Infiel .caballero.alvarez.ed.quarzo

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TAL VEZ TODOS LOS HOMBRES SOMOS

IGUALES: NUNCA ESTAMOS SATISFECHOS

CON UNA SOLA MUJER ...

N

~

~ MA N UA L ?

Usted quiza tiene una pareja (esposa, novia, prometida o amiga) y tal vez (por los motivos que fuere) una amante 0 mujer con la que mantiene una relaei6n paralela. Si esta deeidido a sostener dos relaeiones simultanearnente, entonees tendra que estar dispuesto a invertir tiempo, ateneiones y esfuerzo en mantenerlas ambas. En Manual del varrin infiel se sugiere una serie de . aetitudes, gestos 0 aetividades reeomendables para apliear eon su pareja oficial, a fin de mantener eon exito el doble vinculo amoroso, de la forma mas segura posible, y obviamente sin ser descubierto. Todo varon que pretenda vivir impunemente su infidelidad ha de estar dispuesto a (y mentalizarse para) actuar como una persona analities, previsora y profundamente detallista. Este libro es la herramienta perfecta para lograrlo.

(DEL VARON

. ara que su pareja

INFIEL o 10 descubra ~

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ISBN 970- 732 -030 - 3

Guarzo

9 11789707 11320307

tacucas y sugerencias

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fNnICE

M an ual del uaron infiel. Tdcticas y sugerencias p ara que su pareja no 10 descubra © Vicror Caballero Alvarez, 2003

Guarzo D .R. © Ed irori al Lecrorum , SA de C.V, 2003 Antigu o Ca mino a San Lorenzo 220 c.P. 09830, M exico, D.E Tel.: 56 12 05 46 www.lec rorum.corn .m x venr as@lecror u m.com.mx L.D. Books

8233 N W 68 Street

M iam i Flori d a, 33 166

Tel. 406 22 92 / 93

www.ld boo k.co m

[email protected]

Prim era edi ci6n: julio de 2003 ISBN : 970-7 32-030-3

D.R . © Foro de po rrada : Paco E Letechipia D .R. © Portada: Cesa r Gurierrez Ca rac rerisricas ripog raficas asegur adas conforme a la ley. Pro hib ida la rep rod uccio n pa rcial 0 roral sin auro rizacion escrira d el ed iror. Impreso y encu ad ern ad o en M exico Printed and bound in Mexico

INTRODUCCION

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LA INFIDELIDAD MASCULINA

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Concepto Causas USTED

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Consejos practices sobre su pareja oficial:

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LA OTRA (jAH •••! ESE BOMOON QUE ENDUIZA IA VIDA)

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Y SU PAREJA (OFICIAL)

Estrategias de seduccion COMO

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SEDUCIR A lAS MU]ERES

EN SITUACIONES ORDINARIAS

Ser caballeroso Explote su actiuidad 0 profesion (el sindrome de James Bond) Actuar con seguridad Notas sobre el p erfil ideal del var6n seductor actual: El proceso de seduccion en marcha, ,fsefiales de que? Mas seiiales; aqui estoy; lee mi mirada Diagn6stico del caso: ique tipo de mujer tiene enfrente?

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SrruACIONES ESPECIALES PARA IA SEDUCCI6N

.49

Los primeros sinto mas: la a ctitud de ella bacia us ted 49

EI acercamiento encubierto 51

Propicie el siguien te encuen tro 55

Excusas para bablar ie 55

Otras excusas para reen contrarse, a unque

este p resen te su pareja 57

59

Salir con Ia amante y con la esp osa EI encuen tro definitiuo: la confro ntacio n

sen ti mental 60

EL INICIO DE IA RELACI6N

Pa u tas a considerat:

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Asuma su co n dicion de h ombre casa do

o comp rometido 64

Def ina 10 que ella puede esp erar

( 10 que le promete y 10 q ue n o ocurr i ra) ......... 67

Senate los beneficios de

uincu la rse co n usted 67

Pla nifica cio n obj etiua y ca lcu la da:

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los mecanismos de segu rida d. Al inicio, no h ablar m al de su conyuge 70

C6MO MANTENER EN SECREfO IA RELACI6N

Lugares p ublicos Lla madas a su telefon o celu la t: Com u n icaciones urgentes Pru ebas fotograficas Sexo seguro Pru ebas escritas Hora rios n o sospecbosos Cu idado con las seiia les femeninas

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Use el m ismo m ote con a mbas Telefo nos co n m emoria

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TACI1CAS PARA EVITAR SER DESCUBIERTO Probibido mirar abiertamente Use efec tos 0 articulos personates

iguales en ambos lados Mas sobre el telefono cel u la n Lugares de encuentro

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C6MO MANlUAR lAS SUSPICACIAS DE SU PARI;)'A

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Euite que se repitan becbos sospecbosos No actu e muy solicito, eso au rnenta

la desconfianza Ca m b ie la m odalidad de su re lacion Opiniones que reflej an u na imagen

de fidetidad. No confie en su m em oria, m ej or a no telo Busque exp licaciones creibles a n te

. situ aciones increibles Sie mpre niegue m irando a los ojos EL PERFIL DE IA AMANTE IDEAL

No esta muy orientada b a cia el matrimonio No le gustan los niiios Siste m a tica men te evita embarazarse

[ooe n e inexp erta Lo trata como siempre soiio

0 deseo Busca la proteccion de u n h ombre fu erte

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C6MO SER INFIEL CON IA AMANTE.

Una tercera persona ex ige mas cautela jCuidado con su primera amantet. CuANDo CONCLUIR SU RELA06N INFIEL

Cuando Cuando Cuando Cuando

se pone ex igen te 10 amenaz a con descubrirlo

usted tiene una nueva amante intenta con estrategias

inadecuadas C6MO CONCLUIR su RELA06N INFIEL

El fin de la relacion en circu nsta n cias ordinarias y extraordinarias Tres recomendaciones finales CONCLUSI6N

El enfoque adoptado en este trabajo Requerimientos de la vida adultera La infidelida d es un sintoma

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INffiODVCCI6N

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125 130 135 135 136

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T

a infidelidad como hecho social es un a realidad Lvincul ada a las relaciones de pareja; desde el rno­ memo en que la culrura occidental gana hegemonia en el rnundo, establ ece sus valores y principios, inclui­ do el "ideal de pareja monogamica", La historia esta lien a de episodios de grandes he­ roes y heroinas, lideres, em peradores y rein as, artistas e intelectuales en cuya existenc ia aparece mas de una person a vinculada sentirnentalmen re a ellos, Recorde­ mos a John F. Kennedy, Frank Sinatra, Gala de Salva­ dor D ali, Bill Clinton y muchos mas. La infidelidad no es caracteristica exclusiva de nin­ gun sexo. Nunca 10 fue; sin em bargo, por razones cul ­ turales, morales y demas, la infidelidad de las muj eres ha sido menos expli citada, hablada, tolerada, alenra­ da , estudiad a y asumida. Reservo para un pro xim o trabajo el tratami ento de la infidelidad fem enina, cuyo en camo y atractivo no me es posible negar... sobre todo por mi condicion masculina. Este trabajo es un a aproximacion a la infidelidad del uaron e intenra ten er el cuidado de no caer en el error de ana lizar el terna desde un enfoque tipi ca­ 11

mente machista. Mucho menos se propone alentar a los hombres a ser infieles. Sencillamenre planrea asu­ mir la infidelidad de estes como una realidad y pro­ pone una "rnetodologfa" a seguir para sobrellevar la siruacion dentro de los niveles mas seguros posibles, para evirar asf la tan tern ida crisis que genera toda infidelidad descubierta. El presenre libro sera de utilidad a los hombres que desean manrener una relaci6n paralela sin ser descu­ biertos, es decir, evitar que su pareja (oficial) tome conocimiento del asunto. Si acaso un hombre desea (consciente 0 inconscienternente) que su infidelidad se descubra, este trabajo no Ie aportara ninguna utilidad. Finalmente, deseo aclarar que, si bien el terna pue­ de llegar a estimular la morbosidad de los lectores, este trabajo se encara seria y rigurosamenre. En su realizaci6n se invirtierori cienros de horas entrevistando a, y estudiando los casos de, numerosos hombres infieles, El enfoque de la investigaci6n es cualirativo, el cual se consider6 que podrfa aportar una informaci6n mas rica que los frfos numeros de aproximaciones estadisticas 0 pararnetricas. Los varones infieles consulrados aportaron resti­ monios y sugirieron tacticas aplicadas por ellos para evitar ser descubiertos en sus correrfas. A usred, estirnado lector, le deseo buena suerte en las suyas ... A tcdos, les digo gracias , muchas gracias .

LA INFIDELIDAD MASCVLlNA

Concepto rim ero debemos empezar por concordar en algu­ nas ideas acerca de 10 que enrenderemos a 10 largo dellibro por "infidelidad rnasculina". £1 var6n infiel es el que teniendo una amiga, novia, pareja, esposa 0 am ante con la que esta relacionado sentimenralrnente, unido 0 no en matrimonio, busca o acepta la cornpafifa (sentimental 0 sexual, ocasional 0 permanente, pagada 0 gratuita) de otra u otras mujeres de manera sirnultanea con su relaci6n "oficial".' Por tanto, siempre que en el horizonte existencial de un hombre al lado de quien ya esta una mujer, aparezca otra, habra un caso de infidelidad. La palabra en sf sugiere un ideal de relaci6n de pa­ reja: la exclusividad de vinculo con una sola persona o monogamia. Esta tradici6n -como ya se sefial6­ es propia de la cultura occidental, ya que existe un gran nurnero de culturas -unas mas difundidas y

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1 Como se vera, en esta definici on se excluye direcrameme la alusion a las relaciones homosexuales, en las que, par cierro, tarnbien puede (y suele) haber infidelidad, lirnirandonos en este caso espedficameme a las relaciones hererose xuales.

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conocidas que otras- en las que se alienta y pracrica la poligamia, culruras que se sustenran en dicha prac­ uca.

Causas Este asunto clararnente nos lleva al terreno de la polernica. Distintos secrores ensayan diferentes expli­ caciones para la infidelidad masculina. Aquf presenta­ mos algunas explicaciones desde el punto de vista biogenetico, psicologico y socioeconornico.

Biologico-geneticas: la naturalezapofigama del uaron Hace miles de afios, en la Prehistoria, cuando los seres humanos vivian en las cavernas, su existencia cons­ tanternente resulraba amenazada: el frio extrerno, los grandes animales salvajes, la dificulrad para encontrar comida, las numerosas enfermedades contra las que no habia proteccion, etcetera. Esto genera en la hu­ manidad de enronces un fuene impulso de sobrevi­ vencia de la especie, que llevo a los primeros grupos humanos a organizarse en danes en los que la estruc­ tura social se basaba en los, llamernosle asf, "matrimo­ nios grupales" y practicas de poligamia (un hombre con varias mujeres) y poliandria (una mujer con va­ rios hombres). Instintivarnente, aquellos seres humanos rrataban de lograr 10 que para la demografia acrual seria una equiparacion entre las tasas de monalidad (enfer­ 14

medades y rnuertes) y las de natalidad (embarazos y nacimientos). Era algo puramente natural y biologico, Este esquema reproducido durante miles de afios, se integr6 en los codigos geneticos de los humanos, configurando una natural predisposicion 0 impulso (en ambos sexos) a buscar y desear mas de un compa­ nero sexual (inicialmenre con meros fines de repro­ duccion y supervivencia de la especie). Fue con el reciente advenimiento de la civilizacion y la exacerbacion de la moral cimentada en valores religiosos como se insralo, en la cultura occidental, el mandaro 0 ideal rnonogamico, es decir, la nocion de fidelidad a una sola pareja. Pero sabemos que la cultura es una construccion social. En cambio, esta herencia atavica esta -y sigue estando- alojada en los caracteres transmitidos de generacion tras generacion como tendencias hereda­ das y, de acuerdo con las leyes de la herencia, seguira activa rodavia durante varios miles de afios.

Psico16gicas: de fa orientacion sexual multiple a fa fatiga [uncional Como complernento del analisis de las caracterfsricas biologicas de las personas, respecro de la configura­ ci6n de su estructura sexual, no podemos soslayar las valiosas aponaciones de Sigmund Freud al entendi­ rniento de la sexualidad humana, una de cuyas con­ clusiones puede resumirse diciendo que el ser humano tiende a fijar su atencion e interes sexual en distinros objetos (personas). 15

Notese que estas conclusiones incluyen por igual a hombres y mujeres. El hecho de que, en apariencia, la infidelidad haya sido a 10 largo de la hisroria un aero reconocido y predorninantemenre masculino, se debe a los condicionamientos morales y sociales que la fun­ cion de la mujer ha experimentado y tenido que soportar durante siglos en diversas culturas. Asf se explica como es posible que la sociedad occi­ dental (caracterizada por un fuerte sesgo patriarcal) haya podido asumir con cierta benevolencia la infide­ lidad del varon, pero que condene energicarnente la de la mujer. No obstante, desde el punro de vista psi­ cologico, el potencial de la "infidelidad" an ida en ambos sexos. Por otro lado, los biologos y psicologos experirnen­ tales se refieren al concepto de "fatiga" cuando un teji­ do u organismo vivo deja de ser impresionado 0 esti­ mulado por un objero 0 hecho externo, luego de que este entra en contacto con aquel, repetidas veces 0, por 10 menos, la fuerza de la estirnulacion va deca ­ yendo gradualmente aun cuando se mantenga la intensidad de accion del objero 0 hecho estimulante, Esro significa que para lograr la misma estirnu­ lacion se debe ir incrernentando gradualmente las cantidades 0 dosis de sustancias u objeros estimulan­ tes. Este es el mecanismo que acaba por matar a rnu­ chos drogadicros, que un dia , como producro de la fatiga de su organismo ante la accion de la droga que consumen, llegan a ingerir 0 inyectarse una cantidad letal para el organismo (sobredosis). Similar fenorneno ocurre con la afectividad humana en materia de relaciones de pareja. Si bien 16

todos los codigos juridicos, religiosos y econornicos consagran la familia construida con base en una pareja monogama como el cimiento de la sociedad (occiden­ tal), en muchos casos ocurre que pasados los prirneros tiempos de una relacion de pareja, caracterizados por un deslumbramiento y entusiasmo iniciales, lenra­ mente, resultado de este fenorneno de "fatiga", el varon 0 la mujer advierten que la efervescencia hacia su pareja se va opacando y transformando primero en costumbre, aburrimiento despues y, finalmente, quiza, hasta el total rechazo. El problema radica en que cuando este ciclo con­ cluye, tal vez tenemos una pareja unida en matrimo­ nio e incluso hijos como producto 0 fruto de tal union. Lo cierto es que sera entonces cuando, para escapar de este desagradable estado de modorra, monotonfa, rutina y acostumbrarniento , el varon acepta 0 busca una nueva pareja, paralela a la oficial. En este sentido, se puede decir que esta sera un mecanismo de defen­ sa para protegerse de esa sensacion desagradable y sen­ tirse "renovado", Eso explica por que muchos hombres que tienen am antes no necesariamente se planrean sustituir su pa­ reja oficial por la paralela (cambiar oficialmente de pareja) , sino que mas bien desean vivir una experien­ cia que los alivie del desgaste producido por la antigua relacion, que tarnbien por el imperio de las normas sociales, jundicas, morales y religiosas se asume como necesaria de seguir sobrellevando.

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Socioeconomicas: las caracteristicas actuaLes del mundo laboral Una caract eristica tfpica del varo n es su in sercion en el mundo laboral , esro es, tr abaja en alguna ocupa­ cion, activid ad , organizacion 0 profesion, En las ulti­ m as de cad as, el sitio que el tr abajo ocupa en la vida de la gente ha ido en franco aumento, tanto en intensi­ dad de concentracion de energfas, como en volumen de tiempo invertido. Los hombres pa san cada vez mas tiernpo fuera de casa, trabajando en la oficina , fabrica 0 puesto de tra­ bajo. Generalmente, Began tarde a casa, luego de estar todo el dia ocupados. En su s actividades laborales cotidianas entran en contacto con mujeres que comparten iguales tareas; ya sean asistentes, secretarias, eje cutivas 0 jefas, las mujeres comparten cada vez mas tiempo laboral con los hombres. Y es sab id o que la actividad laboral plantea naturalrnenre tensiones, fru straciones, estres, desgaste mental y dernas aspectos emotivos. Gradualmente, en este am b ien te desgastante, los hombres y las mujeres que trabajan juntos se van acer­ cando, co rn part iend o dichas tensiones, apoyandose mutuamente a sobrellevarlas, intimando y ... cuando menos 10 esperab an , ya acab aron en la carna, incluso, co m o cue n ran algunos hombres, sin haberlo pensa­ do ... sin proponer selo . Comprometidos desde ahora a un esfuerzo futuro en la reali zacion de un esrudio serio sobre las rela­ cio nes de pareja en los ambientes laborales , estam os ahora en condiciones de afirmar, con base en lo s datos 18

arro jad os por numerosos articulos, revist as y publica­ ciones, que en los ulrimos afios ha aurnentado drasti­ carnente el nurnero de relaciones ent re hombres y mujeres en los lugares de trabajo . En sfn tesis, respecto a este puntO ace rca de las causas de la infidelidad del varon , existen por 10 m enos tres razones de di st in ta indole que Bevan a los hombres a ser infieles: la herencia gen etica, la estructura psi­ cologica de orientacion sexual multiple, sum ad a a un d eseo de protegerse del aco stumbramienro que pro­ duce modorra y hastfo, y las particulares caracterfsticas del mundo laboral que los Bevan a compartir muchas horas y exp eriencias d e todo ripo con otras mujeres. No de seo conduir este parrafo sin antes considerar las probables objeciones y crfricas que estos argumen­ tos puedan despertar. Algunas personas diran que ju s­ ramente la naturaleza "civilizada" de los actuales varones, aun ada a la racionalidad moral y los ideales religiosos d eb ian ser suficien tes para "co riten er" este potencial ge ne tico, 0 que quien piensa solo en su saris­ faccion com etien do ad ult erio, siguien d o sus impulsos y para evit ar el acostumbrarniento 0 modorra es un neurotico egofsta, 0 que el hecho de rrabajar conjun­ tarnente hombres y mujeres no les da dere cho a acabar acos tan d ose ... etcet era. Con toda seguridad , hay va ro n es que nunca han cometido ad ulterio 0 nunca han sido infieles a su s pa ­ rejas 0 no vias. Aunque eso no quiere decir que en el fondo no 10 deseen intensarnente, n i que no sientan at raccio n por orras mujeres. Negarlo implicarfa caer en un liri smo para el que ya no tengo tiempo ni ene r­ gias.

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Hemos llegado a la conclusion (con base en las observaciones y estudios realizados) de que el rnirnero de hombres que en algun mornento de su vida sexual act iva fueron infieles a sus parejas supera con creces al de los que se abstuvieron de dar rienda suelta a sus impulsos. No nos interesa probar que tales actinides son moralrnente correctas 0 incorrectas. No somos inqui­ sidores, sino cientfficos de la conducra que inrenra­ mos develar las zonas oscuras que se ciernen sobre un hecho social analizado con poca seriedad, pero cada vez mas llarnativo y frecuenre.

VSTED Y SV PAREJA (OFICIAL)

U

sted quiza tiene una pareja (esposa, novia, pro­ metida 0 amiga) y tal vez (sea par los rnotivos que fuere) una am ante 0 mujer con la que manriene una relacion paralela. Si esta decidido a sostener dos relaciones si­ multaneamcntc, enronces tendra que estar dispuesto a invertir tiempo, atenciones y esfuerzo en manrenerlas ambas. En este apartado se sugiere una serie de actinides, gestos 0 actividades recomendables para aplicar con su pareja oficial, a fin de manrener con exito el doble vinculo amoroso.

Consejos practices sobre su pareja oficial Su pareja es la que oficialmenre usted eligio. Eso sig­ nifica que ella tiene cierros derechos adquiridos (mas aun si por ventura a estas alturas ya ostenra el honar de ser la madre de sus hijos). De manera que, si usred no ha conremplado la posibilidad de abandonarla por su amanre, sino que mas bien desea seguir junro a esta, debera estar dispuesto a observar una serie de

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d eralles y te ne r ciertas ate nc iones imprescindibles, co n el fin de garanri zar para ella la creaci6n y el man ­ ten imi enro de un estado de sarisfacc i6 n personal respecro d e usted y de la relaci6n extra ma rital que sosnene. Esros d eralles ap u nran a lograr generar en ella ese estado de rranquilidad co n el que se sienra seg ura en relaci6n co n usred y su fidelidad h acia ella, para que as! no sospec he d e nad a, abs ren iendose, por ta n to, de ado ptar actit udes susp icaces y desconfiad as. El objetivo p rin cip al es transmitirle a la pareja ofi­ cial un firrn e y claro m ensaje, perfe ctarn ente ilustr ad o en cl tftulo de uno de los exitos del ca nra uro r lat in o Luis Migu el: "Tu 0 ni ng u na". Este men saje se pu ed e transrnitir a partir de la p ues­ ta en practica de gesros 0 actitudes que de noten pa­ si6n, que indiquen que esta sigue tan viva como en los prim ero s tiempos (au n cuan do ya este ago n izando) . Algunas de estas estrategias incluyen 10 siguienre .

a) Regalos No deje de obsequiar pequefios (0 grandes) regalos a su esposa 0 pareja, co mo seg ur am enre 10 h acfa en los primeros tiernpos d e la relaci6n . Los du k es, choco­ lates 0 un ramo de rosas sin rnotivo aparente, 0 fuera de los dfas especiales, le rrans rnitiran a ella la sen­ sac i6n de que usred sigue fielmenre ena mo rado d e ella como quiza 10 est uvo alguna vez.

