India Hi Tech

  • December 2019
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2

ue

Fren

ltse{ POR TÉMORIs GRECKO

I

rlil0 ill¡

/

MUMBAI, INOIA

TONOIIMIENTO ¡.IBERADOR

EI

sistema de castas hindú es uno de los más opresores para la muier. No obstante, hag chicas que encontrar0n en los estudios g el desarrollo

profesional la manera de superarlo

g

sentirse liberadas.

Cuanclo la vi llegar me pareció más glrapa, moderna e interesante de 1o ql-te me habían dicho. Alta, esbelta, lucía Lrn hermoso vestido punjabi de brillantes colores violetas y rosas combinado con una mascada amarilla, y traía el pelo suelto, abunclante, negro y liso, a media espalda. Me reconoció en seguida, caminó hacia mi mesa con paso segllro, me dio la mano con elegancia y una sonrisa natural, tomó asiento y se quitó las gafas oscuras con reprodllctor de MP3 integrado en Lrna de las patillas. Apagó el teléfono móvil antes de presentarse, pero con Lrn gesto impidió ql-le yo dijera mi nombre: buscó en la agenda de sll computadora cle mano y 1o pronllnció con acento extraño y grave voz mltsical. Era un ángel. Les pedí a Llnos amigos qlre rne ayndalan a entrevistar a una atrténtica chica /:i tech delndia y me enviaron a Savita Panerjee, ingeniera informática egresada del Instituto Indio de Tecnología cie Ahn.redabad y del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Es jefa de departamento en Wipro, una de las mayores errpresas indias proveedoras de servicios de tecnología de la información. Con trato sencillo y encantador, me habló de los claroscr-rros de 1a vida de nna princesa tecno y, con la fijeza cle sus profundos ojos oscllros, confesó que a slrs 32 años no está casada ni cree llegar a estarlo. A1 nenos no en India, su país querido, qlre por esa y muchas otras cosas le abre tantas oportunidades profesionales como le cierra pnertas en su vida íntima y social.

en las manufactnras y le roba a Occidente puestos de trabajo en las 1íneas de prodr-rcción, Inclia atlae inversiones en investigación

REVorUflÓN TErN0rÚ6rCA

segr-rir siendo

Quien haya dejado de observar e1 desarroilo de India por haber'se obsesionado con China, se perdió la mitad cle la pe1ícula. Tal vez la

llás interesante. Las economías

de estos dos países gigan-

tescos, con poblaciones de 1,1OO y 1,30O millones de habitantes, respectivamente, van a cfecer hasta desplazar a casi todas las demás, y en poco más de 30 años se colocarán en los lr,rgares tercero y primero del mundo, de acuerdo con las proyecciones más usadas por los analistas. Estados Unidos quedará encajonado en

y desarrollo en áreas corlo software, medicina, aviación y procesos de negocios; los enropeos )' estadouuidenses qlle se quejan porqLre slrs eÍnpleos "se l-ran ido a Bangalore" (la cir,rdad emblemática

del despegr-re tecr-rológico indio) no son obreros, sino iugenieros, contadores, abogados, médicos y administradores cle etlpresas. Los atractivos de India son que el país está abierto a las inversiones

extranjeras, respeta la propiedad intelectual

(1o

que ofrece seguridad

multinacionales de qne no sufrirán abusos con 1os secretos que compartan con las emplesas indias que subcontratan) y tiene r-rua gran cantidad de personas capacitadas que hablan inglés. El impacto de estos sectores en la econollía del paÍs parece a las

limitado: genel'an entre 2 y 30ó del Producto Interno y emplean a la centésima palte de la población económicaBruto (un activa mil1ón cie empleados directos y tres millones de nente entre 4OO millones de indios en situación de trabajar). indirectos, las mayores ciuclacles del país, como Mnmbai (antes Pero en Bangalore, Hyderabad, Kolkata (ar.rtes Calcr-rta), Pune, Bombay), (antes y registrando importautes Madr'ás) se están Delhi Chennai cambios sociales clne algr,rnos llaman revolución.

el segundo sitio y Japón caerá al cuarto.

