Hume Mapas Conceptuales

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA -SEGUNDO BACHILLERATO CURSO 2008-09-

Filosofía antigua y medieval. Tanto Platón o Aristóteles, cuanto alguna de las grandes escuelas de la antigüedad clásica, pueden servir de base para la elección de un texto que permita tratar cuestiones todavía vigentes en el pensamiento filosófico y en la cultura de nuestro tiempo: sea la situación del ser humano en el mundo, la vida feliz y deseable; la organización de la "polis", el conocimiento o los problemas ontológicos. Asimismo, el estudio de algún texto de Agustín de Hipona, Averroes, Tomás de Aquino, o de Occam, puede servir para considerar cuestiones como la presencia del cristianismo o del Islam en la cultura actual, las vicisitudes de las relaciones entre razón y fe, racionalidad y autoridad o, en general, la reflexión racional sobre la religión y las creencias. Cualquiera que sea la temática elegida para el desarrollo de este núcleo, habrá que estudiar al menos un texto de extensión media de alguno de los filósofos más representativos de estas épocas.

Primer bloque: Platón: La República. Libro VII En Castellano: Traducción J.M. Pabón y M. Fernández Galiano. En Valenciano: Traducción de C. Miralles. Aristóteles: Ética a Nicómaco. Libros VI y X. En Castellano: Traducción M. Araujo y J. Marías. En Valenciano: Traducción de C. Miralles.

Filosofía moderna En relación con la modernidad hay que confrontar a los alumnos con el nuevo concepto de razón, que aparece y se consolida en los siglos XVI y XVII, como razón que aspira a establecer sus propios fundamentos y, más tarde, en el siglo siguiente, con el proceso de la Ilustración en sus distintas dimensiones: filosóficas, éticas, sociales, políticas. Los puntos de referencia pueden ser aquí, bien los sistemas filosóficos racionalistas, que todavía incorporan una Teología natural, pero que decididamente apuestan por la sola razón en la fundamentación de ella misma y de la subjetividad (Descartes, Leibniz, Spinoza), bien las filosofías empiristas (Locke, Hume), la filosofía crítica de Kant, o la idealista poskantiana (en particular, Hegel). Al lado del tema de la racionalidad, en este período hay que tomar también en consideración la cuestión de la legitimidad política, a través de alguna de las teorías filosóficas del pacto social, o, en general, de la reflexión filosóficapolítica en torno a la libertad y autoridad. En el desarrollo de este núcleo temático se analizarán al menos dos textos de extensión media de alguno de los pensadores más significativos de la filosofía moderna.

Segundo bloque: Descartes: Discurso del Método. En Castellano: Traducción de M. García Morente, Espasa Calpe 1943. En Valenciano. Laia Edición 62. Hume: Abstract del Tratado de la Naturaleza humana. En Castellano: En la versión de "Un compendio de un Tratado de la Naturalez humana 1740". Traducción de C. García Trevijano y A. García Artal, Edit. Teorema, 1977. En valenciano: Traducción M. Sauté. Tercer bloque: Rousseau: La Profesión de fe del vicario Saboyano. En castellano: Traducción de Mauro Armiño. En valenciano: Traducción J. M. Sala-Valldaura. Kant: Introducción y Prólogo a la segunda edición de la Crítica de la Razón Pura. En castellano: Traducción P. Ribas. En valenciano: Traducción J.B. Llinares

Filosofía contemporánea En el estudio del pensamiento contemporáneo hay que presentar el surgimiento y desarrollo de una gran variedad de posiciones y tendencias filosóficas como una característica específica de este período, en el que la reflexión filosófica abandona progresivamente el empeño por construir grandes sistemas para centrarse en el análisis de determinados problemas especialmente representativos del complejo mundo surgido de la revolución industrial. Diferentes textos de la filosofía actual pueden servir de hilo conductor en este apartado: Un referente de la época es el pensamiento marxista, como concepción de la sociedad y de la historia, a la vez que como propuesta política. Además las antropologías filosóficas más recientes, con fuerte carga metafísica; el neopositivismo de la escuela de Viena y la filosofía analítica del lenguaje; las escuelas fenomenológicas, existenciales o hermenéuticas; la teoría crítica de los fraricfortianos o la versión más reciente de ésta, en Habermas como teoría de la acción comunicativa. El estudio puede centrarse también en escuelas o en autores concretos (Marx, Nietzsche, Heidegger, Sartre, Ortega y Gasset, Wittgenstein, Russell o tantos otros), cada uno de los cuales puede servir para ilustrar cómo llegan hasta nuestros días las persistentes cuestiones de la reflexión filosófica y cómo en cada sistema y en cada texto -incluso en cada fragmento- se reflejan las distintas posiciones en conflicto. En el desarrollo de este núcleo temático se estudiará al menos un texto de extensión media de algún pensador o pensadora del mundo contemporáneo.

Cuarto bloque: Nietzsche: Sobre verdad y mentira en sentido extramoral. En castellano: traducción L. Valdes y Orduña, Editorial Tecnos. Marx: Manifiesto comunista. En castellano: Traducción E. Grau J. Mames en edición bilingüe, Edit. CríticaGrijalbo.

EN SELECTIVIDAD Se propondrán a los alumnos dos bloques y habrán de hacer un ejercicio de un autor de un solo bloque. PRIMERA EVALUACIÓN

SEGUNDA EVALUACIÓN

TERCERA EVALUACIÓN

AUTOR SELECCIONADO PRIMER BLOQUE: PLATÓN

AUTOR SELECCIONADO CUARTO BLOQUE: NIETZSCHE

AUTOR SELECCIONADO SEGUNDO BLOQUE: HUME

PLATÓN OBJETIVOS ESPECÍFICOS

CRITERIOS DE EVALUACIÓN CONCEPTUALES

1. Comprender la influencia de las transformaciones políticas de la democracia ateniense en el surgimiento de una reflexión filosófica que tiene su centro en el ser humano concebido como una ser social. 2. Reconocer en los arquetipos de la expresiones del arte griego la búsqueda de la perfección en modelos racionalmente ideales. 3. Conocer la noción de relativismo y de escepticismo y función en la propuesta sofista de una nueva fundamentación de la vida social y política ateniense. 4. Entender la mayéutica de Sócrates como un método dialógico de investigación que, frente a los sofistas, busca en el conocimiento de lo universal la esencia de la virtud, la guía para la vida humana. 5. Valorar la figura de Sócrates como ejemplo de honestidad y compromiso en la búsqueda de la verdad. 6. Conocer la relación entre la motivación política y la motivación filosófica en el pensamiento de Platón. 7. Entender la filosofía de Platón a partir de la herencia de Sócrates, cuyo desarrollo conducirá a la teoría de las ideas. 8. Comprender el mito de la caverna como una imagen de la filosofía de Platón, identificando los elementos que lo constituyen y su sentido. 9. Distinguir entre los diferentes tipos de conocimiento y entender los conceptos de reminiscencia y dialéctica como explicación del conocimiento universal de las ideas. 10. Identificar la noción de eidos o idea en Platón, sus características y su función, como justificación ontológica del conocimiento universal, así como la interpretación de la relación entre las ideas y el mundo físico. 11. Conocer el concepto de alma, sus funciones y su relación con la noción de virtud entendida como armonía o justicia en el individuo y en la sociedad. 12. Comprender la función social de la educación en Platón como medio para alcanzar la virtud.

1. Circunstancias históricas y culturales de la filosofía clásica ateniense: las reformas democráticas, políticas y económicas; y el esplendor de la cultura clásica: el arte y la búsqueda de lo ideal, la ilustración ateniense y la racioanalización de la cultura. 2. El relativismo y escepticismo de los sofistas y la búsqueda de una nueva fundamentación de la vida social y moral centrada en la convención racional de las leyes humanas, nómos, y no en la necesidad de las leyes naturales, fýsis. 3. La figura de Sócrates y su búsqueda de la virtud universal a través de la mayéutica. Diferencias entre Sócrates y los sofistas. 4. Platón, sus motivaciones políticas y filosóficas y la herencia de Sócrates. 5. El mito de la caverna como imagen de la filosofía platónica: sentido y elementos del mito. 6. La concepción del conocimiento: la reminiscencia y la dialéctica. 7. La teoría de las ideas y la concepción de la realidad: la relación entre las ideas y el mundo físico. 8. El alma y la naturaleza humana: la virtud como armonía 9. La justicia como la virtud política 10. La educación como medio para alcanzar la virtud

CONTENIDOS

PROCEDIMENTALES

1. Análisis y comentario de textos 2. Utilización correcta del vocabulario filosófico siguiente: andreia o fortaleza areté argumento inductivo y deductivo aristocracia concupiscible democracia dialéctica dikaiosine o justicia dóxa eidos o idea epistéme escepticismo imitación inmanente intelectualismo moral irascible ironía isagoría isonomía logistikón o alma espiritual mayéutica nóesis nómos oligarquía participación relativismo reminiscencia sofía o sabiduría sofrosine o templanza timocracia tiranía trascendente 3. Argumentación escrita. 4. Argumentación oral. 5. Elaboración e interpretación de mapas conceptuales. 6. Relación de concepciones filosóficas de diferentes autores. 7. Síntesis de los contenidos de la filosofía de Platón a partir del cuadro conceptual.

ACTITUDINALES

1. Valorar la honestidad y el compromiso en la búsqueda de la verdad que lleva a cabo Sócrates. 2. Valorar la importancia del diálogo como método de conocimiento. 3. Valorar la educación como un modo de realización personal y un medio de realización social.

