Universidad Austral de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades Escuela de Antropología
Profesor patrocinante Dr. Roberto Morales Urra Instituto de Estudios Antropológicos
EL CONSUMO DE JUEGOS DE AZAR EN EL CONTEXTO DE LOS CASINOS DE JUEGO “LA REALIDAD DE LOS JUGADORES EN MONTICELLO GRAND CASINO” Tesis para optar al Título de Antropología y al Grado de Licenciado en Antropología Sociocultural
MAURICIO POLANCO APPEL VALDIVIA – CHILE 2013
A mi Madre: La mujer que primero me sufrió y me ha amado incondicionalmente toda la vida. A mi Padre: El hombre que siempre ha creído en mí. Y a mi Hija: Que es la razón de seguir adelante.
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Agradecimientos:
La presente tesis es resultado de mi experiencia de trabajo con personas ligadas a los juegos de azar. Agradezco a todos aquellos que estuvieron dispuestos a dar a conocer sus vidas, narrando sus historias. Ellos fueron quienes hicieron posible realizar esta tesis. Muchas gracias por darle sentido y consistencia a esta investigación. Por otra parte quiero agradecer a Roberto Morales, profesor patrocinante de esta tesis, por su lectura y observaciones. Roberto creyó desde el primer minuto en este proyecto y me ha aconsejado durante el curso de toda esta investigación. Importante es también darles mi reconocimiento a Roberto Melero, Francisco Saavedra, Juanita Oyanedel y a Sandra Marambio que han sido de gran aporte durante el transcurso de esta investigación guiándome y colaborando en aspectos técnicos y teóricos, como a su vez de contraparte para encausar bien el curso de esta tesis. Y por último quiero agradecer a Carlos Appel que ha sido la persona más entusiasta de que llevé a cabo esta tesis de pregrado. Muchas gracias por tus consejos y por tus deseos de que esta empresa llegue a buen puerto.
A todos ellos... Muchas gracias....
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Índice I.
INTRODUCCIÓN: ............................................................................................. 6
II. ANTECEDENTES ............................................................................................ 8 2.1 ANTECEDENTES PERSONALES ............................................................................ 8 2.2 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LOS CASINOS DE JUEGO .................................. 12 2.3 ANTECEDENTES ANTROPOLÓGICOS DEL CONSUMO ............................................ 16 III. PROBLEMATIZACIÓN E INTERROGANTES: .............................................. 18 3.1 PROBLEMATIZACIÓN ........................................................................................ 18 3.2 INTERROGANTES ............................................................................................. 20 IV.
OBJETIVOS ................................................................................................ 22
4.1 OBJETIVO GENERAL: ....................................................................................... 22 4.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS: ................................................................................ 22 V. SITUACIÓN ESPACIO TEMPORAL .............................................................. 23 VI.
UNIDAD DE ANÁLISIS ............................................................................... 24
VII.
MARCO TEÓRICO ...................................................................................... 27
VIII. ASPECTOS METODOLÓGICOS................................................................ 41 8.1 ETAPA DE RECOPILACIÓN DE DATOS Y REFLEXIÓN ETNOGRÁFICA ......................... 41 8.2 DEFINICIÓN DE LOS INFORMANTES, TRANSCRIPCIÓN Y SISTEMATIZACIÓN.............. 43 IX. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN ...................................................... 46 9.1 PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS ............................................................... 46 9.2 EL CASINO: SU PRODUCTO Y SUS ESTRATEGIAS................................................. 46 9.2.1 El acceso a beneficios por membresía (tipo de tarjeta) ......................... 48 9.2.2 El dinero transformado en fichas o dentro de una tarjeta transformada en créditos ........................................................................................................... 49 9.2.3 Ausencia de relojes y ventanas ............................................................. 50 9.2.4 Ambientación ......................................................................................... 52 9.2.5 Pagos rápidos e inmediatos ................................................................... 53 9.2.6 Acceso a quedarse en el hotel ............................................................... 53 9.2.7 Ubicación lejana de los servicios ........................................................... 54 9.2.8 Cercanía al triunfo.................................................................................. 55 9.2.9 Regalos y Promociones ......................................................................... 56 9.2.10 Alcohol ................................................................................................. 57 9.2.11 No hay lugar donde sentarse a conversar ........................................... 58 4
9.2.12 El trato a los grandes ganadores (Platinos) ......................................... 59 9.2.13 Diseño laberíntico ................................................................................ 62 9.3 INICIOS EN LOS JUEGOS DE AZAR: ..................................................................... 63 9.4 MOTIVACIONES ............................................................................................... 68 9.5 ¿QUIÉNES SON LOS PLATINOS?: DESCRIPCIONES PARTICULARES DE ESTOS. ....... 75 9.5.1.1 ¿Dónde habitan? ................................................................................ 76 9.5.1.2 Distribución por Género ...................................................................... 78 9.5.1.3 Situación conyugal en las mujeres...................................................... 78 9.5.2 Descripciones de casos particulares...................................................... 79 9.6 DIFERENCIAS ENTRE JUGADORES DE MÁQUINAS TRAGAMONEDAS Y MESAS .......... 86 9.6.1 Jugadores de mesas.............................................................................. 88 9.6.2 Jugadores de Máquinas Tragamonedas................................................ 91 9.7 REDES SOCIALES ........................................................................................... 93 9.8 COMPENSACIONES .......................................................................................... 97 9.9 MARGINADOS DEL SISTEMA PERO DENTRO DE ÉL ............................................. 101 9.10 CREENCIAS SOBRENATURALES O CÁBALAS .................................................... 103 9.11 POLÍTICAS PÚBLICAS, JUEGO PATOLÓGICO Y AUTOEXCLUSIÓN......................... 106 X. CONCLUSIONES ......................................................................................... 112 XI.
BIBLIOGRAFIA ......................................................................................... 120
XII.
ANEXOS .................................................................................................... 123
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I.
Introducción:
La presente investigación busca dar cuenta del consumo de juegos de azar en el contexto del Chile actual. Específicamente en Monticello Grand Casino. Casino de juegos que se encuentra en el límite de la Sexta región con la región Metropolitana, y que es el Casino más grande que existe hoy en el país. Se trata de una investigación etnográfica que aporta antecedentes para conocer la realidad de miles de personas que lo frecuentan sumergiéndose dentro del mundo del juego y del consumo de emociones y sensaciones. Para este fin se realizó un trabajo de campo donde el investigador estuvo en constante intercambio con jugadores de Casino y con el personal que labora en mencionado recinto. Estas personas dieron a la luz sus percepciones, opiniones y visiones de mundo que están ligadas al juego. Las experiencias y los discursos de los sujetos, son los que van dando la orientación final del análisis de la investigación. La mirada sobre el consumo de juegos de azar desde una perspectiva etnográfica explorativa quiere dar cuenta del conocimiento que los propios implicados tienen sobre el consumo de juegos de azar, el efecto que provoca en ellos y las consecuencias que traen consigo el ser un jugador durante un largo periodo de tiempo.
El juego dentro de la sociedad actual se ha transformado en un producto más del consumo. El sistema capitalista del Chile de hoy necesita instalar en las subjetividades el consumo como deseo, tanto la propaganda como el discurso ideológico de la modernidad invitan a consumir. Los medios de comunicación seducen, enaltecen a los productos, ensalzan las oportunidades. La ideología actual de mercado explica la moralidad del consumir y lo presenta como el acto pleno de la modernidad, ya que constituye el acceso a la felicidad, confort y entretención. El juego dentro de esta sociedad de consumo tiene muchas aristas, pero aquellas que le son más rentables al sistema y las que dejan más lucro a 6
éste han sido capitalizadas e institucionalizadas en los Casinos de Juego. El lucro obtenido del juego se ha traducido en el consumo de máquinas tragamonedas y mesas de juego de cartas o la ruleta.
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II.
Antecedentes
2.1 Antecedentes personales
Quisiera exponer como punto de partida de esta investigación como fue mi relación inicial con los Casinos de juego, y por ende como es el surgimiento del interés que tengo por esta realidad. Por lo mismo a continuación expondré la narración de mi propia historia, desde como conocí los Casinos y la curiosidad que siempre me produjeron estos. Por otra parte porque me considero un jugador, a pesar de que no visito los Casinos para jugar, ya que por suerte o por decisión propia no son los juegos de azar con apuesta de dinero los que me llaman la atención. He visto a muchos sucumbir en esto y tampoco busco saciar mi soledad en ellos. Sino simplemente lo hago por el placer de intercambiar lúdicamente un momento con otras personas. Este placer lo realizo en la tranquilidad de mi casa o en casa de algún conocido que haya visitado o por su defecto en un bar o una plaza pública. A pesar de mi interés por jugar, sé que jugar por mucho tiempo en el Casino me traería consecuencias nefastas. Algunos podemos llegar a pensar que es un lugar magnánimo donde se podría encontrar la fuente de la diversión, ¿Pero qué tipo de diversión puede ser ésta? A continuación narraré como fueron mis primeras experiencias con los casinos y como me di cuenta de lo tentador que podía llegar a ser: La primera vez que fui a un casino era un niño que ni siquiera se adentraba en la pubertad, nos llevaron unos tíos con la excusa de ir a comer en familia. El Lugar para mí era hermoso, en mi imaginación creía que era un castillo medieval adaptado para la gente lujosa de esos años (fines de los 80). Recorrer los jardines y jugar a las escondidas con mis primos era algo muy placentero. A pesar de eso siempre me regañaban por ensuciarme y embarrarme la ropa, ya que según ellos éste no era un lugar para cualquiera, ni menos para andar andrajoso, sino que de gente muy exclusiva, la elite de Puerto Varas. El único lugar dentro de ese castillo al cual nosotros, los niños, nos estaba permitido ingresar, era el restorán. Entrar a 8
la sala de “juegos” nos estaba estrictamente prohibido, por más que uno insistiese o patalee en esos años, no existía forma de que pudiésemos ingresar. En ese entonces me preguntaba: ¿Qué tipo de juegos pueden ser tan complicados que sólo lo pueden jugar adultos? ¿Acaso los juegos no están hechos para nosotros los niños? ¿O en realidad están haciendo otras cosas y no quieren que nosotros nos enteremos? Un sinfín de interrogantes que hacían de este lugar un misterio; El sonido de las máquinas de azar era tan cautivador que me hacía desobedecer esta prohibición, me escondía detrás de los pilares a espiar lo que los adultos realizaban. Una vez logré escabullirme
de los guardianes de esas salas y
traspase el pórtico que dividía el mundo de los niños con el de los adultos, pero lo que vi no era lo que me imaginaba y me causo mucha extrañeza. Ellos (mis tíos) me contaban que se iban a entretener, a pasar un rato de esparcimiento. Sin embargo, los rostros de esas personas reflejaban angustia, pesadumbre, enfado, fumaban frenética y compulsivamente. Esa imagen, a pesar de ser un recuerdo muy antiguo, no la comprendí en esos años, pero hoy, cuando ya se han acabado esos veraneos lúdicos donde mis abuelos en Puerto Varas y ya pérdida la inocencia de aquel entonces, cobra un rotundo sentido. Lamentablemente, esos rostros desfigurados no son tan poco comunes como uno pudiera terciarse al pensar, hoy en multiplicado número se pueden encontrar todas las noches en todos estos templos de curiosa diversión. Años después, estando ya en la Universidad en Valdivia, recibí un llamado de unos amigos de mi padre, que no veía hace unos 10 años, Eduardo y Lucho, el primero viudo y el segundo separado, que a pesar de ser mucho mayores que yo disfrutaban de una juventud entrañable. Me invitaban a pasar un fin de semana en Puerto Varas con todos los gastos pagados, exceptuando por supuesto que yo intercediera por todos ante mi abuelo para que nos alojara en su casa en el campo. Tras ponernos de acuerdo pasaron a por mí en Valdivia, ellos provenían de Concepción, fue un viaje no exento de contratiempos pues arribaron al anochecer a Valdivia y en el trayecto a Puerto Varas quedamos tirados en el medio de la carretera. Llegamos a nuestro destino cerca de las 3 de la mañana. Como era costumbre en la casa de mi abuelo nos recibieron con las camas 9
hechas y una cena que llevaba ahí servida por horas. Fue entonces cuando me di cuenta de las verdaderas intenciones de ellos, pues agradecieron la bienvenida a la señora que nos esperaba, pero no tenían intenciones ni de comer y menos de acostarse, lo que querían ellos era ir a apostar al casino. Todo eso de que pasemos un fin de semana entretenido en la casa de campo era una mera excusa para tener la chance de ir al Casino de Puerto Varas. En ese contexto fue que finalmente entre por primera vez a una sala de juegos, pero ya era todo muy distinto. El Casino ya no era ese castillo medieval que recordaba de niño, sino estaba emplazado en otro lugar, al lado de la plaza, y nada tenía de una arquitectura clásica como el otro, sino que era un Galpón inmenso, muy moderno, dividido en dos grandes secciones. Abajo las máquinas de azar y arriba las cartas. Ese día nos amanecimos. Lucho jugaba cartas, Black Jack y Póker, perdió bastante dinero, bueno al menos a mí me parecía eso, pero él ni siquiera se inmutaba. Por otra parte, en la plana inferior, se encontraba Eduardo jugando a las máquinas, él eso si era bastante histriónico cada vez que jalaba la manivela de la máquina y esta no le daba una combinación favorable. Refunfuñaba y maldecía la máquina hasta ese entonces maldita. Se quedó ahí por un rato, mientras yo curioseaba el sector y trataba de comprender el sentido y las reglas de los juegos. En eso estaba cuando un sonido de chicharra llamo la atención de todos, me acerque a ver que sucedía y ahí estaba Eduardo dado vuelta con una sonrisa de oreja a oreja. Todos lo miraban, él estaba ya sonrojado de vergüenza púes la máquina no paraba de sonar hasta que llego un Asistente de Sala a desbloquear la máquina y a explicarnos cuanto había sido lo que habíamos ganado, a esas alturas a pesar de no estar jugando ya me sentía parte de ellos, pues, quisiera o no, disfrutaba del momento. El premio no era tan grande y considerando todo el dinero que él había invertido ahí menos aún, pero lo suficiente para que al día siguiente hiciéramos un gran asado con la mejor carne y los mejores tragos. Al llegar la noche Lucho estaba empecinado en volver, a pesar de que ya nos habíamos tomado unas varias copas y el ambiente era muy grato como para pensar en otra cosa fue tanta su insistencia que volvimos. Sucedía lo mismo que la noche anterior, solo que esta vez se me acerco un anfitrión a preguntarme mi 10
nombre y el de Lucho por supuesto. Nos dijo lo que quieran consumir va por parte de la casa. Tanta cordialidad me parecía insólita, pero no me rehusé a ella, tras un par de vasos de rusos negros y de inmiscuirme en el juego de Lucho, saqué el dinero que tenía en mi bolsillo y lo aposte en el Black Jack, gane y perdí en los aproximados 10 pases que jugué, debo haber quedado con el mismo dinero con que estaba, pero nunca había sentido una excitación semejante, el poco dinero con que contaba echado a la suerte para que se multipliqué, en cosa de segundos podías perder lo que apostabas o duplicarlo, a pesar de que no soy alguien muy ligado a las cosas materiales, esta chance de multiplicar mi dinero, más los tragos que me había tomado me parecía algo extraordinario. Era principio de mes, por suerte había pagado el mes de arriendo de la cabaña en que vivía y todas las cuentas relativas a esta, ya eran las 6 de la madrugada cuando cerraron las mesas, ya para mí era suficiente la sobreexcitación que había vivido, pero Lucho no se daba por rendido por lo que nos fuimos al VIP, era una sala pequeña a un costado del segundo piso, solo tenía un par de mesas. Hedía a cigarrillo y no tenía ventilación alguna. Lucho nuevamente se puso a Jugar Black Jack, la apuesta mínima eran $30.000 pesos, en ese entonces una cantidad sideral de dinero para mí, pues era la mitad de lo que me quedaba para pasar todo el mes, pero la excitación que llevaba ya conmigo pudo más que mi objetividad e impulsivamente decidí apostar, pensé solo una vez, si gano podré vivir algo más holgadamente, si pierdo me apretó los pantalones y veré como lo hago. Cambie el dinero por fichas y las puse en el primer casillero. Me entregaron 2 cartas destapadas, Dos Ases. El corazón me latió muy fuerte, miré a Lucho que me sonrió y me grito con Entusiasmo ¡¡Ábrete Mauri, Ábrete!! Por lo que jugué los últimos $30.000 pesos que me quedaban y que torpemente traía conmigo. Me dieron un 6 y un 7, ambas manos sumaban 17 y 18 respectivamente, le dije al Croupier que no me diera más cartas. Él tenía un 9 sobre la mesa descubierto. Cuando termina de entregar cartas a todos, él se reparte un Káiser y dice: La banca suma 19 paga a 20, y retira de la mesa todo mi dinero. Toda esa exaltación y placer que sentí en esa noche se derrumbó en solo un segundo, hasta ese entonces no había experimentado una sensación tan frustrante emocionalmente, no sabía qué hacer. 11
Lucho ni se inmutó, para él todo era normal y yo lo único que quería era largarme y no volver nunca más a ese lugar. Estaba muy compungido y no sabía cómo sobrevivir todo el mes sin un peso en los bolsillos, ni para las fotocopias, sin trabajo y con una tremenda vergüenza de decirle a mi padre, que había desperdiciado todo el dinero que él me había enviado. Logré solucionarlo por mis propios medios, eso es otra historia, pero me juré a mí mismo jamás volver a apostar en un Casino y por suerte hasta el día de hoy no caigo en esa tentación.
2.2 Antecedentes Históricos de los Casinos de Juego
Existen múltiples versiones de dónde y cómo se iniciaron los Casinos de juegos, desde la etimología de la palabra, hasta cuál y cuándo se instaló el primero de estos formalmente. Una de las versiones más aceptables sobre la etimología es la de Enrique Aguinaga (http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?Id=219) que dice que la palabra Casino proviene originalmente de la palabra peña, que etimológicamente pertenece al latín ‘pinna’ y significa piedra grande sin labrar. Ya en el año 1899 la RAE registra la palabra peña (pinna) como grupo de amigos que se reúnen. Posteriormente, se relaciona a la peña con la huida de casa. Esta huida a la que se refiere Aguinaga se asocia con reunirse fuera de ésta a hacer vida social, y con el tiempo fue tomando otros significados de acuerdo a la actividad que se realizaba en dichas reuniones. De este modo, a este lugar de reunión al que se asistía en los instantes en que no se estaba en casa se le denomina ‘otra casa’. En nuestra cultura chilena actual aún utilizamos la palabra peña para referirnos a este tipo de juntas, pero no cobra sentido si la asociamos a los juegos de azar. Es en Italia donde la palabra peña se asocia a la palabra Casino y adquiere la idea que hoy conocemos. Casino en italiano antiguo significa casa en el campo, y en esas casas se realizaban estas peñas. Originalmente existían villas en el campo que se utilizaban como lugares de esparcimiento para 12
la nobleza y clase media alta, en donde se jugaban principalmente juegos de azar. Posteriormente se asoció esta palabra con esta clase de lugares, la cual se extendió por todo occidente.
.
(http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?Id=219) Por otra parte, el primer casino legal, de la forma en que lo conocemos hoy, fue inaugurado en 1765 en Baden, Suiza. Este organizó los juegos de azar y los asoció a la oferta de varios tipos de platos y bebidas. El Casino de Baden se considera como el primero en crear la imagen de casino moderno, que incluyen restaurantes, hotel, centros comerciales, entretención para los niños y otros servicios adicionales. (http://www.cashpor.com/es/casino-historia.html ). En Chile es muy antiguo el registro de juegos de azar. Los colonos trajeron consigo naipes y otros utensilios relacionados con los juegos, aunque no necesariamente era dinero lo que se apostaba. Es recién en 1930, 165 años después de la inauguración del primer Casino formal en el mundo, cuando se inauguró el primer Casino formal en Chile, el Casino de Viña Del Mar. Con la construcción de este imponente edificio, que fusiona el estilo griego en sus líneas y el romano en su dibujo, fue cuando la ciudad de Viña Del Mar adquirió más protagonismo en la región y comenzó a ser destino obligado de todos los visitantes adinerados que llegaban a la zona. (Castagneto 2010) Hoy, en Chile, se ha multiplicado el universo de estos existiendo 24 casinos repartidos a lo largo del país. Se explica esto ya que a partir del 2007 se amplió el número de concesiones debido a la nueva Ley de Casinos que fomenta la proliferación de estos (Ley 19.995), lo que trae consigo el más fácil acceso a las personas y a generar nuevos grupos sociales dentro de estos. Estadísticamente la industria de casinos de juego ha registrado un incremento sostenido en sus ingresos brutos del juego, con un alza de 48,9% durante 2011 en comparación con 2010. El Universo de juegos de 18 casinos en operación, (estos son sólo los que son regulados por la superintendencia de juegos y Casinos) al 31 de diciembre de 2011 presentaron una oferta total de 8.705 máquinas de azar, 115 mesas de ruleta, 303 mesas de cartas, 23 mesas de dados y 2.311 posiciones de bingo. 13
Esta oferta provocó que el número de visitas llegue a la considerable suma de 6.433.726 en el 2011 y se prevé que este número vaya incrementándose con el tiempo. Solo Monticello Grand Casino, donde se realizó esta investigación, registró el mayor promedio diario con 3.262 visitas, traducido anualmente a 1.190.535. (http://www.scj.cl/estadisticas/publicaciones).
Fuente: Mariette Swanpoel (Coordinadora Vigilancia, Monticello Grand Casino)
Monticello Grand Casino, pertenece a una empresa Africana llamada Sun International. Esta empresa es una cadena de hoteles resort y casinos de Sudáfrica creada por Sol Kerzner, empresario conocido por su Sun City Resort, cerca de Rustenburg, en la provincia de North West, donde queda su casa matriz. Esta empresa consta de 27 casinos, de los cuales 26 se encuentran en el continente africano (Dieciséis en Súdafrica, tres en Suazilandia, dos en Lesoto, dos en Zambia, uno en Botsuana, uno en Namibia y uno en Nigeria) (http://www.suninternational.com). El único que esta fuera de ese continente es Monticello, y al momento de su inauguración fue el más grande hecho alguna vez en Sudamérica. Se inauguró en Octubre del 2008. Desde ese entonces cada mes cerca de 100 mil personas acuden a este templo de los juegos de azar. Consta 14
con un mega centro de entretenimiento familiar, nueve restaurantes, bares, tiendas, una galería de arte, un hotel cinco estrellas con 155 habitaciones, un Helipuerto, entre otras cosas. La sala de juegos del casino posee 1.718 máquinas de azar, 84 mesas juego (incluidas cartas, dados y ruletas) y 300 posiciones de bingo. (http://www.scj.cl/estadisticas/publicaciones). Es el más grande de los 18 casinos regulados por la Superintendencia de Casinos de Juego y el que más ingresos brutos obtuvo en 2012: $73.723.400.408, lejos de los 37 mil millones de su competidor más cercano, el Enjoy de Rinconada. También es el que más gente ha llevado: 1.162.858 personas en 2012. En promedio cada uno gastó $68.558. Todos estos datos han sido extraídos de la página de la superintendencia de Casinos y juegos. Por otro lado, no existe una estadística de cuánto tiempo pasa la gente en Monticello, eso depende del nivel de juego y de factores externos que pueden modificar mucho la permanencia.
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2.3 Antecedentes Antropológicos del consumo
Las nociones antropológicas que eventualmente nos sirven para entender este fenómeno, no el juego como tal ni la historia de los casinos, sino el consumo excesivo de juegos de azar dentro de un sistema capitalista, son los provenientes de la rama de la antropología denominada “Antropología del consumo”. Para ello hay que remontarse a los orígenes de la Antropología, tal cual la conocemos como ciencia en la actualidad. La Antropología del consumo es una subdisciplina de la antropología económica, la cual se inicia a principios de los años 20 con el texto de Bronislaw Malinowski “Los argonautas del Pacífico” realizado en 1922. Con este libro prístino de la Antropología comenzó una extensa tradición investigativa sobre los mecanismos de intercambio en y entre las sociedades tribales y eventualmente en sociedades complejas.
La Antropología del consumo, como tal, se inicia con los estudios de la antropóloga inglesa de corte estructuralista Mary Douglas y el economista Baron Isherwood, el año 1979, con el libro “El mundo de los bienes, Hacia una antropología del consumo”. En este texto llevan más lejos la proposición hecha por Malinowski, a saber, que las sociedades funcionan a partir del intercambio. En Los argonautas del pacífico esta característica cultural se refleja a través de un intercambio ritual entre los jefes de las tribus que consistía en el intercambio y la circulación de collares y brazaletes sagrados. Este intercambio representaba a largo plazo el mantenimiento, reconocimiento e integración de un complejo cultural de diferentes islas que compartían un sistema de retroalimentación social y económica. La proposición de Douglas e Isherwood es que los fenómenos asociados al consumo hacen visibles ciertas categorías culturales, y que el consumo no es solamente un intercambio económico, sino además y, sobretodo, un intercambio cultural y simbólico, aún en una economía capitalista. El acto de consumir ciertos productos refleja un interés implícito por emitir significados socialmente relevantes. Las cosas que se consumen son objetos portadores de significados reforzados con los rituales de consumo. 16
Si los objetos que se consumen son socialmente significativos y sus usos no se limitan a garantizar la mera sobrevivencia, entonces los objetos sirven para pensar, ésta se podría decir es la tesis en “El mundo de los bienes”. Cuando se dice que las mercancías sirven para pensar se refieren a la serie de cálculos, consideraciones, mensajes y repercusiones que tiene el hecho de mostrar una mercancía a la sociedad. El consumo, entendido de esa manera, se estructura a través de las mercancías y la sociedad, como un sistema de información, y el principal objetivo del consumidor consiste en ganar más control o conservar el que ya tiene. A su vez, los objetos cuyas características simbólicas son complejas se transforman en mecanismos de exclusión social y a la vez de información, debido a que en un sistema estructurado las mercancías u objetos funcionan dentro de un círculo cerrado al que solo se tiene acceso a través de los canales correctos, y acceder a estos canales trae consigo más poder. La antropología del consumo se ha transformado en una herramienta vital para poder comprender las múltiples culturas existentes en la actualidad. El mundo de los bienes, como obra prístina de esta rama, nos ayudó a percibir de forma distinta el fenómeno del consumo en el sistema capitalista actual. Esta visión particular de este suceso va más allá de la visión estática y estrecha de la economía clásica, nos recuerda que el actuar de los seres humanos es eminentemente simbólico, aún aquellos actos que parecen llevar el velo del utilitarismo.
