Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) - Guatemala Seminario sobre Globalización y transformación del medio rural
Globalización y transformación del medio rural: retos para Guatemala en el Siglo XXI Por: Lucía Álvarez
, Gaudi Beer , Patricia Castillo , Sergio Dionisio <[email protected]>, Claudia Donis, María Catalina Frausto <[email protected]>, Juan Diego González , Alejandra Menegazzo , Carlos Morales , María Rodríguez , Erick Saavedra <[email protected]>, Marco Tulio Santos <[email protected]>, Ana Juárez, Erick Saavedra <[email protected]>, Marco Santos <[email protected]>, Judith Tzunun <[email protected]> y Francisco Chapela
Ciudad de Guatemala, Junio de 2009
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Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) - Guatemala Seminario sobre Globalización y transformación del medio rural
Globalización y transformación del medio rural: retos para Guatemala en el Siglo XXI. Por: Lucía Álvarez, Gaudi Beer, Patricia Castillo, Sergio Dionisio, Claudia Donis, María Catalina Frausto, Juan Diego González, Alejandra Menegazzo, Carlos Morales, María Rodríguez, Erick Saavedra, Marco Tulio Santos, Ana Juárez, Erick Saavedra, Marco Santos, Judith Tzunun y Francisco Chapela
Contenido Presentación
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Introducción
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Las reformas del estado y el sector agrario, por: Gaudi Beer, Carlos Morales y Judith Tzunun
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Los desafíos de la pequeña agricultura ante la globalización, por: Patricia Castillo y Sergio Dionisio 31 Las nuevas funciones de los espacios rurales, por: Claudia Donis y Juan Diego González 45 Estrategias para la superación de la pobreza en el campo, por: Ma. Catalina Frausto y María Rodríguez 55 La perspectiva de género en los programas rurales actuales, por: Alejandra Menegazzo 71 Perspectivas y retos de las sociedades rurales, por: Lucía Álvarez, Marco Tulio Santos y Erick Saavedra Conclusiones
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Presentación La mejoría en las comunicaciones y la intensificación de las relaciones comerciales, han hecho que el contexto en el que se desenvuelven las comunidades rurales de América Latina, haya sufrido transformaciones profundas en los últimos 25 años. A ritmos distintos y con modalidades específicas, el contexto rural latinoamericano se ha ido modificando. Durante décadas, el desarrollo rural en América Latina se caracterizó por que las instituciones del gobierno y las instituciones internacionales entregaban a los productores rurales los elementos básicos para el aprovechamiento del agua, la tierra y los bosques. Adicionalmente, el gobierno de cada país, protegía a los productores rurales mediante medidas arancelarias, técnicas y normativas. Pero en la década de los 1980s, se inició el proceso de integración de los países a los circuitos del comercio internacional, que exigió que las protecciones a los productores y a los mercados se eliminaran. Esto significó que en pocos lustros, los productores del campo vieron desvanecerse el apoyo técnico gubernamental, los sistemas de subsidios a la producción, el desarrollo de infraestructura pública, los sistemas de financiamiento rural y las redes de apoyo a la comercialización de productos del campo. La apertura comercial, significó la entrada de muchos productos extranjeros, que obligó a los productores del campo a competir con firmas de nivel internacional. Los habitantes de las zonas rurales pasaron de ser "los hijos predilectos del régimen" que los protegía (Warman, 1972), a un régimen de apertura y debilitamiento de las instituciones, producto de la apertura comercial, la privatización de empresas estatales, la apertura financiera y la reducción del gasto público. Todos estos cambios, se han descrito como parte de un proceso más amplio: el de la "globalización", en donde información, dinero y mercancías, fluyen de un país a otro sin dificultad, pero que en el caso de América Latina y en particular en el caso de las comunidades rurales de la región, significó también un desvanecimiento del enramado institucional que permitía la viabilidad de las economías locales. En este contexto, es necesario avanzar en la comprensión de los problemas que la globalización plantea a las organizaciones y a las comunidades rurales, para visualizar nuevos entramados institucionales, que aseguren la viabilidad de los procesos de desarrollo en general y de desarrollo rural en particular. El presente documento, es una producción colectiva de los que participamos en el Seminario sobre Globalización y transformación del medio rural, que forma parte del programa de la Maestría en Desarrollo Rural de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) - Guatemala. Globalización y medio rural 3
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Introducción La globalización Dentro del Seminario, siguiendo a Joseph Stiglitz (2002), hemos definido a la globalización como el proceso de eliminación de las barreras artificiales a los flujos de bienes, servicios, capitales, conocimientos y en un menor grado personas, a través de las fronteras, que traen como efecto diferentes niveles de integración de los países y los pueblos del mundo, producida por la enorme reducción de los costos de transporte y comunicación. La gran promesa de la globalización, ha sido aumentar la eficiencia económica de las empresas y de los países, como resultado de abrir al máximo las posibilidades de obtener los mejores productos y los más baratos de cualquier lugar del mundo en donde se puedan conseguir. La formación de mercados competitivos a nivel global, harían posible la idea del fundador de la economía política, Adam Smith, de que cada país produzca lo que puede producir con ventaja y pueda adquirir lo que no produce mediante el intercambio comercial (Smith, 1776). El aumento en la eficiencia económica, debería llevar a una mayor riqueza, y aunque dicha riqueza no se distribuya de manera igual, sería de esperar que el bienestar general de las sociedades aumentara. El tratado de Libre Comercio de los Esados Unidos con Centro América y República Dominicana (DR-CAFTA: Dominican Republic – Central America Free Trade Agreement), fué promulgado en los Estados Unidos en 2005, y fué ratificado en los otros países en distintas fechas: en El Salvador en Marzo de 2006, en Honduras y Nicaragua en Abril de 2006, en Guatemala en Julio de 2006, en Republica Dominicana en Marzo de 2007 y en Costa Rica en Enero de 2009 (Office of the United States Trade Representative, 2009). Con esto, la región Centroamericana queda vinculada a la economía más grande del mundo y abierta a las ventajas y desventajas de la globalización.
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El desarrollo rural En este contexto, es importante dar seguimiento al proceso de globalización, con el fin de identificar sus problemas y oportunidades para el desarrollo rural, de modo que se puedan tomar medidas oportunas para minimizar los primeros y aprovechar al máximo los segundos. Para dar seguimiento al impacto de la globalización sobre el desarrollo rural, es necesario definir que se entiende por "desarrollo rural". Dentro del Seminario, hemos definido al desarrollo rural como el proceso de cambio cualitativo y cuantitativo en las zonas rurales, que tiene como objeto hacer posible el mejoramiento de la calidad de vida de las personas de una manera multidimensional, considerando al menos los ámbitos económico, social, político cultural, tecnológico y ambiental. Entendemos como calidad de vida aquellas condiciones en que las personas buscan desenvolverse acordes a sus expectativas e identidades culturales y sociales en diferentes niveles, incluyendo el familiar, la comunidad, lo local, la región y niveles superiores. Estas definiciones siguen de cerca las propuestas del permio Nóbel Amartya Sen, que considera el Desarrollo como el proceso de expansión de las libertades reales de las que la gente disfruta y que les permite buscar la forma de vida que aprecian por que tienen bunas razones para hacerlo (Sen, 1999). En una primera aproximación, podemos constatar que hasta ahora, es posible pensar que el proceso de desarrollo rural en Guatemala puede llevar a la erradicación de la pobreza y el hambre, dar acceso universal a la educación almenos a nivel primario y reducir la mortalidad infantil. En efecto, de acuerdo con el monitoreo que hace la ONU, (2009) se estima que esto es posible:
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Millenium Developm ent Goals Monitor htt p: // www.m dgm onitor.org/ country_progr ess.cfm ?c=GTM&cd=320
Sin embargo, no hay certeza del resultado del desarrollo rural en términos de la equidad de género, el combate al SIDA, la malaria y otras enfermedades, asegurar la sostenibilidad ambiental o desarrollar asociaciones globales para el desarrollo (ONU, 2009). Más aún, de acuerdo don la ONU, no se están teniendo resultados aceptables en cuanto a salud materna. Globalización y medio rural 7
Con la incorporación de Costa Rica al DR-CAFTA, Centroamérica se sumerge por completo en la globalización. ¿cuáles serán los impactos de esta inclusión de Centroamérica en general y de Guatemala en particular en el mundo globalizado? ¿cuáles son los retos que enfrenta el medio rural? ¿es de esperar que la equidad de género mejore? ¿cuáles son las perspectivas a futuro? En el presente trabajo colectivo, el Seminario sobre Gobalización y Medio Rural de la Maestría en Desarrollo Rural de FLACSO-Guatemala, ensaya algunas propuestas e hipótesis para buscar respuestas a estas y otras preguntas.
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Las reformas del estado y el sector agrario, por: Gaudi Beer, Carlos Morales y Judith Tzunun La Función del Sector rural La estructura institucional de atención al sector rural no debe ser vista únicamente, como los ministerios o institutos relacionados a la producción agrícola, pecuaria y forestal, así como a la protección del medio ambiente. Deben considerarse los cambios a nivel de los otros ministerios. Considerando que el sector rural tiene tres funciones básicas a nivel de país. Primero, por su aporte al producto interno bruto del País. Segundo por su carácter social, vista su importancia en el mejoramiento de la calidad de vida y la seguridad alimentaria, si consideramos al 64% de la población que reside en este, y tercero por su relación estrecha con el uso y aprovechamiento de los recursos naturales. En este capítulo únicamente se abordará los ajustes y cambios del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación
El Sector Rural en el Estado Guatemalteco El sector agrícola ha jugado un rol importante en la historia productiva de Guatemala, desde la colonia (cacao, el añil y la cochinilla) y aún después de este período (café, banano, algodón, carne, azúcar y tabaco), en la época moderna hace varios años se vinculo fuertemente a los mercados internacionales con la exportación de productos no tradicionales, fuertemente representado por vegetales. Condición que ha determinado el quehacer político, económico y social del país en toda su historia, por lo que en el presente documento se hará referencia a los cambios que se han manifestado dentro de la organización estatal y su relación con el sector agropecuario antes y después de la implementación de las Medidas de Ajuste Estructural. Las medidas mencionadas tuvieron un fuerte impacto en el campo Globalización y medio rural 9
guatemalteco de tal manera que se hace necesaria la reinterpretación de estas para contribuir de alguna manera con alternativas que mejoren las condiciones de vida de miles de agricultores en nuestro país. Vale decir que desde los años 70, dicho sector reflejaba un atraso, pues el Mercado Común Centroamericano, no rindió los frutos que se esperaban. Es decir, la integración centroamericana y el intercambio de flujos comerciales sin mayores restricciones no se dieron. El esperado desarrollo industrial de la zona que permitiría la sustitución de importaciones de igual forma se vio interrumpido por los conflictos armados existentes en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, a lo que debe sumarse el fuerte endeudamiento y la crisis financiera de la década. Pacificada la zona se inicia entonces con la aplicación de una serie de Políticas de Ajuste Estructural, con su implementación dichas medidas significaban la “oportunidad” de financiar, con el producto financiero de las privatizaciones, el desarrollo que en otras épocas se busco insistentemente. Dichas políticas emanadas del Consenso de Washington (FMI, BM y BID) reorientaron el modelo y estaban enfocadas entre otras cosas a la reducción de las intervenciones del Estado en la esfera económica, disminución del apoyo publico a sectores productivos (agrícola), eliminación de barreras comerciales (aranceles), facilidades de penetración del capital extranjero (IED), liberalización de los mercados internacionales, entre otros. Con que fin?, La Globalización: Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) debe entenderse como la interdependencia económica creciente de países del mundo, provocada por el aumento del volumen y la variedad de transacciones transfronteriza de bienes y servicios, así como de los flujos internacionales de capitales al tiempo que la difusión acelerada y generalizada de la tecnología. Proceso en el que a través de la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo se unifican mercados, sociedades y culturas. Genera un conjunto de transformaciones sociales, económicas, políticas en los diferentes países, acercándolos a un modelo de carácter global. Prevaleciendo el predominio de unos modos de producción y de movimientos de capital a escala planetaria, y la ubicación en diversos países de distintas fases de la producción, con componentes originarios de países diferentes. Cuáles fueron sus implicaciones en el agro nacional?, dichos organismos se dieron a la tarea de implementar acciones para modernizar el agro dentro de la lógica de mercado, en donde la iniciativa privada jugarían un papel de eficiencia mucho mayor a la manifestada por el Estado en décadas anteriores. A partir de ahí en el país se dieron a la tarea de promover estrategias de modernización agraria y de desarrollo rural, que siguieran asumiendo los principios neoliberales, pero que al mismo tiempo reintrodujeran una acción pública que abordara la modernización agraria y el desarrollo rural supeditados al propio empuje de la iniciativa privada (Solá, R. 2008). Globalización y medio rural 10
Es entonces cuando se empieza a hablar de mercado de tierras, de pluriactividad, de intensificación tecnológica, de orientación de cultivo y de ganadería para la demanda urbana o la exportación, aumento de la superficie de riego, interconexión con la agroindustria, de descentralización administrativa, del reconocimiento de las organizaciones indígenas como agentes sociales del sector agrario, etc. (García Pascual, F 2003). Según Santos y Garoz (2001), estas políticas se vieron concretadas en la importancia que le dan los gobiernos neoliberales a los subsidios y protección para los productos destinados a la exportación, descuidando y desprotegiendo el mercado interno a través de la poca relevancia que se le da al pequeño y mediano productor Los argumentos que dan poca importancia al sector agrícola son abundantes e irresponsables, el atraso en el sector fue el principal, por lo que se hace necesario un análisis más detenido. Según el Censo agropecuario del 2003 casi el 85% del total de fincas miden entre 1 y 10 manzanas (ver anexo 1). El restante 15 entre medianos y grandes propietarios. Si se compara con censos anteriores se nota una concentración mayor de tierra en pocos propietarios. De los 4.9 millones de guatemaltecos que conforman la PEA, aproximadamente un 39% se vincula con la actividad agrícola del país. Según Gauster, S (2003) de los 830,684 agricultores y agricultoras contabilizados en 2003, 92% son productores y productoras de subsistencia (entre 1 y 10 manzanas) e infra subsistencia (menos de 1 manzana), 6.5 excedentarios (10 a 64 manzanas) y solo 1.9% comerciales (más de 1 caballería). El aporte del sector al PIB total del país ha sido significativo, por ejemplo, de 1990 a 2004 se incremento de UIS$ 2950.9 a US$ 4848.0 millones (ver anexo 2), reflejando ser el más dinámico a nivel centroamericano. Su aporte al PIB total del país es mucho mayor que el del resto de países de la región (ver anexo 3) y según los grandes promotores del comercio exterior, con la firma del RD-CAFTA este podría incrementarse considerablemente obteniendo un beneficio mutuo. Basta decir que la importación de insumos de 1990 a 2004 se incremento en 111.4%, mientras que las exportaciones del sector apenas un 15.7% en el mismo periodo. Significa entonces que con las Medidas de Ajuste Estructural implementadas en el agro guatemalteco se desprotegió a miles de pequeños productores que garantizaban el abastecimiento de los mercados de granos básicos a nivel nacional y que dichas medidas reorientaron la función del Estado de Guatemala para que se vinculara en la promoción y estimulación de la actividad agro exportadora¬.
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Cambios en la estructura institucional de atención al sector rural. En el estudio sobre los cambios en la estructura institucional que atiende al sector rural, y específicamente en cuanto a aquellas implicaciones en el sector agrario, podemos identificar tres distintos períodos: • 1955-1985 • 1986-1996 • 1997-2009 Las principales características e impactos en cada uno de estos períodos se resumen a continuación. • Características e impactos de 1955-1985 Durante este período, la política agraria se caracterizó por el impulso a la dotación de tierras nacionales a los campesinos, evidenciada en el proceso de colonización de la Franja Transversal del Norte (FTN) y del departamento de Petén. Por su parte, la política sectorial fue definida en torno a la consecución de un crecimiento económico sustentado en la autosuficiencia de granos básicos, la diversificación de la producción agropecuaria y la elevación de los niveles de productividad. Para tales propósitos, se impulsaron medidas como: a) subsidios a la producción agropecuaria a través de crédito con tasas de interés preferenciales y dotación de fertilizantes y pesticidas a precios por debajo del mercado; b) impulso a la investigación y extensión agropecuaria con énfasis en la adaptación y adopción de elementos de la revolución verde, principalmente variedades mejoradas e híbridos, fertilizantes y pesticidas sintéticos; c) establecimiento de precios de garantía para los granos básicos; y, d) obligatoriedad de que las fincas destinaran el 10% del área cultivada, a la producción de granos básicos No obstante la existencia de un aparato estatal que brindara una “atención integral” a las familias rurales a través de asistencia técnica directa a los agricultores, grupos de amas de casa para las mujeres y clubes 4S para los jóvenes; los impactos fueron notables. La colonización de la FTN y Petén, así como, la diversificación de cultivos, provocó la deforestación masiva de los bosques, disminuyendo el área con cobertura forestal en 37% durante el período 1955-1985. El subsidio a los fertilizantes y pesticidas contribuyó al uso ineficiente de los mismos, incentivando, en muchos casos, aplicación excesiva, y provocando contaminación del suelo y de los cuerpos de agua. Adicionalmente, la proporción del crédito dedicada a cultivos a nivel nacional disminuyó cerca del 13%, concentrándose en los cultivos tradicionales de exportación (café, azúcar
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y algodón), mientras permaneció constante.
la
proporción
destinada
a
actividades
ganadera
El resultado de esa situación fue que las áreas de tierra en sobre-uso y subuso aumentaron, provocando el desgaste de los suelos o la no explotación de los mismos. En este período, el objetivo de la diversificación en la producción agropecuaria fue el que presentó mayor impacto: al inicio del período, el 90% del valor de las exportaciones del sector provenían del café y el banano. A lo largo del período, sin embargo, otros productos alcanzaron proporciones importantes, tal es el caso del algodón, azúcar, carne bovina y cardamomo.
• Características e impactos de 1986-1996 A partir de 1986, en un intento de estimular el mercado de tierras en el país, la política agraria experimentó un giro al pasar a privilegiar la dotación de tierras por medio de la compra-venta voluntaria. Sin embargo, el marco legal permaneció sin cambios, lo que no contribuyó con el nuevo esquema impulsado. Por su parte, la política sectorial incorporó dentro de sus objetivos el desarrollo de la agroindustria para expandir y diversificar las exportaciones provenientes del sector; el incremento y la consolidación de la infraestructura básica de la producción, especialmente los componentes de riego y caminos rurales; y, la protección y manejo racional de los recursos naturales renovables. Asimismo, se impulsó la modernización de la agricultura, a través de la promoción y reorganización del Sector Público Agropecuario y de la movilización de recursos provenientes de donaciones y préstamos concesionarios para la preinversión e inversión. Con base en los resultados del giro en las políticas agraria y sectorial, puede concluirse que la estructura del sector agropecuario no sufrió mayores cambios y, en general, no se lograron resolver los problemas relacionados con la forma de la tenencia y propiedad de la tierra. Los factores que impidieron alcanzar los objetivos trazados en este período son de diversa índole. Algunos están ligados a la política macroeconómica, como la existencia de controles de precios de varios productos alimenticios de origen agropecuario. Ello deprimió los precios al productor, reduciéndose el ingreso real del sector y, como consecuencia, aumento de la pobreza rural y mayor presión sobre los recursos naturales. Asimismo, la existencia de impuestos a la exportación afectó negativamente la competitividad de los productos agropecuarios guatemaltecos en el mercado internacional. Existieron también factores de tipo institucional que no permitieron catalizar el desarrollo del sector. A pesar de que el Sector Público Agropecuario sufrió Globalización y medio rural 13
transformaciones a lo largo de ese período, las instituciones que lo conformaban no consiguieron insertarse funcionalmente en el nuevo contexto y perdieron eficacia en su accionar. Una evidencia de ello es la distribución desequilibrada del presupuesto del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación -MAGA-, así como la baja capacidad de ejecución presupuestaria, entre otros. Además, el crecimiento desmedido de algunas instituciones del Sector Público Agropecuario dificultó el control de calidad de los servicios prestados. Hacia el final del período, desaparecieron los controles de precios internos y los impuestos a la exportación, disminuyeron las distorsiones en la asignación de los recursos institucionales y aumentó la competitividad internacional de los productos agropecuarios guatemaltecos. Un factor determinante que tiene este período es el año 1991, en donde se organizó el Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC), que es el órgano del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). Desde la X Cumbre de Presidentes de la región celebrada en El Salvador en julio de 1991, el CAC es reconocido como el mecanismo institucional para la vinculación del sector agropecuario con las otras instancias de la integración centroamericana. • Características e impactos de 1997-2007 Durante este periodo, las políticas públicas y sectoriales del gobierno se enfocaron a contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la población rural que depende directamente e indirectamente de la agricultura y de los recursos naturales renovables. Lo anterior fue fuertemente influenciado por el proceso de modernización del estado derivado de los nuevos retos impuestos por los fenómenos de la globalización y descentralización, así como las medidas de ajuste estructural impulsadas por los organismos financieros internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros). En tal contexto se impulsó el Programa de Modernización y Reestructuración del Estado. En este marco, al analizar las estructuras institucionales que conformaban el Sector Publico Agrícola, muchas de ellas creadas en la década del 70, se estableció que no eran compatibles con los nuevos principios estratégicos y funcionales que el Estado moderno demandaba, por lo que fue necesario impulsar un proceso agresivo de renovación del modelo institucional en ese entonces vigente.
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Cambios en la Estructura institucional del Sector Público Agrícola Para alcanzar los objetivos planteados en cada uno de los períodos identificados con anterioridad, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, que desde su creación es el ente rector de la política agropecuaria nacional, ha contado con diversas instituciones que atendían a las familias rurales a través de diversos programas y proyectos. Para consolidar sus acciones, en el marco del Estado de Bienestar y las diferentes políticas macroeconómicas influyentes en el país, así como de las distintas prioridades de las políticas agrarias y sectoriales, durante los años 80 el Ministerio de Agricultura, contaba con aproximadamente 20,000 empleados permanentes, y su estructura orgánica era la siguiente:
Figura 1. Organigrama Sector Público Agropecuario y alimentación. En dicha estructura administrativa, las entidades de asesoría y por medio de las cuales el estado atendía los temas de desarrollo rural, que en ese Globalización y medio rural 15
entonces estaba centrado en las actividades agrícolas, eran principalmente las siguientes: Unidad Sectorial de Planificación Agropecuaria y de Alimentación – USPADA-: Entidad encargada de asesorar al Despacho Ministerial en cuanto a políticas y programas sectoriales; entre sus funciones estaba el análisis de políticas, coordinación de programas básicos sectoriales, programación, evaluación y presupuesto, estadísticas y cuentas económicas sectoriales, preinversión agrícola, planificación estratégica del sector, monitoreo de precios de granos básicos en los principales mercados del país, gestión y formalización de la cooperación internacional, entre otras funciones y entidades que la conformaban. A través de esta Unidad se generaban las principales estrategias del sector, las cuales las se ejecutaban a través de las distintas instituciones del Sector Público Agrícola. Dirección General de Servicios Agrícolas –DIGESA-: Dependencia responsable de la programación, organización, ejecución, evaluación y control de los programas de producción, sanidad vegetal, asistencia técnica, infraestructura agrícola y otros servicios. Asimismo, de llevar o transferir los resultados y conocimientos de la investigación y experimentación a los pequeños y medianos agricultores, para lograr el incremento a la producción y mejorar la alimentación del país y obtener los excedentes para su exportación. Dentro del marco institucional de DIGESA se proporcionaba a las familias rurales, los servicios y educación extraescolar que les permitían adoptar tecnologías apropiadas e innovaciones que de acuerdo con la realidad, garantizaran la satisfacción de sus necesidades básicas y la generación de excedentes para reinvertir y dinamizar la producción con énfasis en el uso racional de los recursos. Dirección General de Servicios Pecuarios –DIGESEPE-: Entidad responsable de la programación, organización, ejecución, evaluación y control de los programas de salud, producción, crédito pecuario y servicios pecuarios, así como de llevar a conocimiento de los pequeños y medianos ganaderos la tecnología y propósitos de la política general de desarrollo pecuario del Estado. A través de las Direcciones Técnicas de Sanidad Animal y Producción Animal se brindaba asistencia técnica pecuaria y educación sanitaria para atender las actividades específicas y necesarias al desarrollo pecuario. Dirección General de Bosques y Vida Silvestre –DIGEBOS-: Creado en el año 1989, al ser suprimido el Instituto Nacional Forestal – INAFOR-, constituyéndose como una dirección administrativa, adscrita al MAGA, con el fin de promover el manejo forestal en forma racional y sostenible. Globalización y medio rural 16
Entre otras instituciones que apoyaban las estrategias de desarrollo agrario y agrícola en Guatemala, estaban el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola – BANDESA-, que era la institución financiera a través de la cual se proporcionaban créditos a pequeños y medianos agricultores para financiar proyectos agrícolas y pecuarios; el Instituto Nacional de Transformación Agraria –INTA- que era la encargada de facilitar el acceso a tierras; el Instituto Nacional de Comercialización Agrícola –INDECA-, el cual apoyaba a los agricultores en transferencia de tecnología postcosecha y contaba con infraestructura adecuada para el acopio de granos básicos; Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas –ICTA-, responsable de generar y promover el uso de la ciencia y tecnología en el sector agropecuario.