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b) Invitaciones a comer Ordi na ria meme in vite a su esposa a un restau rante elega nre 0 ac uda co n ella a sirios donde sus princip ales am istades los en cu enrren co n frecuen cia. Esta expe­ riencia resultara muy em oc io na me para ella y la had sen tir que usted se sien te orgulloso de estar a su lad o , ya que 10 asume en publico freme a sus conocidos y freme al m un do en gene ral.

c) Fines de semana intimos En cuanro sea posible, arregle pasar algunos fin es de se­ m an a junros y solos(si tien en nifios, p6ngase de acuer­ d o co n una persona 0 fam iliar de co n fianza para que los cu ide durante la salida). Corn po rtese de forma sensi ble y pruebe 10 b ien que Ie hara a ella desp er tar­ la co n el desayuno servido por usted para agasa ja rla; de hech o , prepare usted m ismo los alimen tos y no olvide el in faltable ramo de flores jun to a la bandeja del desayuno. Esro crea para ella jun ambienre de pelfcul a!

d) A nive rsarios Por mas oc upad o que usted se enc uem re d isfru tando de la co rnpa fifa de su n ueva amigui ta 0 arnante, nun ­ ca, jarnas se olvid e del an iversario de bodas. Esre hech o es un pecad o imperdo na ble para las esposas y es la sem illa d e la que bror a y erece co n inusirada velocida d la d escon fian za y la sospecha d e q ue, en realidad, h ay una tercera perso na en la relaci6 n. 23

Si usred es un ejecutivo 0 empresario, por 10 menos encargue a su asistente 0 secreraria comprar un obse­ quio. Si no le es posible 0 conveniente (quiza parque su amante es su secretaria), pruebe, de entre las numerosas opciones de venta que hoy se disponen para este medio, encargar par telefono el pedido. Finalrnente, opte por pedir a un amigo 0 conocido el favor de realizar la compra por usted, pero nunca, en ningun caso, deje de mostrarle a su esposa que tiene bien presente la fecha y que la celebra al igual que ella.

e) Campania Par mas aburrido, incornodo 0 desagradable que le resulre, si esta decidido a obligarse a mantener su ma­ trimonio.? no deje, de tanto en tanto, de acompafiar a su esposa a realizar algunas compras, ir al super­ mercado 0 compartir una caminata mirando esca­ parates. Estas actividades les encanran a las mujeres, y rea­ lizadas con el hombre de su vida les resulran alta­ mente estimulantes, Son las actividades que llevan a conduir a una mujer que su hombre es un buen com­ pafiero.

j) Didfogo Cuando usted se de cuenta que su esposa necesita charlar, cornpartir ideas 0 sentimientos, prestese a ello, pues generara un espacio esrimulante de dialogo en el que ella se sentira satisfecha y correspondida, y no alimenrara su predisposiciori -llegado el momen­ t a - a prestar atencion a las infaltables habladurias que sobre usted y su relacion paralela seguramente se iran tejiendo de alguna manera. Recuerde: las mujeres necesitan dialogar con sus parejas para sentirse felices y seguras. En cuanto pueda, hagalo usted con su esposa.

g) Sexo iNo olvide que su esposa es un ser de carne y huesol, por 10 que resulra irnportante que le asegure su corres­ pondiente cuota de satisfaccion sexual. Ademas ... ~ya ha probado 10 que se siente hacer el amor, el mismo dfa, con su esposa y con su arnante? Lujurioso, ~no? Si aun no 10 ha hecho, le apuesro a que usted algu­ na vez 10 ha pensado. Ande, anfrnese. Vera que la experiencia valdra la pena.

2 Si bien 10 mas saludable para cualquier persona serfa no per­

manecer allado de alguien con quien no es feliz, estarnos cons­ ciemes de que existen no pocos casos en los que, por diversas razones, algunas personas optan por obligarse a sf mismas a sobrellevar una relacion, aun cuando estan plenameme cons­ ciemes de que no les satisface.

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LA JJoTRA"

(jAHL.. ESE BOMB6N

QVE ENDVLlA LA VIDA)

n cuanto a la "otra", quiza rodavia haya mas que decir que sobre su esposa 0 pareja oficial. Lo primero que sera interesante analizar tiene que ver con el inicio de la relacion, las esrrategias de seduccion que se utilizan ordinariamente y en situa­ ciones especiales. Luego siguen unas notas imporrantes sobre los aspectos recomendables de tener en cuenta desde el inicio mismo de la relacion, y posteriormenre nos explayamos en como sobrellevar este vinculo pa­ ralelo, con la mayor "segur idad" posible, una vez que este ha empezado.

E

Estrategias de seduccion a) Una nota iniciaf sobre fa seducci6n Aunque le pese a las feministas recalcirrames (de las que por suerre cada vez quedan menos ejemplares), el hombre sigue (y seguira) siendo un "cazador" por excelencia. Las mujeres que asumen su femineidad sin conflic­ tos, no solo aceptan de buena gana esta naturaleza 27

masculina activa 0 depredadora, sino que disfrutan trernendamenre cuando se sienten la "presa elegida" por el varon-cazador, convirtiendose a partir de ahf en el centro de los esfuerzos de seduccion masculinos. De manera que la seduccion es fundamental (por 10 hermoso y excitanre) en el proceso de gesracion del vinculo hombre-mujer, y especialmente si el hombre, o ambos, estan ya comprometidos en pareja con otras personas.

COMO SEDVCIR A LAS MVJERES EN

SITVACIONES ORDINARIAS

ara los fines de este trabajo, consideramos como ordinarias las situaciones en que usted no necesita tamar precauciones especiales para lanzarse de lleno a seducir a alguna femina que se le atraviesa en su ca­ mino, tan solo por el hecho de encontrarse en ese mornenro lejos de su casa, solo 0 sin la presencia de familiares, y especial mente de su esposa 0 pareja. En situaciones en las que no sera necesario extrernar cuidados para que nadie (del grupo de las personas citadas) se percate de sus acciones, y pueda usted abo­ carse tranquilamente a "cazar" la presa elegida. Las siguientes estrategias que sugirieron nuestros entrevisrados han demostrado ser altamente eficaces para acercarse a una mujer con fines seductares.

P

Ser caballeroso

Hoy, el mundo moderno, ajetreado, frio, insensible y acelerado predispone en general a las personas a con­ ducirse de manera poco gentil y, en el caso de los varones, poco caballeresca. Aquellas doradas epocas en que el varon se inclinaba reverente ante una dama, le ofreda su brazo para cruzar una calle, le abria una puerta como gesta de cortesfa y le cedta el asiento en

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un sitio publico, desafortunadamente se han ido per­ diendo por el mal entendido proceso de "igualdad de generos", que no es otra cosa que un desagradable y confuso estado al que algunas mujeres arrastraron a sus congeneres en nombre del mal Hamado feminis­ mo. En realidad, la igualdad de generos es una reali­ dad en materia de derechos sociales y civiles. Pero en materia biologica y afectiva (psicologica) , el hombre y la mujer no son iguales, ya que, de manera natural, ella necesita una arencion y un trato, entre otras cosas, diferentes al del hombre. De hecho, la liberacion femenina y la igualdad de generos hace que actualrnente muchos varones hayan abandonado estas practicas, antafio muyarraigadas en la conducta de todo hombre que se precie de ser un caballero. Sin embargo, las mujeres de la nueva gene­ racion afioran y ansian recibir esos gestos de cortesia y caballerosidad que hace tiempo sus abuelos tenian hacia las mujeres de su epoca y que sus madres se encargaron de hacerles sentir culpables por apreciar. Por ello, una herramienta poderosa para atraer, seducir y conquistar a una mujer puede ser simple­ mente la cortesfa, Pruebe y vera el impacto que causa en una dama que usted Ie abra la puerta para ingresar al centro comercial, subir a1 auto, que se levante y Ie ceda un lugar cuando se encuentren en un sitio bas­ tante concurrido donde no hay asientos desocupados, entre otros,

JO

Explote su actividad 0 profesion (el sindrome de James Bond) Segun la teo ria de la seleccion natural de Darwin, los individuos mejor dorados, los mas fuerres, son los que sobreviven. En los seres humanos esto se traduce de varias maneras: una se relaciona con la dinarnica del esrablecimiento de las relaciones de pareja. (Esto tiene que ver con los criterios que, al igual que las hembras de otras especies animales, adoptan esras al elegir al macho con que se aparearan.) Esto significa que, naturalmente, las mujeres bus­ can trabar relacion con hombres interesantes, no co­ munes, especiales, entre otros rasgos. Tal diferencia se establece muchas veces, entre otras cosas, por la acti­ vidad que desernpefia el varon . La misma, de acuerdo con sus caracterfsticas, puede ser vista por las mujeres como un distintivo que 10 aparta del resto de sus con­ generes y 10 convierte en un especimen interesante con quien formar una pareja, para engendrar hijos "mas fuertes y que sigan mejorando la especie", Este aparcnte aspecto venrajoso de la actividad de un hombre es 10 que se denomina el sindrome de James Bond. En las peliculas sobre este personaje, las mu­ jeres caen rendidas a los pies del apuesto y valiente espia que en las mas arriesgadas misiones se juega la vida y salva al mundo del malvado delincuente 0 del cientifico loco. Aunque usted carezca del atractivo de los acto res que encarnan a James Bond, quiza pueda ingeniarselas para aparentar que su actividad laboral 0 profesion es tan atractiva 0 similar a la condicion del famoso espia.

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Por suerte para los lectores, no es posible delimirar de manera clara el especrro de acrividades 0 profe­ siones que mas seducen 0 exciran a las mujeres. Esta comprobado que es la forma de represenrar 0 asumir el papello que lireralmenre subyuga de enrrada a una mUJer. En efecro, igual adrniracion causan hoy en las mujeres ranro el desernperio de actividades 0 profesiones tradicionalmenre masculinas, como las de torero, boxeador, ejecutivo de empresa 0 cirujano: o las que por cuesriones dernograficas y de perfil hasta hace poco eran predominanremenre femeninas: bailarfn de ballet, decorador, puericultor, etcetera. Lo que es evidenre es que, independienremenre de la acrividad, el requisiro para causar adrniracion en las mujeres es tener un mediano 0 gran exito en el desem­ pefio de aquella, Esto es, alcanzar cierto grade de re­ conocimienro, reputacion y aprecio en dicha activi­ dad. De manera que para las mujeres siempre sera preferible un renombrado chef que un oscuro y me­ diocre abogado sin horizonres. Si usted, estimado lector, es del ripo de hombres que se puede decir ha destacado -aunque sea media­ namente- en su acrividad laboral , carrera 0 profe­ sion , enronces tiene en sus manos un recurso impor­ ranre para seducir a las mujeres. Por ejemplo, uno de nuesrros entrevistados era vendedor de seguros. El, para efecro del conracto con mujeres candidaras a ser seducidas, siempre tenia a mana una muy bien disefiada tarjeta (aparenremenre de negocios), en la que se presenraba como experro asesor en siruestros. 32

Cuando andaba en la calle y vela a una mujer (bonita) que acababa de tener un accidenre de transi­ to, cual caballero que desenfunda su espada para impresionar a la joven doncella, extrafa su rarjera y corria presto al encuenrro de la desaforrunada. Luego de una alardeanre presentacion, se ofreda para aseso­ rar (sin compromisos de tacturacion) a la dama, ase­ gurarle dar los pasos necesarios que le garanrizaran en el fururo inrnediato el correspondienre resarcimiento de parre de su compafiia aseguradora. Y como dicho proceso implicaba el suminisrro de cierros datos rales como relefono, lugar de trabajo y otros, bastaban a nuestro seductor unos pocos con­ tactos 0 encuenrros para conducir irremediablemenre a la dama hacia sus reales aposenros. En todo este proceso, el secreto para impresionar a la "victima" era el amplio y profundo conocimienro del rubro de los seguros y de las exigencias burocrati­ cas de esas empresas hacia sus clienres. Con este ejemplo se ilusrra muy bien como deter­ minada profesion 0 actividad laboral puede ser el gan­ cho inicial con el que se arrae la curiosidad 0 interes de una mujer.

Actuar con seguridad Dedamos que en general se ha perdido la imponenre presencia de los hombres que impresionan a las mujeres con su personalidad y aplomo. Los varones que aun hoy logran rescatar 0 man­ rener a flore tales atriburos, obtendrfan grandes con­ 33

quistas entre el genero femenino. En efecro, para elias no hay nada mas impactante que un hombre que les dernuestra una profunda seguridad en sus gestos, sus palabras, en su andar, en rodo. Pruebe inrerceptar sin rodeos a una desconocida en una tienda, presentese con su nombre y apellido; entreguele su tarjeta de negocios, pero sobre todo mfrela a los ojos firme y directamente, con un dejo de ternura (que, entre otras cosas, es 10 que roda mujer bonita nos hace sentir a los hombres) y esboce una leve sonrisa. Aqui ya no irnporta (como en el caso an­ terior) su profesion 0 actividad; 10 importante es que vaya directo al grano. Segun nuestros entrevistados, algunas frases, como "me detuve a charlar contigo porque eres la mujer mas hermosa que jarnas vi en toda mi vida" , 0 "si hay algo que se bien es 10 que quie­ ro, y de entre eso destaca el hecho de que siempre es­ pere conocer a una mujer como tu", dichas despues de presemarse, causaran un fuerte impacto en sus even­ tuales interlocutoras, siempre que sepa pronunciarlas con la entonacion y la postura corporal correctas.

Notas sobre el perfil ideal del uaron seductor actual No terminaremos este apartado sin antes precisar ciertas ideas sobre el perfil ideal del hombre actual que seduce con exito a las mujeres. Estas precisiones hemos de formularlas sobre tcdo para evitar rnalinter­ pretaciones de las estrategias propuestas en los tres apartados anreriores,

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En efecto, cuando aludimos al hombre que con las mujeres actua recia y arrogantemente, no estamos exultando el modelo tradicional de macho embruteci­ do estilo Rambo, mas cercano a la psicosis que a la salud mental, cuyo perfil le impide mostrar rasgos sensibles hacia las mujeres. En efecto, hoy ellas necesi­ tan encontrar en un varon, de manera proporcional, actitudes como la de "apoyate en mi hombro para llorar", 0 las del ripo "hoy estay triste y quiero com­ partirlo conrigo". Se trata del "nuevo varon" que actua seguro y firme en un momento, pero que en otros derrocha tanta sensibilidad ante su pareja, que es capaz de comunicarse a fondo con ella a traves de una simple mirada. La industria del cine (con Hollywood a la cabeza) nos ofrece la mas perfecta evidencia de esa clase de hombre en el personaje interpretado por Leonardo Di Caprio en la taquillera Titanic. El mismo artista sen­ sible y carilindo (jack) que descubre la esencia de la belleza que anida en todas las personas y las plasma en sus retraros, adquiere la fiereza del tigre al proteger a su amada de la muerte segura en el naufragio, sacri­ ficandose el y ofreciendole a ella (Rose) la unica tabla que flotaba cerca para que ya, encima de la misma, no muera congelada. En sintesis, hoy las mujeres valoran al hombre muy varonil, pero que asume su sensibili­ dad como todo ser humane, la cual acnia como un puente de union y cornunicacion con su pareja.

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El proceso de La seducci6n en marcha, dsefzales de que?

Quiza una de las preguntas de los lectores sea: 2como se distingue en las mujeres una actirud de rechazo real de una asumida solo superficial mente para cumplir el rito de la resistencia inicial y no aparentar ser una mujer "facil"? La clara distincion en tales situaciones es en reali­ dad un desaflo para el seductor profesional. Veamoslo paso a paso: usted encuentra una mujer atractiva, quiza en la calle, acaso en una tienda, en el consulto­ rio del medico donde usted tenia cita 0 en cualquier lugar. Allf esta ella, esplendida, apetecible, abordable. Empieza el proceso tal vez presentandose, quiza solo mirandola fijamente sin decir nada. 2Como saber si ella, en particular, "se siente con ganas de ser seduci­ da por usted"? La respuesta es por su sonrisa. Si una mujer Ie sonrfe, aunque sea levemente y sus palabras sean de aparente rechazo, tenga por seguro que ella esta con usted, esta interesada. Esto que quiza pare­ ceria una conclusion simplista, en realidad no 10 es. En efecto, recordemos que la sonrisa es uno de los ges­ tos de apertura y simpatia mas espontaneos de los hu­ manos, es un gesto universal de paz (evoquemos la escena del rostro extraterrestre sonriendo a los cienti­ ficos al abrirse la puerta de la nave espacial recien ate­ rrizada, en la pelicula Encuentros cercanos de Steven Spielberg) . Tambien esta conclusion debe entenderse desde el campo de la cornunicacion. Existen entre los seres vivos, y por 10 tanto, tambien entre los humanos, dis­

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tintos lenguajes para comunicarse. Entre los que des­ taca ellenguaje verbal u oral y ellenguaje corporal. En ocasiones, 10 que una mujer quiza aparente "cornunicar" con su lenguaje verbal es un rechazo a ser interceptada 0 a iniciar un contacto con un hom­ bre que es un perfecto desconocido. Frases como "estoy apurada", "que le importa (rni nombre)", "es­ toy esperando a alguien", son los mensajes (aparentes) enviados verbalrnente, tal vez solo para resistirse un poco y cumplir con el protocolo que a todas las "chi­ cas buenas" sus madres ensefiaron a ejecurar inicial­ mente ante un proceso de conquista en el que se yen envueltas. Pero si, por ventura, mientras una mujer verbaliza estas frases, usted ve que ella Ie "sonrie calidamcnte", entonces de por hecho que ella desea seguir adelante. A partir de ahi, sera un desaflo para usted como seductor ir encontrando de manera artesanal (como el ladron de cajas fuertes va lentarnente venciendo la cornbinacion que le impide alcanzar su objetivo), el ca­ mino para mostrarle a la dama elegida que usted com­ prende su negativa inicial, pero que ella acceda -aun cuando solo sea un punto de partida- a darle su numero telefonico y a aceptar que la llame para con­ versar pasado manana, no depreciara la valoracion de us ted hacia ella sobre su condicion de "dama respetable" . Quiza en otros casos (en un proceso mas adelanta­ do) ella acepte en ese instante una invitacion a tomar algo en un bar cercano para seguir conociendose, Aqui tarnbien el mensaje de fondo debe ser: aceptar

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tal invitacion no implica reconocer que es una cualquiera. En suma, para todos los casos y posibilidades 10 importante sera transrnitir a la dama dos mensajes claros y contundentes: • Que usted aprecia su cautela y discrecion inicial, pero que, cumplido el ritual inicial de toda mujer decenre, aceptar la intercepcion no dete­ riorara la imagen de ella ante usted. • Que aun cuando ella externe sefiales verbales de supuesto rechazo a que usted la corteje, debido al irrefutable hecho que ella al sonrefr le indica que "siga adelante", usted esta firrnemente dis­ puesto a connnuar, Si ambos mensajes los envfa usted inteligente y caurelosarnente a una dama, tenga la certeza de que acabaran derribando las aparentes resistencias iniciales de ella a enrablar conversacion con usted. Recalquemos que los mensajes se envian con inteligencia y cautela, puesto que usted nunca debe presumir haber descubierto el juego inicial de ella, consistente en una fingida resistencia. jarnas debe cornerer el error (como Ie ha ocurrido a algunos) de ser petulanres, diciendole a la dama que sabfa que, aunque ella pareda negarse, en realidad en el fondo 10 deseaba. Con esto, 10 unico que lograra es activar las reales defensas del amor propio de la persona, forzandola a adoptar una energica postuta negativa, justarnente para mostrarle que usted estaba equivocado, perdien­ do asf una hermosa oportunidad de seguir adelante con la seduccion. Por ello es importante actuar con 38

cuidado: las mujeres prefieren ser seducidas, pero detestan a los patanes que se pavonean 0 jactan de estar seduciendolas, sobre todo mientras 10 llevan a cabo.

Mds seiiales; aqui estoy; lee mi mirada Tarnbien es importanre analizar otra sefial que las mujeres envian para indicar que desean ser seducidas: se trata de una que normalmente lanzan cuando sien­ ten que el hombre que les parece atractivo no las ha "tornado en cuenta", Puede ocurrir que cierta dama, a la que usted no le ha echado el ojo 0 que no le parece suficientemente atractiva como para desplegar sus encantos seductores, ya 10 haya "elegido" a usted para que la seduzca. Resulta interesanre, pero, debido a la influencia de las pautas culturales y sociales, incluso morales, aun son muy pocas las que se animan a to­ mar abiertamente la iniciativa (quiza par miedo a que las consideren faciles) de acercarse a un hombre con claros fines de entablar una relacion. En vez de eso, la mayorfa de ellas despliega una sutil estrategia que, si bien en su exterior puede tener muchas formas, en el interior subyace una finalidad: establecer un leve y minimo contacto para enviar un solo mensaje: aqui estoy, mfrarne, torname en cuen­ ta... y empieza a seducirme. Esta estrategia para arrojar el mensaje, dedamos, puede adoptar distintas formas: desde un aparente e imprevisto tropezon entre ambos (quiza con la caida de los libros de ella), pasando par la inocente pregun­

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ta de " ~ p ue de deci rm e donde q ued a la calle fulan a?", hasta llegar a la llamad a 0 visita personal (de ella) para co nve rsar sobre asun tos "inocc n tes", co mo la consul­ ta acerca de qu e capitulos estud iar para el exame n (si usted es su profesor en la uni versidad ) 0 a qu e hora es la salida de la excurs ion (si usted y ella son co m­ pafieros en un club de escalad ores), cua ndo podria enviar ese pedido tan irnp ortante (si usted es un p roveedo r y ella su clien re). Las po sibilidad es son in­ finitarnente vari ad as, pero este atento, bu sque la mi ­ rad a de ella, exam inela, inv esdguela, pongala co m o bajo un mi croscopio y analice: ~qu e Ie di cen esos ojos?, ~acas o 10 estan llam ando sutil 0 abierrarnen te? Si usted presta atencio n en este detall e, descubrira -y se sorp rende ra-s- cu antas mujeres a las que no ha to rnado en cuema 0 no ha elegido para sed uc irlas, casi esta n irnploran dole co n sus miradas, y co mo no ha rep arad o en ellas, debi eron propiciar la circunstancia de un primer enc ue mro bastante "inocente" al pare­ cer. s era emonces momemo de que su o pcion per­ so nal sea decidir acepta r 0 no la invitacion y em pezar asf el proceso de sed ucc ion co mo co rrespo nde a rod o varo n qu e se precie de ser un oficial sed uc to r, Esto sera posibl e luego de que usted inrerpie te co rrec tam ente el sign ifica do de cie rtos esfue rzos fem eninos po r esrablecer comacro 0 co nve rsacion con usred , y de qu e ana Jice a fondo que mens aje ani da en esos O) OS. C onviene recordar no caer en famasfas ilusori as y po co realisras de qu e usred es un irresistibl e sed uct or qu e literalmente enloq ucce a todas las muj eres qu e se Ie cruz an enfreme. Es importante recon ocer y ad m itir

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qu e, de emre todas ellas, hab ra acaso una 0 mas de una que suspirara a su paso, y que tornara - por ustcd- la decision de qu e vale la pena que se co noz­ can en m ayor profundid ad , po r 10 qu e propiciara sutilrne n re esa circunstanc ia qu e les perrnit a em pezar a co noce rse. Ad elante, este ate nto pa ra de scubrir estas siruac iones y... japrovech elas!