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III. Problematización e Interrogantes:
3.1 Problematización Este trabajo nace del deseo de dar a luz diferentes conocimientos sobre cómo es el consumo de juegos de azar en el Chile actual. Partiendo de la base de que la Antropología Chilena no se ha preocupado de estudiar este fenómeno. Esto lo menciono ya que durante esta investigación se revisaron todas las actas de los congresos antropológicos realizados en el país y no se encontró mención alguna sobre juegos de azar, ludopatía, casinos, entre otros. A su vez se indagó en un sinnúmero de bibliotecas virtuales y bancos de tesis de universidades chilenas donde el resultado fue el mismo.
Vale decir que distintas ciencias como la
Psicología, Psicología Social, la Psiquiatría se han hecho cargo, (Los únicos encuentros académicos formales para abordar el tema referente a los juegos de azar, en ese caso fue ludopatía, los ha realizado la Facultad de Medicina de la Universidad Católica) reduciendo el estudio de los jugadores de juegos de azar al individuo como ser independiente, irracional, que sufre de patologías ludópatas que lo hacen aislarse de la sociedad desligando a éste de sus redes sociales y del medio ambiente en que se rodea, como a su vez del entorno propiamente tal que proporcionan los casinos. Cabe destacar que hasta 1980 no existía un reconocimiento oficial de los riesgos asociados al juego compulsivo, siendo la Sociedad Americana de Psiquiatría (APA) quien incorpora por primera vez la condición patológica en su tercera versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales(DSM-III), incluyendo al juego patológico en el apartado correspondiente a los trastornos del control de los impulsos.( American Psychiatric Association; 1987)
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Un problema que tenemos en la actualidad dentro de las Ciencias Sociales y en nuestro campo en particular viene dado por la falta de atención que la Antropología ha dedicado a esta área de estudio. La problemática del juego y de los riesgos asociados a él, a pesar de la creciente imagen social que alcanza en los últimos años, no ha despertado en la comunidad Antropológica un interés lo suficientemente importante como para afianzar una línea de trabajo centrada en esta realidad. Por dicha razón y debido al gran número de personas que consumen juegos de azar, por las innumerables realidades sociales que confluyen en el Casino
(Monticello Grand Casino),
y al crecimiento sistemático de
jugadores es que surge esta investigación.
Por otra parte, esta investigación nace por un interés personal pues estuve tres años participando, como trabajador, con este grupo de personas. Experimenté in situ de estos grupos sociales conociendo sus intereses, sus rituales, sus modos de vida, sus círculos de amistades y sus múltiples visiones de mundo, todos con un interés en particular y en común ligados al “mundo de entretención” que proveen los Casinos. Cabe agregar que la observación participante del investigador como parte activa del grupo social que se está investigando hace referencia a que el etnógrafo a pesar de que nunca es uno más en el grupo que estudia tiene que intentar integrarse lo máximo posible a éste, para así realizar adecuadamente su investigación. Como plantean Hamersley y Atkinson, el etnógrafo tiene que “vivir en dos mundos simultáneamente, el de la participación y el de la investigación” (Hamersley y Atkinson 2005: 130). El mundo de la participación implica tratar de “ser uno más” en el grupo, tratando de interferir lo menos posible en el modo de vida de los sujetos estudiados. Esta forma de conocer la realidad de los consumidores de juegos de azar tiene una ventaja comparativa al hacerlo desde un escritorio o una biblioteca, pues es en la interrelación misma, entre el investigador y el ”investigado”, de donde surgen todos los resultados de este estudio. Ante lo mismo no son interpretaciones de interpretaciones, sino que es el “investigado” el que proporciona los resultados de esta investigación. Información
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cargada de subjetividades e historias personales, pero que son fuente fidedigna y fehaciente de que estuvieron ahí y que son participes de esta realidad.
3.2 Interrogantes
Las interrogantes que dieron origen a esta investigación, y que se desarrollan en los resultados de ésta, son las siguientes:
- ¿Cómo y cuándo los jugadores comenzaron a consumir juegos de azar en los casinos?
- ¿Qué motivaciones tienen las personas para consumir juegos de casino constantemente?
- ¿Qué tipo de estrategias utiliza el casino para mantener su clientela?
- ¿Cómo y cuándo las personas se convierten en jugadores compulsivos?
- ¿Quiénes son las personas que invierten dinero y tiempo de manera excesiva en los Casinos de juego?
- ¿Existen diferencias o distintos matices entre jugadores de Mesas y jugadores de tragamonedas?
- ¿Cómo se forman y mantienen las redes sociales entre los jugadores de casino?
- ¿Cómo los jugadores de casino exigen una retribución al dinero invertido?
- ¿Existen personas que vivan usufructuando de este sistema? 20
- ¿Qué tipo de cábalas o creencias sobrenaturales tienen los jugadores de casino?
- ¿Qué políticas públicas protegen a los jugadores patológicos y cómo éstos se pueden excluir de los juegos de azar de casino?
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IV. Objetivos 4.1 Objetivo General: Dar cuenta del mundo del consumo de juegos de azar en el contexto de los casinos en el Chile actual, mediante la realización de un trabajo etnográfico explorativo que de muestra de los comportamientos, testimonios y experiencias de vida de personas que consumen habitualmente los múltiples servicios y ofertas de Monticello Grand Casino.
4.2 Objetivos específicos:
Dar cuenta de las múltiples estrategias que utiliza el casino para fidelizar a sus clientes para mantener y motivar el consumo de juegos de azar. Recoger y rescatar las visiones que los protagonistas tienen sobre sí mismos en relación al consumo de juegos de casino, como las consecuencias que les ha traído y los posibles riesgos asociados a esta costumbre. Dar muestra de los distintos tipos de jugadores que existen evaluando los diversos niveles de consumo y el tipo de juego que consume. Confrontar la multiplicidad de motivaciones culturales y cómo a su vez se forman y mantienen las redes sociales entre los jugadores.
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V.
Situación espacio temporal
Si bien trabajé como funcionario de Monticello Grand Casino desde Octubre del 2009 hasta mediados del 2012, fue recién en Mayo del 2013 cuando empecé a sistematizar toda la información que el consumo de juegos de azar nos puede proporcionar. Por ende, este estudio corresponde a experiencias anteriores, pero que fueron dadas a la luz desde mayo del 2013 hasta agosto del mismo año. El lugar y contexto donde se realiza esta investigación es en Monticello Grand Casino. Éste está ubicado en el sector de Angostura, comuna de Mostazal, a 56 km de Santiago de Chile y a 25 km de la ciudad de Rancagua.
Fuente Google maps.
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VI. Unidad de Análisis
La Unidad de Análisis de esta investigación son los jugadores de juegos de azar categorizados como consumidores hedonistas bajo la perspectiva de una sociedad consumista, pero para usos de esta investigación están representados como clientes Platino. Estos clientes fidelizados son un total de mil cuatrocientos noventa y dos personas. Los Platinos son aquellos que lograron sobrepasar los tres mil puntos en el transcurso de un año. El sistema de puntaje varía si es que es un jugador de mesas o si es que es un jugador de máquinas tragamonedas. Para conseguir un punto en el casino una persona debe jugar doscientos cincuenta mil pesos si es que juega mesas o cincuenta mil pesos si lo hace en máquinas tragamonedas. Este dinero que se invierte no necesariamente es dinero gastado o perdido, sino simplemente que se invirtió, ya que no considera el dinero que se devuelve producto de las ganancias, pero si nos sirve como referente para conocer las enormes cantidades de dinero que hay que invertir para pertenecer a este grupo de personas. Bastará decir que un jugador de mesas invierte al menos setecientos cincuenta millones de pesos para lograrlo y uno de máquinas ciento cincuenta millones, todo esto dentro de un período de un año. El total de clientes platino de Monticello Grand Casino es de mil cuatrocientos noventa y dos.
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Sobre 50.000 1%
Entre 25.000 y 49.999 3%
Platinos por rango de puntaje Entre 10.000 y 24.999 11%
Menos de 3.000 24%
Sobre 50.000 Entre 5.000 y 9.999 26%
Entre 3.000 y 4.999 35%
Entre 25.000 y 49.999 Entre 10.000 y 24.999 Entre 5.000 y 9.999 Entre 3.000 y 4.999 Menos de 3.000
Elaboración propia, fuente anónima, Junio 2013
Dentro de los Platinos hay algunos que tienen muchos más puntos que los demás y le han exigido al Casino pertenecer ya ha otra categoría de jugador, que los diferencie del resto. Esto se debe a que buscan identificarse por el resto de los otros Platinos y buscan conseguir otro estatus dentro de sus pares. Ellos se autoidentifican como clientes Diamond. Aunque no existe una categoría así, el personal del Casino los trata de una manera privilegiada y los hace sentir como tales. Tienen por cierto otras regalías que los demás Platinos y son un grupo de 20 personas. Estos sobrepasan los 50.000 puntos por lo que el dinero que ellos han invertido en el Casino es abultadísimo. Entre 25.000 y 49.999 hay 39 personas; Entre 10.000 y 24.999 hay 168 personas; Entre 5.000 y 9.999 un total de381; Entre 3.000 y 4.999 puntos hay 519 que constituyen el grupo más grande de platinos; y menos de 3.000 puntos hay 365. Estos últimos tienen la categoría de platinos a pesar de no tener el puntaje necesario en la actualidad, pero esto se debe que un punto, bajo el sistema de puntaje que maneja el Casino, dura un año y luego se pierde, pero ellos consiguieron los 3000 puntos durante sus visitas de un año. La categoría de platinos les dura un año, a pesar de que vayan perdiendo 25
el puntaje. Ahí el Casino hace otra estrategia de fidelización ya que obliga a éste mantener su nivel de juego por otro año más, pues cuando renueve su tarjeta debe acumular los 3000 puntos necesarios para disfrutar de las regalías que éste propicia. Muchos de estos 365 jugadores, por otra parte, también pueden ser personas que nunca más visitaron el Casino, pero sistémicamente el Casino los reconoce como tales.
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VII. Marco teórico
El juego es una actividad humana desarrollada a lo largo de la historia. El juego con apuestas de dinero no es sino una forma de jugar como tantas otras. Sabemos de la existencia del juego desde las primeras civilizaciones en gran parte de las culturas que conocemos, por lo mismo podríamos afirmar que el juego es una actividad inherentemente humana. Ante lo mismo, cabe señalar según Huizinga que “en el surgimiento de todas las formas de vida social existió la presencia de un factor lúdico de la mayor eficacia y fecundidad. La competición lúdica, como impulso social, más vieja que la cultura misma llenaba toda la vida y actuó de levadura de las formas de la cultura arcaica. El culto se despliega en juego sacro. La poesía nace jugando y obtiene su mejor alimento, todavía, de las formas lúdicas. La música y la danza fueron puros juegos. La sabiduría encuentra su expresión verbal en las competiciones sagradas. El derecho surge de las costumbres de un juego social. Las reglas de la lucha con armas, las convenciones de la vida aristocrática, se levantan sobre formas lúdicas. La conclusión debe ser que la cultura, en sus fases primordiales, ‘se juega’. No surge del juego, como un fruto vivo se desprende del seno materno, sino que se desarrolla ‘en’ el juego y ‘como’ juego” (Huizinga, 1972:205).
Como fue expuesto en el párrafo anterior el juego es una actividad humana desarrollada a lo largo de la historia y ha moldeado múltiples cosmovisiones de mundo. Cabe agregar ante lo mismo según Gonzalez Seara que el juego ha formado parte de la vida social de las sociedades desde los orígenes. Es más, se puede afirmar que como forma básica de sociabilidad no hay ni ha existido forma alguna de sociedad y cultura sin juego. Desde los primeros tiempos el hombre ha jugado y ha desarrollado actividades lúdicas como forma de expresión, de pertenencia, como empleo del tiempo libre, ocio y esparcimiento. El juego además cumple funciones sociales básicas en el desarrollo y aprendizaje de los niños, al 27
proporcionar entretenimiento, intercambio y socialización. En tal sentido González Seara afirma que “el juego es una actividad que corresponde a los estratos más profundos de la naturaleza humana, y existe en todas las sociedades”. (González Seara 1987:9).
El comportamiento de los jugadores ante el juego, como el juego propiamente tal, va adquiriendo características particulares a través del tiempo, y es el reflejo de cada organización social en sus manifestaciones más características. Las peculiaridades de cada sociedad han impuesto un determinado tipo de juegos. Existe un estudio que realizó Roger Caillois en 1958 llamado “teoría de los juegos” en el que afirma que se puede realizar una fisonomía general de la sociedad partiendo de los juegos que predominan en ella, ya que los juegos son factores e imágenes de la cultura, por tanto una civilización, y dentro de ella, una época puede caracterizarse por sus juegos (Caillois 1958:89-90). Es más, los juegos preferidos y más extendidos entre los miembros de una colectividad manifiestan, por una parte, las tendencias, los gustos, las maneras más comunes de razonar, y al mismo tiempo, “educan y arrastran a los jugadores en las virtudes o defectos, les confirman insidiosamente en sus hábitos o preferencias” (Caillois 1958:88). Durante la historia han existido jugadores ilustres así lo relata Chóliz “...el más emblemático (de los jugadores de azar) haya sido Fedor Dostoyevski, el genial escritor realista ruso, que plasmó en la novela “El jugador” dos de las principales adicciones no tóxicas, el juego de azar y la
pasión amorosa, exponiendo
magníficamente la tensión psicológica del jugador de casino en una novela que se le atribuye con insinuaciones autobiográficas (Dostoyevski, 1821-1881) También jugadores lo fueron emperadores romanos como Claudio y Nerón, reyes como Enrique VIII y Luis XIV e ilustres como René Descartes, o Giacomo Casanova, de quien se dice que ganaba en el lecho lo que perdía en la ruleta. (Chóliz, 2006)
Cuando en el juego contiene una apuesta de por medio, que implica ganar o perder, existe una dimensión objetiva de aleatoriedad, por lo mismo se entenderá 28
como “juego de azar con apuesta”. “Los juegos de azar con apuesta se definen como: “Toda actividad que consista en poner en riesgo un objeto de valor con la esperanza de obtener otro de mayor cuantía” (Pérez y Cano 2008:437)
Los juegos de azar contienen una serie de características que los diferencian de otros tipos de actividades lúdicas y que en cierta medida explican los problemas que
pueden llegar a acarrear. Chóliz (2006) les da cuatro características
particulares: Azarosos, probabilísticos, Requieren de inversión de dinero y aportan ganancias a los recaudadores:
1.-
Son azarosos. Su resultado no depende de estrategias, ni habilidad del
jugador. Es decir, no es controlable. En eso se distingue de la mayoría de juegos en los que la práctica, la habilidad personal, o el desarrollo de técnicas favorecen la consecución de buenos resultados.
2.- Se basa en las leyes de la probabilidad. No sólo se trata de hechos incontrolables, sino que además, suelen ser impredecibles, ya que en muchos casos los eventos aparecen siguiendo leyes de probabilidad que
se cumplen
según la ley de los grandes números. En algunos casos puede que aparezcan siguiendo una serie, como en el caso de las máquinas tragamonedas, ésta suele consistir en decenas de miles de eventos, con lo cual el jugador es absolutamente incapaz de analizarla totalmente incluso en varias sesiones.
3.- Se apuesta dinero: El éxito o fracaso conlleva la ganancia o pérdida de dinero, que es uno de los reforzadores más valiosos, de manera que se trata de actividades con un potente valor motivacional por la posibilidad que tienen de ganar, pero también cuyos
fracasos conducen a desajustes psicológicos y
sociales más severos. .
4.- Por último, los juegos de azar están desarrollados y diseñados con una finalidad exclusivamente recaudatoria, a pesar de que las estrategias publicitarias 29
y de marketing oculten dicha finalidad y se muestren de una manera amable con los potenciales jugadores. Es por ello que cuanto más se
juegue, más
probabilidad se tiene de perder, que es algo que los jugadores suelen obviar, o incluso negar, como mecanismo justificador de su problemática. (Chóliz. 2006)
Cuando las personas comienzan a incluir incentivos en estas prácticas de juego, se amplía el campo de actividades lúdicas que se puedan realizar, sin embargo, parece que asumir riesgos ha supuesto una diligencia que debe ser recompensada, encontrando en el azar una forma de incrementar este riesgo. “ El hecho de superar una situación de riesgo pueda conllevar importantes cambios en nuestras vidas, de tal forma que el juego de azar pueda ser entendido como un reto a la suerte mediante el cual una persona proyecta sus esperanzas de cambiar mágicamente el futuro a su favor, o al menos experimentar el placer del triunfo” (Bombín, 1992). No obstante, lo más interesante de esto resulta ser que aunque sea necesaria la “racionalidad” para poder realizar esta práctica, gran parte de estas veces puede llegar a parecer todo lo contrario, tachando de “irracional” nuestra forma de jugar. Esta irracionalidad que practican las personas dentro de un casino de juegos viene dada a que contra quién el jugador se enfrenta es uno que corre siempre con las probabilidades a favor, el casino. Él es el rival a vencer y todos los jugadores compiten contra él. Las personas no solemos entender bien conceptos de probabilidad. Además, solemos tomar decisiones sin atender a las mismas. Pero, también, los juegos favorecen el que se cometan errores muy significativos en la estimación de probabilidad que tienen como consecuencia el favorecer seguir jugando, a pesar de que lo más sensato sería dejarlo. Dichos sesgos cognitivos favorecen el juego y sirven como autojustificación del jugador (Chóliz, 2006)
En cuanto a cuáles son las motivaciones que tienen las personas para jugar juegos de azar en los casinos, Zuckerman expone cuatro aspectos que explican los motivos por los cuales las personas consumen estos juegos, y, por ende, 30
visitan los casinos de juego de un manera regular con niveles de juego exacerbados, estos son:
a) La búsqueda de emociones y aventuras, caracterizada por el deseo de implicarse en actividades peligrosas que supongan ciertos riesgos, así como rapidez de decisiones y actuaciones.
b) La búsqueda de experiencias, caracterizada por la búsqueda de situaciones que provoquen un aumento importante de activación fisiológica y exijan comportamientos poco predecibles.
c) La desinhibición social, caracterizada por la emisión de conductas que implican la liberación de distintas trabas psicosociales.
d) La susceptibilidad al aburrimiento, que hace referencia al desagrado que produce cualquier actividad rutinaria, repetida o monótona, ya sea en ambiente laboral, familiar o social, con el consiguiente rechazo de experiencias repetidas. (Zuckerman 1979 ),
Establecer una correspondencia entre el jugador y el juego en términos de una sociedad donde prevalece el consumo nos lleva, por otra parte, a entender que para una relación entre nuestro interior y nuestro exterior en el sistema de mercado actual hay que pagar por esto. Ésta es la forma más fácil y encantadora de apropiación del mundo presente, incluso del propio cuerpo y de las propias emociones. ¡Qué experiencia más individual es la de gastar el dinero en lo que uno se le plazca! ¡Qué mayor libertad de decisión que elegir de entre toda la oferta del mercado! Sin embargo, sobre todo y más importante, ¡qué prorrogada y contundente confirmación de que existo como individuo individual! El consumo de emociones y las emociones como consumo dan cuenta del proceso de creación y mantenimiento de nuestra sociedad actual. “Es claro que entre lo que un hombre llama mí y lo que simplemente llama mío la línea divisoria es difícil de trazar... En 31
el sentido más amplio posible... el sí mismo de un hombre es la suma total de todo lo que él puede llamar suyo, no sólo su cuerpo y sus poderes psíquicos, sino sus ropas y su casa, su mujer y sus niños, sus ancestros y amigos, su reputación y trabajos, su tierra v sus caballos, su yate y su cuenta bancaria”(James 1890:291)
Para poder comprender cómo actúa la lógica del consumo, en este caso inmaterial, de emociones, sensaciones y sueños de poder tener o llegar a ser alguien debemos establecer qué entendemos como consumo. Según García Canclini, éste se podrá definir como “…un conjunto de procesos socioculturales en que se realizan la apropiación y los usos de los productos” (García Canclini 1995: 42). Estos productos, para el caso de esta investigación, no son objetos propiamente tal, sino de la apropiación de una esperanza de poder tener un futuro mejor, entendiéndolo como una situación de bienestar económico para tener un mejor pasar. Este consumo es la posibilidad de poder adquirir un mejor estatus socioeconómico, para así distar del resto. A su vez el consumo “… es una operación cotidiana e imprescindible que está ligada a la reproducción material pero también espiritual (cognitiva, emocional y sensorial) de los individuos. Es un acto ordinario ligado al desarrollo vital y es el objetivo de ese intercambio incesante de los hombres con la naturaleza al que llamamos trabajo” (Moulian 1998: 9) El consumo cotidiano de emociones es un acto placentero que sublima el deseo y lo transforma en goce. Se invierte tiempo de trabajo, traducido en dinero, con la esperanza de sacar un mayor rédito a lo que se invirtió, aunque sea probabilísticamente escaza esta chance
Estas definiciones no contemplan los excesos y la acumulación de capital que tienen ciertos individuos dentro del sistema de mercado, ni tampoco el derroche y despilfarro de dinero al que este consumo puede llegar.
Desde una visión
economista, los juegos de azar deben ser entendidos como “consumos”. Pero estos consumos salen de la estricta esfera personal y/o privada. Los juegos como objeto de consumo revelan el “gasto” de un excedente que las sociedades acumulan periódicamente. El propio espacio de ocio y recreación donde se 32
inscriben los casinos es en sí mismo un lugar para consumir el exceso de producción, de trabajo y de preocupaciones que el ser humano contrae en la vida diaria.
Según Barroso, el modo que tiene la clase ociosa de representar su estatus es mediante la ostentación que se desprende del consumo de bienes y, desde su exhibición, del poder que muestran al establecer el canon del gusto y de lo que hoy llamaríamos estilos de vida. Aquí se da cierta diferencia con la clase burguesa de la sociedad industrial que se muestra más racional que fatua, y más economicista que conspicua, sobre todo por el mayor énfasis puesto por la clase ociosa en las diferencias de estatus mediante la exhibición de la riqueza y el poder. Dentro de la imagen pública que cuida proyectar la plutocracia, el juego representa una singular forma de representación y modo de consumo conspicuo. Para la clase ociosa es connatural vivir desde estándares sociales exclusivos, compartidos con los de la misma clase y puestos de manifiesto, entre otros, en los juegos favoritos. (Barroso 2003)
El párrafo anterior explica que en el consumo de juegos de azar, además del incentivo de tipo económico, existen otros de carácter social que de parecida manera pueden motivar al hombre a involucrarse en estas acciones con cierto grado de dificultad, siendo el prestigio y el reconocimiento social los aspectos más comúnmente relacionados con este fenómeno. Y es a través de la realización de este acto que la identidad puede relacionarse con el consumo y con las industrias tradicionales y culturales. Tales industrias producen mercancías, bienes de consumo que la gente adquiere en el mercado, sean objetos materiales o formas de entretención y arte. Cada compra o consumo de estas mercancías es tanto un acto por medio del cual la gente satisface necesidades, como un acto cultural en la medida que constituye una manera culturalmente determinada de comprar o de consumir mercancías. (Larraín 2001)
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El crecimiento demográfico va de la mano con la sofisticación del juego y las tecnologías. El desarrollo de las grandes urbes y las nuevas maneras de comercialización han hecho variar la concepción del mundo que se tenía antiguamente. Ante lo mismo para entender la proliferación de los casinos en Chile y a su vez la institucionalización del juego, debemos tener presente cómo en nuestra sociedad chilena actual se ha instalado una lógica de consumo en todos los estratos socioeconómicos. Mirado bajo esta perspectiva el acceso a todo tipo de personas a los juegos de azar, en particular las máquinas tragamonedas y las mesas de juego, sobrepasa el nivel adquisitivo del individuo, más se torna una suerte de trampolín dentro la identificación socioeconómica de las personas Nechama Tec afirmaba que la prevalencia del juego entre la clase trabajadora y media era estimada como un indicativo de la reacción popular frente a las barreras que encontraban en la promoción de estatus. El juego entonces mostraba una aspiración hacia la movilidad social con el fin (incierto) de alcanzar un estatus económico más alto. El juego viene a suponer así una proyección de las contradicciones que se experimentan en enclaves básicos de la vida social familia, trabajo y otros- en la población general y entre los trabajadores asalariados en particular. El juego puede ser atractivo para ellos porque proporciona la falsa imagen de una oportunidad para autopercibirse como individuos autónomos, con independencia para la toma de decisiones que les son negadas en los roles sociales que efectivamente desempeñan. (Nechama Tec 1974)
Marcuse
describe
a
nuestra
sociedad
capitalista
como
una
sociedad
unidimensional que se caracteriza por tener "necesidades falsas" debido a la falta de adoctrinamiento y por la manipulación realizada por de los medios de comunicación. Gran parte de la literatura de las ciencias sociales de la década de los sesenta está llena de propósitos morales, enfocándose en la noción marxista del carácter fetichista de la mercancía y la “commodification” (el proceso que convierte los bienes en mercancías) que
acompañaba la destrucción de las
relaciones comunales preindustriales y la apertura de sociedades pequeñas a las 34
fuerzas del mercado. El ser humano aparece como un objeto sometido a las fuerzas productivas que persigue pasivamente la satisfacción de sus "necesidades falsas".