1. Analizar el texto de Platón, identificando su temática, su estructura, los términos específicos y su significado 2. Interpretar el texto de Platón, relacionándolo con el contexto histórico social y cultural de la democracia ateniense. 3. Diferenciar entre la posición de los sofistas y la de Sócrates en relación con el conocimiento y la virtud. 4. Definir la noción de mayéutica en Sócrates y su importancia en la filosofía de Platón. 5. Identificar, distinguir y relacionar los planos ético, epistemológico y ontológico en la filosofía de Platón. 6. Distinguir entre los diferentes tipos de conocimiento y el significado de los conceptos de reminiscencia y de dialéctica. 7. Comentar la noción de eidos, sus características y su función como justificación ontológica del conocimiento universal, así como interpretar la relación entre las ideas y el mundo físico. 8. Definir el concepto de alma y sus funciones, así como su relación con la noción de virtud en el individuo y en el Estado.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Conocer las circunstancias sociales, políticas y culturales de la segunda mitad del siglo XIX que influyen en la filosofía de Nietzsche. 2. Conocer la vida y obra de Friedrich Nietzsche, interpretándola como una crítica a los valores de la cultura occidental y distinguiendo las etapas de su pensamiento. 3. Identificar la influencia de Schopenhauer en la obra de Nietzsche: el concepto de vida como voluntad de poder y la función del arte en el conocimiento, y valorar la actitud vitalista que destaca la vida como la naturaleza última de toda realidad. 4. Interpretar la reflexión sobre el lenguaje y sobre el arte, la tragedia griega, como orígenes del pensamiento de Nietzsche. 5. Comprender el concepto de nihilismo en Nietzsche como negación de la vida y su relación con el concepto de idealismo y el dominio de la conciencia. 6. Relacionar la actitud nihilista con la crítica a la cultura occidental: crítica a la filosofía y crítica a las ciencias positivas. 7. Conocer el método genealógico y su relación con la crítica al cristianismo como la inversión de los valores. 8. Identificar en Nietzsche la muerte de Dios, el nihilismo, como el fin del dogmatismo y la pérdida del sentido unitario de la vida que permite la transvaloración de los valores, el superhombre. 9. Interpretar el concepto de superhombre como la expresión de la voluntad de poder y la creación de los nuevos valores de la vida y valorar la autonomía del ser humano como creadora de sus propios valores. 10. Comprender el significado de la idea del eterno retorno, una concepción de la vida como devenir que conduce al compromiso. 11. Valorar el significado histórico del pensamiento de Nietzsche.

NIETZSCHE

CONCEPTUALES

1. Las circunstancias sociales, políticas y culturales de la segunda mitad del siglo XIX que influyen en la filosofía de Nietzsche. 2. Vida y obras de Friedrich Nietzsche y las etapas de su pensamiento: periodo romántico, periodo positivista, periodo de Zaratustra y periodo crítico. 3. El pensamiento de Schopenhauer y su influencia en la obra de Nietzsche. 4. De la filolofía a la filosofía: la vida como voluntad de poder, lo apolíneo, lo dionisiaco y la evolución de la tragedia griega. 5. El nihilismo como negación de la vida: el concepto de realidad ideal, el dominio del sujeto y de la conciencia. La crítica a la cultura occidental: crítica a los conceptos metafísicos, crítica a la idea de verdad y crítica a las ciencias positivas. 6. La crítica a la moral cristiana: el método genealógico y la inversión de los valores, 7. La muerte de Dios: el nihilismo y el perspectivismo. 8. La voluntad de poder y el superhombre como creador de valores. 9. La idea del eterno retorno y la concepción de la vida como devenir. 10. El significado histórico del pensamiento de Nietzsche.

CONTENIDOS

ACTITUDINALES

1. Análisis y comentario de textos filosóficos. 2. Utilización correcta del vocabulario filosófico siguiente: arte concepto contravalores darwinismo social espiritu apolíneo espíritu dionisiaco eterno retorno evolucionismo filosofía del atardecer filosofía del mediodía filosofía de la noche filosofía de la mañana impresionismo inversión de valores máscara metáfora método genealógico moral de señores moral de esclavos muerte de dios nihilismo periodo del mensaje de Zaratustra periodo romántico periodo positivista periodo crítico perspectivismo positivismo realismo sentido de la tierra superhombre tragedia transvaloración ultramundano valores vanguardias vida como voluntad voluntad de poder 3. Argumentación escrita. 4. Argumentación oral. 5. Elaboración e interpretación de mapas conceptuales. 6. Relación de concepciones filosóficas de diferentes autores. 7. Análisis y comentario de documentos gráficos. 8. Búsqueda de información en Internet. 9. Síntesis de la filosofía de Nietzsche a partir del cuadro conceptual.

PROCEDIMENTALES

1. Valorar la actitud vitalista que destaca la vida como la naturaleza última de toda realidad. 2. Valorar la autonomía del ser humano recogida en el superhombre y en la voluntad de poder como creadora de sus propios valores.

CRITERIOS DE EVALUACIÓN

1. Analizar textos de Nietzsche, identificando su temática, su estructura y el significado de sus términos específicos. 2. Interpretar textos de Nietzsche, poniéndolos en relación con el contexto histórico, social y cultural de Europa en la segunda mitad del siglo XIX. 3. Reconocer la vida y obra de Friedrich Nietzsche como una crítica a los valores de la cultura occidental y distinguir las etapas de su pensamiento. 4. Localizar la influencia de Schopenhauer en la obra de Nietzsche: el concepto de vida como voluntad de poder y la función del arte en el conocimiento. 5. Comprender la reflexión sobre el lenguaje y sobre el arte, la tragedia griega, como orígenes del pensamiento de Nietzsche. 6. Definir el concepto de nihilismo como negación de la vida, justificando su relación con el concepto del idealismo y el dominio de la conciencia, y como crítica a la cultura occidental de la filosofía y de las ciencias positivas. 7. Entender el método genealógico y explicar su relación con la crítica al cristianismo como la inversión de los valores 8. Interpretar la muerte de Dios como momento del nihilismo que pone fin al dogmatismo y al sentido unitario de la vida y que permite la transvaloración de los valores, el superhombre. 9. Definir el concepto de superhombre e interpretar su relación con la voluntad de poder y la creación de los nuevos valores de la vida. 10. Comprender el significado de la idea del eterno retorno en cuanto concepción de la vida como devenir que conduce al compromiso ante la vida. 11. Valorar el significado histórico del pensamiento de Nietzsche.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Identificar los principios de la filosofía empirista como inspiradores de las ideas y de las transformaciones políticas en la Inglaterra del siglo XVII: liberalismo y contractualismo. 2. Descubrir las raíces filosóficas del empirismo y situarlo dentro de la filosofía moderna. 3. Diferenciar la crítica empirista del conocimiento en John Locke y en George Berkeley y su aplicación en la crítica de la idea de sustancia. 4. Reconocer en la biografía de David Hume la pretensión de alcanzar una ciencia de la naturaleza humana. 5. Conocer los elementos del análisis del conocimiento en Hume: impresiones e ideas, y su relación con los tipos de conocimiento. 6. Identificar en Hume la interpretación de la idea de causalidad como una creencia que se debe a un hábito y no a un hecho de experiencia. 7. Valorar la idea de Hume sobre la tolerancia como defensa del pluralismo político y moral. 8. Comprender la relación que Hume establece entre la experiencia como límite de nuestras ideas y la imposibilidad de un conocimiento metafísico de la sustancia: los objetos físicos, el yo, Dios. 9. Reconocer en la filosofía de Hume los límites de la razón y la necesidad del sentimiento en la determinación moral. 10. Apreciar la dimensión emotiva del ser humano como condición de la conducta moral según Hume. 11. Interpretar el significado de la filosofía empirista en la historia.

HUME

CONCEPTUALES

1. El contexto sociopolítico del siglo XVII en Inglaterra y su relación con la crítica empirista de la fundamentación metafísica del poder: el liberalismo y el contractualismo. 2. Las raíces filosóficas del empirismo: Roger Bacon, Guillermo de Ockham y Francis Bacon. 3. Las características del empirismo y sus diferencias con el racionalismo filosófico. 4. El análisis de las ideas en John Locke. La idea de sustancia. 5. La crítica de las ideas abstractas en George Berkeley. Ser es ser percibido. 6. David Hume, su vida y motivaciones. La búsqueda de una ciencia del hombre 7. El análisis del conocimiento en Hume. Impresiones e ideas. La relación entre las ideas y los tipos de conocimiento. 8. El conocimiento de los hechos y el problema de la causalidad. 9. El conocimiento de la realidad: crítica de la idea de sustancia. 10. Los límites de la razón y el emotivismo moral. 11. El significado del empirismo en la historia del pensamiento.

CONTENIDOS

1. Análisis y comentario de textos 2. Utilización correcta del vocabulario filosófico siguiente: anglicanismo conocimiento factual contractualismo creencia cuestiones de hecho emotivismo empirismo escepticismo experiencia fenomenismo hábito idea de conexión necesaria ideas complejas ideas simples imaginación impresiones liberalismo materialismo memoria método inductivo naturaleza humana nominalismo petición de principio principio de causalidad reflexión relaciones de ideas sensación sentimiento de humanidad sustancia 3. Argumentación escrita. 4. Argumentación oral. 5. Elaboración e interpretación de mapas conceptuales. 6. Relación de concepciones filosóficas de diferentes autores. 7. Localización cronológica y geográfica de los autores más relevantes del empirismo. 8. Síntesis de la filosofía de Hume a partir del cuadro conceptual.

PROCEDIMENTALES

1. Valorar el rechazo de la crítica empirista del conocimiento y su relación con la idea de la tolerancia como defensa del pluralismo político y moral. 2. Apreciar la dimensión emotiva del ser humano como guía de la conducta moral.

