Historia Con Todos Las Palabras.docx

Un aro por donde pasa una rata. La rata al pasar por el aro se convierte en rana. Una rana a la que la nacen diferentes patas en forma de rama que tienen la consistencia de una roca y no se rompen ni aunque caigan sobre los raíles de la vía del tren justo en el momento en el que está pasando. El tren que pasa sobre estos raíles va dejando un rastro de rosas que han de ser entregadas en una rifa pero como hay alguien en racha no se van a sortear y, a cambio, al hombre en racha le van a convertir en robot. Un robot que tiene forma de toro, con unas grandes tetas que le permiten llenar millones de tinas con una sola extracción. Lástima que sea un timo. A base de golpes de taco consiguen extraer algo de las tetas que tiene sabor a tila pero que no llega a llenar una taza. Taza que ha sido elaborado por las taifas usando tejas que han sido formadas con una tuba. El material de la tuba ha sido extraído de la noria errante que ya no se usaba por que daba notas discordantes. Estas notas espantaban a todos los pájaros que habían instalado allí sus nidos. Pero atraía a los gnomos que se sentían protegidos de las aves rapaces. Los gnomos sentían protección pues las aves no les podían atrapar con sus ancas. Ancas que habían sido adquiridas cuando bebían agua del río Nilo, convirtiendo de forma automática sus patas en ancas. Los nazis eran unos grandes consumidores de este tipo de ancas del Nilo. La mayoría de las veces salían a cazar usando nifes volantes que eran ocultos en los nichos situados sobre la tierra que tenían forma de naipe. Los naipes eran traídos de un gran muro que partía la ciudad. Todos los trozos eran transportados en una moto que arrastraba tras de sí una mina. En caso de que la moto se averiase habría que hacerla explotar convirtiendo a su conductor, de forma automática, en una momia fea y destartalada la cual dejaba un rastro de una sustancia viscosa con forma de moco pringoso. Pero este moco no se desaprovechaba y era consumido por la mula cana. Esta mula se había quedado cana al escuchar los golpes de un gran mazo usado por la mafia para torturar a la meiga. La tortura fue tal que la meiga convirtió a la mafia en mopa y ahora todos se mofan de la mafia. Que sería de la meiga sin la mopa. Convirtió al coro, usando un kit, en cono. Todos quedaron conificados y anaranjados. Ahora nadie duerme sobre la cama por que el coco se esconde debajo de ella y no permite que nadie le plante el culo en su cara. Sale el coco con un cazo y una cofia, cojo de una pata, corriendo detrás de todo el que llega con una copa de más. Y es que el loro siempre viene pasado de copas y no veas la lata que da. Que si la luna es grande, que la lima es ácida, que la laca huele. Pero siempre tiene lilo para dormir como una losa. Pero tiene que venir el ladrón del elfo a despertarlo. Me tienes que llevar al lago repite de forma incesante. Hasta que un día se cansó y lo lanzo a los lobos. Por suerte pasaba por allí una sor hasta arriba de setas, cubierta por una fina capa de seda la que permitía ver sus partes pudendas. Un samurái la tapo con un saco, pues estaba avergonzado de ver tan horrenda escena. Pero el sol quemo el saco y zizu le propino un cabezazo al samurái que lo tumbó en el sofá de soja sobre el que yacía la sepia después de haber lanzando toda su tinta para cubrir a la sor. La sepia se había lanzando desde el faro para caer en el mar, pero se trataba de una foto donde no podía entrar. Vaya faena tenía pues estaba saltando a un lugar famoso rodeado de focas. El faro con forma de falo se movía como un resorte de lado a lado gracias a la fosa que lo rodeaba se mantenía recto y erguido. Dentro de la fosa había multitud de payasos entre los que destacaba fofó que con un gran fajo de dinero ocultaba la cara de todos los efebos cubriéndoles de pintura y coloretes. De entre los efebos salió un gurú que decía ser chita y venir de China. Traía gemas y venía sobre una jaca que bebía gel y champú. Cubierta con una gasa, oculta dentro del gel, había una chufa que el chucho se comió para después cagar una chapa con la marca de la chufa. Pero el chucho caga chapas también comía peras y botas. Y entre comida y comida bebía vino sujeto al pomo de la puerta. De este pomo, al otro lado pendía un pico el cual rompió la vela que estaba dentro del vaso. El ruido fue tal que atrajo a la bofia pero eran tan vagos que el pavo se escapó.

El pavo fue rejoneado por el torero dentro del arenero. Tal era la fuerza que tenía el ave que el ávido hombre se vio obligado a huir subiéndose en lo alto de una morera. Todo el mundo que veía el espectáculo coreaba cuando el hombre subía a la morera. Sobre la morar pendía una lorera que fue derribada tras las embestidas de la gran ave. Todos los pájaros escaparon encontrando refugio en una zorrera. No se volvió a saber nadas de las aves, pero se dice que sus plumas forran las paredes de la zorrera. Nadie lo puede jurar pero las aves vararon en su intento de escapar.