Como fue mencionado en los antecedentes antropológicos del consumo quienes fueron los que dieron el punto partida para esta subdiscliplina fueron Douglas e Isherwwod con “El mundo de los bienes”. Esta mirada particular del consumo se enriqueció con notables textos como el del antropólogo británico Alfred Gell,”la vida social de las cosas” donde se reafirma la tesis que los bienes y servicios son utilizados para crear estilos de vida y de esa manera adquieren significados simbólicos, más allá de su valor de uso material. Habría que entender, entonces, el consumo no solamente como un proceso en el cual los productos son "consumidos", en el sentido literal, sino como una forma de incorporación simbólica en la vida de las personas: “... el consumo como fenómeno general en realidad no tiene nada que ver con la destrucción de bienes o riquezas, sino con su reincorporación en el sistema social que los ha producido en una forma diferente. Todos los bienes, desde el punto de vista del análisis sociológico, son indestructibles. ... Aun bienes tan efímeros como los comestibles servidos en una fiesta, siguen viviendo en la forma de las relaciones sociales que producen y que a su vez son responsables para producir los comestibles. ... Lo que distingue el consumo del intercambio no es que el consumo tenga una dimensión fisiológica de la cual carece el intercambio, sino que el consumo implica la incorporación del bien consumido en la identidad personal y social del consumidor (Gell 1986: 112). Para Gell el consumo es la fase de un proceso en la cual los bienes adquieren referentes personales, es decir "dejan de ser bienes neutrales que pueden ser poseídos por cualquiera e identificados con cualquiera, y se convierten en atributos de una personalidad individual, en insignias de identidad, y significadores de relaciones y obligaciones interpersonales específicas" El consumo, para Gell, es "la apropiación de objetos como parte de la personalidad"
35
El estudio del consumo es el indagar en las condiciones bajo las cuales los deseos personales y la organización de los recursos sociales se definen mutuamente; este estudio incluye el contexto de las relaciones, estructuras e instituciones sociales dentro de las cuales se desarrollan las prioridades individuales. Son muchos los factores, entre globales y locales, de clase, género y edad, así como posiciones de poder, prestigio y riqueza, que afectan la manera en la cual las personas tienen acceso a recursos, los distribuyen y los usan. (Huber 2002)
Por otra parte, para poder explicar quiénes son los jugadores de casino, específicamente a los clientes Platino, es necesario comprender distintas categorías de consumidores. Los Platinos
estarían dentro de la categoría de
Hedonistas pues ellos han hecho del consumo de emociones una rutina de vida. Utilizo esta categoría pues es la forma de comprenderlos dentro del sistema de consumo del modelo neoliberal de hoy. Moulian en su libro “El consumo me consume” específica a tres tipos de consumidores: Ascetas, hedonistas y estoicos:
1.- Ascetas: Este tipo de consumidor tiene como "sentido de la vida" o la dirección de su proyecto existencial es realizar objetivos trascendentales, a través de una negación de sí mismo, la cual envuelve la negación de los otros, en la medida que la finalidad superior lo exija. Para el asceta, los placeres y goce están subordinados a las finalidades trascendentes que dan sentido a la existencia. (Moulian 1989: 17)
2.- El hedonista: se ubica en el extremo contrario del asceta. Este sólo responde al llamado de los placeres. Para esta figura arquetípica el deseo no constituye en sí mismo un goce, puesto que sólo encuentra sentido en la consumación, por tanto se tranquiliza exclusivamente en la realización vertiginosa, en la voracidad. Todo límite le parece una negación, cualquier control, interno o externo, una represión. El deseo lo inquieta, necesita acabarlo, como si fuera una sensación de hambre que roe las entrañas. Debe consumar lo más rápidamente posible el deseo, llegar al goce y reempezar, porque el placer es sólo la sombra del deseo. En efecto, 36
siempre será inconmensurable la distancia entre deseo y placer. Este último es la realización contingente de algo que se experimenta como absoluto. El hedonista abomina del deseo, puesto que está totalmente volcado al goce, a la búsqueda de la suspensión del deseo, a la saciedad. Es pues un ser sin interior, totalmente poseído por los objetos (bienes o personas) en quienes encuentra la satisfacción. (Moulian17-18:1989)
3.-Estoicos: Él está entre medio de esas dos figuras opuestas. Para éste el deseo está en el centro del existir. El arte de vivir consiste en la economía y administración de ese deseo en función de la realización del yo a través del vínculo social, o sea en el nosotros. La figura moral del estoico representa en nuestra cultura a aquellos que intentan preservar su estructura íntima del asedio vertiginoso de esta sociedad consumista, en la que el mercado trata de devoramos y el alud de información impedirnos pensar. (Moulian 18:1989).
Estas tres categorías de consumidores las podríamos encontrar en el casino. Pero los que regularmente lo visitan y quiénes son el objeto de estudio de esta investigación son los Hedonistas, pues ellos han hecho una costumbre o un hábito visitarlo regularmente. Los clientes Platino son aquellos que en el transcurso de un año jugando en Monticello lograron acumular más de tres mil puntos (el sistema de puntaje está explicado el objeto de estudio). También podrían incluirse a los Gold que son quienes logran trescientos puntos en el mismo período de tiempo, pero no están incluidos en esta investigación pues la muestra sería gigantesca. Esta caracterización no es al azar, pero ciertamente margina a otro tipo de hedonistas que no logran alcanzar esta “categoría de cliente” debido al nivel de ingreso que tienen, a pesar de que puedan ser clientes fidelizados al casino para el caso de esta investigación no se tomaron en cuenta, pues el universo ascendería a miles de personas y por lo mismo un sinfín de realidades diferentes.
Vale decir que durante mi estadía en el Casino, que fue de alrededor de tres años como trabajador, vi un sin número de personas, pero siempre se repetían los 37
mismos rostros, ansiosos por consumir emociones. Muchos de ellos pasaban días ahí por lo que difícilmente podría llamarlos estoicos y mucho menos ascetas. Barroso plantea: la compulsión al consumo que tiende a darse por la lógica del mercado que predomina en el contexto de estas sociedades, y la incertidumbre que genera un sistema social que amenaza con un futuro incierto, son la base de que una de las industrias más representativas de la sociedad del consumo, como es la industria basada en el juego de azar, atraiga a diversificados y crecientes colectivos sociales, indistintamente a su condición social. (Barroso 203:105)
Para otros autores, como el caso de Baudrillard la característica sobresaliente de la cultura del consumo es su superficialidad. Según él hemos entrado a una era de la simulación, en la cual dominan las imágenes, los espectáculos y el juego de los signos. El trabajo ya no es fuerza productiva sino signo de la posición social, un "signo entre signos" (Baudrillard 1973: 23), mientras que la industria publicitaria, los medios masivos de comunicación y la cultura de masas han multiplicado la cantidad de imágenes y han producido el "valor de signo" en reemplazo del valor de uso y el valor de intercambio: “ ... el término cultura del consumo señala las maneras en las cuales el consumo pasa de ser una simple apropiación de productos, o valores de uso, a ser el consumo de signos e imágenes donde se enfatiza la capacidad de reconfigurar ilimitadamente los aspectos culturales o simbólicos de la mercancía (Featherstone 1995: 75).
Por otra parte, los encargados del casino propician esta significación de los objetos materializándola en tarjetas de membrecías. Ellos lo hacen a través de la fidelización de un jugador. Ésta nace luego de que él experimenta la sensación adrenalínica del juego, cuando se inmiscuye dentro del mundo de las máquinas tragamonedas o las mesas de juego. El casino se vuelve para ellos un templo de lo profano y ellos fieles a él, lo visitan regularmente en búsqueda de satisfacer al yo interior, y por supuesto este templo conoce los mecanismos para mantenerlos fieles. Ellos a sus fieles los llaman “Clientes Fidelizados”. Fidelización es un concepto que se utiliza en marketing que se refiere a la fidelización de los clientes. 38
La fidelización es el fenómeno por el que un público determinado permanece fiel a la compra de un producto concreto de una forma continua o periódica. Ésta se basa en convertir cada venta en el principio de la siguiente. Trata de conseguir una relación estable y duradera con los usuarios finales de los productos que vende. Un plan de fidelización consta en captar, convencer y conservar. (Rodríguez 2007)
Como se explica en un párrafo anterior, quiénes son el objeto de estudio de esta investigación son los Hedonistas representados en los clientes Platino. Estos clientes fidelizados son un total de mil cuatrocientos noventa y dos personas. Los Platinos son aquellos que lograron sobrepasar los tres mil puntos en el transcurso de un año. El sistema de puntaje varía si es que es un jugador de mesas o si es que es un jugador de máquinas tragamonedas. Para conseguir un punto en el Casino una persona debe jugar doscientos cincuenta mil pesos si es que juega mesas o Cincuenta mil pesos si lo hace en máquinas tragamonedas. Este dinero que se invierte no necesariamente es dinero gastado o perdido, sino simplemente que se invirtió, ya que no considera el dinero que se devuelve producto de las ganancias, pero si nos sirve como referente para conocer las enormes cantidades de dinero que hay que invertir para pertenecer a este grupo de personas. Bastara decir que un jugador de mesas invierte al menos setecientos cincuenta millones de pesos para lograrlo y uno de máquinas ciento cincuenta millones, todo esto dentro de un período de un año.
Poder entender todas las realidades de los jugadores de casino y de los Platino propiamente tal, o dar muestra de ellas es una escaramuza que no daría un resultado apropiado. Decir que los jugadores de casino tienen una identidad definida sería como afirmar que la sociedad Chilena actual tiene una identidad en común. Por mi parte, creo que llegar a esa resolución sería encasillar a la fuerza un sinfín de cosmovisiones y realidades que pueden ser totalmente opuestas. De esta afirmación y ante la imposibilidad de poder llegar a un común denominador es que en los resultados de esta investigación existen un sin número de historias de 39
vida que son disimiles entre ellas, pero que si comparten y coexisten en un mismo lugar y tiempo. Hedonistas que interactúan entre ellos, que en la mayoría de los casos sienten las mismas emociones de frustración y alegría, frutos directos de su estrecha relación con el juego. Personas que han dedicado mucho tiempo y muchas de sus energías en el casino, pero que provienen de múltiples lugares, no tienen las mismas creencias religiosas, sus fuentes de ingresos son múltiples, son empresarios, asalariados, divergen en sus gustos y expectativas.
El juego es un vínculo fácil y eficaz para mantener a las personas entretenidas y, por el contrario, apenas existe información sobre los riesgos que conlleva. Puede, en muchos casos, transformar a un asceta o a un estoico en un ser hedonista que ante alguna dificultad en su existencia dé un vuelco en su vida y busqué aquí su salida o escapatoria, sumado esto a que el juego tiene una gran aceptación social y a que el casino utiliza un sinnúmero de técnicas para cautivar a los jugadores.
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VIII. Aspectos Metodológicos 8.1 Etapa de recopilación de datos y reflexión etnográfica
En primera instancia, se analizaron fuentes de recopilación de datos estadísticos públicos como también fuentes
bibliográficas aportadas por otras disciplinas
(Sociología, Psicología y Psiquiatría) debido al escaso aporte de la Antropología en la materia. Pero el meollo de esta tesis fue mediante una investigación Antropológica con método etnográfico lo que le dio un enfoque cualitativo de carácter descriptivo utilizando técnicas de observación participante. “Lo que un buen etnógrafo debe hacer es ir a los sitios, volver con información sobre la gente que vive allí, y poner dicha información a disposición de la comunidad profesional de un modo práctico, en vez de vagar por las bibliotecas reflexionando sobre cuestiones literarias.” (Geertz, 1988, pág. 10). Enfrentarse a una persona que se autodenomina jugador de casino cuando se está realizando una investigación etnográfica explorativa que busca ahondar en su historia de vida ligada al juego significa indagar, observar, participar, escuchar, interactuar, recabar información, preguntar de forma sutil, etc. Guiar a estas personas a expresar el sentido de sus vidas ante un determinado tema. Para indagar sobre sus conductas y discursos he utilizado la entrevista como un instrumento de conversación libre, enfocada a su relación con los juegos de azar pero de forma no estructurada. En mi caso las preguntas eran abiertas y espontáneas y obedecían a las situaciones que en ese momento estaban ocurriendo, sin embargo, siempre tenía algunas preguntas concretas que las realizaba cuando encontraba algún momento oportuno. Se debe tener claro cuáles son los datos que se quieren obtener, utilizando un lenguaje sencillo y convencional e ir tratando los distintos puntos gradualmente. Al ser un tema delicado para muchos, pues incluye la pérdida de dinero y en otros casos se ha transformado en una patología, he decidido salvaguardar el nombre 41
de los informantes y de quiénes de ellos estos mismos hablan. Algunos me pidieron reserva y a otros les dio lo mismo por lo que en definitiva decidí cambiarles el nombre a todos. Al decirles que no los mencionaría con su nombre verdadero en los resultados de esta investigación, el relato de ellos fue mucho más espontaneo y abierto a todo tipo de reflexiones por lo que ayudó a constituir un relato más significativo y cercano de sus historias de vida. A pesar de que logré una estrecha relación con los informantes al saber que estarían expuestos se mostraban reticentes, pero al momento de comprender que no estarían a la exposición pública y que el tema en cuestión les atañe profundamente y que yo estaba realmente interesado en lo que ellos me podían ofrecer como testimonio se mostraron tal cual son y entregaron unos relatos de inmensa profundidad y significación. "La habilidad de los antropólogos para hacernos tomar en serio lo que dicen
tiene menos que ver con su aspecto factual o aire de elegancia
conceptual, que con su capacidad para convencernos de que lo que dicen es resultado de haber podido penetrar (o, si se prefiere, haber sido penetrados por) otra forma de vida, de haber, de uno u otro modo, realmente 'estado allí'. Y en la persuasión de que este milagro invisible ha ocurrido, es donde interviene la escritura." (Geertz, 1988, pág. 14). Como mencioné anteriormente algo que me simplificó el llegar profundamente a abordar el tema del consumo de juegos de azar es mi cercanía con el entorno y la estrecha relación que pude lograr con quiénes viven del mundo del juego, tanto los trabajadores de ese recinto como los de jugadores de Casino. No me arriesgaría decir que todo lo que mis informantes me comentaron ocurrió tal cual me lo comentaron, desde una mirada objetiva, pero sí puedo asegurar que estos hablaron desde sus subjetividades, de sus propias concepciones de mundo y de lo que creen ellos que es su verdadera realidad "Lo que tenemos no es una historia ni una biografía, sino una confusión de historias, un conglomerado de biografías. Desde luego, hay un orden en todo ello, pero se trata del orden propio de una ventisca o de una plaza de mercado; no es nada aritmético. (…). Lo único que podemos construir, si tomamos notas y sobrevivimos, son relatos retrospectivos 42
de la conexión de cosas que aparentemente han sucedido: recomponiendo un rompecabezas, en pos de los hechos." (Geertz, 1995, pág. 12).
8.2 Definición de los informantes, transcripción y sistematización
Además de la observación participante se utilizaron entrevistas en profundidad y éstas se fueron dando mediante la cercanía del investigador y el informante, dado a que se logró establecer muy buen rapport. Según Taylor y Bodgan “las entrevistas en profundidad siguen el modelo de una conversación entre iguales y no de un intercambio formal de preguntas y respuestas lejos de asemejarse a un robot recolector de datos.”(Taylor y Bodgan 1992:100). Sobre lo mismo Natalia Vega agrega que la entrevista abierta, no estructurada, tiene la potencialidad de habilitar la percepción, por parte del entrevistador, de aquellos elementos que él desconoce y forman parte de ese mundo experiencial y simbólico del actor al cual pretende acceder “…esta modalidad de entrevista supone, por parte del investigador, el ir pensando y formulando las preguntas en el desarrollo mismo de la conversación, sin amoldarse a un cuestionario preconcebido (Vega 2009:1, 2). .A pesar, como dije anteriormente, de que se utilizaron otros nombres, o pseudónimos, para mencionar a los informantes, éstas son personas que están muy ligadas a la realidad del casino, y es por eso que se decidió que eran ellas las más adecuadas para darnos a conocer este escenario. Ellos tienen un roce significativamente importante con los juegos de azar y los múltiples servicios que el casino ofrece. Este criterio de selección fue dándose de forma espontánea en la medida que las personas accedieron a entregar sus relatos de manera desinteresada. Estas personas son: Adán, Arturo, Juan, Nicolás, Federico, Jorge Beatriz, Joaquín, Pablo, Eduardo, Arnoldo, Daniel López, José y Rodrigo. Estas 14 personas fueron suficientes como para abarcar en gran medida la realidad de los jugadores en Monticello Grand Casino. Creo, ante lo mismo, que la muestra logra corresponder a las miles de personas que consumen juegos de 43
azar. En una investigación de carácter cualitativa es imposible retratar a estos sin número de consumidores, por lo cual estimo que este criterio de saturación es correspondiente y apto para los resultados que se esperan de ésta. Por un lado, están aquellos que trabajan para Monticello como es el caso de Adán que es el gerente de un área del casino de un área del Casino y que tiene una larga trayectoria de trabajo en este rubro. Con él me reuní en reiteradas ocasiones manifestándole mis interrogantes y su relato fue muy enriquecedor debido al prolongado tiempo que él ha estado ligado a esta actividad. Nicolás y Joaquín son personas jóvenes que trabajan también en Monticello para ellos ha sido el primer trabajo que han tenido, aunque llevan ya algunos años trabajando ahí no dejan de sorprenderse de la actitud y conductas de los jugadores de casino. Daniel Lopéz proporcionó información de la base de datos de clientes platino que tiene Monticello. Pablo es Ingeniero Comercial y es jefe de turno de la sección de máquinas tragamonedas, él es el responsable por todo lo que sucede con ese tipo de juego mientras esté en su horario de trabajo por lo que conoce a cabalidad la realidad de los jugadores de máquinas tragamonedas. Dentro de ese mismo prisma se encuentra Arnoldo, él es asistente de sala y debe procurar por el buen funcionamiento de las máquinas y asistir en todas sus necesidades a los clientes de éstas; Y, por otra parte, se entrevistaron a clientes platinos, consumidores de juegos de azar, para que narrarán sus propias vivencias con respecto al mundo del juego, Arturo y Eduardo son jugadores de Draw Poker, no tienen una relación de amistad entre ellos, sin embargo se conocen, pues han compartido más de alguna vez en una mesa de juego ambos tienen una relación adrenalínica del juego y el riesgo que trae cada apuesta les proporciona una encrucijada irrenunciable, cada vez que se reparten cartas para ellos es un nuevo desafío. Juan por su parte agregó la relación que él tenía con el dinero y su familia, antes de ser jugador y como esta relación mutó al conocer los casinos de Juego. Federico es un cliente platino, jugador de máquinas, que le llama sobremanera la atención que hay en el casino, como a su vez de las múltiples promociones y servicios que otorga Monticello. El testimonio de él aporta en cómo es la recepción en los clientes de estos servicios. Jorge es un platino que se inició jugando 44
máquinas, pero en las cartas, en el punto y Banca, encontró la satisfacción que él estaba buscando. Beatriz ha sido jugadora toda su vida, ella realiza un relato como ha sido su historia ligada siempre a factores lúdicos. José, platino también, agrega cómo son las relaciones de reciprocidad entre los jugadores de mesas. Rodrigo juega Black Jack, y no le interesa como le vaya al resto de las personas que se sientan en su mesa, en el sentido de que cree que todos actúan en contra de sus propios intereses.
Estas entrevistas se realizaron en su gran mayoría en dependencias del Casino Monticello, en sus bares y restaurantes donde se podía escapar de esa vorágine consumista del juego y donde a su vez se podía grabar las conversaciones, ya que dentro de la sala de juego lo consideran un ilícito. Otras personas accedieron a hacerlo en la intimidad de sus hogares o en lugares públicos, pero el lugar no fue un gran inconveniente para llevar estas entrevistas a cabo. La etapa de transcripción fue realizada en la medida que se fueron concretando las entrevistas. A partir de esto fueron seleccionados los fragmentos considerados más importantes y significativos de acuerdo a su contenido mediante una sistematización elaborada a partir de los datos requeridos.
Por su parte, la
etnografía trae como resultado la elaboración de un texto tras la culminación de un proceso que implica conocer las valoraciones y significados que tiene los propios jugadores y trabajadores sobre el consumo de juegos de azar. Esta sistematización se fue dando a cabo a medida de la importancia que le daban los involucrados a cierto tipo de hechos que se asociaban con sus propias historias y que para ellos son totalmente significativos para comprender la realidad en las cuales están inmiscuidos. Fueron ellos quienes dieron los parámetros de análisis y encasillamiento de la información y solo se recompuso este rompecabezas, parafraseando a Geertz, en pos de los hechos.
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IX. Resultados de la Investigación
9.1 Presentación de los resultados
La información que da sustento a esta investigación es en base a conversaciones, entrevistas, observación participante y la propia experiencia que tiene el investigador sobre cómo es y se realiza el consumo de juegos de azar en el contexto de Monticello Grand Casino. Para este objetivo las opiniones y los puntos de vista de los involucrados, tanto los jugadores como los trabajadores del Casino, dan un significativo acercamiento a esta realidad y son ellos quienes desnudarán las múltiples aristas.
9.2 El Casino: su producto y sus estrategias Suena extraño pero el producto que ofrecen los casinos de juegos no es un producto tangible propiamente tal, como uno suele esperar de cualquier inversión que haga, sino que debe cautivar desde otra perspectiva, dinero fácil y rápido. Por ende, Monticello Grand Casino gasta millones de dólares anuales en múltiples promociones, concursos, publicidad, premios y variadas regalías que van de la mano con el mundo lúdico que ofrece. El equipo de marketing del Monticello no solo consta con el departamento propiamente tal, sino también los recepcionistas, asistentes de sala, los anfitriones, los garzones, los croupieres, en general todo el personal que tiene contacto directo con los jugadores también forman parte de esta gran estrategia , pues son ellos los encargados de “satisfacer” al cliente en todos sus caprichos. Caprichos que van desde creer que un trabajador les puede dar el dato sobre que máquina ha pagado últimamente o paga mucho, tragos de los más costosos, alguna pista de donde conseguir droga, hasta cómo conseguir mujeres que se dediquen a la prostitución. 46
Adán nos cuenta: “ Lo que atrae a las personas de Monticello es poder ser parte de algo magnánimo, es algo que tiene un precedente a nivel nacional muy grande, es muy lujoso, que sale en televisión, entonces formar parte de ese circuito, de ese vínculo como que los hace sentir de otra manera, pero detrás de todo eso la gente va por algo personal, para mí lo que yo siempre descubrí en la mayoría de las personas que van al Casino es que van por una cuestión de soledad, la tasa de edad de las personas generalmente es de más de cuarenta años, ellos son en su mayoría personas solteras o separadas. Ya los que son mayores de cincuenta son igual, los que van en pareja ya son las típicas familias en que sus hijos crecieron y existe ese vacío en la casa entonces lo sustentan de esa manera, me entiendes, estando en un lugar rodeado de gente que quizás nunca terminan de conocer, pero se sienten acompañados, pero detrás de eso hay personas vacías, que perdieron afectos, que tienen la necesidad de sentirse parte de un grupo social, pero en su sociedad misma, en su vínculo no lo tienen, la contención de un hijo, de un hermano o de un padre, son personas que tienen una casa y no un hogar, no sé tienen la familia, pero no los afectos por así decirlo y buscan en el Casino una comprensión del mundo o ligarse a algo.”
Por otro lado, una mirada, una sonrisa, una buena palabra y hasta un apretón de mano estimulan al cliente a “sentirse como en casa”, pero en muchas ocasiones esto no es suficiente y ahí es fundamental para el casino utilizar otro tipo de estrategias. Esta otra categoría de estrategias o técnicas de fidelización pueden ser obvias, como a su vez ocultas o sutiles, pero proporcionan al casino un arraigo más fuerte de sus clientes. Estas técnicas no son hechas al azar y hacen que las personas pierdan el sentido de la realidad del mundo exterior inmiscuyéndolos más en el juego. Durante el curso de esta investigación se pudieron observar trece maneras de fidelización que a simple vista parecen inocentes, pero nada de eso tiene. Estas estrategias son: El acceso a beneficios por membresía (tipo de tarjeta); el dinero transformado en fichas o dentro de una tarjeta transformada en 47
créditos; la ausencia de relojes y de ventanas; la ambientación; pagos rápidos e inmediatos; acceso a quedarse en el hotel; la ubicación lejana de los servicios; la cercanía al triunfo; los regalos; el alcohol; no hay lugar donde sentarse a conversar; el trato a los grandes ganadores (Platinos); y el diseño laberintico.
9.2.1 El acceso a beneficios por membresía (tipo de tarjeta)
La tarjeta MVG (Most Valued Guest) que un cliente obtiene al inscribirse en el casino es la encargada de acumular el puntaje. Monticello ante los clientes les propone que entren dentro de un Club de Privilegios que les permite: • Obtener tu tarjeta inteligente MVG, acumular puntos y con ellos ir ascendiendo en los diferentes niveles de membresía que disponemos para ti y así acceder a espectaculares beneficios. • Para comenzar tendrás una tarjeta “Maroon” –por el sólo hecho de inscribirte en nuestro Club de Privilegios MVG-. Acumulando puntos llegarás a “Silver”, luego a “Gold” y finalmente a la más prestigiosa tarjeta que es “Platinum”. • Por lo mismo se te recomienda usar tu tarjeta MVG en todo momento para asegurar que sigas acumulando puntos y así recibirás los beneficios, ofertas y premios asignados a cada nivel. ( http://casinomonticello.cl/mvg/preguntasfrecuentes-mvg)
Fuente: http://casinomonticello.cl/mvg/tarjeta-inteligente
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Este club de privilegios no es más que otra manera de hacer al jugador entrar en la carrera loca de obtención de puntaje (La forma de acumulación de puntaje esta explicado en el objeto de estudio y en el Marco teórico). Haciéndolo creer que la retribución por su fidelidad al Casino estaría recompensada por beneficios efímeros como estadías en el Hotel, invitaciones a cenar, invitaciones a conciertos o el acceso al sector VIP (Privé), fichas promocionales para jugar, entre otros. Pero estas regalías ni siquiera se acercan al dinero invertido por ellos para acceder a los múltiples niveles de tarjeta.
9.2.2 El dinero transformado en fichas o dentro de una tarjeta transformada en créditos. (Revisar anexo 12.2)
La noción del dinero después de inmiscuirse en el juego se vuelve intangible, pues se transforma en otro producto que ya no son los billetes los que se juegan. El dinero adquiere otras modalidades que confunden al jugador como es el caso de las fichas en las mesas y los créditos en las máquinas tragamonedas. Es irrisorio, pero el jugador ya entrado en éxtasis o bebido no ve más que plástico en el caso de las mesas, fichas que pueden llegar a un monto de un millón de pesos no tienen la misma relevancia que poner ese mismo millón de pesos en distintas en monedas o billetes de múltiples denominaciones, el valor del esfuerzo que toma ganarse ese millón trabajando se reduce a una mísera placa de poliuretano y en el caso de cualquier tentación puede llegar a jugarse y perderse en segundos. En el caso de las máquinas tragamonedas cuando un jugador inserta la tarjeta por defecto esta le dice cuántas veces puede jugar según el número de líneas que éste apueste, el dinero se reduce a número de jugados posibles, por lo mismo si un jugador no está alerta de que la máquina en la cual está jugando es de alta denominación es muy probable que puede perder mucho dinero en muy corto tiempo sin siquiera percatarse de lo que invirtió.