CRITERIOS DE EVALUACIÓN

Analizar textos de autores empiristas, identificando su temática, su estructura, los términos específicos y su significado. Interpretar textos de John Locke, George Berkeley y David Hume, relacionándolos con el contexto histórico, social y cultural de la Inglaterra del siglo XVII y principios del XVIII. Identificar las raíces filosóficas del empirismo y situarlo dentro de la filosofía moderna y su relación con el método de análisis psicologista de los elementos del conocimiento. Diferenciar el análisis empirista del conocimiento en John Locke y en George Berkeley y sus consecuencias en la crítica de la idea de sustancia. Definir el concepto de una ciencia de la naturaleza humana e interpretar su relación con el análisis empirista del conocimiento. Identificar los elementos del análisis del conocimiento en Hume: impresiones e ideas, y su relación con los tipos de conocimiento. Argumentar la crítica de Hume a la idea de causalidad. Argumentar la crítica de las ideas complejas en Hume en la imposibilidad de un conocimiento metafísico de la sustancia. Diferenciar la función de la razón y del sentimiento en la determinación moral. Localizar la influencia de los principios del empirismo en la filosofía posterior.

EL MUNDO MODERNO -ILUSTRACIÓNRASGOS CARACTERÍSTICOS DEL S. XVII Y XVIII EL CONOCIMIENTO EN LA FILOSOFÍA MODERNA SIGLO DE GRAN OPTIMISMO ► Se desea levantar una nueva civilización -cimentada en la más estricta racionalidad- (es el ánimo social que encontramos en una nueva clase social que se siente con un gran protagonismo histórico – LA BURGUESÍA-) CLASE SOCIAL EN ASCENSO -> LA BURGUESÍA ► Es una actitud llena de optimismo hacia el futuro (que desea liberarse del pasado) ► Con el RENACIMIENTO el hombre ya se sentía viviendo una nueva época, es la conciencia de innovación y ruptura. Se es consciente de lo novedoso en lo que se está viviendo en el presente y se vivirá en el futuro. CORRIENTE DE IRRADIACIÓN CULTURAL. QUE CREE EN EL PROGRESO ► Se está anunciando el comienzo de la ciencia moderna. El despertar del conocimiento científico hace mirar la naturaleza como un reloj -con la posibilidad de ser desmontado y reconstruido a partir de sus piezas maestras-, y hace que uno se sienta arquitecto en la construcción de un nuevo mundo. La vivencia de la novedad hace que se augure desde el presente un futuro mucho mejor. LA HISTORIA NO SUCEDE DE FORMA CASUAL O CAÓTICA ES OBRA DE LOS HOMBRES -CONCEPCIÓN IDEALISTA SOBRE EL PAPEL DETERMINANTE DE LA CONCIENCIA EN EL DESARROLLO DE LA SOCIEDAD► Ahora bien, el ser conscientes de los errores del pasado, tradiciones y prejuicios, les lleva a la desconfianza, al temor de ser engañado, por eso una característica de la modernidad se encuentra en encontrar un “seguro camino” -MÉTODO-. LA RAZÓN ES ENTENDIDA COMO UNA FACULTAD HUMANA CON LOS SIGUIENTES RASGOS: ► Autónoma y suficiente: única autoridad para el conocimiento y la conducta humanas. ► Facultad para luchar por la emancipación de las cadenas que atenazan al hombre ► Todo lo recibido en el hombre debe ser sometido al tribunal de la razón. ► La razón posee carácter crítico. ► Para la libertad se entiende que la tradición es un obstáculo, lo es también la ignorancia, la intolerancia, la rutina y la pereza de los hombres. El modo de sacar de la ignorancia a la gente es que estos alcancen la mayoría de edad, difundiendo la cultura y los conocimientos, creando una opinión crítica y antidogmática, criticando los prejuicios y creencias tradiciones – por eso es importante la educación, las enciclopedias o los periódicos-. EL PROBLEMA DE DIOS:DEÍSMO Y RELIGIÓN NATURAL ► Los ilustrados continúan el proceso de secularización iniciado en el Renacimiento. Son la mayoría críticos con el cristianismo que acusan de fomentar la ignorancia y la superstición del pueblo para aprovecharse de él. La razón es la única que debe guiar las creencias y prácticas religiosas. Contra las supersticiones religiosas: milagros, ritos etc… Con esto aparece el materialismo, agnosticismo (no podemos saber si Dios existe o no) y el ateismo (negación expresa de la existencia de Dios) y se piensa más en un deísmo (la verdadera religión es universal y natural, está guiada por la razón y ésta puede demostrar que Dios existe, ahora bien no es posible saber cómo es Dios, la religión pasa a una moral racional, Dios no interviene en la marcha del mundo y solo el hombre es responsable del mal). De acuerdo con esto rechazaban la religión revelada. LOS TEMAS DOMINANTES FUERON: ► Naturaleza, hombre, razón, ciencia, derechos del hombre. Reclamaban cambios sociales y políticos y se mostraban contrarios a la religión. Es el comienzo hacia una tendencia hacia el ateísmo, abogaban como hemos dicho por una religión natural que implica llegar a Dios por la razón y no por la fe.

- la filosofía moderna posibilitada por la sensibilidad renacentista, supone un nuevo intento de volver a empezar. La pregunta es por dónde: por eso la filosofía busca nuevos métodos de conocimiento – desde una crítica y duda sistemática que cuestiona las posibilidades reales del conocimiento del sujeto cognoscente.

FRANCIS BACON (1561-1626) Propone una nueva lógica desde la inducción y de la experiencia EL EMPIRISMO Será la corriente más influyente en Inglaterra. Mostrando la necesidad de recuperar el mundo sensible. Son representantes empiristas: Hobbes (1588-1679), Locke (1632-1704) y Berkeley (1685-1753) que defenderán que las ideas del ser humano se resuelven en las percepciones.

DESCARTES (1596-1650) Intentará el nuevo camino desde la razón discursiva; busca ideas claras, remitiendo a un sujeto crítico, que fundamentará su propio conocimiento. Parte de ideas que han sido construidas por la propia razón humana. Estas evidencias racionales de Descartes prescinden sistemáticamente de la experiencia de los sentidos.

HUME -figura cumbre del empirismoA partir del empirismo ensaya un nuevo punto de partida, en clara ruptura con toda la tradición moderna anterior. Hasta ahora, tanto racionalistas como empiristas habían dado por supuesto la constitución de un sujeto que ya era cognoscente, ya fuera desde la razón o desde los sentidos. Dicho sujeto cognoscente no es obvio para Hume. Del sujeto solo podemos afirmar que es “naturaleza humana”. Por ello tendremos que estudiar en qué consiste la naturaleza humana, y si ésta, puede conocer, en qué medida y a través de qué canales. Este es el tema central de la obra “TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA”. El “Tratado de la naturaleza humana” se divide en tres libros (del entendimiento, de las pasiones y de la moral -la política-). Estas tres materias ahora serán estudiadas no como materias separadas sino como dependientes del hombres en una u otra medida, en el sentido que son producciones suyas. Por eso nos dirá en el texto que “este tratado de la naturaleza humana parece estar dirigido a formar un sistema de las ciencias” EL COMPENDIO Los dos primeros volúmenes del “Tratado de la naturaleza humana” fueron publicados en enero de 1739, siendo un fracaso editorial, a lo que fue muy grande el desconsuelo de Hume, que le lleva a un mal humor con todos y a un gran desaliento. Aunque, desea por todos los medios obtener un reconocimiento del público, por lo que el mismo Hume se ocupó de que las autoridades filosóficas de su tiempo recibiesen un ejemplar. Era el verano de 1739 y no había aparecido ninguna crítica sobre el libro, y es probablemente hacia esta fecha cuando Hume, en un intento por lograr alguna publicidad escribe un Resumen del Tratado con el propósito de enviarlo a la revista “The History of the works of the Learned”. El manuscrito es nunca llegó a la redacción de la revista. Y parece que lo publicó suelto en el invierno de 1739, bajo seudónimo. Sale el folleto a la luz en 1740. Durante casi doscientos años la existencia de este opúsculo ha sido ignorada por los biógrafos de Hume. EL PRÓLOGO Piensa Hume que el poco éxito es consecuencia de la dificultad argumentativa, por eso pretende en este resumen hacerla más asequible. ¿Cómo? Despojándola de detalles que perjudiquen los argumentos principales, y faciliten entender las conclusiones, por eso se verá reducida casi al problema de la relación causa-efecto, sin casi ocuparse de las pasiones y olvidadas las explicaciones morales. Al reducir la extensión y aquello excesivamente abstracto, piensa que pronto se verá lo novedosa y singular, de su filosofía. Creyéndose que hará cambiar los fundamentos de la mayoría de las ciencias, revolucionaría la filosofía, y le convertirían en una especie de Newton de la naturaleza humana. Piensa que escribe cosas nuevas y atrevidas, que nos facilitarán pensar por nosotros mismos. (idea central de la ilustración).

EDAD MODERNA COMPRENDE desde la Toma de Constantinopla por los turcos en 1453 a la Revolución Francesa en 1789 (es un período de casi 350 años) HUME, PENSADOR ILUSTRADO

HUME Y SU CONTEXTO FILOSÓFICO

La Ilustración designa en el s. XVIII a un movimiento intelectual, que surge en Inglaterra, se desarrolla en Francia y culmina en Alemania, caracterizado por la confianza absoluta en la humana razón natural. Se trata de revisar a la luz de esa razón todas las ideas, creencias y costumbres tradicionales. Es la época comprendida entre la revolución inglesa (1688) y francesa (1789) que hizo de la filosofía el eje central y soporte fundamental de su cultura. Tanta fue la veneración y dedicación a la actividad filosófica en ese tiempo que se lo denominó “era filosófica” por sus protagonistas. David Hume representa el prototipo de pensador ilustrado: siendo un comprometido seguidor de las creencias y costumbres de su tiempo, a la par que contribuyendo a la gestación de un nuevo modo humano de ser y de pensar.