El MAGA después de la reestructuración La estructura anterior fue predominante en el Sector Público Agrícola hasta la década de los noventa, en los cuales el proceso de modernización y reestructuración del estado, fuertemente impulsado por las políticas de ajuste estructural recomendadas por el Fondo Monetario Internacional y otros organismos financieros a partir del Consenso de Washington, sumado a los compromisos adquiridos por el gobierno en la negociación del Proceso de Paz en Guatemala que culminó en diciembre de 1996 con la firma del Acuerdo de Paz Firma y Duradera, además de algunos excesos presupuestarios y poca eficiencia de las instituciones; llevaron a una reestructuración y en la mayoría de casos privatización de los servicios que otrora brindara el sector público agropecuario. Lo anterior requirió definir una nueva visión y misión del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, a partir de lo cual se definieron y establecieron las nuevas funciones a realizar y la estructura que permitiera cumplirlas; haciendo énfasis en la descentralización de la formulación y operativización de las políticas y servicios a nivel regional y micro regional. En esta reestructuración, el sistema de extensión agrícola en el país fue eliminado al cancelarse el funcionamiento de las instancias que otrora eran encargadas de brindar asistencia técnica. En el marco de dicha reestructuración, la estructura orgánica del MAGA fue definida de la siguiente manera MAGA. Estructura Orgánica y Funcional. Guatemala. 48 páginas. :
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Figura 2. Estructura Orgánica y funcional del MAGA.
Bajo este nuevo esquema institucional, las funciones sustantivas del MAGA son ejecutadas por las siguientes entidades:
Unidad de Políticas e Información Estratégica –UPIE-: Encargada de formular participativamente la política y generar la información estratégica para el sector público agrícola, en el marco de un ordenamiento territorial que garantice la protección y manejo adecuado de los ecosistemas estratégicos, los recursos naturales renovables en general y el medio ambiente. Esta Unidad absorbió algunas de las funciones y actividades que realizaba la USPADA, en cuanto al monitoreo de precios, formulación de políticas, procesos de negociación en el marco de los tratados de libre comercio, en los temas relacionados con el sector agropecuario.
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Unidad de Gestión para el Desarrollo –UGD-: La UGD es la encargada de formular propuestas de inversión y generar procedimientos que permitan operativizar y retroalimentar las políticas y estrategias sectoriales. También ejecuta algunas funciones de la USPADA, principalmente en cuanto al sistema de preinversión de proyectos sectoriales, agregándoles otras funciones de acuerdo a las políticas macroeconómicas y de desarrollo, en cuanto a organización empresarial y apoyo a las escuelas de formación agrícola del MAGA. Unidad de Operaciones Rurales –UOR-: Creada con el fin de operativizar y retroalimentar participativamente, las políticas y estrategias sectoriales, a través de la identificación de demandas, fortalecimiento de la organización, apoyo a la formulación de planes integrales y otros. A través de esta Unidad el MAGA tiene presencia a nivel departamental. La estructura de la UOR, es en cierta forma la que se establecía en USPADA a través de las Unidades de Planificación Regional Agropecuaria y Sectorial –UPRA’s-.
Unidad de Normas y Regulaciones –UNR-: Aunque no completamente, esta unidad absorbió algunas actividades que realizaba la DIGESEPE, en cuanto al control de la sanidad animal y producción vegetal. Fue creada para contribuir a la protección, conservación, aprovechamiento y uso sostenible del patrimonio agropecuario, hidrobiológico y de los recursos naturales renovables a través de la definición participativa de normas claras y estables, así como vigilar la correcta aplicación de las mismas. Unidad de Coordinación Fideicomisos -UPCEF -:
de
Proyectos,
Cooperación
Externa
y
Su origen se debió a la necesidad de coordinar los proyectos de inversión, así como la gestión y facilitación de los recursos financieros y técnico-científicos para el desarrollo de los productores involucrados en el sector agropecuario, forestal e hidrobiológico. En apoyo a las unidades descritas anteriormente, los entes descentralizados como el Instituto Nacional de Bosques –INAB- (que sustituyó a DIGEBOS); el Fondo de Tierras (que absorbió las funciones del INTA); el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas –ICTA- y BANRURAL (que se constituyó en un banco con capital mixto a partir de la privatización de BANDESA); y las Unidades de Ejecución Especial así como los programas y proyectos de desarrollo financiados en gran parte por la cooperación internacional, constituyeron Globalización y medio rural 19
desde ese entonces a la fecha los entes por medio de los cuales el estado, a través del Ministerio de Agricultura, brinda apoyo al sector rural agrícola. Bajo dicha estructura, el número de empleados del sector público agrícola pasó de 20,000 a alrededor de 3,000 personas; lo cual fue bien visto por los gobernantes, presidido por el presidente Álvaro Arzú del Partido de Avanzada Nacional –PAN-, en ese tiempo propulsores de la política neoliberal y las medidas de ajuste estructural recomendadas por el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, cada vez son más latentes y evidentes los vacíos institucionales y de servicios dejados a partir de la privatización de instituciones del sector público agrícola; toda vez que la mayoría de la población carece de asesoría técnica personalizada, incentivos agrícolas y facilidades para el almacenamiento de granos, lo cual incide cada vez más en la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria. Lo anterior, por supuesto, sumado a otros factores sociales, económicos y ambientales que en los últimos años han afectado al país, de los cuales desde el Huracán Mitch hasta la más o menos reciente Tormenta Stan, y la caída de precios del café en el mercado internacional, han sumido a la mayoría de la población rural que depende de la agricultura, en un grado de pobreza más extremo. Considerando las necesidades que han dejado de ser atendidas en la población rural relacionada con el sector público agrícola, han surgido otras entidades, tanto dentro de la estructura del MAGA, como programas específicos como es el caso de Pro-RURAL, para apoyar de forma integral el desarrollo del país. Aunque en un principio las entidades que han surgido han trabajado de forma aislada, se están haciendo esfuerzos para coordinar actividades y conjugar áreas de acción para obtener mejores resultados.
Estrategias Gubernamentales y no Gubernamentales para la atención al sector rural Dentro del abanico de estrategias implementadas para el desarrollo del sector Agrario por los distintos Gobiernos desde el ajuste estructural, destaca la firma del tratado de libre comercio entre Centroamérica, República Dominicana y los Estados Unidos, el DR-CAFTA. De acuerdo a Gauster, S (2003) “la Globalización corporativa que se ha manifestado a partir de las políticas de Ajuste Estructural y Sectorial desde mediados de los años 80, ha dejado sus huellas en el país, particularmente en la producción campesina de granos básicos. De un país autosuficiente en granos (arroz, maíz y frijol) hasta los años 80, el granero de Centroamérica, se ha convertido en uno altamente dependiente de las importaciones, con consecuencias serias en los niveles de desnutrición e inclusive hambre. Para Gauster, el DR-CAFTA es solo el último eslabón en la implementación de estas reformas económicas y solo beneficia
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a un número muy reducido de empresas, las que por casualidad son las más ricas del país. . Pero, ¿qué pasa con la población no beneficiada por este tratado? ¿Qué está haciendo el Gobierno de Guatemala para ayudar al 92% de los productores contabilizados en el IV Censo Agropecuario que depende para subsistir de la agricultura? ¿Cuál es la estrategia para reducir la desnutrición crónica rural que llega hasta 80%? En el país se han diseñado y aprobado una serie de instrumentos que tienen como fin reducir la pobreza, en concordancia con los Objetivo del Milenio. En este capítulo abordaremos rápidamente algunos de estos instrumentos, que en los capítulos siguientes serán abordados a profundidad. • En la política agrícola 2004-2007 se establecen como acciones fomentar la producción y la conservación de alimentos para el autoconsumo, apoyando a campesinos pobres con el suministro de insumos, herramientas agrícolas y silos, a precios por debajo del mercado, ofrecen asistencia técnica para el desarrollo de huertos familiares y/o la operación de granjas comunales que incluyen hortalizas, frutales, granos básicos y crianzas de especies menores de animales. Igualmente, proponían ofrecer asistencia alimentaria a poblaciones rurales pobres que tienen altos índices de inseguridad alimentaria y nutricional. • La Estrategia para la reducción de la pobreza del sector Rural (2006) se proponían reducir la desnutrición infantil, mejorar los ingresos de las familias más pobres a través de incentivos para la formación de capacidades, erradicar el analfabetismos, mejorar la salud materna, fomentar la partición comunitaria para el desarrollo, entre otros. • Por último, en la política de Desarrollo Rural Integrado periodo 20042008 tiene como lineamientos el fortalecimiento de la agricultura familiar competitiva y sostenible, el impulso de la seguridad alimentaria y nutricional, generación de oportunidades de ingreso no agrícola, ampliación del acceso a activos productivos, etc. • Ahora bien, si consideramos que la pobreza puede ser resultado de la carencia de tierra, la falta de crédito, asistencia técnica junto a otros factores. Lo más indicado sería implementar una política de reforma agraria que beneficiaría a todas aquellas familias campesinas que desea producir junto con un programa especial de crédito, incentivos y extensión. Así pues, el Estado Guatemalteco creo el Fondo de Tierras como un programa que permita el acceso a tierras a los campesinos bajo un enfoque de reforma agraria asistida por el mercado Enfoque de la política de tierra del Banco Mundial. 1997 . A través de este, el Gobierno de Guatemala adjudico por medio de préstamos unas 256 fincas a familias campesinas e indígenas. Según Velásquez (2007http://www.elperiodico.com.gt/es/20070830/opinion/43040/ ) el 56% de estas fincas no presentan condiciones para el desarrollo Globalización y medio rural 21
agrícola, y requiere de una alta inversión, lo que ha imposibilitado que los campesinos puedan pagar la deuda contraída. Una estrategia que a primeras luces da la impresión de no estar resolviendo el problema del acceso a las tierras, sino que está sumiendo en serios problemas económicos a unas 18 mil familias campesinas e indígenas.
Estrategias que en el papel están bien planteadas y coherentes con el planteamiento del desarrollo del sector rural, pero la gran pregunta, es ¿por qué 1 de cada cuatro niños guatemalteco padece de desnutrición crónica?, ¿por qué el 31% de la población rural esta en extrema pobreza?, ¿por qué siguen emigrando hacia la ciudad u otros países?
La participación de las Organizaciones no Gubernamentales Pero no solo el Gobierno diseña y ejecuta acciones en el sector rural. La FAO tiene en la actualidad 13 programas y proyectos, destacando entre ellos el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA). Cuyo objetivo es mejorar la seguridad alimentaria del país. Este es ejecutado por el MAGA, con la asistencia técnica de FAO y fondos de la Cooperación Española (AECI). Igualmente, el PMA junto con el Gobierno de Guatemala implementa la Estrategia Nacional de Reducción de la Desnutrición Crónica, con el apoyo económico del Gobierno de Italia. El cual es coordinado por el Consejo de Cohesión Social, la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutrición, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, y el Viceministerio de Seguridad Alimentaria y Nutricional del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación. Y asisten a niños, mujeres embarazas y madres de 108 municipios en 13 departamentos.
El Gasto Público Para el año 2003, el Gobierno de Guatemala invirtió con fondos propios y de la Cooperación Internacional US$102,230,448.00 (Ciento dos millones con doscientos treinta mil con cuatrocientos cuarenta y ocho dólaresCentro de Cooperación Internacional para la Preinversión Agrícola. CIPREDA. Estimado de Apoyo al Sector Agropecuario de Guatemala 2000-2003. ). En el cuadro No. 1 presentado por la CIPREDA, se puede ver que para el año 2003, se invirtió un 2.71% en investigación y desarrollo del sector agrícola, un 5.82% en las Escuelas Agrícolas, un 4.39% en Infraestructura y un 0.85% en inspecciones.
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Cuadro No. 1. Composición del presupuesto ejecutado al gasto público agropecuario en Guatemala, 2003.
De acuerdo al presupuesto 2009 del MAGA, para este año se invertirán US$148,163,569.38 (Ciento cuarenta y ocho millones con ciento sesenta y tres mil quinientos sesenta y nueve con treinta y ocho centavos de dólar), unos 5.6 millones de dólares menos que el año anterior. Del presupuesto 2009, se invertirá el 22% en la compra de fertilizantes e insumos. Un 14.5% al Fondo de Tierras. Un 8.4% al Fideicomiso de Bosques y Agua para la Concordia. Un 6% al registro de información catastral. Un 1.1% a extensión y transferencia de tecnología aplicada para pequeños agricultores. Un 13.4% está asignado a diversos programas relacionados a seguridad alimentaria, producción de granos básicos, poblaciones vulnerables, el vaso de leche escolar entre otros programas de la misma línea. (En anexos se incluyen los presupuestos del 2004-2009) No podemos asegurar que la inversión hecha en el sector rural por medio del MAGA sea poca, pero si queda evidenciado viendo indicadores como la desnutrición y la pobreza que las formas de implementar los programas y proyectos no están dando los resultados esperados, y que el área Rural sigue siendo sinónimo de pobreza. Pero que sobre todo urge una planificación integral con respaldo social y político, que permita atender de una manera pertinente y segura a este sector.
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ANEXOS Anexo 1 Número de fincas por tamaño República de Guatemala Censo Agropecuario 2003
Fuente: Censo Nacional Agropecuario, INE, 2003.
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Anexo 2 Variación del PIB agropecuario República de Guatemala Años 1990-2004
Fuente: CEPAL2005. Tomado de Solá, R. 2008.
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Anexo 3: Aporte de sector agropecuario Total del PIB por país C.A. Año 2004
Fuente: CEPAL 2006. Tomado de Solá, R. 2008.
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Anexo 4
Tomado de Solá, R. 2008.
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Anexo 5. Organigrama Actual del MAGA
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Santos, J; Garoz B. 2001. Economía Campesina y Globalización: Algunos elementos para la discusión. America Latina en Movimiento. Solá, R. 2008. Estructura Económica de Nicaragua y su contexto Centroamericano y Mundial. Managua, Nicaragua. Universidad Centroamericana. http://bjcu.uca.edu.ni/pdf/pdfColor/03-Lo %20agropecuario.pdf MAGA. 2008. Política Agropecuaria 2008-2012. Guatemala. García Pascual, F. 2003. “El ajuste estructural neoliberal en el sector agrario latinoamericano en la era de la globalización”, Revista Europea de Estudios Latinoamericanos y del Caribe # 75. Citado por Solá, R. 2008. Estructura Económica de Nicaragua y su contexto Centroamericano y Mundial. Universidad Centromericana. Managua, Nicaragua. Gauster, S. 2003. El impacto del DR-CAFTA en el sector agroalimentario. CONGCOOP. Guatemala. http://www.congcoop.org.gt/design/contentupload/ARTICULO%20CAFTA.pdf Velásquez, H. 2007. Artículo “Deuda agraria y desarrollo: renegociación de plazo y reducción del monto”. El Periódico, Guatemala. Edición 30 de agosto de 2007. http://www.elperiodico.com.gt/es/20070830/opinion/43040/ Centro de Cooperación Internacional para la Preinversión Agrícola (CIPREDA). Estimado de Apoyo al Sector Agropecuario de Guatemala 2000-2003. MAGA. 1999. Estructura Orgánica y Funcional. Guatemala, 48 páginas. Valdez De León, A. 1990. La Centralización Administrativa en el Sector Público Agropecuario y de Alimentación. Guatemala. Universidad Mariano Gálvez. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Tesis de grado. 67 páginas. Carrera, J; Villeda, B. 1987. Análisis del Gasto Público en el Sector Agrícola de Guatemala. Guatemala: Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura –IICA
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Los desafíos de la pequeña agricultura ante la globalización, por: Patricia Castillo y Sergio Dionisio 1. Presentación Siendo la ruralidad un factor que define el perfil de Guatemala como país y como sociedad, y considerando la vinculación de esta característica con el sistema productivo, históricamente basado en la agricultura, es pertinente y legítimo reconocer los desafíos que la globalización plantea al país y a sus diferentes niveles de actores productivos, incluyendo a los más pequeños. La globalización abre oportunidades para la agroindustria guatemalteca y ésta, está en carrera para lograr una mayor actualización tecnológica que le permita sacar el mejor provecho. Sin embargo, existen ciertos factores, sobre todo de índole político que no permiten el impulso de iniciativas que permitan el desarrollo de la agricultura campesina, que hoy por hoy, cumple un papel fundamental para el desarrollo del país. Por el contrario, varias de las iniciativas van orientadas a favorecer a productores con capacidad de éxito en los mercados de importación, excluyendo a quienes sistemáticamente no están capacitados para ello, por la falta de recursos financieros y físicos (tierra), que no pueden aprovechar las oportunidades que brinda el mercado mundial agropecuario. Sin embargo, trae también riesgos y desafíos para los pequeños productores agrícolas. El escenario guatemalteco, marcado por la ruralidad (el 61 por ciento de la población vive en el área rural y es el único país de la región que conserva este patrón), muestra una realidad inquietante. Por ello, creemos que para alcanzar el desarrollo de las poblaciones rurales, que desarrollan su cotidianidad en un contexto de exclusión y marginación social, es fundamental enfocarse a la expansión de sus libertades, que les permita tener una vida digna, en el contexto de la globalización.
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A partir de estas condiciones, cabe preguntarse ¿cuál es el impacto de la globalización en las pequeñas unidades de producción agrícola? Y ¿qué opciones tiene la población rural, productora en pequeña escala, frente a los desafíos que plantea la globalización?
2. La pequeña agricultura familiar Para analizar los grandes desafíos que plantea la globalización para el desarrollo de la pequeña agricultura, conviene en principio establecer y definir las características de la pequeña agricultura familiar (y/o campesina) y sus particularidades culturales y económicas. Aunque al hacer el ejercicio, de entrada nos encontramos con una larga tradición histórica en cuanto a la definición teórica del término, caracterizado por fuertes debates aún inconclusos orientados por líneas ideológicas que hacen compleja su comprensión. Al respecto (Vilar, Citado por Vegas 1995:58) establece que no existe un campesino, sino diferentes tipos de campesinados, que se desarrollan en base al contexto histórico social y económico en el cual se encuentran insertos. Lo anterior hace necesario que las reflexiones sobre la producción familiar, deba incluir una caracterización de las situaciones de producción y del contexto histórico social. Tal aspecto para Vega (1995:59), se constituye en la base para comprender al campesinado como clase de pequeños productores, que la convierte como categoría histórica, que expresa el grado de desarrollo de la división social del trabajo. Como no es menester en este trabajo analizar a profundidad la diferenciación del campesinado que tiene lugar a partir de las relaciones de producción, para fines de alcanzar nuestros objetivos planteados, tomaremos como referencia los dos tipos básicos y generales de campesinos en relación a los recursos que manejan y los ingresos que obtienen. Para ello, citamos las reflexiones de Chiriboga (s.f.), en donde describe como un primer grupo de campesinos a aquellos con recursos insuficientes dedicados a la producción de subsistencia y fuertemente integrados al mercado laboral; y un segundo grupo, a los pequeños productores con recursos suficientes y con capacidad de subsistir con base de la actividad agropecuaria. (Ver cuadro de tipología Básica)
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Cuadro 1. Tipología Básica de la Economía Campesina Descriptores
Campesinos con recursos Campesinos con recursos suficientes insuficientes
Destino de la Producción
Mercado
Subsistencia
Origen de ingresos monetarios
Parcela
Mercado Laboral
Origen de la fuerza de trabajo
Familiar y Asalariada
Familiar
Cambio tecnológico
Si
Puntual
Pertenencia a organizaciones de productores
Importante
Eventual
Fuente: Chiriboga (s. f.) En este trabajo, nos enfocaremos a la pequeña producción campesina, al ser el tema de nuestro interés, considerando que gran parte de su producción (excedentes) es orientado a mercados locales, regionales, inclusive para mercados extranjeros, contrario a la producción campesina de subsistencia. Para una primera aproximación que nos permita enmarcarnos en una definición de la pequeña agricultura, nos remitimos a los esfuerzos intelectuales de Vegas (1995:60), en donde establece a la pequeña producción campesina como aquella en donde el campesino es “propietario de la tierra y medios de producción, liberado de toda obligación con el terrateniente” y además se caracteriza por la utilización del trabajo familiar. Sin embargo, creemos que tal definición queda un tanto escueta a nuestros intereses de reflexión. Con la finalidad de clarificar y ampliar tal categoría, citaremos la construcción intelectual de Chiriboga (s.f.), en donde establece que: “La pequeña agricultura familiar, a diferencia de las unidades minifundistas y de campesinos pobres y sin tierra, dispone de suficiente tierra, en algunos casos con acceso al agua, produce principalmente para el mercado, donde la familia obtiene principalmente sus ingresos, ha incorporado cambios tecnológicos, utilizando entre otros, semilla mejorada, fertilizantes y agroquímicos, en algunos casos explota la tierra con apoyo de maquinaria y consigue rendimientos satisfactorios”. Vemos entonces, que la pequeña agricultura familiar tiene una serie de características que la diferencian de otros grupos de campesinos con recursos insuficientes dedicados a la producción de subsistencia y fuertemente ligados al mercado laboral.