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Arturo relata: La noción del dinero se pierde, ya que éste se reemplaza, es donde se canjea la realidad por lo virtual. Si uno lleva dinero en efectivo, o uno gira dinero en efectivo, lo giras a créditos para jugar que son virtuales, aunque sepas que eso tiene un valor, te lo pasan en fichas de plástico o en la tarjeta transformada en créditos y pasa a ser el contenido de ilusiones que tú vas a volcar para obtener placer, ganancias, se pierde el valor por eso. Yo siempre digo que si las personas que juegan mesas en vez de poner fichas ponen billetes muchos dejarían de jugar o jugarían mucho menos, se darían cuenta del valor que están jugando y de lo que cuesta ganarse la plata, sería distinto.
9.2.3 Ausencia de relojes y ventanas
Hoy son muchas las personas que ya no utilizan reloj, con la invención de los celulares que indican la hora se ha suprimido en gran parte la utilización de este instrumento. Esto se sabe en los casinos, y por supuesto en Monticello y no se hace mucho al respecto. No está de más decir que cuando alguien se inmiscuye o se concentra en algo no se percata del paso de las horas, los jugadores en este caso adquieren un ritmo de juego y están ensimismados en sus máquinas o en su defecto, entretenidos en la mesa de juego que esté. Se ve a los jugadores en un cierto estado de trance que les impide desligarse de su juego. Es por esto que en ninguna pared de Monticello se puede observar, ni siquiera por adorno. En ese estado es simple olvidarse de la hora, de no percatarse de lo que está pasando en el mundo exterior.
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Fuente: http://www.publimetro.cl/nota/espectaculos/nace-party-pit-una-nueva-forma-de-divertirseen-monticello-grand-casino/xIQlgb!Qc7ZFSMckfnw/
En Monticello solo existen ventanas en los restoranes que se encuentran aledaños a él, y en un restaurant (el Hola) que está dentro, más se encuentra en una esquina poco visible, pero una vez que dentro de este templo del consumo es imposible ver alguna. Esta táctica va de la mano con la ausencia de relojes. Cuando las personas ingresan, ellos no quieren que estas tengan la menor idea de lo que está ocurriendo en el mundo exterior. Si ver afuera oscureciendo, o incluso percibir la luz del amanecer, su reloj interno entrará en juego y dirá que es hora de seguir adelante y hacer algo más, como ir a dormir. Sin embargo, esto está muy lejos de los juegos de azar y el casino no puede disponer de eso. Además, no quieren que se vea algo ni remotamente interesante afuera sucediendo. Hay muchos estímulos visuales al exterior, por ello el casino hará todo lo posible por que el mundo exterior no exista.
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9.2.4 Ambientación
Monticello es un compendio de estimulación maravilloso y fascinante: el sonido de campanas, sirenas, luces parpadeantes, el sonido de las revolvedoras automáticas, de la bola cuando gira en el cilindro de la ruleta, pitidos, sonidos digitales, todo es fascinante. ¿Por qué es fascinante? Debido a que es la comunicación no verbal diciendo: "Ganar! Ganar! Ganar! ". Da la impresión de que todo el mundo de hecho está ganando cuando, en realidad, la mayoría están perdiendo. Sin embargo, aun cuando estas personas están perdiendo, cualquiera que sea la máquina esta produce un estruendo festivo, sonidos eufóricos. Hace que la gente quiera entrar en la acción y ser también parte de la victoria. Es un lugar feliz, ¿cómo puedo perder?! Todo está pulido, bruñido y brillante con un imán hipnótico hacia ella. En algún momento, todos, sin importar si se es un apostador grande o pequeño, se sienten atraído por esta ostentación de exceso y extravagancia. La iluminación de Monticello Grand Casino es baja y suave. Esto tampoco es al azar, pues es para darle una acogedora y agradable sensación al hedonista, un tanto así como estar sentado en el sofá, en el salón de su casa, ¿y quién quiere salir de su cómodo sofá? Condiciones difíciles de iluminación pueden ser contraproducentes para los ojos, pero un nivel más moderado invita a los jugadores a instalarse, relajarse, y disfrutar mientras se siente seguro, cómodo y acogedor. Además, las alfombras de Monticello no son escogidas al azar. Muchos podrán creer que los patrones y los diseños de estas alfombras son francamente de mal gusto, con remolinos de colores, líneas y salpicaduras que son comunes. Sin embargo, para los clientes del Casino son fascinantes, acogedores y agradables a la vista. Además de esto, como en los centros comerciales u otros templos del consumo la música en el Casino es siempre suave, tranquilizando al jugador y manteniéndolo en un estado de trance.
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9.2.5 Pagos rápidos e inmediatos
Cuando una máquina tragamonedas da un premio significativo esta se traba por motivos de seguridad y a su vez suena para que todos se den cuenta que ahí se pagó un buen premio. Ante lo mismo los asistentes de sala, que son los encargados de auxiliar y atender a los jugadores de máquinas, llegan a la brevedad para pagar el cheque correspondiente. Esto lo hacen de una manera rápida para así no dejar al cliente pensar en una posible escapatoria o que pueda tentarse a irse después de un pago significativo, ya que ese dinero debe ser devuelto al casino para no mermar las utilidades. El mismo caso pasa con los croupieres, a éstos se les exige agilidad en el juego y en los pagos, así no dar espacio al Hedonista de pensar y menos de tomar decisiones correctas en su juego, la rapidez los marea y no los deja actuar de una manera racional o prudente.
9.2.6 Acceso a quedarse en el hotel
Generalmente el jugador de casino pasa horas y horas en él, sin percatarse del tiempo, ni de lo que ha bebido. Si es un buen jugador, esto mirado desde la perspectiva del Casino, vale decir una persona que juega mucho y por tiempo prolongado, las personas que trabajan en Monticello no van a querer que un cliente se vaya y ante lo mismo le ofrecen quedarse en el Hotel. Una pieza del Hotel Monticello consta de 51 m² con una cama matrimonial, un sillón cama y baño de mármol. Además incluye un trago de bienvenida y desayuno buffet en la mañana. Este cuesta $184.620 los viernes y sábado, pero generalmente nadie los paga, pues es de cortesía al “buen jugador”, por lo mismo el costo tan alto para sus reservas, ya que el negocio del casino no es que se le llene de turistas o viajantes en su hotel, sino está todo dado para que los jugadores lo utilicen.
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Fuente: http://casinomonticello.cl/hotel/
Para Juan el hotel es una comodidad que le permite pasar mucho más tiempo en el Casino y a su vez es un acceso para poder emborracharse y hacer vida social: “ Recuerdo una vez invité a un amigo, pedimos una habitación con dos camas y nos fuimos a conversar al bar del hotel, era un tipo que no veía hace mucho tiempo, éramos compañeros de colegio, debemos haber conversado unas cuatro o cinco horas y tomando alcohol, harto alcohol, pero buen alcohol, wiskis de buenas marcas y todo eso, para luego salir, bajar al Casino y apostar y recuperar todo lo que te bebiste, esa noche me debo haber gastado en alcohol ponte unos sesenta mil pesos y bajé. Cuando subí tengo que haber llegado con unos cuatrocientos mil pesos, o sea ganado trescientos cuarenta mil de utilidad neta y el tipo lo encontró alucinante así wuaw, yo quiero vivir aquí, como, tomo, gano plata y más encima me puedo quedar a dormir”
9.2.7 Ubicación lejana de los servicios
Si algún jugador desea utilizar el baño, ir a comer algo, o cobrar sus fichas, debe buscar en lo más profundo en las entrañas del casino. Estos servicios están ubicados lo más lejos como sea posible. Este es un último esfuerzo para mantener al cliente en el interior ya que tiene que caminar por todo el lugar de nuevo y pasar por todas las tentadoras máquinas y juegos. Si alguien pasa por los cajeros para 54
cobrar sus ganancias y tal vez piense que puede probar suerte por última vez antes de salir. Es el mismo principio que usan las tiendas con la esperanza de conseguir que el cliente tenga un último impulso de comprar durante ese largo camino hacia la salida.
9.2.8 Cercanía al triunfo
Junto al hecho de ganar, nada hará sentir más adrenalina que el casi ganar y la sensación de que casi se quedó con el dinero del casino. Pero si Monticello le diera dinero a casi todos los que jugaron, muy pronto se volvería en un negocio poco rentable. Cada juego, ya sea una mesa o una máquina, está diseñado para pagar pequeñas ganancias en un corto plazo, pero eventualmente tomarán más del dinero al largo plazo, pues tienen una retención programada por defecto, o juega
con
las
probabilidades
a
favor.
Las
máquinas
tragamonedas
constantemente suelen hacer pagos pequeños, mientras que frecuentemente están a punto de dar la combinación necesaria para un gran pago. Siempre están a una cereza o una estrella del gran premio. Otros juegos dan al jugador una sensación de "control" como los dados, en el que el jugador tiene una influencia directa sobre el resultado, como al lanzar los cubos o escoger sus propios números. Esta es otra maniobra que le da al jugador una sensación falsa de que puede vencer a un juego y por lo tanto hará que juegue por más tiempo. Básicamente, los jugadores sobreestiman sus posibilidades y probabilidades de ganar. El estar cerca de la victoria es lo que esencialmente mantiene a los casinos en el negocio, dar a los jugadores el gusto de casi siempre ganar, es garantía de que éste los visitará de nuevo.
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9.2.9 Regalos y Promociones
Los servicios gratuitos o reducidos son otro elemento vital de Monticello. Los jugadores con frecuencia reciben cupones para comidas gratis, el buffet, espectáculos, etc, o también tarjetas que les permiten ganar premios de terceros con el fin de conseguir que sigan regresando. Les hace sentirse importantes, incluso si éstos no apuestan sumas importantes de dinero. Incluso si pierden, se sienten como si hubieran ganado algo y tienen más probabilidades de regresar. Estos clientes son importantes para Monticello, porque la gran parte del dinero proviene de estos pequeños jugadores, por lo que en el negocio son mejor vistos que los que apuestan grandes sumas. ¿A caso son simplemente buenos anfitriones con sus usuarios? En realidad no, todo está calculado para mantenerlos allí y que jueguen más y más. Es algo así como convencer a un niño de portarse bien a cambio de un juguete barato. Las promociones en tanto proporcionan otra falsa dimensión de las expectativas que tienen los clientes para conseguir ganancias. Creen que éstas las darán un vuelco importante a sus vidas, pero al final el resultante de esto es que se transforman en un consumo mucho más masivo para el logro del objetivo, que es el de ganar un gran premio: Nicolás nos narra una de las promociones más emblemáticas del Monticello :“ El Grand Prix es una de las mejores y más malas promociones del Casino. Veámoslo desde el punto de vista de jugadores de mesas. Las promociones que tienen acumulación de puntaje como el Grand Prix hacen que el cliente se vuelva loco jugando, en un período de dos o tres meses lo que dura la promoción, juegan, juegan, juegan, se vuelven locos jugando, entra mucha plata al Casino, hacen gastar mucho a los clientes, mucho movimiento de plata. Aunque los clientes saben lo que van a ganar al final en el sorteo es lo que se gastan en una semana, pero la promoción dura tres meses, pero es por una huevá de ego, es como yo hice más puntos hoy día, yo soy el primero. Nada más que eso, por eso lo hacen, se vuelven locos jugando. Y eso es en las tres promociones parecidas al Grand 56
Prix después de que terminan se pierden dos semanas, tres un mes. Después de la última promoción que tuvimos estilo Grand Prix, que término como en Abril, el grupo completo de Póker que venía todos los días, porque era una promoción diaria, en la que ellos hacían puntaje. Se tomaba desde las 08:00 hrs de la mañana hasta las 07:59 del día siguiente, a los quince clientes que juntaban más puntaje se les llamaba por teléfono para que participen en un sorteo ese día a las 21:00 hrs en el Casino en el cual su premio eran los puntos que ellos ganaron en esas 24 hrs multiplicado por tres mil pesos cada punto. El mismo Nicolás continúa su relato exponiéndonos un par de casos particulares de los jugadores que se ven inmiscuidos en este tipo de promociones: Un cliente que salía primero en mesas podía llevarse un premio de nueve millones o doce. Un día hubo uno que le dieron quince millones, Izáis Gamoz, imagínate quince millones dividido por tres mil pesos son Cinco mil puntos en un solo día y acuérdate que para ganar un punto tienes que apostar doscientas cincuenta lucas ($1.250.000.000 de pesos). Él es un tema aparte. Bueno si es que ese día no salía nadie se acumulaban los puntos para el día siguiente, solamente acumulaban sus puntos los que volvían a calificar (dentro de los quince mejores), o sea hubo días que estuvo acumulado durante cuatro días y esa vez me acuerdo Juan Trozo estaba por veintidós millones y veinticinco millones ya se había ganado él.
9.2.10 Alcohol
Esto podría haber ido en la categoría de regalos, pero merece ser tratado de forma independiente. Es tan obvio y transparente, un artilugio como los regalos promocionales, pero que puede llegar a ser mucho más poderoso. Bebidas trabajando a favor del casino. En primer lugar, son gratis. A menos que se sea un abstemio, ¿quién no ama las bebidas gratis? Los garzones se pasean por Monticello con las bandejas llenas de bebidas diversas en todo momento. No es un secreto mantener al jugador satisfecho y con el sentimiento alegre para que 57
siga jugando. A continuación, el alcohol hace que incluso los jugadores inteligentes se descuiden. Si algún jugador cauteloso que usa estrategias en el black jack, o en la ruleta lo hacen consumir alcohol, éste aletargará el funcionamiento de su cerebro y, por lo tanto, mermará su capacidad para tomar las decisiones adecuadas. Los jugadores también se volverán más liberales con su dinero, perdiendo el cuidado y la conciencia de que se acaba rápidamente. Juan nos cuenta: “…en un principio se fueron conjugando algunas situaciones, entre particulares que tienen que ver con la familia más que con el juego mismo y el Casino me sirvió a mi como un vehículo para descargar lo que yo no podía hacer aquí en mi casa, fumar, embriagarme, fundamentalmente fumar y embriagarme, a mí eso me gustaba eso del Casino. Yo iba y fumaba y me embriagaba y eso lo encontraba fantástico. Volvía borracho, donde nadie me reprimía porque bebía alcohol y fumaba hasta que terminaba tosiendo, de hecho fumaba los cigarros y después no fumaba en días. Para mí era fantástico el beber y el fumar, y a veces volvía con plata, a veces sin, pero no me interesaba mucho tampoco, me daba lo mismo, fue en un grado de inconciencia que tenía ver más que con el juego mismo con lo que yo estaba viviendo en el plano personal. Eh sí, disfruté mucho el emborracharme ahí, en general siempre he disfrutado el emborracharme, jejeje, pero estar ahí y poder comer, y poder beber, después quedarte en una pieza cómoda, fantástico.”
9.2.11 No hay lugar donde sentarse a conversar
Monticello no es un lugar propicio como para poder hacer vida social, entendiendo este concepto como reunirse a otro tipo de cosas que no tengan que ver con el juego. A pesar de ser el casino más grande de Chile, y hace pocos años el más grande de Sudamérica, cuenta con solo cuatro sillas que no están destinadas a estar al frente de una máquina tragamonedas o una mesa de juego. Esto se deduce al hecho de que cuando alguien pueda sentirse cansado o con ganas de 58
sentarse no le queda otra opción de enfrentarse directo al juego. Pero los estatutos del Casino obliga al jugador a tener que jugar mientras ocupa esa posición o en caso contrario debe cederlo a quién sí quiera hacerlo. Ante lo mismo el jugador se ve obligado a jugar. En caso contrario debe retirarse a otras dependencias como los restaurantes o secciones para fumadores para poder conversar.
Fuente: http://eltipografo.cl/2013/03/monticello-grand-casino-represento-el-262-con-us125millones-en-el-mes-de-febrero/
9.2.12 El trato a los grandes ganadores (Platinos)
Monticello busca retener a los Platino fidelizándolos, ya que estos son los que más han aportado en la fortuna que han conseguido. Los que tuvieron la suerte de ganar a lo grande son tratados como reyes. Básicamente estos jugadores reciben ofertas a las que no pueden negarse, desde suites gratis a tratamientos extravagantes. Cuanto más tiempo un gran ganador permanece en el interior del casino, inevitablemente gastará más dinero. El casino no pierde gran cosa regalando una suite o habitación libre, pero manteniendo a la persona ganadora en el lugar, tiene muchas probabilidades de que su dinero retorne. Los jugadores 59
sienten que son tratados como reyes porque son importantes, pero es su dinero el que es importante. Además de mantener el dinero allí, los casinos también están ganando publicidad gratuita y de comercialización, cuando otros grandes jugadores se enteran de cómo van a ser tratados en ese establecimiento en particular. Complacer a los grandes ganadores es tan crucial para Monticello que una gran parte de sus recursos, de los anfitriones servicios VIP e infraestructura de primer nivel, se dedican a ellos. Sobre la atención en Monticello Arturo nos cuenta: El objetivo de las personas que trabajan en el Casino es de dar la mejor atención posible siempre, deben de generar una buena experiencia al Cliente. Es así porque las personas van a comprar ilusiones o algo abstracto, no se llevan nada material. Hay personas que invierten mucho dinero y no tienen por qué llevarse un mal rato o una mala atención, tiene que ser todo superlativo, de primer nivel. Partiendo por conocer bien al cliente, saber qué le gusta e ir siempre más allá, generar cosas que a la gente los sorprenda, sorprenderlos minuto a minuto, día a día de la manera que se pueda y te lo permitan, eso depende de la personalidad de cada cliente, hay algunos que te dan el espacio para hacerlo y otros que no. A medida que uno va teniendo contacto con ellos uno se va dando cuenta de sus cosas, de su ritmo de vida esas son pequeñas cosas que uno las utiliza como matices, no sé si hay uno que es muy apegado a sus hijos, uno se aprende el nombre de los hijos y cada tanto preguntarles como están, eso genera una buena impresión, o por ejemplo saber que a un cliente le gusta comer Sushi, hacer un día una cena de Sushi e invitarlo diciéndole que tomamos en cuenta sus gustos y que pensamos en él, ese tipo de cosas, de sorpresas en cuanto a servicios, no solamente una sonrisa o un estrechón de manos.
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fuente: :http://www.aiep.cl/detalle-noticia/13-0122/Estudiantes_de_Escuela_GHT_visitan_Casino_Monticello-3481088013.aspx
Sobre lo mismo Federico, cliente platino se refiere a lo bien que se siente acogido en Monticello: Lo que me llama mucho la atención del Casino es la atención, la encuentro genial, el garzón cómo se te acerca, la gente del privé mucho mejor sí, el garzón de afuera no es tan fino, en el capataz por ejemplo conozco a toda la gente, me saludo de abrazos con los tipos, etc… echamos la talla, es distinto hay un trato bastante más cercano
más informal. Adentro no, es más formal, pero es
agradable, atienden muy bien, yo ahí no tengo nada que decir, la gente del hotel también, el bar suponte atienden re bien, está bien hecho, tiene una buena puesta en escena, una muy buena puesta en escena, creo que está en valor la atención, el hacerte sentir agradable eso te da un valor, eso creo que cualquiera lo logra sentir.
Su relato continua con la añoranza del pasado, cree por una parte que el Casino perdió su magnificencia, a pesar de que lo visita regularmente, siente que el trato de un principio ya no es el mismo, esto se puede explicar también debido a lo agobiante que es ser absorbido por el juego y verlo con un espectro negativo:
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La etapa de Garceló, el gerente que se cayó del edificio, fue una etapa extraordinaria. Ese tipo le dio categoría al Casino, le dio categoría con todas sus letras. En la atención en el hotel, en lo que proponía, este caballero que llegó ahora no, empezó a reducir costos, cambio hasta la calidad de la servilleta, y los espectáculos empezaron a ir en picada, los del “Bravo” por ejemplo antiguamente eran bien buenos, ahora son cualquier cosa. Sacó al notario de los sorteos, siempre ha tratado de reducir harto el costo. Yo al menos soy bien sensible a ese tipo de cosas, y eso que está haciendo este tipo le ha bajado la categoría, ya no son los mismo premios, cambio los autos que sorteaban, la cantidad de promociones que hay, incluso disminuyó la cantidad de sorteos. Después el Casino se vio mermado con esta cosa del cigarro, bajo la cantidad de gente que iba, coincidió esto con el suicidio de esta señora, y empezaron de nuevo a hacer más promociones, sorteos a reaccionar a esta merma, pero fue más reactivo, el tipo no previó. Seguramente por los números, quien lo contrató debe pensar que el huevón es fantástico, pero como Ingeniero Comercial, pero es un huevón penca, el típico huevón que reduce costos y le hace ganar más plata a los dueños, pero no hace disfrutar a quien va para allá y eso se nota; creo que es malo que le quiten la categoría al Casino y eso fue lo que pasó con este caballero. Antiguamente los buenos espectáculos los traía el Casino y nos regalaban entradas, hoy ya son todos externos.
9.2.13 Diseño laberíntico
Monticello es el Casino más grande de Chile y está diseñado como un gran laberinto. Esto está diseñado intencionalmente para que un jugador, literalmente, se pueda perder. Perdido en un mar de máquinas y mesas, se generan obstáculos y barreras que impiden que el jugador salga del casino. No existe ninguna disposición lógica. La confusión es el resultado final. El cliente sabe que la salida estaba cerca de un determinado tipo de juego de máquinas tragamonedas, pero que conjunto de máquinas tragamonedas? Ya que éstas se repiten y están en un 62
orden que no tiene una lógica racional para quien no lo conoce. Rincones y grietas en los que abundan los giros y vueltas. Esto causa en el común de la gente un error mental cuando creen que si se dirigen en un camino determinado, pueden fácilmente dar la vuelta y salir de la misma manera. Sin embargo, el camino no es familiar porque visualmente es completamente diferente. Las máquinas altas, que constituyen la mayor parte del esquema de la planta, también impiden que la gente pueda ver y es lo que más les desorienta.
9.3 Inicios en los juegos de azar: Dentro de los múltiples relatos recopilados durante esta investigación hubo muchos que narraron sus comienzos dentro del juego. Algunos de ellos visitaron Monticello por simple curiosidad y otros ya tenían una relación cercana con el juego.
Juan por ejemplo no había ido anteriormente a ningún Casino, él es un jugador de póker que se inició jugando máquinas tragamonedas que narro así su relación originaria con Monticello: Mi forma de llegar al Casino fue mediante la amistad, por un amigo, yo nunca en mi vida había ido a un casino a jugar, de hecho nunca había jugado ningún otro tipo de juego de azar como el Loto o el Kino. Siempre pensé que no era bueno jugar, lo vi siempre como algo malo, negativo, tenía una aversión con eso (…) Ahora me acerqué
por este amigo al juego, que lo
acompañe y fui como curiosidad; el casino era bonito, se veía atractivo, era grande, y en esa perspectiva de encontrarlo bonito, atractivo y grande fui para allá, fue una aventura (…) Vincularte con cartas también es extraño, hay que tener ciertos códigos, hay que jugar de cierta manera, tiene ciertas reglas, cierto lenguaje, es también intrigante. Pero la primera vez que jugué fue a una máquina. Yo pensé que se metían fichas y jugabas, apretabas un botón y eso jugabas, pero no era así, bueno después empecé a aprender. Después me di cuenta que no se usaban fichas que era dinero plástico como las tarjetas de crédito, en este caso es de débito, y de cierta manera se pierde la dimensión del dinero. 63
Me vinculé con estas máquinas y empecé a perder, y perdía veinte mil, diez mil y me venía desolado en el auto. Y de pronto no sé cómo, ni porqué algo se gatilló en mí y empecé a jugar en las máquinas, ya iba sólo, y una de esas veces gane más de un millón, un Jackpot, yo pensé, en realidad trataba de pensar las cosas que para mí resulten cuerdas, yo intuía que esos eran algoritmos, pero debían tener una secuencia en alguna medida, y siempre fantaseaba en descubrir esa secuencia y en esa máquina creía haberla descubierto, entonces yo subí la apuesta al máximo aquella vez y efectivamente me dio los juegos que tenía que dar para pagar lo que me pago y eso para mí resultó fantástico. Yo recuerdo que esa vez me vine a mi casa al tiro, no me quedé mirando, ni para el concurso ni para nada, eran las cuatro de la tarde….
Fuente:https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10151019970713338&set=a.101507572542983 38.465115.191448123337&type=1&theater
En algunos casos no es extraño que algún jugador obtenga una ganancia relativamente alta al comienzo de la historia de juego, cuando el jugador es todavía ocasional, lo que genera unas expectativas irracionales sobre los beneficios de jugar y puede facilitar la transición al juego exacerbado o hedonista que pueda sufrir algún jugador. Lo cierto es que la realidad difiere de estas expectativas: el jugador habitual, en general, siempre va a perder dinero, el jugador esporádico tiene mayores probabilidades de ganar tan sólo porque juega menos. 64
Jorge nos cuenta: Me fui al Casino con doscientos mil y volví con un millón doscientos, entonces era fantástico y partí a Santiago, siempre quise tener un taladro bueno que costaban cuatrocientos mil casi quinientos y me lo pude comprar y además me lo encontré en oferta así que fantástico, yo creo que la mejor sensación fue fuera del Casino, con lo que puedes hacer con el dinero, no solo por lo que el Casino me podía reportar, así como wuaw que rico que gané, eso me dio lo mismo.
Entonces empecé a ir ahí con la intención de poder tener
otra forma de ingreso y quizás, construir ese lugar gratis, que se yo una fantasía, una tontera como de ese tipo. Después no quise volver a jugar máquinas y quise investigar qué es lo que podía ser el jugar cartas, porque había jugado ruleta, pero es muy peligrosa.