- Hume tuvo plena conciencia del momento cultural en que le tocó vivir. “El espíritu filosófico, que ha sido objeto de un gran impulso en toda Europa en estos últimos ochenta años, ha sido llevado en este reino a una ampliación tan grande como en cualquier otro. Parece, sin embargo, que nuestros escritores han iniciado una nueva forma de filosofía que, en orden al solaz y provecho de la humanidad, está cargada de mayores promesas que cualquier otra de la que el mundo haya tenido conocimiento hasta ahora” Además estos estímulos culturales y filosóficos de la época actúan intensamente sobre él. La ilustración francesa e inglesa se encuentran vivamente atraídas. Por eso Hume mantuvo amistad personal con algunos ilustrados franceses. Abundan las cartas y las manifestaciones de la admiración de Hume por el mundo francés.Hume admiraba de las ideas de los franceses la libertad que tenían en expresar sus ideas, libertad que él estimaba muy superior de su escocia natal. Hume a sus 23 años, cree tener constancia de que los filósofos tienden a interminables disputas, sin encontrar nada solidamente establecido, por eso piensa como dice en el prólogo del Abstract que si se acepta su filosofía “nos veremos obligados a alterar desde sus fundamentos la mayor parte de las ciencias. Estos intentos audaces son siempre ventajosos en la república de las letras porque sacuden el yugo de la autoridad, acostumbran a los hombres a pensar por sí mismos…” - La libertad constituirá un auténtico leitmotiv de su obra e incluso de su vida. Esta libertad tiene como consecuencia el que la filosofía ilustrada no desea imposiciones sistemáticas, en su filosofía existe un sistema, pero sin una arquitectura rígida como la existente en Descartes. Hay un deseo de coherencia y deseo de originalidad. “Hay, a través de toda la obra, grandes pretensiones de nuevos descubrimientos en filosofía; mas si algo puede darle al autor un título con nombre tan glorioso como el de ´inventor´, es el uso que hace del principio de asociación de ideas”. Para Hume su obra está llena de descubrimientos y se considera inventor del principio de asociación -cosa que no es verdad-. Destacar además que considera su filosofía de una excesiva originalidad. Otra de las características que tipifican a Hume como ilustrado es el contribuir a la secularización del pensamiento. Hume no es ateo pero quiere hacer una filosofía al margen de Dios, y de compromisos religiosos. Considera Hume que ni Dios ni religión alguna son tema de la filosofía y de la razón (es lógico si pensamos que profesa una filosofía de rigurosa atenencia a la experiencia). La religión ni posee fundamento ni puede ser fundamento del conocimiento. Hemos dicho que Hume no fue un ateo teórico, pero con toda razón, fue tenido por ateo desde el punto de vista práctico. No niega a Dios, pero no le interesa contar con Dios. Así se explican los ataques de Hume a la metafísica y su condena al fuego de todos los libros usuales de metafísica: porque no contienen razonamientos abstractos referentes a la cantidad o al número ni razonamientos de hechos referentes a cuestiones existenciales. Hume desea liberarse de las supersticiones y marchar por una filosofía moral, entendiendo por el término moral las “ciencias humanas”, incluida la filosofía moral.

HUME, FILÓSOFO EMPIRISTA

Hume asumió que la centralidad del problema del conocimiento era paso obligado en un camino con meta moral. Y que sólo la exigencia de arraigo en la experiencia podía validar el conocer humano. “ Del mismo modo que la ciencia del hombre es el único fundamento que nosotros podamos dar a esta ciencia debe ser establecido sobre la experiencia y la observación” Hume se considera heredero de toda una tradición inglesa, cuyo origen hace remontar a Lord Bacon, Locke, Shaftesbury, Mandeville, Hutchenson, Butler etc.. Así en el Abstract llamará a Bacon, “padre de la física experimental” y nos dice: “Con esta ocasión menciona a Mr. Locke, my Lord Shaftesbury, Dr. Mandeville, Mr. Hutchenson, Dr. Butler, quienes, por más que en muchos puntos difieran entre ellos, todos parecen estar de acuerdo en fundar sus exactas disquisiciones respecto de la naturaleza humana de un modo completo sobre la experiencia” A ese caudal de herencia empirista, se encuentras otros empiristas menores, Locke y Berkeley, y la nueva ciencia de Newton. Newton fue una figura cultural a cuya genialidad van a rendir pleitesía no solo los científicos, sino la mayor parte de los filósofos ilustrados, aun sin entender el contenido de sus obras. Se pensaba que el orden y armonía que Newton había descubierto y justificado en el mundo de la naturaleza cabía descubrirlo y justificarlo en el mundo del hombre. Se trataba de estudiar, igual que lo había hecho Newton, unos hechos y descubrir las leyes que lo regían. Por eso casi todos los ilustrados se proclaman a sí mismos como el Newton de un ámbito del saber humano. En esta situación se encuentra Hume. Hume va a intentar hacer una filosofía moral al estilo de la filosofía natural de Newton. Este aprecio por Newton se manifiesta en el intento de Hume de imitar el método de Newton y la transferencia al orden psíquico de la ley newtoniana de la gravitación. “En esta ciencia tenemos, pues, que recoger nuestros experimentos desde una circunspecta observación de la vida humana, y tomarlos tal como aparecen en el curso común del mundo, a través de la conducta del hombre en sociedad, en los negocios y en sus diversiones. Una vez que, juiciosamente, experimentos de este tipo hayan sido recogidos y comparados, nos cabe la esperanza de establecer sobre ellos una ciencia que no será inferior en certeza y será muy superior en utilidad a cualquier otra de humana comprensión” Tal como Newton lo había preconizado, debemos empezar por un análisis de los fenómenos. En cuanto a la ley de la gravitación, se trata de un descubrimiento que revistió en su momento una importancia igual o superior a la teoría de la relatividad. De ahí los intentos de extrapolarla fuera del ámbito en el cual y para el cual Newton la descubrió. El planteamiento de Hume es que si la ley de gravitación puede explicar la mayor parte de los fenómenos del universo, podemos traducir esa ley en términos de dinamismo psíquico -es la teoría de la asociación-. Por eso hablando de la asociación de ideas, dirá: “Hay aquí una especie de atracción, respecto de la cual se descubrirá que tiene en el mundo mental efectos tan extraordinarios como en el natural” “En una palabra, la naturaleza ha conferido a la mente una especie de atracción sobre ciertas impresiones e ideas, por virtud de la cual una de ellas, tras su aparición, introduce naturalmente a la otra” Recordemos que el único fundamento sólido de la ciencia del hombre debe ser puesto en la experiencia y la observación, en clara contraposición a la postura racionalista. Hume llevó a su culminación la filosofía empirista, extrayendo las últimas conclusiones y consecuencias definitivas de sus presupuestos básicos: primero, el conocimiento se origina en la experiencia tanto externa como interna, la cual marca el límite del conocer humano de la realidad; segundo el empleo y perfeccionamiento de un método que discurre por las vías de la observación y la experiencia; tercero, todo conocimiento lo es de ideas, pues solo puede conocerse mediante ideas, tornando problemática la inmediatez entre sujeto cognoscente y objeto conocido: cuarto, la experiencia se convierte en piedra de toque de las ideas y garante del uso de la razón, de las que el sujeto nada puede extraer ni aportar sin el concurso de lo sensoperceptual. Esto quiere decir, que todos nuestros conocimientos y creencias comienzan y acaban en los fenómenos de los sentidos, fenómenos que no son más que sensaciones o imágenes derivadas de ellas, directa o indirectamente,

RESUMEN DEL ABSTRACT

EL COMIENZO Es una presentación de las intenciones y la justificación de su utilidad. Piensa que si el Tratado no fue leído fue más por problemas de estilo que de contenido. Por eso desea realizar una depuración estilística.

EL OBJETIVO Hume desea un “conocimiento del hombre”, con una exactitud y rigor similar al alcanzado en el ámbito de la filosofía natural (es decir de la ciencia natural -Newton-). “si, al examinar varios fenómenos, descubrimos que se resuelven en un solo principio y podemos conducir este principio hasta otro, llegaremos al final a esos pocos y simples principios de los que todos los demás dependen. Y aunque nunca podamos llegar a los últimos principios, es una satisfacción ir tan lejos como nos permiten nuestras facultades”.

TIPOS DE CONOCIMIENTO Después de esta programática inicial, y tras mencionar a autores que considera predecesores en su línea teórica, Hume introduce una defensa de la necesidad de insistir en la importancia del conocimiento probable (cuestiones de hecho), frente al demostrativo (relaciones entre ideas), que para Hune resulta de una crucial importancia para interpretar el que Hume considera el problema central del Tratado, la cuestión de la causalidad. “El celebrado señor Leibnitz ha señalado como un defecto en los sistemas comunes de lógica, que resultan muy prólijos en su explicación de las operaciones que realiza el entendimiento al construir las demostraciones, pero son muy parcos cuando se ocupan de la probabilidad y esas otras medidas de la evidencia de las que la vida y la acción dependen por completo, y que actúan como nuestras guías incluso en muchas de nuestras especulaciones filosóficas”. PRETENDE UN SISTEMA Una característica del pensamiento de Hume, es su pretensión de sistema. Y en este sentido entre los elementos fundamentales para elaborar su sistema filosófico, se encuentra su teoría de las ideas.

CONCLUYENDO El Abstract pretende poner de relieve las bases teóricas del proyecto filosófico de David Hume. Se sientan las bases del empirismo, y se delinean los elementos básicos de su peculiar versión del empirismo. Se centra en una regeneración de la filosofía.