Diagnostico del caso: dque tipo de mujer tiene enfrentei Luego del primer com acro y del acercamiemo inicial, alemado quiza por la sonrisa 0 la mirada sugere nre de la darna, se debe realizar algo irnportante: di agn osticar an te que ripo de mujer nos hallamos, en cuanto a la "velocidad" a la qu e el proceso de sed ucc ion puede desar rollarse. Este diagn ostico es fundam ental, debido a que si usted no sin to niza su veloc idad de sed uccio n co n la tipologfa de la da ma, prob abl ememe la cosa no terrn inara bien ; incluso los resultados seran desagrad a­ bles y hasta bo chornosos para usted. AI respecto, en materia de la velocid ad a la que se puede ejecutar el proceso de sed uccion, se idemifican los siguienres tip os de mujeres. La mujer "hagdmoslo ya" Es el tipo de muj eres desinhibidas y lib erad as, acos­ tumbradas a ir di rectam ente a la cam a con un h om­ bre por pura qu irnica en el primer en cu entro. So n perso nas que no reprim en sus impulsos sexuales ni 41

sienten culpa por adrnitir abiertamente freme a un hombre: "[quiero que me poseas ya!" Como ejernplo, citamos el caso de un alto ejecurivo corporative que una manana, como a las diez, recibia en su oficina a damas que se posrulaban para secretarias, a q uienes debfa enrrevistar para luego rornar una decision. EI lugar para las entrevistas era una sala de juntas: las personas que ingresaban deb ian hacerlo por un extrerno y llegar hasta el opuesro, donde se ubicaba la mesa de reuniones en la que aguardaba el ejecurivo enrrevisrador, EI trayecto desde la puena hasta la mesa era mas 0 menos de unos cinco metros, Luego de dos entrevistas, ingreso a la sala una ter­ cera candidara, quien desde que entre se sintio sub­ yugada por su interlocutor, al que no deja de mirar fijameme a los ojos y sonrefrle en rodo el trayecro hasta sen tarse freme a el en la mesa de reuniones. La disrancia de la entrada al sitio donde la dama debia sen tarse, le parecieron kilometres a nuestro entrevistado , y los vivio casi en carnara lema. Ella venia sonriendo y 10 miraba fijamente ya con deseo, que term ina por contagiarselo a el. Luego de un inter­ cambio de sonrisas, saludo y protocolo, incluidas las presemaciones mutuas, y apenas transcurrido minuto y medio de la charla, el ejecutivo, avezado en las artes de seduccion y expeno conocedor de mujeres, se ani­ mo a pregumarle a quemarropa 10 siguiente: "Bien, evidenternenre tu sonrisa nos confirma que hay una quimica poderosa entre ambos, 2que tal si dejamos la oficina y vamos a otro lugar para conocernos mas pro­ fundamente? "

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Ante esta sugerente invitacion, la dama sonrio, se levanro y dio unos pasos hacia la salida sin decir pala­ bra; cuando ya estaba por llegar a la puerra, se dio media vuelta y, sonriendo mas ampliameme, Ie respondio: "Te espero en la plama baja", al tiernpo que guinaba un ojo a su audaz interlocutor, Esra por dernas decir que, cinco minutes despues, nuestro protagonista cancelo todas sus reuniones pre­ vistas para el resto del dia y salio corriendo hacia el ascensor... y regreso a la oficina casi hasta la hora de salida, al finalizar la tarde. Y todo este proceso no duro mas de dos rninutos en definirse. Por si a algiin mal pensado se Ie ocurre suponer, cabe aclarar que finalmente la secretaria contratada fue otra mujer distinta. Tarnbien hemos de aclarar que, segun testimonio de nuestro informame, luego de ese primer encuentro sexual surgio entre ambos una ardiente relacion que duro aproximadamente dos afios y medio. La mujer dbrete sesame Este tipo de mujer es la que esra en el peldafio si­ guiente en la escala. Es un tipo de mujer desinhibida y ardiente, aunque necesita, para su tranquilidad, que su posible interlocutor masculino descubra la clave secreta para lograr que en el primer encuentro ella lite­ ralmente se abra de par en par. Esta clave secreta en realidad puede ser algo tan simple como el amable gesro de abrirle la puena del auto, ayudarle a cargar sus libros 0 encenderle un cigarrillo. Quiza sea una palabra pronunciada con el

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rono y la mirada correctos, 0 incluso una sonrisa tier­ na sin mediar palabras; 0 quiza algun tipo de contacto fisico aparentemente inocente al principio. Lo concre­ to es que este tipo de gestos tendran en ella el mismo impacto mdgico que las palabras dbrete sesame tienen en la puena de la cueva que se menciona en el relato de Ali Baba y los cuarenta ladrones. Esto significa que esta dama posiblemente sea menos directa que la del tipo anterior, pero igual­ mente estara dispuesta a tener sexo en la primera cita, siempre que usred logre encontrar sus claves de seduc­ cion. De hecho, es un desafio interesante para cualquier seductor que se considere un profesional en estas artes, Un entrevistado relata que siempre, al encontrar a este tipo de mujeres, le daba resultado 10 que el llama­ ba la estrategia del masaje. Si el encuentro se estaba produciendo en un lugar privado (tal vez en una playa solitaria 0 en una oficina ya cerrada al publico debido al horario), solia comentar como al descuido en medio de la conversacion, que alguna vez estudio fisiorerapia -10 cual en realidad no era cierro-, esto perrnitfa conducir la conversacion hacia el lado de poner de rnanifiesto 10 relajantes que son los masajes en el cuello. Poco despues (y casi imprevistarnente), nuestro testigo sella ponerse de pie, ubicarse rapida­ mente detras de la dama y, surilmente, buscaba con sus manos el cuello de su futura vlctima, para empezar a masajarlo riernarnente. Si ella se sobresaltaba y pre­ tendia resistirse, ella tranquilizaba susurrando al oido que s610 querfa mostrarle (inocenternenre) 10 que podia sentirse y continuaba con delicadeza su obra.

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Si ella no se oponfa, cl avanzaba, sugiriendole a la dama que cerrara los ojos y se relajara cornpletamente. A medida que avanzaban sus manos sobre la piel de ella, ella alentaba a que se conectara con 10 que sen­ tia y se dejo ir. Poco a poco, la zona recorrida por aquellas manos aurnentaba hasta que... ab arcaban todo el cuerpo de la dama, que ya a esas alturas quiza estaba despojandose de sus prendas. La senten cia final de nuestro entrevisrado era: "si llego a su cuello, ya es , " mla . Despues tal vez para no dejar de cumplir los modales de buenas chicas que habfan aprendido, luego del sexo, m as de una de estas mujeres declaraba sentirse "sorprendida de haber perrnitido que esto pasara, pero me deje llevar por el rnornenro", 0 10 que es 10 mismo: "descubriste mi clave y penetraste a mi " cueva.

La rnujer gana mi confianza En el siguiente nivel de nuestra tipologia, se halla la rnujer que no estara dispuesta, bajo ninguna circuns­ tancia, a tener sexo en el primer encuentro. Su esque­ ma personal lc exige conocer medianamente al caballero que la coneja y, recien entonces, estara dis­ puesta a ceder a los esfuerzos desplegados por este para conducirla a la cama. Por 10 tanto, con esre tipo de mujeres, serfa un error apresurarse. Si usted es de los que en un momento dado s610 busca 0 desea tener sexo casual (y rapido), entonces este no es su tipo de arnante. Busquese una del tipo hagamoslo ya.

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En cambia, este tipo de mujeres necesirara por 10 menos un os cuatro 0 cinco encuentros antes de estar lista. Estos podran consistir en salir juntos a comer, caminar por la playa a ir al cine. En el transcurso de tales conractos se iran produciendo acercamientos flsicos que aurnentaran en cuanto a profundidad e intensidad: desde caminar tornados de la mano, obse­ quiarse besos tiernos que se transforrnaran luego en ardienres: lenrarnente ella ira entrando en confianza hasta entregarse por complete. Este ripo de mujeres tiene un en canto especial para algunos seductores porque, segun dicen, "el goce no esta en el resultado final (poseer a la dama), sino en todo el proceso". La mujer a fuego Lento Este tipo de mujeres son enteramente opuestas a las de la categoria hagamosLo ya. lncluso quiza muchas de ellas, al conocer a su interlocutor masculino, en nin­ gun momenta se habfan imaginado con estes en la cama. Menos aun se imaginaban que pod ian conver­ tirse en am antes de un hombre casado. Este tipo de mujer reclama mucha paciencia; tal vez por haber recibido una rigida educaci6n 0 vivido una mala experiencia, tenga algun tipo de miedo 0 rechazo al sexo, 0 quiza OtrO seductor profesional antes que usted la hizo sentirse utilizada. Lo cierto es que ella necesitara que usted invierta muchas horas en dialogos analiticos. Estos deberan enfatizar la impor­ tancia de que ella adrnita, sin perturbarse, que usted la atrae (aunque sea casado) y que esa realidad debe asumirse. Invitela a dialogar sin trampas. Trate de

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ganarse su confianza, intente avanzar varios pasos en un encuentro y retroceder otros cuantos en el siguien­ teo Mas no decaiga. Persevere y llegara a su meta (la alcoba). Poco a poco ella cedera. Cuando se sienra mas seguro, cuesrione su sistema de creencias respec­ to al sexo y a una relacion con un hombre casado (0 comprometido en pareja en alguna de sus varianres). Confrontela con 10 que en realidad ella sienre y, finalmente, desafiela a vivir como una persona libre, que escribe sus propios libretos en vez de seguir los indicados por otros, es decir, dirijala hacia su cama. Ciertas frases seran muy inquierantes, por ejemplo: "Tu resistencia a seguir adelante con esto en el fondo no es tuya, sino que te la irnplantaron como un pro­ grama que se pone automaticarnente en marcha cuan­ do empiezas a querer vivir de acuerdo con tus propios deseos", y rem ate diciendole: "Lo peor de todo es que la gente que te impuso esas ideas es la que menos las lleva a la practica, por 10 tanto, (te parece que real­ mente vale la pena tenerlas en cuenra?" Estas mujeres pueden requerir varios meses antes de que entreguen su esencia, pero tarnbien sobre esro afirman algunos seductores profesionales que la victo­ ria es mas sabrosa... cuanto mas se resiste la presa.

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SITVACIONES ESPECIAl£S PARA

LA SEDVCCI6N

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stas otras situaciones implican que usted, en el mornento de conocer 0 interpelar a su potencial "sed ucida", no esta solo; quiza se encuerure con su esposa, su suegra, sus hijos, su cufiada, 0 todos juntos. Lo que ha de tener bien claro es que este tipo de situa­ ciones implican un mayor reto a su crearividad para lograr la anhelada seduccion de su elegida. A ella posi­ blemente se la presenten en una fiesta familiar, de compromiso de uno de sus primos, 0 podra ir a una comida en compafila de uno de sus cufiados, tal vez sea la compafiera de estudios de su sobrina de 18 afios, etcetera. No imporra como haya llegado ella hasta usted, La realidad es que Ie atrae, por 10 tanto, usted esta decidido a seducirla.

Los primeros slntomas: la actitud de ella hacia usted

Al iguaJ que en las situaciones ordinarias, conviene diagnosticar cual es la posicion 0 actitud hacia usted de la dama elegida para seducir. Analice si ella 10 con­ sidera de alguna manera, si conversa, si busca acer ­ carse a usted y, sobre todo, si Ie sonde. Si recibe sefiales de que ella tarnbien se siente atrafda por usted,

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entonces empiece a buscar la manera de acercarse lentamenre, 0 de continuar conversando una vez que en apariencia ya no existirfan motivos especiales para seguir haciendolo: debido quiza a que es la primera vez que se encuentran 0 a que se relacionan con gru­ pos familiares no muy cercanos. En realidad no importan los temas de la conver­ saci6n, pero sf que ambos intercambien palabras, se miren , se descubran, se olfareen (como en el escarceo de otras especies animales). Y que en este proceso ella perciba con claridad su mensaje: ni me interesas. Esto es basico frente a una mujer a la que se desea seducir. Lo que principalmente usted debe despertar en ella es simpada. Piense que por el hecho de estar en una reuni6n , sea familiar 0 del tipo que sea (con sus pa­ rientes y pareja, esto es, con los suyos y los de ella) ella necesita veneer ese sentimiento de "culpa" que de entrada le asalta inrcriorrnente, ante la idea de aceptar ser seducida por un hombre miembro de su familia extend ida, 0 amigo de la suya. Debido a esro, ella necesita un contrapeso en sus emociones: algo que contrarreste ese sentimiento de culpa que tendera a hacer que se aleje de usted y que siga charlando con otros invitados en la reunion, convirtiendo ese episo­ dio en un a sencilla "conversaci6n que se tuvo con un miembro del clan familiar, 0 con un amigo de la familia". Este contrapeso sera el sentimiento de agrado 0 simpatia que en los breves momenros de conversaci6n inicial usted haya generado en ella, suficientes para evitar que huya, y logre que continue conversando 0, por 10 menos, si esto no es estrategico y conveniente, 50

que acceda a continuar haciendolo mas tarde en esa misma reunion. EI acercamiento encubierto

Cuando se den las llamadas situaciones especiales (pre­ sencia de familiares 0 de su pareja), su acercamiento a una dama debe tenerlo oculta, solapada 0 muy sutil­ mente. Esto no significa que no ha de ser visto cerca o conversando con ella, sino que mas bien tendra que lograr que este acercamiento no despierte sospechas ni llame la atencion. En efecto , en cierto senti do no tiene nada de raro que usted enrable una breve conversaci6n con una mujer que le acaban de presentar en la boda de una so­ brina 0 en el velorio de un do; es usual y probable entre miembros del mismo grupo familiar amplio. Lo que sf generarfa suspicacias es que demuestre un exce­ sivo interes 0 entusiasmo por esa persona que recien conoci6 y con quien (supuestarnente) no comparte motivos 16gicos para seguir inreractuando mas alla de las conversaciones protocolares ordinarias. Asf, su de­ saffo en esros casos consiste en establecer el suficiente contacto para conocer a la darna, sin despertar sospechas 0 alertar a la gente que la rodea, acerca de ese acercamlento. Las siguiemes son estraregias utiles de tener en cuenta en situaciones como las descritas, con un publico potencialmente arnenazante de por medio:

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Acerquese y con6zcaLa Comenzar desde el principio, suele decirse, y se aplica al mornento de seduccion en una siruacion especial. En efecro, ambos se miraron y surgio esa atraccion primaria mutua; enronces, 10 que se necesita para nutrir esa ernocion incipience es conocerse. Para 10 cual ha de buscar la manera mas elegante e inteligente de tenerla cerca en ese encuentro 0 reunion. Algunas veces las circunstancias, de manera natural, seran favorecedoras (10 sentaron junto a ella en un acto que durara dos horas): en otras, tendra que ingeniarselas para ir a su encuentro de tiempo en tiernpo con algu­ na excusa, a causa de que en esa reunion estan ubica­ dos en mesas diferentes 0 disrantes. Lo irnportante es que encuentre la forma mas segura de tener breves encuentros y conversar con ella. En todo ese proceso no olvide el secrero de la mirada: hablele con los ojos, enviele su mensaje a griros: HI me gusras.

Supervise el entorno Conviene recordar que mientras redo este proceso ocurre, usted paralelamente tiene que supervisar, con ojo crftico, el entorno en el que se encuentran. A par­ tir de 10 ya citado acerca del lenguaje corporal, debe saber que cierta gente tiene una alta capacidad para darse cuenta cuando un proceso de seduccion esta en marcha frente a ellos. Incluso, aunque este proceso surja en un ambiente en apariencia "inocuo", como una reunion familiar a la que supuestamente la gente "no fue para eso". Lo cierto es que debe estar alerta a

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los probables escrutinios que los dernas realicen acer­ ca de su conducta seducrora hacia esa dama. Si advierte que alguien 10 observa insisrenrernenre, haga un alto inmediaro en el proceso y desaparezca de la escena ternporalmente. Esta estrategia es la misma de las peliculas de accion: cuando un auto que sigue a otro se ve amenazado de ser descubierto, opta por girar en una esquina para desalojar las sospechas potenciales, retomando el seguimiento unas calles mas adelante.

DespLiegue cortinas de humo La mejor manera, pues, de evadir a los furtivos merodeadores de su conducra de seduccion, es actuar de manera natural, quiza yendo de aquf para alla durante la fiesta 0 reunion, cuidandose de convivir con distinras personas (ademas de la dama por seducir) y principalmente sin olvidarse de su pareja oficial (si es que asisrio al evento). Despreocupese por evitar que ella (la dama a seducir) 10 yea con su esposa. Si ya sintio atraccion por usred, el problema de como conjugar esta realidad con el deseo, en su momento le resultara a ella de mucha ayuda. En sinresis, este apartado prescribe actuar discreta­ mente, ocultando sus acercamientos de seduccion tras cortinas de humo.

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La despedida en el primer encuentro: oportunidadpara reforzar su mensaje

reunion. Le sorprendera descubrir con que insistencia ella tarnbien 10 observa hasta perderse en la distancia.

Aun cuando ya haya logrado su objerivo en el primer acercarnienro -haber convenido en un segundo encuentro con la dama, punto que se derallara en el siguiente apartado-, aproveche hasra el ultimo instanre disponible para enviarle nuevas seriales: el mornento de la despedida. Norrnalmenre esto pasa al terminar la fiesta, cuando ella y su acornpafiante, us ted y su pareja, 0 todos juntos se retiran. En ese mornento, es rasgo de buena educacion despedirse cordialmcnre, agradeciendo la compafiia, los graras mornentos 0 las atenciones, Es enronces cuando usted debe aprovechar para despedirse con gran deferencia de su amiga. Esto podrfa perrnitir un acercamienro fisico a ella y saludarla con un tierno beso en la mejilla, 10 suficienternenre especial para que ella 10 sienta, mas no tanto como para que los mas proxirnos a ambos 10 noten. Adernas del beso, no olvide escoger las palabras mas halagliefias que cumplan el requisito de ser socialmenre admisibles, por ejemplo , decirle: "real­ mente ha sido un gran placer conocerte", 0 "rnuchas gracias por tu amable atencion". No incurra en el error de puntualizar demasiado el hecho, con frases » como esperare ansioso nuestro slgUiente encuentro ) o "eres, sin duda, una persona especial"; esas frases 10 que causarian es la alerta de los celos y la desconfian­ za laterites en los dernas, sobre todo en su pareja, aunque no se expresen con vehemencia. Si es posible, busque incluso con sus ojos los de ella, cuando el vehiculo que los rransporta se aleje del lugar de la H

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,

.





Propicie el siguiente encuentro El resulrado de los acercamientos mutuos debe ser un acuerdo 0 compromiso de reencontrarse en otro mo­ menro. Esto tal vez se de de diversas maneras 0 con diferenres excusas: un hombre entrevistado relate que acordo un siguienre encuenrro con una amiga de una prima suya, en cuya fiesta de bodas se conocieron, con la excusa de presrarle un libro para un examen universitario que ella sustentarfa, Otro entrevistado quedo en recibir en su oficina, en la siguiente semana, a una prima lejana de su novia, para que le enrregara su curriculum, ya que estaba recien graduada de la universidad y en busca de empleo. Un padre de familia acordo reunirse con una (bella) madre de un compafiero de escuela de uno de sus hijos, para planear en secrero la fiesta del dfa del maestro, entre otros trucos. Las excusas para reenconrrarse con su potencial amanre son multiples, infinitas. Lo irnportante es que encuenrre la mejor y logre la aceptacion de ella para cuando finalicen su primer encuenrro.

Excusas para hablarle Adernas del compromiso de volver a verse, debe hallar una excusa inteligcnte en el lapso del primer y el

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siguiente encuentro programado, para cornurucarse por telefono con su prospecto a seducir. Logicamente que 10 primero es haber asegurado obtener en el primer encuentro el nurnero telefonico de ella. Esro es posible argumentando que 10 requiere por cualquier eventualidad (en caso de tener que suspender el segundo encuenrro previsto) , 0 para con­ firmar el horario del misrno, ya que existe la depen­ dencia de un factor externo , entre otros. Si no era posible 0 apropiado solicitar aun el numero telefoni­ co, intente conseguido con algun pariente 0 miembro del grupo familiar de ella, can alguna excusa inteligente. Aun asf, debe llarnarla. EI fin es que con esa llamada genere un primer contacto Intirno sin in­ terrupciones ni terceros a su alrededor, Este contacto, por mas que no llegue a niveles de conversacion profundos y comprometedores, servira para que ella tenga una siguiente oportunidad de pro­ bar 10 que se sienre al estar en contacto con usted. Quedan bajo su responsabilidad la crearividad, pa­ labras 0 frases posibles en dicha conversacion para halagar y quiza alegrar el dia a la dama. Lo importante es que Ie envfe el siguiente mensaje en el proceso: ipienso en til Aparte del mensaje de fondo, recuerde que al ini­ cio de la con versacion telefonica debera contar con una brillanre excusa para explicar el rnotivo de la lla­ mada. Aunque ella intuya el rnotivo real de su llama­ do, formalmente sera necesaria una elegante excusa para justificar ese acercamiento telefonico, sobre todo por 10 imprevisto que le resulre a ella.