Juan es un cliente Platino, que no se explica el cómo se fue inmiscuyendo, en el juego. Según explica no fue por una necesidad económica o por la necesidad de tener más dinero del que tenía, pero el estilo de vida que llevaba le parecía tedioso y buscaba una salida de su monótona vida. Bajo esa perspectiva el Casino le fue dando otro ritmo a su cotidianidad y modificó la manera de entender su vida: “Yo tenía una visión de la vida fíjate que estaba errada, en cuanto en que yo encontraba una fomedad, la vida de mis vecinos que iban a trabajar en las mañanas, volvían y no los venía a ver nadie nunca, nunca recibían a nadie, nunca hablaban de algo y envejecían y después se morían, encontraba una tontera, no leían, aparte del diario la parte más bien de la crónica roja y el deporte, no había más tema. Yo busque leer, pero no me satisface tanto y quería como llenar mi vida de algunas cosas, no sé si comprar sensaciones de algún tipo, el Casino me las terminó vendiendo en alguna medida, me las terminó proporcionando, bueno en realidad fue vendiendo, con el perder fue vendiendo. Sensaciones de como poder estar en una libertad adulta, en la cual tú decidías que hacer porque a nadie le importaba mucho lo que tú estabas haciendo y si les importaba no te lo decían tampoco. Tu podías estar borracho y estaba bien, podías estar solo y estaba bien, podías fumarte dos o mil cigarros y estaba bien, podías ir a comer donde querías 65
según la tarjeta que uno tenía y comer lo que querías y eso me parecía bien, no tenía ningún problema, te podías quedar ahí, te podías venir.”
Por otra parte hay quiénes han iniciado su relación con los juegos de azar más tempranamente, desde que son adolescentes, esto se debe en la mayoría de los casos con la mayor disponibilidad de tiempo libre y con las mayores disposiciones ante el riesgo que se tienen a una edad más temprana, pero sobre todo por las peculiares condiciones socioculturales en las que acceden a la vida social. Así, además del aprendizaje que logren experimentar los jóvenes por la imitación de la conducta de la población adulta, que constituyen parte de la generación de los padres, otros factores como el más fácil acceso al dinero que hoy tienen los jóvenes, así como la implosión del consumo en sus diversas manifestaciones, son razones que hay que tener muy en cuenta como causas centrales de la práctica del juego.
Beatriz jugadora de máquinas tragamonedas ha tenido una relación larga con los juegos de azar y los casinos propiamente tal. Ella recuerda que desde niña le ha llamado la atención los juegos donde ponga en riesgo dinero y pueda sacar rédito de esto: Cuando salíamos de vacaciones, a Villarrica por ejemplo, nos íbamos a Pucón y toda mi familia se iba a la playa, pero en cambio yo me iba al casino. Mi mamá a veces me aganchaba… hoy en día tengo hijos grandes, el mayor está esperando cumplir los dieciocho para poder ir conmigo al casino. Cuando uno es ludópata, no te das cuenta, vienes con ese chip, el que no lo tiene, no lo entiende. …me gustaba cuando nos íbamos a Bariloche, con mi hermana que es más joven, en vez de salir a carretear nos íbamos a los casinos porque acá en Chile no teníamos, sólo cuando iba a Viña ahí podía. En mí comenzó con los raspes, eso de los juegos, por la plata. Me gané la primera vez cinco lucas, hace unos veinte años atrás. Trabajaba en el Instituto Rancagua (colegio), los días martes tenía consejo de profesores y como me aburro con facilidad y éramos hartos y hablaban de a uno. ,,, se me hacía larguísima la hora y me aburría. Entonces, pasaba al supermercado y me compraba veinte raspes, 66
entonces llegaba al consejo, la directora me daba el turno para hablar, pero después me quedaba sin decir nada más. Ahí, para no molestar comenzaba a entretenerme con los raspes… cuando ganas sientes una cosa como una adrenalina, eso mismo que pensaba yo igual que las primeras veces que iba al Monticello, cuando recién lo abrieron, en Noviembre del 2008. Había ido primero al Enjoy de Santa Cruz, porque antes del Monticello, iba a un negocio acá en Rancagua que se llamaba “El Rómulo” y que habían máquinas de póker, que era clandestino y yo empecé a ir porque iba a buscar a mi marido, que yo era casada en ese tiempo y tenía que salir a buscarlo y él me decía ¡espérame un ratito! porque él estaba metido en eso, de hecho, él me metió a mí en el vicio, primero de las carreras de caballo. Estuve un tiempo pero no me gustó tanto porque es mucho rato de espera, uno a otro, el ambiente era muy penca, puros viejos, iba de repente aquí a San Martín, metí a mi hermana también en la ludopatía de las carreras de caballo primero, apostábamos. Íbamos a Viña, a Santiago, los niños eran chicos y los llevábamos, ellos jugaban, era como un panorama para todos. Pero a mí las carreras no me gustan mucho porque es mucho rato el que hay que esperar y no soy yo la que está ahí, como en las máquinas del casino que eso me da pasión Me gusta todo tipo de juego porque me acuerdo antes de que saliera Monticello, jugaba un juego con amigas un juego que se llamaba Kitty, que era con fichas y plata. Pasábamos todos los días jugando, teníamos un grupo de niñas, 6 o 7, mientras más jugábamos, mejor, porque se juntaban las fichas, los colores me llamaban la atención, el juego, si yo soy ludópata en todo el aspecto, tanto lo que tengo en retribución monetaria como también jugar con los niños, o sea para mí todo es juego, y mejor si hay plata de por medio. He tenido los raspes, he tenido las carreras de caballo y en el que más me pegué fue en el casino por la cercanía. Antes no teníamos nada cerca, de hecho, sino hubiese estado el Monticello yo me hubiese ido a Santa Cruz.
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9.4 Motivaciones Las personas visitan los casinos de juegos utilizándolos con fines personales y/o grupales, y siempre desde una inclinación emocional o pasional, posiblemente inconsciente, por cuanto de irracional hay en la forma de expresar y delimitar objetivamente estas situaciones y las experiencias que transmiten. Beatriz narra: “Lo que más me llama la atención de mi es que cuando voy llegando al Monticello y paso el puente, me dan mariposas en la guata, como cuando en que vas a salir con un pololo, o incluso más, como alguien que te está esperando.”
Una aproximación empírica del porqué visitan innumerables personas Monticello Grand Casino nos las da Joaquín, un anfitrión del Salón VIP (Privé): Existen una serie de cuestionamientos que me vengo haciendo desde que entre a esto de los Casinos, partiendo por preguntarme ¿Por qué juega la gente?, luego resolví que claro era una forma de consumir, tenemos que tener claro que el juego es parte del desarrollo del ser humano, desde los principios y mientras el cerebro del ser humano se va haciendo más complejo, necesita a su vez de juegos más complejos para saciar esa necesidad lúdica que tiene de competir, de obtener o de poseer algo o a alguien, ya que algunos necesitan demostrar que son más que el resto, por ahí parten las complejidades que para mí tiene esto. ¿Por qué la gente juega? Ahí me encontré con muchas respuestas, uno podría decir que es para compartir con otras personas, pero paradójicamente es lo que menos hacen. Parten jugando socialmente creyendo que se mimetizan con otros, pero el comportamiento de ellos, de los que llevan harto tiempo jugando en los casinos, no tiene esa lógica. Yo creo que cuando ellos pisan la alfombra dejan a la persona y entra el personaje, lo que quieren es jugar, jugar y jugar y van por esa sensación, esa adrenalina. Yo he trabajado también en Argentina y puedo decir que el comportamiento de los jugadores es igual en todos lados, por ahí tiene 68
algunos matices de la sociedad o la cultura, pero la conducta del jugador es casi igual en todas partes.
Cabe agregar que una
de las funciones más claras e incuestionables de los
juegos es la de servir de “válvula de escape”. Pueden por una parte ser un factor de equilibrio y un medio para sobrellevar la rutina del día a día. La inclinación por mantenerse jugando por un período prolongado de tiempo es la búsqueda de un complemento de una compensación o huída por medio de la diversión, y a la evasión hacia un mundo diferente, al de todos los días. En este contexto, los juegos son parte de esos instrumentos a través de los cuales las personas dan rienda suelta a la agresividad que la sociedad genera en ellas.
Según Pablo, un jefe de turno de la sección de máquinas tragamonedas, las personas en especial los clientes platinos: “ Primero van saciando esa necesidad (de compañía) y después se atrapan en el mundo del juego. El juego en la cabeza de las personas lo que hace es como dejar el cerebro en “Stand by”, la persona que está jugando ahí se olvidó del tiempo, se olvidó del problema, se olvida de sus carencias, se olvida precisamente de sus afectos, incluso se desentienden de las personas que lo necesitan. Hay personas que tienen constituida una familia, que son esposos con hijos, lo atañen otros problemas que pueden ser de carácter económico en el sentido de la ambición por querer seguir creciendo, que trabajan o tienen una empresa muy exigente, y que llegan por accidente o lo que sea a un casino y ahí se desconectan de toda esa presión, de las exigencias y cosas por el estilo y eso hace que luego se vayan desapegando de todos sus afectos, eso es lo que he notado. Se van desligando inconscientemente, no lo hacen a voluntad, es algo que lo provoca el juego y todo ese manejo de hormonas que te atacan el cerebro que hacen que las personas se exalten constantemente, que sea un placer que no lo comparan con nada.” Otro caso es el de Jorge, Platino y aficionado al Punto y Banca, quién narra su experiencia personal de evasión de la realidad desde un pasado que le trajo consecuencias, pero que recuerda que en su momento fue la manera de 69
desligarse de sus problemas reales y atingentes, que tenían que ver con la relación que llevaba con los integrantes de su familia. Para mí el Casino significó un fin de como ver la vida, yo estaba en una etapa penca, muy mala, estaba pasándolo mal en mi casa, mi hija estaba enferma, se desencadenaron un montón de cosas, eso fue un período de dos años, yo fui tres años al Casino y los últimos dos años ha sido eso. De todas maneras quiero entender el porqué de mi permanencia en el Casino, porque es una idiotez, yo encuentro una idiotez haber ido, es insólito, a jugar dinero y pensar que puedes ser bueno jugando, yo encuentro más idiota eso todavía. Mira la estupidez esta en haberse inmiscuido en eso, de haberlo vivido, de poderla contar por lo menos quedé vivo, no me terminé suicidando como la señora, ni terminé con una mano delante y la otra atrás, hay mucha gente que puede estar así, y que va a seguir yendo.
Como he mencionado, la conducta del jugador está íntimamente relacionada con sensaciones de placer. Ahora bien, cuando dos componentes tan importantes del juego como son el espacio y el tiempo, se desbordan de sus límites habituales, el juego deja de ser tal, se desvirtúa y desempeña otro papel distinto al que le corresponde. En muchos de estos casos las personas
pierden la libertad de
deliberación y el juego pasa a ser una necesidad prioritaria. Adán expone el caso de un jugador “ Un ejemplo que a mí me dijeron fue una persona que me plateaba si tú me pones una mesa de juego, un Póker, un Black o un Punto y Banca, y al otro lado la mujer más linda del planeta yo voy a preferir la mesa de juego, vale decir que el juego reemplaza los placeres de la vida, la carne en este caso. Más adelante en su relato continúa “Por ejemplo cuando están a punto de hacer una escala en Póker, en la parte expectante cuando está a punto de suceder hay algunos que lo relatan como si fuera algo más placentero que un orgasmo y eso lo comparan con hechos muy particulares de su vida”
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A Eduardo el Póker le cautivo de sobremanera. Comenta que el estar jugando ese juego, el Draw Póker en específico, le produce una sensación muy placentera y puede estar por muchas horas en eso. Su actitud hedonista hacia la vida se reafirma con el hecho de jactarse que ha conseguido todas las combinaciones posibles de cartas. Esto solo puede ser posible pasando mucho tiempo en el Casino: Yo soy jugador de Draw Póker. Ése juego me cautivó porqué me daba la posibilidad de cambiar cartas, el poder que tenías tú de decidir finalmente en el juego, o creer que decidías sobre el juego, el poder sentir que tú eras la persona que estaba tomando decisiones con respecto del futuro del juego a diferencia de otros juegos en el que tú no eras quién tomaba las decisiones como el Póker caribeño, a mí el Black Jack no me gusta, y la ruleta te repito la considero más peligrosa que la cresta, yo gané mucha plata en una oportunidad, en una bola no sé si cuatro cinco millones con una bola, pero es peligroso eso, es muy peligroso, no lo entiendo yo, fue una casualidad lo que hice. El Póker lo encuentro más entretenido, aparte que yo hice todos los juegos en el Póker, desde el juego más básico que te salga un par, hasta que te salga una escalera real y que te salga dos veces ya es más inaudito, escalas de color tengo que haber sacado unas seis u ocho, y póker tengo que haber sacado unos treinta o cuarenta, ya perdí la cuenta, entonces viví todas las emociones ahí, una escalera real de mano, una escala real que armé, escalera a color de mano, escala a color que armé, una escala de color que no me pagaron. La última vez que estaba jugando si me abría me pagaba diez millones y me faltaba un seis, le dieron un seis al señor de mi derecha, al del otro lado y a mí me entra un cuatro y al último señor le entra otro seis que era el que a mí me faltaba que era el de Pick, si alguien hubiera pedido una carta más a mi sale el seis y armo una escalera de color, eran cien mil a doscientos mil que tenía de apuesta. Entonces son cosas increíbles que pueden pasar en un lugar así no más, la emoción que tuviste en ese rato, fugaz, porque ya seguiste jugando cartas y se te olvido no más, yo no me retraigo a contar eso doscientas veces, hay tipos que andan todo el rato contando que justo me falto una, pero en ese momento estai, “chucha”, que te entre la carta y estás entretenido, es adrenalínico. 71
Cada persona que va al Casino tiene un perfil distinto, y una condición distinta del porque van ahí, o como llegan ahí, pero según observe el factor común que une a todos los que son jugadores es la evasión. Es por el intento de modificar esas sensaciones, que es la ausencia o presencia de algo que los perturba. El juego puede utilizarse tanto de entretenimiento o desarrollo y cultivo de la persona o para cubrir necesidades de evasión a través del riesgo o con el propósito de obtener una ganancia, convirtiéndose a veces en una conducta anómica. Los individuos juegan de muy variadas formas, por muy variadas razones y en situaciones muy diversas.
El acceso a un bienestar económico es por cierto otra motivación presente en el ser humano actual. A su vez la manera de cómo se utiliza el dinero es muy disímil entre las personas. Jorge cree que la mayoría de las personas va al Casino lo hacen por ambición”… ambición a ganar dinero, yo, al principio no iba por la plata, iba para ratificar mis intuiciones, me iba en otras voladas, pero descubrí que el dinero tiene una especie de vida propia que iba más allá del valor neto del dinero. El dinero puede comprar voluntades, puede comprar más cosas que los objetos, puede comprar opiniones, sexo por ejemplo, un montón de cosas que no son objetos y esas sensaciones que uno puede experimentar solamente las va a experimentar vivo, entonces por qué el Dinero, la gracia no es tener dinero por tenerlo, la gracia es poder usar ese dinero para que mi familia disfrute de sensaciones , que sean distintos, no los voy a llevar al Casino a jugar o que sean dixomanos, no por esas cosas que yo pasé, el hecho de viajar por ejemplo, conocer otras culturas, otra gente, pero no el fin de semana, viajar, viajar en serio.
Juan bajo la misma perspectiva relata lo ameno que ha sido para su vida el disfrutar del dinero”…ahora quiero tener dinero, en ese sentido el Casino me cambio la percepción que yo tenía del dinero, en el sentido de decir mira sabes qué como que aprendí a disfrutar en el Casino, aprendí a disfrutar el dinero, por 72
ejemplo te lo voy a decir súper simple, para subir a comer al “Capataz” a veces tenías que hacer una cola porque se llenan las mesas la única posibilidad que uno tenía para ir a comer cuando quisiera y sin la necesidad de hacer cola era a través del dinero, y yo eso no lo sabía lo aprendí en el Casino y le decía como estás a alguien y arrugaba unos billetes y se los daba y me buscaban una mesa buena y comía lo que yo quería a la hora que quería y con las personas que iba. La entrada costaba tres mil pesos, yo arrugaba un billete de mil y se lo pasaba al guardia y pasaba se acabó, a veces pasábamos dos, entonces empecé a descubrir que el dinero tiene otras propiedades que seduce a la gente muy interesantemente, yo no me había dado cuenta de eso, te prometo nunca me había dado cuenta. Como compra voluntades el dinero, como compra un montón de cosas que van más allá de los objetos, yo eso no lo vi, pero además compra emociones, compra sensaciones y eso lo comprendí ahí, cuando uno empieza a jugar y que el croupier cuando tienes juego te abra o que no te abran (...)Tiene que ver con eso con las posibilidades que te da el dinero de poder disfrutarlo, no solamente para poder tener lo básico”
La diversidad de significados, los múltiples matices y dimensiones, la variabilidad de las distintas representaciones que han ido experimentando y la complejidad de acercamiento y abordaje de todo lo que se refiere a la noción de juego. Son motivo para estudiar y comprender correctamente el mundo del juego, muchas veces no es un incentivo económico el que busca el jugador. Hay por otra jugadores que reconocen no ser interesados por el dinero. Creen que lo importante es jugar. Se inmiscuyen en el juego, y el dinero pasa a segundo plano, lo importante es ser partícipe de la evasión de la realidad, Juan nuevamente nos describe este fenómeno: “Era distinto en la medida que uno va jugando ya ni siquiera te importaba el dinero, te importaba el juego, simplemente el juego, algunas veces gané cinco millones, otra vez me gané once millones y sabes que me paré, sabes que no sé si fue bueno o malo, me paré así como wuaw en un mall en Santiago, el Parque Arauco y lo empecé a recorrer, dije que me iba a comprar algo, andaba con cinco millones en el bolsillo, sabes que me di vueltas por hartas tiendas, varios 73
lugares y no tenía nada que comprarme y eso me gustó; me gustó esa sensación de que no necesitaba el dinero de no tener que darle un uso en ningún sentido. Compré creo unas cosas para mi familia, cosas chicas no grandes y se acabó, la plata la deposité en el banco. Después la perdí toda y perdí mucho más que eso, terminé perdiendo mucho dinero en el Casino, mucho dinero.” Jorge sobre la misma noción agrega “Yo empecé a mirar el dinero con un sentido distinto después que fui a jugar al Casino, porque también gané en el casino, he llevado siempre una vida bien austera, generalmente en mi casa no faltan muchas cosas, siempre a principio de mes se provee de todo lo que es necesario, si quieres bebida afuera deben haber 12 bebidas, quieres azúcar, deben haber unos cinco kilos por decirte algo, pero siempre hemos trabajado para que eso este, para que siempre hayan, como para entre comillas no vernos privados, pero de las cosas básicas, o sea ni caviar, ni filete, esas cosas no, pero lo que se necesita está, no es necesario ir a comprarlo se hace un pedido y eso se conserva, hay cierto orden. Pero volviendo al tema del dinero, el casino me hizo ver que uno era capaz de obviar todo eso, de decir eso ya está ya, qué más se puede hacer, no necesito más de las cosas básicas para vivir. Mira a mí a veces no me importaba lo que ganaba, ni me importaba lo que perdía tampoco, no sé por qué, no lo podría explicar, una vez le conté a un psicólogo y me quedo mirando más raro que la cresta. Quizás porque siempre viví sin plata, cuando estuve en la Universidad tuve que hacer una olla común para vivir ahí, y pase frío, hambre, una pila de cosas. Después me esforcé para que no faltara nada, a mis cabros, a mi mujer, a mí. Entonces quizás por eso, vivir tanto tiempo contenido que después te importa una raja lo que hagai, era como por primera vez en tu vida que te liberaste, que te importa un bledo si perdiste, ganaste si hago esto o no, porque para mí el uso del dinero no está asociado al uso común que tiene que ver con el conseguir estatus, como la pirámide Maslow de conseguir más bienes y servicios, me da lo mismo eso, porque las necesidades que yo tengo están cubiertas… “
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9.5 ¿Quiénes son los Platinos?: Descripciones particulares de estos. El total de clientes platinos de Monticello Grand Casino es de mil cuatrocientos noventa y dos. En la primera parte de este capítulo se expondrá datos aportados por un informante, un trabajador del Casino llamado Daniel Lopéz, me he proporcionado de un listado de clientes platino que permite hacer una radiografía de estos y así desenmarañar quienes, cuántos son donde habitan y cual es relación en cuanto a género que tienen los jugadores de casino, .
En la segunda parte de
este capítulo se hará una descripción de múltiples
jugadores, tanto jugadores de mesas como de máquinas. Para así tener una radiografía de las múltiples personalidades y estilos de vida que estos tienen. Ante la imposibilidad de llegar a factores socioculturales comunes resulta interesante conocer caso a caso como son ellos, narrados eso sí desde la perspectiva de otras personas que hablan sobre ellos, vale decir desde la intersubjetividad. Adán, Nicolás, Juan y Daniel dentro de las conversaciones y entrevistas que se realizaron
en
esta
investigación
fueron
quiénes
proporcionaron
estas
descripciones. Tres de ellos (Adán, Nicolás y Daniel) trabajan para Monticello, y Juan es un cliente platino. Ellos comparten a diario con estos grupos de personas hedonistas, por lo tanto desde sus relatos se puede rescatar una opinión muy cercana a la realidad de ellos, ante lo mismo considero de gran riqueza ese apartado.
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9.5.1.1 ¿Dónde habitan?
Lugar de Residencia en el país Otras Regiones 2% VI 12% R.M R.M 86%
VI Otras Regiones
Elaboración propia, fuente anónima, Junio 2013
De los 1492 Platinos, hubo 1373 que dieron su dirección al momento de hacerse parte del club de privilegios del Casino. A pesar de que el Casino está ubicado en la Sexta región las personas que visitan Monticello y que están más fidelizados a este son de la Región Metropolitana con un total de 1175 personas. Les sigue la sexta región debido a la cercanía que tiene este a las ciudades más grandes esta con 164 personas y solo 34 pertenecen a otras regiones.
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Lugar de Residencia en la Región Metropolitana Santiago Recoleta 2%
Paine 2%
Otras Comunas 15% Santiago 16%
Lo Barnechea 3% La Cisterna 3%
Las Condes 14%
San Miguel Buin 3% 3% Maipú 7%
Peñalolen 4% La Reina 4%
vitacura 4% San Bernardo 4%
Ñuñoa 5%
Puente Alto 5%
La Florida 6%
Las Condes Maipú La Florida Puente Alto Ñuñoa San Bernardo vitacura La Reina Peñalolen Buin San Miguel La Cisterna Lo Barnechea Recoleta Paine Otras Comunas
Elaboración propia, fuente anónima, Junio 2013
De las personas que viven en la Región Metropolitana se puede observar que no existe una gran concentración de Platinos en alguna zona específica, Sino que provienen de múltiples comunas y realidades. Eso sí que en la Comuna de Santiago que es una de las comunas más grandes del país tiene un poco más de concentración platinos y Las Condes que es una de la comunas que tiene una mayor concentración de los ingresos a nivel nacional logran un número mayor, pero no es una cantidad tan significativa que dé para un análisis de una concentración significativa del consumo de juegos de azar. La distribución es así: Santiago 159, Las Condes 142, Maipú 75, La Florida 62, Puente Alto 54, Ñuñoa 50 San Bernardo 45, Vitacura 43, La Reina 36, Peñalolen 36, Buin 32, San Miguel 32 La Cisterna 29, Lo Barnechea 27, Recoleta 24, Paine 21 ,Otras Comunas 153. Total 1020.
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9.5.1.2 Distribución por Género
Sexo Mujer 38% Hombre
Hombre 62%
Mujer
Elaboración propia, fuente anónima, Junio 2013 Del total de clientes platinos 919 son hombres y 573 son mujeres. Este dato nos permite entender que la mayoría de las personas que consumen juegos de azar son Hombres y que esta realidad se ajusta a la distribución de sueldos desiguales que existen en el país. Vale decir que muchos de ellos son empresarios, por lo mismo tampoco es difícil dirimir que quiénes son dueños de empresas son en su mayoría hombres.
9.5.1.3 Situación conyugal en las mujeres
En el caso de las mujeres es clara esta afirmación: el juego excesivo se da predominantemente en amas de casa. Si hubiera que detallar algunos de los motivos que caracteriza a esta categoría social se podrían señalar los siguientes: mayor disponibilidad del tiempo, sobre todo cuando no hay hijos o los hijos alcanzan cierta autonomía personal, bien cuando el ama de casa se encuentran en la situación familiar de “nido vacío”. Entonces el juego viene a representar un modo de superar la apatía, el aburrimiento o, incluso, supone una posibilidad de ganar dinero.
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Estado Civil de las Mujeres Soltera 13%
Casada Casada 87%
Soltera
Elaboración propia, fuente anónima, Junio 2013
El sesgo en este gráfico puede estar dado a que el dato que provee la clienta es que si esta se autodetermina Señora o Señorita, no es una radiografía real de la situación marital de ellas, porque también podrían ser viudas o separadas. De este total de 573 mujeres 497 se autodeterminaron Señoras y solo 76 señoritas, por lo que podemos inferir que quiénes visitan el Casino son mujeres en su mayoría que ya no son jóvenes y que por otra parte han constituido una familia en algún momento de su vida.
9.5.2 Descripciones de casos particulares
A lo largo de las entrevistas y las conversaciones que se tuvo con los trabajadores de Monticello hubo en varias ocasiones relatos sobre jugadores en particular. Los expongo de manera apartada para así desnudar la realidad de cada uno. Cada uno tiene un contexto muy variado, por lo que no son homologables entre sí. Vale decir que estos relatos son solo pinceladas de las vidas de estas personas, y no logran ser un relato profundo ni detallado del existir de cada uno de estos platinos, pero si otorgan nociones interesantes de la realidad del consumo en particular. 79
Caso 1: Leonardo Leonardo empezó jugando mesas y llego un momento en el que consideró que estaba perdiendo mucho dinero, ya que para él la mesa era muy agresivo y se volcó a máquinas pensando que iba a jugar menos. Eso sí no juega las cifras que jugaba antes, pero no es poco tampoco lo que juega. Creo que la actitud de él, anticipada del resultado es porque él tiene la necesidad de estar ahí hasta que se le acabé el dinero, no porque vaya a pensar que va a ganar. Él lo hace para salir de su latencia, para despertarse, salir de su mundo de presión de su actividad normal, creo que debe tener eso, mucha congestión en su cabeza, para salir de su trabajo del agobio quizás de su familia, pero él sabe que va a perder, va a agotar el dinero para después irse, como si pagara por ese aislamiento. De hecho para él su vínculo cercano que son sus negocios, la empresa que él lleva no tiene nada que ver, pero nada que ver con el mundo del juego. Hay algunos que si los tienen como socios, clientes, un amigo o un hermano, él no tienen absolutamente nada que lo ligue al juego, ningún lazo más que la gente que conoció en el Casino, y evita todo eso, como por ejemplo tratar de negociar con alguien en el Casino que tengo el mismo rubro que él, ya que no es su terreno el mezclar negocios con el juego. Él se siente ajeno, él no pertenece a ese lugar, pero va a sumergirse en el medio de la nada como un pasajero en un bus un ene ene.
