Programa de Diplomado en Salud Publica y Salud Familiar
Marita Fernández F. Luis Ardiles C.
Módulo I: Tendencias en Salud Pública: Salud Familiar y Comunitaria y Promoción, La Serena 2005
INTRODUCCIÓN En los tiempos actuales con la evolución del conocimiento biológico, las comunicaciones, la globalización nos enfrentamos a nuevos temas que afectan el desarrollo de la sociedad en la que estamos inmersos. Muchos de estos, antes considerados tabú, son pan de cada día, vivimos con ellos, damos nuestra opinión e intentamos establecer una normativa para regularlos.
Pero hay uno que en particular se relaciona con nuestro que hacer en salud: La homosexualidad, sí, esa palabra antiguamente tabú, incluso demonizada, que ha evolucionado, perdiendo la condición siniestra, pasando a ser un tema de conversación más abierta está con nosotros y hemos debido adaptarnos para comprender este comportamiento, e insertarlo como una nueva opción de desarrollo de sexualidad. Pero, ¿estamos seguros que es una opción?, ¿los homosexuales nacen o se hacen?, ¿debemos segregarlos o es otra forma natural de vivir igual que el género masculino o femenino? Incluso ¿debemos tratarlos?… finalmente ¿es un trastorno o es una opción? Diferentes autores han realizados diversos trabajos defendiendo posturas tan disímiles como trabajos se han escrito, argumentando bases biológicas, psicológicas, sociologías, biosociocultarales, etc. ¿Cuál es la razón que exista la homosexualidad? Aunque esta es una pregunta que a muchos activistas no les gusta tener que responder, la sociedad en general y muchos científicos se hacen preguntas en ese sentido. Los activistas argumentan que esa pregunta es de por si homofóbica.
Además, también razonan que no importa cuál sea la causa que hace que un determinado numero de personas, más o menos el mismo porcentaje a lo largo de toda la historia de la humanidad, se sienta atraído exclusivamente por personas de su mismo sexo, y que lo que realmente importa son las consecuencias sociales que eso ha tenido. Y por último, temen que si se encuentra una razón biológica que explique esa atracción, lo más probable es que, en poco tiempo, los científicos, aliados con una sociedad y un poder homofóbico, se empeñen en curar esa anomalía. 1 Modulo I: Tendencias en Salud Pública: Salud Familiar y Comunitaria y Promoción La Serena, marzo - abril del 2005
Pero por otra parte, aquellos científicos gay que investigan y defienden una causa biológica para la homosexualidad, argumentan que si se demostrara que la homosexualidad es biológica, esto querría decir que es natural y que por lo tanto nadie es responsable de ser gay. Es muy probable que pase un largo tiempo para lograr un consenso real frente a estas interrogantes, puesto que los que existen actualmente dictan normas para enfrentar esta situación pero en la realidad todavía no zanjan el tema. Hay diferentes formas de enfrentar la manera de incluir (o separar) a los homosexuales en nuestra sociedad, pero es justamente en esta frase donde asalta la primera duda, ¿por qué “incluirlos” si se trata de una opción
no de una patología?,
¿verdaderamente podemos afirmar que la homosexualidad no es un trastorno? Pero por qué hacerse todas estas preguntas, dónde se afecta el quehacer en salud… pensamos que una parte bien especifica, ¿estamos preparados los profesionales de la salud para responder ante la inquietud de una madre que nos pregunta qué hacer por que su hijo de tres años no acepta sus genitales o se identifica más con los juegos de las niñas? o ¿qué le ofrecemos al adolescente que consulta por inquietudes acerca de su orientación sexual? La tendencia actual es profundizar en el caso y ver si el niño o adolescente cumple con los criterios para ser clasificado como trastorno de la identidad de género
o
trastorno de la orientación sexual respectivamente, patologías aún presente en DSM IV, ¿porqué el Estado invierte sus recursos en salud si la inclinación de cada individuo finalmente es una opción natural?