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En este contexte, el desafio es encontrar el mejor argumento sobre los motivos de su telefonazo. EI caballero del ejemplo anterior que habia prornerido un libro en prestamo a la amiga de su prima, llama para informar que, adicionalmente al mencionado , disponia de un segundo sobre el mismo terna, pero de auror diferente, mismo que tambien ofreda. EI que recibiria el curriculum de la prima de su novia llama para explicarle con claridad a aquella la ubicacion del edificio de oficinas donde trabajaba, ya que "recien te­ mente se habian cambiado los nombres de las calles". EI padre de familia que se reunirfa con la madre del compafiero de su hijo para preparar la fiesta del dia del maestro llama para avisar que se encargaria de comprar ese mismo dia los materiales de la misma y que el grupo de padres podria reembolsarle despues su dinero.

Otras excusas para reencontrarse, aunque este presente su pareja Un rasgo distintivo de las situaciones anteriores y de los respectivos ejemplos es que en todos, al convenir el siguiente encuentro no se hallaban presentes su esposa 0 la pareja de ella 0 la de ambos. En cierto modo, esto facilitaba el acuerdo entre usted y la dama elegida para seducir. No obstante, tambien puede darse el caso de que usted no tenga mas remedio que pactar ese segundo encuentro en presencia de su conyuge, 0 frente al esposo de ella. Esto realrnenre requiere mucha audacia y creatividad. 57

La cuestion es que, circunstancialmente, la conver­ saci6n entre ambos debera efectuarse teniendo como testigo a una 0 ambas parejas, quiza por celos de una de estas, 0 porque no hay lugar donde moverse en el sitio en el que estan, entre otras cosas. Estas situaciones de ninguna manera constiruyen para los seductores profesionales obstaculos insalva­ bles para consumar su seducci6n; al contrario, antes bien azuzan su cap acidad creativa y les lleva a trascen­ der los lfrnites de su osadfa, La cuestion es que, en estos casos, si no es posible que converse con ella sin la presencia de su pareja 0 la de ella, entonces debera ser muy cauteloso en cuanto a los mensajes generados entre los dos. Tambien sera necesario que ambos se aseguren de participar a sus respectivas parejas, en el curso de la conversaci6n, para no excluirlos sospechosamente del dialogo. Finalmenre, el desaHo consiste en sostener una conversaci6n publica (con las parejas como esporadi­ cos testigos) que concluya con el mismo acuerdo que en el caso anterior: fechar un siguiente encuentro con un motivo inteligente e inocuo, sin sospecha alguna. Como ejemplos podemos citar el caso de un oftal­ rnologo que acordo con una amiga de la familia recibirla en su consultorio tres dfas mas tarde para una revision de rutina, ante su declaraci6n (como parte de la candida conversacion) de que ultirnarnente sufrfa de fuertes dolores de cabeza, y con la supuestamente inocenre intenci6n del medico de descartar la necesi­ dad de anteojos para la dama. L6gicamente, esto motive la aprobaci6n de la esposa del medico, que se encontraba presente en ese

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mornenro, y el "agrad ecim iento" del esposo de la "paciente" por el gesto "altruista" del galeno. Otro caso interesante es el de un padre ingeniero, preocupado por los exarnenes escolares de su hijo y un cornpafiero de estudios de este, con cuya madre acor­ daron, frente a sus respectivos c6nyuges, que el prepa­ rarfa y reforzaria durante el fin de semana a ambos nifios en maternaticas; para 10 cual el compafiero de su hijo debfa concurrir a casa del hombre, 16gicamen­ te llevado por su madre. Esta esperaria en la casa mientras los nifios practicaban sus ejercicios materna­ ticos, coincidenternente, en un horario en que la esposa del instructor estaba en su clase de cocina que le llevaria toda la tarde, disponiendo del tiempo sufi­ ciente para entrar en profundas conversaciones. Este tipo de situaciones es Fuente de adrenalina pura: tensan los musculos y los nervios, aceleran drasticamenre el pulse, pero, cuando dan buen resul­ tado, llenan de orgullo por graduarlo a uno como profesional de la seducci6n.

Salir con la amante y con la esposa Si la anterior le pareci6 una situacion rayana en la intrepidez, considere esta otra posibilidad: quiza no haya mas salida que volver a verse con ella, estando usred 0 ambos acompafiados de sus respectivas pare­ jas. Esto serfa posible si el segundo encuentro, dada su naruraleza, hada imposible que los adulteros se encuentren solos (sin la cornpafila de sus parejas). Tal vez porque este segundo encuentro ocurre en el

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aniversario de matrimonio de un amigo en cormin, 0 quiza se trata de una cena que usted ofrece para cele­ brar el suyo propio. Concretamente, se trata de siruaciones en que no fue posible evit ar que en ese encuentro hubiese acorn­ pafianres en ambos bandos. No importa, Para rodos los fines, igualmenre es util que los dos se vuelvan a enconrrar, con el fin de seguir adelanre ese hermoso proceso de conocimienro entre un hombre y una mujer que se atraen. Aquf siguen vigenres las mismas recomendaciones anreriores: cuidarse del enrorno, acruar con cautela para no llamar la atencion, y dernas. Si no fue posible evitar que este segundo encuenrro fuese sin sombras (acornpafiantes), quiza se consiga posteriorrnenre uno, esta vez mas libre. Ya para ese momenro ella y usted tal vez esten en cierto rona de conversacion que les perrnita hablar sobre la necesidad de enconrrarse a solas en otro momenro. Mienrras llega el dia, aproveche al maximo la velada y diviertase en grande.

El encuentro definitivo: fa confrontacion sentimental En el segundo 0 tercer encuentro, momenros defini­ tivos para el proceso, usted y ella se veran a solas en algun momenro y lugar. Conremple 10 siguienre: usted llega al parque donde quedaron de reunirse; ahf esta ella, 10 saluda a distancia con la mano. Conforme se acercan, ella [e sonde; su sonrisa es hermosa, los cabellos al vienro y los ojos anhelanres. Todo esta lisro para la definicion. Us ted llega, la saluda con cortesfa 60

y deferencia (quiza con un calido beso en la mejilIa) y se sienra a su lado. Despues de las primeras palabras formales sobre el clima 0 el transite, permanecen unos instantes en silencio. Usted la mira, sus ojos se ropan : ella se queda seria; es el momenro de la ernbesrida final: es un momenro en el que un seducror profe­ sional inrroduce el tema de fondo: poner sobre la mesa el terna de la atraccion redproca. Esro no siem­ pre es facil de manejar. Se requiere de mucha capaci­ dad verbal para inrroducir lenramenre el tern a, sin que sea violenro para ella, sobre rodo si se considera que. este proceso se esta gestando en medio de una situacion especial (ambos conocen a terceras personas en cornun). Una manera en que podrfa manejarse este ripo de siruaciones es siguiendo la misma estraregia que sugerfa un entrevistado quien -segun nos relato- manejaba el tema hablando en esros terrni­ nos: "Bien, quiero decirte que soy una persona que creo tener desarrollada mi percepcion, Puedo ver y sentir muchas cosas que ocurren a mi alrededor. Tambien tengo, en especial, la capacidad de percibir como reacciona la genre con la que me toea inrerac­ ruar en algun momenro. Nosotros nos hemos conoci­ do (0 enconrrado) hace unos dias en [citar ellugar 0 evenro]. Allf hemos empezado a conocernos y sienro que inicialmenre se dio una buena sintonfa entre ambos. (Haga una pausa, respire hondo y siga hablan­ do.) Creo rambien que esta sintonia siguio su curso y, a estas alturas ... creo que ya se ha convertido en algo importanre. Necesiro tu mas sincera confirrnacion sobre esro que sienro. Creo... (y digalo lenta, cuida­ dosamenre, rnirandola con fijeza a los ojos.) Sienro

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que hay una atraccion entre nosotros. Creo que... yo re gusto". Pausa breve y rernate: "Lo mas lindo de todo es que a mi me pasa 10 mismo. (Concluya enfaticamente.) Me gustas mucho". Luego guarde silencio. Esta estrategia -que segun nuestro entrevistado la utilize varias veces- es infalible y tiene un efecto totalmente corimocionante en su interlocutora. Despues de enviar el mensaje, observe la reaccion de ella. Si no da muestras de rechazo, pruebe dirigir lenrarnente su mana hacia la de ella e intente asirla. Si no hace 0 dice nada que indique resisrencia, ya esta consumado. Puede intentar besarla. Si 10 hace, si trata de evitar que usted tome su mano, no se desanime, es el consabido principio de "no ceder al primer ernbate". Tranquilfcela con sus mejores y mas tiernas palabras, confronte los sentirnientos de ella; animela a ser sincera y a perrnitirse por 10 menos preguntarse por que siente ella eso y que le gustarfa hacer al respecto. Sea paciente. Es un momentO delicado para ella. Recuerde que quiza hace solo un par de dias la esraba viendo acompafiado de su esposa, y que tal vez el esposo de ella aguarda en el hogar su regreso. Sea persistente, Atrevase. Lo peor que podna pasar es que ella diga que no... pero igualmente puede decir que sf.

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EL INICIO DE LA RELACION

Pautas a considerar

T

al vez ella sea su secretaria, una compafiera de la uni versidad 0 del trabajo, la cajera de la tienda donde usted compra, su jefa 0 una clienta, no importa, Ambos se conocieron, y desde el primer mornento 0, un dia despues de un cierto tiempo de haberse encontrado, empezaron, sin saber por que ni como, a mirarse diferente, a acercarse, a cornpartir charlas inti­ mas, a querer estar juntos, a desearse rnutuarnente (como ya hemos detallado en los capitulos anteriores). Hasta que un dia... ocurre. Un encuentro en un even­ to , una invitacion a salir, a cornpartir una copa, de regreso de la oficina, un viaje de trabajo, etcetera. Lo concreto es que alli esran usted y ella besandose apa­ sionadamente, 0 tal vez devorandose con la mirada, pero sin atreverse, aun, a lanzarse uno en brazos del otro. Sea como fuere que esta situacion se de , es importante que al margen del proceso pasional qu e se empieza a desarrollar con todo su (hermoso) torrente de adrenalina, usted como varon infiel que no desea ser descubierto tenga en cuenta algunos de los aspe c­ tos des de el inicio mi smo del vinculo paralelo.

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Asuma su condicion de hombre casado 0 comprometido

Muchos hombres dudan si es bueno contarle 0 no a sus amantes , des de el principio, que son casados (0 que estan comprometidos) por temor a que esta infor­ macion aleje a estas mujeres de sus vidas. Al respecto, se pueden hacer distinros comentarios. Este temor inicial suele llevar a ciertos hombres a asegurar a algu­ nas mujeres que son solteros 0 que estan divorciados (sin esrarlo todavia), 10 cualles crea de ahf en adelanre un gran problema y los condena a realizar un trernen­ do esfuerzo para evitar que ellas sepan la verdad (la de que en realidad son hombres casados). Y como dicho esfuerzo a la larga resultara infructuoso, probable­ mente el resultado final sea justamente el temido: a partir del descubrimiento de la mentira, ocurrira ia ruptura de la relacion paralela. Si usred no pudo evitar mentirle a ella (tal vez porque la acaba de conocer en un negocio donde se detuvo a comprar cigarrillos, y ella desea que usted le responda si esta casado 0 no, como probable condi­ cion para dade su numero de telefono), busque 10 antes posible el momenta mas adecuado (tal vez en la primera cita) para infonnarle la verdad. Asegurese tambien de comentar que en realidad usted esta iniciando su proceso de divorcio 0 que tiene en mente la idea de pedirlo 0 algo parecido, 0 por 10 menos de que su matrimonio 0 relacion de pareja esta definitivarnente rnuerta des de hace un tiempo y que esa probable nueva relacion serfa algo totalrnenre diferente e incomparable.

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Asuma sin temor su condicion de hombre casado 0 comprometido. En realidad, 10 mas probable es que ella siempre 10 supo 0 se 10 haya imaginado, y quiza a eso se debe que se haya sentido atraida por usted . ~Sorprendente? Nada de eso. Durante afios se han uti­ lizado distintos y numerosos criterios para describir 0 encasillar a las mujeres de acuerdo con ciertas varia­ bles. Segun el color de pelo, su constitucion ffsica 0 su caracter (simpaticas 0 desagradables), etcetera. Tal vez haya llegado la hora de empezar a distinguirlas por su tipo de hombre predilecto en cuanto a esrado civil 0 condicion sentimental: existen mujeres que solo desean como pareja 0 cornpariia a hombres casados 0, por 10 men os, no se conflicruan an te la idea de tener una relacion con uno de estes. Otras prefieren exclusivamente a hombres solteros o afirman (por 10 menos de los dien res para afuera) sentir un fuene desagrado ante la idea de vincularse sentirnentalmente a un hombre cornpromctido con otra mUJer. Las razones 0 motivos del primer grupo son suma­ mente interesantes: de las entrevistas con un pequerio grupo de mujeres que asumieron su condicion de amantes de hombres comprometidos, resalta el hecho de que es justamente este atributo (ser un hombre casado), una especie de ftuto prohibido, el que hizo que se sintieran atraidas por estos hombres en particu­ lar. Algunas incluso aseguran fehacientemenre que si en el momenta de haber conocido a sus arnantes estos hubiesen esrado solreros 0 divorciados, no se hubieran fijado en ellos.

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Los motivos subyacentes a estas preferencias no nos interesan en este trabajo. Ciertamente que los hay, pero los tratados de psicologfa profunda (en especial los del psicoanalisis) revelan claramenre las motiva­ ciones en la rafz de las inclinaciones particulates de tales personas. Lo cierto es que hay un buen mirnero de mujeres con una particular atraccion 0 preferencia por los hombres casados. Asf que evitese el conflicro de tener que decidir entre llevar puesta 0 no su sorti­ ja matrimonial durante el tiernpo que usted esta fuera de casa, pues aunque usted se la quite, aparentemente para poder seducir con mas eficacia 0 seguridad a las rnujeres, ellas (no olvide que son naruralmente intui­ tivas) igual sabran 0 supondran que es usted casado por sus actinides, su manera de tratarlas, su personali­ dad 0 simplemente por su edad. Lo mas recornenda­ ble serfa incluso ostentarla como una especie de iman para atraer cierto tipo de mujeres. Ademas, no debe pensarse que hay una sola clase de mujeres que se sienten atraldas por hombres casados, las hay de todos los tipos y edades: jovenes bonitas y maduras ya no muy atractivas; volupruosas 0 de complexion sencilla; intelectuales, adolescentes inquietas y abuelas apaci­ bles que tejen en sus casas y juegan con sus nietos, entre otras . En sfntesis, usted debe asumir desde el principio su condicion de hombre casado 0 comprometido en pareja, 10 que tal vez resulte ser una ventaja antes que un impedimento en el proceso de seducci6n de una mujer que quiza acepte en algun rnornento conver­ nrse en su amante.

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Defina 10 que ella puede esperar (10 que Ie promete y 10 que no ocurrird) Otro de los errores comunes entre muchos hombres que inician una relacion can una arnante es promerer­ le demasiado sin estar dispuesros a cumplirlo. Promesas como "dejare a mi esposa y me casare contigo", dichas sin la menor intencion de hacerlo, 0 en un estadio muy incipiente de la relaci6n, mas que ayudar, a la larga pueden ser muy perjudiciales. Si bien a todas las amantes les halaga la idea de ser importantes en la vida de sus hombres, 10 suficiente como para que dejen por elIas a sus esposas, tambien es cierto que aquellas, al haber aceptado a su lado a un hombre casado, estan dispuestas a cornpartirlo inicial­ mente y durante un (quiza largo) tiernpo con sus esposas. Por ello, en vez de engafiarlas con una rnentira pia­ dosa , ellas se sienten mas seguras (incluso mas tran­ quilas) con una clara indicaci6n de que ese vinculo implica ciertos impedimentos y lfrnires, como el no poder verse los fines de semana, en horas de la noche o en los momentos 0 dlas que usualmente se destinan a estar con la esposa. Por otro lado, no olvide mencionar, aunque parez­ can obvias e innecesarias, todas las casas que usted sf podra llevar a cabo en esa relacion 0 que sf esta dis­ puesto a dar en el transcurso de la misma.

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Seiiale l05 beneficios de vincularse con usted

Los dias y horas para verse

Conquistar una arnante es como cerrar una vema. Debe presemar clararnente las cualidades, bondades 0 beneficios del producto (usted). De manera que no terna en este sentido desplegar sus mejores esfuerzos para impresionar a su elegida, marcandole clararnente la diferencia entre usted y los dernas hombres que hay por ahi, Un hombre entrevistado ilustraba muy bien esta tactica, al cornentar que al principio de todas las rela­ ciones con sus arnantes, utilizaba esta estupenda y exi­ rosa Frase: "hay cosas que yo no podre dane, pero hay cos as que solamente yo te las podre dar, y las vas a ir descubriendo de a poco".

Obviameme como us ted debe dormir en su casa de manera ordinaria, no sera posible que se yean por la noche; 10 usual suele ser durante el horario de traba­ jo , en el receso para el almuerzo, los viernes por la tarde, un sabado por la manana, etcetera. Las oca­ siones en que podran pasar una noche juntos 0 pasar un viaje de fin de semana sera excepcional.

Planificaci6n objetiva y calculada: los mecanismos de seguridad Una relacion paralela se caracteriza por su dimension pasional: encuentros furrivos , sexo en lugares inu­ suales, entre otros; sin embargo, para disfrutar esos bellos mornentos con uanquilidad, es necesario ponerse de acuerdo clara y objetivamente con su amante acerca de las tacticas, mecanismos y acciones de seguridad para garantizar que la relacion no se des­ cubra (por 10 menos hasta que no se desee 10 con­ trario). Esto implica, entre otras cosas, el consenso sobre:

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Los puntos de encuentro Habran de ponerse de acuerdo en encontrarse en lugares diferentes a los frecuentados por ambos de manera ordinaria. Si van a comer juntos, jarnas podran asistir a sitios en los que existe la probabilidad de que se encuentren con algun conocido suyo, ni de ella si tambien es casada. La misma recornendacion para los lugares nocturnos, tiendas, supermercados. Incluso esto tal vez implicata tener qu.e asumir verse en lugares de un nivel social diferenre (mas bajo) al de ambos, 0 en su defecto deben ser lugares fuera de la ciudad.

La forma de tratarse en publico Si usted y su arnante trabajan juntos, nunca se tureen en una reunion de negocios 0 Irente a terceras per­ sonas de la empresa , especialrnente si la costumbre en esa organizacion es que se traten formalmeme de usred, Menos todavfa si ella es su superior 0 usted de ella, pues llamarfa m uchisirno la atencion de los

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dernas, qu e po r cierto siem pre estan alertas para detectar estos deralles. Adernas, en caso de qu e con­ versen acarameladamente en su ofic ina, cuiden mucho la expresion de sus rostro s, todos conocem os la cara qu e pone la gente cua ndo se habl a de trabajo 0 nego­ eios, 0 cuando se seduce a alguien . Si cam ina n por la calle para diri girse a un sitio a come r, por mas lejos qu e esten de lugares conocidos, y sobre todo si estan en la misma ciudad donde viven un o u otra, nu nca se tornen de las manos ni se abra­ cen. C uando m en os 10 espe ren, podria pasar - en auto 0 transporte publico- algun conocido de los dos, 10 cual, segun los dictados de la logic a, no debfa anda r por ahf a esa hora, pero justo tuvo que gestiona r algo y los vio juntos. Naturalmente estas pr ecauciones no seran necesarias cuando esten en otra ciudad lejan a opals disrinto.

parecera razonable qu e usted como varon no qui era dar detalles que deterioren la imagen fem enina de su mUJer. Para todos los efectos de la relacion paralela, bas­ tara con que a su arnante le dig a qu e ya no es feliz en su matrimonio, que nunca 10 ha sido 0 qu e no 10 sa­ tisface total mente. Esta acritud discrera respecto de su esposa tran smirira a su arnante la tranquilidad de qu e tambien algun dia, en relacion con ella, usted actua ra di scretamente, sobre rodo cuando la relacion con­ cluya, pu esto qu e no hablara mal de su amas ia, aunque tenga motivos para hacerlo.

A l inicio, no hablar mal de su c6nyuge Uno de los rnotivos, aunque no el unico, por el qu e un hombre come te infidelidad es porque su esposa tien e algun rasgo a motivo que impide la total felici­ dad de el, 0 no 10 llena del todo, 0 qui za sea plena­ mente inso po rtable su pareja. De cualquier man era, al p rincipi o de la relacion con su arnante actue como tod o un caballero y no hable mal de su esposa con aquella, pues pod ria sospechar que usted Ie mi ente, qu e en realidad es un homb re plen amente feliz con su conyuge, por 10 cual se recomienda no opinar nada porqu e su arnante tarnbien es muj er y en el fondo le 70

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C6MO MANTENEJ~ EN SECRETO LA RELACI6N

Lugares publicos ara asegurar una larga duracion de la relacion pa­ ralela, su amanre debe esrar dispuesra a aceprar que algunas siruaciones imprevistas se manejen con­ forme a ciertas estraregias predeterminadas. El detalle de las mismas se presenra a continuacion, Si ambos estan en un sitio publico (u n resraurante o donde se realice una recepcion social) y subitamente ingresa un conocido del varon 0 de la dama, deben aceprar sepa rarse Hsicamenre y reencontrarse una vez pasado el peligro, es decir, cuando la persona se ha ya retirado. Si esta permanece, 10 mas sensaro sera reti­ rarse a otra parte.

P

Llamadas a su teIefono celular Si estando junros usted recibe una llamada en su tele­ fono celular, ella debera estar dispuesta a guardar complero y total silencio , especialmenre si usted responde que esta solo 0 que se halla en el trabajo. Esro es muy importante en rodos los casos , quien­ quiera que llame, ni que decir si es la esposa.

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Comunicaciones urgentes Si por casualidad la llamada es urgente y, por 10 tanto, usted debe lireraimence salir corriendo, ella debe dejarlo ir sin mas demoras ni reclamos, sobre todo si se trata de llegar a un sitio donde habra de reunirse con su mujer (el hospital, el sitio de algun accidence u otro).

puede, por ejemplo, olvidarse, aparentemente sin querer, de tomar las pildoras anticonceptivas y quedar preriada por accidente, En realidad no sera eso, sino una circunstancia no deseada la que had que usted permanezca junto a ella... para siempre. Si estuvieron de acuerdo en que usted sea el que use preservativos, hagalo siempre, aun en los raptos de pa­ sion no se deje seducir por las peticiones de ella de que solo en esa ocasion no los use, aunque Ie insista que no corre peligro alguno en esos dias.