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En el trabajo características:
de
Vegas
(1995:61),
hemos
identificado
las
siguientes
1. En la pequeña producción familiar, la tierra y el trabajo familiar son los recursos fundamentales en el proceso productivo que tiene lugar en la unidad campesina. 2. Lo substancial de las relaciones de producción están basadas en el trabajo parcelario, familiar, el cultivo individual, y la propiedad privada de instrumentos de trabajo y medios de producción. 3. Es una economía individual y dispersa, en donde cada núcleo familiar constituye una unidad de producción y de consumo. 4. Considerando el grado de desarrollo de la relación mercancía-dinero, vende parte o la mayor parte de los productos al mercado. En este sentido puede describirse como pequeña producción de mercancías. 5. La producción de la pequeña agricultura familiar, tiene por objeto la reproducción de la unidad familiar y no la maximización de la tasa de ganancia capitalista. 6. La pequeña agricultura familiar y su núcleo familiar se sustenta en un sistema de multiactividad agropecuaria y extra agropecuarias, a fin de procurarse mayores ingresos y poder sobrevivir. 7. La pequeña agricultura familiar está incorporada a los mercados feriales locales o regionales. Al igual que a la pequeña producción familiar practicada de forma privada, consideramos de igual importancia prestarle atención a la participación de pequeños agricultores agropecuarios en organizaciones de productores, considerada como pequeña agricultura de tipo asociativo, ya que tanto el control de la producción, así como el trabajo es realizado por medio de los asociados, que en esencia, es trabajo familiar. Nos encontramos entonces con una nueva tipología de la pequeña producción, la familiar privada y la asociativa de la unidad productiva, que a lo largo del presente escrito, estaremos considerándolas en forma genérica como pequeña agricultura. Hasta ahora hemos hablado del campesinado como clase social, incluso con diferenciación en su interior, sin embargo, conviene igualmente analizar las dos grandes diferenciaciones tradicionales en la agricultura, y sobre todo en nuestra región latinoamericana, basado en dos tipos básicos de unidades productivas: Las empresas agropecuarias y las unidades campesinas, que difieren en sus objetivos de producción y el tipo de fuerza de trabajo utilizado. Esta dualidad de la agricultura (industrial y campesino), a nuestro juicio, se constituye en los principales desafíos para el desarrollo de las áreas rurales, al tener orientaciones y objetivos diferentes. La agricultura industrial, busca la maximización de la tasa reganancia y las utilidades y realiza su actividad con el empleo de trabajadores asalariados, en tanto, que las unidades campesinas tienen como objetivo principal la Globalización y medio rural 34
reproducción de la unidad familiar y de la unidad de producción sobre la base del trabajo familiar (Chiriboga, s/f). Es de entender, que la agricultura industrial capitalista, busca ventajas competitivas en el mercado. Según el Grupo de Estudios Agroecológicos (GEA), este modelo promueve la organización de la agricultura y ganadería a semejanza de una “factoría industrial que se organiza científicamente para una fabricación en serie”, buscando una economía de escala. Según el GEA, esta forma de organizar la producción, desplaza y desvaloriza el oficio del agricultor y sus conocimientos de la naturaleza. Ante tal situación, tal y como afirma Pengue (2005), en la actualidad la agricultura se enfrenta a un proceso global “tomador y transformador de recursos” donde tanto hombres como recursos naturales se convierten en simple elementos de un proceso de acumulación que los “desatiende, desintegra, hasta los elimina”. Tal proceso de globalización, viene a plantear un conjunto de desafíos para la producción familiar en términos tecnológicos y políticos para su inserción en el mercado mundial agrícola, el cual desarrollaremos detenidamente en los siguientes apartados.
3. La pequeña agricultura y desafíos tecnológicos y de mercado. En las dos últimas décadas, la agricultura latinoamericana viene a cobrar una nueva identidad, enmarcada en los procesos de globalización y en los Programas de Ajuste Estructurales que lo acompañaron (Teubal 2000:46), orientados en la búsqueda de la reducción del aparato estatal (desmontaje de instituciones y políticas sectoriales) para dar paso al proceso de mundialización de los mercados agropecuarios. Uno de los principales argumentos con los que se difundió ampliamente y con mucha vehemencia para promover las bondades de los procesos de globalización para la pequeña agricultura, es el supuesto de tener un mercado amplio (mundial) para la exportación agrícola y pecuaria. Sin embargo, en la actualidad es posible observar fenómenos y manifestaciones estrechamente vinculados a la naturaleza de la globalización, así como ciertas consecuencias. Si bien los grandes logros pueden verse reflejados en una mayor interconexión mundial (interacción global); una reducción de las fronteras (ante los flujos humanos, comunicación y la difusión del conocimiento científico y tecnológico); mayores oportunidades de comercialización, que han sido como la base para el progreso económico, de igual forma existen suficientes evidencias sobre las cuales se puede argumentar y afirmar que la liberación Globalización y medio rural 35
de las importaciones agrícolas y pecuarias han venido a favorecer únicamente a las grandes empresas pecuarias de capital nacional y transnacional. Teubal (2000:46) hace un interesante ejercicio en desmenuzar la influencia de la globalización sobre la problemática agraria y alimentaria en la región. Entre los principales efectos destaca, la exclusión social, la difusión creciente del trabajo asalariado; la precarización del empleo rural; el desarrollo de la multiocupación (como estrategia de sobre vivencia); la expulsión de medianos y pequeños productores del sector; aumento de la migración campo-ciudad o hacia los EEUU; apertura de un nuevo proceso de acumulación de tierras, y una profundización del minifundio. Según el autor, estos fenómenos aunados a procesos tecnológicos, incidieron en la exclusión social en el medio rural, y que vino a afectar a la producción campesina, sea de subsistencia o para producción a mercados. Una mejor ilustración de la problemática, es reflejada en un estudio realizado para Guatemala en el año 2006 por (Alonso y Gauster 2006:13), donde identifican claramente que las importaciones se encuentran integradas verticalmente en las ramas de producción de alimentos (para ganado y/o personas) en detrimento de la producción de la pequeña agricultura, y principalmente de los productores nacionales de granos básicos. Esto solo viene a comprometer cada vez más la rentabilidad para la pequeña producción, lo que la hace ineficiente y caduca, dado a que los costos de los insumos agrícolas de los cuales depende no mejoran en el mercado. (GEA) Nos encontramos entonces ante un complejo de desafíos que la pequeña agricultura familiar debe de resortearlos, diríamos en condiciones de desigualdad económica, ecológica y política. Pengue (ECOPORTAL 2005), identifica la gran esencia de lo que podría decirse la gran causa de los desafíos de la pequeña agricultura, y es que la agricultura familiar, encuentra en su centro el “capital humano y la capacidad humana”, en tanto que la agricultura industrial (capitalista), se enfoca al capital financiero, buscando maximización de las ganancias. El mismo autor, establece que este modelo de agricultura capitalista de corte monoproductivista, permite el acceso a grandes extensiones de tierras vistas como “negocio especulativo para capitales foráneos y un dominio de la cadena de producción agropecuaria” que se desarrolla en los territorios campesinos. Lo anteriormente descrito viene a evidenciar el gran descontento y las consecuencias que esto ha tenido en una gran parte de la población mundial, sin embargo, es importante de igual forma empezar a retomar los objetivos iniciales de la globalización, que es de facilitar oportunidades a la pequeña agricultura familiar (individual o asociativa).
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Característica de la pequeña agricultura en Guatemala Para este análisis, iniciamos con una revisión de las principales características de la pequeña producción campesina en Guatemala, basados en los trabajos realizados por la CONGCOOP (2004:15), que de forma general puede distinguirse cuatro rubros principales de las actividades económicas y productiva campesina: 1. La producción de granos básicos y otros alimentos para la subsistencia y en menor grado para la comercialización en los mercados locales, regionales o nacionales, está considerada como el núcleo económico, social y cultural de la economía campesina. 2. La producción agrícola para la exportación tradicionalmente enfocada hacia ciertos productos como el café o el cardamomo, y recientemente diversificada por el cultivo de productos no tradicionales, sobre todo hortalizas y frutas. 3. El trabajo asalariado agrícola vinculado con una fuerte dinámica de migración temporal hacia las grandes unidades de producción de café, caña, etc., en las zonas más fértiles del país. 4. Actividades económicas en el comercio a nivel local y regional, como también en el sector informal y de servicios (transportistas, comerciantes, vendedores ambulantes, trabajadoras de casa, etc.), sobre todo en la cercanía a centros urbanos y ciudades. El Censo Agropecuario 2003, establece que de los 830,684 agricultores y agricultoras contabilizados, el 92% son productores y productoras de subsistencia (entre 1 y 10 manzanas) e infrasubsistencia (menos de 1 manzana), 6.15 excedentarios (10 – 64 manzanas) y sólo un 1.9% comerciales con extensiones mayor a una caballería. (Gauster, 2003). Estas estadísticas vienen a contrariar la noción mundial que establece que la agricultura tiene un papel cada vez menos importante. Es evidente que Guatemala, el sector agrícola funge un papel importante en la economía nacional, así como para el desarrollo de la población rural. Según Gauster 2003, a nivel macroeconómico, el 39% de la Población Económicamente Activa está empleada en la agricultura, genera 24% del PIB y es, junto a las remesas, generadora principal de divisas, y a nivel micro por generar empleo y alimentación. Entre otros aspectos que igualmente es importante considerar que Guatemala, sigue siendo el país más rural de América Latina, ya que del total de su población (un poco mas de 13 millones) la mayoría habita en el campo lo que redunda en que sea en el campo donde se encuentra la mayor fuente de empleo y de generación de divisas. Este aporte de la economía campesina al PIB, se fundamenta en cuatro grupos de de productos agrícolas (CONGCOOP 2004:20), que no puede verse como un listado definitivo. Globalización y medio rural 37
1. Granos básicos: maíz blanco, maíz amarrillo, arroz, frijol y sorgo. Que se constituyen en los productos clásicos de la economía campesina con una función sumamente importante para la seguridad y soberanía alimentaria. 2. Productos con destino diverso: cebolla, tomate, repollo, papa, ajo, chile pimiento, limón, naranja, piña, manzana, mango, plátanos. Caracterizados como “clásicos adicionales”, que juegan un papel en la complementación de la dieta nacional, así como en la comercialización nacional y regional. 3. Productos tradicionales de exportación: café, cardamomo, banano, azúcar, caucho natural (hule). Productos clásicos para la exportación hacia el mercado mundial y que tiene un papel fundamental en la generación de empleo. 4. Productos no tradicionales de exportación: brócoli, ajonjolí, arveja china, frambuesa, melón. Rubro más dinámico de la agricultura, al ser productos de exportación. Sin embargo, estos productos en los últimos años han mostrado una alta vulnerabilidad en cuanto a cambios en el comportamiento de los mercados internacionales. La vulnerabilidad de la economía campesina ante los TLC El tema de la apertura de los mercados al sector agropecuario, consideramos que es uno de los puntos más álgidos en las negociaciones de los TLC, y para el caso guatemalteco, el RD-CAFTA. Esta situación viene a darse a partir de la alta sensibilidad que tiene la producción agrícola nacional, y por otro lado, tal y como establece CONGCOOP (2004:26), por la “amenaza desleal” que representa la producción agrícola de los EEUU, altamente subsidiada y con una estructura tecnológica productiva inalcanzable para Guatemala. Los estudios más recientes que se han realizado en materia de globalización y economía campesina y la población indígena, dan cuenta del impacto que hasta el momento tiene el TLD RD-CAUSA como una de las expresiones de la globalización de los mercados agropecuarios, debido a su vulnerabilidad económica y ecológica. Esto según CONGCOOP, está dado por tres condicionantes básicas: la pobreza, la inseguridad alimentaria y la falta de acceso a la tierra. Esto hace que la producción para la agro-exportación, no sea una buena opción para la pequeña agricultura a nivel de Guatemala, derivado de lo que Alonso (s.f.) establece, y es al débil capital humano, de: • Falta de acceso a capital para la inversión productiva y fitosanitaria, derivada del nivel de empobrecimiento generalizado de la población rural. Globalización y medio rural 38
• Limitado acceso a la tierra por parte de las y los pequeños productores (el 2% de población concentra el 57% de la tierra productiva en Guatemala), lo que igual limita su aprovechamiento. • Las desleales contradicciones que imponen a sus proveedores agrícolas los supermercados, principalmente compradores de hortalizas y frutas importadas en los EEUU y la UE. Este contexto, sumerge a la producción campesina a situaciones a situaciones difíciles, entre ellos, la restricción a campesinos de acceso a recursos productivos y naturales, que ha ido avanzando en la medida en que el país fue adoptando el modelo liberizador. (CONGCOP 2006:21). Esta erosión de las capacidades de acceso a la tierra, el capital y otros insumos productivos tradicionales (semillas nativas), en sus propios territorios, afecta de manera negativa su sistema e sustento, desde los planos económicos, culturales y sociales. Efectos de las medidas de ajuste estructural Consideramos que es de vital importancia, tener en cuenta para el análisis de la problemática de la pequeña agricultura, el desmontaje de la institucionalidad publica que prestaba asistencia técnica y transferencia tecnológica a los pequeños y medianos productores en la década de los ochenta, producto de las Políticas de Ajuste Estructural y Sectorial, llevados a cabo por el Fondo Monetario Internacional, como medidas para alcanzar el desarrollo de los países del tercer mundo. Se espero que el mercado hiciera lo suyo (Chiriboga), lo que genero desajustes en las instituciones y perturbaciones en los mercados a los que vinculaba la producción agropecuaria a nivel regional. Para el caso Guatemalteco, el Sector Público Agrícola (SPA) prácticamente dejó de funcionar. Actualmente el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) tiene asignado solamente el 3.5% del presupuesto nacional. Y como veremos más adelante, el MAGA desde la firma de los Tratados de Libre Comercio, sus actividades se vienen enfocado hacia el fomento de un clima propicio para la inversión agroindustrial, nacional y extrajera, para incrementar la producción de mercancías que son bien recibidos en los EEUU (CONGCOOP 2006:19)
4.Políticas públicas para favorecer la agricultura familiar Una vez analizados los grandes desafíos que debe de sobrellevar la pequeña agricultura ante la mundialización de los mercados agropecuarios, caracterizados por la celebración de tratados de libre comercio, así como los desafíos tecnológicos que esto plantea, nos sumergimos a analizar
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detenidamente las propuestas de políticas públicas formuladas para apoyar el desarrollo de la pequeña agricultura comercial. Sin embargo, conviene en principio analizar la gran problemática a los que se deben enfrentar los formuladotes de tales políticas, que desde nuestro punto de vista, se fundamenta en la siguientes preguntas: ¿Cómo hacer frente a la heterogeneidad de la agricultura a pequeña escala?, ¿Cómo beneficiarse de economías de escala?, y ¿Cómo mejorar el acceso y las condiciones en los mercados de bienes y factores de producción?. Para ello, creemos en un principio, que el carácter de las políticas públicas debe de ser lo suficientemente flexibles para permitir el apoyo a diferentes tipologías de agricultores que puedan existir a nivel de la pequeña agricultura. Por otro lado, dado el carácter disperso y privado de este tipo de producción, para la reducción de los costos de producción, la pequeña agricultura puede beneficiarse de las economías de escala, siempre y cuando, las políticas desarrolladas para este fin, fomenten la organización y la cooperación (procesos asociativos), entre pequeños productores. Un tema muy importante, y muy vinculado al apartado anterior, que hacen referencia a las dificultades y desafíos de la pequeña agricultura, y es el de mejorar el acceso a los mercados, así como de facilitar procesos de transferencia tecnológica para eficientizar la producción agrícola de pequeña escala. Esto hace importante el desarrollo de políticas públicas enfocadas a resolver los problemas de acceso a mercados, créditos, asistencia técnica y de activos. Los planteamientos anteriores (de carácter normativo), que surgen a partir de la experiencia acumulada a nivel regional de implementación de TLC, sobre todo con Estados Unidos, hacen ver la importancia de reenfocar las acciones públicas para favorecer el desarrollo de la pequeña agricultura. Sin embargo, un análisis actual del trabajo de la entidad estatal encargada del sector agropecuario en Guatemala, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación -MAGA-, desde la firma de los Tratados de Libre Comercio, sus actividades se vienen enfocado hacia el fomento de un clima propicio para la inversión agroindustrial, nacional y extrajera, para incrementar la producción de mercancías que son bien recibidos en los EEUU. (CONGCOOP 2006:19). De esta cuenta, el control de la tierra se convierte, así en una pieza clave para la inversión agroindustrial y extractiva, calificada por las instituciones de tierra y territorio como “instrumentos operativos liderados por el MAGA [cuyas] acciones contribuyen a crear un clima favorable para la inversión agrícola y la gobernabilidad en el área rural” Por tanto, las acciones del MAGA u función de lo descrito anteriormente, se enfocaron a apoyar a productores con mayor probabilidad de éxito en los mercados de exportación, basados sobre un modelo de oferta. Globalización y medio rural 40
Según CONGCOOP, Para la gran mayoría de productores/as del país, que sobreviven bajo condiciones de elevada vulnerabilidad productiva y social, el MAGA ha definido el “Área de Atención a Campesinos de Escasos Recursos”, que aunque consume más de la tercera parte del presupuesto, no contempla ninguna política consistente de protección y/o promoción de la producción nacional de alimentos básicos. Además, el documento señala que la pérdida de ingresos fiscales, tanto por el menor ingreso derivado de la eliminación de aranceles 39 a las importaciones, como por los beneficios de exención fiscal que se “atornillan”40 en el DR CAFTA para la inversión (nacional y extranjera) 41, no ayudan a memorar la capacidad de acción pública. Esta realidad queda claramente reflejada en el saldo comercial agrícola de Guatemala. De acuerdo a Gauster (2007), el comportamiento general del comercio (exportaciones e importaciones) en los primeros 11 meses del DRCAFTA (julio 2006 a mayo 2007), se pudo observar que las importaciones en el sector agrícola han incrementado más que las exportaciones – por lo tanto el superávit se ha reducido, respecto al mismo periodo del año anterior. Por otro lado, tal y como se había previsto, las importaciones de los granos básicos provenientes de Estados Unidos, han incrementado considerablemente, con excepción del maíz blanco. Esto a pesar de los incrementos fuertes de los precios de maíz, arroz y trigo en los mercados internacionales, a partir de la orientación de buena parte del maíz estadounidense a la producción de etanol. Según Gauster (2007), al tiempo que esto sucedía, los precios de los granos básicos sufrieron un considerable incremento, lo que viene a contradecir los pronósticos de los promotores del TLC, que entre más importaciones, mayor competencia y por tanto mejores precios para las y los consumidores. Es claro que estos incrementos del 2007 que casi equivale al doble, benefició grandemente a los productores pero afecto a campesinos que dependen del mercado laboral para abastecerse de alimentos, levantando serias preocupaciones sobre hambrunas en las zonas de alta vulnerabilidad (Gauster 2007),
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5.Propuestas campesinas ante los desafíos de la mundialización de los mercados agropecuarios. A partir de la problemática de la pequeña agricultura, claramente señalados por diversos estudios, en donde se ha establecido: la falta de créditos para la producción y formas de asegurar las mismas, la degradación de la tierra, perdida de cultivos, la comercialización individual de productores a partir de intermediarios regionales, la generación de oligopolios agropecuarios que afectan a la producción campesina, se evidencia que algo anda mal. Aquí habrá que poner en la mesa de discusión las aseveraciones de Stiglitiz, al decir que la globalización “no es buena ni mala”, más bien depende de quienes están al frente de la administración pública, para verdaderamente trabajar a favor de la población en condiciones de privaciones. A pesar de esta consecuencias enumeradas, quizás otras no consideradas en este texto, miles de campesinos Guatemaltecos han alzado su vos junto a sectores sociales, para denunciar y proponer alternativas viables que ponga fin a la exclusión social, al despojo y al sometimiento alimentario de los agronegocios. Consideramos que en esas condiciones adversas, se pueden encontrar las respuestas a las necesidades y exigencias del campesinado para la búsqueda de una justicia agraria y la dignidad. Para ello, es importante revisar las propuestas que desde el sentir campesino son generadas, que resumimos a continuación: • Hace falta crear condiciones que permitan un reparto íntegro y más justo de los enormes beneficios del comercio, situación que es posible sin necesariamente destruir la economía mundial. Al respecto, Amratya Sen expresa la necesidad de expandir las libertades humanas, necesarias para mejorar la calidad de vida. • Como parte de una apuesta a la producción nacional campesina de granos básicos, el impulso de una Reforma Agraria Integral que no solamente garantice el acceso (seguro) a la tierra a las y los campesinos sin (suficiente) tierra, sino que además proporcione las medidas complementarias para hacer viable la producción campesina: Asistencia técnica, créditos accesibles, transferencia de tecnología sustentable, infraestructura social y productiva etc. • Vinculado a lo anterior, deben implementarse mecanismos de regulación de los mercados de los granos básicos a nivel nacional/regional desde el sector público; es decir intervenir en estos mercados altamente distorsionados y actualmente exclusivamente en mano de un número reducido de agronegocios, en función de garantizar precios justos y Globalización y medio rural 42
estables a las y los productores y precios previsibles para las y los consumidores empobrecidos; además de constituir una competencia real (probablemente la única) a los mono-y oligopolios privados que controlan los territorios y mercados rurales. • A nivel regional (centroamericano) debe impulsarse un reglamento de competencia eficaz que impida el poder de mercado concentrado por parte de algunos grupos de capital nacional, regional o transnacional, que democratice el acceso a las cuotas de importación, que revise fusiones y que garantice un grado de competencia que traslade los beneficios que las empresas reciben a la población.
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6.Bibliografía Alonso, Alberto. (s. f.) El mito de la agricultura familiar campesina y la agroexportación no tradicional en Guatemala: reflexiones ineludibles ante un escenario DR-CAFTA. Programa de Estudios para el Desarrollo Rural – CONGCOOP-, Mesa Global de Guatemala. Alonso, Alberto; Gauster, Susana. 2006. Perspectivas para la agricultura familiar campesina de Guatemala en un contexto DR-CAFTA. Coordinadora de ONG y Cooperativas –CONGCOOP- y Mesa Global Guatemala. 58 p. Chiriboga, Manuel. S.f. Desafíos de la Pequeña Agricultura Familiar Frente a la Globalización. Garbers, Frank; Guster, Susana. 2004. La economía campesina en el contexto de la apertura comercial en Guatemala: Una aproximación después de la firma de lol TLC RD-CUSA. Dirección Programa Estudios Para el Desarrollo Rural. CONGCOOP. 68 P. Gauster, Susana. 2007. El impacto del DR-CAFTA en el sector agroalimentario. Instituto de Estudios Agrarios y Rurales de CONGCOOP Guatemala, en base a un proceso de monitoreo de los efectos del DR-CAFTA en el sector agroalimentario, apoyado por CRS, Trocaire, Oxfam Canadá y Action Aid. Pengue. Walter. ECOPOARTAL.