Nuestra postura es que si esta condición produce otras alteraciones de carácter mental como depresión, aislamiento social, trastornos adaptativos,
oposicionismo
defensivo, si se invierten planes en salud para acoger niños y adolescentes en dichas condiciones y si los “Trastornos de la identidad sexual” aún no han sido sacados de la lista de enfermedades mentales infantojuveniles,
es por que éstas constituyen un trastorno el
cual hay que considerar en el momento de enfrentarnos a ellos, no para curar con una mirada homo fóbica, sino para acoger a esa persona ofreciendo nuestras herramientas para
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que, primero se aclare el diagnóstico y luego, sin necesariamente intentar “eliminar” el síntoma el individuo pueda verse libre de la comorbilidad (como depresión y desinserción social), desarrollarse plenamente y tener una mejor calidad de vida.
En el presente texto pretendemos analizar las tendencias actuales de este tema y reabrir la discusión para tener mayor claridad en el abordaje de la homosexualidad en salud.
DISCUSIÓN
Si bien es cierto desde el punto de vista de la salud mental la homosexualidad fue sacada del listado de enfermedades mentales (1) nuestro objetivo es sugerir que se reconsidere la postura de que esta condición tiene un sustrato patológico. En la actualidad ignoramos la o las causas de homosexualidad, es por eso que existen muchos investigadores en el mundo intentando excavar en la sicología y sociología del mundo llamado “gay”. Cada sector de la sociedad ha expresado su postura acerca de la naturalez a de esta condición, para la religión es un pecado, para la justicia es un delito, para el ambiente sociocultural es un peligro social y para el grupo gay es una opción de inclinación sexual. Para la medicina el tema es controversial, durante siglos la HS fue considerada un delito por la sociedad hasta que Kraft-Ebbing, médico alemán del siglo 19, después de investigar en criminales HS, llegó a la conclusión que la homosexualidad era una forma congénita de degeneración. Según él aquellos individuos no eran criminales, sino personas que necesitaban un tratamiento médico, eran enfermos. Publicó sus estudios Sicopatología sexualis e hizo que la homosexualidad entrara en el terreno de la medicina (2). Durante muchas décadas se ha aceptado esta tesis y la confirmación oficial se obtuvo cuando la OMS puso la Homosexualidad en la CIE y la American Psychiatric Association (APA) la incluyo en su lista de enfermedades mentales DSM.
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Pero posteriormente ha habido otros investigadores que han utilizado otros métodos y han llegado a conclusiones diferentes a la de Kraft-Ebbing a tal punto que, en contraste a su posición histórica, la APA eliminó en 1973 a la homosexualidad del DSM, aduciendo que para poder ser incluida en esta lista debe cumplir los siguientes requisitos: “parar que una condición mental se considere una alteración siquiátrica debe producir inestabilidad emocional o debe asociarse regularmente con una incapacidad generalizada para cumplir con los requerimientos que impone la sociedad; la homosexualidad no llena estos criterios” (3). En los últimos años ha salido a luz pública el estudio realizado por Simón LeVay (1991) (2),
neurocientífico
realizar este estudio,
gay, sobre el hipotálamo, cuyas motivaciones a la hora de
era demostrar que la homosexualidad
es tan natural como la
heterosexualidad. Partiendo de esto descubrió que el hipotálamo de los gays era similar al de las mujeres. Esta fue la primera diferencia jamás descrita respecto a la estructura cerebral de los hombres homo y heterosexuales. Este estudio fue criticado por otros científicos, ya que los cuerpos estudiados eran de personas que habían muerto de SIDA, con lo que la diferencia hipotalámica podría ser una consecuencia de la enfermedad y no algo de nacimiento. Además las mujeres lesbianas tenían el hipotálamo de igual tamaño que las mujeres heterosexuales. Ante esto nace una duda ¿las causas de la orientación sexual de las mujeres son diferentes de las de los hombres? Un estudio en esta misma línea es el de Gunter Dorner (2) endocrinólogo de la Universidad de Humboldt (Alemania), el cual considera la homosexualidad una mal diferenciación neuroendocrina prenatal que puede ser diagnosticada al inicio del embarazo mediante el examen de los niveles hormonales, y corregida por medio de tratamiento hormonal. Este estudio fue criticado por la condición considerada homo fóbica del investigador quien en todas sus investigaciones incluye el hecho de “curar”, los opositores argumentan que la homosexualidad sería un componente de la estructura de personalidad y no sería posible “eliminarla” sin afectar el total de la persona. Por otro lado hay diversas teorías sobre el origen de la homosexualidad: La teoría hereditaria, establece que las tendencias homosexuales deben ser innatas y no aprendidas, es to es, que la influencia de la sociedad solamente refuerza determinadas tendencias, que el individuo trae consigo.