Pruebas fotograficas Por mas apasionado 0 enamorado que este de su arnante, jnunca Ie regale fotos suyas!, ni perrnita que ella 0 alguien mas les tome una juntos 0 abrazados. Considere que esas fotograflas son pruebas actuales de una relacion sentimental; pero manana pueden surgir conflicros entre ambos, y ella las ernplearfa en su con­ tra, como prueba para rnostrarle a su esposa tal infi­ delidad.

Sexo seguro No importa ellugar, la circunsrancia ni la hora en que tenga relaciones sexuales con su arnante: siempre y en todos los casos tendra que ser sexo seguro, es decir, prevenidos ambos para que no se embarace (especial­ mente si usted no 10 desea). En caso de que ella sea la que emplee un metodo anticonceptivo, conrrole periodicarnente el correcto uso del mismo. Recuerde que una mujer enamorada

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Pruebas escritas Si le escribira a su arnante poemas 0 notitas de amor, que no sea con su propia letra: mejor hagalo con el procesador de textos de la cornputadora, incluso nunca firme de su purio y letra el escrito, En suma, no genere nada escrito que se use en contra suya como prueba de la existencia de esa relacion extramarital. Si alguna vez su arnanre 10 cuestiona y Ie pide rnanuscritos suyos argumentando que tienen mas valor sentimental para ella, evadase diciendo que tiene fea letra 0 errores de onografla, 0 algo similar.

Horarios no sospechosos Acosrumbre horarios que no despierten en nadie (menos en su esposa 0 pareja oficial), sospechas de una posible relacion alterna. Los hombres que acos­ tumbran llegar tarde a su casa, ya con aliento alco­ 75

holico y perfume femenino en sus ropas, incluso manchados de labial en la camisa, dan sefiales como letreros de neon , que anuncian abiertarnente la exis­ tencia de oua mujer en sus vidas. Si usted realrnenre desea ocultar su adulterio, prefiera los horarios menos cornprornetidos, como los del alrnuerzo, los recesos al mediodfa, temprano por las mananas, para encon­ trarse con la otra.

Cuidado con las seiialesfemeninas No perrnita que su amante urilice perfume alguno cuando van a enconrrarse, aun mas si usted no preve un bafio despues del encuemro (ya que quiza solo se encuemren para comer y no tendran sexo). Si a ella Ie gusta perfumarse habirualmeme, que 10 haga, pero ya que usted se haya ido, Tarnbien tenga cuidado con el labial, pues aunque a todo hombre le agrdda encomrar arrcglada y maquillada a su arnante, cuide que la ropa, sobre rodo el cuello de su camisa, no tenga evidencia de los arne­ nazames labios pintados. En rodo caso, asegurese que el lapiz labial sea indeleble (puede cornprarselo usted mismo) para que no quede impreso sin querer en sus prendas. Si aun asf us ted no logra evitar que su ropa se impregne de perfume, disfracelo fumando un cigarri­ llo y arrojandose el humo en la ropa. Hagalo aunque no sea fumador; es mejor que su esposa le reclame que haya fumado a que 10 descubra de haber estado con otra mUJer. 76

Use el mismo mote con ambas Como es comun, su esposa y su amame tienen nom­ bres distintos, 10 que puede crear el riesgo de que, accidentalrnente al dirigirse a la primera, emplee el nombre de la segunda. En psicologfa profunda esros se denominan acros fallidos. Por eso, debido a que es resultado de la inrimidad, y a que uno no usa los nombres para dirigirse a los seres queridos, elija 0 invente un mismo apelativo, mote 0 palabra especial para nombrar a las dos; bien puede ser: querida, dulce, cielo, amor, nena cualquier otra que se le ocurra. Si ya tiene uno con el que se dirige a su esposa, cuando ernpiece la relacion con su amame tendra que dirigirse a ella con el mismo, y asf can rodas y cada una de las mujeres que lleguen a su vida.

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Telifonos con memorias Telifonos celulares: no almacene el rnimero de su arnante en su telefono celular, mejor memorfcelo 0, en su defecto, si tiene mala memoria y Ie cuesra rete­ ner numeros y cifras, guarde el nurnero de ella con un sencillo nombre masculino falso 0 con un apellido cuyo genero sea indeterminado. En 10 posible trate de evitar que su mujer revise los mirneros almacenados en su telcfono, Si el apararo que tiene se 10 perrnite, programelo para que solo marque el numero de su amante, previa introduccion de un codigo de seguridad. 77

Telejonos de linea fija: nunca Ie de a su amante el numero de casa ni permira que 10 averigiie, pero si accidentalrnenre 0 deliberadamente 10 conoce, reprendala y prohibale que llame a su hogar. Buscapersonas: si cuenta con un apararo buscaper­ sonas 0 de radiomensajes, renga cuidado con el texto de los mensajes que ella Ie envie. Ponganse de acuer­ do con las claves 0 codigos con los que mutuamente se cornunicaran, por ejernplo, si ella desea decirle "te extrafio", podria enviarle la Frase "necesitamos el con­ traro", firmando con el nombre de alguna compafila o empresa; si desea cirarlo para un encuentro en un lugar y hora determinados, podria decirle que la reunion del proyecro x, manana a las y horas, en z sino. Es muy irnportanre que asi se maneje, porque aun cuando su pareja nunca Ie haga preguntas directas que despierren cierras sospechas sobre usted, le sorpren­ deria saber el nurnero de esposas que sigilosamente revisan el apararo de radiomensajes en busca de algun mensaje revelador de infidelidad 0 aventuras de sus maridos, mientras ellos estan en la ducha.

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TACTICAS PARA EVITAR

SER DESCVBIERTO

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as siguientes tacticas se recomiendan para dis­ minuir las probabilidades de ser descubierto en sus deslices infieles.

Prohibido mirar abiertamente Por mas libidinoso que usred sea, a tal grade que acos­ tum bra mirar de pies a cabeza a roda hermosa mujer que pasa a su lado, asegurese de nunca hacerlo abier­ tarnente con una mujer que se Ie cruce enfrente cuan­ do su esposa 0 familiares esten cerca; incluso, si su pareja 10 pone a prueba, y le sefiale 0 advierte de una beldad que se aproxima y Ie cuesriona si le arrae 0 si le parece bonita, respondale: "Si, pero ttl 10 eres mas, adernas de que esroy enamorado de ti", Trare de no mosrrar que le arraen otras mujeres, menos si su esposa esra junto a usted; mejor muerdase la lengua, mire hacia orro lado, masrique un chicle, haga cualquier cosa para disrraerse... pero no revele sus inclinaciones. Ahora bien, ya a solas, permirase todo 10 que quiera: disfrute con la visra cada belleza que pase a su lado.

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Use efectos 0 articulos personales iguales en ambos !ados Es probable que usted visite a su arnanre en su propio departamento 0 comparten uno en secreto, de ser esto ultimo , asegurese de tener en ese sitio los mismos objetos 0 articulos personales que en su casa: cepillos para el cabello y denrales, pasta denrrifica, talcos, ere­ mas para el cuerpo, perfumes, lociones para despues de aleirarse, gel para el cabello, shampoo, y dernas electos. Esta precaucicn se recomienda para evitar que su esposa sospeche 0 descubra que huele diferente a los aromas usuales en usted,

Fragancias En su hogar 0 en el sitio de encuentro con su aman­ te, debe contar con la misma fragancia, ya sea en desodorante, perfume, crema para la piel, talco, gel, charnpues, y cualquier otra sustancia que acostumbre. No obstante, cabe mencionar que no serfa normal ni conveniente que usred llegue a su hogar, despues de un dfa de intense trabajo, oliendo a perfume 0 Ira­ gancia de las que usa despues de haber tornado un bafio.

Cepillos El empleo de cepillos identicos para el pelo es recomendable porque algunos tipos de cabello solo se moldean 0 peinan adecuadarnente con un tipo especi­ fico de aquellos. Si ese es su caso y en alguna ocasion

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llega a su hogar despues de haber estado con su amante, peinado diferente a 10 normal, sera suficiente para que su compafiera 0 conyuge sospeche. Prevengase de no llegar a casa con el pelo mojado despues de ducharse, pues tal detalle 10 advertirfa inrnediatamente su esposa.

Jabones Igualmente se recomienda que, para el bafio posterior a las relaciones sexuales con su amante, se utilicen jabones neutros, sin fragancias que dejen algun olor en su piel. De manera que usted y su amante deben convenir con antelacion que si ella le obsequia artfcu­ los para el cuidado personal, forzosamente tienen que ser de las mismas marcas que usted usa en el hogar. Si acaso ella decide regalarle arnculos con aromas dife­ rentes a los que acostumbra, no los use. Disculpese, agradezca el gesto y expltquele que es por el bien de ambos, pero que es inconveniente usarlos.

Mds sobre el telefimo celular Hoy es frecuente el uso de telefonos celulares; por 10 tanto, probablemente usted tenga uno, quiza el apara­ to que posee perrnite configurar grupos de nurneros segun las caracreristicas comunes (negocios, numeros personales, etcetera). Si su telefono es de estes, pro­ grame el grupo que incluye el numero de su casa 0 el del celular de su esposa para que las llamadas no entren cuando usted se encuentra con su arnante, de

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tal fo rma que se d esvien al buz6n aurornati co de m en ­ saJes. Esro es recomendabl e ya que es probabl e que su arna n te se cnce le si, esta ndo ustedes juntos, habl a su esposa y ust ed se sien re obligado a co n tes ta rle. La estra regia, enro nces , se reduce al refran que di ce: oj os que no Yen, co raz6 n que no sien te. En tan to que con su esposa, puede excusa rse d e no hab er aren d id o sus llamadas di ciendo que esta ba en una reu n i6 n de n ego cios, que se d etuvo a co m p ra r ciga rr illos y dej6 su telefono en el auro , 0 que el ruid o del tr an sit e Ie impidi6 escuc ha r que su relefono so na­ ba, 0 que estaba guardado en su m alet in , entre muchas otras excusas.

Lugares de encuentro Los Iugares d onde o rd inariam en te se reunen usted y ella tien en q ue cu m p lir una serie d e requisiros de ubi ­ cac i6 n y p rivac ida d . Las posibilidades incluyen tanto u n hotel, un motel 0 rentar un depar tamento par a m ayo r tr anquilidad. So bre los do s primeros, p ro­ ponemos las siguientes recomendaciones.

Hoteles y moteles Quiza la m ayo ria d e sus enc ue n tros oc u rra n en h ora­ rios de rrab ajo , par 10 cua l conviene que, si van a un h otel , m otel 0 algo sim ilar, de antemano usred ten ga censados este tipo de lu gar es ubicados ce rca de su tr a­ bajo , por ello sera necesario que, antes d e cirar a su

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arnan te, in vierta algu nas horas en recorrer la zo na de influencia, ub icar co n exac ti tud tales sitios y conrar co n precisi6n el tiernpo de tr aslad o desd e estes h asta su oficina 0 su casa, par a co n t rola r la variable tiem po de m ovilidad. En este senrido , 10 remitim os a la serie Miston imposible 0 cualquiera de esp io naje, pues en estos film es, debido a la deli cad eza de las mi siones, todo esta m arernaticamente calculado, incl uso los minu ros de traslado de un lu gar a orro se incluyen en el plan de la mi si6n. En cua n ro a ust ed y su aventura par alela, estas pre­ visio nes se roman para aseg urar un minucioso co n tro l d e cada d cralle, pues, en cierto sen tido, tiene que co n­ templar que nadie (y m enos su esposa) d escubra sus furtivos en cuen tros co n su aman te , pues so n p arte d e su mi si6n imposible. Adernas d e lograr una precisa id entificacion de la ub icaci6n de cada sitio, h ab ra de elegir, ent re las di srintas o pc io nes d isp onibles, el sitio m as co nve n iente y di screro de todos en 10 que a ubi­ cac i6 n y acceso se refiere. Adicio nalrne n re, sugerimos q ue no cscoja un establecim ien ro muy cercan o a su tr ab ajo, esro co n el fin de evitar que algunos em pleados, casualmente al pasar por ahi, 10 yean in gresar a usted en ese sitio aco m pafiad o de su arna n te, tal vez cam ino al alrn uer­ zo 0 de regreso a sus casas cuan do co ncl uy6 la jornad a. Fina lmente, sugerimos que previamenre co nozca (ya sea que llame por telefono) las d istintas carac te ris­ ticas d el servicio que ofrece n di ch os locales. En esre sen tido tarnbien podra enc o ntra r una amplia va riedad d e o pc io n es que, apa rre de d ist in tas o pc iones de p re­

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cio y horarios, incluyen diferentes servicios para pare­ jas de am antes, como decoraciones eroticas, servicio de almuerzo 0 cena en el cuarto, videos, servicio pri­ vado de transporte en auto diferente al suyo para la acornpafiante, hidromasaje y dermis: incluso hay algunos que, como pantalla para sus clientes, ofrecen un resumen escrito de los resultados del encuentro deportivo 0 partido de campeonato disputado ese dia, en el caso de los hombres que pretextan esa excusa para salir de sus casas y encontrarse con sus amantes,

Departamento Otra opcion para muchas parejas de arnantes, debido al tiempo que tienen con su relacion, 0 simplernente por la comodidad que representa, es disponer de un departamento renrado exclusivamente para encuen­ tros secretos, cornpartir algunos fines de semana u otros escape~. A veces, con el tiernpo, este lugar se convierte en el hogar donde finalmente se instala a vivir la arnante, a la espera de que usted se divorcie y se mude a vivir con ella en ese espacio . Sea como fuere, existe una serie de puntos que han de considerar si se posee un departamento. Ubicaci6n: igual que con los hoteles 0 moteles, es recomendable que la ubicaci6n del departamento a rentar para los encuentros con la otra, este en armenia con su sitio de trabajo u oficina: debe estar enclavado en un lugar que Ie perrnira a usred darse una escapa­ da a la hora del almuerzo para pasar un rato agradable con su arnante, y regresar sin sobresaltos de tiempo al trabajo.

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Para esto igualmente recomendamos una ubi­ caci6n no tan cercana, en ciertos casos especiales la disposicion ambiental perrnite una distancia que ga­ rantiza no ser descubierto. Como ejemplo contamos con el testimonio de un ejecutivo de empresa cuyas oficinas se ubicaban en un edificio alto de muchos pisos, en el que alternaban oficinas y departamentos en pisos diferentes. Pues bien, justamente esta carac­ teristica de oficinas y departarnentos en diferentes niveles, en algunos casos permida tener en ese mismo edificio donde trabajaba un departamento ubicado en otro piso, donde nuestro testigo solia reunirse tran­ quilamente con su arnante, a diario, a la hora del almuerzo, sin perdidas de tiempo en traslados, y de regreso por la tarde a trabajar, con s610 subir 0 bajar unos pisos, sin haber salido del mismo espacio. La estrategia que esre hombre adopraba frente a sus compafieros de oficina para no despertar sospechas era bajar por las escaleras, en vez de hacerlo por los ascensores en los que todos acostumbraban. Si par casualidad alguien se ofreda acompafiarlo escaleras abajo, subitamente optaba por el ascensor y, si se en­ contraba a alguien conocido ahi, el hombre llegaba hasta la planta baja y ya en ese piso afirmaba haber olvidado algun objeto personal en la oficina, por 10 que volvia a subir, pero en realidad se dirigia al piso donde estaba el departamento. Otro caso con que contamos es el de un gerente corporativo cuyas oficinas se localizaban en una zona residencial en la que no exisdan altos edificios sino construcciones horizontales. En este ejernplo, el de­ partamento que habia rentado estaba en la manzana

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conngua de la cornpafiia donde laboraba. Asl, ni requerfa mover su vehfculo , bastaba que caminara desde el edificio de su empresa hasta dos cuadras ade­ lanre para llegar al departamento, trayecto que le lle­ vaba unos tres 0 cuatro minutos. Incluso un ventanal del departamento permida ver gran parte del edificio corporative, de tal modo que se divisaba cuando el presidente de la empresa regresaba en la tarde a la oficina, luego de almorzar y estacionar el auto en el lugar destinado. Respecto de las personas que ocasionalmente pre­ guntaban el motivo por el cual no utilizaba su vehicu­ 10 para ir a almorzar, 0 si permaneda en la empresa al mediodta, pues su vehiculo no 10 movia del esta­ cionamiento, el respondia que solo salia a comerse un sandwich en un restauran cercano a la empresa, donde luego permaneda unos minutes para relajarse antes de regresar a retornar la jornada laboral. Con esta esrrategia, nuestro entrevistado logro sobrellevar tranquilamente durante dos afios su relacion paralela, sin sobresalto alguno y sin que se enteraran nunca sus cornpafieros de trabajo ni su esposa. Trdmites de alquiler. En cuanto a los tramites para alquilar un departamento, sugerimos el manejo del proceso con especial enfasis en los detalles que a con­ tinuacion se mencionan. Instancias. Opte siempre por los departarnentos que renten los mismos propietarios en lugar de los adrninistrados por inmobiliarias 0 empresas de alqui­ ler de propiedades. Estas ultirnas piden muchos re­ quisitos (documentos) y generalmente sus comisiones

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encarecen el alquiler del inmueble. Adernas, es mas facil negociar condiciones y plazas de pago, depositos de garanda 0 de la renta mensual con los propietarios directos que con interrnediarios. Documentos. Una vez que haya firrnado el contrato de un departamento, nunca lleve consigo a casa los documentos del contrato, recibos de pago 0 de entre­ gas parciales de dinero a cuenta del alquiler. Estes documentos son evidencia contundente de que usted tiene una arnante y son prueba suficiente para desatar una grave crisis conyugal que es jusramenre 10 que desea evitar (al menos antes de 10 previsto), Lo mas recomendable es guardarlos en una carpeta confiden­ cial, que mantenga bajo llave en su oficina, en un escritorio 0 gaveta, incluso si guarda con otros archi­ vos que us ted utiliza ordinariarnente en su trabajo, tendra que rotularlos con un nombre clave que solo usted conozca y que sea el identificador de su con­ tenido. Tampoco recomendamos que deje esos pape­ les a merced de su arnante en el mismo departamento porque, al igual que las cartas manuscritas 0 las fotograflas, en algun momento conflictivo ella querrfa usarlos para denunciar ante su esposa la existencia de una relacion adultera con ella. Llaves. Asf como las esposas revisan los mensajes en el buscapersonas de sus maridos, muchas otras acos­ tumbran revisar en secreto los llaveros de sus maridos, en busca de alguna llave nueva, rara 0 diferente a las usuales. Por este rnotivo recomendamos que las del depar­ tamento esten en un manojo aparte y que solo las porte cuando se dirige hacia el mismo y, cuando

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regrese, debe guardarlas en el fonda de algun cajon de su escritorio en la oficina, Si planea escaparse un fin de seman a, cuando no va a estar en la oficina, escort­ dalas en un sitio oculto de su autornovil. Nunca las guarde en la guantera 0 en la caja de herramientas de la cajuela del vehiculo, ya que podrfa revisarla impre­ vistarnente su esposa en busca de alguna herramienta que necesite para ajustar alguna tuerca de su auto 0 para alguna reparaci6n dornestica de las que nunca faltan en el hogar y se encontraria las llaves. Como se observa, en esre detalle es preciso actuar dentro del espiritu de una rnision imposible. Equipo y mobiliario. EI mismo sigilo y cuidado ha de tenerse con los documentos de compra 0 pago que usted reciba por televisores, equipos de audio, 0 cualquier adquisicion para amueblar el departamento. Todos deben archivarse en la carpeta secreta que usted maneja con los documentos del departamento. Para efectos de los datos que las oficinas de servicio tecnico de los proveedores de equipos necesitan requi­ sitar para dar mantenimiento a los electrodornesticos averiados, es recomendable que la informaci6n la surninistre su amante y que los registros tengan su nombre (aun si ella es casada) en vez de a nombre suyo. En ciertos casos, debera ingeniarselas para guardar los documentos acreditados a nombre de ella, en su carpeta de archives equis.

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C6MO MANEJAR LAS SVSPICACIAS

DE SV PAREJA

A pesar de todo, no puede evitar que su conyuge ~ospeche (acaso 10 deduzca debido a su psicopa­ telogia) 0, en todo caso, no pudo evitar ciertos indi­ cadores de que hay alguien mas en el grupo; para esos casos, se proponen unas sugerenclas para sortear con exito esros momentos del proceso. Evite que se repitan hechos sospechosos

Por ejemplo, si su pareja descubri6 algun indicio de su infidelidad, ya sea una camisa manchada con labial 0 encontr6 un cabello de un color diferente al de ella entre la ropa de usted 0 del cepillo de cabello, 0 bien estando ella con usted su amante teleforieo y tuvo que hablarle con nerviosismo y ella 10 advirtio, en fin, cualquiera que sea la circunstancia que debio sortear con una explicacion convincente, 10 mas irnportante es que el incidente no se repita. Esto es en relaciori con la explicacion que Ie haya dado a su pareja sobre el incidente, Que ocurra una vez se enriende en el con­ texto de su excusa 0 explicacion, pero 10 mejor es que no ocurra de nuevo, ya que serfa sumarnente raro e incomprensible para cualquier persona.

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Por 10 ta nto, en el futu ro tome las providen cias de segur idad necesarias y evitese dificultades. En cua nto a las sit uaciones hip oteticas qu e ocurriesen , ofrezca algunas de las siguiemes exp licaciones.

Ropa manchada con ldpiz labial Di ga qu e al salir de la oficina 0 estando en cualquier sitio usual, se enco ntro a un a vieja ami ga conoc ida de am bos y qu e, accidentalme n te, cuando 10 saluda, cosa qu e hizo con mucha efusividad, 10 rnan cho. Refuerce la excusa y dig a qu e si qui siera ocultar algo se habria preocupado en borrar la man cha, pero como no hizo nada malo...