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Las nuevas funciones de los espacios rurales, por: Claudia Donis y Juan Diego González Para poder ir entiendo las nuevas funciones o dinámicas de lo espacios rurales vamos a hacer una breve revisión de las distintas teorías del desarrollo rural que nos permitan encontrar los elementos que han ido cambiando a lo largo de la historia. Como hemos visto en el capitulo anterior las políticas aplicadas a países en desarrollo, como lo es Guatemala, ha marcado grandemente la trayectoria de las dinámicas rurales, haciendo especial énfasis a las política de ajuste estructural dictadas por organismos supranacionales. Por otro lado ir dando elementos para comprender a qué espacios nos estamos refiriendo para poder indicar que funciones han ido cambiando, evolucionando y permaneciendo.. Según el Instituto interamericano de Cooperación para la Agricultura -IICA(1), durante los años cincuenta se consideraba que el sector agrícola estaba atrasado y que debería modernizarse y que para los años sesenta debía de generarse mayor eficiencia en los pequeños agricultores. Lo importante resaltar de esta época es que las comunidades rural pasan a ser pequeños productores agropecuarios. La etapa anterior se caracterizó por la promoción del desarrollo rural, luego entre la idea del desarrollo rural integrado, con una fuerte intervención del estado y la ampliación a otros sectores dentro del desarrollo rural. Prevaleció en este período una estrategia de políticas de “arriba hacia abajo”. Luego con el consenso de Washington y las medidas de ajuste estructural pierde el estado la institucionalidad y delega sus funciones a organizaciones no gubernamentales, entidades privadas y otros, con una visión de política de “abajo hacía arriba”. Esta última intervención trajo consigo políticas
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encargadas de promover el incremento y la diversificación de la oferta agrícola para la exportación. A raíz de todas estas políticas surgen otras formas de superar la pobreza, promoviéndose la pluriactividad tanto de mujeres como de hombres, que ya no solo trabajan en la agricultura, sino diversifican sus fuentes de ingreso para poder salir de la pobreza o bien no entrar en ella. Todas estas visiones del desarrollo rural han pretendido en alguna medida solucionar los problemas y dar respuestas a las distintas realidades de las áreas rurales, la desigualdad, la agricultura, las relaciones urbano-rural, entre otras. Aunque a la fecha aún no se ha evidenciado que hayan reducido significativamente los índices de pobreza y desigualdad, en Guatemala. Es innegable que durante las dos últimas décadas el área rural ha enfrentando no solo grandes cambios, sino también grandes desafíos en sus estrategia de sobrevevencia, según el IICA existen dos características importantes de este período: “la tendencia a equiparar lo rural con lo agrícola y la acostumbrada dicotomía urbano – rural”. Claramente esto ha venido cambiando, dentro de un proceso de revalorización de las áreas rurales por los mismos actores que viven en estos territorios. Por otro lado la cercanía y la vinculación entre lo urbano y lo rural ya no pueden ser vistas como antagónico sino como un aprovechamiento mutuo de las dinámicas de cada espacio. En realidad, todos estos procesos a qué territorios se refieren, cuales son las caracteristicas qué los diferencian. El IICA define como territorios rurales a “los espacios geográficos, cuya cohesión deriva de un tejido social específico, de una base de recursos naturales particular, de unas instituciones y formas de organización propias y de determinadas formas de producción, intercambio y distribución del ingreso”. Lo importante de rescatar de esta definición es que los espacios rurales no están determinados por la dimensión del territorio sino por las interacciones sociales (institucionalidad) que se han ido construyendo a lo largo del tiempo En nuestra siguiente sección, trataremos de responder cuales han sido los factores tanto exógenos como endógenos que han provocado cambios en el área rural, vista no solo como un territorio sino como una construcción social.
Las políticas públicas y la institucionalidad Según Luis Llambí (2), el concepto de ruralidad desde la sociología rural ha estado frecuentemente asociado a tres fenómenos interrelacionados: una baja densidad demográfica, el predominio de la agricultura en la estructura productiva de una localidad o región, y uno rasgos culturales (valores, creencias y conductas) diferentes a los que caracterizan a la población de las grandes ciudades. Según este mismo autor, definir la ruralidad resulta sumamente complicado ya que cada concepción no muestra la realidad de las comunidades rurales y se hace la siguiente pregunta: ¿qué ocurre cuando un Globalización y medio rural 46
territorio supuestamente rural la mayoría de los empleos o los ingresos agrícolas de la población provienen de actividades no agrícolas?. Se preguntarán porque profundizar en esta terminología e interpretaciones, esto es importante, por el simple hecho que las políticas públicas para apoyar estos sectores se basan en elementos o factores que no siempre reflejan las necesidades del área rural. Este mismo autor hace una rápida revisión sobre los procesos en cursos en las ruralidades y que nos da luces para ir identificando cuales están siendo los procesos de cambio. “Por una parte, cambios en la relación entre población y territorio” y da algunos ejemplos: el surgimiento de zonas peri urbanas, la formación de ciudades dormitorio, el desarrollo de áreas de segunda residencia, la ocupación por industrias de espacios anteriormente agrícolas, el incremento de la vialidad y transporte entre lo rural y urbano, vinculando trabajadores de diferentes mercados laborales”. Otro punto importante al que hace referencia es que no hay una teoría de las transiciones, ya que este estudio nos permitiría entender a profundidad porque se dan estos procesos y principalmente nos proyectaría un marco de análisis. Por otro parte hace referencia al proceso de desagrarización, viéndola ya no como la principal fuente de ingresos de las familias rurales y el crecimiento del empleo no rural dándole cada vez más empuje a la pluriactividad.
¿Nuevos procesos y nuevos actores? Sin duda alguna los procesos globales dentro de la economía han ocasionado transformaciones en medio rural, ya que vienen a afectar ciertos patrones culturales y sociales en los cuales los actores sociales viven y construyen sus territorios, según, Avila Sanchez (3). Los actores son los que cumplen el papel de construcción y apropiación de determinados territorios por medio de sus relaciones sociales, identidad y cultura. Estos actores que se encuentran insertos en estos procesos globales se ven en la necesidad de integrarse a procesos productivos más competitivos por lo que se ven obligados a cambiar o rediseñar sus estrategias. Dentro de estas estrategias podemos mencionar que se han estado generando estructuras productivas más amplias, tales como redes de productores y las agro industrias. Según Avila, “la propiedad colectiva o comunal de la tierra ya no es el principal núcleo territorial social y político de la organización campesina. Cada vez más la noción de la empresa individual o colectiva, incorporando tanto a productores privados pequeños como a campesinos deja de ser esencialmente agropecuario y se diversifica, incursionando en el trabajo artesanal o de
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pequeña industria domiciliar (maquila); esto obliga a nuevas formas de conducta en las comunidades donde se dan estos cambios”. Para Guatemala esta situación es evidente ya que las comunidades “la emergencia de nuevos actores sociales, como lo son los originarios y afrodescendientes, los jóvenes, las mujeres rurales,.
pueblos
Las políticas de privatización en América Latina poseen una doble cara dependiendo del interés de los hacedores de políticas. Desde una perspectiva del rol del estado, puede ser vista como debilitadora de acción gubernamental o como una forma de facilitar la toma de decisiones en el ámbito local. En el tema vinculado con la descentralización es importante señalar que ha generado transformaciones a nivel local bajo el entendido que esta fortaleciento las asociaciones, la conformación de los consejos comunales de desarrollo y los consejos municipales de desarrollo. Este fortalecimiento de alguna manera ayudaría o permitiría que las propuestas que se desarrollen sean desde abajo hacia arriba, suponiendo que la institucionalidad funciona con canales de comunicación y control adecuados.
¿La nueva ruralidad? En la actualidad las economías rurales han dejado de ser sinónimo de agricultura, en muchos aspectos, se han diversificado e integrado en las economías nacionales, y éstas a su vez en un proceso más amplio de globalización económica. Somos testigos de que en gran parte el concepto de la nueva ruralidad se da precisamente en el contexto de la falta de reformas agrarias en el continente Latinoamericano. Es decir, en países como Guatemala los principales propietarios de grandes extensiones de tierra se han opuesto en forma contundente a las propuestas de reformas agrarias. Más bien, lo que proponen estos propietarios es la desagrarización en todo el país, bajo el argumento de que “la simple repartición de tierras para los campesinos no es la solución a la pobreza”. La propuesta muy repetitiva de los empresarios apunta hacia “el fortalecimiento el estado de derecho y la apertura del país a la inversión extranjera para la generación de empleo” (4). Enfocándonos ya propiamente sobre el tema de la nueva ruralidad, diversos autores como el sociólogo venezolano L. Llambí vienen hablando desde hace algunos años en torno a este tema y la definen en función de la multifuncionalidad de los espacios rurales. Pero ¿en qué consiste exactamente esa nueva ruralidad? Los autores señalan que esta surge de “una nueva visión de las sociedades rurales como un conjunto de territorios cuya población se vincula a diferentes actividades: Globalización y medio rural 48
agricultura, ganadería, artesanía, pequeñas y medianas industrias, comercio, servicios, pesca, minería, extracción de recursos naturales, turismo, etc; y que experimenta, en diferentes grados y de manera diversa, los efectos de los programas de apertura comercial y ajuste estructural; y los impactos específicos de diferentes tratados internacionales de integración de mercado” (Pérez 2000). A la nueva ruralidad Edelmira agrega diciendo que “se hace un reconocimiento explícito a los grupos étnicos y se incorpora la variable de equidad de género como elemento fundamental para entender el mundo rural e intervenir en él” (Pérez, en: Chile rural: un desafío para el desarrollo humano: p.19). Por otro lado la nueva ruralidad es vista como un espacio para el establecimiento de nuevos territorios, es decir, nuevos territorios “donde se establecen cotidianamente flujos bidireccionales en lo comercial, en lo financiero y en lo poblacional con el medio urbano, pero las actividades agropecuarias siguen vigentes entrelazadas con una diversidad de actividades productivas y de servicios” (Pérez, 2001; Gómez, 2003). Entre tanto, el concepto de multifuncionalidad de los espacios rurales se define en base al “peso creciente de las actividades no-agrícolas en el empleo y el ingreso de la población rural, la gradual articulación entre los grandes centros urbanos y su entorno rural, el peso cada vez mayor de las ciudades intermedias en el desarrollo de los espacios rurales, la creciente demanda de los paisajes y espacios rurales por la población sub-urbana, y la creciente valorización de las externalidades económicas positivas y los servicios ambientales que proporcionan los ecosistemas rurales para el bienestar de la población en general” (Llambí). Como vemos, los autores hablan de la nueva ruralidad, a partir de la superación de lo puramente agrario, es decir, la nueva ruralidad de hoy es sinónimo de diversas actividades en las que se dedican los pobladores rurales. Basándonos en Llambí esa nueva realidad significa entonces: artesanía, pequeña industria, comercio, extracción de recursos naturales, turismo, entro otros. Basándonos en los autores mencionados más arriba, a estas múltiples actividades que se están desarrollando en el área rural serían la multifuncionalidad de los espacios rurales. En el contexto guatemalteco se puede decir que dentro de esta nueva ruralidad, a parte de la agricultura para la subsistencia, destacan: las nuevas empresas familiares, la ganadería, el ecoturismo, los profesionales, etc. Nuevas empresas familiares El tema de las empresas familiares en el área rural constituye en la actualidad uno de los tópicos en el cual se desarrollan muchos comentarios y discusiones para lal viabilidad con vista al desarrollo rural. Para los impulsores del modelo neoliberal, la nueva ruralidad implica que el habitante del medio rural se inscriba o desarrolle dentro de una lógica de Globalización y medio rural 49
operación empresarial, adecuando las formas en que participará en el proceso productivo (Llambí, 1996). Se establece que en la nueva ruralidad las actividades socioeconómicas que acogen, de carácter difuso y basadas en pequeñas empresas y explotaciones, mayoritariamente familiares y menos especulativas, han demostrado ser más estables, más seguras, soportan mejor los ciclos y los grandes cambios macroeconómicos, y no sufren los fenómenos de las grandes deslocalizaciones, ni las regulaciones de empleo masivas. Lo anterior nos lleva a inferir que la hipótesis que está en juego consiste en que las empresas familiares aparentemente son más fuertes ante las inestabilidades económicas y por ende representan mayor efectividad. Sin embargo, esta hipótesis debería de comprobarse a través de la realización de estudios directamente en el área rural. Lo cierto es que dentro de las nuevas empresas familiares que paulatinamente se están desarrollando ahora en el área rural figuran: pequeñas maquilas dedicadas a la confección de ropa, empresas de cable, venta de artículos de consumo diario, venta de ropa, familias que se dedican al traslado de encomiendas hacia los Estados Unidos, albañilería, transportistas, servicio de internet. En fin, estas empresas familiares son emprendedoras que surgen a la raíz de la falta empleos formales creados por el Estado.
Turismo Así como se está haciendo en España, en el contexto latinoamericano uno de las propuestas de desarrollo para el área rural es el turismo acompañado de una serie de adjetivos (tales como ave turismo, ecoturismo o turismo verde, turismo cultural, turismo rural, etc.). En este apartado, presentamos algunas consideraciones en torno a dos tipos de turismo: turismo cultural o turismo rural y ecoturismo o turismo verde.
Turismo cultural / turismo rural (5)
Otra de las actividades que está siendo desarrollada actualmente en el medio rural Latinoamericano es lo concerniente al turismo cultural, una idea que surge precisamente en Europa. De acuerdo con los pensadores se le denomina turismo cultural porque la cultura local se convierte en un componente fundamental de dicha oferta turística, o sea, la cultura es vista como un recurso turístico. Una cultura que en los numerosos textos oficiales sobre desarrollo local es concebida como un recurso social y como tal puede actuar como motor de dinamización económica. Supuestamente uno de los objetivos del turismo cultural es la revalorización de las culturas, al menos eso es lo que señala la literatura consultada.
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En el caso los países latinoamericanos, especialmente el guatemalteco, el turismo cultural es uno de los proyectos que ya se está desarrollando en algunos comunidades y pueblos indígenas. En este sentido, uno de los temas que se maneja en el ámbito turístico es el hecho de mostrar al turista extranjero los valores y objetos culturales de las comunidades y pueblos indígenas de Guatemala. Desde luego, el turismo cultural supone un ingreso económico para los pueblos rurales en los cuales hay actividades turísticas. Ecoturismo o turismo verde (6)
Por otro lado esta muy fuerte la propuesta llevar a cabo el mundo rural actividades ecoturísticas, la cual es otra idea que podría ayudar en una mínima parte al desarrollo de las comunidades rurales. En este caso, la idea es que el turista conozca y se impresione del paisaje, el cual según sus ideólogos constituye una fuente de riqueza para el mundo rural.
La influencia globalización / apertura de de mercados. Visión del desarrollo en función de los precios Desde el ámbito de la globalización, los espacios rurales adquieren nuevas funciones con base a las oportunidades que estos espacios ofrecen; es decir, los espacios rurales se transforman según los intereses económicos de las mismas poblaciones o de los mismos empresarios interesados. Hablando de los cambios territoriales Pradilla señala que “(...) los demás territorios y sus pobladores, ineficientes y poco competitivos para el capital, son excluidos del proceso totalizador capitalista o mantenidos como reserva de mano de obra barata o depósito de sus desechos peligrosos” (1997:46). Los territorios rurales competitivos (donde hay energía eléctrica, acceso a líneas telefónicas y celulares) son los espacios donde la globalización está entrando con fuerza. Prueba de ello es el hecho de en muchas comunidades rurales como las guatemaltecas la presencia de los medios de comunicación es muy fuerte (los celulares, por ejemplo); además, la presencia del cable por televisión ya es un hecho y paulatinamente está entrando la tecnología como el del internet. Por lo que desde el marco de la globalización Nogal señala que es preciso subrayar que los espacios rurales son territorios dinámicos por lo tanto cambiantes, adaptables y articulados. Presentan potencialidades para implementar planes de desarrollo territorial rural/local a través de estrategias ascendentes, sostenidas en una visión desde la “nueva ruralidad” y no desde una posición que planté la crisis sectorial y omita las potencialidades territoriales.
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Estrategias para la superación de la pobreza en el campo, por: Ma. Catalina Frausto y María Rodríguez Antecedentes: ¿Qué es la pobreza? El término pobreza ha sido definido desde diversos enfoques, cada uno de los cuales da una acepción diferente y pone énfasis en aspectos distintos. La perspectiva biológica tiene sus orígenes en un estudio de principios del siglo XX elaborado por Seebohm Rowntree, quien definió a las familias en situación de pobreza como: “aquellas cuyos ingresos totales resultan insuficientes para cubrir las necesidades básicas relacionadas con el mantenimiento de la simple eficiencia física”. (Sen, 1992). En la práctica ello se tradujo en la definición de un mínimo de requerimientos calóricos que se estableció en alrededor de 2,200 kilocalorías consumidas por persona al día, y se calculó los costos e ingresos necesario para cubrirlo. A partir de ello se establecieron las líneas de pobreza. El enfoque ha sido criticado por presentar algunos problemas. En particular, Sen (1992) considera que existen variaciones significativas de requerimientos alimentarios de acuerdo con los rasgos físicos, las condiciones climáticas y los hábitos de trabajo. Asimismo, que para calcular los costos se suele elegir una cesta de bienes alimenticios que minimizan tales costos, por lo que se suele elegir una dieta monótona y, por lo tanto, subvalorada, pues los hábitos alimenticios de las personas no se rigen necesariamente por la lógica de tal minimización de costos. Estos datos se utilizan luego para calcular los ingresos mínimos necesarios para cubrirlos, pero en ello no se toma en cuenta el efecto que sobre el gasto en alimentos tienen los precios relativos y la disponibilidad de los bienes seleccionados.
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Desde una perspectiva más amplia, Spicker (1999) identifica a la pobreza como: insatisfacción de necesidades básicas; privación, recursos limitados, bajo estándar de vida, desigualdad económica, exclusión social, dependencia respecto a los beneficios del Estado, y falta de seguridad básica. Sin embargo, debido a las dificultades para cuantificar algunos de los conceptos identificados por Spicker, quienes siguen este enfoque se han limitado a medir el acceso a satisfactores (consumo) o la disponibilidad de recursos para adquirirlos (ingreso). En ese sentido, la pobreza es un término comparativo que describe la situación en la que se encuentra una parte de la sociedad y que se percibe como la carencia, escasez o falta de: alimentos, vivienda, educación, salud, etc; así como los medios para obtenerlos: falta de empleo, nivel de ingresos muy bajo (SNU, 2000). Desde un enfoque más amplio la pobreza se define como un fenómeno que afecta negativamente la vida espiritual y material de las personas. Como el resultado social de un proceso que implica múltiples causas que incluyen elementos objetivos y subjetivos. Entre los primeros están las carencias de ciertos satisfactores; entre los segundos están la participación ciudadana, la igualdad, la no discriminación (Romero, 2008). En el enfoque de las capacidades, la pobreza es la privación de capacidades básicas (Sen, 2000), que Meghnad Desai (1994) identifica como: a) permanecer vivo y gozar de una vida larga; b) estar saludable; c) asegurar la reproducción intergeneracional; d) interacción social; y e) conocimiento y libertad de expresión y pensamiento. Esa privación se deriva de un desigual acceso a ingresos, salud, educación; limitaciones a la libertad para que cada quien pueda vivir el tipo de vida que valora; y el sub-desarrollo. Así, la pobreza se manifiesta, a nivel individual, en mortalidad prematura, desnutrición, morbilidad y analfabetismo; y a nivel agregado frena el crecimiento y debilita la cohesión social (Sen, 2000). Un enfoque complementario es el planteado por el Banco Mundial, el cual considera que la pobreza es un f enómeno multidimensional en términos de su definición, medición, manifestaciones, causas y soluciones. Se reconoce entonces que “los pobres… son particularmente vulnerables a los efectos de las situaciones adversas...”. Y se caracteriza a la pobreza como “...una sensación de falta de voz y de poder, en especial respecto de su representación e interacción con las instituciones”. (Banco Mundial, 2003: 27). Este enfoque considera que estos factores están interrelacionados entre sí y tienden a potenciarse mutuamente. En este sentido, se identifican tres facetas de la pobreza. La primera es la falta de oportunidades para generar ingresos y satisfacer las necesidades básicas. La segunda es la carencia del empoderamiento. Y la tercer es la de la vulnerabilidad. (Banco Mundial, 2003). El enfoque de Derechos considera que la pobreza es la falta de realización de los derechos, sean éstos civiles y políticos o económicos, sociales y culturales
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(DESC), reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. (Hopenhayin, 2003). Finalmente, el enfoque de la exclusión social considera que la pobreza es el resultado de la exclusión de una plena participación en la sociedad (UE, 1995). Tal exclusión se deriva de la existencia de una agencia, que define quién excluye y quién es excluido, y con qué criterios, así como prácticas explícitas de discriminación que dejan a un grupo al margen del funcionamiento social. De manera indirecta, la exclusión puede ser provocada por la deficiencia de los procedimientos que aseguran la integración de los actores y les garantizan la oportunidad de desarrollarse plenamente, provocando con ello su empobrecimiento.
a. Formas de medir la pobreza La medición de la pobreza precisa dos elementos, el de la identificación de aquellos individuos considerados pobres, y el de la agregación de aquellas carencias de bienestar por las cuales se les considera pobres. Las formas de medir la pobreza están en estrecha relación con el enfoque que se aborde. En el enfoque del ingreso o el consumo, la primera forma de medición fue a través del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, que fue considerado como un buen indicador de los niveles de pobreza existentes en un país. Ésta es una medida que supone que existe una distribución uniforme del ingreso, por lo que su aumento se traduciría, necesariamente, en un mayor nivel de bienestar de toda la población o, lo que es lo mismo, en una disminución de los niveles de pobreza. Las Necesidades Básicas Insatisfechas. Este método parte de la identificación de la pobreza como necesidad. En él se define un grupo de necesidades, y ciertos umbrales de satisfacción, relacionadas con el acceso a: una vivienda que asegure un estándar mínimo de habitabilidad; servicios básicos que garanticen un nivel sanitario adecuado; educación básica; y capacidad económica para alcanzar niveles mínimos de consumo (Feres y Mancero, 2001). Las limitaciones de este enfoque son que: a) sólo capta situaciones extremas, no permiten distinguir distintos grados de satisfacción; b) se trata a la pobreza como fenómeno único y homogéneo; c) la cantidad de pobres depende de cantidad de indicadores que se incluyan para su medición. Las Líneas de Pobreza. Esta metodología, basada en el enfoque biológico consiste en estimar el costo de una Canasta Básica Alimenticia (mínimo de consumo calórico), los hogares con ingresos menores que ese costo son considerados pobres extremos. Además, se define una Canasta de Básica Vital (que incluye además salud, educación, vivienda, transporte, etc.), los hogares con ingreso inferior a su costo son considerados pobres. A nivel internacional se han construido indicadores que fijan la línea de pobreza en US$2 diarios por persona, y la línea de pobreza extrema en US$1 diario por persona. Globalización y medio rural 57
La principal limitación de este enfoque es la dificultad para imputar valores monetarios a bienes públicos y a bienes o servicios de autoconsumo. En el enfoque de las capacidades la pobreza se mide a través del Índice de Desarrollo Humano. Éste incluye, además del ingreso, elementos como la esperanza de vida al nacer, la mortalidad infantil, el índice de alfabetización, y la tasa bruta de matriculación. Sus limitaciones son, que las categorías dependen del contexto social y cultural de cada país o región. Finalmente, en el enfoque de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), se construye un agregado ponderado del conjunto de variables cuantificables pertinentes a esos derechos, que incluyen: discriminación; trabajo; condiciones justas, equitativas y satisfactorias de trabajo; sindicales; seguridad social; salud; medio ambiente sano; alimentación; educación; cultura; constitución y protección de la familia; protección a la niñez, ancianos y minusválidos. Sus ventajas son: se identifica a los individuos como sujetos de derechos y no sólo como receptores pasivos de una política; tiene un cuerpo teórico y conceptual que lo sustenta (los derechos humanos); y toma en cuenta elementos que ayudan a una mejor estimación de la pobreza. Sin embargo, como otros indicadores cuantitativos, tiene algunas limitaciones, entre ellas: la disponibilidad y calidad de la información; que no explica las causas de un estado dado del ejercicio de los DESC; tampoco da una explicación sobre el proceso, cuando se evalúa a una misma población en dos momentos diferentes de tiempo. b.La pobreza en el área rural de Guatemala Se puede distinguir entre pobreza “temporal” y pobreza “crónica”. La primera se deriva de una causa inmediata como puede ser la pérdida del empleo, mientras que la segunda obedece a causas estructurales, por lo que es más difícil salir de ella. Un enfoque predominante en la teoría y la política económica afirma que el desarrollo de un país está determinado por su nivel de crecimiento económico, que en el mediano y largo plazo se traducirá en generación de empleo, incremento salarial y reducción de la pobreza.1 De acuerdo con cifras oficiales el consumo privado anual per cápita se situó, durante 2004, en Q15,400.00 (tres veces el valor de la canasta básica vital y más de seis veces el valor de la canasta básica alimentaria. Sin embargo, existen cerca de seis millones de guatemaltecos (57%) que son pobres (su consumo promedio es de apenas Q2,560.00), de los cuales más de dos millones (21.9%) son extremadamente pobres (con un consumo promedio de Q5,780). En relación con la distribución de la pobreza no extrema por área, el 72% de ellos están ubicados en el área rural, mientras que sólo 28% están en áreas urbanas2. Por grupo étnico, los indígenas son quienes han visto empeorar su Globalización y medio rural 58
situación pues mientras que en 2000 el 55.7% eran pobres, en 2006 esa cifra se incrementó a 56.25%, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En 2000 era 18% a nivel urbano y 82 % rural, con la definición anterior, que incluía cabeceras departamentales, ciudades, villas, pueblos definidos oficialmente como tales. En el área rural, ha sido el sur Occidente la de mayor pobreza, en departamentos como Suchitepéquez, Retalhuleu, Quetzaltenango, Sololá y Totonicapán; seguido del nororiente, con Huehuetenango y San Marcos. El PNUD (2005) señala que, de acuerdo con estimaciones basadas en la ENEI 2004, el 21.9 por ciento de la población guatemalteca vivía con menos de US$1 diario, es decir, eran extremadamente pobres. Esos indicadores se agravaban en las áreas rurales, donde el 38 por ciento de la población indígena y el 26.3 por ciento de la población no indígena está en condiciones de pobreza extrema.
