Importancia del respeto y las normas de convivencia Cierto día, para ser más exacto, durante la hora de salida de un fin de semana, mis compañeros y yo nos encontrábamos en el kiosco comprando unos platos de arroz chaufa, eso olía muy bien en ese momento de tanta hambre adolescente. Ya nos disponíamos a dar el primer bocado cuando de pronto una mano negra hizo que uno de los platos saliera volando por los aires, creando una lluvia momentánea de arroz. No podía entender, en ese momento, por qué ocurrían ese tipo de situaciones en el colegio, menos podía alguien aceptarlas como juego, no parecía nada divertido quedarse con hambre en una hora tan apremiante. Yo creo, que es la falta de educación y respeto lo que lleva a estos condenables actos. Con la comida nunca se juega, es sagrada. Esto evidencia la falta de normas en esas personas, normas que los padres debieron inculcarles desde muy pequeños y se nota que no cumplieron con esa tarea. Pero, ¿A qué llamamos Normas de convivencia? Acaso son solo reglas, restricciones o mandatos que nos obligan a cumplir. Creo que no. Para mí, las normas son una forma de vivir, de vivir en armonía, con disciplina, con respeto. Pero muchas personas no las ven así, sino como simples discursos u oraciones que no tienen ningún fundamento ni valor, tanto que ni siquiera se toman el tiempo de leerlas. Las normas de convivencia son imprescindibles, en casa, en el colegio, en la calle, simplemente en todo lugar. Sin ellas, uno no podría estar bien con las personas que nos rodean y menos con uno mismo, todo sería un caos total, no habría respeto, armonía, paz, la que debe reinar entre compañeros, hermanos o ciudadanos. ¿Es necesario educarnos con normas de convivencia? Naturalmente que sí, porque si no cómo es que pretendemos ser ciudadanos en los próximos años, si ni siquiera podemos respetar el reglamento interno de nuestro colegio, porque cuando uno adquiere la ciudadanía tiene que respetar un sin fin de leyes, sino terminas en la cárcel o en la tumba. Es por eso que debemos empezar por respetar el reglamento interno de nuestro colegio y así podremos ir formándonos en el acatamiento de las normas. A medida que trascurre el tiempo en el colegio, el problema del incumplimiento de las normas de convivencia va aumentando. Esto es algo preocupante. Pienso yo que esto ocurre por la falta de práctica de las normas de convivencia en casa, en la primera infancia, allí uno tiene que aprender a respetar las normas, a vivir en armonía sin atentar contra los otros, también debe habituarse a respetar las normas en el colegio, ahí tiene otra oportunidad para aprenderlas y los colegios deben hacer todo lo posible por superar esta situación tan terrible. Por todo lo dicho, concluyo que las normas de convivencia son imprescindibles, porque ellas nos ayudan a vivir en armonía y unión, sobre todo, nos ayudan a formarnos como ciudadanos ejemplares. Así que, tengamos muy en cuenta las normas de convivencia y comencemos el cambio por nosotros mismos. ¡Arriba, siempre arriba!