Caso 2: Fidel Fidel es una persona que difícilmente llega a comer, a sentarse, o conversar con alguien, sino que llega directo a jugar. Llega saca dinero y tiene un estado de agresividad contra él mismo, porque no le pagaron una bola, porque la tiran muy rápido, por esto u lo otro, esa actitud que realiza esa persona es como de un autoflagelo. Son un tipo de personas exitosas, en los negocios, porque sino no tendrían tanto dinero para jugar y como que se autoflagelan de eso y van al Casino a eso. 80
Caso 3: Román Román se dedica, en su profesión a los juegos de azar, él tiene unos locales de tragamonedas, de esos que están en los almacenes, se dedica a lo lúdico y termina consumiendo algo similar, pero de la industria, no de lo paralelo digamos. Es más te puedo asegurar que él no pone una moneda en sus máquinitas para jugar, probablemente él esta consiente que él va a perder ahí, pero va a un Casino y no juega en las máquinas, pero juega en mesa y fíjate que a pesar de su carácter tiene esposa, hijos y una familia bien consolidada, como pocos, entre ellos hacen su empresa, y uno se pregunta ¿por qué va al Casino?, puede ser que sienta soledad en su familia, y no es lo que él esperaba o quería o de alguna manera no lo satisface.
Caso 4: El Barba Barba estuvo como veinticinco días seguidos en el Hotel, es del tipo de personas que se someten tanto en el mundo del juego
y es ahí donde se produce el
desapego de todo lo que construyeron, de sus vínculos, sus lazos. Al Barba lo que le corto más aun su vínculo es que él tenía hijos grandes, entonces tomaron partido por lo que muchas esposas perdonan y se someten a su marido a que este enfermo a que esté involucrado con este tema del juego, una mujer quizás se somete por amor, por costumbre o por miedo, pero por ahí si tienes un grupo de hijos con una personalidad desarrollada, que estén bien parados lo más probable es que confronten a su padre, lo desapeguen de su vínculo y digan nosotros vamos por nuestro lado y tú por el tuyo. Mira la mayoría de esos casos retoma su vínculo familiar. Dejan de venir al Casino y se someten. Sé de buena fuente que tampoco está yendo a otros Casinos, esas personas que juegan fuerte uno siempre puede pensar que están jugando en otra parte, pero en este caso no. Él, como en muchos casos volvió al núcleo familiar, pero volvió sometido a su vínculo, 81
vuelve, pero con las condiciones de su grupo, ya no es el caudillo que era antes, vuelve como un peón.
Caso 5: Anastasia Anastasia es una clienta que ganó el Grand Prix, tiene que haber gastado mucho dinero para poder ganar eso, claro si que ella se autoexcluyó, a pesar de que reincide ya no juega a ese nivel que jugó en ese tiempo. Siempre que conversó con ella hablamos de su noche de gloria, esa noche tiene que haber ganado unos trece Jackpot’s, es la persona que más Jackpot’s (premio de sobre Un millón y medio de pesos), luego ganó el Grand Prix. Yo creo que la adicción al juego de esa mujer nació ahí. Ella contaba que había una o dos veces al Casino de Viña, pero conoció el juego a través de Monticello. Empezó a escaparse en los horarios de colación, creo que lo que más causo efecto a que se inmiscuyera tanto, fue que haya ganado tanto dinero de golpe en un día, entonces entro en el mundo de la Fantasía y pensó que todo era así. ¿Por qué? Por qué se empezó a someter al ritmo de juego prolongado, pasaba muchas horas ahí y normalmente eso te come.
Caso 6: Patricio Hay gente que tiene saldo positivo en el Casino, que son Platinos, son muy pocas, pero es gente que llevan sus ganancias ordenadas con el juego. Te comentan que tienen un dinero apartado para apostar y en el año van, pero según sus realidades. Patricio por ejemplo es un jugador que está a favor, ya no está jugando mucho, porque hubo un tiempo que se apartó de su conducta de juego, se puso a jugar al lado de otro hombre que juega mucho más fuerte y tuvo un par de crisis de juego, perdió mucho dinero muy seguido. Me refiero a que es jugador que nunca pierde o gana más de dos millones, y esa vez en una visita perdió cuatro, y en la otra cuatro más, pero solo porque no siguió su conducta, su ritual. Viste que es un tipo que llegaba charlaba, se entretenía, se paraba al frente de la ruleta o el 82
punto y banca y hacía una ceremonia, jugaba un pase o una bola, luego paraba y conversaba y al rato volvía a jugar otra, pero aparte de su ritual esa vez no respeto eso y sufrió las consecuencias, pero Patricio es un jugador que estuvo un año con un saldo arriba de quince a veinte millones. En realidad son muy pocas las personas que tienen saldo favorable, pero más que una cosa de consciencia de las personas es una cuestión de conductas, se permiten llevar un ritmo calmado de su saldo, de tener un juego calmado, usar bien el tiempo, analizar la apuesta, pero cuando se relajan se van al carajo, cuando creen que ya tienen dominado al sistema perdieron, eso no existe. Conozco a cinco o seis de los platinos que tiene saldo a favor de los mil y tantos que hay. Pero generalmente quienes van al Casino y te lo cuentan llegan y te dicen empatar es ganar, irse con el mismo dinero con que llegaron para un jugador es ganar, porque en el fondo ese dinero que ellos llevan saben que es para arriesgarlo y volver con dinero a casa es saldo positivo… … es un caballero muy respetable, de unos setenta años viste siempre muy bien y muy fino en sus gustos, lo que él me dice siempre cuando hablamos de los demás jugadores es que ellos son muy jóvenes, por eso pierden, yo también lo fui. Un día nos sentamos a conversar y don Patricio me contaba que en sus tiempos él también perdió esas cantidades y mucho más, pero me di cuenta un día que eso debía parar, deje de jugar a lo loco, ahora me ves jugar tranquilo, pero también pase por eso. Ahora vengo con un millón de pesos en el bolsillo, logro conseguir trescientos mil, me retiro y me voy. Mi intención no es hacerme millonario, sino solo pacerlo bien un rato. Me atienden súper bien me voy con plata de acá. Si llegase a perder pierdo solo el millón que llevo, no gasto más, no saco tarjetas, no emito cheques, pero generalmente me voy con lo que llego y un porcentaje más, trato de jugar con las probabilidades a mi favor hago una buena apuesta inicial y si la gano me retiro, es así de sencillo. Por eso todos ellos pierden, porque ganan una vez y quieren seguir ganando, se ponen a jugar a lo loco, pero tarde y temprano el casino te va a superar, hay que tranquilizarse.
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Caso 7: Izáis Gamoz Izáis Gamoz es un cliente serio, abogado, llega a jugar en las mañanas al Casino, llega de maletín, terno y corbata. Para su familia y para todo el mundo él sale a trabajar. Las veces que llega a ir con la señora al casino él juega cien mil doscientos mil pesos, pero yendo solo se gastaba treinta o cuarenta millones. Izáis tuvo un día en que ganó, y empezó a subir la apuesta ese mismo día, siguió subiendo, siguió subiendo su apuesta. Izáis ese día gano trescientos millones de pesos en mesas (solo Ruleta). Es lo que con más se ha ido un cliente con plata. Llamo a unos amigos de la PDI que lo fueron a buscar para que lo escoltaran un poco, pidió el dinero en efectivo, él compadre se metió trescientos sesenta millones de pesos al bolsillo. Volvió al día siguiente, y al siguiente y al siguiente. Llegó a un punto que él no se conformaba con lo que ganaba. Recuerdo que llegué un día a mi turno, mire las estadísticas y ese día iba ganando trescientos millones a eso de las cuatro de la tarde. Se me ocurre mirar el sistema de nuevo a eso de las siete de la tarde, mirarlo a él específicamente e iba perdiendo doscientos sesenta millones. Vale decir que perdió los trescientos millones y puso doscientos sesenta millones más de su propio bolsillo. Izáis volvió a recuperar toda la pérdida que tenía, en total que eran alrededor de trescientos millones, trescientos ochenta a cuatrocientos millones y quedar a favor con cuatrocientos cincuenta millones, pero hoy en día va perdiendo quinientos millones, devolvió todo. Un día iba ganaba doscientos, otro día iba devolvía cien, día siguiente perdía doscientos, día siguiente devolvía cien más, al otro día recuperaba trescientos y así se les llevaba hasta que perdió todo. Ahora va muy poco, super poco.
Caso 8: Ye Li YE Li es un asiático de más o menos un metro sesenta, que va siempre de terno. Antiguamente iba con 2 o 3 tipos que parecían sus guardaespaldas, pero onda esos de la mafia, siempre se ponía a pelear con los guardias, con nosotros o con 84
la demás gente, no quería pagar la entrada. Una vez en el estacionamiento del Privé les tiro el auto a unos clientes y casi los atropella, tiene una Van Mercedez negra, lo veis y te imaginay al tiro que es un mafioso cototo. Bueno Ye Li juega solamente Punto y Banca y juega fuerte. Recuerdo que a este cliente lo perdimos para la navidad, ¿ hay cachado que pa la navidad solamente hay chinos en el casino?. Bueno él paso ese día por el lado de otros clientes que estaban jugando Póker, estaba llena de chinos la mesa. Se puso a mirar y algo dijo en Chino, uno de la mesa se dio vuelta y le respondió en el mismo idioma se paró junto a los otros cuatro de la mesa y le empezaron a pegar duro a Ye Li, se metió uno a defenderlo y ese que se metió termino acuchillado en la pierna. Él se asustó y no vino por mucho tiempo, pero le avisamos a una amiga de él que él no tenía restricción alguna en entrar al Casino, que se había visto el incidente por cámaras y él no había agredido a nadie, por lo que regreso ahora al Casino. Él debe tener una ganancia de unos ciento cuarenta millones. Pero algo pasa con él, sé que desde Vigilancia lo están investigando, porque igual de todas formas es poco usual que alguien gane acá.
Caso 9: Hernando Lamal En mesas se ve mucho tipo tránsfugo, oscuro. Esta por ejemplo Hernando Lamal, que es un tipo que anda siempre borracho y jalado. Puede entrar hecho bolsa al baño, pero cuando sale, sale disparado. Eso si esta semana se le ha visto muy decaído, se le murió su amigo, Ricardo de unos disparos en un ajuste de cuentas, lo que se cuenta es que él le debía plata a un tipo, entonces al que le debía le robo la camioneta a Ricardo y al ir a recuperarla le dieron tres balazos. Ricardo era el protector de Hernando en el Casino, bueno y en todas partes, el que lo paraba, que lo controlaba.
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Caso 10: Giuseppe Viali el Italiano Giuseppe Viali, es un empresario dueño de unas mineras en el norte, que juega exclusivamente ruleta. Siempre esta con su gerente para todos lados, lo sigue donde él vaya, como su perrito faldero, lo tiene para todos lados corriendo. Él juega fuerte, es muy amigo de los altos mandos del Casino, de todos los gerentes, siempre va a comer con ellos, todos siempre quieren a comer con él a algún restorant. Es muy bien tratado, lo que pide se tiene que conseguir, si es que no hay habitaciones se le pide a cada persona que reservo si es que puede dejar su habitación a cambio de otro día extra, pero para otra fecha, cualquier cosa, lo que él pida. Viene una vez al mes, pero sus puntos son tan altos como si cualquiera con harta plata viniera todos los días.
9.6 Diferencias entre jugadores de máquinas tragamonedas y mesas Debido a la naturaleza del juego, Juegos de cartas o mesas y máquinas tragamonedas, existen unas marcadas diferencias entre el perfil de los jugadores. El jugador de mesas por una parte es alguien que tiene contacto a cada momento con otras personas, vale decir otros jugadores o croupieres. Debe ante lo mismo comunicarse constantemente con otros individuos, y el juego a su vez se vuelvo más entretenido y fluido si es que existe una buena comunicación entre los protagonistas. Por otra parte el jugador de máquinas tragamonedas es u individuo más aislado. Él comparte con una máquina constantemente y no es necesario el contacto con otros individuos. Cuando el jugador se torna un jugador hedonista o compulsivo se inmiscuye cada vez más en la máquina importándole cada vez menos lo que suceda a su alrededor.
En el gráfico se representa el universo de jugadores platinos según sus predilecciones de juego:
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Cantidad de Jugadores por tipo de juego Mixtos (Mesas y Máquinas) 7% Mesas 19% Máquinas tragamonedas Máquinas tragamonedas 74%
Mesas Mixtos (Mesas y Máquinas)
Elaboración propia, fuente anónima, Junio 2013
Esta caracterización se desprende solamente sobre las preferencias que tienen los Platinos por sobre lo que juegan. Esta diferencia abismal de las preferencias puede que no sea una relación completamente fidedigna de la realidad, ya que como se definió anteriormente al jugador de Tragamonedas le es mucho más sencillo obtener puntaje que al de mesa. Recordemos que para obtener un punto en tragamonedas es necesario apostar cincuenta mil pesos en cambio en Mesas es cada doscientos cincuenta mil. A pesar de que las máquinas tragamonedas le traen más réditos al casino, pues la cantidad de posiciones es mucho mayor que las de mesas, no necesariamente significa que sean estos jugadores los que invierten más dinero en jugar. La relación numérica es: Jugadores de Máquinas 1105; Mixtos vale decir que suelen jugar ambos tipos de juegos es de 104 personas; y son 283 los que juegan juegos de mesas. Una descripción diferenciativa entre ellos nos las da Arnoldo quien postula:” El tipo de mesas es una persona sociable que busca sociabilizar, y el de máquinas no; se 87
va a jugar con él mismo no más, es un tantito más autista que el otro, interactúa con su máquina y se acabó. En cambio el jugador de mesas es más expansivo, bebe más, fuma más, tiene otro perfil claramente, son distintos es más locuaz, es más extrovertido, tienen una personalidad más histriónica, mucho más histriónica. En cambio el que juega máquinas es más taciturno, más pa´dentro como dicen los cabros.” Joaquín se adhiere a la postura de Arnoldo y contribuye con estas afirmaciones: “ El cliente de máquinas se diferencia mucho al de mesas, en los platinos me refiero en este caso. El de mesas puede llegar a perder veinte millones en un par de horas y por otro lado un cliente de máquinas puede gastar 3 millones en toda una noche. El nivel de la apuesta es mucho más alto. Al cliente de máquinas le carga que lo vayan a molestar cuando está jugando, en cambio al de mesas le encanta, le gusta pasarlo bien, le gustar conversar, si te fijas también el Croupier siempre interactúa con ellos, por eso es importante de que hablen bien, también comparten con los supervisores de las mesas, los Pitboss (jefes de salón), los anfitriones. Lo que también es cierto que la estadía de los jugadores de mesas es menor al que los de máquinas. Un jugador de máquinas puede estar veinte horas pegado a una máquina, en cambio uno de mesas no aguanta más de diez horas, el cuerpo no les permite estar tanto tiempo, después de tanto rato la mente ya no les computa, siempre tiene que estar pensando cuanto plata va a cambiar, si va a pedir carta o no, tiene que estar tomando decisiones constantemente.”
9.6.1 Jugadores de mesas
Como se explicaba en el principio de este capítulo el jugador de mesas es un individuo que tiene por la naturaleza de su juego un perfil muy sociable. A pesar de que gran parte de las personas que visitan Monticello lo hacer solos, los jugadores de mesas encuentran ahí un medio socializador, pues son las personas quiénes construyen y constituyen el juego: 88
Adán nos habla de cómo es el perfil del jugador de mesas. Especificándonos que hay dos tipos de jugadores. El apostador y el jugador. El primero de ellos es un tipo de jugador que lo hace de manera controlada y cuando logra su objetivo se retira y en el segundo es uno que juega compulsivamente no teniendo mesura ni control para poder retirarse en un momento indicado “ … El jugador de mesas es cien por ciento sociable, él conoce quiénes juegan con ellos, más o menos en profundidad, o sea conoce los nombres, profesión, mantiene contacto con las otras personas normalmente para coordinar y juntarse en el lugar. A pesar en sus vidas pueden ser personas solas, que van en busca de su ambición. El jugador de mesas que juega en el privé generalmente son personas empresarias muy exitosas, pero deben tener una frustración detrás de todo eso que los lleva a siempre querer más a través de algo que es imposible, ya que quieren romper un sistema que es irrompible. Ese mismo sistema está en sus cabezas, ellos creen que el casino es un enemigo y lo quieren derrocar jugando. El Casino es un sistema, que no te podría decir que infalible, pero tiene de la mano a las probabilidades, aparte que el aliado del casino es la permanencia. Dentro de las personas que van al Casino para mi está el apostador y el jugador. El apostador para mí es la persona que va por períodos cortos, realiza apuestas bastante agresivas, pero su resultado determina su tiempo, o sea si pierde rápido se va y si gana un volumen de dinero por la agresividad de su apuesta también se va. Y el jugador es la persona que se prolonga jugando horas y horas y horas y a la larga termina perdiendo, ya que es esa la ventaja del Casino, el Casino te proporcionas todo esto de la bebida, el trago el hotel, todo el show gratis porque lo que el Casino necesita es la permanencia. Hay personas que piensas que el Casino hace maniobras para que la gente pierda, es la peor conclusión que puede sacar la gente, la gente colabora con ese trampa quedándose, jugando horas o de repente han ganado el diez o veinte por ciento de lo que traen para el juego y no se van, no tienen un límite, un tope, entonces ellos se convierten en su peor enemigo, no el Casino.”
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Nicolás por su parte ratifica el relato de Adán y da un ejemplo de una persona que es jugador de punto y banca que según él caracteriza o personifica claramente al jugador de mesas: “ Mira las personas que juegan mesas son personas más joviales, es una persona que disfruta jugando, que huevea, que tira bromas, conversa. Por ejemplo, en el Punto y Banca está Francisco Mahut Leme es un cliente que conversa con el del lado, con el de allá, con los que están en la mesa de atrás, yo he estado fácilmente conversando con él una o dos horas mientras está jugando, pero no así con un cliente de máquinas. El cliente de máquinas se cierra en su máquina, o sea te pesca y te responde, pero no te da bola más allá.” Sobre los grupos de jugadores que se reúnen a jugar mesas se encuentran muchas personas de origen asiático. Algo que a todas las personas que visitan Monticello y a quienes trabajan ahí les llama notoriamente la atención es que los días Lunes, días de poca afluencia de gente, se pueden ver Coreanos, Nor Coreanos y Chinos en gran número. Estas personas solo juegan mesas. Es muy extraño ver a alguien originario de estos países sentado al frente de una máquina tragamonedas, por lo general son jugadores de póker. Ellos como otras personas forman sus propios grupos de juego y mantienen relaciones de reciprocidad entre los que se involucran ahí. Arturo agrega: “Hoy en día, los que juegan póker puros asiáticos, yo les llamo chinos. Abrieron en el Privé una mesa de póker de veinte lucas (la apuesta anterior, para pedir cartas debe doblar la apuesta $40.000, vale decir una apuesta de $60.000 pesos) y esa pasa llena todo el día, o sea desde las 12 del día hasta las 5 de la mañana, pero en general quienes juegan ese póquer son chinos. El jugador de póquer no es tan hablador o simpático como el resto ya que ellos están metidos en su juego, está chantado en su juego, metido, pero así y todo son los más carismáticos y conocidos de mesas, bueno los que no son chinos, el grupito del Draw Póker, entre esos está el Pollo Rabah, Juan Trozo, la señora Teresa, la señora Helena, Darren que ya no va haces muchos meses, desde que se sacó una escalera real en Go Póker desde ahí que no viene, se ganó 100 palos ($100.000.000 de pesos) parece, aunque igual perdió un poco esa 90
noche, pero al final se llevó como 60 palos, desde que se ha perdido bastante del Casino.”
9.6.2 Jugadores de Máquinas Tragamonedas
Como fue ya expuesto al principio de este capítulo el jugador de Máquinas tragamonedas es una persona que es bastante más retraída que el jugador de mesas. El Platino que juega máquinas, que son en su gran mayoría, se caracteriza por ser un jugador solitario y con menor control de los impulsos que una que juega mesas, pues no hay quién se superponga a su actividad lúdica. Es por otra parte también el gatillador del juego compulsivo, púes es en la mayoría de los casos la primera relación que tienen las personas con los juegos de azar que ofrece el Casino Joaquín nos da a la luz estos inicios: “… la evolución tecnológica con la evolución de los Casinos van de la mano. Por ejemplo una persona joven de veinte o veinticinco años que pisa un Casino lo primero que va a hacer es acercarse a una máquina porque es más fácil, es cosa de ponerle dinero y apretar un botón, mientras tanto en mesas tiene que conocer el juego, saber de reglas, conocer a sus compañeros que puede considerarlos rivales, porque cuando uno se sienta por primera vez en una mesa lo primero que miras es la cara de los demás y los miras como si fuese un extraño, como si fuese un rival, después comprendes que son todos contra el Casino, todos contra un sistema, por ahí la gente no se permite pasar por eso, por eso lo primero que hace es jugar a las máquinas”
Sobre el comportamiento, y las relaciones sociales que establecen los jugadores de tragamonedas Pablo contribuye con sus observaciones y hace una descripción que reafirma la tesis de lo individualista que se tornan las personas al solamente interactuar con máquinas: “ El jugador de máquinas para mí tiene un perfil distinto, si bien sabe quién juega al lado, pero te puedo asegurar que saben más de la máquina, que de la persona, 91
saben cuándo la máquina pago, cuales son las combinaciones de juego, si la cambiaron, si la movieron, todo eso lo saben, y quizás saben de la persona que juega cerca de ellos el nombre y con suerte a que se dedica, pero no más allá de eso, y difícilmente tengan comunicación fuera del Casino, son muy distintos al jugador de mesas. Éste se sienta en una máquina y se olvida del entorno, se olvida completamente. De hecho las ganancias del Casino las dan mucho más las maquinas que las mesas, por eso están más abocados a que la gente juegue eso, por qué el juego de máquinas es mucho más adictivo, las luces, los sonidos, la plata, todo eso. Me contaron que antiguamente cuando en las máquinas caían las moneditas ese era el pick de emoción de una persona, aunque sea un dinero que quizás no cubría la pérdida que había tenido en la noche, pero era una sensación tan placentera como a la del jugador de mesas que recibe su bola en la Ruleta, lo que sea. Por eso uno de los obstáculos más grandes que tenían al modernizarse las máquinas era eso, porque tuvieron que sacar el tema de las moneditas, por todo, porque se perdían, eran muy incomodas de manejar y sacar eso iba a generar una devaluación del incentivo a jugar, entonces crearon un sistema que se llama TITO (Ticket In, Ticket Out). El mismo ticket que se tenía para pagar uno lo puede utilizar en distintas máquinas, pero cuando se emite el ticket, aunque sea de un centavo, la máquina va emitiendo el mismo sonido que hacían las moneditas al caer, el mismo sonido. Teóricamente lo hicieron con esa intención, de mantener ese Folcklore, al igual que las palancas que aún continúan, ahora todo es electrónico, pero eso se mantenía por algo más de moda, o sea todas las máquinas se iniciaron con eso, eran todas mecánicas, entonces cuando fueron digitándose un poquito se mantuvo. De hecho de esas máquinas con rodillos ya no existen.”
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9.7 Redes Sociales
El Juego permite crear espacios sociales para la comunicación, por lo mismo posee un importante componente social, puede servir para funciones de aprendizaje y socialización. Sin embargo, no se puede olvidar el hecho de que algunas personas sufren daños como consecuencia de jugar excesivamente, nos referimos a los hombres y mujeres que tienen una relación negativa con el juego y es este aspecto el que es interesante de investigar.
Arturo nos relata de sobre los pocos grupos de amigo, o redes sociales que se encuentran entre los Platinos: “Existe un grupo social de jugadores, unos que van siempre y que son los mismos, van juegan entre ellos, se divierten se llaman, tienen un grupo de chat, conversan, se juntan tal día a tal hora. Como en todo grupo social existen momentos de tensión, discusión, después e vuelven a juntar, pero siempre están. Yo creo que ese es el grupo de personas que disfruta más del Casino, porque ellos la pasan bien, de alguna manera van a disfrutar, juegan acorde a sus ingresos obviamente que para algunos puede parecer mucho dinero, pero no es gente que corra el riesgo de perder su patrimonio porque dentro del grupo entre ellos tienen una contención bastante grande, entre ellos se dan el alerta, de hecho si tú te pones a ver en el sistema de las visitas de los últimos doce o dieciocho meses, te puedes dar cuenta que alguno del grupo o dos vienen menos, se distancian y entre ellos se ayudan, si es que preguntas ellos mismos te responden que fulano no está bien por tal cosa, que bajo un poco la cuota, que está pasando por un período de recesión, entre otras.”
Otras personas, como es el caso de Juan dicen no tener amistades, o un grupo determinado de personas con las cuales habitúa reunirse en Monticello, pero que si le gusta compartir la dinámica de grupo que se dentro de este. El hecho de tener que competir contra el casino es una alianza de todos los jugadores: 93
… cuando iba al Casino me sentaba en una mesa y era capaz de conversar con todos sin tener idea de con quién estaba, no me interesaba tampoco, siempre y cuando todo fuera simpático, pero si eran pesados me daba lo mismo. No me hice de amigos en el Casino, por decir amigos de verdad, pero si gente que tu reconoces y que puedes saludar y conversar más allá del Casino sí. La Jocelyn por ejemplo, la pasó a ver de repente, pero igual términos hablando del Casino, que es lo que nos une, pero la verdad es que la encuentro una mujer súper interesante… . … Yo en realidad me sentaba a la mesa a jugar, no importando quién este, si llegaba algún compadre buena onda y a mí me cae muy bien, con el que puedas conversar cosas más allá es el Samer, él es un tipo muy simpático, muy entretenido, con él hemos conversado un par de cosas más también, pero si no estaba el Samer me daba lo mismo. Hay otro que es profe de la USACH, había un chino con el que no se podía conversar mucho, pero era muy simpático, eran más que todo gestos, pero él me caía bien, porque era él, era autentico. Pero no era sentarse porque hubiera alguien conocido en la mesa.