c.Principales causas de la pobreza en el área rural guatemalteca Autores como Romero (2008) señalan la pobreza tiene su origen en la existencia de una desigual distribución de la riqueza y activos, que se traducen en mayor desigualdad en la distribución del ingreso, reforzado por las instituciones prevalecientes y el modelo de crecimiento económico (capital intensivo). A su vez, las instituciones, al formar capacidades humanas deficientes, refuerzan los factores anteriores y provocan la pobreza. Existen vínculos causales entre las diferentes manifestaciones de la exclusión y la pobreza. Así, la exclusión: a) en el mercado de trabajo se traduce en bajos ingresos y empleo informal, lo que provoca exclusión en el consumo; b) en el acceso a los recursos productivos (tierra, crédito, etc.), deriva en exclusión en la producción; c) en el acceso a los bienes y servicios proporcionados por el Estado, genera dos tipos de exclusión: una política, que se expresa en la no-participación en la toma de decisiones, y otra en los mercados, que impide aprovechar las capacidades (De Haan, 1998). A nivel individual, el acceso a las oportunidades de vida es determinado por las relaciones sociales y de poder, las instituciones y las organizaciones (De Haan 1998). A nivel colectivo, el proceso de convertirse en pobre genera círculos viciosos difíciles de romper. Las políticas del pasado han contribuido a generar un sistema de desarrollo excluyente, en particular con respecto a la tierra, el trabajo y la educación. Los indígenas fueron sistemáticamente despojados de sus tierras desde la época de la conquista y la colonia. Pero esa práctica histórica de expropiación de tierras ganó impulso durante la vigencia del modelo de desarrollo basado Globalización y medio rural 59
en las exportaciones agrícolas, particularmente con la expansión del cultivo del café y los grandes cambios en el entorno legal que determinaban los derechos de propiedad (Banco Mundial, 2003). Solo en dos años, entre 1871 (cuando iniciaron los decretos de privatización) y 1873, se privatizó casi un millón de acres de tierra. Con el cambio a plantaciones de mayor tamaño, alrededor de 3,500 personas recibieron fincas de un promedio de 450 hectáreas cada una, durante el período 1896-1921 (BM, 2003). Esa concentración de la tierra continúo hasta hace unas cuantas décadas, dado que la diversificación de las exportaciones (con la inclusión de la caña de azúcar como nuevo producto exportable) ha implicado nuevas expropiaciones para los campesinos. Durante el breve período que duró el gobierno democrático de 1944-1954, el gobierno intentó aplicar algunas medidas de reforma agraria para frenar y revertir el proceso de despojo de las tierras comunales. Sin embargo, tales medidas fueron frenadas por el golpe militar y las expropiaciones de tierras indígenas continuaron. Así, mientras en 1950 la proporción de tierras comunitarias era del 12 por ciento del total de tierra cultivable, para 1964 esa cifra había disminuido a 4.8 por ciento y a tan solo 1.1 por ciento para 1979 (BM, 2003). Entre 1950 y 1970 la cantidad de familias campesinas, la mayoría de ellas indígenas, que poseían una parcela de tierra cuyo tamaño no alcanzaba a proveer el ingreso de subsistencia aumentó en un 37%, mientras que la cantidad de campesinos sin tierra se incrementó a cerca del 25% de la fuerza de trabajo rural. Las estimaciones de 1979 indican que menos del 2% de la población era dueña de por lo menos el 65% del total de la tierra cultivable; menos del 1% de todas las fincas tenía más de 2,500 hectáreas y representaban más del 20% del total de la tierra; mientras que más del 78% de todas las fincas tenían menos de 3.5 hectáreas y representaban algo menos del 10% del total de la tierra. Con un coeficiente GINI estimado de 0.85 para la distribución de la tierra en 1979, la desigualdad en la propiedad de ésta en Guatemala era, y sigue siendo, una de las más distorsionadas de todos los países en desarrollo (BM, 2003). Más aún, lejos de revertirse la tendencia de concentración, aumentó la tendencia de fragmentación de las finca más pequeñas. Así, las microfincas y fincas familiares que cubrían el 16.5% de la superficie total en 1979 y el 18.6% en 2001, representaban el 88.2% del total de fincas en el primer año y el 94.1% en el segundo. La concentración de la propiedad de grandes fincas fue sobre todo en manos de hombres no indígenas (81.3%) en 2000, con una proporción mucho más pequeña en manos de indígenas (13.6%) y en manos de mujeres (5.1%). En el caso de la propiedad de fincas de menor tamaño se da una relación inversa entre hombres no indígenas e indígenas, mientras que las mujeres siguen siendo quienes tienen menor acceso a la propiedad (PNUD, 2002).
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Por otra parte, la economía de Guatemala creció, durante muchas décadas, en gran medida con la explotación del trabajo forzado, al que eran sometidos particularmente los indígenas. Históricamente el trabajo indígena en Guatemala se ha visto como un activo sujeto a explotación. Por ello, uno de los objetivos adicionales de las políticas sobre la tierra a fines del siglo XIX era la de disminuir la tierra disponible para la subsistencia de los indígena a fin de contar con mano de obra barata, puesto que a finales de ese siglo la falta de ésta era un obstáculo para la expansión del café. La expropiación de las tierras comunitarias sirvió para crear empleo rural y así forzar a las familias a emigrar a zonas marginales o dejarlas sin acceso a una superficie de tierra suficiente. Esas condiciones sentaron las bases para la aparición de diversos tipos de trabajo forzado (BM, 2003). Entre ellos, el mandamiento, instaurado en 1877 por el Estado. Por medio de él los pueblos estaban obligados a suministrar cuadrillas de trabajo de hasta 60 personas por períodos de 15 a 30 días para las plantaciones de café. En 1873, se decretó que todos los hombres aptos estaban obligados a trabajar de manera gratuita en proyectos públicos para construir caminos, o debían pagar una multa. En teoría esta exigencia de trabajo gratuito era universal, pero en la práctica sólo se aplicó a la población indígena. La servidumbre por deudas también era común. Bajo este sistema los trabajadores recibían adelantos antes de realizar una cantidad determinada de trabajo y luego las deudas eran descontadas de la cosecha del trabajador o en efectivo. Por lo general esas deudas se acumulaban hasta niveles lo suficientemente altos como para dejar a los trabajadores en gran medida en poder de los patrones de la finca. Las deudas estaban controladas por las autoridades públicas del lugar, quienes estaban autorizados para arrestar a los que no cumplían con sus obligaciones. Adicionalmente, en 1934 la ley contra la vagancia obligaba a los campesinos sin tierra a trabajar al menos 150 días al año en las plantaciones. Se exigía una prueba de haber cumplido con el servicio en las libretas de los jornaleros y el sistema era monitoreado y fiscalizado por el propio Estado. Todas estas son manifestaciones de una sociedad históricamente excluyente y opresiva, cuya expresión más severa se daba por razones de etnia. Estas leyes estuvieron vigentes hasta mediados del siglo XX. Durante el período 1944-1954 el gobierno promulgó el primer Código de Trabajo, en 1947, que decretaba un salario mínimo y reconocía la libertad de organización. Sin embargo, los patrones de las fincas siguieron manteniendo el derecho de pagar hasta el 35% del salario de los trabajadores en forma de alimentos, esta práctica fue consagrada incluso por la Constitución de 1985 (BM, 2003). La Ley de Reforma Agraria de 1952 prohibió toda forma de servidumbre y esclavitud, sin embargo, dejó de aplicarse en 1954 tras el golpe militar. Luego de ello, mediante un decreto se permitió a los terratenientes reintroducir el sistema semi-feudal de los colonos, según el cual los patrones podían disponer de mano de obra barata proporcionando a los campesinos parcelas de subsistencia en sus plantaciones a cambio de trabajo durante la época de la cosecha, práctica que aún sigue vigente. Aunque la Constitución de 1985 Globalización y medio rural 61
restableció la mayoría de los derechos laborales modernos, muchos de ellos no se cumplen, por ejemplo las prestaciones laborales y el pago de salario mínimo (BM, 2003). Estas políticas laborales y de concentración de la tierra imposibilitaron la acumulación de capital humano por parte de una gran proporción de la población, lo que ha incidido en un menor crecimiento económico a largo plazo. El modelo económico basado en los cultivos de exportación que demandaban la existencia de grandes cantidades de mano de obra barata y poco calificada ofrecían pocos incentivos a los trabajadores o a las empresas para invertir en capacidades humanos (BM, 2003). La acumulación de capital humano relativamente inferior entre los indígenas también es un resultado del sistema de educación históricamente excluyente, lo que a su vez refleja una estrategia de exclusión política más general. Por tradición, la educación en Guatemala estaba reservada a “los ciudadanos”, pero las mujeres y los indígenas no fueron incluidos totalmente en este estatus sino hasta 1945 (BM, 2003). El gobierno liberal de 1871 inició una reforma en materia educativa en la que el Estado asumía la responsabilidad por la entrega de educación gratuita y obligatoria. Sin embargo, el Estado carecía de los recursos necesarios por lo que la política se implementó solo parcialmente. Durante este período se crearon algunos centros de educación para indígenas y escuelas secundarias para mujeres. Empero, en la práctica, el sistema educacional estaba segregado en términos étnicos: por una parte, el Estado promovía una orientación paternalista que perseguía “civilizar” y asimilar a los indígenas como productores agrícolas, pero por la otra, el sistema educacional continuaba excluyéndolos y estaba dirigido principalmente a los individuos de sexo masculino y de origen ladino. En este sentido, casi toda la población indígena quedó sumida en el analfabetismo y luego esto se usó como pretexto para impedir su libertad de sufragio. De este modo, la política educacional se convirtió en una parte de la estrategia de exclusión política más general (BM, 2003).
Estrategias para la superación de la pobreza en el campo: algunas experiencias en el área rural de Guatemala a. Estrategia de Reducción de Pobreza "Guate Solidaria Rural” Estrategia de superación de la pobreza, Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia “Estrategia de Reducción de Pobreza Guate Solidaria Rural” Debido a la naturaleza multicausal del problema, la “Estrategia de Reducción de Pobreza Guate Solidaria Rural” se basa en acciones de política pública que Globalización y medio rural 62
buscan fortalecer las capacidades de las personas (capital humano), mejorar la protección social, ampliar las oportunidades y mejorar el patrimonio familiar con el objetivo final de: Reducir la pobreza extrema en el área rural a la mitad en 2015, respecto a la observada en 1990. (seguiremos desarrollando el tema, luego con una apreciación crítica)
b. Préstamos para políticas de desarrollo del Banco Mundial El veintiuno de octubre del año 2008, el Banco Mundial aprobó un préstamo para políticas de desarrollo por $200 millones. Según Laura Frigenti, Directora del Banco Mundial para América Central; “Este préstamo apoyará una serie de acciones clave para las reformas fiscales e institucionales incluidas en la agenda del Gobierno de Guatemala y que buscan aumentar los beneficios del crecimiento económico, especialmente hacia las poblaciones más vulnerables, así como fortalecer las medidas que mejoren la gobernabilidad y la transparencia del gasto público”. Este primer préstamo para Políticas de Desarrollo, junto con los otros dos de la serie, forma parte de la Alianza Estratégica entre el Banco Mundial y Guatemala para el período 2009-2012. Además de las áreas de apoyo mencionadas en este préstamo para políticas de desarrollo, la estrategia contempla apoyar el programa de desarrollo de Gobierno en las siguientes áreas: educación, salud y nutrición, inversión en infraestructura rural, mejora de la productividad, energía, y mitigación de desastres entre otras. El préstamo para políticas de desarrollo cuenta con tres objetivos principales, entre los que encontramos: “Atender las necesidades fiscales y financieras durante un año de desaceleración económica. El préstamo ayudará al Gobierno a alcanzar sus objetivos simultáneos de mantener la estabilidad fiscal y atender las necesidades sociales a través de un gasto mayor y más eficiente”. “Mejorar las perspectivas de crecimiento económico, incrementar el espacio fiscal destinado al gasto público prioritario, y contribuir a mejorar la gobernabilidad del país y a reducir la pobreza. La agenda incluye acciones de reforma fiscal e institucional que son clave para asegurar que Guatemala pueda beneficiarse del crecimiento y de las mayores oportunidades de integración.” “Mejorar la eficiencia y transparencia de la gestión del sector público. Los esfuerzos de modernización del sector público que están apoyados por el préstamo, buscan incrementar la eficiencia del gasto público y combatir la corrupción, con especial énfasis en la mejora de la gestión financiera y de Globalización y medio rural 63
adquisiciones. Se espera que estos esfuerzos también contribuyan a mejorar el clima de inversión y crecimiento económico en el país.”
Elementos necesarios a considerar en una estrategia para la superación de la pobreza en el campo
El acceso a capacidades, activos y oportunidades Como lo dice Amartya Sen, el sistema económico debe concebir la libertad como la base de la evaluación del éxito y el fracaso y como el determinante de la iniciativa individual y la eficacia social, no sólo porque esto sirve de estímulo a la población y mejora la calidad de vida, sino porque este desarrollo integral puede mejorar la producción de insumos en el país, el nivel de educación de los habitantes, los índices de pobreza entre otros ( ). Para tener un desarrollo integral tendrá que haber acceso a capacidades, activos y oportunidades. Sen, señala que para no terminar en un enfoque de la pobreza bajo un análisis basado en el ingreso, está el análisis clásico de John Rawls (4). El cual provee un panorama más amplio sobre los recursos que las personas necesitan sin importar sus respectivos fines. Incluye el ingreso, pero también otros “medios” con propósito general. Los bienes primarios son medios con propósito general que ayudan a cualquiera a promover sus fines e incluyen “derechos, libertades y oportunidades, riqueza e ingreso, y las bases sociales del respeto propio”.(5)
El papel de la equidad y justicia Sen afirma que de las teorías de justicia, la de John Rawls es una de las más influyentes e importantes. (6) Rawls, rescata un requerimiento particular; “La prioridad de libertad”. La formulación de esta prioridad es comparativamente moderada, pero en la teoría libertaria moderna (Robert Nozick, por ejemplo) toma bastante sentido y forma. La teoría de Rawls, teoría de la justicia (TJ), Se diseña para ser un punto de vista justo a ser adoptado en nuestro razonamiento sobre principios fundamentales de justicia. En este punto de vista, la persona se imagina como persona libre e igual que comparte los principios de justicia social y política. “Las desigualdades económicas y sociales han de estar estructuradas de manera que sean para: a) mayor beneficio de los menos aventajados, de acuerdo con un principio de ahorro justo (principio de diferencia) y b) unidos a que los cargos y las funciones sean asequibles a todos, bajo condiciones de justa igualdad de oportunidades”. Globalización y medio rural 64
El papel de la democracia en la definición de las estrategias: Participación a nivel local En Guatemala, existen dos clases de “Consejos Comunitarios de Desarrollo”: los de primer nivel y los de segundo nivel. En los municipios donde hay más de veinte comunidades, cada una con su Consejo Comunitario de primer nivel, la municipalidad puede microregionalizar, agrupando a las diferentes aldeas para formar los Consejos Comunitarios de Desarrollo de Segundo Nivel.7 Así que los Órganos de Coordinación de los Consejos Comunitarios de primer nivel representan a la comunidad ante la Asamblea Microregional es decir el Consejo Comunitario de Desarrollo de segundo nivel. A la vez el Consejo Comunitario de Segundo Nivel elegirá a sus representantes ante el Consejo Municipal de Desarrollo, estos representantes no pueden ser más de veinte. El Sistema de Consejos de Desarrollo fue establecido legalmente en abril del 2002 a través de la Ley de los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural o Decreto 11-2002. Es fruto de los Acuerdos de Paz y cumple con uno de los compromisos establecidos en el Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria, que dice:8 Participación a nivel local "Teniendo en cuenta que los habitantes de un departamento o municipio, empresarios, trabajadores, cooperativistas o autoridades representativas de las comunidades, pueden definir mejor las medidas que los benefician o los afectan, se debe adoptar un conjunto de instrumentos que institucionalicen la descentralización de la decisión socioeconómica, con transferencia real de recursos económicos gubernamentales y de capacidad para discutir y decidir localmente la asignación de recursos, la forma de ejecutar los proyectos, las prioridades y las características de los programas o de las acciones gubernamentales. De esta forma, los órganos gubernamentales podrán basar sus acciones en las propuestas que emanen de la conciliación de intereses entre las diferentes expresiones de la sociedad." (Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria Capítulo I, inciso 8.) En la formulación de esta ley participaron muchas organizaciones sociales y populares, así como instituciones de gobierno y organizaciones no gubernamentales, con experiencia de trabajo en el desarrollo de las comunidades. Esta ley nos abre a las y los guatemaltecos un espacio muy importante para la participación directa en la gestión pública y para la descentralización del Estado. A través de los Consejos de Desarrollo, comunitarios, municipales y departamentales podemos participar en la planificación, en la toma de decisiones y en la ejecución y supervisión de las obras públicas y los proyectos que el Estado realiza en cumplimiento de su mandato y con los recursos que todos los ciudadanos hemos aportado a través de nuestros impuestos. Por lo tanto, es una participación a la que tenemos derecho, pero en la que además hay interés e implica asumir responsabilidades.(9) Aunque los COCODES representan una buena Globalización y medio rural 65
herramienta para garantizar toma de decisiones desde la base, tienen problemas en el sentido que les hace falta mucha capacitación para conocer propiamente cuáles son sus derechos y sus atribuciones. Algunos no entienden que con esta ley tienen mucho más protagonismo y autonomía en lograr sus propias necesidades y no las de otras instancias de nivel superior. En la mayoría de los casos los alcaldes los organizan con grupos de su conveniencia para que sea más fácil negociar las obras. Por otro lado, siempre hay en ellos esa relación de sometimiento que les hace no ser antagónicos aunque las obras no sean las que ellos desean. Una de sus deficiencias es el sistema administrativo, pues recae en ellos la supervisión de la ejecución, el manejo financiero y otras atribuciones que al no poder hacerla la delegan en otras instancias., esto es un problema, pues en Petén el consejo departamental de desarrollo contrató a una ONG con personas afines a ellos para administrar las obras por los COCODES, cobrando gastos de administración, lo cual es una buena fuente de ingresos a costa de la incapacidad de los COCODES. Potro lado el nivel de organización de los COCODES no ha llegado a establecer los COCODES municipales o de segundo piso, que pudieran tener un mayor protagonismo por su posición colegiada. (10)
Definición de prioridades Stiglitz afirma que por fortuna, la reducción de la pobreza se ha transformado en una prioridad creciente del desarrollo.(11) Señala que la erradicación de la pobreza exige recursos, y sólo se puede obtener recursos mediante el crecimiento. Por lo tanto, señala, que la existencia entre una correlación entre crecimiento y diminución de la pobreza no debería sorprender. Esta correlación no prueba que las estrategias utilizadas anteriormente (filtración / filtración plus) son la mejor manera para combatir la pobreza. Las estadísticas, en muchos casos, indican lo contrario; muchos países han crecido sin disminuir la pobreza y que algunos países para una misma tasa de crecimiento, han tenido a más éxito a la hora de “mitigar” la pobreza. Según Stiglitz, la cuestión tiene que ver con el impacto de políticas concretas. Políticas que promuevan el crecimiento y ejerzan efectos positivos sobre la pobreza. El autor denomina a este tipo de políticas como “políticas pro pobres”; producen crecimiento y reducen la pobreza. Señala ejemplos claros como la reforma agraria o el mejor acceso a la educación de los pobres, que propone más crecimiento y más igualdad. (12) Podríamos afirmar que dos puntos clave de una estrategia para superar la pobreza en el campo como en lo rural será el hecho de promover el crecimiento junto al de la erradicación de la pobreza. Otro factor fundamental que se debe rescatar, es el que se procure preservar el vínculo de la familia y la comunidad. Según Stiglitz, la única red de seguridad que sostiene a muchos de los pobres del mundo es la seguridad Globalización y medio rural 66
proporcionada por la familia y la comunidad. La inseguridad, debida a un capricho de un patrón explotador o al de un mercado azotado por tormentas internacionales, ha hecho que los trabajadores batallen para conseguir más seguridad en el empleo. A este hecho se le suman los intentos del FMI por proporcionar una “flexibilidad del mercado laboral”, que en la práctica, según el Autor, ha sido una expresión que significa salarios más bajos y menor protección laboral. (13)
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La perspectiva de género en los programas rurales actuales, por: Alejandra Menegazzo A mediados de los años 90, en consonancia con el paradigma de desarrollo humano elaborado por Naciones Unidas bajo la influencia de los aportes de Mabul Ul Haq y Amartya Sen, la igualdad de género pasó a ser considerada una premisa clave del nuevo enfoque del desarrollo y, por lo tanto, de una concepción para la que el derecho de hombres y mujeres a ejercer la libertad, antes que a producir o consumir más, es la clave de una sociedad libre para cada uno y justa para todos. Liliana De Riz.
A manera de introducción En el mundo de hoy lo rural esta presentando muchas transformaciones que forman parte de lo que se ha venido denominando la nueva ruralidad, en donde la dimensión de género es importante. La nueva concepción del Desarrollo Rural tiene presente la necesidad de una incorporación de la perspectiva de equidad de género y de la participación de otros actores sociales en los diferentes procesos y proyectos de desarrollo. Un desarrollo más equitativo y democrático del conjunto de la sociedad requiere la eliminación de los tratos discriminatorios contra cualquier grupo. En el caso específico de las mujeres, se ha vuelto una necesidad impostergable de los gobiernos el diseño de políticas que tomen en cuenta sus condiciones culturales, económicas y sociopolíticas que favorecen la discriminación femenina. Estas condiciones no son causadas por la biología, sino por las ideas y prejuicios sociales, que están entretejidas en el género. O sea, por el aprendizaje social, de allí lo importante de tener un acercamiento con la perspectiva de género y la capacidad de agencia de las mujeres en el tema del Desarrollo Rural. Globalización y medio rural 71
En Guatemala, considerar entonces la situación específica de las mujeres constituye dimensionar una población importante debido a su articulación con la segregación étnica y cultural y económica, ya que se discrimina específica e intensamente a las mujeres que habitan en su mayoría en áreas rurales. Se evidencia una triple discriminación en el caso de las mujeres indígenas: por su género, su pobreza y su identidad cultural. Para ello se analizara el caso de la participación y consulta a mujeres indígenas rurales en el diseño de políticas de desarrollo Rural.
