Final

AFILÓ EL CUCHILLO

L

a finalísima del 2º torneo de fútbol 5 organizado por Abrazo de Gol tuvo cita en la cancha nº 2 del complejo de Taxistas ubicado en Quintino y AU. Con un ruidoso marco aportado por los bombos que llevaron los simpatizantes de Yapeyú, se vivió un verdadero clima de partido decisivo en la noche del jueves. Tanto Yapeyú como Los Pibes llegaron a este partido con todos sus titulares y sin ninguna ausencia, por lo que se podía esperar un match igual de parejo como el que se había dado entre ambos equipos en la primera ronda del campeonato. El comienzo del partido fue levemente favorable a Los Pibes, que comenzó mejor parado en los primeros minutos. La primer jugada de peligro la aportó el Frasquito Tempone, que con un disparo cruzado pasó muy cerca del palo del arco rival. La siguiente también fue para el equipo azul, cuando el goleador Mardoián no llegó a conectar bien la pelota tras la habilitación de Tempone. De a poco, Yapeyú fue emparejando la historia y comenzó a tener ocasiones de gol. A los 4’, Poliak no pudo ante Falduto, que con el pie salvó el gol del equipo blanco. El partido continuó su andar con dos equipos que se defendían bien y que no le dejaban a su rival muchos espacios para generar situaciones de gol. Recién a los 9’ se produjo el primer quiebre del partido. Mardoián tuvo una inmejorable chance de anotar, pero falló ante el arquero Dispagna. De esa jugada salió un contraataque que Ganader convirtió en el primer gol del partido, para desatar el loco festejo de la parcialidad yapeyana. Después de la conquista, varios jugadores lo fueron a increpar al juez Chullmir ante un supuesto piso del arquero blanco. El gol sirvió para abrir un partido que estaba muy cerrado. Los dos equipos se pusieron a pensar más en el arco de enfrente, y perdieron un poco de orden defensivo, situación que ayudó para ver más situaciones de anotar. Tempone tuvo una muy clara, pero definió mal en el mano a mano. Del otro lado, Poliak se fue sólo para poner el segundo, pero se demoró y perdió ante Falduto, que aguantó bien al delantero. El match continuó bien parejo, y con jugadas de gol de los dos lados. Trevisán se mandó una gran escalada y tocó a Tempone, que hizo el pase que pedía la jugada y habilitó a Mardoián, quien fue víctima de un doble piso entre el Cebolla Dispagna y Loria. Un par de minutos después, Falduto se la dejó servida al Carnicero Ganader, que pateó al bulto y encontró bien parado al arquero, que se redimió de su error. A esa altura, al equipo de Los Pibes le faltaba claridad. Mardoián, su principal carta ofensiva, pateaba mucho al arco pero sin efectividad, mientras que ni Pietragalli ni Cervigni se erigían como la manija que su equipo necesitaba para crear jugadas de peligro. Con todo esto, el equipo azul no la tenía nada fácil, aunque de vez en cuando se encontraba con alguna chance de anotar, como la de su nº23, que en el pie a mano optó por picarla y pasó muy cerca de empatar la historia. Llegando al final del primer tiempo, y mientras los bombos resonaban de forma constante, Ganader volvió a decir presente en el marcador. Recibió de su arquero, aguantó la bocha y con una media vuelta anotó el 2-0. De esa manera, se fueron al descanso. Había pasado un primer tiempo tranquilo y parejo, con tan sólo tres infracciones y en dónde la aparición goleadora del Carnicero fue suficiente para que su equipo se fuera al entretiempo en ventaja. El complemento comenzó con la falta de puntería de Mardo, quien disparó en dos ocasiones por arriba del arco de Yapeyú. La tercera fue la vencida, y su disparo esta vez fue en dirección de gol. La bocha se le escapó a Dispagna, que después voló de buena manera y salvó en forma