Juan agrega a su vez que la dinámica del juego según su parecer es democrática, y que no es relevante para el jugador de Casino quién es la persona que esta contigua a el compartiendo la misma mesa de juego … al juego lo encuentro algo democrático, como el alcohol, no importaba quién estuviera al lado tuyo y encontraba el hecho de que pueda haber gente tan distinta, muchos de los chinos que estaban ahí sentados era gente bastante innoble, muchos de ellos sin ningún oficio, pero que tenían la destreza de cocinar. La mayoría eran de pueblos del interior, yo he conversado con varios de ellos y eran algunos agricultores, pequeños comerciantes, gente muy modesta, sin embargo estos tipos se vinieron para acá y entre importadoras y Restaurantes los tipos habían hecho una suerte de fortuna que la iban a gastar al Casino, por ejemplo un día estuve jugando y al lado mío había un tipo Rabbie, de la importadora Rabbie que es súper grande y me estuvo regalando unos habanos y unos wiskis, el viejo re entretenido. Bueno hay un sinfín de personas que van y no 94
importa quiénes son, pero el juego es más sociable, eso vuelve atractivo, vas paliando en cierta forma tu soledad, la soledad que te produce el problema que tú crees tener, o que tienes, la evasión que tú quieres ir a hacer, la descargas ahí.
Siguiendo esa línea de relatos y formas de relacionarse entre los jugadores de Casino esta Beatriz que es jugadora de Máquinas. En estos jugadores es más simple comprender que no tengan muchas asociaciones entre personas, pues con quiénes comparten la mayoría del tiempo es con la máquina propiamente tal. Pueden eventualmente conocer otras personas, pero no es lo que a ellos les importa, por lo mismo arguye: “ .. sólo conversaba con gente, conocía a viejitas, una viejita que me decía a veces: Oh! Qué suerte que le salió. Y ella era una señora bien “pudiente” y yo trataba de saber cómo era su vida, pensaba que eran jubiladas, siempre vienen, andaba con un caballero que era muy viejito, muy viejita al lado de la señora. Cuando a mí me salía algo, ella me felicitaba, y nos juntábamos muchas veces porque a mí me gustaba ir los días que no fuera mucha gente. No iba ni los viernes ni sábados porque no encontraba máquinas para jugar. Yo me levantaba el día domingo en la mañana para ir al casino o el día sábado para ir al casino, o cuando trabajaba y tenía un jardín, como yo era la dueña no tenía que ir en las mañanas, ahí iba mi socia, ahí yo me iba al casino. Para mí era lo mejor llegar al casino y que no hubiera casi nadie porque tenías todas las máquinas a tu disposición, pero de hacerme amigos en el casino, nunca. De hecho, un día me invitaron a celebrar un cumpleaños a la Suka, estuve 10 minutos en el cumpleaños y bajé de inmediato a jugar a las máquinas. Para mí no hay mejor panorama que ir al casino.
Otras relaciones sociales que se forman son debidas a solidaridad que se tienen entre jugadores ante la presencia por ejemplo de una mala racha. Muchas personas, a pesar de no tener algún lazo estrecho o de amistad con otras suelen generar relaciones de protección entre ellos. Viven una realidad parecida e intentan acogerse en las buenas o en las malas seguidillas de apuestas, Se prestan dinero, se aconsejan, juegan juntos, entre otras cosas. Aunque hay 95
muchos que no siguen los mismos códigos o que al tratar de ser parte de ellos pueden verse ofuscados. Ante esta realidad el relato de José es muy enriquecedor: A mí, había gente que me intrigaba, por ejemplo el Búfalo Bill, que tenía buena pinta el viejo, un viejo de unos 60 años, de pelo cano, largo, ojos claros, alto, juega Punto y Banca, él pasaba metido yo veía que ganaba y ganaba, y un día yo estaba jugando y perdí y le pedí plata y no me quiso prestar, habíamos conversado un par de veces, yo me sentí muy mal, creo que es de las pocas veces en mi vida que he pedido plata, no deben ser más de dos o tres veces, esta era como la segunda vez, yo no hago eso, no está en mi ADN hacer eso, y no me pescó, me dio una vergüenza atroz, pero estaba cagado había perdido mucha plata, y había estado muchas, muchas horas ahí y estaba más o menos ebrio todavía, me acuerdo que otra persona me presto cien mil pesos y con esa plata gané un millón de pesos y recuperé todo lo que había perdido… Después a ese tipo, al Búfalo Bill, me lo topé y le dije: mira compadre recuperé mi plata, fuiste maricón, y no me pescó; tiene que haber pensado ¡este huevón está loco!. Un día estaba en el privé había ganado harta plata y el Búfalo se paseaba, se paseaba como león enjaulado, andaba sin plata, y yo lo llamé y le pregunté ¿Estai cagao de plata cierto? Sí, me dijo. Le pregunté ¿Te acordai esa vez que no me prestaste plata cuando te pedí? Sí. Toma huevón le dije, aprende a gente, ahí tienes doscientas lucas. Muchas gracias me dijo, yo pensé que él se iba a indignar, pero eso no pasó, tomó la plata, eso me dejó descolocado y ahí comprendí que al Casino va otro tipo de gente, yo me habría indignado con él, y no habría aceptado si alguien me la ofrece así, pero el huevón agarró las doscientas lucas y salió echo un peo. Paso como un mes y me lo encuentro, me dice hola ¿Cómo estai?, me dio las gracias y me devolvió las doscientas lucas, y ahí empecé a conocerlo, me contó que había reventado todas sus tarjetas, su línea de crédito, tenía un desastre en su vida, un desastre y es un tipo que se veía tranquilo, se ve sereno, bueno y me contó que había perdido y se humanizo y ya la relación fue distinta, ese huevón es particular, en realidad cada huevón que va pa allá es particular son todos distintos, yo diría que no hay una asociación, que 96
no hay uno tipo uniforme o un grupo, siempre los vi como particulares, como propios.
Varios son los casos de personas que dicen no tener amistades. Hay incluso quiénes no les agrada jugar con personas al lado, ya que sienten que pueden modificar su juego, o el destino que traía este. A su vez sienten envidia de los que ganan pues sienten que le han robado la chance para ellos hacerlo. Rodrigo jugador de Black Jack comenta: “Mira cuando estás con los demás jugadores en una mesa, si bien es cierto que es una cofradía en contra del Casino, representado por el croupier, pero también hay algo de envidia ahí entre los jugadores, como por ejemplo pasa que uno dice por la cresta a este huevón le salen todos los juegos y a mí no me está saliendo nada, estoy perdiendo plata, porque en el fondo estás perdiendo plata, y cuando vai perdiendo plata no te da una envidia muy sana, te da un tanto de pica, te molesta.”
9.8 Compensaciones “Hay personas que dentro del Casino buscan cierto estatus. Los mejores jugadores lo saben y por lo tanto exigen que la atención a ellos sea cercana a la pleitesía, soy el mejor jugador por lo tanto tengo derecho de exigirlo, Que el Don Perignon que la Suite presidencial, este tipo de cosas les da estatus, pero solo dentro de sus pares, si salen a la calle gritando que usan la presidencial de un Casino ahí el estatus se les va a la tubería. “Arnoldo, asistente de sala.
El jugador al haber perdido constantemente sumas de dinero significativas, debido a la cantidad de tiempo que se ha mantenido jugando y al estar con las 97
probabilidades en contra siempre, intentará de alguna manera sentirse retribuido o compensado por haber otorgado tanto dinero al Casino. Wagenaar intenta explicar estas distorsiones. Por un lado, Argumenta que los jugadores valoran más el dinero que esperan ganar que aquel que ya se ha perdido; por otra parte, se ha sugerido que el juego es un pasatiempo por el que se está dispuesto a pagar; y esto de alguna manera en la mente del jugador requiere ser recompensada. Por otra parte el ambiente del juego ( trato educado, ofrecimiento de bebidas, comida, etc.) da prestigio al jugador. Por último, otras teorías hacen alusión al papel que juegan motivos psicológicos más profundos. En cualquier caso, ninguna de estas teorías proporciona una explicación al razonamiento que manifiestan los jugadores. Ni una explicación concreta del porqué de sus frustraciones (Wagenaar, 1988)
Joaquín, Anfitrión del Vip cuenta como sucede esta circunstancia en Monticello: “Me atrevo a generalizar el comportamiento de la gente que va al Casino cuando pierde. Ellos dentro de su frustración y su enojo, siempre van a exigir una compensación, o una retribución de cualquier tipo, que le regalen algo, un trago o cualquier cosa como para poder compensar su dolor por algo, para que uno se haga participe de sus angustias. Toda esa bronca que tienen esas personas contra el Casino, esa angustia apenas salen de él se la vuelcan contra ellos mismos, porque ellos saben muy bien que anteriormente tuvieron toda facultad de no haber ido, la chance de no visitarlo y tuvieron todas las facultades dentro del Casino para retirarse, el tiempo de juego, el dinero que jugaron, el retirarse o no, eso es cuando se empiezan a retrotraer en la frecuencia del juego. Piensan “por la puta madre” porque jugué esto o porque no, empiezan a recriminarse frente a ellos mismos, todo lo que ellos manifiestan como bronca al casino no es más que su absoluta responsabilidad frente al espejo.” Sobre las mismas circunstancias y particularizando un caso Nicolás nos cuenta sobre cómo es la actitud que toma el jugador que más dinero a perdido en Monticello. Él requiere de una atención exclusiva y particular. Muchas veces 98
torna su frustración hacia las personas que trabajan ahí y exige que los servicios que se le ofrecen sean los mejores: “Bassem Al Haddad es el cliente con mayor pérdida en el Casino, él ha perdido más o menos mil seiscientos millones de pesos, y su señora unos seiscientos millones más. Juega prácticamente pura ruleta, pesca poco las cartas, pero cuando las toma apuesta súper fuerte. Él es un cliente complicado, yo lo defino como complicado, tienes que tener mucho cuidado con las cosas que le dices, porque las usa en tu contra, por ejemplo si le digo que hay habitaciones, (yo hago reservas para el hotel) puede llegar cuatro horas después, cuando ya no quedan culpándote a ti que le habías dicho que si habían, aparte que sabe que es de los Top ya no está en la parada de que podrían por favor, no… Por ejemplo este viernes tuvimos una situación con él, pidió una Suite (Hay solo 4 en el Casino, una presidencial y tres Junior), se le dio, en la madrugada pidió una extensión para el sábado, ya se la había dicho que no había, volvió a pedirle, fue mi jefe a darle las explicaciones de que no habían, rompió las tarjetas de la habitación, tiró su tarjeta de juego y dijo: No vuelvo más a esta hueva, se le ofreció una habitación con dos camas, pero no, él dijo que no dormía en ese tipo de piezas, era la suite o no era nada, igual siguió jugando, y al otro día volvió a jugar, él es uno de los clientes más importantes del Casino. Aunque igual ha bajado su apuesta, ya no juega los doce o veinte palos que jugaba por día, ahora está jugando dos o tres palos, no más, pero a lo que jugaba antes no es nada”. Este mismo tipo de jugadores (los top) en la mayoría de los casos exigirán ciertas regalías, y muchos de ellos utilizan otras estrategia para con los trabajadores del casino con el fin de conseguirlas. Estas estrategias constan en el dejar propinas u otro tipo de regalos. Con esto son capaces de hacer sentir al empleado como si estuvieran en deuda con ellos. Estas estrategias las explica Simmel argumentando que los objetos pueden influenciar la personalidad humana. "la unidad del objeto que creamos y su ausencia influencian la correspondiente configuración de nuestra personalidad". Con respecto a esto, sostenía que el sí mismo es tan solidario con sus posesiones concretas que hasta "la entrega de valores, sea en 99
intercambio, sea como regalo, puede agrandar el sentimiento de relación personal con esa posesión" (Simmel 1990:322). Por lo tanto la entrega de un obsequio genera dependencia de una persona con otra. He aquí el caso de Ramses narrado por Adolfo: Ramses Maza Abdul, uno que tiene un Restaurant bien pituco. Él eso sí está excluido del club de beneficios, le quitaron la categoría. Debido a que siempre se quejaba violentamente, una vez se agarró con mi jefe, dejo a una compañera llorando, peleo con la señora de mi jefe, mi jefe empezó a empujarlo como para pegarle, a mí se subió y me bajo a chuchadas, me dijo hasta pa mi abuelita, entre medio me chispaba los dedos, me decía hazme esto Concha tu madre pa eso te pagan, yo pongo tu sueldo en esta hueva, así que hazme lo que te estoy pidiendo al tiro, que yo era un muerto de hambre, ¿quién era yo para prohibirle cualquier cosa?. Él era un tipo que jugaba máquinas, era de los que más compartían con los trabajadores del casino, pero él siempre iba con su qué. Él te invitaba a comer a su restaurant y a todos tus compañeros, a tu familia a quién quisiera ir a comer a su restaurant, pero te aseguro que no era de buena fe, lo hacía así yo te hago un favor, pero luego quedas en deuda conmigo, posteriormente me lo tendrás que pagar. No lo decía tácitamente, pero así era. Él me ofreció las llaves de su de sus departamentos en La Serena, en Viña, en un montón de partes, para irme de vacaciones o un fin de semana que le avisara simplemente y me las pasaba, un sinfín de veces ir a comer a su restaurant, me ofreció ir a comer con otros clientes que eran amigos míos, pero por suerte no acepté, porque después me di cuenta de que quienes aceptaron, después los tenía amarrados y tenían que hacer todo lo que él les pedía.
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9.9 Marginados del sistema pero dentro de él
Quizás una de las cosas que más llama la atención del casino, al menos a quiénes están en contacto a diario con él, son un grupo de personas que viven y profitan a diario de los servicios del casino. Ellos son un grupo de aproximadamente unas veinte personas que han abandonado todo contacto con el mundo exterior y no hacen otra cosa que deambular por Monticello. Ellos han perdido su hogar, su familia y cualquier nexo con sus vidas anteriores a conocer el juego. Comen, duermen, comparten con sus amistades, lucran, limosnean, todo eso dentro del Casino. A estas personas los llaman “Los Ratas” Marginados son de la sociedad, pues se han marginado solos del mundo real. Por otra parte los trabajadores casino los encuentran personas no deseables, ya que no aportan económicamente a este, pues ya no tienen fuentes de ingreso, ante lo mismo les han quitado la membresía y han intentado por muchos medios de excluirlos y echarlos del Casino sin resultado: Adán nos cuenta sobre estas personas, refiriéndose a ellos como “Clientes ratas”: “En todos los Casinos, y en este también en particular existen los clientes ratas, que son para mí como las amebas, de esas especies que chupan del resto, son personas que van a vivir de un sistema en el que van quedando muchas migajas, en este caso migajas importantes que les permiten vivir de esa manera, con la ley del menor esfuerzo. No trabajan, comen gratis, reciben de vez en tanto una propina, aunque es la gente que hace el trabajo que los relacionadores públicos hacemos a veces, ya que ellos conocen mucho a los clientes, saben lo que juegan y todo. Ellos siempre están tratando de contentar a los jugadores, festejan sus triunfos, los contienen en sus derrotas y generan esa empatía para tratar de obtener algo. Hay muchas personas que van al Casino y que necesitan ser escuchadas.”
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Nicolás agrega a este relato contándonos sobre sus modos de vida, la manera de hacerse de dinero, de cómo hacer para aprovecharse del sistema, de cómo se mantienen ahí y cómo son sus redes de contactos: “ Los clientes a los cuales nosotros llamamos Ratas han sido casi todos excluidos del club de beneficios del Casino, o sea les han quitado la tarjeta de juegos del Monticello, ahora juegan con tarjetas arrendadas. Ellos siempre buscan los vacíos que hay en cualquier promoción y se aprovechan de eso. Hoy en día les viven rogando a los clientes que hay en mesa para que les pasen sus cupones, ya que llegado el día del sorteo ellos se paran con los cupones, bueno previamente los depositan todos, si salen los de ellos, hablan con algún platino u otro cliente que este al lado y les dicen nos vamos mitad y mitad o te llevay una cola del premio. Celebran un rato se andan paseando, pero luego se lo gastan. Hubo un grupo de estos que los tuvimos viviendo en el Hotel, tomaban habitaciones con dos camas, casi todos eran gold, incluso algunos eran platino, y hubo una promoción que daba diez noches de Hotel, durante la semana eso sí. Entre dos clientes ya hacían veinte noches, y con puntos pagaban las noches del fin de semana o simplemente dormían en el Casino. También hubo un tiempo que arrendaban unas piezas piñuflas que quedan por ahí en los alrededores. Pero siempre andan pidiendo plata, o duermen en los sillones del Casino, se apoderaron de los pocos que hay (los sillones). Hay un grupo que han querido expulsar de todas formas del casino, pero siguen yendo. El Safi por ejemplo sigue yendo todos los días al Casino, ¿ De dónde saca plata para jugar?, ni idea, pero no tiene pega ni nada, pasa todo el día metido ahí, pero estos tipos andan siempre detrás de Claudio Maldonado. Él es un cliente de mesas que juega ruleta, dueño de cafés y de topless en Santiago, él siempre les da plata, pero siempre se burla de ellos para darles plata, le dice por ejemplo al Carlos Morales, conocido como el rata, te doy veinte lucas si le pegay un combo al Safi, éste se para y le pega un combo al Safi y le pasa las veinte lucas. Luego le dice al Safi te doy veinte lucas a ti si es que les devolvís el combo al Safi, este se para y se lo pega de vuelta. Él siempre les pasa plata pa que jueguen, aparte que siempre anda con sus chiquillas, las minas que trabajan en sus topless”. 102
Un caso emblemático es el de la señora Gladys, quién se prostituye con el fin de obtener cualquier cantidad de dinero para apostar: También puede pasar días ahí. A pesar de que la expulsaron judicialmente por haber agredido a un guardia, al transcurrir un año sin visitar Monticello, pues la sentenciaron a no acercarse al casino durante el periodo de un año, ha vuelto a incurrir en los mismos hábitos y no ha logrado desvincularse de su obsesión compulsiva por las máquinas de azar. A ella le han hecho un par de reportajes, uno en Televisión Nacional u otro en el diario la cuarta (http://www.lacuarta.com/noticias/cronica/2011/03/63-100147-9-eldrama-de-la-ex-secre-que-vive-en-los-casinos.shtml).
Esto
debe
ser
a
la
impactante imagen que proyecta, que incluso le ha llamado la atención a los medios de comunicación. “…Otro caso es el de Gladys, un señora demacrada, de muy mal aspecto, que ahora volvió a ir al Casino, a ella la habían echado con orden de fiscalía por bastante tiempo, tras una serie de escándalos que había protagonizado, salió hasta un reportaje en el diario de ella. Ella siempre está tratando de aprovecharse de los clientes que están raja de curados, un par de veces le resulto. Una vez fue vista lavándose en la pileta del Casino, otra vez en los baños, pero me refiero a sus partes íntimas. Pasaba tres cuatro días en el Casino, durmiendo en los sillones.”
9.10 Creencias sobrenaturales o cábalas
Entre las insuficientes investigaciones disponibles sobre los juegos de azar desde la perspectiva Antropológica destaca una proveniente de una ciencia emparentada como la sociología aportada por el sociólogo Thorstein Veblen quién considera que el juego es un vestigio de un pasado arcaico aportado por la clase ociosa desde su particular forma de ver la vida. Para este autor, uno de los dos principales elementos del juego es la creencia en la suerte. “ La creencia es un valor social primigenio que, bajo este sentido, precede incluso a la cultura bárbara, 103
propiciando una suerte de animismo.” Según Veblen, “la propiciación del animismo latente asociado a los objetos de juegos de azar es interpretado como el medium que puede conducir al fin deseado”. El otro elemento del juego señalado por Veblen es el deseo de un triunfo anticipado, o mejor, la aspiración de anticipar el lado
ganador
para
aumentar
su
apariencia
ascendente
a
costa
del
perdedor.(Veblen 1974). Este fenómeno es explicado por Juan de manera empírica, ya que él cree fielmente en que la intuición es parte fundamental del cómo se determina su suerte en los juegos de azar: “Más que la cantidad de juego que hagas lo que más seduce es la intuición que uno puede tener, no sé si uno se vuelve medio loco o un tanto esquizofrénico, pero se desarrolla algo extraño, como un sentido de juego en el que a uno se le transforma tremendamente seductor, uno sabe que va ganar y uno sabe que va a perder, ¿Pero cómo puede ser eso posible? Y uno tiene la intuición de que es así, y es tal cual, a mí por lo menos siempre me funcionó, es impresionante, yo me sentaba y sabía que iba a perder y perdía, es algo de locos, yo me decía no puede ser real esto, estoy cagao del mate y no, es así, siempre fue así, excepto una vez que sentí que iba a ganar y no gané, una sola vez y me fui decepcionado y me puse a ver unos cupones que andaba trayendo, había un sorteo y claro ahí gané como un millón y tanto por subirme a apostar jugar a esa ruleta de los sorteos, o sea la intuición andaba, pero era por otro lado. Soñaba con caca y después ganaba plata, algo muy loco, con mierda y me levantaba e iba a jugar y ganaba… es loca la vida.” Adán, Relacionador público del Casino,
por otro lado opina que todos los
jugadores son cabaleros o supersticiosos, ya que según él necesitan creer en algo para justificar su existencia como jugador: “Todos los jugadores del casino son cabaleros, creo que las cábalas es una necesidad del ser humano para materializar lo abstracto, porque ellos saben que no existe algo tangible para justificar el que ganen o pierdan. Y una cábala comienza a partir del capricho de una persona de materializar un evento. Una persona que llego al casino y te vio de una manera distinta en la forma que lo saludaste o algo que él pudo haber 104
percibido y esa vez ganó, tú pasas a ser el responsable, entonces cada vez que va te busca y te pide que lo saludes de la misma manera. Hay un cliente que se llama Mariano que cuando llega toma mi mano y se la pone en la cara, en la mejilla, ya que un día estaba mal afeitado y le toqué la mejilla y justo ese día gano como siete millones, aunque después muchas veces pudo haber perdido, pero era su cábala. Hay otras personas que llevan unos muñecos o un rosario, fotos, cualquier tipo de cosas. Hay cosas también muy curiosas, una vez conocí una persona que se orinaba las manos. El que jueguen los mismos números en la Ruleta no lo considero una cábala, sino más un capricho, porque los juegan sabiendo que no van a salir.” Nicolás Agrega: “Hay gente que pone fotos de niños en las máquinas, o fotos de santos para que estas les den plata, gente que les pega con hojas de ruda, … también hay personas que pasan la mano por la pantalla haciendo formas de cruz, o le rezan a la máquina para que les paguen, así también hay personas que les pegan combos y patadas, pero no faltan aquellos que les hacen cariño, les dan besos o les cantan.” Otra experiencia vital es la de Beatriz que es una jugadora de máquinas. Ella es una señora muy reservada, distinguida y con harto temor al ridículo, pero que afortunadamente al conversar sobre el tema de estudio de esta investigación tuvo una apertura notable a contar su interior. Yo siempre pensé cuando la veía jugando que rezaba y grande fue mi sorpresa al saber que ni siquiera era partidaria de iglesia alguna, sino que cuando murmuraba en silencio era una conversación que tenía con la máquina: “ Por ejemplo yo les hablo a las máquinas secretamente, porque me da risa las viejitas que tocan las máquinas y pienso lo ridículas que son, pero yo soy más ridícula aún porque yo le ofrezco chocolate al Shogun. A veces le echo garabatos, a veces otras cosas, pero en secreto mientras estoy jugando. Después me cambié a una máquina que se llamaba “Silver pop”, que la sacaron ahora, porque van cambiando las máquinas, pero tú te vas acostumbrando a un lugar, te van subiendo las apuestas. Ahora esta carísimo el Monticello, tú vas con algo de plata y te puede durar 20 minutos, porque le han 105
subido el precio a las máquinas y la gente no se da cuenta, la que va por primera vez. Yo al zorrito (“Silver pop”), ando ofreciéndole cosas y pensando: que me salga la llamita, o que me salga esto otro. O lo que hacía con la otra máquina de ofrecerle chocolate para poder seguir jugando, ni siquiera era por ganar plata, sino sólo para seguir jugando… , más que de ofrecerle chocolates al shogun, al zorrito yo le haría cariño pero eso para mí es ridículo. Le hablo en secreto, ¡Qué es lindo! le digo, y cuando no me da empiezo a echarle garabatos, todo para callado. A veces pienso: ¿tuvieran un lector de la subconsciencia? Jajaja…. Se reirían porque estoy todo el rato ofreciéndole cosas, ya, le digo, si gano ahora, o también que a todas máquinas le tengo nombre que nada que ver tienen. Por ejemplo el zorrito se llama “Silver pop..
9.11 Políticas públicas, juego patológico y autoexclusión.
En la actualidad, el juego patológico en Chile, no sido abordado desde las políticas públicas y no existen regulaciones sobre juego responsable que hayan resultado de estudios exhaustivos sobre la materia. El único documento oficial tendiente a intervenir y salvaguardar el bienestar social, se refiere únicamente al mecanismo a través del cual un jugador puede autoexcluirse de las salas de juego, en caso de que éste advirtiese estar experimentando un cuadro de juego patológico o que crea estar teniendo problemas asociados a sus hábitos de juego.