Cabellos entre su ropa 0 cepillo de cabello diferentes a los de su pareja En este caso puede usted argume mar qu e en la ofic ina un a persona (rnujer) qu e ahf labor a le pidio pr estado su pein e 0 cepillo, ya qu e iba a un a reunion de negocios muy irnport ante, razon por la qu e nece­ siraba pr esemarse correctarnente arreglada, y qu e dicha persona olvido tra er su cepillo de cabello. Logi­ carnente, 10 mas promo posible, comuniquese (ese m ism o d ia incluso) con la persona y p idale qu e si su esposa le cons ulta sobre la veracidad de tal explica­ cion, qu e ella co nfi rme la version. En este caso es evi­ de nte qu e la person a a la que se use de coa rtada debe ser alguien en qui en usted confle.

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Su amante telefoneo cuando estaba cerca su pareja En ocasiones, debido a la naturaleza del caso, usted no podra evitar que le Harne a su telefon o celular su amante por un asun to importante. En este caso (y si se halla presente su pareja), asegu rese de haber coo r­ dinad o con ella los ccdigos con qu e se cornun icaran para indicarle qu e no puede hablar ya qu e hay moro s en la costa . Si aun asf su am ante insiste y usted debe habl ar con ella, jnunca finja que habla con un hombre! Su pare­ ja 10 no tara, ya sea por el volumen de voz de la per­ sona , qu e a veces por la cerca nfa su pareja la escucha (tal vez en ese momento estan reposando en la red ­ mara de su hogar), 0 por sim ple intuicion, qui za porque usted se com pona con nerviosism o y mira a su pareja de manera anormal. En estos casos, dirfj ase con naturalidad, util ice quiza el apelativo de seno ra mas un apellido ficti cio; tambien asegurese de hablar­ le de usted para dar la image n de esta r hablando con una persona sobre asuntos laborales 0 de negocios, etcetera. Huelga decir que en tales circunsta nc ias su amante debe estar bien entrenada y no crearle p robl e­ mas ni h acerle una escena de celos 0 algo parecido, es­ perando que [e hable como se tratan en la intim idad. Si acaso ella empieza a acruar de esa man era, sim ule despedirse, cuelgue rapidam enre y descon ecte de rna­ nera disimulada el telefono, N o se precipit e en explicar a su pareja con qui en hablaba, pu es eso Ie indi carfa a ella qu e usted se siente culpa ble y qu e necesita expli­ carse. Solo si ella 10 solicita, expllquele. Asegurese de ofrecer una muy bu ena argume ntacion y, sobre todo , 91

jmire a su pareja a los ojos cuando se la de! Esto se sugiere porque a veces el lenguaje corporal nos traiciona, y cuando mentimos solemos rehuir la mira­ da de la otra persona, pues es cornun que miremos al piso 0 hacia otro lado, 10 que es natural, acto reflejo en cuyo mecanismo fisiologico se basa el funciona­ miento del detector de mentiras, Por ello este muy atento a estas actitudes inconscientes y cufdese de no incurrir en las mismas.

No actue muy solicito, eso aumenta la desconfianza Si en un mornento dado su pareja revela que sospecha de usted, 10 peor que puede hacer es actuar de la noche a la manana totalmente diferente a 10 acostum­ brado. Esto por 10 general ocurre en muchos casos. Los varones infieles amenazados de ser descubier­ tos y que han actuado de forma indifereme con sus parejas, de promo se vuelven muy solicitos y atentos cornpafieros cuyo fervor le huele raro a la otra per­ sona. Tales actitudes se adoptan de manera incons­ ciente, debido al sentimiento de culpa, de ahf la importancia que usted -varon infiel- se autoob­ serve consranrernente y tome las previsiones en caso de sospechas de parte de su pareja 0 esposa, por 10 que no debe cambiar radicalmeme su trato con ella. A 10 sumo, 10 logico serfa que su pareja, ya sea del ataque de celos 0 de las suspicacias que la invaden, Ie reclame que hace un tiempo usted dejo de tener cier­ tas atenciones, actitudes y gestos hacia ella.

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Y si en el contexte de esos sefialarnientos, usted le prornetio que cambiarfa y que estaba arrepentido por haberla relegado, esos cambios prorneridos tendra que ejecutarlos gradualmeme en su relacion, no de la noche a la manana, ya que solo aumemarfan las sospechas de su conyuge.

Cambie la modalidad de su relacion Si la situacion 10 amerita, es decir, si las sospechas de su pareja son basrante inrensas y amenazan el futuro de su relacion paralela, considere la posibilidad de realizar cambios irnporrantes en la modalidad actual del encuentro con su arnante. Una de las primeras modificaciones es variar los horarios de las citas, Si acaso su pareja observa con atencion su cornportamiento a cierras horas, tal vez durante el lap so entre el almuerzo y la siesta, usted forzosameme tendra que asignar otro horario para verse con su amante. En tal caso, ella debe ser 10 suficienternente flexible y comprensible para, por ejemplo, concordar en que ustedes se encuentren en la manana bien temprano, 0 solo ciertos fines de semana. Lo cierto es que se ten­ dra que sacrificar algo de la comodidad del amiguo horario de encuentro, en favor de la segura con­ tinuidad de la relacion extramarrimonial. Otro cambio en este sentido es la frecuencia de los encuentros. Si en determinado mornento usted y su amante acostumbraban verse diariamente 0 muy seguido, la situacion requerira que esten dispuestos a

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verse (al m enos rernporalmente) con m en os frecue n­ cia, hasta que d esap are zcan 0 se aternie n las sos pechas acruales. Segu n sea la grave dad d e la sit uac io n, inc1uso seria necesario di stan ciarse por un tiernpo , co n fo rrna ndose am bos con solo habl ar por relefon o, En sin tesis, deben estar di spuesro s a romar las decision es necesa­ rias para d ade la co ntin uida d al vinc ulo co n su otra pareja, aunque eso implique hacer provisoriamente algun os renunciami entos,

Opiniones que re.flejan una imagen de fidelidad Qua manera como un varon infiel co n trib uiria a mantener b ajo co nt ro l 0 ate n uadas las sos pec has de su pareja, se rfa cu ida nd ose d e ernitir las opini ones co­ rrectas cua ndo co nve rsa co n ella so bre asuntos relati ­ vos a la fidelidad en la pareja. En efecto , suele su ceder que otras parejas co nocidas de list ed y su esposa tienen problemas a ra iz d e la infidelidad de uno de los miembros d e aq ue lla (us ua lmente el va ro n) . Lo que normal m ente ocurre cua nd o terceras personas se enteran del caso es que la sit uacio n gener a multiples co rnen tarios, la m ayoria d e las veces so n co ndena ro­ rio s, m as aun tr at andose d e las mujeres que ven a sus am igas uaicionad as por sus p arejas. En los casos en que un a mujer se vale d e la situa­ cio n para d ar su o p in io n so bre las prueb as que le po­ n e a usted , cues tio na nd o le que piensa al respecro . De esta maner a su pervisa cua l seria su act itud en esas cir­ cu nstancias. La pregunta m as 0 m enos es en este

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ten or: 2tu que piensas so b re 10 que Luis (el amigo) le esta haciendo a Clar a (la esposa) ? Una pregunta mllY ca pciosa, por 10 que ust ed d eb e responder correc ra­ m ente para des viar la situacion a su favor; po r 10 ta nto , se recomienda que al referi rse a esa p areja en co n flicro afirrne con seguridad que eso es in correcro e in admisible. Para no parecer hipocrita, afiada que, en rodo caso si su am igo (el o t ro va ro n infiel) ya no es feliz con su conyuge, tendra que sin cerarse y plan tear­ Ie un a ruptura, alej amienro 0 di vorcio, y despues ya podra fijarse en otra muj er; no , esro es, primero sepa­ rarse y luego aceptar 1a compafiia de orra muj er. Ex te rn e esta opinion 0 id ea sim ilar con roda la certeza y segurida d posibles, pues de esa form a tr an s­ mitira a su parej a tranqui1idad y Ie llevara a pen sar que si usred siente 10 mi smo en relacion co n ella, es d ecir, si en algun m ornento ya no esruviese sarisfec ho co n ella, optarfa ta m bien por un a separac io n y poste­ riormenre se inc1in arfa por o rras mujeres, en ningun caso an tes . Con estas respuestas forn enra la tr anquilidad d e su pareja; no dude en resp onder ast, ya que si co me te el error d e dade la razon a la persona infiel en esa otra p ar eja, a unq ue exista n moti vos co noc id os 0 evide ntes, no ju stifican la infidelidad: co n esa torna de posicion solo ale ntara en su pareja el ge rmen de la dud a y la desconfianza. M enralmenre ella as! procederfa: si piensa (us ted ) que en algunas situacio nes se ju stifica la in fid elid ad , ento nces 10 serfa tarnbien co n m igo . Este tipo d e con­ c1usiones de su co nyuge socavan la tranquilid ad , le rob an el suefio y alienran a cualq uier muj er a ponerse

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alerra y rastrear las sefiales ad ulteras de su pareja. AI fin al, gen era ra entre ambos una gran presion, natural­ mente muy desagradable, 10 que serfa sana evitar en 10 posible.

No confte en su memoria, mejor anotelo O tra co nside rac ion es que, con determinadas expli ca­ cio nes qu e involucren fech as y personas, usted sea coherente frente a su pareja. Nos referimos a las expli­ caciones que usu almente un o da , por ejernplo, porque llego tarde un di a, de co n quien estuvo almorzando, en qu e fech a hizo deterrninado viaje, cua nd o estuvo usted en determinado lu gar, entre o tras, Estes episod ios no rmalmente se vin culan con los di as en que realrnente estuvo con la otra y se vio en la necesidad de dar estas expli caciones, es decir, tuvo que mentir a su pareja. Todos co nocemos la Frase que reza "la mentira tien e patas co rtas". Ya q ue luego de da r una versio n de un asunto, a veces uno se olvida de la mi sm a y en orro mornento, por erro r, da otra dife­ rente. A rafz de que confian a su memori a estas explica­ ciones, y esta es fragil, surgen enredos, confusio nes y co ntrad iccio nes com prometedoras. Si usted es un em­ pedernido varo n infi el, no pued e ni deb e con fiar en su memoria, rnejor ano re todo en una agenda, las fech as en que usted Ie aseguro a su pareja algo en algun Iug ar. Ta m bien, si usted le inforrno qu e and uvo en cier to lugar co n una persona (lease su aman te), an ote el

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nombre de la person a que servira d e coanada, y vin cul ela con el lugar en cu estion. No 10 olvide: si se contrad ice, desp errarfa terribl es sos pechas en su pareja. Un arquitecto entrevistado inforrno que un d ia tu vo serios problem as con su muj er porque primero le dijo que estuvo un dfa hasta tarde en un a reunion del gremio, a las que solia asistir; que de regreso 10 acom­ patio un conocido de ambos (juan ) hasta cerca de la casa. Vario s d ias despues, al comentar sobre el paro de actividades de los colegas, cornerio el erro r de quejarse acerca de ellos, pu es hada m eses que no asistian a las reuniones, incluyendo en el reclamo al mi smo Juan, sobre quien dijo que ihace por 10 menos cin co reunio­ nes no apa rece por la aso ciacion! Logicam ente, la esposa reacciono, con actitud de sospecha "~ pe ro no era Ju an el que estuvo cont igo y te acom pafio la orra noche cu ando llegaste muy tarde? " Realmente, esta persona tu vo que hacer malabares para adecuar las do s versiones co ntrad ictor ias que habfa dado sin per­ catarse.

Busque explicaciones creibles ante situaciones increlbles En cierras ocasiones, por muy cu idadoso que se pueda ser, resulta imposible evirar que ocurran hechos 0 situaciones dificiles de explicar. Sim pleme nte los acontecimienros se com binan de manera im prevista y generan situaciones muy comprometedor as, en tales casos co nv iene pen sar con rapidez y recurrir a la crea­ tividad para ten er un a expli cacion crei ble a 10 97

increible. Por ejemplo, un empresario entrevistado que tenia una amanre, a quien le habia dado una copia de la Have de la entrada trasera del edificio de su empresa que se comunicaba direcramenre con su ofi­ cina, en una ocasion vivio un terrible mornento . Un dia, sin que el 10 supiera, con motivo de su cu rnp le­ afios, su arnante vino temprano a la empresa a felici­ rarlo y como aun no llegaban los empleados ni el negocio estaba abierto al publico, ella utilize su Have y se sento a esperar a su pareja en la oficina. Entonces entre allugar el cufiado, hermano de la esposa, quien era socio de la empresa, y ordinariamente no llegaba temprano a la oficina; ademas el tambien tenia su propia llave de acceso. Cual serfa su sorpresa cuando encontro casi en penumbras a una mujer desconocida para el hasta ese momento, que entre sin forzar nin­ guna cerrad ur a, es decir, tenia su propia llave. Ya repuesro de la sorpresa y titubeante de si se trataba 0 no de una ladrona, el cufiado atino a preguntarle quien era, que hada ahf y, sobre todo , como habia entrado. Logicamente, la dama tarnbien se asornbro y 10 unico que se le ocurrio decir fue que era amiga del senor fulano (su cufiado). Por suerte, en medio de la insistencia del cufiado, acerca de como habia entrado al edificio, llego nuestro entrevistado , quien , tarnbien muy sorprendido, atino a saludar efusivamente a la mujer con un par de besos en la mejilla, como suele hacerse con las amistades, como si efectivamente no le sorprendiese verla alli. Luego, inmediatamente fingio que era una cliente (de confianza) que venia de otra ciudad con quien el habia charlado relefonicamente la tarde anterio r, que se hablan puesro de acuerdo para

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reunirse a primera hora en la manana. Fue as], Ie explico al cufiado , que opto por dejarle la Have del edificio con un guardia que presta sus servicios en la cuadra, quien realiza rondines de vigilancia a camb ia de una propina mensual, es decir, el vigilante igual mente es conocido y de confianza para la empresa. Logicamente, todo esto 10 explico en un lapso de sesenta segundos al cufiado, en tanto que la amante tuvo que agarrar al vuelo la historia y corroborarselo al desconfiado cufiado y socio. AI final, ese rnismo dia, para concluir la version, debio ponerse de acuer­ do con el guardia, quien (con un estimulo en billetes) acepto confirmar frente al cufiado, por si este [e pre­ guntaba la version de que efectivamente recibio el dla anterior la llave de la empresa, con el encargo de entregarsela a la clienre proveniente de otra ciudad, una situacion sorreada muy diffcilmente.

Siempre niegue mirando a los ojos Un ultimo recurso muy util, en el peor de los casos , cuando las sospechas de su pareja estan muy adelan­ tadas, a tal grade que cuenta con datos fidedignos de sus andanzas, es negar caregoricarnente todo. En ocasiones ocurre que las esposas de los maridos infieles recopilan poco a poco informacion de distin­ tas fuentes. AI principio, era solo una version mal hil­ vanada; luego, versiones coincidentes de mas de una persona, hasta llegar a una certidumbre de las andan­ zas de sus esposos. Es entonces cuando atacan con todo: presentan de golpe toda la informacion yexigen

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la verdad, aquf se presenta el mornento decisivo; ellas esperan la confesion final, el ultimo cabo suelro para cerrar la tragedia. Aun cuando en el fondo anhelan que todo sea mentiras 0 murmuraciones de la gente para destruir 0 dafiar su matrimonio, igualmente intuyen la verdad, que algo no funciona bien en la pareja desde hace tiempo. Y allf estan, usted y su pareja, ella exigiendo la verdad, con una mirada inquisidora para saber la verdad; en tanto que usred siente latir su corazon aceleradamente. Muchos hombres infieles no soportan la tension de esros momentos, y se derrumban; reconocen, aceptan y confiesan todo. Entonces se desata el infierno en sus vidas. Por eso, si usted como adiilrero desea evitar que 10 descubran y no se ha decidido a abandonar a su pareja 0 esposa, tendra que asegurarse de manejar este momenta 10 mas profesionalmente posible, es decir, como 10 hacen los infieles profesionales. Si usted desea que el episodio termine a su favor, como los anteriores que hemos revisado, debe tener disponibilidad para mostrar en ese momento deterrni­ nante bastante seguridad, la misma que mostro siern­ pre con su pareja. Mantenerse imperturbable. Mirela fijamente a los ojos. No con dureza, sino directa­ mente, asegurele con conviccion que no es cierto. Niegue rodas las acusaciones, pero vien do direcra­ mente a los ojos de su pareja. Digale que son viles mentiras. Nunca, por mas informacion que su pareja le refiera de sus infidelidades, caiga en la trampa de terminar aceptando y reconociendo rodo. Niegue las acusaciones hasta la muerte. De un no rorundo, pues 100

tal actitud, aunque no borre la informacion que su pareja logro recopilar, sernbrara la duda acerca de la veracidad de las afirmaciones de las personas consul­ tadas, incluso las buenas intenciones de esa genre. Como ya 10 mencionamos, solo si usted esta decidi­ do 0 ha pensado seriamente en dejar a su companera, se recomienda asumir y aceptar como ciertas las prue­ bas que le han presentado. En tal cas0 , ya sabe que reconocer y aceptar como reales las acusaciones, nor­ rnalrnenre derivan en la inminente separacion, divorcio o algo similar. Pero si esa no es su intencion, defien­ dase como un gato bocarriba, y niegue vehemenre­ mente rodo.

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EL PERFIL DE LA AMANTE IDEAL

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xisten perfiles ideales para las distintas actividades y profesiones; de igual manera se puede delinear un perfil de la amante ideal. Cuando se trara de cono­ cer otras mujeres, a todo varon infiel le asalta la duda de como debia de ser 0 que caracterfsticas ha de tener la persona que sostenga una relacion que, siendo pa­ ralela, le permita sentirse a gusto, comedo y realizado , principalmente por la manera en que ella asume y vive tal vinculo. De las experiencias compartidas por nuestros entrevistados, obtuvimos un amplio espectro de ca­ racterfsticas que toda amante ideal reune, mismas qu e se detallan a continuacion.

No estd. muy orientada bacia el matrimonio Normalmente, a partir de las otras caracterfsticas per­ sonales, la amante ideal suele ser una persona que no se autopercibe como una mujer tipica, que en deter­ minado momenta puede ser la esposa de un hombre y luego se convierte en una abnegada ama de casa, mas tarde es una solicira madre. Norrnalmenre son 103

mujeres que no estan hechas para el matrimonio, por 10 tanto, en su propia manera de pensar esta prevista la condicion permaneme de ser la otra. Esto que ya han discutido violema y abundante­ mente muchas mujeres (ajenas a esta categorfa) en realidad es as!' pues esas son las caracteristicas psi­ cologicas de esre tipo de mujeres. En efeeto, en la his­ toria personal de estas amames ideales se registran siernpre episodios 0 eireunstaneias que lentarnente las han predispuesto a esta eonviveneia como modalidad predominame con el sexo opuesto. Cabe sefialar que no necesariameme se trata de episodios catasrroficos, sino de que en su infaneia, estas mujeres padecieron eonflictos imrafamiliares, con la cuota de afecto recibi­ da 0 no por pane de sus padres, sobre todo con las ca­ racteristicas predominames de la relacion con el padre, entre otrOS motivos. Lo cierto es que, por muy ilogico que suene, se puede afirmar que hay mujeres con ten­ dencia a ser amantes y no esposas 0 parejas oficiales. La prueba esta en que, cuando eonocemos la vida de muchas de estas mujeres, aparecen hombres libres, solteros 0 divorciados, con quienes pueden formar una solida y estable pareja, pero ellas se las arreglan para rehuir 0 escapar de ese vinculo. Inexorablernente se las ingenian para terminar la relacion, haciendo algo que la arruine, es decir, la sabotean. Incluso en algunos casos en que ellos les proponen matrimonio, no aceptan, exponen cientos de excusas y supuestos impedimentos para justifiear la negativa. Debido a que en su modelo ideal de vida no caben estas rela­ ciones ni tipo de hombres, su mayor anhelo es estar junto a un hombre prohibido. 104

No Ie gustan los niiios AI no ser la tipica madre y ama de casa, el prototipo de la mujer-arnante por 10 general acnia sin orien­ racion, 0 sin atraccion 0 enternecimiento con los nifios, Son totalmente opuestas a las mujeres que naturalmente siempre se han encargado de atender nifios, ocupandose al principio de sus hermanos menores, mas adelame de los hijos de su hermana y finalmeme de los suyos propios. Incluso en el plano laboral este segundo tipo de mujeres ejerce su vocacion maternal. Laboran como educadoras, maes­ tras en jardines de nifios, etcetera. En cambio las otras mujeres prefieren actividades y profesiones que les permitan tener contacto principalmeme con personas adultas. Y cuando se trata de lidiar con nifios, se las yen negras. Quiza no saben siquiera como cambiar un pafial a un bebe, 0 en todo caso, aun sabiendo como hacerlo, detestan ocuparse de esos menesteres, debido a que el mundo que le atrae es de adultos, entre los que se cuentan especialrnenre los hombres.

Sistemdticamente evita embarazarse Debido al rechazo a la maternidad y a su poca ten­ dencia por los nifios, ordinariamente la mujer-amante ideal es alguien que se cuidara de manera rigurosa para no embarazarse en ningun momento. Ella misma se ocupara de conseguir los anticonceptivos necesarios y los utilizara rneticulosamente. En algunos casos, ella elegira recursos definirivos, como ligarse las rrornpas . es decir, la esterilizacion, 105

Esta actitud de la mujer Ie ororgara a la relacion con su pareja un componeme de seguridad, ternan­ dola ideal, puesco que no caera en el viejo riesgo de que en algun mornento (quiza como fruto del sen­ tirniento que la une a ese varon, tal vez como un recurso para no perderlo, 0 para crearle consciente­ mente dificulrades), ella accidentalrnente se ernbara­ ce, e inicie una compleja relacion. Esto, harto frecuente, es un viejo recurso de algu­ nas mujeres-arnantes que desean con tal estrategia retener a los hombres en cierros casos, como apurar una decision respecco a que abandonen a sus actuales esposas; en otras ocasiones, recurren al embarazo como castigo 0 agresion a sus arnantes , haciendo que las esposas de estes descubran la relacion paralela, con codas las implicaciones y consecuencias comunes en estos casos. De manera que, en cuanto aparezca en la vida de cualquier hombre una mujer que definitivarnente rechace la maternidad, y que evite rigurosameme el embarazo, esto representara una gran comodidad y ventaja para cualquier varon infiel,

]oven e inexperta Un modelo especial de mujer, candidata a ser la arnante ideal, es la jovencita inexperta, sofiadora y senrirnenral que anhela una relacion que colme su vida} 3 A partir de la novela Lolita, de Nabokov, se habla del feno­ meno de las Iolitas, jovencitas audaces y osadas qu e, en franco desafio a las mujeres de la gen eracion anterior, presentan una

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Tal vez al principio esta joven dama, debido a su educacion, rechace la idea de relacionarse con un hombre comprometido 0, aun habiendo iniciado la relacion con alguno, ella se muestre reacia a conc i­ nuarla. No obstante, es muy probable que como a causa de la constante convivencia con ese varon infi el, expeno seductor, hombre maduro y arnante experi­ mentado, finalmente ella se subyugue con tal relacior, y acabe por entregarse docilmente. Sera enronces cuando esta Lolita acepte refugiarse cornodarnente en los brazos de su amante, y sin ningun sentimiento de culpa como para alejarse de ese esp acio.