“TODOS NUESTROS RAZONAMIENTO SOBRE CUESTIONES DE HECHO SE BASAN EN LA RELACIÓN ENTRE CAUSA Y EFECTO” Esto quiere decir que el razonamiento causal, el análisis de su naturaleza, conduce a una elucidación de la naturaleza global de cualquier razonamiento inferencial o probable. Hume desea señalar que en una conjunción constante y no necesaria, nos encontramos con un conocimiento sometido a la experiencia. Así criticará la tradicional visión metafísica de la causalidad y del conocimiento en general, para afirmar su carácter tan sólo probable y no necesario. Así pues, la inferencia empírica es posible, sólo probable y nunca necesaria.

PROPÓSITOS DE HUME Con el Abstract y el Tratado, Hume pretende realizar una crítica a la metafísica, a la ética y a la filosofía política realizadas por el racionalismo, lo prueba el hecho de que en la definición de las ideas y las impresiones, remite de modo directo a lo dicho en el Tratado, para pasar de modo directo y muy agresivo a mostrar el modo en que dicha teoría, aplicada a diversos conceptos de la metafísica clásica muestran su clara vaciedad en la medida en que, como ideas, sin embargo, carecen de referente empírico. A esto lo ha llamado criterio empirista del significado y puede ser considerado como uno de los grandes hallazgos filosóficos de Hume, y uno de los elementos que definen el movimiento llamado empirismo. “De acuerdo con esto, cualquier idea que resulte ambigua es llevada hasta su impresión, lo que la volverá clara y precisa. Y cuando este autor sospecha que cualquier término filosófico no lleva unida ninguna idea (como suele ser común) se pregunta siempre ¿de qué se deriva esa pretendida idea? Y si no aparece ninguna impresión, concluye que el término carece por completo de significado”

¿QUÉ CONCEPCIÓN DE LA FILOSOFÍA SOSTIENE HUME? LA CIENCIA DEL HOMBRE

Hume comienza con un tópico presente en la mayoría de los filósofos: la situación de la filosofía es de crisis profunda, derivada de perennes disputas entre opiniones contrarias sobre las cuestiones de reflexión: “Nada hay que resulte más corriente y natural en aquellos que pretenden descubrir algo nuevo en el mundo de la filosofía y las ciencias que el alabar implícitamente sus propios sistemas desacreditando a todos los que le han precedido.” Para Hume la filosofía no progresa con la misma velocidad que las ciencias. Además en la época de Hume los progresos científicos eran continuos y numerosísimos, se comprende su pesimismo al hablar del “descrédito de la filosofía”. Para Hume la situación de crisis de la Filosofía se debe, aque ésta no ha fijado su mirada en el objeto adecuado, a diferencias de las ciencias, y ha agotado sus esfuerzos en resolver problemas que estaban fuera de las posibilidades del hombre. Lo que no se le había ocurrido pensar a casi ningún filósofo fue que el verdadero objeto de la filosofía, su tema específico, fuese el propio hombre, “la naturaleza humana”. La naturaleza humana para Hume es el centro de todas las disciplinas filosóficas (lógica, ética, filosofía política y estética). Así pues, en Hume la Filosofía se identifica como proyecto, con esta ciencia general de la -naturaleza humana-. El término CIENCIA DEL HOMBRE designa al conjunto de investigaciones sobre los diversos principios de la naturaleza humana.

La filosofía y la ciencia de la naturaleza humana en que ésta se resuelve deben partir de datos empíricos y no de una pretendida intuición ya que esto se halla fuera de nuestra comprensión. Para Hume, la experiencia constituye tanto la base como el límite más allá del cual no puede extenderse la ciencia del hombre o la filosofía. “ … no podemos ir más allá de la experiencia; toda hipótesis que pretenda descubrir las últimas cualidades de la naturaleza humana deberá rechazarse desde el principio como presuntuosa y quimérica”

El estudio de la CIENCIA DEL HOMBRE debe hacerse utilizando el método que tanto éxito ha alcanzado aplicado al conocimiento de la NATURALEZA: la experiencia y la observación. La única diferencia está que se debe aplicar al estudio de la conducta y vida humana, al uso de la introspección para conocer la propia mente. A.- La observación y la experiencia han de ser el único fundamento seguro para nuestro conocimiento. “En esta ciencia, por consiguiente, debemos espigar nuestros experimentos a partir de una observación cuidadosa de la vida humana, tomándolos tal como aparecen en el curso normal de la vida diaria y según el trato mutuo de los hombres en sociedad, en sus ocupaciones y placeres.” B.- Rechazo de las hipótesis y de los razonamientos hipotéticos. C.- Rechazo de la metafísica y de la superstición D.- Carácter abierto y perfectible del conocimiento.

Hume creerá que todas las experiencias humanas pueden ser comprendidas estudiando los mecanismos ocultos de nuestra mente que están a la base de dichas experiencias. Todas las actividades humanas remiten directa o indirectamente al hombre, algunas porque se refieren a su conducta o a sus gustos o sentimientos, como la ética y la estética, otras a principios y operaciones de su pensamiento, como la lógica; y otras porque son consecuencia del uso de sus facultades cognoscitivas, como la matemática y la física. De modo que la filosofía debe tener como objetivo el estudio de la naturaleza humana, pues todo gira alrededor de ésta.

OPTIMISMO DE HUME Hume se muestra optimista respecto al progreso de la filosofía en tanto que ésta se concentre en el conocimiento del hombre. Incluso considera que los beneficios intelectuales y prácticos serán aún mayores que los procedentes del mejoramiento de las ciencias físicas y naturales, simplemente porque estas mismas ciencias se hallan relacionadas con el hombre y necesitan de un adecuado conocimiento de éste para su correcto funcionamiento.

Esta limitación, esta prudencia y autoconciencia de los límites de la razón humana no son un defecto, sino la principal virtud del filósofo, que inquiere sin límite pero dentro de los límites que lo definen como hombre. La virtud intelectual de la modestia es algo que caracterizará el planteamiento empirista de los límites del conocimiento.

“He descubierto que la filosofía moral de los antiguos tenía el mismo defecto que su filosofía natural: el de ser completamente hipotética, de estar fundada en concepciones arbitrarias y no sobre la experiencia. Todas las filosofías han recurrido a la imaginación para establecer la doctrina de la virtud y la felicidad, sin estudiar la naturaleza humana, la cual debe ser, empero, el punto de partida de cualquier teoría moral. Precisamente es la naturaleza humana lo que he decidido tomar como tema principal de estudio y considerarla como el origen de todas las verdades de la crítica y la moral.” Hume El espíritu de la nueva ciencia.

En el s. XVIII surge un pensamiento científico cuyos medios de investigación son la razón y la experiencia. Esto responde a una necesidad histórico-cultural, en el que la metafísica tradicional ha hecho crisis. La ciencia habla el lenguaje de la observación razonada, el lenguaje de la razón verificado por el experimento. El conocimiento abstracto, hay que verificarlo, elaborarlo a partir de lo que la realidad enseña.

Bacon había dicho: es necesario comenzar por la observación, puesto que el espíritu humano conoce las cosas por las percepciones de los sentidos, En consecuencia, la verdadera filosofía debe comenzar por los sentidos. La nueva ciencia sigue los principios de la concepción baconiana enriquecidos por el pensamiento de Newton. En efecto, los Philosophiae naturalis principia mathematica, publicados en 1687, por Newton alcanzan su pleno desarrollo en el s. XVIII. El libro pone de manifiesto la interpretación racional de la realidad cuya valoración sólo es posible mediante la verificación de esa interpretación en la experiencia. Al espíritu de la nueva ciencia. Va a responder la filosofía con una afirmación esencialmente antropológica Los problemas de la filosofía se van a caracterizar por un apartamiento de la metafísica de los grandes sistemas del s. XVII y por un retorno a los problemas específicos del ser humano El nuevo espíritu filosófico se caracteriza por una penetración en lo peculiar del sujeto, por un abandono del pensamiento estilo metafísico, por una preocupación por investigar los límites y las posibilidades del conocimiento humano. La metafísica, que ha planteado al hombre, en los términos de una dualidad (cuerpo-alma), nada nos puede decir cuando se estudia a éste bajo una consideración empírica. La naturaleza humana se aborda desde el ángulo de su génesis: desde lo que las ciencias del hombre -la biología, la psicología, la medicina …- nos dicen de ella.

Frente a Descartes

La memoria

Se sostiene que no es posible fundar el conocimiento en una actividad que no tenga por base nuestras sensaciones. Se sostiene la tesis de que nuestras ideas tienen una base corpórea, y que sin esta base nuestra vida interior o exterior se desvanece. DESCARTES afirmaba que hay una serie de verdades que conocemos independientemente de la experiencia, una sustancia material independiente de nuestra percepción. HUME llevará a cabo que el fundamento de la nueva filosofía debe ser la experiencia del mundo material. Con la razón y la experiencia el hombre tratará de abrirse paso en el mundo, y para ello debe empezar por su propia inquisición. Como decía Newton el conocimiento científico del mundo material es viable sólo cuando investigamos a partir de nuestras percepciones verificadas por la experiencia. Lo que interesa es establecer leyes a partir de las relaciones observadas en la realidad.

El organismo vital humano se pone a funcionar, en primer lugar, a través de las impresiones, ya sean sensaciones o pasiones, que a su vez aparecen y desaparecen de una manera fugaz y desorganizado. Y es aquí, en segunda estancia donde interviene la memoria. La memoria recoge el aluvión de nuestras fugaces impresiones y les imprime constancia en nuestro ser. Las ideas surgen, precisamente en este mundo de mis percepciones de memoria. Mediante la memoria aparece un primer ordenamiento del mundo. Sin embargo, las ideas dependerán totalmente de las impresiones, de ellas surgen y sin ellas nunca pueden aposentarse en nosotros. Además, las ideas, por su naturaleza secundaria, pierden vivacidad. Son la copia de la realidad tal y como la percibimos a través de las impresiones. Y en la medida que son copias esta función reproductora de la memoria surge ya imperfecta pues cabe siempre una reproducción defectuosa de la realidad, ya sea por omisión o por olvido. “Cuando reflexionamos sobre una pasión o un objeto que no está presente, esta percepción es una idea … las ideas son más borrosas y débiles” En resumen, la naturaleza humana trabaja con percepciones: impresiones e ideas. Las impresiones son el lenguaje inmediato de la vida, lo que nosotros constatamos que las cosas son en su surgir. Apenas se nos han presentado, ya las hemos perdido, quedándonos a cambio los tenues apuntes, directos de la memoria, e indirectos de la imaginación, las ideas. Por ello las impresiones son nuestras percepciones “más vivas y fuertes”, y las ideas son las “más borrosas y débiles”.

