como enfermedad neurológica, y se caracteriza por una fatiga física y mental muy intensa y debilitante con efectos demoledores en la vida personal. Es diferente de la fibromialgia en que: El ejercicio aeróbico puede empeorarla. Solo los estiramientos graduales y de muy baja intensidad pueden evitar el anquilosamiento corporal. Hay dolor articular. Hay síntomas de amígdalas edematosas o hiperplásicas, o de adenopatías o inflamación de ganglios linfáticos. La fatiga impide realizar o mantener actividades, aun poniéndole ganas. Puede haber fiebre a menudo, y también sensación de gripe constante. Su aparición es brusca y fluctuante. Se agarrotan (entumecen) mucho las piernas. Hay deterioro cognitivo: de la comprensión, memoria, concentración… Puede haber hipersensibilidad, incluso con alteraciones inmunitarias, a fármacos, alimentos, ruidos, luz… La fatiga se acompaña de debilidad muscular, dolores de los músculos, huesos, cabeza y /o garganta que a veces se ve enrojecida. Las zonas articulares no se observan rojas e hinchadas aun cuando la causa sea una artritis o artrosis. Fiebre leve de 38º y escalofríos. Los ganglios linfáticos de las axilas o el cuello aparecen inflamados. Detrimento de la concentración mental y la memoria. Depresión y ansiedad. Parestesias e inestabilidad motora. Hipotensión arterial. Pérdida del apetito. El síntoma característicamente referido por las personas afectas de un síndrome de fatiga crónica (SFC) es el agotamiento extremo. Además, estas personas duermen mal y se despiertan con la sensación de no haberse repuesto del agotamiento. A menudo presentan también dolores de cabeza y de garganta, así como dolores musculares y articulares, y problemas de concentración y de memoria. Los tipos de síntomas y su intensidad pueden variar de un día a otro. En los días que los individuos califican como "buenos", los síntomas suelen ser leves y permiten desarrollar una actividad prácticamente normal. Contrariamente, en los 2

días "malos", no se ven capaces ni de levantarse de la cama. Su situación no mejora con un reposo absoluto y la actividad mental puede empeorarla. Algunos médicos atribuyen los síntomas a una posible depresión o a situaciones de estrés; incluso piensan que sencillamente constituyen síntomas propios de otros trastornos aún no diagnosticados. La depresión suele ser una consecuencia común del SFC pero no su causa. Son numerosas las situaciones y enfermedades que ocasionan síntomas similares. Entre ellos se cuentan el hipotiroidismo, la mononucleosis, trastornos alimentarios y psicológicos, cáncer, enfermedades autoinmunes, infecciones, conductas de abuso de alcohol o fármacos, reacciones secundarias a medicamentos así como el hecho de no poder alcanzar un sueño reparador cualquiera que sea su causa. En estas situaciones, existirá una razón subyacente que permitirá justificar la sensación de fatiga y que podrá ser diagnosticada y tratada. Esta fatiga es distinta a la que se da en el SFC, y debe saberse reconocer. A finales de los ochenta, los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), en colaboración con un grupo internacional de expertos en el SFC, propusieron una definición para el SFC, revisada y actualizada en el año 1994. Según esta definición, todavía vigente, para diagnosticar un SFC se deben cumplir unos requisitos: 1.- Presencia de una fatiga severa y crónica durante al menos seis meses, habiéndose excluido además otros posibles diagnósticos 2.- Interferencias significativas en las actividades diarias y en el trabajo 3.- Presentar además de manera concurrente cuatro o más de los siguientes síntomas:  Deterioro sustancial de la capacidad de concentración y memoria  Dolor de garganta frecuente y recurrente  Ganglios dolorosos a la palpación, en la zona axilar o en el cuello  Dolor muscular  Dolores articulares múltiples, sin hinchazón ni enrojecimiento de las articulaciones  Dolores de cabeza de diversas características y severidad  Sueño no reparador  Dificultad (más allá de las 24 horas) para recuperarse normalmente después de mantener una actividad física Estos síntomas deben persistir o ser recurrentes durante al menos seis meses consecutivos, y no deben haber precedido a la fatiga.  Dolor abdominal  Alergias e hipersensibilidad a alimentos, olores, productos químicos, medicamentos y sonidos  Distensión abdominal  Dolor torácico  Escalofríos y sudoración nocturna  Tos crónica  Depresión y ansiedad  Diarrea o intestino irritable  Mareos  Sequedad de ojos y de la boca  Dolores de oído  Arritmias  Dolor mandibular  Ciertas décimas de fiebre  Rigidez matutina  Náuseas y pérdida de apetito  Entumecimiento, hormigueo o sensación de quemazón en cara, manos o pies  Dificultad para respirar Los síntomas más habituales que podemos padecer y que nos pueden indicar que padecemos fatiga crónica son estos:  Pérdida de memoria y de concentración. 3

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Dolor muscular, en las articulaciones, de garganta y también de cabeza. Trastorno del sueño. Problemas del sistema nervioso. Ganglios linfáticos sensibles. Problemas en la digestión. Intolerancia a diferentes sustancias y alimentos. Trastornos de la visión. Escalofríos y sudores durante la noche. Problemas psicológicos, como depresión, ansiedad o ataques de pánico.