Aspectos conceptuales sobre la perspectiva de género Es importante empezar aclarando que estaremos entendiendo en este documento por Género, para ello es necesario indicar que desde un enfoque sistémico, la categoría de género debe ser abordada desde tres dimensiones: la primera que lo define como los valores, atributos, roles y representaciones que la sociedad asigna a hombres y mujeres (1), definición que alude a la construcción de la subjetividad, de la identidad, y se define también como....una red de creencias, rasgos de la personalidad, actitudes, sentimientos, valores, conductas y actividades que diferencian al hombre de la mujer mediante un proceso de construcción social que tiene una serie de aspectos distintivos”. (Benería y Roldán, 1992, pp.24). Visto así, el género es la base de la construcción social de lo femenino y lo masculino; de lo que es permitido y se espera socialmente del ser mujer, y del ser hombre; del rol, posición, estatus, espacios que deben realizar y ocupar las mujeres y los hombres en sociedades específicas; el género, como dimensión social, está presente –de alguna manera- en todas o casi todas las relaciones y los procesos sociales y en todos, o casi todos, los objetos socialmente construidos y existentes (2). Por tanto, el género se convierte en un ordenador de la sociedad; hay un orden genérico en cada sociedad, en cada cultura. Por último, si el género ha sido un ordenador social, en el que las diferencias biológicas entre los sexos se han convertido en desigualdades sociales, que han colocado a las mujeres en situaciones de desventaja, marginación y exclusión social, y que han generado grandes brechas que impiden un desarrollo armónico de las sociedades, entonces el género se convierte así, en una categoría de análisis de la realidad, cuya base de cálculo es la variable sexo. Esta acepción técnica permite construir estadísticas desagregadas por sexo y etnia, indicadores de género con enfoque territorial o étnico según sea el caso, e ilustrar las desigualdades que son consecuencias de la discriminación y de la exclusión. Esto posibilita la toma de decisiones y la planificación gubernamental con base a información estadísticamente confiable. Ahora bien, con respecto a la perspectiva de género el objetivo final del uso es la eliminación de la discriminación y las desigualdades que afectan Globalización y medio rural 72
desproporcionalmente a las mujeres respecto a los hombres dentro de un contexto o grupo determinado. La perspectiva de género aporta criterios para la definición de políticas y estrategias que aseguren la estructuración y funcionamiento del aparato público en correspondencia con las demandas y necesidades de las mujeres y hombres, de diferentes grupos culturales. En el caso del Estado, éste tiene como su principal finalidad contribuir al bienestar y al desarrollo de la sociedad, lo que requiere la superación consciente de cualquier desigualdad que pueda distorsionar u obstaculizar este propósito. Es por eso que cerrar las brechas de género y étnicas, es un objetivo legítimo para el Estado y se constituye en una meta a lograr a través de la incorporación de esta perspectiva en la cultura institucional
La importancia de la perspectiva de género en el Desarrollo Rural Por lo tanto, si las instituciones son reflejo de la sociedad y de su devenir histórico, la cultura patriarcal y racista no las exceptúa; al contrario, éstas reproducen sus esquemas excluyentes. La experiencia ha demostrado que las normativas legales, las políticas de igualdad, de mecanismos gubernamentales de la mujer, no han sido suficientes para el ejercicio de los derechos de las mujeres, porque han faltado las transformaciones institucionales que equiparen las normas con la capacidad del conjunto del Estado de contrarrestar los mecanismos generados de desigualdad en la sociedad y de experimentar y promover acciones a favor de la equidad de género y étnica. Por lo tanto la perspectiva de género en el desarrollo rural es concebida como una estrategia, no un fin en sí mismo, el fin es la igualdad entre mujeres y hombres en todas las etapas de su ciclo vital y con seres humanos de cualquier origen y raza; es un instrumento estratégico que requiere de herramientas estratégicas para transformar las instituciones hacia el logro de la igualdad. La transformación de la sociedad, hacia una que sea justa e incluyente y que tenga como base el respeto a los derechos de sus colectivos humanos, impulsada por la lucha y determinación de los movimientos sociales ha producido cambios en distintos ámbitos de la vida social, pero no suficientes. Los cambios institucionales, es decir de las reglas y convenciones que regulan las relaciones entre actores en distintos ámbitos, políticos, económicos, sociales y culturales y entre el Estado y la sociedad, encierran oportunidades y riesgos para la transformación de las relaciones de género y su incorporación en los procesos de gobernabilidad democrática. (3) Es importante que cuando hablemos de propuesta de desarrollo rural, en donde se requerirá una intervenir en una sociedad, comunidad o realidad particular, es necesario observar y recoger los datos que esa realidad nos está Globalización y medio rural 73
proporcionando, despojados, tanto como podamos, de todo prejuicio y estereotipo cultural, racial y de género. Y a la para incorporar la perspectiva de generó (que debe ser siempre), esta tarea consistirá en recoger evidencias sobre: 1. La posición que hombres y mujeres ocupan en esa sociedad o comunidad para poder realizar comparaciones; 2. La valoración desigual que se otorga a lo que hacen las mujeres y a lo que hacen los hombres en una sociedad, grupo o comunidad. 3. Las condiciones materiales de los hombres y de las mujeres, es decir, el acceso que cada quién tiene a bienes, servicios y recursos, sus grados de pobreza, sus niveles educativos y de formación profesional; el acceso y posesión de una vivienda o de tierra para cultivar. 4. El contexto y las características particulares que adquieren las relaciones que se establecen entre las mujeres y hombres. En otros términos, los grados de libertad u opresión en que viven las mujeres, sus posibilidades de heredar y administrar recursos, la rigidez o flexibilidad de la división público-privado Y de allí el valor de que “… se reconozca como es debido la participación y el liderazgo en el terreno político, económico y social de las mujeres. Se trata de un aspecto muy importante del – desarrollo como libertad-.” (Sen, 1998:249)
La capacidad de agencia de las mujeres en el Desarrollo Rural Siguiendo la afirmación que anteriormente subrayamos de Amartya Sen (4), nos es de suma importancia rescatar algunos de sus planteamientos y aportes que este autor realiza con respecto a las capacidades y oportunidades que las mujeres pueden llegar a generar y que se traducen en los aportes al hablar de desarrollo con libertad en un mundo globalizado. En lo que respecta al marco teórico desarrollado por Sen, el concepto de pobreza es el que más espacio da para entender precisamente cómo se relacionan las desigualdades de género con la pobreza y específicamente dentro de contextos de desarrollo. Ya que no solo se hace énfasis a la falta de recursos económicos (ingresos del hogar y pertenencias) sino que retoma un enfoque que la define como la falta de capacidades y oportunidades que se necesitan para determinar vidas y tenga razones para valorar. Por lo que la incapacidad para tener acceso y manejar recursos económicos puede ser una parte del concepto, pero no lo estado ya que no define en sí misma a la pobrez. Por lo regular hacemos un mal manejo del concepto de pobreza al solo remitirnos a que este enfatiza el medio y no el fin. Es decir que, la falta de Globalización y medio rural 74
recursos económicos, en sí misma, no es la pobreza. Y los recursos económicos junto con otros recursos no son el fin del desarrollo, sino que son el medio. Por lo tanto el sentido del desarrollo “…es el proceso de expandir libertades humanas” (Sen, 1999: 36). Los recursos de varios tipos, ya sean económicos, sociales o políticos, serían las herramientas que necesitaran las mujeres para llegar a este fin, es decir que les regale el poder –o la “agencia” según la terminología que aplica Sen (5)- que nos permite determinar una vida que tenga valor. Si, por falta de cualquiera de los recursos, no podemos llevar a cabo a alcanzar un tipo de vida digna, podemos ser considerados pobres. Por lo tanto, es fácil visualizar las implicaciones de este concepto para el entendimiento de la igualdad de género, en especial, en términos de la economía y el desarrollo y específicamente para el concepto de la “feminización de la pobreza”. Para Sen, la desigualdad de género contribuye y hasta constituye una forma de pobreza tanto en los ambientes prósperos como en las indigentes. En consecuencia, es posible considerar que una mujer que no es “pobre” en términos de recursos económicos sí puede ser pobre por la falta de otros elementos o factores relacionados con su derecho a la igualdad y a la participación completa en la sociedad. Es decir que la desigualdad de género representa un obstáculo para las mujeres, sin importar si su sociedad o su hogar sean prósperos económicamente porque, en términos relativos, son más pobres que sus contrapartes masculinas, debido al hecho de que sus capacidades y oportunidades para determinar sus vidas libremente está restringidas por existencia de normas de género. Por ejemplo, si una mujer carece de empoderamiento6 que le permita tomar decisiones o tener acceso a servicios públicos (7) (por ejemplo, a la educación o a la salud) y si ella misma no cuenta con acceso libre a recursos económicos dentro del hogar o al crédito fuera del hogar, aunque éstos existan, sus posibilidades y opciones en la ida serán más limitadas que las del hombre que sí tiene acceso a estas oportunidades. Existe otra dimensión en esta relación entre la falta de posibilidades económicas y la carencia de otros recursos como derechos y libertades, porque esta relación funciona no sólo en una única dirección, sino que se puede bi, o aún multirieccional. Por ejemplo, dentro de una situación de desigualdad, como existe y prevalece en la mayoría de sociedades en el mundo, una mujer tiene menos posibilidades de conseguir bienes económicos por la misma falta de participación igual en la sociedad. Esta relación multidimencional se puede entender por la existencia de una relación bidireccional “entre 1)l os arreglos sociales para expandir libertades individuales y 2) el uso de libertades individuales no sólo para mejorar las vidas respectivas sino también para hacer más apropiados y efectivos los arreglos sociales” (Sen, 1999:31). Por lo que “la efectividad de la libertad como instrumento queda en el hecho de que diferentes tipos de libertades se Globalización y medio rural 75
interrelacionan, y que libertad de un tipo puede ayudar mucho en avanzar en libertades de otros tipos” (Sen, 1999: 37) Por lo tanto con este enfoque, la expansión de la libertad de las mujeres, será el fin primordial del Desarrollo como su medio principal.
La importancia de la participación de las mujeres indígenas rurales en el diseño de políticas de desarrollo Rural. El entender como algunos modelos de política implementados en Guatemala, lo único que pretenden es establecer las maneras en que el desarrollo debe promoverse: “De ante mano sabiendo que el desarrollo puede ser conceptualizado o definido de varias maneras: en términos de aumentos en la productividad o niveles de producción, redistribución del ingreso, equidad aumentada o bienestar general, el ataque a la pobreza, o como un proceso político en que los grupos “en desventaja” intentan mejorar sus oportunidades de vida.”(Long, Pág. 73). La magnitud de la pobreza y la exclusión social en las áreas rurales es la manifestación más evidente del modelo concentrador y excluyente que ha caracterizado la formación de la sociedad y la economía de Guatemala. El territorio nacional es el escenario de un proceso de desarrollo desigual que ha privilegiado regiones y grupos sociales sobre las grandes mayorías generando un conjunto de contradicciones tan agudas que configuraron una de las causas centrales del enfrentamiento armado interno (8). Estas asimetrías se intensifican con la discriminación racial que determinado la segregación social, cultural y política de los indígenas, reducción a las regiones más desfavorecidas en términos agronómicos y explotación de su trabajo para la consolidación de los latifundios y construcción de las obras de infraestructura que permitieron su crecimiento.
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Por lo que hablar de una política de desarrollo rural (9) adecuada está en dependencia directa de una correcta lectura de la realidad, sus problemas y sus potenciales. En Guatemala, eso significa reconocer la diversidad étnica y cultural de su población rural, la situación la mujer y específica de las mujeres indígenas del área rural y la violación cotidiana de sus derechos humanos que se deriva de la exclusión social en la que viven. También significa reconocer su derecho a participar en la definición de sus procesos con la posibilidad de tomar decisiones sobre los escenarios del futuro que desea de acuerdo al concepto de desarrollo que tiene cada cultura (10). En Guatemala, considerar entonces la situación específica de las mujeres constituye dimensionar una población importante debido a su articulación con Globalización y medio rural 76
la segregación étnica y cultural y económica, ya que se discrimina específica e intensamente a las mujeres que habitan en su mayoría en áreas rurales. Se evidencia una triple discriminación en el caso de las mujeres indígenas: por su género, su pobreza y su identidad cultural. A las condiciones materiales de vida de las mujeres indígenas y rurales, se suman otros factores políticos y culturales que las mantienen sumidas en una situación de absoluta precariedad. La gran cantidad de responsabilidades familiares asumidas por las mujeres rurales y el trabajo productivo que muchas realizan, no se visibiliza ni se valora. Su situación se agrava con el hecho que la mayoría de sus demandas y reivindicaciones, no han encontrado respuestas claras y, tampoco han sido tomadas en cuenta en las políticas y acciones gubernamentales. ¿Por qué la importancia de los procesos de participación y consulta a mujeres indígenas rurales en la construcción de un modelo de Desarrollo Rural? Frente al contexto social, antes descrito, en el cual se debaten las mujeres rurales, se plantean grandes retos para toda nuestra sociedad, pero particularmente, para el Estado, que tendría la obligación de garantizar el bienestar de toda la población y la aplicación de políticas que posibiliten la equidad como condición indispensable para llevar el desarrollo social del país a un nivel más congruente con la dignidad humana. Tomando en consideración que sin duda alguna la senda de la mujer indígena ha sido ardua, difícil y sacrificada para salir de la exclusión, miseria, discriminación y racismo. En la actualidad se hace más difícil todavía porque la globalización neoliberal nos exige dominio de las técnicas, competitividad, calidad, eficiencia, productividad, alianzas y otras habilidades. Es decir, nuestros pasos se quedan muy cortos al ritmo de sus requerimientos para satisfacer sus intereses insaciables. América Latina inició hace ya dos décadas un recorrido casi sin retroceso hacia el fortalecimiento de su gobernabilidad democrática, en algunos casos hubo necesidad de mucha violencia y en otros se dio lo que hoy se denomina “transiciones negociadas”. Guatemala fue de los países en los que hubo mucha violencias y muertes de ingentes sectores de la población. La forma en que se dio el retorno a la vía democrática es a mí juicio un factor que esta determinando la salud de la gobernabilidad democrática en distintos Estados. Guatemala es hoy un Estado “sitiado” que busca mantener viva su frágil democracia; acosada por el narcotráfico, la corrupción privada y estatal, hambruna, el efecto de las crisis económicas internacionales y la difícil condición ambiental (escasez y contaminación de agua, deforestación de Globalización y medio rural 77
grandes áreas, crecimiento de centros poblados sin planificación) necesita de iniciativas atinadas que en primera instancia consideren un papel como facilitadoras de la democracia participativa. Lo anterior básicamente implica que todas las iniciativas públicas de desarrollo (tales como políticas, programas, leyes, acuerdos, pactos, etc.), promovidas desde el Estado deben buscar resolver necesidades inmediatas y estratégicas pero teniendo como principio fundamental la facilitación del ejercicio de participación ciudadana: la población (en especial las mujeres indígenas del área rural) podrá respaldar tales iniciativas si su participación en ellas implica realmente un transferencia de competencias, en la que la participación de los agentes del Estado sea cada vez más sólo una facilitación y no una imposición política y tecnocrática. Al imponer iniciativas el Estado pierde anticuerpos empezando a crear enemigos en diferentes flancos, el caso del desarrollo rural es un buen ejemplo, ante la imposición la gente siempre tiende a demostrar un rechazo “natural”, pero además de un país diverso culturalmente como el nuestro muchas medidas no encuadran con determinadas lógicas locales por ser muchas veces tales iniciativas intransigentes. Como resultado de ello tenemos iniciativas fracasadas. La participación de los sectores de población implicados debe considerarse un requisito vital si se quiere llevar a buen término las iniciativas de desarrollo rural que el Estado guatemalteco impulsa. Relativo a la participación Ciudadana y el derecho a consulta, Guatemala cuenta con un marco legal que regula la participación ciudadana y consulta a distintos sectores de población en distintos niveles. El Sistema de Consejos de Desarrollo y su respectiva ley establecen el mecanismo de participación (no de consulta) en niveles comunitario, municipal, regional, departamental y nacional. Sistema que a permitido una participación mínima a las mujeres del área rural. El código municipal contiene lo relativo a consulta a la población de un entorno municipal y si la necesidad lo ameritara la Constitución Política de la Republica contiene el mecanismo para un plebiscito o referéndum (vía consulta popular). En cuanto a los pueblos indígenas el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales (11) en el artículo 5,6 y 7, establece el derecho a consulta cuando cualquier iniciativa o proyecto llegara por alguna razón a afectar la vida de hombres y mujeres de dichos pueblos. También es importante resaltar lo enmarcado en el Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas (AIDPI), en donde se establece que “los pueblos mayas, garífunas y xinka tienen el derecho a la creación y dirección de sus propias instituciones, control de su desarrollo y a la oportunidad real de ejercer libremente sus derechos políticos, reconociendo y reiterando Globalización y medio rural 78
asimismo que el libre ejercicio de estos derechos les da validez a sus instituciones y fortalece la unidad de la nación” Es por ello que la implementación de la Política de Desarrollo Rural respaldada mediante un proceso de consulta a los pueblos indígenas según el Convenio 169 de la OIT en especial a mujeres indígenas, lo que garantizaría un proceso con mejores resultados, apropiación por parte de la población meta así como el fortalecimiento de la democracia participativa. Asimismo se generan insumos importantes para alimentar un futuro modelo de consulta normado y reconocido en el sistema de leyes ordinarias. Actualmente el Estado impulsa iniciativas de Desarrollo Rural, particularmente la Política Nacional de Desarrollo Rural y la Ley de Desarrollo Rural, sin embargo ambas no se diseñaron sobre una plataforma amplia de consulta, ni contemplan como principios rectores de su ejecución un proceso de consenso y consulta. Particularmente la que debe realizarse a los pueblos indígenas según el Convenio 169 de la OIT tampoco se ha abordado en las iniciativas mencionadas. Hablar de consulta en el gran contexto del Desarrollo Rural y particularmente cuando se abordan las dos iniciativas mencionadas es inevitable no hacer referencia a pueblos indígenas y en especial a mujeres indígenas, ya que aproximadamente dos tercios de dicha población se encuentra ubicada en el área rural, por otro lado en el contexto nacional, la ruralidad es sinónimo de pobreza y con rostro de mujer, dado que los índices mas altos de subdesarrollo humano se vinculan con la población rural. De tal manera que tanto una política de desarrollo rural que plantea intervenciones en ámbitos tales como la tierra, recursos naturales, producción agraria no podemos decir que no afectan de manera directa a la población indígena y en especial a la mujer indígena. Sumado a lo anterior es importante resaltar el papel que las mujeres del área rural en este caso indígenas, llegan a contar con una carga mayor de exclusión en cualquier tipo de modelo de Desarrollo a implementar. Ejemplo de ello lo representa la carga que derivado del sistema de opresión de género presente en los mismos, reflejado en las menores oportunidades de acceso a la educación, la sub representación política, la excesiva carga de trabajo doméstico y reproductivo que implica la doble y triple jornada de trabajo, el poco control de su sexualidad, la violencia basada en el género, así como la falta de infraestructura de apoyo a la salud sexual y reproductiva y el cuidado de los niños. Estas condiciones se agravan mucho más para las mujeres indígenas como resultado del sistema de opresión étnica predominante en Guatemala, como muy bien hemos venido señalando. Globalización y medio rural 79
De lo anterior se desprende que tal como lo indica el artículo 6 del Convenio 169 de la OIT el Estado está obligado a desarrollar un proceso de consulta a hombres y mujeres de los pueblos indígenas: “cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente” durante la implementación de la política de marras. La necesidad de un replanteamientos de nuevas relaciones entre mujeres y hombres con respecto a la búsqueda de un “desarrollo rural” con equidad y sin opresión de género y donde el Estado asuma todas aquellas propuestas realizadas por diversas organizaciones de mujeres, no será factible si la participación y consulta a las mujer y en especial las mujeres indígenas rurales en toma de decisiones sea real y efectiva. (12) Si bien es cierto esto no ha sido efectivo, podemos visualizar que es partir de la Firma de la Paz, que a nivel rural se empiezan a crear algunas formas y mecanismos de participación de las mujeres indígena, con el objetivo de buscar posibles soluciones a sus problemas, ejemplo de ello han sido las organizaciones de mujeres como lo son: Alianza de Mujeres Rurales por la Vida (conformada por las organizaciones Mamá Taquín, Madre Tierra e Ixucané), la Tierra y la Dignidad; Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC), Plataforma Agraria, Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (CONIC), Coordinadora de Mujeres por el Derecho a la Tierra, y la Propiedad y la Federación de Nacional de Mujeres Rurales (13), entre otras. De igual manera la creación de instancias como la Defensoría e la Mujer Indígena-DEMI- en el 2001 y la Secretaría Presidencial de la Mujer – SEPREM- en el 2000. Y a nivel de Agendas construidas en demanda de las mujeres indígenas tenemos: a) Agenda Política de las Mujeres Mayas14, b) la Agenda articulada de las mujeres mayas, garifunas y xinkas15 c) la Agenda de Mujeres Rurales como propuesta para su incorporación en la Política de Desarrollo Rural, y d) propiamente la Política Nacional de Promoción y Desarrollo de las Mujeres Guatemaltecas 2001-200616, resultados de todas las agendas de los diferentes movimientos de mujeres de composición mixta (es decir mujeres mayas, garifunas, xinkas y mestizas). Como también la propuesta que realizan varias organizaciones de mujeres mixtas en Guatemala en abordar los Derechos de las Mujeres en la Política de Desarrollo Rural, considerando una tipología simplificada de varias posiciones, en donde se rescata elementos relevantes para un modelo alternativo. El cual se concibe desde “un enfoque de territorialidad, buscando articular y consensuar las potencialidades y capacidades de una variedad de actores en un determinado territorio y articular la economía local compleja.” (Sector de Mujeres y UNAMG, “Inclusión de los Derechos de las Mujeres en la Política de Desarrollo Rural”, 2008) En síntesis, una de las demandas más recurrente en todas las agendas elaboradas y espacios de discusión y el cual es el tema central de mí ensayo, Globalización y medio rural 80
es el establecer unos: “Mecanismos eficaces de consulta, negociación, cabildeo e interlocución de las mujeres rurales con el Estado para que sean escuchadas nuestras demandas, así como para la elaboración de la Política de Desarrollo Rural”.(SEPREM- FLACSO. Resultado de taller de validación de la Agenda de Mujeres Rurales como propuesta para su incorporación en la Política de Desarrollo Rural, diciembre 2004) En tal sentido el problema planteado sería la ausencia del ejercicio de consulta a mujeres indígenas del área rural y que pautas pueden generarse desde los actores que intervienen en este proceso en el marco de la elaboración de Políticas de Desarrollo Rural. De lo anterior expuesto podemos concluir en varios aspectos a considerar en el marco de la participación de las mujeres indígenas en la construcción de Políticas de Desarrollo Rural: Es importante que en los procesos de consulta a mujeres indígenas en la construcción de modelos de Desarrollo Rural, se reconsidere la perspectiva desde el actor y de género, en donde no solo se garantice políticas dirigidas en forma equitativa a mujeres y hombres, sino estar focalizadas en aquellas áreas que donde las dificultades a la igualdad de oportunidades son más apremiantes. El establecer el impacto de la ausencia de un proceso de consulta a mujeres de los pueblos indígenas en el diseño e implementación de la Política de Desarrollo Rural, te permite, establecer y considerar medidas correctivas en el marco del fortalecimiento de la democracia participativa del país. Lo cual nos permitirá disminuir las desigualdades, incrementando las oportunidades de participación de las mujeres en los procesos y la obtención de beneficios para la población, como el desarrollo de mecanismos para el reconocimiento de las mujeres indígenas rurales como sujetos sociales de derechos. Lo antes expuesto dará las bases para discutir sobre políticas de igualdad de oportunidades y de acciones afirmativas para las mujeres en situaciones de especial vulnerabilidad o discriminación y promover el empoderamiento de las mujeres para que ellas asuman su condición de sujetos de derechos, conozcan esos derechos y los beneficios.