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La teoría medioambiental, por otro lado, establece que la HS es el resultado de presiones ambientales y otros factores condicionantes. El individuo puede buscar expresiones HS como resultado de un episodio casual pero placentero durante la infancia, o por haber convivido largo tiempo con otras personas del mismo sexo por periodos prolongados. (4)
DEFINICIÓN DE CONCEPTOS Para poder introducir nuestro pensamiento respecto del tema se hace necesario definir ciertos conceptos que han sido definidos como procesos resultantes de la interacción biológica y sicosexual. Identidad de Género: se refiere al sentimiento básico internalizado de pertenecer a uno u otro sexo, que generalmente corresponde al sexo biológico. Este concepto abarca la toma de conciencia, las emociones, las fantasías, creencias y motivaciones que sostienen la masculinidad u feminidad. Tipificación sexual o papel de género: se refiere al aprendizaje de papeles sexuales apropiados, aprobados para los miembros del grupo social con el que se identifica el individuo, como también a la aceptación de los valores, las actitudes y creencias que son representadas por las conductas externas. Elección de pareja u objeto sexual: es el resultado de la orientación sexual y del asumir una identidad sicosexual determinada. La orientación sexual involucra afectos, emociones, valoraciones, voliciones y reacciones neurovegetativas en relación con la atracción erótico-sexual.
Estos conceptos descritos son etapas cronológicas y lo esperado es que se logre cada una de estas en un tiempo determinado, cuando no se cumplen de la manera esperada es cuando se condiciona la aparición de diferentes trastornos descritos. Estos trastornos, que detallaremos adelante, han sido descritos por siquiatras y están incluidas en el listado de enfermedades mentales, existiendo criterios diagnósticos bien normados y razones, objetivos y pautas de tratamiento. 5 Modulo I: Tendencias en Salud Pública: Salud Familiar y Comunitaria y Promoción La Serena, marzo - abril del 2005
Trastornos de la identidad sexual: Se caracterizan por asumir características del sexo opuesto, malestar persistente con el sexo asignado, como por ejemplo rechazo a los genitales, no desarrollar conductas que se consideran típicas del sexo biológico como por ejemplo el rechazo a juegos bruscos en el caso de los varones. Cuando en un individuo se expresan varias de las conductas anteriormente señaladas, y estas persisten en el tiempo, las posibilidades de “alteraciones en la orientación sexual” en la adultez son prácticamente seguras. Es aquí donde definitivamente actúan los siquiatras infanto-juveniles para intervenir al niño, estudiar su contexto y ofrecerle un manejo terapéutico cuyos resultados serán más satisfactorios mientras más precoz sea su inicio. Los objetivos del tratamiento son favorecer todos los factores que contribuyen a un desarrollo psicológico y sicosexual normal esto es, estimular el logro de la autoestima, autonomía, reducir la dependencia, facilitar la socialización, mejorar la calidad de la relación con ambos padres, desalentar las conductas del rol sexual opuesto. Las metas del tratamiento son diferentes según el corto, mediano o largo plazo: a corto plazo se espera facilitar la integración grupal, reducir el aislamiento y las conductas del sexo opuesto, en tanto que a mediano y largo plazo se busca favorecer el logro de la orientación sexual o en su defecto la aceptación de esta. (5) Con relación a esto se han publicado varios estudios, uno de ellos realizado por Zucker refiere que el seguimiento a largo plazo de 41 niños con trastornos de la identidad de género arrojó los siguientes resultados: 5 niños fueron clasificados como transexuales, 21 como Homosexuales, 1 como transvestista Homosexual y 14 como heterosexual, lo que significa que un 66% de ellos sufrió perturbaciones del desarrollo de identidad sexual. (6)