TA NOCHE DE MUMBAI

China seguirá arriba. Pero el modelo indio es más relevante para países como México, porqlle se basa en el desarrollo de una población qne se vuelve competitiva por su educación y creatividad, y que se convierte en rnotor del crecimiento pol stt propia

pol sll "Mumbai qlre nlrnca duerme". Deses la ciudad vida nocturua,

capacidad de consllmo, en tanto

qr,re

los orientales siguen apostando

a ofi'ecer tan sólo mano de obra barata. Mientras China se enfoca

En la edición mumbaikar de la revista Tinte Out se dice qlie, pnés inclul'e listas de bares y clubes noctttrnos en las que

1os

sitios

más atlerridos annncian que 1a hora de cierre es a 1a 1:15 a.m. Y 1o cnmplc'n sin excepción, allnqlre la pista esté llena y los beodos tengan mttchas botellas por destapar.

Pero eso es ganancia, me dijelon Nan y Prem, un matrirnonio de mercadólogos que

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l$tJfilil'::::"'.'ff:;:!liT,'ilL1il;{ de un tráfico que hace pensar que la Ciudad de

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México es una pista de patinaje. Parece difícil de creer, pero el caos de autoricksbaws (mototaxis de tres ruedas), autobuses envejecidos, coches Ambassador de los años cincuenta, infinidad de motos y algunas camionetas 4x4, más 1o que añaden el ruido (aquí se maneja con el claxon, no con el espejo retrovisor), el smog (no hay verificación de contaminantes)

y el calor (3O grados cuando refresca), hace extrañar un embotellamiento del D.F. en viernes de manifestación. Nan y Prem van ahora al Hawaiian Shack, donde los conocí. Es uno de los bales que han abierto en Bandra y otros pocos sllburbios donde los actores de Bollywood (la meca del cine indio,

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que produce más películas que Hollywood), los zales :i'-. ware, los ejecutivos extranjeros y los profesionales nti. r\:: - : se han ido a vivir. Las avenidas principales de Bandr:i. -' Linking Road, parecen tan sucias, ruidosas l, llenas dr 1, r :' corno las del resto clel país, pero las calles del interiol d.-l r .,:.:: son algo más tranquilas, bonitas y vivibles. Mis interlocutores, gllapos y vestidos a la moda. sc)n LL: .. tr : : entusiastas de las nuevas opciones de consur.llo: r'an rr l,': i- des centros comerciales recién abiertos, compran en r icr, : .. - )

tEMINIDAD BEUGI0SA t]e todos los estados indios es Pune en donde las muieres han conseguido magores derechos. Y aunque ahí varias han obtenido títulos universitarios, muchas de ellas no dirán que no cuando su familia les presente a su futuro marido.

con nombres europeos y ven películas en cines multipantalla con salas vrp. Son parte de la nueva India hi. tech. "Pero no es nada fácil", interrumpe Nan. "Su familia se mete en todo". Se refiere a la de Prem, claro, que recibió una generosa dote

I

que pagaron los padres de Nan: 5,OOO dólares y un coche deportivo. Los dos admiran las libertades de Occidente, en especial las que gozan las mujeres, y se quejan de las limitaciones que hay aquí. Nan dijo que me mos-

traría unas fotos que tenía en el coche y trató de levantarse para ir por ellas, pero un gesto brusco de Prem bastó para hacer que se sentara. La conversación continuó con normalidad hasta que Nan quiso ir al baño. "Siéntate", dijo Prem con ojos amenazantes. "No me gusta que vayas sola". Ella sonrió.

