Indios con Madreñes ¿A dónde irá tan deprisa?
¡Qué gracia! Ella que lo ilumina todo con tanta prisa no va a ver nada.
¿Te imaginas viajar como la luz?
¡Chorradas! A esa velocidad sólo se puede estar huyendo.
¿Cuántos enfoques puede tener la misma cosa? Infinitos te contesta el matemático, sólo uno real te dice el físico, tantos como realidades subjetivas propone el filósofo, la que se mantenga viva quizá conteste el biólogo, la que … te dirán muchos maestros de todo. La verdad es que no me preocupan las respuestas siempre que me queden preguntas, y me las dejen hacer, claro. ¿Para qué? para seguir preguntando. Un poco como la luz, iluminando por un lado y provocando sombras por el otro. La única pega es que ella va demasiado rápido para disfrutar lo que desvela y que a nosotros que somos más lentos nos toca menos tiempo de viaje. Por eso hay que disfrutarlo, por estar vivos es obligatorio no desperdiciarlo. Lo de qué es perder o no el tiempo no admite más jueces que tu propia memoria. Huir de la Vida queriendo respuestas sin antes atreverse a preguntar es de cobardes o seres cuyo equilibrio es pura estética. Son equilibrados porque nunca se han movido, son adultos porque nacieron viejos, son fieles para siempre porque nunca se han enamorado, creen porque es más seguro que dudar, aman porque no soportan la soledad, regalan consejos porque son incapaces de un mal ejemplo… Hay que llegar al final disfrutando hasta de aquellos miedos que por fin nos merecimos.