Pruebas relacionadas No se dispone en la actualidad de ninguna prueba que permita diagnosticar el SFC. El síndrome se diagnostica por exclusión, una vez se ha procedido a:  Realizar una historia clínica bien documentada al paciente  Realizar una exploración física minuciosa  Realizar pruebas de función cognitiva  Descartar otras situaciones que podrían causar o exacerbar la fatiga (y/o identificando y tratando aquéllas que puedan tratarse)  Verificar que se cumplen los criterios de la definición del SFC según los Centers for Disease Control and Prevention (CDC)  Monitorizar al paciente para detectar si se manifiestan otras patologías subyacentes Las pruebas de laboratorio pueden mostrarse útiles para contribuir al diagnóstico de otras patologías con sintomatología similar, y que deberían ser identificadas y tratadas antes de ratificarse en el diagnóstico de SFC. Los CDC recomiendan unas pocas pruebas de laboratorio, detalladas a continuación. Pruebas de laboratorio  Estudio metabólico completo para evaluar electrolitos, proteínas, funciones hepática y renal, calcio y glucosa  Hemograma para investigar si existe anemia y/o anomalías de hematíes y leucocitos  Velocidad de sedimentación globular (VSG) como indicador inespecífico de inflamación  TSH (hormona estimuladora de la glándula tiroides) y/o otras pruebas de función tiroidea ya que el hipotiroidismo puede ocasionar síntomas similares a los del SFC  Estudios relacionados con el metabolismo del hierro, para evaluar si existe carencia de hierro o trastornos que afecten a su almacenamiento o a su uso  Urianálisis, para conocer si existen infecciones y evaluar glucosa, proteínas y productos de desecho que se excretan por la orina Puede solicitarse también otras pruebas para hacer un seguimiento adecuado de los resultados que se hayan encontrado alterados. Estas pruebas adicionales se utilizan para identificar o descartar trastornos distintos del SFC que generan fatiga, si bien no permiten por sí solas un diagnóstico directo del SFC. Entre estas otras pruebas se incluyen:  ANA (anticuerpos antinucleares) solicitados cuando se sospecha un trastorno de tipo autoinmune  Prueba cutánea de TB (tuberculina) para investigar si ha existido exposición a la micobacteria que causa la tuberculosis  Prueba para el estudio de la enfermedad de Lyme, en caso que constituya una sospecha diagnóstica y que la enfermedad se considere endémica en la zona geográfica a la que pertenece el paciente  Factor Reumatoide para determinar si el paciente padece una artritis reumatoidea  Pruebas dirigidas a detectar anticuerpos anti VIH, para saber si el paciente está infectado por el virus de la inmunodeficiencia humana  Cortisol, cuando se sospecha que su concentración puede estar disminuida o cuando se sospecha que pueda existir disminución del funcionalismo de la glándula adrenal (suprarrenal) Existen otras pruebas de laboratorio que pueden resultar útiles con finalidades de investigación, para intentar comprender mejor la causa y la evolución del SFC, si bien no se consideran útiles clínicamente. Otras pruebas diagnósticas (ajenas al laboratorio) 4

Ocasionalmente, puede solicitarse una RMN (resonancia magnética nuclear) para descartar que no se trate de una esclerosis múltiple. También pueden realizarse otros tipos de pruebas aunque no se considera que revistan utilidad clínica

Qué es la fibromialgia La fibromialgia es una enfermedad reumática crónica, no se detecta mediante radiografía o análisis, las personas que sufren esta enfermedad no tienen síntomas visibles, pero sufren otros síntomas relacionados con la enfermedad. Las causas específicas sobre la aparición de la fibromialgia no se conocen hoy en día, se han realizado varios estudios sobre la enfermedad pero no pueden decir la causa concreta que puede provocar la fibromialgia. Lo poco que pueden decir los estudios realizados en enfermos de fibromialgia es que puede venir por una deficiencia del umbral del dolor, es decir, a nivel cerebral se ven diferencias entre un enfermo de fibromialgia y una persona sana en la actividad cerebral y flujo sanguíneo ante un estímulo doloroso. Hay una excitabilidad neuronal superior en aquellas neuronas que transmiten la señal dolorosa al cerebro en personas que padecen fibromialgias con respecto a las personas sanas. Otros estudios realizados dicen que puede ser causa genética, otros lo asocian a personas que han sufrido psicológicamente y físicamente mucho a lo largo de su vida. Lo que sí queda claro es que el dolor se localiza en 18 puntos diferentes y que no es siempre en el mismo lugar y con la misma frecuencia, es decir, no tiene la misma intensidad de un día para otro ni el mismo lugar o punto de dolor. La fibromialgia es un síndrome crónico caracterizado por dolores musculares y fatiga. La causa de la fibromialgia es desconocida. Se piensa que tiene un componente genético que se transmite por herencia y puede tener relación con otras enfermedades como accidentes, infecciones, malestares y dolencias. Se diagnostica con frecuencia en enfermos reumáticos (espondilitis anquilosante, artritis reumatoide y lupus sistémico). Pueden tener relación con la fibromialgia el desequilibrio de los neurotransmisores del sistema nervioso, incremento de sustancias con sensibilidad al dolor como sustancia P, serotonina, triptófano y ácido glutámico; alteración de la llegada al flujo sanguíneo de determinadas sustancias cerebrales. La mayoría de los enfermos de fibromialgia son mujeres adultas.