ET INTORTUNIfl OE 5ER MUJER Todo en India tiene un lugar que es parte del orden divino. La religión hinduista, que es practicada por BO% de los habitantes, afirma que existe la reencarnación y que nuestras acciones generan un karma. Si actuamos bien y cumplimos con nuestras obligaciones en esta vida, nuestro karma será positivo y reencarnaremos en un nivel superior, tal vez en la casta privilegiada, la de los brahmanes (sacerdotes). Lo contrario es reencarnar en una casta inferior, la de los sudras (trabajadores manuales), o en la más baja, la de los

dalits o intocables. O en un animal. O en una mujer. Ser mujer no sólo es un perjuicio para ella, sino para la familia. En muchas sociedades tradicionales, cuando las chicas se casan se convierten en parte de otra familia, con 1o que la que tuvieron al principio pierde a un miembro, a alguien que además de querer tuvieron que cuidar, educar y alimentar por años. Por eso, en otras culturas, los padres del novio dan una dote a los de la novia como compensación. En India ocurre al revés: la familia de la novia, además de perderla a ella, tiene que pagar 1o que el novio exija, como si en lugar de una esposa le estuvieran traspasando un problema.

La consecuencia es que nadie quiere tener hijas. La ley prohibe a los médicos revelar a los padres el sexo del feto, pero abundan los coyotes con aparatos de ultrasonido que

1o hacen a cambio de dinero. Lo que sigue es el aborto de las niñas: por lo menos 1O millones de fetos femeninos en los últimos 20 años, según un informe publicado en enero. En 2OO1, por cada I,OOO niños menores de seis años, sólo

había927 niñas. Es más grave en ciudades como Delhi (854 niñas), Ahmedabad (B2l) y Surat, donde hay cuatro nenas por cada cinco chicos (BO4): han desaparecido a2Oo/o de la población femenina. Esto da una idea del papel que tiene la mujer en la sociedad india, a pesar de que la legislación del país tuvo a una fa-

-que

mosa primera ministra, Indira Gandhi, y tiene a una poderosa

jefa del partido en e1 poder, Sonia Gandhi- es progresista, prohíbe las dotes y la discriminación de casta y promueve 1os derechos femeninos. El país sigue siendo 7Oo/o rural y tan religioso que el feticidio se practica sobre todo en las clases altas, a pesar de que tienen acceso a mejor educación.

Una dote normal entre familias pobres es de un lakh (IOOOOO rupias,2,3OO dólares), que es una fortuna para un padre que gana 3,OOO

rupias al mes

(7O dólares). Lo

común

es

que vendan las muy escasas po-

sesiones para reunirla, que pidan prestado (lo que da lugar a una forma de trabajo esclavo para cubrir el crédito) o que

1o

queden

a

deber al no-

vio. Cuando casos como este último se complican porque no se cumple

OE IlETHI AI. DE5IERTO El sari es la vestimenta femenina más hermosa y elegante del mundo. Consta de dos piezas: una blusa ajustada que cubre los hombros y el busto, y deja el vientre al descubierto, y una tela recta de entre seis y

el pago, la esposa recibe presiones muy fuertes por parte del novio y sus

ocho metros de largo y uno de ancho. Se coloca de la cintura para abajo, se le dan unas vueltas, después unos pliegues para darlejuego y 1o

familiares, que pueden pasar por el repudio

que resta se pasa sobre el hombro para que cuelgue por detrás. Este

e

incluso el asesinato de la

chica. No es nada raro leer historias como ésta en la prensa india.

extremo también se puede poner sobre la cabeza para cubrir el pelo.

raro porqlle lto Lrsalt tlapos ltcgros, sino nlascadas

Así estaba vcstida Trupti cuarrclo la conocinros, cn el rcstaurantc de la terraza dc nn hotcl de Jodhpur, er-r Rajastár-r. Se acercó a platicar a nuestra mcsa mancjándosc cor-l una scguridad )¡ en ull inglés envidiablcs. Con bncr-t humol nos platicó clue cs de Delhi, donde telminó la calrcra y trabajó cr-rtlenando a cmpleados dc cal/ centcrs (centros tclefónicos dc glandcs eÍnprcsas qne atienden las llarnadas de personas del Reino Unido) cn estilo de vida britáriico,

cle

colores mn¡,

vir¡os, y adcmás se rristcn de manera l-rllry coqlleta, unas con

tladi-

cionales punjabrs y otras con blusitas y jeans.