La filosofía de Hume

La filosofía de David Hume está inmersa en el hecho real de la vida práctica, enfocada desde un punto de vista estrictamente psicológico. Una tal psicología, lanzada a la investigación del hecho primordial de la conciencia a la vez que a la búsqueda del principio de la acción interior y exterior, constituye el centro de todo su pensamiento, y del estudio de la vida anímica arranca su fundamentación del análisis del hombre. Para él la crítica es la posición del filósofo ante la realidad. Es necesario atenerse a lo que la experiencia nos transmite como real y práctico. La impresión es el primer factor en el orden del conocimiento. La representación, en cambio, es posterior y es simple copia menos viva. Una tal supremacía de la percepción sensible sobre la razón, va a servir de crítica a los conceptos fundamentales que había manejado el racionalismo. Distinción entre impresiones e idea: ¿Cuál es la naturaleza de las ideas? Mientras que Locke y Berkeley solo utilizaban el término idea, Hume utiliza dos términos: impresiones e ideas. El papel sobre el que escribo es, cuando lo miro, una impresión sensible, mientras que la imagen mental que tengo cuando cierro los ojos y trato de imaginarlo es una idea. Las impresiones pueden ser simples o complejas. La percepción de una manzana es una impresión compleja. Una manzana es un complejo de impresiones simples como diferentes colores, cierto gusto y olor etc.. Para Hume toda impresión simple debe ser anterior en el tiempo a una idea. Para Hume existen muchas palabras que carecen de sentido, al no corresponderles ninguna idea. Entre tales palabras se encuentra la palabra “fuerza” cuando se usa en conexión con el concepto causa, es decir como fuerza que produce el efecto. Está la palabra yo y la palabra sustancia.

Crítica al innatismo de las ideas

Los empiristas rechazan que la naturaleza humana disponga de ideas innatas. Toda idea procede siempre de un modo mediato o inmediato de una impresión anterior de la que es copia. El entendimiento humano no tiene facultades propias y autónomas, como retenden los racionalistas. Por el contrario el entendimiento es tan solo una función importante aunque subsidiaria de los sentidos (sensación y sentimiento), como afirman los empiristas. La razón no es autónoma es sierva de los sentidos y de las pasiones, y sus límites dependen de nuestra finitud. Hume instaura un nivel de conocimiento básico que son las impresiones. Y es este nivel, el que hay que reconocer como innato. “Porque es evidente que nuestras percepciones más fuertes o impresiones, son innatas y que la inclinación natural, el amor a la virtud el resentimiento y todas las otras pasiones, surgen inmediatamente de la naturaleza” Así pues, la razón que es esclava de los sentidos y de las pasiones debe renunciar a sus pretensiones de conocimiento cuando pretende ir más allá de lo directamente percibido. Y debe reconocer en consecuencia la imposibilidad de cualquier dogmatismo racional.

Tipos de conocimiento (Párrafo 4) Conocimiento de relaciones entre ideas - que no se basa en la experiencia sino en criterios meramente lógicos como el de no contradicción -

Conocimiento de cuestiones de hecho - conocimiento empírico -

Existe un conocimiento que considera Hume que su veracidad no depende del referendo de la experiencia. Es por ejemplo la matemática y la lógica, que como ciencia demostrativa depende de la pura racionalidad. En este punto Hume sigue a Leibniz y sus verdades de razón. Así, tres conjuntos de 5 “lo que sea” equivalen a 15 “lo que sea”; y como 30 es dos veces 15, entonces es posible concluir que 3 x 5= 15 = 30 / 2. Estas relaciones valen sin necesidad de que los signos que las componen sea a referidos existentes de hecho, sencillamente porque el negarlas sería contradictorio así pues, en esto es posible la necesidad y la universalidad. Otro ejemplo podría ser “el todo es mayor que la parte”, es un razonamiento que se basa en la relación entre las ideas de todo y parte. Estas formulaciones se llaman analíticas y necesarias. Aunque no hubiese ni círculo, ni triángulo en la naturaleza, los teoremas demostrados por Euclides conservarían igualmente su evidencia y su verdad siempre.

Fuera de las matemáticas a la razón se le escapa la posibilidad de demostrar la verdad o falsedad de las argumentaciones, de modo que solo quedan las “cuestiones de hecho” de Leibniz. En este ámbito la razón puede establecer infinidad de relaciones e inferencias, pero no puede nunca demostrar su veracidad, pues sus conclusiones no son las únicas posibles. Esta pluralidad de posibilidades, hace que cualquier ciencia sobre el mundo físico, el mundo moral, el político o el estético, no pueda alcanzar fuerza demostrativa. Las verdades de hecho, no ofrecen en absoluto el grado de necesidad de las ciencias formales. Al contrario que en matemáticas y lógica no permite un saber estricto (necesario y universal) sino basado en la probabilidad, y ello porque lo contrario de cada hecho siempre es posible, aunque tal vez sea extraño o raro en relación con nuestra experiencia pasada. Adán no habría podido deducir de la fluidez y transparencia del agua que se podía ahogar en ella, ni del brillo y del calor del fuego que éste podría destruirlo. Igualmente, que la pólvora tiene fuerza explosiva, que el pan es un buen alimento para el hombre y no para el león, son hechos que no cabría deducir del análisis de sus respectivas ideas. En ese tipo de hechos, la experiencia nos hace reconocer una relación causa-efecto, pero por mucho que analicemos la relación, es imposible descubrir la segunda idea en la primera, o viceversa. Una idea será verdadera si procede de una impresión, es falsa si no procede de impresiones. El límite de nuestro conocer es la impresión. Para el empirismo la realidad es el conjunto de hechos, tanto físicos como psíquicos, que nosotros podemos experimentar. Llamamos conocimiento empírico al conocimiento de los hechos; el conocimiento de las ciencias naturales es empírico., los empiristas tenderán a rebajar el valor del conocimiento de las ciencias de lo real; la filosofía anterior creía posible el conocimiento estricto de lo real (universal y necesario), ahora se va a considerar que esto no es así, que de lo real sólo cabe un conocimiento probabilístico (particular y contingente).

Criterio empirista de conocimiento Es legítima sólo aquella idea que tenga a su base una impresión. Este va a aser el criterio que Hume presenta para decidir la objetividad y validez de las ideas. Cuando queremos averiguar si una idea tiene validez objetiva (es decir, si podemos obtener conocimiento de la realidad y no es producto de la imaginación o del prejuicio) podemos seguir la siguiente regla: examinemos si a la base de dicha idea se encuentra una impresión: encontramos una impresión que pueda corresponder a dicha idea, entonces la idea será legítima: no la encontramos, entonces será ilegítima: “solo se puede conocer aquello que se puede percibir”. Utilizando el criterio empirista del conocimiento, Hume criticará gran parte de los conceptos tradicionales de la filosofía: el concepto o idea de Dios, del alma, del yo como sustancia, de la causalidad entendida como vínculo necesario entre dos sucesos o objetos ...

TEXTO QUE RESUMEN LA CRÍTICA DE HUME A LA METAFÍSICA TRADICIONAL “si tomamos en nuestras manos un libro cualquiera, de teología o de metafísica por ejemplo, preguntémonos: ¿contiene un conocimiento abstracto relativo a una cantidad o a un número?; no. ¿Contiene un razonamiento fundado en la experiencia, relativo a hechos prácticos o la existencia?: no. Echadlo, pues, a las llamas ya que no puede contener más que sofismas e ilusiones.” (final del libro “Investigación sobre el entendimiento humano”)