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Perspectivas y retos de las sociedades rurales, por: Lucía Álvarez, Marco Tulio Santos y Erick Saavedra Introducción Actualmente todo es pensado para evitar el contacto físico, deshumanizado. En las guerras, se dejan caer las bombas desde 15.000 mts., de altura, y las políticas económicas se piensan y aplican por personas que residen en un hotel de 5 estrellas, muy lejos de las personas que quedarán destruidas o afectadas de tales decisiones, más allá de que el lema del Banco Mundial u otras instituciones internacionales sea "nuestro sueño es un mundo sin pobreza"..Traducido a números, actualmente unos 1.200 millones de personas en el mundo, viven con menos de 1 U$S diario, al mismo tiempo que 2.500 millones de personas viven con menos de 2 U$S diarios. Suman, las dos partes, más de un 60% de la población mundial... Cerca de 4.000 millones de personas habitan en la pobreza más total, es decir, 4,000 de 6,000 millones de habitantes en el mundo. Guatemala por su puesto no se excluye de esto, puesto que el mayor porcentaje de población total, se puede caracterizar como “Rural” y con aproximadamente el 70% de la población viviendo en condiciones de pobreza, resaltando que aproximadamente el 15% se puede describir en condiciones de pobreza extrema. A continuación haremos un breve recorrido por las condiciones actuales en el ámbito nacional e internacional con respecto de la globalización y sus efectos en la sociedad, incluyendo algunas observaciones sobre las perspectivas y retos hacia el futuro.
Contenido Empezaremos dentro del marco teórico definiendo lo rural y lo urbano. Globalización y medio rural 85
Para fines de este estudio definiremos el área rural, como los lugares poblados que se reconocen oficialmente con la categoría de aldeas, caseríos, parajes, fincas, etc., de cada municipio que incluye la población dispersa, según acuerdo gubernativo del 7 de abril de 1938 y consideraremos como área urbana las ciudades, villas, y pueblos (cabeceras departamentales y municipales) así como aquellos otros lugares poblados que tienen la categoría de colonia o condominio y los mayores de 2,000 habitantes, siempre que en dichos lugares el 51% o más de los hogares disponga de alumbrado con energía eléctrica y de agua por tubería (chorro) dentro de sus locales de habitación (vivienda). Al igual que los censos anteriores, se incluyó como área urbana todo el municipio de Guatemala.
La Sociedad Guatemalteca: Guatemala es aún un país rural, con poco más de la mitad de sus habitantes viviendo allí. Y es en el área rural en donde la pobreza se manifiesta con mayor énfasis debido especialmente a que se ha descuidado la inversión en las personas y en las comunidades, así como en la infraestructura para la producción de alimentos y otros bienes, mismas que se han concentrado en su mayor parte en las áreas urbanas, especialmente en la ciudad. Es evidente que una razón de esa pobreza es que se ha pretendido depender excesivamente del potencial agrícola del país, descuidando el apoyo que debiera darse a otras actividades productivas que indudablemente tienen viabilidad y posibilidades de generar más bienestar a los pobladores rurales, tal como sucede en el departamento de Totonicapán, en donde la agricultura ha dejado de ser la actividad principal, para convertirse en complementaria. En Totonicapán las familias rurales viven mejor que en otros departamentos, generando sus ingresos de servicios variados, como el comercio, las manufacturas, el turismo, las artesanías, las actividades forestales y pecuarias. La visión rural–agro ha sido causante de buena parte de la conflictividad socio–política en nuestra historia, y debemos entender y comprender que no es posible ni viable que la agricultura por si misma saque de la pobreza a millones de personas; siempre se necesitará más tierra que la disponible. A partir de los Acuerdos de Paz se discute la temática de la tierra, y se han implementado estrategias que necesitan perfeccionarse como la del Plan Visión de País, que ha sido elaborado y firmado por los partidos políticos con representación en el Congreso de la República, que plantea como novedoso que el desarrollo rural es un proceso de articulación entre los territorios rurales y los urbanos, con consideraciones diferenciadoras en cuanto a territorios, a través del desarrollo económico productivo basado en las cadenas productivas que tengan ventajas competitivas, en un ambiente multisectorial, como la agricultura, el turismo, y lo forestal.
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La identidad y Cultura en Guatemala Las identidades son producto de procesos históricos, ningún grupo se puede formar solo, sino que su cultura es producto de la interacción de unos con otros, combinados con el idioma, el vestido y las costumbres que van cambiando a través del tiempo por cambios en la tecnología, la política y por procesos migratorios. La nación guatemalteca es multiétnica, pluricultural y plurilingüe. Los pueblos Maya, Ladino, Xinka y Garífuna conforman una nación caracterizada a lo largo de su historia por la diversidad cultural y lingüística. El reconocimiento oficial de esa diversidad se inición en la Constitución Política de la República de 1985 y cobró importancia con la firma de los Acuerdos de Paz (CPRE, 1998). La presencia de los Pueblos Maya y Xinka en el territorio que hoy es Guatemala data de la época prehispánica. La población ladina se originó durante el siglo XVI, primer siglo de la colonización española, como producto del mestizaje entre habitantes pertenecientes a los Pueblos originarios y los colonizadores españoles. La población fenotípicamente negra arribó en el período colonial (1524-1821). En Guatemala se reconocen 22 etnias que viven distribuidos en forma desigual por todo el país, los indígenas están la mayor parte concentrados en el altiplano del país. La K’iche’, la Q’eqchi’, la Kaqchikel y la Mam, representan el 81% del total de la población indígena. El 75% de la población garífuna se concentra en tres municipios, al igual que el 70% de los Xincas. La sociedad rural es un concepto aún con problemas de definición, principalmente por el área y su expansión a través de la innovación. Cuando se trata de describir la sociedad rural, encontramos que es semejante a decir población en condiciones de pobreza, población rural, población local, área rural, territorio rural, región.
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En búsqueda del logro de la paz y el desarrollo se han tomado las siguientes políticas y estrategias.
Políticas y estrategias de los gobiernos Guatemaltecos: A partir de la firma de la paz el Estado y los diferentes gobiernos posteriores a está, han reconocido acerca de la importancia de la identidad y derechos de los pueblos indígenas ya que es fundamental para la construcción de una nación de unidad nacional multiétnica, pluricultural y multilingüe. El respeto y ejercicio de los derechos políticos, culturales, económicos y espirituales de todos los guatemaltecos, es la base de una nueva convivencia que refleje la diversidad de la Nación. • Los acuerdos de paz. • Ley de los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural. • Código Municipal • Ley General de descentralización. El 25 de mayo de 1986, los presidentes de Centroamérica en la Declaración de Esquipulas I declaran que la paz en América Central sólo puede ser fruto de un auténtico proceso democrático pluralista y participativo que implique la promoción de la justicia social, el respeto a los derechos humanos, la soberanía e integridad territorial de los Estados y el derecho de todas las naciones a determinar libremente y sin injerencias externas de ninguna clase, su modelo económico, poítico y social, entendiéndose esta determinación como el producto de la voluntad libremente expresada por los pueblos. De Globalización y medio rural 89
esta manera comienza el camino por la búsqueda de la paz y el desarrollo de la democracia en el país. Se establecen distintos acuerdos que marcan el inicio marcan el inicio del camino hacia el Proceso de Paz: • Acuerdo de creación de la (Guatemala, septiembre 1987)
Comisión
Nacional
de
Reconciliación
• Acuerdo de Oslo (Noruega, marzo 1990) • Acuerdo de México (México, abril 1991) • Acuerdo de Querétaro (México, julio 1991) Posterior a estos acuerdos, en 1994, se inicia el llamado Proceso de Paz donde cobran vida los Acuerdos de Paz. Protección a las tierras y las cooperativas agrícolas indígenas. Las tierras de las cooperativas, comunidades indígenas o cualesquiera otras formas de tenencia comunal o colectiva de propiedad agraria, así como el patrimonio familiar y vivienda popular, gozarán de protección especial del Estado, de asistencia crediticia y técnica preferencial, que garanticen su posesión y desarrollo, a fin de asegurar a todos los habitantes una mejor calidad de vida. Las comunidades indígenas y otras que tengan tierras que históricamente les pertenecen y que tradicionalmente han administrado en forma especial, mantendrán ese sistema (Art. 67). Tierras para comunidades indígenas. Mediante programas especiales y legislación adecuada, el Estado proveerá de tierras estatales a las comunidades indígenas que las necesiten para su desarrollo. (Art. 68). Los retos de la poblacion rural ante el desafío de la globalización Los principales retos para los pobres de las zonas rurales pueden agruparse bajo los epígrafes de factores políticos, económicos, sociales y ambientales. La relación de causalidad es compleja, los efectos no siempre son negativos y de los retos surgen oportunidades. Entre los cuatro desafíos principales están: la globalización y los obstáculos a la entrada en los mercados internacionales competitivos, los mercados de trabajo, las políticas internacionales de desarrollo y el cambio climático. (Nigel Poole) Stiglitz manifiesta que la población está cambiando su forma de pensar ante los acontecimientos que no han dado un buen resultado ante la búsqueda del desarrollo. Actualmente el desarrollo tiene nuevas perspectivas y una de las principales es la equidad, la justicia, la democracia y la participación. Con ello se puede visualizar que existe un cambio de forma de nuevas alternativas para la sociedad rural, dando énfasis a la nueva ruralidad, la intervención orientada al desarrollo rural con políticas macroeconómicas, organización sobre la base territorial, nuevas instituciones para proveer servicios al sector rural.
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No obstante se habla de promover el fortalecimiento del poder civil ya que este es una condición indispensable para la existencia de un régimen democrático.
El Apoyo de la comunidad internacional ante la búsqueda de la paz y el desarrollo. Al culminar el histórico proceso de negociación para la búsqueda de la paz por medios políticos, el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca dejan constancia de su reconocimiento a los esfuerzos nacionales e internacionales que han coadyuvado a la conclusión del Acuerdo de Paz Firme y Duradera en Guatemala. Resaltan el papel de la Comisión Nacional de Reconciliación, de la Conciliación, de la Asamblea de la Sociedad Civil, y de la Moderación de las Naciones Unidas. Valoran asimismo el acompañamiento del Grupo de Países Amigos del Proceso de Paz de Guatemala, integrado por la República de Colombia, el Reino de España, los Estados Unidos de América, los Estados Unidos Mexicanos, El Reino de Noruega y la República de Venezuela. En relación al desarrollo rural y sostenible, la Comunidad Europea, Taiwan y Japón entre otros, han estado apoyando en proyectos de ecodesarrollo e infraestructura principalmente. “No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados” (Adam Smith). El Desarrollo Humano y los objetivos del milenio: El desarrollo humano es un proceso que amplía la libertad y la capacidad que permite alcanzar una vida creativa y plena. Entendiendo que la capacidad de decisión y las acciones humanas están limitadas por las oportunidades sociales, económicas y políticas que le ofrece el entorno donde vive (PNUD, 2005). Por lo tanto, es necesario reconocer que el crecimiento económico, el incremento del comercio y de la inversión económica internacional y los avances tecnológicos son importantes, pero son sólo los medios para alcanzar el desarrollo, no son los fines. Uno de los objetivos de las Metas del Milenio para el 2015 es reducir la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre géneros, la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el SIDA, la malaria y otras enfermedades. Hasta el momento ninguna sociedad ha logrado alcanzar un desarrollo humano completo, ya que no es suficiente que en una sociedad algunos de sus miembros gocen de un alto nivel de desarrollo humano; la aspiración es que todas las personas alcancen el desarrollo, sin distinción de ningún tipo. Los informes de la SEPAZ y del PNUD, indican que el avance del cumplimiento de los objetivos ha sido muy lento y en algunos casos, inexistente. (Ver anexos) Globalización y medio rural 91
El tema socioeconómico Guatemalteco: El crecimiento económico de un país se mide por medio del Producto Interno Bruto, PIB. El PIB, es el valor total de la producción de bienes y servicios finales, sin incluir los bienes intermedios producidos durante un año y dentro de las fronteras del país. Para su generación se requiere de capital físico, recursos naturales, mercados, formación y capacitación, la tecnología, instituciones sólidas y estables, entre otros factores. Existen factores internos e internacionales que potencian o limitan su crecimiento como la globalización por ejemplo. Guatemala es un país de gente joven con alrededor de un 60% de la población menor de 25 años. Un rasgo distintivo nacional es el desigual grado de desarrollo y distribución de la población, con un norte, noroeste y suroeste que concentran la mitad de la población total y rural indígena, y que se definen por la peor situación nacional para ambas. Es un país mayoritariamente rural con una disfunción en el reparto de la tierra (2% de los dueños poseen el 65% de la tierra útil), un 35.8% de la población vive en pobreza con menos de 2 dólares diarios y un 15.2% se encuentra en una situación de extrema pobreza (menos de 1 dólar diario). Además, la región metropolitana genera por sí sola el 64% del PIB (Segeplan, 2005).
El tema de la salud en Guatemala: La Constitución Política de la República establece que la salud es un derecho fundamental y un bien público que debe ser disfrutado sin discriminación alguna. Además, instituye que el Estado tiene la responsabilidad de velar por la salud y asistencia social de todos los habitantes (artículos 93-95). Sin embargo, aunque en general la situación de salud de los guatemaltecos ha tendido a mejorar, hasta ahora esos derechos y obligaciones sólo se han ejercido y cumplido parcialmente. El problema de salud a nivel nacional es doble: el acceso a los servicios y la deficiencia con que son prestados. En el primer caso se incluye la dificultad para conseguirlos en cabeceras municipales, en contraste con la concentración en la región metropolitana (más de tres cuartas partes de los médicos). La deficiencia contrasta con la difusión de enfermedades y la cantidad de población que las padecen. Así las más importantes entre la población pobre se identifican, por orden de importancia, con vías respiratorias, desnutrición, problemas gastrointestinales y paludismo. Los problemas gastrointestinales se relacionan con la escasez de agua potable y saneamiento ambiental. Como soporte al marco teórico se harán comentarios sobre los siguientes temas: • La convergencia de modelos estructurales del desarrollo. • La perspectiva de la libertad. Globalización y medio rural 92
• Camino hacia el futuro. • Hacia una globalización con rostro más humano. • Cómo hacer que funcione la globalización.
La convergencia de modelos estructurales del desarrollo: (Un Extracto Del libro “Sociología del Desarrollo: Una perspectiva centrada en el Actor” Por Norman Long) A pesar de diferencias obvias en ideología y vestimentas teóricas, hasta hace poco, dos modelos estructuralistas han ocupado la escena central de la sociología del desarrollo: la teoría de la modernización y la economía política y las dos presentan ciertas similitudes paradigmáticas, al tiempo que comparten debilidades analíticas. La teoría de la modernización plantea el desarrollo de la sociedad “moderna” como un movimiento progresivo, hacia formas más complejas e integradas desde el punto de vista tecnológico e institucional. Este proceso es activado y mantenido mediante la paulatina y creciente inserción en los mercados de mercancías y en una serie de intervenciones que involucran la transferencia de tecnología, conocimiento, recursos, y formas de organización del mundo más “desarrollado” o sector de una país hacia las partes menos “desarrolladas”. De esta manera la sociedad tradicional es impulsada hacia el mundo moderno y poco a poco sus patrones económicos y sociales adquieren instrumentos de “la modernidad” aunque no sin sobre saltos institucionales (es decir, lo que a menudo ha sido denominado “obstáculos sociales y culturales al cambio”). Por otro lado las teorías marxistas o neo-marxistas de la enconomia política acentúan la naturaleza explotadora de esto procesos para aumentar el nivel de extracción o plusvalía y la acumulación de capital, y los atribuyen a la tendencia expansionista inherente al capitalismo mundial y su necesidad constante de abrir nuevos mercados. Aquí la imagen es de intereses capitalistas, extranjeros y nacionales que subordinan (y que probablemente a la larga minan) los modelos y relaciones de producción no capitalistas y los integran a un tejido desigual de relaciones económicas y políticas. Aunque ha variado las coyunturas y el grado de integración de los países a la economía política mundial, el resultado es estructuralmente similar. Son obligados a unirse a la “hermandad de naciones” en condiciones no determinadas por ellos, si no por “socios” mas adinerados y poderosos en el terreno político. Son ahora reconocidas en extenso tanto por sociólogos como por economistas políticos, gran parte de la teoría social actual, permanece casada con el universalismo, la linealidad y las posiciones binarias (Alexander, 1995, 6-64, citado por Long). Lo que claramente se pierde aquí es el esfuerzo por analizar a fondo las maneras intrincadas y variadas en que las viejas y nuevas formas de Globalización y medio rural 93
producción, consumo, sustento e identidad se entrelazan y generan modelos heterogéneos de cambio económico y cultural. Dos intentos diferentes, aunque a la vez desafiantes, de ofrecer al marco analítico es la reconceptuación de los cambios rurales en el Reino Unido (Constructing the contryside) de Mariden y colaboradores y el análisis de smith (1999:131-191) de los procesos de reestructuración socioeconómica en las regiones de España e Italia en su libro confronting the present. Otros teóricos contemporáneos se han dedicado a reformular el análisis para incluir acontecimientos más explícitos de la globalización. Por ejemplo Preston (1996: 273-293) distingue tres vías para teorizar el sistema global: 1) un posmodernismo orientado al mercado, basado en el conocimiento y el punto de vista de consumo global/estilos de vida; 2) mediante la aplicación de la teoría marxista de la dependencia para explicar los cambios de los modelos globales de capitalismo y los cambios en el destino de bloques particulares de poder económico y político (como el hundimiento del sistema soviético y el surgimiento de las vicisitudes posteriores en los países asiáticos orientales, y 3 mediante un esfuerzo por hacer nuevas interpretaciones del cambio estructural por medio de la identificación de lo que preston designa “una lógica de interdependencia global siempre mayor” entre grupos que ocupar nichos específicos en la escena global y que intentan identificar problemas comunes y que ejercen presión para el establecimiento de acuerdos globales negociados y estructuras reguladoras. La apreciación de Preston cita Norman Long, del análisis estructural lo llevo a una conclusión similar: lo que necesitamos es dejar atrás las posiciones estructurales a favor de un análisis enfocado en el agente o actor.
El Camino hacia el futuro: La globalización para algunos pobres del mundo no funciona y otros piensan que la solución es abandonar la globalización. La globalización ha producido grandes beneficios (aunque también puede globalizar grandes problemas) y ha propiciado que las diferentes naciones luchen por la instauración en todo el mundo de la democracia. Entonces, parte del problema de la globalización radica en sus “árbitros”: el BM, el FMI y la OMC., en sus intereses e ideología. La falta de transparencia afecta a cada una de las instituciones internacionales, aunque en todas ellas se presente de manera distinta. Por ejemplo, en el ámbito bancario, la falta de transparencia es lo común: pensemos por qué existen paraísos fiscales (como las Islas Caimán) donde la evasión fiscal y el lavado de dinero es diario, y sólo después del 11 de septiembre se reconoció que entre esas actividades ilegales, figuraba la financiación del terrorismo. En Guatemala la falta de transparencia como en el caso del Banco del Café – BANCAFE- y del Banco de Comercio, se apropiaron de los depósitos de los cuentahabientes. El mayor desafío no radica simplemente en las propias entidades, sino también en los esquemas mentales: un típico presidente del Globalización y medio rural 94
Banco Central de un país, empieza su jornada laboral pensando en las cifras de inflación, pero nó por las de pobreza extrema.No obstante, numerosos analistas sugieren que han percibido la realidad política imperante, y que deben cambiar su retórica si quieren sobrevivir. El secreto y la falta de transparencia socavan a la democracia. Entonces ¿abolir el Fondo es la solución? Sostiene Stiglitz que de ser así, sería creada otra bajo diferentes formas. Queda la esperanza, entonces, de que estas instituciones internacionales sean rediseñadas en beneficio de los países en desarrollo. El mundo precisa de ellas, y aunque las ya existentes probablemente hayan tratado de evolucionar de acuerdo a las necesidades específicas dentro de sus campos de acción, en el mundo globalizado también se globalizan los problemas y la miseria, y de ahí la importancia de una acción a conciencia colectiva y global.
Se requiere de un cambio en la gobernanza: Hasta aquí hemos atribuido las fallas de la globalización al hecho de que, al fijar reglas del juego, los intereses y esquemas mentales comerciales y financieros parecen haber prevalecido en las instituciones económicas internacionales. Ha predominado una visión concreta del papel del Estado y los mercados, una visión que no es universalmente aceptada en los países desarrollados pero que es impuesta en los países subdesarrollados y las economías en transición, Guatemala no escapa a esta situación, Guatemala necesita un cambio en su forma de gobernar.
Acerca de la ayuda y la condonación de la deuda: La forma en que se concede a menudo la ayuda por las instituciones internacionales imponiendo una serie de condiciones, crea obstáculos frente a las transiciones efectivas. Algunos opinan que se debería poner en práctica la “selectividad”, es decir, la concesión de ayuda a países con antecedentes probados, permitiéndoles que escojan por sí mismos sus propias estrategias de desarrollo. De esta manera se ejercer impactos significativos tanto en la promoción del crecimiento como en la reducción de la pobreza. Los países en desarrollo no sólo necesitan recibir ayuda, sino un aumento de la misma. Debe existir una base de financiación, de ayuda sostenida, libre de las políticas de los Estados Unidos y otros poderosos. Para esto, se han planteado diversas soluciones; por ejemplo, al fundarse el FMI se creó una suerte de “moneda internacional”: los Derechos Especiales de Giro (SDR). La emisión de SDRs para financiar bienes públicos globales podría colaborar en el mantenimiento del vigor de la economía global, al mismo tiempo que asiste a alguno de los países más pobres del mundo. Una segunda propuesta comprende el uso de ingresos a partir de los recursos económicos globales para sufragar la financiación.Recientemente, la tensión se ha concentrado en la condonación de la deuda. Sin dicha condonación, Globalización y medio rural 95
muchos países en desarrollo no podrían crecer. Un elevado porcentaje de las exportaciones se destina a pagar a los países desarrollados sus préstamos. La organización Jubileo 2000 tuvo éxito, con el respaldo de la Iglesia en conseguir muchos más compromisos en pro de la condonación de la deuda. A fines del 2000, veinticuatro países habían condonado deudas.
