Es cierto que en épocas pasadas no se veían tantos jóvenes perdidos e influenciados por el alcohol y las drogas, y esto se debe a que en la actualidad hay muchos factores que influyen como los medios masivos de comunicación que inundan el mercado con una creciente variedad de drogas y formas de consumo. El resultado es el aumento de la cantidad de adictos jóvenes, que son el objetivo principal de los comercializadores de drogas. Los problemas emocionales, de ambiente familiar, bajo rendimiento escolar, déficits de comunicación, pocos cuidados paternos, violencia, y otros, todos estos problemas hacen del adolescente un individuo muy vulnerable al consumo de drogas, siendo esta una vía de escape y una equivocada forma de aplacar la ansiedad y la angustia de dejar de ser un niño y empezar a asumir decisiones y rumbos propios. Aunque por el contrario, el buen ambiente familiar, la calidad de los lazos familiares, protegen contra el uso de sustancias. Es indudable que la escuela se convierte en el lugar idóneo para la prevención, a través de diálogos muy libres y francos que les permita tomar decisiones razonadas y responsables sobre el uso de drogas y relacionarse adecuadamente con ellas. Otra estrategia es desarrollar capacidades individuales y colectivas en las personas, que permitan enfrentar de manera autónoma y responsable el riesgo de consumir drogas, resistiendo la influencia que en el entorno socio cultural exista y atacando los factores que contribuyen a la fragilidad personal y de relaciones con la familia y la comunidad. Como docentes y padres hay que buscar que los jóvenes construyan un proyecto de vida con futuro promisorio y ocupar mejor el tiempo libre.
DIAZ, Hugo.(2009). Desafíos de la Educación en el Siglo XXI. Consumo de drogas entre escolares. http://educared.fundaciontelefonica.com.pe/desafioseducacion/2009/02/22/consumo_de_drogas_ent re_escola/