espectacular. Era una señal de lo que podía suceder después. Yapeyú no se quedó atrás y también fue en busca de anotar el tercer gol. Poliak pasó cerca de marcar tras un buen pase de Ganader, que poco después exigió a Falduto tras hacerse un hueco. Estaba picante el #5, y era lo más clarito de un partido con pocas luces, en donde Los Pibes tenía un poco más la pelota pero no lograba traducir dicha tenencia del balón en goles. Peor se puso el panorama para el equipo azul a los 28’. Su arquero Falduto intentó mandarse una apilada, pero esta vez perdió la pelota, que terminó capturando Ganader. El Carnicero no tuvo más que apuntar bien al arco, para poner el 3-0 que a esa altura, y por cómo estaba planteado el partido, parecía dejar a Yapeyú con el título en el bolsillo. Es que su rival no mostraba reacción, al menos hasta ese momento. El tercer gol del encuentro generó cierto descontrol en el equipo azul, que dejó espacios en defensa en busca de anotar un rápido descuento. Todo lo contrario sucedió en Yapeyú, que ya se sentía campeón. Ante esta situación, Ganader salió aplaudido del campo de juego, reemplazado por Maxi Martín, que hacía su debut en el torneo. También reingresó Mardoián, que en la primera pelota que tocó anotó el descuento. Un minuto después, el #6 le pegó de zurda mordido a la pelota, que sin embargo se le escapó a Dispagna de manera increíble y se convirtió en el 2-3, que le puso un drama inesperado al partido y devolvió a la cancha a Ganader. Con ello, Martín duró tan sólo un minuto y medio en cancha, siendo el debut y despedida récord en el torneo. Apenas tocó una pelota el #6 del equipo blanco. Con la ráfaga de dos goles, el elenco azul renació y fue en busca de poner el empate. Mardoián fue el que tuvo la más clara, tras enganchar y definir ante el Cebolla Dispagna, que con el cuerpo salvó el gol. Sin embargo, la posesión del balón volvió a repartirse y Yapeyú logró salir airoso del asedio de su rival, que no fue suficiente para igualar el resultado. El tiempo era el peor enemigo para Los Pibes, que veía cómo pasaban los minutos y el empate no llegaba. Mardoián eligió pararse bien arriba en busca de igualar. Por el lado de Yape, el cuarto gol pudo haber llegado cuando Loria se mandó una jugada maradoniana que no llegó a ser gol por muy poco.

Con dos minutos por jugar, el panorama se puso más dramático aún cuando el equipo blanco llegó a la quinta falta, situación que obligó a sus jugadores a cuidarse de no cometer ninguna infracción más. Sin embargo, a uno del final Ganader apareció tras un córner y anotó el 4-2, que desató la locura de los jugadores yapeyanos. A tal punto llegó el festejo, que Ghioldi se sacó la camiseta para festejar y se fue expulsado de la cancha, ya que había sido amonestado anteriormente por el juez Chullmir. Con uno menos, y con dos minutos adicionados por el árbitro, Yape tenía una misión: aguantar el resultado para gritar campeón. Llegando a los 42’, Pietragalli logró anotar el descuento, que de poco sirvió ya que tan sólo treinta segundos después del mismo, el árbitro decretó el final del partido y generó el festejo de los jugadores y de los simpatizantes de Yapeyú, que estaban locos de contentos con el título. Para entender la victoria del equipo blanco, hay que detenerse en un nombre: Cristian Ganader. El Carnicero anotó los cuatro goles de su equipo y marcó la diferencia en un partido sin mucho brillo, jugado con dientes apretados y con un muy alto nivel de concentración por parte de ambos equipos, que en ningún momento abusaron del juego brusco, un elemento para destacar en este tipo de encuentros definitorios.

Cristian Ganader | Crucial lo del #5, autor de los cuatro goles de su equipo en la final. El Carnicero afiló el cuchillo y le dio el título a su equipo, en una final muy apretada.

El hermano de Gonzalo Dispagna viene a ver al arquero hace ya varios partidos. En esta ocasión, vivió el encuentro de manera intensa, yendo y viniendo, con más ida y vuelta que Cafú en sus mejores tiempos, y fumándose cuanto pucho pudo. Al final, festejó con todo el título del equipo.

¡ YAPEYÚ, CAMPEÓN !

De izquierda a derecha. Arriba: Gonzalo Roldán (ex arquero, lesionado), lesionado), Gonzalo Dispagna, Cristian Ganader, el tocador del bombo, Diego Ghioldi, Ernesto Poliak. Abajo: Guillermo Loria, Matías Monje, el hermano de Dispagna (DT).