Hadas La Guerra Olvidada

  • October 2019
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  • Words: 1,633
  • Pages: 1
O PIN IÓ N

16 LA VANGUARDIA

VIERNES, 29 AGOSTO 2008

Samuel Hadas

Presidente-Editor:

JAVIER GODÓ, CONDE DE GODÓ

Director:

José Antich

Vicedirector:

Alfredo Abián

Directores adjuntos:

Jordi Juan, Enric Juliana, Alex Rodríguez

Redactores jefes: Enric Sierra (Web), Eugeni Madueño (Nuevos Contenidos), Joaquín Luna (Internacional), Jordi Barbeta (Política), Josep Corbella (Tendencias), Albert Gimeno (Vivir), Llàtzer Moix (Cultura), Dagoberto Escorcia (Deportes), Ramon Aymerich (Economía), Carles Esteban (Continuidad), Celeste López (Redacción Madrid), Mariángel Alcázar (Casa Real), Jaime Serra (Infografía), David Airob (Fotografía), Núria García (Diseño), Josep Carles Rius (Magazine) y Fèlix Badia (Estilos de Vida).

Subdirectores:

María Dolores García Manel Pérez Miquel Molina José Alberola (Arte)

Secciones: Elisenda Vallejo (Internacional), Xavier Batalla (Corresponsal Diplomático), Susana Quadrado (Política), Pau Baquero (Opinión), Rosa M. Bosch (Tendencias), Ketty Calatayud (Vivir), Ignacio Orovio (Cultura), Juan B. Martínez (Deportes), Dolors Álvarez (Economía), Mariano Guindal (Madrid), Albert Aymamí (Fotografía), Francesc Puig (Diseño), Magí Camps (Edición), Albert Molins (Producción) y Carles Salmurri (Documentación). Consejeros de Dirección: Carlos Sentís y Jaime Arias.

Constatar el desencuentro

L

A comparecencia del vicepresidente Pedro Solbes ayer en la comisión de Economía del Congreso de los Diputados no aportó luz sobre por qué no se ha concretado todavía el pacto de la financiación autonómica entre el Gobierno central y el Govern de la Generalitat, extremo que merece una reflexión de todas las partes, habida cuenta de que la intervención se hizo a instancias de la demanda de un partido catalán, Iniciativa, formación que inicialmente exigía la presencia del presidente Zapatero. La reunión parlamentaria de ayer sirvió, en cambio, para constatar una vez más el enorme desencuentro entre el Gabinete socialista y las fuerzas políticas de Catalunya, que fueron contundentes al juzgar en términos negativos la actitud gubernamental, especialmente el incumplimiento de la fecha límite del 9 de agosto marcada por el Estatut para llegar a un acuerdo. Solbes negó que la ausencia de tal pacto implique una falta de compromiso por parte del Ejecutivo central. El máximo responsable económico reiteró los puntos básicos que presentó a los gobiernos autonómicos el 22 de julio, en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera, un planteamiento que cosechó un amplio rechazo en Catalunya. Solbes no anunció novedades ni entró a fondo en los múltiples escollos de la negociación, salvo en lo relativo al equilibrio entre bilateralidad y multilateralidad, a propósito de la necesidad de combinar las premisas de la Lofca y lo establecido en el Estatut. Los prolijos matices interpretativos dominaron este punto del debate hasta llevarlo a los puntos de partida de cada una de las partes. Las palabras del vicepresidente insistieron en negar de raíz cualquier trato discriminatorio hacia Catalu-

S

nya por parte del Gobierno, pero no hubo gesto alguno para facilitar un diálogo que, hoy por hoy, está verde pero depende de una prórroga de tres meses, fruto de un pacto entre Saura y Fernández de la Vega. Todo acto parlamentario debe ser evaluado en sí mismo y, como tal, no puede ser orillado ni presentado como prescindible. Tampoco la comparecencia de ayer, a pesar de sus escasos resultados concretos. Pero la verdadera negociación sobre la financiación autonómica tiene un recorrido singular que incumbe a la relación entre los gobiernos autonómicos y la Moncloa, por encima de las lógicas estrictamente partidarias. No obstante, la falta de apoyos estables de Zapatero en este mandato se superpone de manera aguda al proceso, con lo cual toda la discusión acaba rebotando sobre los presupuestos generales del Estado. Solbes ya advirtió al respecto que piensa deslindar muy bien las dos negociaciones, a pesar de las amenazas de rechazo que el representante de CiU expresó ayer. Para la Generalitat, la actitud que ayer exhibió Solbes no promete giros favorables ni posiciones distintas al borrador ya conocido y duramente criticado por el conseller Antoni Castells. Ello puede influir notablemente en la propuesta alternativa de financiación que están ultimando ahora representantes del tripartito y de CiU para poder negociar con Madrid ofreciendo algo más que un no. Y puede marcar también el tono y las intensidades de la estrategia de frente común, que, a raíz del acuerdo Saura-De la Vega, se ha visto algo resquebrajada. A partir de ahora, hay tres meses para trabajar y dialogar a fondo, pero no parece que vaya a ser camino fácil. Todos deberán hacer un esfuerzo para acercar posiciones y despertar confianza.