Hacia una globalización con un rostro más humano: No sólo se trata de cambiar estructuras internacionales. El propio esquema mental entorno a la globalización debe modificarse. Pero la globalización mal gestionada trae consigo una consecuencia mucho peor: la amenaza a la identidad y los valores culturales. Se debe llegar a un proceso globalizador más gradual, en donde las instituciones tradicionales no sean arrolladas. Hay malestar en la globalización; y si bien trajo muchos beneficios, los más beneficiados fueron aquellos países que se hicieron cargo de su propio destino y no creyeron en un mercado autorregulado que “resuelve problemas”. Es simple: si la globalización sigue gestionada como lo está, sólo generará más pobreza y más inestabilidad. Si logramos cambiarla, entonces podremos decir que el malestar en la globalización no fue en vano. Mientras tanto, y como expresó Keynes, de seguir así “a largo plazo, todos estaremos muertos”. Pero Keynes fue acusado de socialista; por fortuna hay muchas personas en el mundo que reconocen estos problemas, y voluntad política para cambiarlos no les falta. Se necesitan políticas para un crecimiento democrático. Ésta es la razón del desarrollo.
sostenible,
equitativo
y
El desarrollo no consiste en ayudar a unos pocos individuos a enriquecerse o en crear un puñado de absurdas industrias protegidas que sólo benefician a la elite del país; no consiste a traer a Prada y Benetton, Ralph Lauren o Louis Vuitton para los ricos de las ciudades, abandonando a los pobres del campo a su miseria. El que se pudieran comprar bolsos de Gucci en los grandes almacenes de Moscú no significó que el país se había vuelto una economía de mercado.
¿Desarrollo sin libertad? Actualmente se está afirmando que la libertad está intimamente relacionada con el desarrollo y que una no podrá subsistir sin la otra. La cuestion no es la capacidad para vivir eternamente, como decía Maitreyee –bendita sea-, si no la capacidad para vivir en realidad mucho (sin morir en la flor de la vida) y para vivir bien mientras se este vivo, y no para vivir una vida de miseria y de privacion de libertad. El desarrollo consiste en transformar las sociedades, mejorar las vidas de los pobres, permitir que todos tengan la oportunidad de salir adelante y acceder a la salud y a la educación. Globalización y medio rural 96
Sen también nombra a Aristóteles quien mencionó que la riqueza no es el bien que buscamos, pues no es mas que un instrumento para conseguir algún otro fin. La renta y la riqueza son deseables, en si mismas son de uso general para tener mas libertad, para llevar el tipo de vida que tenemos razones para valorar. La utilidad de la riqueza reside en las cosas que nos permite hacer. Es necesario examinar e investigar los fines y los medios de desarrollo para comprender mejor el proceso de desarrollo. El desarrollo tiene que ocuparse más de mejorar la vida que llevamos y las libertades de que disfrutamos. Los procesos hacen posible la libertad de acción y de decisión como las oportunidades reales que tienen los individuos de acuerdo a sus circunstancias personales y sociales. Estos aspectos son contrastantes. Hay que poner atención a la expansión de las capacidades de las personas para llevar el tipo de vida que valoran y que tienen razones para valorar esto se puede lograr por medio de medidas publicas o por el uso eficaz de las capacidades de participación de los individuos, está relación bilatearal es fundamental. También hay que tomar en cuenta la evaluación y la eficiencia. El éxito de una sociedad ha de evaluarse principalmente en función de las libertades fundamentales de que disfrutan sus miembros. Se menciona el término ¨agente¨como la persona que actua y provoca cambios y cuyos logros se pueden juzgar en función de sus propios valores y objetivos, independientemente de que los evaluemos o no también en función de algunos criterios externos. La falta de renta y la falta de capacidades suelen guardar considerables relaciones por lo que es importante concebir que prestando atención a la primera se obtendrá automaticamente suficiente información sobre la segunda. El papel de la renta y de la riqueza por importante que este sea, junto con otras influecias tiene que integrarse en un análisis más amplio y completo del éxito y de las privaciones. Y qué de la pobreza. Se entiende a la pobreza como la privación de capacidades elementales, básicas y no sólo como una renta baja. Hablando de seguridad social este debería de compensar la perdida de renta de los parados ya que el paro no es solo una falta de renta que puede compensarse con transferencias del estado, también puede tener trascendentales y negativas consecuencias para la libertad individual, la inciativa y las cualificaciones. Otro efecto importante es que el paro contribuye a la exclusion social de algunos grupos y provoca la pérdida de independencia, de confianza en uno mismo y de salud mental y física.
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Comentarios finales del grupo respecto de las perspectivas y retos de la sociedad Guatemalteca ante la Globalización. Aprendizaje por interacción Un desafío para el Luiz Carlos Bedushi filho Extracto del Imaginando el
libro bien
desarrollo
“Políticas público en
de
las
regiones
rurales
Públicas como objeto social” el desarrollo rural latinoamericano
Según filho, el desarrollo rural en América Latina y el Caribe enfrenta actualmente una búsqueda permanente por nuevos abordajes metodológicos para la superación de los desafíos cada vez más complejos que marcan los espacios rurales. Uno de estos abordajes emergentes es el enfoque territorial del desarrollo rural (DTR). Para Schejtman y Berdegué el DTR es un proceso simultáneo de cambio institucional y productivo en determinadas localidades orientado a superar la pobreza. Fruto de la (re) valorización de la importancia de la dimensión espacial en los fenómenos socioeconómicos ( Piore y Sabel 1984; Bagnasco y triglia 1988), el enfoque territorial del desarrollo es cada vez más aceptado como una ruta prometedora para superar las limitaciones que impiden el desarrollo de las áreas rurales. Sin embargo como sugiere Favereto (2009) lo que parece estar pasando es mucho más que una renovación retórica, que todavía no se ha reflejado en transformaciones institucionales en la renovación métodos e instrumentos para la implementación del enfoque del terreno. Las criticas de Meyer-Stamer (2004) sobre la aplicación indistinta del enfoque del Desarrollo Económico Local (DEL) en América Latina también son un importante alerta para los formuladotes de políticas. Para este autor, el énfasis del DEL esta mucho mas orientado a la dimensión de policies que a la de politics, lo que genera recomendaciones genéricas de políticas que, una vez implementadas, no responden a las reales demandas y oportunidades de los territorios. Argumentación similar es la formulada por Evans (2003) al sugerir la emergencia de una verdadera “mono-cultura institucional” , es decir, “una imposición de versiones idealizadas de instituciones angloamericanas, basadas en planeamientos, cuya aplicabilidad presumiblemente trasciende las culturas y circunstancias nacionales. La principal conclusión es que la conformación de arreglos institucionales en los territorios rurales que permiten y estimulan procesos de aprendizaje por interacción entre los actores es condición fundamental para la emergencia de procesos localizados de desarrollo. Es a través de la interacción en espacios públicos de deliberación que los actores logran identificar oportunidades de Globalización y medio rural 98
cooperación que se materializan en proyectos que moldean los territorios. Concluye Filho indicando, las experiencias analizadas en el capitulo, lo que tienen en común es la apuesta explícita por la diversificación de la participación social en la promoción del desarrollo: participan agricultores y no agricultores, organismos públicos y privados, con o sin fines de lucro, en arreglos que involucran un conjunto de municipios. Adoptan además una orientación que esta de acuerdo al “enfoque de capacidades” que sugiere Amartya Sen (2000) que defiende con firmeza la importancia de la creación y el fortalecimiento de instituciones que promocionen “debates e intercambios públicos”. Esta diversificación social, organizacional y geográfica, sin embargo no es para nada fácil de lograrse. De hecho parece ser mucho más la excepción de la regla. En general, las experiencias de desarrollo rural que se sostienen en arreglos organizacionales localizados tienen un sesgo sectorial (agrícola) muy marcado. Los autores de la corriente optimista sostienen que los intereses de los actores sociales tradicionalmente excluidos de los procesos de decisión pasan a ser considerados, y lo gestores de políticas públicas y las burocracias gubernamentales son incluidos a tomar decisiones llevando en cuenta dichos intereses. Para ellos, los foros participativos, favorecen y perfeccionan la participación política y dificultan la manutención de formas autoritarias de decisión y relaciones clientelistas entre gobiernos y sociedad. De toda forma como sugiere culpepper (2005) la emergencia de “instituciones de gobernanza colaborativa descentralizada” puede ser considerada una de las principales innovaciones ocurridas en los países desarrollados en los últimos 20 años. Estas instituciones se caracterizan por: a) promover interacciones constantes en un dominio político dado entre actores gubernamentales y no gubernamentales; b) operar fundamentalmente; y c) los actores estatales no monopolizan la definición de los problemas o de los métodos de implementación de acciones para enfrentarlos. En conclusión: el énfasis está en la capacidad que tienen los actores de aprender a partir de interacción y de la puesta en marcha de proyectos negociados y concensuados en la diversidad de opiniones. La globalización es inevitable y puede tener efectos generales, mundiales, muy beneficiosos, pero comporta grandes riesgos. A la globalización también hay que aplicarle el criterio de sostenibilidad. Una globalización salvaje y sin normas ni límites podría ser muy negativa. El cambio que más pronto se requiere para que la globalización funcione como debiera, es un cambio en el modo de gobernar. Esto supone un cambio en los derechos de votos en las instituciones internaciones que garantice que no sólo
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sean las voces de los países más poderosos las escuchadas ni en base al capital que aportan. La reforma de la OMC demandará reflexionar acerca de una agenda comercial más equilibrada y que preste especial atención a los países subdesarrollados. La UE, por ejemplo, ya ha dado un primer paso con su iniciativa “todo salvo armas”, que permite la libre importación en Europa de todos los bienes de los países más pobres, excepto armas. Es un importante paso aunque no resuelve todas las quejas de los países más pobres: ellos siguen sin poder competir con la sumamente subsidiada agricultura europea. Podríamos concluir entonces indicando que el reto para Guatemala es tomar el reto de la Globalización aceptando las ventajas que esta puede traer para nuestro de desarrollo, tratando de no perder nuestra identidad pero cuidando que esto no se convierta en una barrera y más aún, aprovecharla como ventaja comparativa para de una vez por todas poder insertarnos en el concierto de las naciones como nuestro país y nuestro pueblo se lo merece. Guatemala puede y seguirá siendo rural por mucho tiempo, pero con un cambio fundamental: acercar los servicios de salud y educación a los ciudadanos rurales, y apoyando en capacitación e infraestructura para las nuevas actividades productivas que deberán enfocarse en el turismo rural, las manufacturas y artesanías, lo forestal y, por supuesto, en lo agropecuario, pero con acompañamientos que ayuden a una mayor productividad en estas áreas. Este reenfoque de la producción rural requerirá de inversiones importantes, las que a su vez generarán empleo. A la gente del área rural hay que darle una respuesta digna y eficaz. O seguimos generando expectativas difíciles de cumplir en lo puramente agrícola, o abrimos la agenda a nuevas opciones que permitan garantizar un mejor nivel de vida futura y un aliciente para de inmediato incluir los servicios que garanticen un mejor nivel de vida. La visión de desarrollo debe centrarse en ampliar las opciones que las personas necesitan para llevar una vida digna y productiva conforme a sus necesidades e intereses. Y ésta debe coincidir con la visión de los derechos humanos: La Libertad (PNUD, Colombia). Esta visión de desarrollo debe de estar basada no solo sobre los recursos y capital, sino que sobre una transformación de la sociedad. El mayor desafío a tomar en cuenta es sobre la sostenibilidad del medio ambiente, la disminución de la pobreza, la promoción de la democracia y en la búsqueda de un comercio justo. Para finalizar, debemos recordar que La Républica de Guatemala está constituida por cuatro pueblos, el Maya, el Ladino, el Xinca y el Garífuna, El reto de éstos pueblos y de las sociedades rurales que los conforman es complejo, debido a la composición multiétnica, pluricultural y plurilingüe. La población rural debe de luchar por agruparse e incertarse en los ambitos político, económico, social y de sostenibilidad ambiental y de ésta manera Globalización y medio rural 100
hacerse de nuevas perspectivas como la equidad, la justicia, la democracia y la participación. No obstante, el gobierno Guatemalteco debe de facilitar los espacios de participacíón a las sociedades rurales, se requiere de nuevas instituciones o un cambio en la gobernanza de las mismas para proveer servicios al sector rural, incluyendo políticas públicas y políticas macroeconómicas en búsqueda de un comercio justo. Es necesario examinar e investigar con mayor atención, los fines y los medios del desarrollo, para comprender mejor su proceso y poder usar eficientemente las capacidades de participación de la sociedad rural y civil. El fortalecimiento del poder civil es una condición indispensable para el desarrollo.
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Conclusiones Hemos dicho que el sector rural de Guatemala tiene tres funciones básicas a nivel de país. Primero, debe hacer un aporte al producto interno bruto; segundo, tiene una función social, vista su importancia en el mejoramiento de la calidad de vida y la seguridad alimentaria y tercero por su relación estrecha con el uso y aprovechamiento de los recursos naturales. Dado que la mayoría de la población guatemalteca vive en el medio rural, el diseño de las políticas rurales influye directamente en las posibilidades de logro de los Objetivos del Milenio en el país. Hemos señalado también que hasta ahora, de acuerdo con el monitoreo que hace la ONU, (2009) se estima que es posible pensar que el proceso de desarrollo rural en Guatemala puede llevar a la erradicación de la pobreza y el hambre, dar acceso universal a la educación al menos a nivel primario y reducir la mortalidad infantil. Sin embargo, no hay certeza del resultado del desarrollo rural en términos de la equidad de género, el combate al SIDA, la malaria y otras enfermedades. No se percibe claramente que sea posible asegurar la sostenibilidad ambiental o desarrollar asociaciones globales para el desarrollo. De acuerdo con la ONU, no se están teniendo resultados aceptables en cuanto a salud materna. La globalización es el proceso de eliminación de las barreras a los flujos de bienes, servicios, capitales, conocimientos y en un menor grado personas, a través de las fronteras, genera diferentes niveles de integración de los países y los pueblos del mundo, debido a la enorme reducción de los costos de transporte y comunicación. El desarrollo de buenas políticas y de buenas instituciones para el medio rural de Guatemala, debería permitir aprovechar las posibilidades de la globalización a favor de la mayoría de los guatemaltecos, que viven en zonas rurales y experimentan situaciones de precariedad o de pobreza. Por su parte, las organizaciones sociales y las entidades del gobierno, deberían buscar la manera de aprovechar el proceso de globalización, a favor de expandir las libertades de las mayorías para lograr la forma de vida que aprecian y consideran deseable y de esta manera, superar la pobreza en el país (Sen, 2000) y así lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio para el país (ONU, 2009). Para la mayoría de los guatemaltecos, la globalización no ha funcionado. La violenta reducción de la presencia del gobierno en el medio rural, que implicó la reducción del personal del MINAG de 20,000 a 2,000 empleados, seguramente ayudó a mejorar las finanzas del gobierno, pero no ha mejorado las finanzas de las familias rurales, que han visto crecer la pobreza, la desnutrición y la vulnerabilidad. La falta de asistencia técnica y de programas Globalización y medio rural 103
que promuevan activamente el bienestar social, explican en buena medida este resultado. A pesar de este balance general más bien negativo, la globalización ofrece algunas posibilidades que podrían ser aprovechadas por las organizaciones sociales y las entidades del gobierno.
Transformaciones institucionales En un período relativamente corto, las instituciones para el medio rural en Guatemala, se han transformado profundamente. Después de haber sido protagonistas del proceso de desarrollo rural, las instituciones del gobierno juegan cada vez más un papel de árbitro para facilitar las relaciones entre iniciativas particulares, y otros agentes han adquirido mayor protagonismo en un medio rural más orientado por los mecanismos de mercado que por una política explícita. La oportunidades para establecer los acuerdos sociales necesarios para enfrentar la globalización y usarla a favor de los guatemaltecos, han estado restringidas. La iniciativa temprana de formar un Mercado Común Centroamericano en los años 1970s, se truncó por los conflictos armados en Guatemala, El Salvaudor y Nicaragua. Una vez superados esos conflictos, las crisis económicas regionales, como el llamado "efecto tequila" y el "efecto caipirinha", distorsionaron el funcionamiento de las economías y justificaron la aplicación del llamado "Ajuste Estructural", que para el caso de Guatemala, significó la “oportunidad” de financiar la recuperación del ritmo de desarrollo, a cambio de que se adoptaran las políticas emanadas del Consenso de Washington (entre el FMI, BM, BID y el Tesoro de los Estados Unidos). Dichas políticas consistieron básicamente en mantener el tipo de cambio, reducir el déficit fiscal y privatizar los activos propiedad del gobierno. Para el medio rural guatemalteco, la globalización ha significado un adelgazamiento de las instituciones y un énfasis fuerte en las agroexportaciones, en especial de cultivos distintos a lo que han sido las exportaciones tradicionales de café, banano, algodón, carne, azúcar y tabaco. Este énfasis en la generación de divisas a partir del campo, ha sido a costa de una atención reducida a las funciones social y ambiental del medo rural y a una desatención a la economía de las familias de medianos y bajos ingresos que lo habitan. Con un índice de Gini respecto a la propiedad e la tierra de 0.83, Guatemala tiene una de las estructuras de tenencia de la tierra más desiguales del continente americano. Para reactivar el proceso de desarrollo rural, es necesario redistribuir la tierra. Sin embargo, se estimó que no existen las condiciones políticas para que el gobierno se hiciera cargo directamente de la redistribución de la tierra, por lo cual a partir de 1986, se promovió el Globalización y medio rural 104
desarrollo del mercado de tierras, con la intención de que las propiedades manejadas menos intensivamente, pasen a manos de productores organizados que desarrollen mejor su potencial productivo y puedan adquirir un patrimonio. Para esto, se creó el Fondo de Tierras, que inició un experimento novedoso de "reforma agraria asistida por el mercado". El Fondo de Tierras, otorga a los grupos de productores pobres organizados, créditos para la adquisición de tierras y para contratar servicios de asesoría técnica y de mercadeo.
Los desafíos El 92% de los productores rurales guatemaltecos, son pequeños. Una buena parte de la población rural, no tiene tierra. En el contexto de cambios profundos en las instituciones rurales, que la globalización ha producido, el principal desafío que enfrentan los pequeños productores, es el lograr refuncionalizarse, de modo que puedan obtener los medios para mantener a flote las economías familiares y comunitarias. Con una reducción notable de las instituciones de gobierno, los pequeños productores deben desarrollar sus propias estrategias para obtener las inversiones, la tecnología y los canales de acceso al mercado que son necesarios para tener viabilidad. Un desafío mayor que enfrentan los pequeños productores, es lograr un mayor acceso a la tierra por la vía del mercado, lo cual plantea la necesidad de desarrollar mecanismos de financiamiento suficientes para lograr una distribución más eficiente de la propiedad.
Nueva ruralidad La globalización, ha permitido que la economía y el modo de vida de las comunidades rurales, agreguen otros elementos, además de la producción agrícola. El nuevo espacio rural guatemalteco, presenta nuevas opciones, que incluyen la emergencia de pequeñas empresas familiares de tipo industrial, comercial o de servicios. La mejoría en las comunicaciones y los transportes, abre nuevas oportunidades de negocios para estas unidades económicas emergentes. El emprendimiento de nuevas actividades productivas, está aumentando la capacidad de agencia de la población rural y en especial de sectores tradicionalmente excluidos, como son las mujeres y los jóvenes. Este aumento en las capacidades de agencia, plantea la posibilidad y la necesidad de emprender una descentralización democrática de la gestión pública en el medio rural, que es posible que se lleve a cabo en un futuro próximo.
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La emergencia de temas ambientales como son la importancia de conservar la diversidad biológica, regular los flujos hidrológicos o combatir el cambio climático global, plantean también nuevas posibilidades para el medio rural. Estas posibilidades, se amplían más aún con el incremento de la participación de las mujeres en la gestión económica, social y política y con la ampliación del papel de las organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, para aprovechar estas posibilidades, será necesario desarrollar esquemas eficaces de apoyo a las nuevas actividades productivas rurales, de modo que cuenten con contactos, asistencia técnica y jurídica, canales de financiamiento y comercialización.
Superación de la pobreza En Guatemala hay propuestas innovadoras que han abierto a la población local nuevas oportunidades de desarrollo social y económico. Se tienen por ejemplo, buenas experiencias de producción orgánica a nivel comunal, que han aprovechado las oportunidades que la liberalización comercial ha abierto. Muchas familias han desarrollado sus propios esquemas de trabajo a domicilio o maquila, que les ha permitido mejorar sus ingresos. Se observa poca relación entre los programas del gobierno y las necesidades y expectativas locales. Esta claro que los programas de gobierno no eliminarán por sí mismos la pobreza. En el nuevo arreglo institucional de Guatemala, los programas de gobierno no se plantean eliminar la pobreza por sí mismos, sino que se orientan a generar las condiciones para que sean los agentes sociales los que tomen la iniciativa. En estas condiciones es necesario reforzar e incrementar la capacidad de agencia a nivel local, para superar la pobreza.
Perspectiva de género Para que el sector rural de Guatemala cumpla su triple función económica, social y ambiental, es fundamental promover afirmativamente la participación de las mujeres en los ámbitos cultural, político, social y económico. Esto es así, tanto por razones de justicia y equidad, pues no es posible pensar en el desarrollo rural teniendo en cuenta solamente a la mitad de la población, pero también por que la participación activa de las mujeres incrementa sustancialmente la capacidad de agencia de sus comunidades y por lo tanto las posibilidades de desarrollo del conjunto de la comunidad. La acción afirmativa a favor de las mujeres, debería incluir entre otras cosas, esquemas de fomento a pequeñas y medianas empresas manejadas por
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mujeres, que incluyan apoyo técnico y jurídico, financiamiento y apoyo para el acceso a los mercados. Por otra parte, deben nivelarse las oportunidades dando acceso preferencial de las mujeres a la tierra y al crédito, y atención especial a sus necesidades de educación, salud materna y nutrición.
Perspectivas La globalización plantea retos muy fuertes al sector rural. Para aprovechar algunas de las oportunidades que presenta, es necesaria la construcción social de un modelo guatemalteco de globalización que sea consultado con los grupos afectados y que sea implementado de una manera pluralista, que incluya de manera explícita a los grupos tradicionalmente marginados, incluyendo a las mujeres, los jóvenes y las comunidades indígenas. Una inserción de Guatemala en la globalización, que genere beneficios para los guatemaltecos, demanda un cambio de mentalidad, que incluya pensar en términos globales y pensar en términos plurales. No es de esperarse que la globalización genere muchos beneficios, si en el diseño de las políticas y en la construcción de las instituciones, se privilegia solamente a los grupos privilegiados y si no se consideran las posibilidades que existen en las nuevas relaciones de Guatemala con el mundo. Si bien la globalización en Guatemala ha significado el retroceso en varios aspectos de la vida económica, social y política del país, esto no tiene que ser así. Para que sea de otra manera, se requiere de un mejor marco de políticas públicas con sentido social, que refuerce la gobernabilidad a nivel local y a nivel nacional, a partir de promover na mayor participación de los grupos locales. En resumen, la globalización presenta a Guatemala el reto de replantear a fondo sus acuerdos sociales, de modo que se aproveche su riqueza cultural y natural, se dé la equidad y se logre la acción colectiva para un verdadero desarrollo; es decir, para que la mayoría de los guatemaltecos vean que se expanden sus posibilidades de lograr la forma de vida que desean y valoran.
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Referencias
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Taurus, 2002 del
régimen.