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CONCLUSIONES
1. Aún no existen conclusiones ciertas y valederas sobre qué causas determinan o no la identidad sexual de una persona, sin embargo todo lo que sabemos es que la homos exualidad tanto masculina como femenina ha existido desde siempre. 2. Lo más probable es que la sexualidad humana, así como el lenguaje y la inteligencia, sólo puede entenderse como resultado de una interacción muy compleja entre lo innato y lo adquirido, entre la sicología y la biología, entre lo genético y lo ambiental. 3. Existen promisorios datos provenientes de la genética sobre la causa de la homosexualidad, sin embargo aún no existe nada concreto. 4. Sea cual sea la causa está descrito que en los menores que presentan trastorno de identidad sexual también sufren otras alteraciones como aislamiento social, depresión reactiva, oposicionismo defensivo, conflictos con los padres, todo lo cual sí les dificultaría el logro de una estabilidad emocional y cumplimiento adecuado de sus roles sociales, en contraste con lo argumentado al sacar la homosexualidad del listado de enfermedades. 5. Por el contrario, en los adultos sólo aquellos individuos que entran en conflictos por motivo de identidad sexual de manera tan intensa que quisieran eliminar su inclinación homosexual, se consideran alterados y requieren atención sicológica. 6. Pesquisar precozmente esta condición y ofrecer un manejo terapéutico adecuado se puede lograr la correcta orientación sexual o que se acepte su propia condición. 7. Es contradictorio que para la psiquiatría infanto-juvenil se acepte este grupo de trastornos como tales y no sólo eso sino que se ofrece tratamiento, siendo incierto lo que suceda con ese joven en “control” una vez que cumple los 18 años. Queda la duda sobre qué pasa con él ¿deja de estar enfermo?, ¿nunca lo estuvo? , o ¿acaso se trata de una falta de consecuencia en el tema? 8. Todo lo anterior nos hace seguir considerando la homosexualidad como un trastorno mental, el cual hay que abordar desde el punto de vista de la salud pública para, habiendo aceptado esta condición como patológica, se ofrezcan herramientas terapéuticas para lograr mejor calidad de vida de los integrantes de la comunidad.
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RECOMENDACIONES En el contexto de la nueva mirada de salud con un enfoque biosicosocial, todos los profesionales de la salud deberíamos documentarnos en el tema y formarnos nuestra propia impresión al respecto con el objetivo de darnos cuenta cuando nos enfrentemos a un caso de un individuo, especialmente niño, susceptible de ser integrado en nuestros programas de salud mental sin pensar que por eso estamos adoptando conductas homo fóbicas.
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BIBLIOGRAFÍA 1. American Psychiatric Association, DSM IV breviario, criterios diagnósticos, 1997.
2. Mirabet Mullol A., Doctor en Sicología, Diplomado en formación Medico-Sicológica VIH/ SIDA,1995. 3. Gauthier L., Conocimientos Basicos Sobre Hombres que tienen sexo con hombres, HSH, Identidad de Genero, Comportamiento Sexual, Orientación Sexual y Aspectos Éticos,; Santiago, Chile, 1998. 4. www.apocatastasis.com ; Teorías sobre el origen físico de la Homosexualidad. 5. Dr. Carlos Amonte. Trastornos del desarrollo sicosexual en el niño y adolescente, cátedra Psiquiatría infantil, Universidad de Chile, Sede Sur, Hospital Barros Luco. 6. Zucker K.J, Bradley SJ, Gender identity disorder and Psichosexual Problems in childrens and adolescent. The Gillford press, New Jork 1995 (original no consultado). 7. Bradley SJ, Zucker KJ, Gender Identity Disorder: A Review of the Past 10 years, Child Adolescent Psychiatry, July 1997, Páginas 872-879.
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