Anorexia e internet

URGEN nuevas dificultades en la larga y difícil lucha contra la anorexia, ese grave trastorno de la conducta alimentaria que puede llevar hasta la muerte por inanición y que afecta a más de cien mil mujeres en Catalunya. Esta vez las dificultades proceden de internet, donde los portales que hacen apología de esta enfermedad se han multiplicado de forma alarmante en los últimos tiempos. Sólo en los años 2006 y 2007 las páginas que animan a la anorexia aumentaron en un 470%, una tendencia que no ha cesado de agravarse. Un fenómeno similar sucede con la bulimia, una enfermedad gemela. La Agencia de Calidad de Internet ha llevado a cabo acciones para borrar de la red las páginas, en su mayoría blogs de personas anoréxicas, que fomentan esa enfermedad. Pero, prácticamente, por cada cuatro páginas que se cierran aparecen cuatrocientas. Los expertos señalan que eso es muy grave, ya que la mayoría de las víctimas anoréxicas, entre ellas numerosas adolescentes, encuentran en internet consejos y mensajes de ánimo que las llevan a agravar su erróneo comportamiento alimentario. La conexión con otras enfermas a través de la red, en este sentido, las lleva a reforzar su conducta al sentirse identificadas con un grupo. Desde la propia red se puede luchar también contra

la anorexia creando páginas trampa, a las que se accede con los términos que utilizan los que buscan apoyos a su conducta, pero que en vez de ofrecerles complicidad les presentan advertencias sobre los peligros que acarrea dicha enfermedad. En el caso de las adolescentes, como siempre sucede, son los padres quienes pueden hacer mucho para combatir las conductas alimentarias negativas. En este sentido se aconseja a las familias que controlen las páginas a las que entran sus hijos si detectan el más mínimo cambio de hábitos alimentarios. En los casos en que las enfermas están hospitalizadas, como es obvio, el control es mucho más fácil que cuando los tratamientos son ambulatorios. La anorexia produce la muerte a un 6 por ciento de los que la padecen. La inmensa mayoría son mujeres pero también hay hombres. No es una tasa de mortalidad importante, comparada con otras enfermedades, pero la tercera parte de los pacientes no llega a curarse nunca del todo, y suele dejar secuelas irreversibles. Este hecho hace que haya que luchar contra los factores que contribuyen a desencadenarla. Internet, evidentemente, es un riesgo. Pero la principal causa que provoca la caída en la anorexia proviene de la moda por el culto a la delgadez que se ha instalado en la sociedad.

La guerra olvidada

R

ecordatorio: en el mes de julio el presidente de Sudán, Omar al Bashir, fue distinguido con el dudoso honor de ser el primer jefe de Estado acusado por el fiscal del Tribunal Penal Internacional de genocidio y crímenes contra la humanidad y otros cargos en Darfur y de ser acreedor de una orden de arresto. Otros funcionarios sudaneses le precedieron, entre ellos (¡precisamente!) su ministro de Asuntos Humanitarios, pero su gobierno hizo caso omiso de las órdenes de arresto. Somos testigos, informa el fiscal del TPI, del más eficiente e inhumano plan de genocidio de nuestros tiempos. No es un secreto que Al Bashir controla las sangrientas milicias que se ocupan de la campaña de limpieza étnica iniciada en el 2003, en la que 300.000 de sus propios ciudadanos han perdido la vida y más de dos millones han sido desplazados. Para la ONU se trata de la peor crisis de la humanidad en el mundo. La fuerza de paz de la ONU y la Unión Africana, que debió haber traído la paz a los pobladores de Darfur, poco o nada ha hecho para poner fin a la tra-

Los habitantes de Darfur siguen esperando que alguien ponga fin a su sufrimiento gedia. Una gran parte de la ayuda humanitaria internacional ha sido secuestrada por las milicias criminales. Otra promesa incumplida de la comunidad internacional. Sudán es foco de la competición internacional por sus recursos, sobre todo el petróleo. China ha invertido ingentes cantidades en Sudán en su industria petrolera y en obras de infraestructura, como refinerías y oleoductos, y el 7% de su crudo proviene de este país, buen cliente de su industria armamentista. Mientras Estados Unidos trata de aislar a Sudán, los lazos entre Pekín y Jartum se consolidan. Como era de esperar, China rechaza la intromisión del tribunal. A la complicidad de China se suman la de la Unión Africana, que prefiere “soluciones africanas a los problemas africanos”, y la Liga Árabe, de la que Sudán es miembro. Algún mandatario, escribe un comentarista árabe, quiere evitar un precedente: él podría ser el próximo. Mientras la Unión Europea apoya al TPI, un vacilante Estados Unidos se opone a que su jurisprudencia se extienda a jefes de Estado. También la reacción del secretario general de la ONU ha sido decepcionante. De ahí que nada quita el sueño al presidente de Sudán: sus cómplices, tanto los voluntarios como los involuntarios, se ocuparán de que no llegue custodiado a La Haya para ser procesado por el TPI. Mientras se oyen altisonantes llamadas a la paz, los habitantes de Darfur siguen esperando que alguien ponga fin a su sufrimiento. ¿Rendirán cuentas los criminales y se podrá proporcionar la debida protección a sus víctimas? La complicidad, la pasividad y la indiferencia exponen nuevamente la debilidad de la comunidad internacional para afrontar un reto como el de Darfur, permitiendo que el genocidio siga con toda impunidad.c

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