Síntomas de la fibromialgia Los más importantes son el dolor y el agotamiento, pero hay una cantidad de síntomas asociados y relacionados con la fibromialgia y estos son: – Rigidez corporal al levantarse, estar sentado mucho tiempo o inmóvil durante rato. – Aumento de dolor de cabeza y cara. – Trastornos del sueño. – Depresión. – Lentitud mental. – Problemas intestinales (síndrome colon irritable). – Parestesias (entumecimiento y hormigueo en manos y pies). – Desequilibrio. – Ansiedad. – Hipersensibilidad (luz, sonido, olores). – Dolor articular volátil (no siempre en la misma parte del cuerpo). Otros síntomas presentes en las personas que la padecen son: cefaleas, mareos, dolor en mandíbulas, boca y ojos secos, dismenorreas o periodos menstruales dolorosos, sensación de hormigueo de las manos y pies, rigidez muscular y contracturas musculares de varios grupos. Los síntomas psíquicos son falta de memoria, dificultad para concentrarse, ansiedad e insomnio. Algunas veces la fibromialgia coexiste con otras patologías como la fatiga crónica, la endometriosis y la enfermedad intestinal inflamatoria. 5

Diagnóstico Fibromialgia

Su diagnóstico es fundamentalmente la sintomatología caracterizada por un dolor musculoesquelético continuo con más de tres meses de duración. La exploración de los puntos hipersensibles o gatillo que son 18 puntos dolorosos, de los cuales 11 han de ser positivos localizados en la zona occipital, cervical baja, región de los músculos trapecio y supraespinoso, segundo espacio intercostal, codo, glúteo, cadera y rodilla. El dolor se modifica con el estrés, el ejercicio físico y con los cambios atmosféricos.

Qué tienen en común la fibromialgia y síndrome de fatiga crónica Las personas que padecen fibromialgia o Síndrome de fatiga crónica suelen tener síntomas comunes como: – Insomnio. – Dolores de cabeza. – Incidencia superior en mujeres que en hombres. – Depresión. – Cansancio. – Dificultad para pensar (lentitud mental). – Dolor en las articulaciones.

En qué se diferencian la fibromialgia y síndrome de fatiga crónica Aunque el síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia parecen iguales, hay unas diferencias notables, estas son: Fibromialgia – Edad inicio 45-55 años. – Mejora con ejercicio. – Fatiga no extenuante – No hay fiebre. – Adenopatías no forman parte del diagnóstico – No cursa con dolor garganta. – No agotamiento al hablar. – Fatiga se alivia con el sueño Fatiga crónica – Edad inicio 29-35 años. – Empeora con ejercicio. – Fatiga extenuante. – Puede causar fiebre. – Adenopatías forman parte del diagnóstico. – Cursa con dolor garganta. – Agotamiento al hablar. – Fatiga que no se alivia.

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Dos síndromes diferentes... pero unidos por el cansancio El dolor crónico articular y la rigidez de piernas de la fatiga crónica no es como el de puntos específicos y simétricos de la fibromialgia. Y trastornos digestivos, endocrinos y hormonales apuntan más a una fatiga crónica.

BIBLIOGRAFIA 

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https://www-mentesana-es.cdn.ampproject.org/v/s/www.mentesana.es/salud/fatiga-cronica-o-fibromialgiadiferenciassintomas_914/amp?usqp=mq331AQECAFYAQ%3D%3D&_js_v=0.1#referrer=https%3A%2F%2Fwww.g oogle.com&_tf=De%20%251%24s&share=https%3A%2F%2Fwww.mentesana.es%2Fsalud%2Ffatiga -cronica-o-fibromialgia-diferencias-sintomas_914 https://www.alimentatubienestar.es/fibromialgia-y-fatiga-cronica-diferencias-y-tratamiento/ https://labtestsonline.es/conditions/sindrome-de-fatiga-cronica https://www.hhp.es/blog/fatiga-cronica-test/

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