Crítica a la relación de causalidad

Hume critica la posibilidad de conocer a priori (antes de los hechos) las relaciones causales entre las cosas y a la idea de la causalidad como un vínculo real y necesario entre la causa y el efecto. Hume consideró que nuestras creencias relativas a los vínculos causales son de extraordinaria importancia puesto que la investigación científica del mundo físico parece ser en gran medida una investigación de las causas de los fenómenos observables; pero también porque la relación causa-efecto es esencial en nuestra vida cotidiana -en especial en nuestras expectativas cara al futuro-. Creemos estar muy seguros de lo que tenemos que hacer para calentar agua y hacernos un té… Estas certezas acerca de lo que acontecerá en el futuro se basan en inferencias causales. Esta idea la expresan los filósofos con la definición del principio de causalidad: todo lo que existe necesita de otra cosa para existir. Las tesis tradicionales respecto a la causalidad consideran la posibilidad de un conocimiento a priori de los poderes causales, y la posibilidad de utilizar la razón para establecer los vínculos causales entre las cosas. Se considera que las relaciones causales son consecuencia de los poderes o capacidades o fuerzas de las coas y establecen unos vínculos necesarios entre la causa y el efecto. Es así, que si A es causa de B, entonces en A se encuentra cierto poder o virtud gracias al cual, dado A aparecerá B. Cuando en el mundo tengamos A necesariamente deberemos tener B. Por todo ello, los argumentos causales son tan válidos que nos sirven para vincular objetos que se ofrecen a los sentidos, y también para vincular dichos objetos con realidades que están más allá del mundo empírico (el alma como causa de la vida psíquica o Dios como causa de la totalidad de las cosas). Hume pretende criticar estas observaciones, y para ello apela a la observación de las relaciones causales concretas – VER PÁRRAFO 8-. Crítica de Hume a las tesis tradicionales respecto de la causalidad: - Piensa Hume que las relaciones causales entre las cosas no pueden ser conocidas a priori: con el mero razonamiento, con el mero análisis de un objeto que no hemos tenido experiencia, nunca podemos descubrir sus causas y sus efectos. Por ejemplo, “que el fuego nos quema”, no podemos establecer un nexo causal entre el fuego y el dolor. Las relaciones causales no son relaciones entre ideas, nuestro conocimiento de dichas relaciones es sólo un conocimiento empírico, se trata de cuestiones de hecho. - Las creencias que existen en las relaciones causales no son producto de la razón, son consecuencia del hábito basado en la costumbre: cuando hemos experimentado repetidas veces la conjunción entre dos cosas entonces dicha costumbre lleva a nuestra mente a suponer que en el futuro debe ocurrir que si se da A debe darse también B. El hábito como disposición mental, producto de la experiencia reiterada, está a la base de nuestras creencias futuras. Es la costumbre y no la razón lo que nos lleva a creer que el fuego quema. La guía de nuestra vida cotidiana está en la costumbre y no en la razón. - No podemos decir que la causalidad sea propiedad de las cosas mismas; vemos que a un objeto le sigue otro, al fuego el calor pero nada más. - Tampoco es posible observar ni el supuesto poder en A para producir B, ni el vínculo necesario entre A y B, cuando A es la causa de B. Las fuerzas por las que actúan nos son desconocidas. Las conexiones entre A y B no son necesarias sino arbitrarias. Lo único que encontramos es: - contigüidad espacio-temporal entre la causa y el efecto - prioridad temporal: la causa es siempre anterior al efecto - conjunción constante entre causa y efecto El fuego que hasta ahora nos ha dado calor es pensable que en un tiempo futuro produzca en nosotros frío. Ciertamente, sería raro que esto ocurriese, porque sería contrario a nuestra experiencia pasada, pero no sería absurdo. La necesidad no está en las cosas, se encuentra en nuestra mente, en la predisposición o hábito que nos lleva de forma irrefrenable a considerar que de las causas vendrán los efectos. - Para Hume creemos en el principio de causalidad por la costumbre, porque nos hemos habituado a ver sucesiones entre fenómenos. Del futuro sólo podemos afirmar una creencia: creemos que el agua me mojará, que el calor me quemará .. No hay conocimiento, sino creencia. La certeza proviene del hábito: la costumbre que tenemos de ver un fenómeno después de otro hace que lo afirmemos con certeza; `pero esa certeza no proviene del conocimiento, sino de la costumbre. - Piensa Hume que nunca podemos saltar del mundo empírico a las supuestas realidades metafísicas como Dios y el alma de los cuales no cabe experiencia alguna.

EXAMEN DE LA PALABRA “FUERZA”

Principios más importantes del pensamiento de Hume

Para Hume muchas de las palabras que usamos cuando hablamos del mundo, y por medio de las cuales explicamos y entendemos el mundo, carecen de sentido puesto a ellas no les corresponde ninguna impresió. Entre tales palabras, que según Hume carecen de sentido, está la palabra “fuerza” cuando se usa en conexión con el concepto “causa”, es decir, como fuerza que produce su efecto.

1.-Principio empirista: La experiencia sensible es el origen, el límite y la fuente de validez y legitimidad de nuestro conocimiento. El ser humano conoce a partir de la experiencia y no puede ir más allá de la experiencia. En último término, ésta se convierte en el criterio último para separar al conocimiento verdadero, el que está bien fundado, del conocimiento falso, que sería aquel que va más allá de la experiencia o incluye conceptos de los que no cabe una impresión inmediata. Aunque nuestro pensamiento aparente ser capaz de ir más allá de lo que los sentidos nos ofrecen, en cuanto rebasa esta frontera cae en el error. Por eso afirma Hume en la Investigación sobre el conocimiento humano: “todos los materiales del pensar se derivan de nuestra percepción interna o externa”. 2.-Principio de inmanencia: aunque Hume no llega a utilizar este término, sí que defiende en sus obras que cualquier dato de la realidad es siempre inmanente, es decir, permanece dentro del sujeto. A partir de este principio se deriva una consecuencia muy importante: el sujeto pierde el contacto con la realidad misma, con los objetos y debe conformarse con tener impresiones sensibles de los mismos. La realidad queda así mediatizada para siempre por nuestros sentidos. Si Descartes subjetiviza el mundo convirtiéndolo en un contenido o una representación mental, Hume lo subjetiviza también al interpretarlo como un dato de nuestra experiencia. Hume llamará a los contenidos de nuestra experiencia percepciones, y distinguirá dos tipos: las impresiones, que serían “nuestras percepciones más intensas: cuando oímos, o vemos, o sentimos, o amamos, u odiamos, o deseamos, o queremos”, y las ideas que serían “menos intensas”. A su vez, mostrando aquí la influencia de Locke. Hume define estos conceptos esenciales de la siguiente manera (citas textuales del Resumen del Tratado de la Naturaleza Humana): Percepción: “todo lo que puede estar presente a la mente, sea que empleemos nuestros sentidos, o que estemos movidos por la pasión o que ejerzamos nuestro pensamiento y nuestra reflexión” Impresión: aquella percepción en la que “sentimos una pasión o una emoción de cualquier clase, o cuando las imágenes de los objetos externos nos son traídas por nuestros sentidos. […] Son nuestras percepciones vivas y fuertes.” Idea: es una clase de percepción en la que “reflexionamos sobre una pasión o sobre un objeto que no está presente. […] Las ideas son las percepciones más tenues y más débiles.” 3.-Principio de copia: para Hume, las ideas son las huellas o copias que dejan las impresiones en nuestra memoria o imaginación. Así lo afirma en la Investigación: “Todas nuestras ideas no son sino copias de nuestras impresiones, es decir, que nos es imposible pensar algo que no hemos sentido previamente con nuestro sentidos internos o externos”. Evidentemente, con este principio levanta Hume una dura crítica contra el innatismo de filósofos como Descartes o Platón: no existen ideas innatas, sino que cualquier idea, incluida la más abstracta que se pueda pensar, no es más que una creación de la mente humana a partir de las impresiones concretas. Además, Hume utilizará este principio como criterio de discriminación, para separar aquellas ideas legítimas (fundadas en la experiencia sensible) de las que son simples creaciones humanas: “Cuando una idea es ambigua, siempre se puede recurrir a la impresión correspondiente que la puede convertir en clara y precisa. Así, cuando el autor sospecha que un término filosófico no está aparejado a ninguna idea, como es muy común, se pregunta siempre: ¿de qué impresión deriva esta idea? Y si no puede remitirse a ninguna impresión, concluye que el término en cuestión carece de significado. De esta manera ha examinado nuestra idea de “sustancia” y de “esencia” y sería de desear que este método riguroso se practicara más a menudo en los debates filosóficos” (Resumen del Tratado de la Naturaleza Humana). 4.-Principio de asociación de ideas: según Hume, las ideas no aparecen de un modo aislado, sino que la imaginación se encarga de enlazar unas con otras, estableciendo diferentes conexiones. Pero además, las ideas mismas ejercen entre ellas una cierta fuerza de atracción (¿una “gravedad” de las ideas?) que introduce un cierto orden en nuestro pensamiento. La naturaleza de las ideas es la que provoca que éstas se relacionen de un modo determinado y ordenado. Hume habla de 3 leyes distintas: Semejanza: tendemos a asociar aquellas ideas que guardan una cierta semejanza o parecido entre sí. Un cuadro o una fotografía dirige nuestra mente al original que trata de representar o incluso a la vivencia que la fotografía haya podido captar. Contigüidad: tendemos a agrupar aquellas ideas cuyas impresiones ocurrieron cercanas en el espacio y en el tiempo. Asociamos, por ejemplo, las ciudades con sus monumentos, y a menudo recordamos hechos del pasado enlazándolos con otras actividades realizadas en la misma época. Causa-efecto: nos es inevitable pensar de un modo conjunto aquellas ideas entre las que establecemos nexos causales. Así por ejemplo, el humo nos obliga a pensar inmediatamente en el fuego. 5.-Principio de negación de las ideas abstractas: conectando con toda la tradición empirista y nominalista anglosajona (desde Ockham a Hobbes o Locke), Hume negará la validez y legitimidad de las ideas abstractas. Estas son, sencillamente, complejas creaciones de la mente humana, que en cuanto se le deja una mínima libertad tiende a generalizar los datos concretos y particulares. Así lo defiende Hume en la Investigación: “Hablando con propiedad, no existen las ideas generales y abstractas, sino que todas las ideas generales no son, en realidad, sino ideas particulares vinculadas a un término general, que recuerda en determinados momentos otras ideas particulares que se asemejan en ciertos detalles a la idea presente en la mente. Así, cuando se pronuncia el término “caballo”, inmediatamente nos figuramos la idea de un animal blanco o negro, de determinado tamaño y figura; pero como ese término usualmente se aplica a animales de otros colores, figuras y tamaños, estas ideas –aunque no actualmente presentes a la imaginación- son fácilmente recordadas, y nuestro razonamiento y conclusión proceden como si estuvieran actualmente presentes.”

Comencemos examinando la palabra “fuerza”. Si no tomamos en cuenta proposiciones lógicas y matemáticas, ni proposiciones acerca de impresiones sensibles, toda proposición está basada en la relación causa-efecto. Desde mi habitación oigo coches que pasan por la calle. Oigo el ruido del motor, y sobre la base de este conocimiento infiero que el sonido viene de, o es el efecto de un coche que pasa. He inferido del efecto a la causa de ese efecto. Quiero encender la luz. Si pulso el interruptor, espero que venga la luz. De cierta causa infiero cierto efecto. Quiero escribir algo en una hoja de papel y tomo un lápiz y comienzo a escribir. Actúo así porque espero que el lápiz efectúe ciertas marcas sobre el papel.