Dicho
documento oficial emanó de la Superintendencia de Casinos de Juego el año 2011, esta mención particular referente al tema es la Circular número 21 de la Superintendencia de Casinos de Juego, la que instruye (Revisar Anexo 11.3) “…sobre los procedimientos que las sociedades operadoras (casinos de juego) deben implementar para permitir la autoexclusión voluntaria de los jugadores a las salas de juego…”. De lo anterior se infiere que la medida que se considera como necesaria para alejar a aquellos jugadores que consideran estar en una situación problemática respecto a los juegos de azar es la autoexclusión. Dicha medida presenta dificultades prácticas que, de un modo u otro, imposibilitan que sea lo 106
suficientemente efectiva como para salvaguardar el bienestar público. Ahora, en lo que respecta a este estudio, y como antecedente significativo, las dificultades prácticas mencionadas tienen que ver con cómo logra el jugador finalizar este proceso de autoexclusión y como logra, finalmente, dejar de jugar y desestimar o abandonar su pertenencia a los grupos que articulan su “vida de jugador”. A ese respecto, las dificultades se enumeran de la siguiente forma: 1.- Tiempo. Para que un jugador advierta que su comportamiento, sus costumbres y sus prioridades configuran un cuadro patológico, se requiere, primero, que el jugador haga el ejercicio de analizarse así mismo y someterse a tratamiento o, simplemente, alejarse de las salas de juego. Podría tomar un tiempo prolongado dicho ejercicio o bien podría no ocurrir, sino hasta que el jugador haya perdido todo. Siguiendo el ejemplo, se puede considerar a la totalidad de los jugadores que existen; entre ellos, aquellos que tienen recursos económicos abundantes podrían no advertir o no considerarse así mismos en situación de juego patológico debido a que su nivel de ingresos vuelve lejana la etapa de endeudamiento y pérdida que podría experimentar, tal vez, un jugador cuyo nivel de ingresos es inferior. A lo anterior se sumarían más casos, que se articulan de acuerdo a los factores sociales, familiares, laborales y económicos, es decir, la cantidad de situaciones particulares vuelve indeterminado la temporalidad que supone el tránsito del comienzo de un cuadro de juego patológico hasta que el jugador advierte dicho cuadro. 2.- Naturaleza del acto de la autoexclusión. En Chile, a diferencia de otros países, la ley no considera la exclusión de las salas de juego como un mecanismo al que pueden acceder terceras personas, lo que en inglés como “third party exclusion”; por el contrario, el acto es personal y voluntario, siendo el jugador el único facultado para autoexcluirse o revocar la autoexclusión (citar circular). En otros continentes, como Asia y África por ejemplo, las leyes relativas al juego permiten a terceras personas solicitar la exclusión de jugadores patológicos, lo que vuelve factible conseguir –en comparativa con Chile- un número mayor de jugadores patológicos. 107
3.- Accesibilidad a la revocación o extinción de la autoexclusión. El jugador que ha decidido autoexcluirse puede acceder a la revocación de dicha medida, siguiendo un procedimiento idéntico al de la solicitud de autoexclusión. Dicho de otro modo, el jugador puede autoexcluirse y revocar su autoexclusión, sin que exista la instrucción explícita de acreditar o comprobar el bienestar del jugador. Adicionalmente, la autoexclusión debe ser suscrita con cada casino en particular y no es extensiva a todas las salas de juego, lo que hace que el fin último de la autoexclusión pierda el vigor necesario para mantener al jugador alejado de las salas de juego por el tiempo que sea necesario.
Estas tres deficiencias prácticas deben ser entendidas bajo el punto de vista de este estudio, puesto que toda licencia u omisión –sea ésta pública o privadaprovee las condiciones necesarias para la proliferación de agentes del consumo, en todos los ámbitos de la economía nacional. Un escenario similar han advertido algunos senadores como Juan Pablo Letelier y Carlos Bianchi, quienes han presentado en 2008 un proyecto de ley en materia de prevención de la adicción al juego, que ya está en segundo trámite constitucional y espera el análisis de la cámara de diputados. (http://www.senado.cl/combate-a-laludopatia-planes-preventivos-y-advertencias-en-lapublicidad/prontus_senado/2013-07-26/160511.html)
Para Adán trabajador del casino la solución estaría dada a que al propio Casino les entregan herramientas como para poder frenar o encausar a personas que están eventualmente expuestos a sufrir trastornos psicológicos Ante lo mismo nos narra: “ En Casinos como Monticello están conscientes de que el negocio no es reventar a un Cliente, por lo menos de hacerlos bolsa no, en algunos países funciona así, en países que no tienen tanta regulación de leyes funciona así. Llegan los estrujan 108
a más no poder y después levantan carpas como gitanos y les dicen me voy. Este Casino está consciente de que el negocio el a largo plazo, lo que pretende es que las personas tengan el hábito de jugar sin que eso perjudique su vida. Lamentablemente no hay un plan de rescate de ciertas personas que por ahí no se saben controlar. Tampoco hay una ley que los ayude, yo creo que el gobierno debería darle las facultades a los Casinos de poder decidir por estas personas, porque ya es tarde cuando un jugador reconoce su adicción, ya es muy tarde, entonces los primeros en darse cuenta de esa situación son las personas que trabajan en los Casinos, pero necesitan que les den herramientas, que se tenga la facultad de poderle decir a una persona: Sabe usted no entra más. Hay muchas maneras de detectarlo, no solo una. El comportamiento es una de esas, por ejemplo hay personas que tienen cambios bruscos de su personalidad de la noche a la mañana son otros, por una cuestión de mucho juego. Esta la frecuencia de visitas, la prolongación de las visitas, los hábitos. Esas cosas las puedes detectar y las puedes evaluar, y no necesariamente hay que esperar a que la persona esté en quiebra para hacerlo, No sé puede ser una persona que cuando llego a este Casino tenía qué se yo mil millones de dólares y cuando tú lo detectaste tenga Seiscientos millones de dólares, por decir algo, no puedes esperar hasta que le queden dos dólares. Lo detectas, intervienes y dejas a una persona bien, lo dejas con una puerta abierta para que el día de mañana, que se yo en cuatro, cinco años más pueda volver y jugar tranquilamente, si es que no ha decidido dejar el juego para siempre. Esa es la finalidad del Casino, es un negocio, pero tampoco quiere reventarte. Lamentablemente hoy por hoy no existe una herramienta legal que te permita hacerlo, queda solo en las manos de las personas, que algunas veces ni siquiera se dan cuenta que están cayendo en un vicio”. Hay quiénes que a pesar de sus frustraciones no logran poder desligarse del consumo de juegos. Sienten que tienen un problema se van ofuscados, pero vuelven. Esta versión la da a luz Nicolás, Recepcionista de Monticello:
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Todas las semanas veo unos a cuatro clientes que rompen la tarjeta en mi cara, y que juran no volver nunca más, o las tiran a la basura, y después a la semana están de vuelta pidiendo que uno les remita la tarjeta y vamos jugando. El caso de Jorge, por otra parte, nos remite a quienes si el Casino les ha traído problemas, pero que afortunadamente se autoconvencieron
de no volver a
visitarlo, no encontrando salida legal en su adicción al juego, sino personal y que en su momento llegaron al punto de constituir un grave problema familiar: “ …Mira lo más terrible en mi caso cuando a mí me atrapó el juego, la parte negativa de todo esto y la que hoy en día no me tiene yendo al Casino es que uno pierde la noción del tiempo, el beber mucho alcohol te deja con una resaca grande, tú después ya no trabajas, te vas convirtiendo en un huevón que va al Casino y que es prácticamente su única actividad, y eso provocó muchos problemas aquí en mi casa, mucho desencuentro mío con cada uno de los integrantes y con el total también de la familia, entonces al final terminé convirtiéndome en un pelota, y eso, eso es lo malo del Casino y a todos les pasa lo mismo, yo he conversado con jugadores que llevaban años yendo y han perdido dinero y más que eso, su patrimonio, han perdido matrimonios, relaciones. Te entrampas y te vas quedando, te vas quedando, piensas que lo puedes manejar, es como un vicio más, como la droga, te dices a ti mismo, no si yo la manejo, yo la manejo, pero no es así, te gusta ir para allá, tienes cualquier problema, uno siente cualquier ruido que no te guste y ya pues al Casino, claro allá me emborracho, fumo, hueveo, gano plata, es entretenido. Claro eso a mí me hizo mierda, yo perdí harta plata, pero más que todo eso, mi desencuentro con la familia, eso fue lo espantoso, y mira gracias a todo lo que ocurrió respecto al Casino, yo tendí a recomponer esa situación y a saltar la valla de que esto es una dificultad que hemos tenido, yo reconocí mi error dejar de cometerlo y reencontrarte de nuevo con las personas y que te acepten. El Casino me trajo problemas para el bolsillo, para la convivencia y para que te acepten, sentía que el Casino ante los problemas que tenía era mi válvula de escape, yo creía eso, no enfrentaba, en realidad no sé si no enfrentaba el 110
problema bien, pero no habían las comprensiones y eso fue lo que provocó en mi caso particular, fue provocando que se agudizarán más las cosas, que el problema, si el problema era de cinco, pasó a ser de diez o de quince, el problema existente, entonces se profundizó tanto en que llegó un momento en el que ya no se podía profundizar más, entonces había que tener una grúa para sacar a todos del hoyo, y a los demás también porque éramos todos los que estábamos metidos en el drama, la convivencia estaba hecho mierda, pero no solamente por el Casino, eran también problemas que habían, entonces paso que teníamos que tomar algunas resoluciones o seguimos viviendo juntos o nos separamos. Si seguimos viviendo juntos hay cosas que tenemos que erradicar, por ejemplo el Casino, y que más, bueno tenemos que hacer una terapia, y yo me tuve que terapiar, y nos tuvimos también que terapiar con mi mujer, una terapia de pareja, y en eso estamos yendo todavía. No es que yo le eche la culpa de todo esto al Casino, creo que agudizó más los problemas, que los profundizó, pero venían de antes muchas cosas, pero esto término siendo la gota que rebasó el vaso, la adicción que tenía yo por el Casino, o la escapatoria, estaba medio Dixómano, fumarola y más encima el huevón ludópata y con todos los problemas que habían en casa, además no trabajaba todos los días, en el Casino se abancaba la vida más fácil.
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X.
Conclusiones
Durante el curso de esta investigación acudí en reiteradas ocasiones a Monticello Grand Casino, a pesar de que trabajé unos años ahí al momento de renunciar me había propuesto no visitarlo. Volver a visitarlo me rememoró el por qué no seguí trabajando ahí, a pesar de que goce con los juegos de azar y que mi salario era bastante aceptable, no soporté ver arruinarse a un sinfín de personas que llegaron con la esperanza de entretenerse en algo o conseguir réditos y terminaron quebrantando sus vidas hasta el nivel de transformarse en otras personas transcurrido el tiempo. Muchos perdieron sus empleos, amistades y familias. Buscaron una vía de escape en el juego y terminaron sumergidos en este, dominados por la vorágine del consumo. Por un lado también surgen muchas interrogantes al concluir esta tesis debido a la dificultad de encontrar comunes denominadores entre los jugadores de casino. No obstante fue posible realizar muchas asociaciones, pero estas irreductiblemente nos llevan a entenderlas según cómo actúa la lógica del consumo en el sistema de mercado actual.
¿Cómo se puede explicar que hayan personas que pierdan considerables sumas de dinero amén del tiempo, la familia, el trabajo y los amigos, en una actividad a la que el jugador le ha dedicado el tiempo suficiente para darse cuenta que al fin y al cabo se termina siempre perdiendo?, en definitiva ¿por qué el jugador insiste en una empresa que sólo produce pérdidas?, cuando lo razonable sería abandonar un juego en el que las probabilidades de ganar no están de parte del jugador. Según mi parecer actualmente hemos, como sociedad, realzado el individualismo, llegando a niveles que ya el ser humano se ha desvirtuado en la soledad del individuo, ensimismándolo y dejándolo flotar en un océano de orillas lejanas.
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Entender el consumo excesivo de juegos de azar como un consumo hedonista, nos hace ver que este es la piedra angular de la regulación social de emociones, sentimientos y pasiones de muchas personas. Esta aportación tiene la ventaja de que enfatiza los elementos más irracionales del comportamiento del consumidor y nos coloca sobre la pista de posibles exageraciones y desviaciones. El Casino por su parte ayuda en gran medida a mantener a las personas inmiscuidas en los juegos. Fideliza a la personas (capta, convence y conserva) con un sinfín de estrategias que hacen cada vez más difícil a los platinos rehusarse al consumo. Estas estrategias son implícitas, por lo tanto actúan de manera oculta dentro del consiente colectivo de los jugadores. Por supuesto no son al azar y estar predeterminados a crear un imaginario difuso dentro de la realidad que existe en el mundo exterior. Estas estrategias son: El acceso a beneficios por membresía (tipo de tarjeta), el dinero transformado en fichas o dentro de una tarjeta transformada en créditos, la ausencia de relojes y de ventanas; la ambientación, pagos rápidos e inmediatos, acceso a quedarse en el hotel, la ubicación lejana de los servicios, la cercanía al triunfo, los regalos, el alcohol, no hay lugar donde sentarse a conversar, el trato a los grandes ganadores (Platinos), y el diseño laberintico. Todo este conglomerado de acciones y construcciones son la puerta de acceso y el sillón de estadía de miles de personas que fijan ahí sus esperanzas y/o la manera de solucionar sus frustraciones.
En este proceso se constató que son múltiples los puntos de partida de los jugadores de casino. Algunos de ellos han sido jugadores toda su vida, desde pequeños han tenido una afinidad y cercanía al juego con apuesta de dinero. Otros por otra parte, descubrieron que los juegos de azar podían ser válvulas de escape a la tediosidad que les significaban sus vidas cotidianas. En ambos casos, cuando el nivel de consumo juego se vuelve excesivo la noción del dinero se desvirtúa y cambia la significancia que tiene para sus portadores.
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Lo que se pretendió exponer en esta tesis es que existen toda una serie de elementos “no racionales” que motivan a los individuos a consumir juegos de azar y vinculan las subjetividades de las personas con el medio social que les rodea. Esos abundantes elementos extraeconómicos (no racionales) traen como consecuencia una interacción muchas veces patológica con los juegos de azar y por ende con el dinero. Consumidores hedonistas que, lejos de satisfacer sus necesidades “básicas” gozan en el acto de apropiarse de objetos en este caso membrecía, de símbolos, del poder del dinero, de la posibilidad de adquirir, y sobretodo del riesgo que implican los juegos de azar. El acto de consumir es algo más que una rutina, es un acto placentero con carácter de pasatiempo y ansia de afirmación identitaria. El mero hecho de ir de compras se asocia con el ocio. Como dice Amando De Miguel: “La utilidad no es más que un disfraz moral del placer” (De Miguel, 2002:25).
Sin embargo, la satisfacción de los placeres por parte de los jugadores conlleva el riesgo de la trasgresión moral. El goce, como fue expuesto en varias ocasiones en los resultados de esta tesis, no es un elemento fácil de controlar y puede caer por la pendiente de “comportamientos reprobables”. En el acto lúdico y “recreativo” de consumir juegos de azar existe una sensación especial, un toque pecaminoso, de ruptura de lo cotidiano, de superación de la rutina, de descontrol placentero, de disfrute del deseo insaciable. De Miguel (2002), considera que si el consumo no estuviera tan íntimamente asociado a la idea de pecado (o prohibición) no tendría tanto éxito. Vale recordar que los pecados capitales, incorporados en nuestra moral judeocristiana, están en su mayoría conectados de alguna manera con formas y tipologías del consumo (gula, envidia, soberbia, etc.). El paso del ascetismo al consumo hedonista lleva aparejados también sus casos extremos y patológicos. De hecho, la publicidad no sólo juega con ilusiones sino también con una invitación firme y persistente al placer y al regodeo a través del consumo que puede ser tendenciosa. Lo que nos lleva a percibir que, por un lado, 114
la sociedad actual promueve valores hedonistas, pero, por otro, crea frustraciones y tensiones al colocar esos valores en lugares inalcanzables en ciertas ocasiones. No se puede, ante lo mismo, obviar a las esperanzas, los deseos y los fracasos de las personas que expusieron sus vidas en esta tesis. En muchas de las entrevistas trascritas en los resultados se observa reiteradamente la existencia de expectativas personales sobredimensionadas o, por llamarlo de otra manera, un tanto ingenuas. Los jugadores vinculan ciertas expectativas frustradas con predisposiciones mayores al juego. Mencionadas ilusiones y sueños, a la larga, se convierten en frustraciones emocionales, desazones por el fallido cumplimiento de deseos de realización y éxito que pueden desembocar en situaciones de mayor desamparo.
Según se observó en esta investigación las personas que acceden a la membrecía de cliente platino provienen de múltiples sectores, tanto sociales como geográficos. Pero todos ellos deben tener un nivel adquisitivo significativo como para poder lograrlo y mantenerse en este estatus de jugador. Gran parte de ellos son empresarios, dueños de fundo, Vitivinícolas, grandes constructores, dueños de locales comerciales y profesionales asalariados, todos de rubros distintos y son pocos los que tienen contactos comerciales entre ellos. Si bien también la mayoría de los platinos son de la región Metropolitana, debido a la cercanía del Casino a esta región, no hay una comuna que congregue a una porción significativa de ellos. Con todas estas apreciaciones pretendo demostrar que todos ellos difieren entre sí mismo, salvo a una característica que es el consumo hedonista de juegos de azar. De este estudio también puede corroborarse que cerca del 0,4 %, vale decir 6 personas, de los clientes platinos, tienen un balance positivo en cuanto de dinero considerando la sumatoria total de su juego. Sin embargo a pesar de perder se mantienen jugando. Esto podría explicarse debido a que los clientes platinos tienden a pensar, a pesar de la evidencia de la realidad, que pueden controlar los resultados del juego y que tras una mala racha siempre aparece otra buena. En 115
definitiva, los jugadores se perciben a sí mismos como actores responsables del resultado y no se percatan de la falta de relación entre las conductas ejecutadas y los resultados obtenidos.
Es importante mencionar por otra parte que las características de los jugadores difieren según el tipo de juego que ellos consuman. Estas características de sociabilidad se desprenden en gran parte por las fisionomías de los juegos. Aquellas personas que juegan cartas, o juegos de mesas, están en constante contacto con otras personas, que interfieren en el desarrollo de este. El jugador debe interactuar constantemente tanto con el personal (los croupieres), como con los demás jugadores por la naturaleza social del juego de cartas. Son por tanto jugadores que comparten, compiten, se asocian, se vanaglorian entre ellos, se envidian, entre muchas cosas, pero usan este consumo hedonista en compañía de otros. Pero el grupo mayoritario de platinos son aquellos que juegan máquinas tragamonedas, ellos son el 74% de esta membrecía de clientes. Ellos en su gran mayoría son personas solitarias, que solo prefieren interactuar con la máquina que tienen en frente. Puede pasar muchas horas ahí y el mundo exterior, o incluso la persona que este a su lado, no tiene ninguna relevancia para él. Estos jugadores son los que están más propensos a adquirir los problemas que se asocian al consumo excesivo ya que es un jugador solitario y con menor control de los impulsos que una que juega mesas, pues no hay quién se superponga a su actividad lúdica. Es por otra parte también el gatillador del juego compulsivo, púes es en la mayoría de los casos la primera relación que tienen las personas con los juegos de azar que ofrece Monticello.
Los relatos de las personas vinculadas a Monticello Grand dan muestra de la gran selva humana que interactúa en este templo de la diversión y el consumo. Se puede inferir por una parte que ellos a pesar de saber que pierden mucho dinero siempre tendrán la ilusión de poder volcar sus vidas. A pesar de que ya muchos 116
debiesen desvincularse al juego pues el consumo continuo les ha mutado la realidad y los ha convertido en personas con bajos niveles de sociabilidad. Estos bajos niveles de socialización se pueden incluso observar entre los propios jugadores, esto se demuestra en las pocas redes sociales que mantienen los platinos entre sí. Son muy pocos los grupos de amistades y de afinidades en común que se dan en Monticello por lo que se puede concluir que el juego ha pasado de un mecanismo socializador a uno de aislamiento.
Creo ante lo mismo que el afirmar que jugar juegos de azar por un largo período de tiempo y con alta periodicidad no trae problemas consigo sería afirmar una situación que no es real. El juego, al igual que muchas otras cosas como el tabaco, el alcohol, la cocaína, el sexo, entre otros, produce dependencia y adicción. Ni el gobierno, ni otros estatus privados han logrado percatarse aún de los inminentes riesgos y peligros que corren los ciudadanos al inmiscuirse tanto en las máquinas tragamonedas como en las mesas de azar y tras el importante aumento de nuevos jugadores debiesen pronto regular en este aspecto.
Sin embargo realizar una crítica al consumo no es mi intención. Pero sí cabe mencionar como este se ha desvirtuado instalándose como un impulso que va más allá de las necesidades objetivas de los seres humanos, en este caso los jugadores de casino. Si bien el consumo es algo inherente a la existencia del ser humano actual, púes es la base del sistema neoliberal que impera en estos días, se torna un problema cuando este es un derroche. Por lo mismo ¿Qué es lo que desea el ser humano de hoy? ¿Acaso busca distinguirse del otro a través de la adquisición de bienes de consumo? ¿Será que por esa razón que asiste rutinariamente a los casinos de juego con la ilusión de algún día ganar? ¿Tan exacerbado está el concepto de calidad de vida con la acumulación de cosas? Si bien la actividad de consumir solamente se justifica moralmente cuando es necesidad, y se considera despilfarro cuando es goce, tampoco podemos 117
quedarnos con esta mirada tan absolutista y/o moralista, pues el hombre estaría supeditado a conformarse solo con proveerse de lo justo y necesario para su existencia, por lo tanto a no ser parte de la vorágine del mundo neoliberal. Este deseo transformado en consumo es el sentido de vida que proclama el capitalismo para mantener su orden, para poder existir, pero lamentablemente hay quienes caen en un consumo exacerbado que lamentablemente le trae problemas a él y a su entorno.
Ante tal razón si alguna persona sufre de estos excesos en su conducta hacía los juegos de azar, es sugerente que ésta, si es que aún no quiere excluirse de este círculo vicioso, que es visitar los casinos de juego regularmente, solo lleve el dinero que esté dispuesto a gastar o perder en las apuestas, por lo mismo no utilizar créditos ni tarjetas bancarias. Por otra parte es primordial ser honesto consigo mismo tanto como con su entorno familiar y no autoengañarse pensando que el Casino da muchos réditos, o que solucionará el vació que generalmente tienen las personas hedonistas. También es sugerente utilizar otras vías de escape para los problemas personales que se tengan, por lo cual sublimar estos pesares con otras actividades. Siempre eso sí con el punto de partida que cada individuo debe darse cuenta de su adicción. Esto puede ser mediante múltiples señales como la desaprobación familiar, el aislamiento, las repercusiones económicas, entre otras. Ese es el primer paso para no llegar a tener las catastróficas secuelas que producen con el consumo excesivo de juegos de azar, como algunas de las expuestas en esta investigación. Llegar a pensar que existe una obsesión por el juego es un paso importante para la superación de este. Otro punto sugerente es lograr revertir la inconformidad que las personas pueden tener ante un premio, por lo general las personas que consumen Juegos ya no les satisface el ganar el 30% o 50% de lo que traen consigo, sino buscan duplicar o triplicar su dinero, invirtiendo tiempo en este y paradójicamente es esa la ventaja del Casino, ya que irreductiblemente corre con las probabilidades de su parte. Si esto no sucede se le debe explicar al jugador, con elementos objetivos, qué es lo que está ocurriendo: Mostrarle las cantidades de dinero que dedica a jugar, el 118
tiempo que no está dedicando a la familia, su irritabilidad o nerviosismo, las mentiras en las cuales ha incurrido, etc… y así dar a luz este problema. Atisbado esta dificultad, si uno piensa que el juego le ha vencido, que no puede controlarlo busqué ayuda primero en su entorno más cercano, si no es posible vencerlo es necesario
que se ponga en tratamiento; Como se menciona en esta tesis a
menudo no hay conciencia de que exista algún tipo de enfermedad, y se niega o no se desea tratar con el convencimiento de que podrá salir solo de esto, proponga que es la mejor solución remover esta adicción, y que en muchos casos es más fácil con el apoyo profesional (de un psicólogo o psiquiatra), ya que se genera más confianza con una buena rehabilitación. Estos hedonistas, a su vez deben entender que esta adicción afecta a todos los que son cercanos a él, por lo mismo deben estar pendientes de las recaídas, porque no solo sufren ellos, sino todos. En definitiva, esto es demasiado importante para que se repita. En esta tesis quedaron abiertos muchos puntos, en los cuales es necesario ahondar en futuras investigaciones, tales como "las identidades y las redes sociales de los jugadores", "las políticas públicas acerca del juego", como a su vez “las motivaciones” que tienen los clientes platinos para inmiscuirse tan profundamente en el mundo del juego. Por lo mismo es importante mencionar que esta investigación es un primer paso para ahondarse en este desconocido conglomerado social. Particularmente creo que existen un sinnúmero de aspectos culturales en los cuales la antropología podría ser muy importante para darnos a luz esta realidad contingente. Actualmente, como ya fue mencionado en esta tesis, el universo de casinos ha aumentado muy significativamente, y por tanto los consumidores y posibles jugadores patológicos encuentren refugio en el juego. Por lo cual la antropología debe ser una disciplina que ayude a crear una legislación acorde con la realidad social del país.
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(Firmas
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XII Anexos 12.1 Reglas y funcionamientos de los juegos 12.1.1 Ruleta (Fuente: http://casinomonticello.cl/file/PdfGame/14/ruleta_americana.pdf)
123
12.1.2 Black Jack: (Fuente: http://casinomonticello.cl/file/PdfGame/7/black_jack.pdf)
124
12.1.3 Punto y Banca (Fuente: http://casinomonticello.cl/file/PdfGame/12/punto_y_banca.pdf)
125
12.1.4 Caribbean Poker (Póker Caribeño): (Fuente http://casinomonticello.cl/file/PdfGame/11/craps.pdf)
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12.1.5 Craps (Dados): (Fuente:http://casinomonticello.cl/file/PdfGame/11/craps.pdf)
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12.1.6: Máquinas Tragamonedas: (Fuente: http://casinomonticello.cl/file/PdfGame/13/tragamonedas.pdf)
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12.2 Placas Francesas, Fichas y Fichas no Negociables 12.2.1 Placas Francesas: Equivalentes a dinero en efectivo, no se pueden utilizar para jugar, pero sí son intercambiables por fichas. (Fuente: Gerencia de cajas Monticello Grand Casino)
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12.2.2 Fichas: (Fuente: Gerencia de cajas Monticello Grand Casino)
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12.2.3 Fichas No Negociables: Solo sirven para jugar en mesas. No son canjeables por dinero en efectivo. Sólo pueden cobrarse sus ganancias (Fuente: Gerencia de cajas Monticello Grand Casino).
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12.3 Circular 21: Sobre los criterios y procedimientos para la autoexclusión voluntaria de un jugador de Casino (Fuente: http://www.scj.cl/gobierno_transparente/C21_15_07_2011.pdf)
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