Lo trata como siempre sofio 0 deseo En ocasiones, en la vida de un varon infiel ocurre qu e el dia menos esperado conoce a una mujer que, natu­ ralmenre y sin esfuerzo alguno, tiene la capacidad de prodigarle el trato que siempre ha sofiado, No son po­ cas las relaciones de este tipo que se han consolidado de la noche a la manana, debido a que casi magica­ mente ambos amantes coinciden en guscos, preferen­ cias, afinidades que allanaran asombrosamente el camino y el tiernpo hacia la consrruccion de un a fuerte relacion entre ambas personas. Sera entonces cuando ambos cornentaran sorpren­ didos: tenemos poco riernpo, pero pareciera que no s gran habilidad de seduccion, y al haber resultado alramen lc beneficiadas por la naturaleza, la cornbinacion de sus atr ibu ros hacen tarnbalear los cimienros del mundo fem enin o ad ulro.

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conocemos y estarnos juntos desde hacc afios. Uno de los primeros resultados tangibles de esre ripo de qui­ mica perfects entre ambas personas es que una 0 ambas estaran en condiciones de darle a la otra el tipo exacto de trato 0 atenciones que necesiran , y que tal vez durante mucho tiernpo no ha recibido de su pare­ ja oficial: induso habra tenido que mendigarlo. AI recibir esre anhelado traro, muy diffcilmente un hombre baraja en su mente la idea de alejarse 0 de dejar a su pareja alterna, puesto que su cornpafifa es muy benefica, rasgo a partir del cual estas mujeres se les considera am antes ideales. Por ejemplo, un prospero comerciante, a quien conocimos mientras esraba casado todavia. Aun cuando su esposa no era una mala persona, no le tenia la paciencia suficiente para ocuparse de los detalles; por ejemplo, cuando lle­ gaba cansado al hogar, ella casi nunca tenia ganas ni tiempo de prepararle la cena, aunque sea de servirsela, si ya la habfa preparado el personal dornestico asigna­ do a dichas tareas. Igualmente, cuando salia de viaje, relatarfa afios despues este hombre, el envidiaba a sus amigos por la manera en que sus esposas les ayudaban a preparar sus equipajes, les planchaban la ropa nece­ saria, todo 10 que el nunca recibio de su esposa, quien dejaba totalmente estes detalles en manos de las servi­ doras dornesticas. El fin de la historia fue que un dta este comerciante contrato a una secreraria, a la que, entre otras cosas, le corresponderfan tareas como servirle cafe, coordinar el servicio de almuerzo, etcetera. Desde el principio, esta dama (no mas joven ni bonita que la esposa), se destaco por su solicitud y fina arencion con su entonces jefe, quien declararia 108

luego con sorpresa que ella en poco riernpo lIegarfa a conocer, incluso mejor que su esposa, los pequefios y a la vez grandes detalles de sus preferencias perscnales, como el mimero de cucharadas de aziicar con las qu e Ie gustaba tomar su cafe, que ripos de sopas preferia, cuales eran los alimentos que debia controlar por pres­ cripcion medica y otros, Lo mas Ilamativo era -segun refirio este hombre- que la dama demostraba brindar esta atencion no como parte de sus tareas asignadas, sino porque Ie gustaba hacerlo y se ocupa­ ba de ello con agrado y entrega. Esto lentamente unio a ambas personas, haciendo que el hombre poco a poco se sinriera mas a gusto en el negocio que en su hogar. Por tanto, haciendo que cada vez se quedara hasta mas tarde a uabajar junto a su secreraria, hasta que un dia paso 10 que habfa de ocurrir. La historia concluyo varios afios despues, cuando este hombre se divorcio, dej6 a su esposa y, tiempo despues, forme pareja estable con su otrora secretaria y amante. No fue una aventura ocasional. Estuvieron juntos durante casi quince afios, hasta qu e el hombre fallecio a causa de una enfermedad que se complied de manera irreversible; pero mientras du ro, quienes los conocimos constatarnos que eran real­ mente felices. Busca fa proteccion de un hombre fuerte Similar a la rnujer-amante joven e inexperta, se encuentra la que busca protecci6n de un hombre luerte, en cuyo concepto esta dama incluira, po r ejemplo, al hombre ya maduro, esrable en la vida a 109

nivel econornico, que le perrnita gozar de ciertas comodidades y que Ie genere sobre todo una sen­ sacion de proteccion. Este hombre asertivo y exira so Ie transmitira a su arnante, con su presencia, fuertes sentimientos de seguridad y proteccion valorados por todo el genero femenino (al menos por las feminas que disponen de una suficiente y adecuada dosis de salud mental, como para permitirse reconocer esta necesidad). De manera que algunas mujeres justa­ mente se senriran sub yugadas por los factores con­ cornitantes a la condicion de hombre comprometido o casado: carrera exitosa, hijos y finalmente estar ya familiarizado con 10 que implica saber tratar a una mujer, debido a estar viviendo con una (su esposa) desde hace varios afios. Hasta aquf los distintos aspectos del perfil ideal de una amante. Todos estos indicadores presentados anteriarmente, en la medida en que converjan en una mujer determinada, 10 haran aproximarse con mayor precision a ese perfil. Si los elementos aquf citados no contribuyen a facilitarle, amable lector, su busqucda de la am ante ideal , al menos le serviran como referen­ res reales a la hora de establecer con claridad que ca­ racteristicas se excluyen de dicho perfil, es decir, como no debe ser ella. Buena suerte en su busqueda.

COMO SER INFIEL CON SV AMANTE

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n ocasiones ocurre que usted acaba siendo infiel a la mi sma persona con la que usted engafia a su pareja oficial, es decir, a su amante. Esta infidelidad tiene distintas dimensiones: desde aventurillas ocasio­ nales con otras mujeres pasando par breves romances (los cuales una vez concluidos usted continua junto a su amante primigenia), hasta verdaderas relaciones en las que finalmente optara por dejar incluso hasta a su pareja oficial para permanecer junto a la nue va arnante. Cualquiera que sea la dimension de la in­ fidelidad con su amante , aquf nos ocuparemos de pre­ sentar ciertas sugerencias y recomendaciones sobre como sobrellevar esta segunda instancia de infideli­ dad.

Una tercera persona exige mayor cautela En primer termino, destaca la importancia de aumen­ tar la cautela y los mecanismos de seguridad con su pareja oficial, en relacion con su nueva arnante. En efecto, si de por sf ya es diffcil esconder una mujer, imagine 10 que significa esconder a dos , y adem as pensar que hay una tercera rondando. En cuanto a su

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pareja oficial, caben en igual medida rodas las recomendaciones hasta aquf formuladas respecro a precauciones que aseguren el secrero de la exisrencia de una amante. EI error en el que incurren muchos adulteros es el de relajar y obviar las precauciones, usual mente obser­ vadas con la primera amante, en relaci6n con la exis­ tencia de la segunda. En estas circunstancias, no resulta raro que despues de haber sobrellevado tanto riempo y con gran habili­ dad una primera relaci6n paralela, un hombre cornete errores en la segunda, 10 que tarde 0 temprano lleva a su pareja oficial a descubrir esta (segunda) vincu­ laci6n, e incluso adicionalmente, a veces, hasta la pri­ mera. Es cuando esros infieles de vocaci6n sienten que todo se derrumba: se quedan sin el pan y, a veces... sin las tortas. Recuerde que debe tener mucho cuidado: igual cantidad de celo, cautela y precauciones ensayadas con su pareja oficial, en rodas y cada una de las rela­ ciones paralelas en las que uno se aventure.

jCuidado con su primera amante! Tenga cuidado, ella se las sabe rodas, debido a que hasra ahora ella 10 ha acompafiado y panicipado en todas sus estrategias y esfuerzos, tendientes a evitar que su pareja oficial se entere de su doble vinculo; su primera amante es una persona que conoce pertecta­ mente rodos los trucos, esrratagemas y excusas que un hombre infiel despliega.

Realrnente usted debe ser creativo y audaz para sobrellevar con exito y sin que se entere su primera amante de la existencia de la otra. Acaso este sea el rnotivo por el que muchos hombres infieles aCOStum­ bran rener una arnante por vez: puesro que exige mucho esfuerzo mantener en secrero el vinculo para­ lelo; si fuesen dos, resultarfa bastante desgastanre. Aun asi se da el caso. Inc1uso ocurre a veces sin llegar a proponerselo deliberadamente. Entonces, ya sabe usted que debe redoblar precauciones frente a su primer amante, para que no descubra la existencia de otra amante. Una posible excusa con la primera para estar con la segunda, y que usualmente la acepta, es decide que su pareja oficial desconfia, y ultirnamente anda haciendo muchas preguntas, raz6n por la que debe aplicar la tactica del cambio de horarios 0 de frecuencia de encuentros, segun sugerencias del apartado relaciona­ do con el manejo de las suspicacias de su pareja. Asi, su primera arnante estara tranquila y usred dispondra de tiernpo libre para dedicarse a su nueva amiguita. Lo de tranquila se afirma en cuanto ella sea la primera interesada en cuidar que su pareja oficial no descubra su existencia, De rodas maneras, esta excusa s610 le servira unos meses. Durante el transcurso , serfa recomendable que usted defina que hacer con ambas personas. Esro sig­ nifica que, de acuerdo con los testimonios recogidos, cuando un hombre infiel acepta 0 busca una segunda arnante a su lado , algo esta pasando en su relaci6n con la primera.

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No queremos necesariamente concluir que tene­ mos una crisis en desarrollo, pero es bueno pregun­ tarse a profundidad sobre los motivos que subyacen a la existencia de este segundo vinculo paralelo. En algunos casos, simplemente ocurrira que esa segunda persona representa solo algo effmero, pero en otros la existencia de una segunda amante es el mas claro indi­ cador de que esta llegando la hora de terminar con su ., . am ante pnmlgema.

CVANDO CONCLVIR SV RELACION INFIEL

1amor es eterno... mientras dura, dicen los exper­ ros de las cuestiones sentimentales. Este pensa­ mienro nos lleva al siguiente punto de nuestro traba­ jo. El asunto es que, si bien en algunas relaciones los vinculos paralelos acaban convirtiendose en oficiales, en otras, tarde 0 temprano, la relacion entre los amantes llega a terrnino. No es que uno viva buscando el momento. Pero sabemos que la vida esta llena de principios y finales. Es una sucesion de encuentros y partidas, y quiza le haya pasado a usted, varon infiel, que llego a su vida una amante que trajo muchas cosas hermosas a su existencia. Y un dia, igualmente, se marcho. Es la ley de la vida. De manera que serfa saludable y sensato asumir abiertamente esta posibilidad, y antes que rehuir el tratarniento del tema enfrentar el asunto con fran­ queza, tratando de identificar amicipadamente las probables causas determinantes de una ruptura. Aquf se avanza en la idea de que ante un factible surgimien­ to de ciertas situaciones, serfa recomendable y conve­ niente poner terrnino a la relacion con su amante, sea esta la primera 0 la segunda, 0 la que se ubica en "n" orden en su vida. El detalle de los hechos posibles es materia que se desglosa en los siguiemes apartados.

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Cuando se pone exigente Una de las causas por las que se recomienda empezar a pen sar seriamente en. concluir la relacion con su . . amante, es porque empleza a mostrarse mcomprensl­ va con usted, con el tiernpo que le destina y la fre­ cuencia de los encuentros. asimi smo par 10 que usted puede y no puede darle. A medida que ella sea mas exigente en estos ternas, usted ira gradualmente sintiendose presionado e inco­ modo, como cabrfa esper arse. Recordemos que una de las caracterfsticas de la am ante ideal es su flexibi­ lidad, paciencia y comprension hacia usted, respecto a cierros ternas vinculados con ella, ya que de por medio siempre estara tambien su pareja oficial. As! pues, en cuanto su amante empiece a dar sefiales de rigidez e intolerancia, tengalo por seguro: ha llegado la hora de dar por terminada la relacion. No dude 0 flaquee en esta decision. No importa 10 bella, joven , ardiente 0 especial que ella sea. Recuerde que usted se refugio en sus brazos para estar mejor que con su pareja oficial , par 10 tanto, si usted aceptara que la relacion paralela funcione peor que esta, ciertamente habra hecho un mu y mal negocio. Por 10 tanto, llega­ do el caso cirado, usted debe romar con presteza la decision correspondiente a esta situacion .

Cuando

to amenaza can descubrirlo

Asociada a la causa anterior, en ocasiones , una amante exigente e insatisfecha, recurre a metodos como el

chantaje emocional, amenazando con contarle todo a su esposa, llevarle pruebas que certifiquen la existen­ cia de la relacion paralela. Usualmente tales pruebas son fotograffas, cartas , infarmaciones clave que ella manep. Este es el mornento en que se aprecia con claridad la conveniencia de evitar tales evidencias, factibles de usarse como pruebas con su pareja oficial. Por si acaso su am ante emplea tales amenazas , 10 primero es hacer un claro diagnostico de las reales posibilidades de que esta amenaza la cumpla ella. Para esto nadie mejor que usted, que conoce su caracrer y su temperamento; quiza identifique con claridad 10 que ella sera 0 no capaz de hacer. Si su diagnostico indica que es probable el cumplimiento de la arne­ naza, entonces adopte una estrategia conciliadora y deliberadora. Busque un acercamiento que calme los animos, Dialogue con ella con mucho aplorno, intente ha­ cerla razonar y, sobre todo , si Ie parece que pueda ser necesario , usted tambien chantajeela ernocional­ mente. Una manera de hacerlo es serialandole qu e quienes principalmente said ran lastimados por Sll accion (la de hacer que su esposa se entere) seran los hijos de usted, a los que quiza en ese momento ella tambien este vinculada senrirnentalmente (aunque no los conozca en persona) por ser hijos suyos. Esre metodo es casi infalible. Por mas enojada 0 molesta que este una mujer con su arnante, Ie resulta muy diffcil elegir, conscient e y deliberadam ente, acciones que result aran en perjuicio 0 dafio de los hijos de este, Es algo humano , femenino. 117

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Pasad o el mornento de mayor riesgo, busque el mejor mo rne nto a partir d e alli, trabaje poco a poco la actit ud d e su arnan te, intente de sviar 0 dirigir su pre­ di sp osicion hacia la ide a de co ncl uir la relacion. Esto requerira, sin dudas, de una muy alta dosis d e pacien­ cia; pero el ben eficio ob te n ido con los resultad os bien vale la pena. Si, p or el co n t ra rio, como fru ro de su diagn6st ico usted co ncluye que a raiz d e su tempera­ mento 0 caract er lsti cas sim ilares su arnan te no sera ca paz de cu m plir su amenaza, d e informarle de todo a su par eja ofi cial , sirn plemen te alejese d e ella y d e por co nclu ida la relacion. En todo caso , en la ultima charla, y d e manera pre­ cavida, tambien hagala em oci o nalmente responsabl e del dolor que sus hijos expe rirne nta rfan si ella cu m ­ pliese sus amen azas. La diferencia, en este caso, es que el grad e de esfu erzo que in vierta en tratar de h acerle ent ra r en raz6n a ella sera m enor que en el caso de una muj er d e armas romar.

Cuando usted tiene una nueva amante Como rnen cionabamos en el capitulo denominado "C o m o ser infiel a su arn anre", no pocas veces ocurre que en m edi o de una relacion paralela usted co noce una tercera persona que igu almente 10 sens ib iliza y se ace rca a ella co n todo 10 que eso implica. N o es que sea imposibl e tener dos aman tes a la vez. Partarnos del su p ues ro de que usted m ismo tal vez no se sien te co n el su fic ien te tiernpo y en ergias co m o para sob rellevar 10 que en realidad sedan tres relaciones (dos paralelas y un a oficial) . 118

Por 10 tanto, si esta fu ese Sll situacion, sed tamb ien hora d e despedirse de su amerior ama nte y enr regarse de Ilen o a la nueva. E n todos los casos reca m en dam os la ca utela y 1a prudencia en el cierre de la reIac i6 n pa­ ralela amerio r. U na muj er lastirnad a 0 h erid a en SlI am o r propio u o rgullo personal pued e tran sform arse radicalmente de un m anse co rde riro en un a leo na herida. Siem p re sera m ejor buscar eI di alogo y el co rn un ac uerdo que exa cerba r animos que generen vien tos de torrnenra.

Cuando intenta con estrategias inadecuadas EI indi cio de que ya ha llegado eI tiempo de co nc lu ir la relacion , es cua nd o su amame rep etidarnenre in ren ­ ta estrategias que apu n ta n a arr aparlo d efiniriva­ m ente, pero que se pueden calificar m as bien de inadec uadas 0, en ciertos casos, hasta d e perversas. Las est ra tegias ad ecuadas sedan acc io nes positivas, cuyo resultado ge neran en usted una sensaci6 n de comodidad , agr ado 0 bienest ar, es d ecir, so n saluda­ bles y buenas. Las estrategias inadecu adas so n acrua­ cio nes que m as bien representan para usted ten siones, m ol esrias 0 incomodidades. Revisemos un p ar de estas . E1 primer tipo de acc iones posibl es de ser anali ­ zad as en esta 16gica se rela ciona co n un (su puesto ) em barazo. " E n esta persp ecriva, apa rece n d isrin tos 4 En esre caso, se asu me q ue el embarazo d e su arnanre, es decir, la posibilidad d e qu e ella co nciba un hij o suyo , tien e para usred

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slnto mas : suc esivos y rep etidos auasos en la m en s­ truacion , nause as y vo rnitos sin base real, incluso una marcad a resistenc ia a so rneterse a ana lisis clin icos para d escartar 0 con firrna r la existericia del em barazo, son actos que normalm ente una am ante ejecu ta cua n do esta empezando a q ue rer auapa r (de fini tivamente y a cualq u ier precio) a su pareja, Este s recursos usu al­ mente los despliegan las muj eres que sabe n 0 in tuyen la nobleza de sus ama ntes, quienes serian inc ap aces de desen te nderse 0 no hacerse responsables d e un hijo , en caso de que este se co nc ibie ra dentro del vinc ulo extraconyug al. Cuando ellas sabe n que su am an te es muy inse nsi­ ble y sumarnen te irresponsabl e, por 10 gene ral no sue­ len echa r mana d e estos recursos. Pero si usted es de las pe rso nas cuyas carac te risticas individuales 10 orillan a ser bastante comprometido en una relacion en la que arr ibe un hijo , y se percat a de que esta ca rac rerlst ica se emplea en su contra, no 10 dude. Emp iece a buscar la manera d e ter rninar la relacion co n esa arna n te . Una segu nda est raregia, factible de ser d espl egad a en este sentido , es la de simular in ten tos d e suicid io. En efecto, aquf ten ern os ep isod ios aparente me nte reales de ingesti on de pastill as, cortes en las mufiecas y o tros.

una co nno tacio n negariva, ya q ue es una decisi6 n que no ha sido ramada ent re ambos, es decir, es algo que usted no desea (po r 10 menos no cuando ella 10 desea). Es u n hecho para el q ue usted co nsidera qu e aun no es el tiem po correspond iente.

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Logicamente, tales hech os son bastante at er ra­ dores, d erivando en m ultiples oc asio nes en la hosp ira­ lizaci6n d e la supuesta suicida. Pero si logramos ver m as alla de 10 aparen te, adve r­ tirfarn os la presen cia co ntunden te de claras sefiales de que los apa ren res in tentos fallidos en realidad era n sim ulacros. No ren ian en el fon do la firrne decision de cum plir el objerivo sup ues ta men te esta blecido (causar la rnuerte de la persona). En efec ro, tornand o algunas fo rmas usuales que eli­ gen las muj eres para in te n tar suic idarse, p od em os d esgr an ar una por una las sefiales in di cado ras de que aq ue llas actuacio nes en realidad eran sim ulacros.

Amenazas 0 avisos previos Las primeras acruaciones tfpi cas de algu ien q ue esra en p roceso de sim ular un su icid io so n las amenazas conc retas, co m o los avisos anticipados, En este orden se inscriben las m en ciones realizadas por una arnante, quiza cuando discu tfa con usred , en las q ue Ie advierte que de no co ns egu ir algun o bje tivo 0 deseo (po r ejem­ pl o , que usted se separe d e su esposa y se vaya a vivir co n ella), ella acab ara m at andose. So bre este aspecto se pued e aclarar: una persona que h a torn ado la fir me d ecision de terminar su exis­ ten cia, no Ie di ce a nadie con an telacio n, justarnen te para evitar por todos los med ios que se 10 impidan . Mas bien, 10 que h ace es rna n te ne rlo en secrero y busca el m ejor m o rnento pa ra cu m p lir su co metido . C ua n do enc uentre el lu gar, me d io y rno rnenro ade­ 121

cuados, silenciosamente esta persona se matara. A 10 sumo, 10 que suelen hacer algunas suicidas es dejar una carra explicatoria de su decision. Pero alguien que solarnente amenaza con hacerlo de manera repetida, mas bien esta utilizando esto como un recurso para el chantaje emocional. Aun asi no se puede dejar de sugerir que ante tales amenazas no seria saludable adoptar una estrategia dcsafiante, en cuanto al cumplimiento de la misma, consisrcnte en que usted le diga a su arnante algo asi como: hazlo, ~a ver si te atreves? En tales casos, quiza este desafio sed el ernpujon que una persona, cuyo fuero interior no esta bien y que en ocasiones se des­ bordan sus impulsos, necesita para animarse a ejecu­ tar dicha amenaza. Lo recomendable seria enfrentar esta amenaza ver­ bal, apelando al raciocinio y la cordura de la persona. Tratar de hacerle ver que ese camino no resolved ningun problema, y que solarnente lastimaria a mu­ cha gente (entre otros a usted, a la familia de su amante, a sus hijos y dernas).