Para Hume la relación causa-efecto es la base de nuestro conocimiento de la realidad, de nuestras acciones y conducta. Es, por tanto muy importante validar esta relación. La validez de la relación causa-efecto en la tradición filosófica ha sido acepta, de tal modo que Descartes consideró como verdad evidente por sí misma, como idea innata, que todo evento tenga una causa. Se pensó que las ideas eran creadas por Dios etc… Hume cree necesario examinar los fundamentos mismos de nuestro conocimiento, y esto le lleva a examinar la validez de nuestras inferencias desde una causa a un efecto. Hume niega que todo evento tenga una causa, y niega que esta proposición sea una verdad de razón. El ejemplo que utiliza Hume para negar que de algún evento particular necesariamente haya de ser seguido por cierto efecto, es el de que si golpeamos una bola de billar, que a su vez choca con otra, para Hume no puedo afirmar ni deducir que la otra bola con la que ha chocado empezará a rodar, de una manera lógica y determinante. Sólo la experiencia nos muestra los efectos que se siguen a los eventos. Un ser que no haya visto nunca cuerpos en movimiento que choquen con otros cuerpos, no podría predecir de antemano lo que sucedería. Sólo puede aprender lo que sucede por experiencia. Según Hume, aunque haya visto que una bola choca contra ella, y lo haya experimentado una y otra vez, no puedo prever qué sucederá de nuevo la próxima vez que lo intente. La experiencia puede mostrar lo que sucede ahora mismo, pero no puede prometer lo que sucederá la próxima vez. La experiencia no permite inferencia alguna acerca de la próxima ocurrencia aún no experimentada. Es una ilusión, para Hume el creer que haya una relación necesaria entre la causa y el efecto y creer que haya una fuerza o poder en la causa que produzca el efecto. La expresión “relación necesaria” y la palabra “fuerza”, según Hume, carecen de sentido. Hume afirma que es imposible encontrar una impresión sensible que corresponda a la expresión “relación necesaria” o a la palabra “fuerza”. De lo único que tenemos impresión en una relación causa-efecto es de la ocurrencia de cierto evento seguido por otro evento; no vemos ninguna fuerza en el evento que pudiéramos llamar causa y con cuya ayuda se produce el efecto; y no vemos ninguna conexión necesaria entre estos eventos. No hay ningún fundamento racional para esta creencia psicológicamente condicionada. En otras palabras, no tengo derecho a utilizar la expresión: Sé que esto o aquello sucederá como efecto de este o aquel evento”. Cuando veo una bola de billar chocar contra otra, no tengo derecho a decir que sé que la otra bola empezará a rodar.

Es un sentimiento -natural- o un instinto, no un acto de razón , es más bien un acto de fe.

como resultado de la mera costumbre, de un hábito, de una constancia y una coherencia

RECUERDA: en las cuestiones de hecho no pueden existir conexiones lógicamente necesarias. Aquí la necesidad es de carácter psicológico, la conexión se encuentra adquirida solo en nuestro pensamiento, dando lugar a las inferencias. La necesidad no es más que una determinación del pensamiento. Como sentimiento puede ser descrito del siguiente modo: “una concepción más viva, más intensa y fuerte que la que acompaña las puras funciones de la imaginación, concepción que nace de una conexión habitual de su objeto con alguna cosa que está presente en la memoria y en los sentidos” “es una idea concebida de una manera peculiar” “idea vivaz relacionada o asociada con una impresión presente” LA CREENCIA EN CONOCER LA REALIDAD EXTERNA El conocer la realidad, cae en el campo de la probabilidad y no del conocimiento científico. Creemos que los sentidos han sido puertas a través de las cuales entran las imágenes, sin posibilidad de relacionar la imagen misma con el objeto. Aunque la imagen de la mesa que observamos se va empequeñeciendo a medida que nos alejamos de ella, la mesa real, que existe independientemente de nosotros, no sufre alteraciones; en nuestra mente solo está presente la imagen de la mesa, aunque nuestras impresiones son interrumpidas y discontinuas, creemos en unos objetos estables y persistentes. Se cree, que esta mesa de color verde y que notamos dura, existe independientemente de nuestra percepción, se cree es algo externo a nosotros que la percibimos. Ahora bien, de la única realidad de la que estamos ciertos, la constituyen las percepciones, las únicas inferencias que podemos hacer se fundan en la relación entre causa y efecto. La realidad externa no es, comprobable, pero el instinto que tenemos de creer en ella no puede eliminarse, la vida nos libra de esa duda y creemos por instinto en la existencia de un mundo externo como de un mundo interno.

LA CREENCIA EN LA IDEA DE IDENTIDAD PERSONAL Del mismo modo que creemos en la existencia real de unas cosas externas, le atribuimos al hombre una identidad personal. La operación viene a ser similar, unas relaciones de semejanza y de causalidad, reunidas en la memoria nos aporta o nos engendra la idea de identidad personal. Hume compara el alma con una república en la que los diversos miembros están unidos por un vínculo recíproco de gobierno y de subordinación. La república puede cambiar de miembros, leyes o constitución, del mismo modo que una persona puede cambiar de carácter y disposición, pero no significa que pierda su identidad, que seguirá unida por la relación de causalidad. Nosotros sentimos que somos uno y que somos los mismos a lo largo del tiempo. Ante esto Hume respondería que no tenemos un fundamento racional para la creencia de la identidad personal, y que sólo la memoria (que nos muestra la sucesión de impresiones parecidas) nos garantiza la tesis de la continuidad de nuestra vida psíquica. La memoria y la imaginación crean en nosotros la ilusión de un objeto continuo y persistente: nuestro yo.

GÉNESIS NATURAL DE LA CREENCIA -propia de los hombres y de los animales-

como resultado de la mera costumbre, de un hábito, de una constancia y una coherencia

PSICOLOGÍA DEL APRENDIZAJE “los animales, como los hombres, aprenden muchas cosas de la experiencia … es imposible que esta inferencia del animal pueda fundarse en algún proceso de argumentación o razonamiento. Sólo la costumbre lleva a los animales a inferir, de cada objeto que impresiona sus sentidos, su acompañante usual.” “Todas las inferencias que parten de la experiencia, pues, son efectos de la costumbre, no del razonamiento” “hasta los campesinos más ignorantes y estúpidos, más aún, hasta los infantes, y más aún, hasta las bestias” son capaces de aprender de la experiencia, aunque son totalmente encapaces de ofrecer razonamientos adecuados para justificar el paso consistente en suponer “que el pasado se asemeja al futuro”. Podemos considerar al hombre como parte de la naturaleza, y el aprendizaje humano como sujeto a los mismos principios psicológicos fundamentales que el aprendizaje animal.

FILOSOFÍA FENOMENISTA CRÍTICA A LA IDEA DE SUSTANCIA (Párrafo 28)

Para Hume recordemos el significado de un término viene dado por referencia a una impresión o por su descomposición en ideas más simples que se refieren a las correspondientes impresiones. Hume se preguntará de qué impresión o impresiones procede dicha idea, si no podemos encontrar ninguna impresión (ni de sensación ni de reflexión) que sea su fundamento u origen, se verá obligado a poner en cuestión su legitimidad como idea. Considera Hume que la idea de sustancia no es sino una colección de ideas simples unidas por la imaginación y que poseen un nombre particular asignado a ellas, mediante la cual somos capaces de recordar -a nosotros o a otros- esa colección. La idea de sustancia -y en general todas las ideas abstractasestá formada por la imaginación mediante la asociación de una serie de impresiones claramente diversas y discretas. La idea sustancia expresa un unión realizada por la mente humana entre un conjunto de fenómenos sensibles. La sustancia es una ficción y el nombre sustancia es un mero nombre que no denota nada.

HÁBITO o COSTUMBRE

Disposición que se crea en nuestra mente a partir de la experiencia reiterada de algo. Según Hume es, más que la propia razón, la guía de la vida humana y el fundamento de nuestras inferencias causales y de nuestras expectativas respecto de los acontecimientos futuros, se constituye por la repetición de actos que llega a ser inconsciente y mecánica. Hume sitúa la explicación del hábito en el tema del conocimiento: sirve para explicar nuestras creencias en la existencia de relaciones causales, o en nuestra creencia en la existencia de un mundo exterior. RECUERDA: la causalidad no es más que un producto de la memoria y la costumbre. Por eso, el conocimiento de la causalidad no es más que un conocimiento probable, nunca un conocimiento racionalmente fundamentado. VER PÁRRAFO 24: De nuestras experiencias pasadas nos inclinamos a creer el efecto al que estamos más acostumbrados. VER PÁRRAFO 25: El hábito y la creencia guían nuestras vidas y juicios futuros.

FILOSOFÍA ESCÉPTICA (Párrafo 27)

Los principios metodológicos básicos en Hume son: - Prioridad de las impresiones frente a las ideas. - Establecimiento de dos tipos de conocimiento: relaciones entre ideas (base del conocimiento inferencias, probable o experiencial) y cuestiones de hecho (base del conocimiento cierto y demostrativo). Después de esto, empieza Hume a criticar algunos conceptos básicos de la metafísica racionalista: sustancia, yo y causa. Con esto pretende Hume elaborar una filosofía sistemática, y construir una Ciencia del hombre que delimite los elementos del conocimiento y la crítica a los principales conceptos de la metafísica racionalista. RECUERDA: “Hume es el primer filósofo en decir, con toda franqueza, que no existe más que la caverna, y que sin embargo se interesa por lo que ocurre en la caverna sin soñar en escapar”.

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