Surnitra, qr-re también lo hace, me dijo que sólo sc ponen los pañuelos cuando viajan en moto, para protegerse dc la contaminación y cl polvo, pero estábamos dcntlo dc nn centro cor-ncrcial y lc señalé a varias mnchachas con el rostro tapado. "Es qne tambiin nos sirve para evitar la luz solar"', adr-nitió. En India hly la-

para qlle pueclan entendersc rnejol con los clientcs. Tlr-rpti dejó su independcncia y su carrera en Delhi para mudarse a esa polvorienta ciudad desértica en una de las zonas más atrasadas (aunque n-ruy bor-rita) del país. Sns padres lc buscaron

cisr-no y la gentc evita el bronceado para llal'ecel'más blanca. Pero

ahí no daba el sol. "Está bien, ¡es la moda!", clijo finalmente. Estas jóvenes marathis son tan librcs de escoger la moda clue quieran como cie carnbiar dc rnotoneta o gastar en lo que sc les antoje el buen dinero qlle ganan con'lo llrograÍrladoras dc software, Llna situación que no vivió la generación anterior'. Pero no puedcr-r elegir marido. Sumitra, qtte cs soltera, está tan dispr-resta a clcjar su inclcpendcncia y casarsc con el descorrocido que elijan sus padres como

r-rovio mccliantc annncios dcl periódico, se pusicron de acucrclo con la otla familia y sc lo plcsentaron Lrna tarclc a la chica, que nunca lo volvió a ver hasta la boda. Entonces ella se fuc a Jodhpur a ayudar en el hotel, dondc la sllegra es toda nna "mamma" siciliar-ra quc contlola las vidas cie parientes )¡ enrpleados. Cuando estuvo frcnte a la mujer, Trupti, quc a solas con nosotros se mostró risueña y conversadora, se plrso el cxtremo del sali como velo sobrc la cala, al estilo tradicional rajastaní, y guardó un rcspetuoso silencio.

antes 1o estuvo Triptu. "Ellos rne trajeron al r-nundo v nle autan. Sabrán qr-ré es lo mejor para mí." Pero cste razonamiento sencillo tiene atrás uno mncho más ominoso. "No rechazaría a quien escoja rli mamá. No le haría cso a

ella". No se reficre a lastimar los sentimientos dc la

TA CAJA FUERIE OET HINOUISMO ¿Cómo pudo dcjar su vida libre pala vivir ), dornir con ttn tipo al qne ni sicluiera conocía? Algo parccido lc cuestionó a Surnitra Kachari, pero al respecto de quien vaya a scr sll futuro r-narido. Ella

scrior'¿-r, sino causalle un daño in'cparal¡le a su karma. Una dc las obligaciones de cualqr-rier madre hindúr, si aspira a tencr Llna bnen¿-r Lccncalnación, es asegllrar qlre todos sns hijos queden bien casados. =.+ a

es r"rna chica de Pune, una ciudad de cuatro

millones de habitantes en Maharashtra, el estado indio donde 1as muchachas han alcanzado r-nayor indepcndencia. Un ejernplo

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de cllo es que se transportan ctt motottetas: no dependen de ningirn homblc para rnoversc. Y !llla cosa extraña: todas se cubren el rostlo, uo dejan ver los ojos. Al ¡rrincipio pensé quc se-

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POR 5Ü ETITO.

rían musulmanas ortodoxas, pero resultaba

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clt'c:rltltilu

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"Plll llí,

s(ilo

hlv

sexo con ltricl:r."

lvc cntonc ls sLrs, t' nt, clig-lnto:;, ilc¡triciuclcs? Costri lllb:rjo, llc,r'o ll('¿rttcr,í I ll'cg-rltlxl'. Blr.jri sLLs cc.jus lticn clclilrt'rtrlris \ l'r)tlc sLls l)('stlll¿ts clcns:rs t )ltlglts. ltt'tlctnristlo crr¿rltir lirsci\ il pLLcclt' cs.oltilt't srL llit lrcllt cle lit'gt.n. NIt,líri 1lr ¿Y c'onro lt'sLre

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