Cortes 0 heridas autoinfligidas Algunas zonas del cuerpo sangran profusamente, aunque las heridas en dichas zonas no sean graves. Las mufiecas por ejernplo, zona de transite de venas deli­ cadas, necesitan recibir cortes en zonas bastante pre­ cisas para producir las fatales hemorragias que causan la muerte. Muchas personas que simulan suicidarse se practi­ can cortes en las mufiecas, siguiendo una direccion 122

paralela a las venas, antes que transversal. Esto pro­ duce una herida que sangra profusamente, pcro no compromere de manera seria la existencia de la per­ sona, pues no afecta ni destruye de manera grave la integridad de las venas principales. Lo misrno p llcde acotarse sobre las heridas que se produzcan en la Zo na del cuello.

Ingestion depastillas Este es orro recurso suicida que algunas mujeres esco­ gen para ensayar una sirnulacion. En efecro, 10 que suele darse en estos casos, por ejemplo, es que si las pasrillas ingeridas son abundantes no son graves y el contenido quimico de las mismas no resulra peli­ groso , ni siquiera toxico para las personas que las mgleren. Otra variante consisre en ingerir pasrillas peligro­ sas, aunque en cantidad necesaria solo para causar ciertas rnolestias digestivas 0 estomacales, producir perdidas del conocimiento u orras. Finalmenre, esta el caso de la dama simuladora que utiliza la variable riempo a su favor, cerciorandose de ingerir la canridad exacta de una dosis que podria resultar Ictal, pero, asegudndose de que alguien ven­ dra (quiza casualmente su arnante) y la encontrara justo con el tiempo suficiente para gesrionar el soco­ rro medico y salvarle la vida. Como se advierre en esra categoria, siempre se puede detectar la sefial revelado­ ra del simulacro.

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C6MO CONCLVIR SV RELACl6N INFlEl

C

ualesquiera que sean los motivos, 10 cierro es que estarnos en el mornento final : ha llegado la hora de rerminar la relacion con su arnante. Tambien en esta fase del vin culo, al igual que al inicio y a 10 largo de todo su transcurso, es irnportante recurrir a cierras tacticas para asegurar que la conclusion sea la mejor posible, sin resentimienros (al menos que esros sean los rnfnirnos posibles) y al rescate de 10 posit ive que deja redo aquello. Las siguientes son algunas ideas plausibles para este proceso , que se di viden co nform e al tipo de circuns­ tancias en las qu e surge la ruptura 0 disolucion de Ia relacion paralela.

EI fin de la relacion en circunstancias ordinarias y extraordinarias Estas circunstancias son por las qu e sim plemente usred ha optado para terminar la relacion sin nin gun morivo especial. Tal vez ha descubierto que am a pro­ fundamente a su pareja oficial: tal vez tiene orr a nueva am an te; tal vez esra cansado de llevar una d obl e vida. Lo concreto es que, en 10 co ncern iente a su am ante. no existen problemas irnportantes generados pa r ella. 125

La di ficulrad d e esta sit uacio n radi ca en que debe­ m os ser m uy cu ida dosos par a evita r en 10 posible lasti­ m ar a la amame. Ella no ha hecho nada m alo que amerite su decision d e co nc luir, Es m as, quiza ni siq u iera espera esta decision de su part e. Por 10 tanto , la estra tegia par a este rip o d e circ uns rancias se deno ­ mina el proceso d e "he rvir la ran a". Es ra FIgura surge a partir de la sab id u ria de los m onj es tibet anos, quienes cue m an que si queremos her vir una ra na y o p ramos por arrojarla viva en el ag ua hi rvienre, co n roda segu rida d sal tara d esesp erada fu er a del recipieme que co n tiene el agu a, esca pand o aterrada de su muerte seg u ra . La est rareg ia co ns iste en to nces en co locar la rana en agua a temperatura am bien te y grad ua lmeme ir a um en ran do la. E n un momento dado, qui za la rana notara el ca m b io, pero co m o es grad ual so lo se inco­ modara un poco. D e todas m an eras perrnanecera en el recipiente que se esta calen ta ndo , Po co ti ernpo despues, cuand o el agua hi erva, la ran a m orira indefec­ tible e in evirablernente. Aplicad o a nuestro caso , esto sign ifica que usred grad ualmeme puede m en cionar a su arna nte la posibilidad de que un dia tengan que se­ pararse. Un va ro n infiel en trevistado relat e que en los ulti­ m os tiernpos de una d e sus relaciones paralel as solfa ten er largas y filo sofi cas co nversacion es con su aman­ teo En foc aba el tema por el lado de los llmites natu­ rales de la vida : la muerte, el fin de las esta cion es, el dia y la noche. Lu ego , cu ando su arna n te esraba recep ­ tiva a co m p ren de r estas realida des, focalizab a el punto en la relacion entre am bos: Ie sefialaba que tarnbien 126

ellos deberian separa rse algun dia, ya sea po r caUsas naturales 0 por d ecision propia. C o m o es logico, al pri ncipio esre tipo de mel1 ­ ciones incomodaban a la inrerlocurora de n uestro em revistado, pero - agrega- l uego ella gradualmen re asim ilaba el tema. H asta que llego el dia en qu e el po r fin creyo que era tiernpo de planrear abie namenre el tema. En o tras pal abras, la tactica consisre en sensibi­ lizar poco a poco a la orra persona sobre el tern a, sob re la posibilidad de que ello aco n rezca, y finalmenre aca bar co n una propuesra concr eta: termi nar la

relacion, Tarnbien se recomienda resaltar siem p re eI aspecto positive del h echo. Si bien roda sepa rac io n es dolo­ rosa p ara am bos miembros de la rela cion, co nvie ne enfarizar en todo mornento 10 buen o que ella deja en la vida de am bos y mostrar como aquello lleno y llenara para siem p re (co n recuerdos) la vid a de los am antes que se alejan . Invite a su arnan te a alejar se de su lad o alegre­ m ente. No co n rrist eza. Pfdale que celebre tod o 10 que usted Ie dio y que ella valo ra y aprecia. Ali enrela a q ue gua rde todos esos maravillosos mementos pasados co n usted en su co razon y sien ra que en riq ueceran sus vidas para siem p re, aun cua n d o fIsicamente ya no este n juntos. En cu anto a los rnorivos, podria trat arse de alguna de las causales analizadas en el apartad o d en om inado "Cuando fin alizar la relacion con su am ante" . Podria tr at arse de o rra clase d e acc io nes, pero la verdad es que se trata de cu alquier tipo de conduct as 0 acciones rea­ lizad as por su arna n re y que para usred resulran inco­ 127

modas, d esagr ad abl es 0 hast a ofens ivas. En tales casos, la estraregia "he rvir la ran a" no se ap lica. Se d eb e ir firm emenre direcro al gran o. Cualquier per sona que hace algo malo , por un a human a ne cesidad d e rep aracion sabe que siem p re so brev iene n co nsecue ncias adversas d e tales ac ros: a 10 su m o , a veces nos negamos a aceprarl as, pero en el fo ndo senr imos que las resultanres so n justas y razo­ nabl es. Esro tarnbien aplica a su amanre: si ella h ace alguna cosa y ejecu ta un a serie de acc io nes que di s­ co rdan fuertemenre co n sus expec tativas, enro nces usted tiene servida (si 10 desea) la oportunidad p ara planrear co nsecue nremenre la ruptura. C o nfron tela con sus acros (co ns umad os 0 fallidos). Pre guntele co m o se sienre ella por h ab er he cho 10 que hizo (y que determinan la decision suya d e co n d uir la relacion) . Lueg o exp resele co m o se sienre usted al resp ecro , rnuestrele que mal 10 pone eso . D espues, p reguntele que haria ella si estuv iese en su lu gar y us ted hi ciera algo que la lastirnasen . E nro nces afirme que n o se t rat a d e su in cap acidad de perdonarl a. G ar andcele que usted ya 10 hi zo. Sefi ale m as bien que si usted perman ece a su lad o despues de 10 ocurrido, eso irnplicaria adrnitir que ust ed goz a, necesit a 0 desea ser lastimad o y ag red id o. Y fin al ice diciendo que eso es algo que usted no puede recono cer po rque no es verda d. DIgale que usted se estirna 10 su ficienre a Sl . .. . . rrusrn o como para n o permltlr que esro slga ocu rrien­ do. Sefiale co n veh emencia que esa modalidad de la relacion no es saludab le. Y rern at e senr enciand o que por eso deben sepa­ rar se. In sist a en esro . D Igale que no se tra ra de que 128

usted la dej a 0 aban d o na . Se tr ata de que ambos se sep aran porque una pare ja es alga de d os, y rod o 10 que aco nrece en ella es producto de am bos. D espues de esras palabras, es posibl e que ella se resisra ten azmenre, induso h ast a h aga un a serie de berrin ch es. Todo esro es previsible, p ero debe pre p ararse m enralmenre par a escucharlas y sos renerlas. M enrali ce que asi oc urriran y programese para en frenrar este rnornenro. No perrnira que nad a de 10 que ella di ga 0 ac nie ie haga d esviar su d ecision de rer­ minar la relacion , so bre redo si usred aSI 10 qui ere. Esra ultima adaracion la fo rmulamos porque tam ­ bien deb emos adrnitir la posibilidad de que ante los descargos h echos por su amanre, usred se sens ibilice y desee revisar su d ecision de terminar con ella. N o se sie n ta m al en esre caso, usred es el que decide. N ad ie podra juzgarlo por ello , ni sus amigo s, co nocid os 0 vecinos; nadie. Esro es aSI porque la unica persona que se d uerrn e y d esp ierta con las consecuen cias de nuest ros aeros so m os nosorros mi smos, por tanto, nadie podra esrar totalrnenre en nuestro lugar y juzgarnos p o r 10 qu e d ecidimos. Solo nosotros sab emos 10 que sentimos en d et erminadas circunstancias 0 mornenros, de ahf la de­ cisio n de que es m as convenienre para nuesrra vida . Por ultimo, resp ec to a est a segun da circunsran cia en la que podrfa ocurrir eI fin de Ia relacion con su arna n re, Ie su gerimos que tr at e de aseg ura rse de que ella se vay a 10 m ejor posibI e de su estado d e anim o. Es ro quiere decir que aquf es igu almenre valida la estra teg ia suge rida p ar a la circ uns ta ncia anrerior ~~ separacio n (o rd ina ria), en la que h ad amos h incapie 129

en la importancia de contrarrestar el dolor, la tristeza o el sufrimiento, focali zando los aspectos agradables y positives que caracterizaron la relacion.Emplee tam­ bien en estas circunstan cias los mismos argumentos.

Tres recomendaciones finales Lleuese todo 10 que podria comp rometerlo Una vez que usted se aleje de su amante, asegurese de tener en cuenta y respetar una serie final de precau­ ciones que apuntan a garantizar el cierre de esta rela­ cion paralela, sin que su pareja oficial se entere. Para ello es sumamente irnportanre que usted haga un inventario a fondo de todas sus pertenencias, objetos y enseres sobrantes en poder de su amante 0 deposi­ tados en el departamento que compartfan. Asegurese de recoger, guardar, cargar y llevar cada articulo de su pertenencia, No deje nada al azar. Cualquier obj eto personal reconocible como suyo y que su pareja 0 alguien vinculado con ella (fam iliares) puedan idenrificar, sedan una peligrosa evidencia de que algo ha pasado en ese lugar. Haga memoria, revise cajones, busque sobre y debajo de los armarios, debajo de la cama. No deje rincon sin hurgar, busque objetos que podrfan delatarlo algun dia. Ni que decir de probables fotogra­ Has de ambos paseando juntos, abrazados 0 besan­ dose. Peor aun si se trata de videos 0 fotograffas con jescenas de sexo entre ambos! Consfgalo todo y, sin dudar, destniyalo.

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No es necesario que 10 haga frente a ella. PfJ aselas y dfgale que es necesario proceder asf, que usred debe llevarlas consigo. A 10 sumo, si usted, por raZOnes sen­ timentales, desea guardarlas en vez de destru irlas, busque un lugar seguro en su oficina 0 cualquier orro sitio al que solo usted tiene acceso (caja de segurid ad en un ban co). Pero nunca, por ningun m oti ve , las guarde en su casa. Tampoco se las entregue a nadie en custod ia. Nadie, ningun amigo, conocido 0 similar deb e poseer esos mareri ales, Recuerde qu e la gente cam bia y qui enes hoy son nuesrros In tirnos confidenres, manana podrian querer agred irn os. Y tener en sus manos esos elementos serfa disponer de armas rnor ­ tales para usar en contra nuestra. En un caso extrerno, si usted deseaba gu ard ar esos recuerdos y no tiene lugar segur o donde hacerlo, reconsid ere su decision y deshagase de ellos. Tfrelos al rio , en tierrelos, quernelos, destruyalos.

Corte definitivamente con la relacion Una vez que usted se h a alejado de su amante, estarfa dispuesto a sostener ese disranciamienro, pase 10 qu e p ase. Por un lado , en cu anto a usted y su afioranza de los hermosos rnornenros que pasaron juntos, asegu­ rese de encontrar alguna alternativa para llen ar ese vado: pracrique algun deporte, dedfquese a su pareja oficial, consfgase otra arnante, pem por ningun m oti ­ vo debe permitirse sucumbir a las trernendas ganas qu e seguro sentira en algun mornenro de co rrer de regreso a la cama de Sll ex am an te. 131

N o sucumba a la tentacion . Si 10 hace, estara per­ d ido. Sobre todo , porque Ie manifestara que usted no puede vivir ni esta r sin ella 0 algo parecido . Por eso tambien es irnp or rante q ue analice de man era obje ri­ va y co n suficiente riernpo la decision , ames de que sea defin iriva. Pero si 10 hizo, debe sostene rla, cueste 10 que cueste. Igu al recorn endacion se puede for m ular sobre los casi seguros intentos que su arn ante realizara para lograr qu e ust edes vuelvan a encontrarse, verse 0 esta r junros. Esta es quiza la parte mas dificil: ella 10 co noce, sabe sus deb ilidades y gusros, sabe que color de ropa interior Ie fascina a usted que ella use, qu e com idas le agradan , que peliculas Ie arrae n, etce tera. Probablemente usara rodos esos artilugios para propiciar en algun mornento un nuevo enc uentro. EI momenro no pu ede predecirse, algu nos informames afirmaro n haber recibido una llam ada de sus ex am ames al d ia siguieme de la rup tu ra; orr os la reci­ bieron m eses despues: 10 ciert o es qu e ust ed no debe sorpren de rse si ella, aun habiendo aceptado la sepa­ racion, despli ega despues varios esfuerzos para que am bos se reconcilien , 0 par 10 m en os teng an encuen­ rros furtivos y espo radicos , Recuerde: no debe cede r; persevere y, por su seguridad, imamen ga bi en arriba el cierre de sus pamalon es!

atiendala y recuerdele con firm e co rtesfa el acuerdo de sepa racion al qu e llegaron. Si Ie deja mensajes en su telefon o celular, despues de escucharlos, bOrrelos pero no responda. Lo mismo si se los env ia a Sll bu sca ~ person as. No responda ningun m ensaje. Si le envia cartas 0 noras, rompalas despues de leerlas. H aga co­ m o qu e nunca las recibi o. Si en alguna de estas
Sugerencias operativas Si ella llama a su oficina, d igale a su secreraria qu e de el recado de qu e se halla en un a reunion. Si insiste, 132

133

CONClUSION

EI enfoque adoptado en este trabajo

A

1cruzar el umbral de este modesto aporte para el 11Jogro de un mejor manejo del tema de la infide­ lidad masculina por parte de sus principales prora­ gonistas, deseamos puntualizar algunos aspectos importantes para quienes han tenido el valor de leer hoja tras hoja estas ideas. Como sefialabarnos en la introduccion, contraria­ mente a 10 que tal vez a mas de un lector le pueda parecer, este no es un trabajo que alabe la infidel idad como modo de vida, 0 valor adoptado y ensalzad o. Lo que quisimos lograr fue reflejar una realid ad actu al, ardua, polernica, pero realidad al fin. Consideramos que los tiempos actuales exigen mirar de frente ciertos temas que antes se ocultaban, negaban 0 encaraban morbosamente. Esto nos llevo a explayarnos con fran­ queza, incluso con crudo realismo. Sentimos que en cierto modo actuarnos como los cronistas policiales, quienes a veces tienen el amargo deber de dar a cono­ cer a la gente informacion sobre duras y dificiles realidades. Pero nos atrevimos a seguir adelante, intuyendo criticas y rechazos, barajando la posibilidad de acabar 135

siendo recepraculos de la animadversi6n de algunas personas. No obstante, conside ramos que un a socie­ dad medi an am ente madura y sana incorpora la acep­ tac ion de la realid ad como esque ma basico de fun­ cio na rruento. En ese sentido, antes de hacer apologia de un modo de vida, sim plernen re sefialamos su existen cia y buceamos en los en trere lones de manera honesta y sincera. Para cond uir, debe tenerse presente qu e la infidelidad de un var6n con su pareja es y sera siern­ pr e un a decisi6n person al. No es algo impuesro desde afuera, ni algo qu e ocurre casual 0 involunrariam ente. Es producro de un a serie de facrores qu e en cuentran su genesis en la persona qu e elige este modo de vida . o

0

Requerimientos de fa vida adultera Otro sefialamienro necesario ya para conduir este trabajo es qu e la in fidel idad es algo qu e resulr a met6dico y planificado. Como se habran dado cuen­ ta los lectores, rod as las tacticas sugeridas po r nu esrros entrevistados tien en en cornun la exigen cia de un a alta merodicidad y el desarroll o de un perfil de sujero alta rnente pre visor para ellogro de su feliz concreci6n. Todo var6n qu e prerenda vivir impunem ente su infidelidad ha de estar dispuesro a (y mentalizarse para) acrua r como un a person a analftica, pr evisora y pro fundam ente derallista. Para muchos, qu iza estas exigenc ias sean relativam ente faciles de satisfacer. Para otros, qu e tal vez ten fan un a perspectiva mas roma n­ tica de este modo de vida, consiste en creer qu e era 136

posible ser in fiel sin rom ar un a serie de precaucio nes y aun asf no ser descubieno; esras im plicaciones les seran util es y desafiantes. Pero esta rnos en condiciones de afirrnar qu e esta es la uni ca m anera de poder ase­ gurar la sobrevivenc ia de este modo de vinculacion y sosrener esta opci6n de vida.

La infidelidad es un sintoma Final me nte, no podem os dej ar de sefialar que la pre­ senc ia de episodios infiel es en la vida de cualquier per­ sona deben ser inequivocam ente recon ocidos como sefiales de adve rtencia, como sfn to rnas de realidades personales qu e necesiran ser honesta y profunda­ mente revisadas, de man era individual 0 con ayuda de terceros. En efecto, para una person a comp rometida con una pareja oficial, aceptar 0 buscar la compafi ia de orras parejas para lelas constituye un a d ara sefial reveladora de qu e algo no anda bien en ese pr imer vincu lo, llarnese mat rim onio vida en pareja. AI respecro, no pod emos cerrar cstas reflexion es sin poner de rnani­ fiesto que para muchas person as la acep taci6n de un a arnanre en sus vidas es un m ecani sm o defensivo que les evira tener que asum ir de frente el hecho de que qui za sus mat rim onies esran muert os, colapsados 0 en cns is. En algunos casos ocurre qu e estas perso nas rraran de recrearse, de oxigenarse emocionalmenre con un a arnan te, qu e act ua como valvula 0 sosren de la rela­ cio n oficial, sum inisrrando qui za colateralme nte el 137

combustible pasional que se necesita para sostener la relacion oficial y que, tal vez, ya no se puede obtener en esta. Creemos, por orro lado , no contradecirnos con estas afirrnaciones, en cuanto a 10 serialado en los ini­ cios del trabajo ace rca de la tendencia natural a la infi­ delidad existentc en las personas. Creemos que ambos puntos de vista se cornpatibi­ lizan perfecrarnente si consideramos que una cosa son las tendencias heredadas genericamente, que pueden o no ser exteriorizadas, desplegadas 0 ejecutadas por las personas; y orra cosa es la decision de que en un momenta dado puede rornar un varon (incluso con­ trariamente a sus tendencias) vivir fielrnente, por sen­ tirse acaso plenamente satisfecho, a gusto y realizado con su pareja oficial, De todas maneras, tampoco podemos cerrar estas disquisiciones sin mencionar que hay casos en los que una conducta infiel llevara a la - a veces dolorosa­ conclusion de que uno no es feliz con su actual pare­ ja y, por 10 tanto, nos ernpujara compulsivamente hacia decisiones vinculadas con la ruptura, la sepa­ racion 0 el divorcio. Desde ahora me comprometo a desarrollar un libro sobre ese diffcil proceso que constituye plantearse gradualmente (pero con una cada vez mayor firrneza) la inrerrogante acerca del futuro de su relacion oficial. Barajando como opcion la delicada decision de ter­ minar con una pareja, separarse de ella 0 divorciarse. Realrnente es un tema que requiere un nuevo enfoque y que de verdad me gustarfa poner en sus manos, amable lector 0 lectora. Por 10 pronto, me despido 138

cordialmente, agradezco su interes en este terna, e imbuido de un profundo deseo de que logre usted ese cornetido tan humano que es la busqueda de la felici­ dad personal y la realizacion existencial plen a.

139

M anual del uaron infiel. Tdcticas y sugerencias para que no 10 descubra su pa reja, de Victor C aballero Alvarez, fue impreso en juli o de 200 3 en UV Prim, Sur 26-A, num . 14 bis,

08 500, M exico, D.E

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